“Jehová te pastoreará siempre.” Isaías 58:11.

20 de Febrero
“Jehová te pastoreará siempre.” Isaías 58:11.

a1¿Qué te aqueja? ¿Has perdido tu camino? ¿Estás enredado en un siniestro bosque y no puedes encontrar tus senderos? Quédate quieto, y mira la salvación de Dios. Él conoce el camino, y Él te guiará en ese camino cuando clames a Él.

Cada día trae su propia perplejidad. ¡Cuán dulce es sentir que la guía del Señor es continua! Si nosotros escogemos nuestro propio camino, o consultamos con carne y sangre, desechamos la guía del Señor; pero si nos abstenemos de nuestra terquedad, entonces Él dirigirá cada paso de nuestro camino, cada hora del día, y cada día del año, y cada año de nuestra vida. Si nos dejamos guiar, seremos guiados. Si queremos confiar nuestro camino al Señor, Él dirigirá nuestro curso de tal forma que no nos perderemos.

Pero noten a quién está hecha esta promesa. Lean el versículo previo: “Si dieres tu pan al hambriento.” Debemos apiadarnos de otros, y darles, no sólo tiesos mendrugos de pan, sino las mismas cosas que nosotros desearíamos recibir. Si mostráramos un tierno cuidado por nuestros semejantes en la hora de su necesidad, entonces el Señor cuidará de nuestras necesidades, y se constituirá en nuestro continuo Guía. Jesús es el Líder, no de los avarientos, ni de aquellos que oprimen al pobre, sino de los generosos y de los que tienen un tierno corazón. Tales individuos son peregrinos que nunca perderán su camino.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Bastante te he afligido; no te afligiré ya más.” Nahum 1:12.

19 de Febrero
“Bastante te he afligido; no te afligiré ya más.” Nahum 1:12.

a1Hay un límite para la aflicción. Dios la envía y Dios la quita. ¿Acaso suspiras y dices: “cuándo acabará”? Recuerda que nuestras congojas acabarán segura y finalmente cuando termine esta pobre vida terrenal. Esperemos quietamente, y acatemos pacientemente la voluntad de Dios hasta que Él venga.

Mientras tanto, nuestro Padre en el cielo retirará la vara cuando Su designio al usarla esté plenamente cumplido. Cuando Él haya azotado nuestra necedad, no habrá más golpes. O, si la aflicción fuere enviada para probarnos, para que nuestras gracias glorifiquen a Dios, acabará cuando el Señor nos haya conducido a dar testimonio para Su alabanza. No queremos que la aflicción se vaya mientras Dios no haya extraído todavía todo el honor que podamos rendirle.

Hoy podría haber “una grande bonanza”. ¿Quién podría saber cuándo esas furibundas ondas darán paso a un mar de cristal, y los pájaros marinos se posen sobre las delicadas olas? Después de una prolongada tribulación el flagelo es colgado y el trigo descansa en el granero. Podríamos, antes de que pasen muchas horas, ser tan felices como ahora estamos tristes.

Para el Señor no es difícil convertir a la noche en día. Él, que envía las nubes, puede con igual facilidad limpiar los cielos. Tengamos buen ánimo. El futuro será mejor que el pasado. Cantemos Aleluya en anticipación

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.” Salmo 145:19.

18 de Febrero
“Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.” Salmo 145:19.

a1Su propio Espíritu ha obrado este deseo en nosotros, y por tanto, lo satisfará. Es Su propia vida interior la que incita el clamor, y, por ello, lo oirá. Los que le temen son hombres que están bajo la más santa influencia, y, por ello, su deseo es glorificar a Dios, y gozar de Él para siempre. Como Daniel, son hombres de deseos, y el Señor los conducirá a cumplir sus aspiraciones.

Los deseos santos son gracia en la hierba, y el Labrador celestial los cultivará hasta que lleguen a ser grano lleno en la espiga. Los hombres temerosos de Dios desean ser santos, ser útiles, ser una bendición para otros, y así honrar a su Señor. Ellos desean provisiones para sus necesidades, ayudas cuando están bajo el peso de sus cargas, guía en medio de la perplejidad, liberación en la calamidad; y algunas veces este deseo es tan fuerte, y su caso es tan apremiante, que claman en agonía, como niños pequeñitos que sufren dolor, y entonces el Señor obra de una manera sumamente integral, y hace todo lo que es necesario, de conformidad a Su palabra: “Y los salvará”.
Sí, si tememos a Dios, no debemos temer nada más; si clamamos al Señor, nuestra salvación es cierta.

El lector ha de poner este texto en su lengua, y ha de conservarlo en su boca todo el día, y será para él como “una hojuela con miel”.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.” 2 Crónicas 15:7.

17 de Febrero
“Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.” 2 Crónicas 15:7.

a1Dios había hecho grandes cosas para el rey Asa y para Judá, pero ellos permanecían siendo una nación débil. Sus pies eran muy vacilantes en los caminos del Señor, y sus corazones muy indecisos, de tal forma que necesitaban ser advertidos de que el Señor estaría con ellos mientras ellos estuvieran con Él, pero que si lo abandonaban, Él también los dejaría.También se les recordaba del reino hermano, y cuán mal le fue en su rebelión, y cómo el Señor había sido misericordioso con ese reino cuando mostró arrepentimiento. El designio del Señor era confirmarlos en su camino, y hacerlos fuertes en justicia. Lo mismo ha de ser con nosotros. Dios merece ser servido con toda la energía de que seamos capaces.

Si el servicio de Dios es digno de algo, entonces es digno de todo. Encontraremos nuestra mejor recompensa en la obra del Señor si la llevamos a cabo con resuelta diligencia. Nuestra labor no es en vano en el Señor, y lo sabemos. Una obra a medias no traerá recompensa; pero cuando entregamos nuestra alma entera a la causa, veremos la prosperidad. Este texto fue enviado al autor de estas notas en un día de una terrible tormenta, y le sugirió avanzar a todo vapor, con la certeza de llegar a puerto a salvo y con una carga gloriosa.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

Predica la sana doctrina

Predica la sana doctrina – 1 Timoteo 1:3–11

Autor: Estudios Bı́blicos ELA.

a1Los apóstoles velaban por la sana doctrina. Esta enseñanza da vida y salud espiritual porque es la doctrina cristiana verdadera. En todas las epístolas del apóstol Pablo, en total trece cartas del Nuevo Testamento, él expuso las bellas verdades de la salvación que se obtienen por medio de Jesucristo e instruyó a los cristianos acerca de su nueva vida. Pero también, en todas sus epístolas, tuvo que combatir las enseñanzas equivocadas que amenazaban la salud de las iglesias.

Las verdades del mensaje de la Biblia son el corazón del cristianismo. Cuando los hombres se apartan de esa verdad, debilitan el mensaje. Si cambian las verdades fundamentales, la doctrina deja de ser el mensaje cristiano bíblico. Son herejías, enseñanzas que no redimen al hombre de sus pecados, que no le proporcionan la vida eterna, que no lo transforman en una nueva criatura ni le ubican en el camino que se dirige al cielo.

Las doctrinas falsas toman muchas formas. En nuestro día, algunos grupos ponen la tradición de la iglesia, la experiencia personal u otros escritos en lugar de la Biblia, como la autoridad final del cristianismo. Algunos elevan al hombre al nivel de Dios y bajan a Jesucristo al nivel de un profeta o maestro. Otros enseñan que el bautismo o el cumplimiento de otro rito es necesario para recibir la vida eterna. Según otros, las Escrituras, aún en su forma original, contenían errores.

Entre los errores que más amenazaban a las nuevas iglesias del primer siglo, estaba el legalismo, la trágica enseñanza que dice que el hombre puede ser redimido o que el cristiano puede ser santificado si cumple con ciertos ritos, normas o reglamentos. Lamentablemente, este error continúa en las iglesias cristianas, minando sutilmente la pureza del evangelio y fomentando una “santidad” externa y superficial.

El ser humano ama el legalismo. Siempre se ha sentido atraído a él, porque piensa que cumpliendo ciertos ritos y reglas le hacen ser cristiano y no tiene que humillarse y aceptar por fe la salvación de Dios que no merecemos. El legalismo supuestamente da al hombre el control sobre su vida y destino. El cristiano también ama el legalismo, porque al conformarse a algunos requisitos de su iglesia y evitar algunos pecados escandalosos, le da la apariencia de santo, sin que haya una entrega del corazón a la voluntad de Dios. No experimenta una transformación interna del afecto, los móviles, las actitudes y los pensamientos. Sólo Dios, por el Espíritu Santo, puede obrar estos cambios, y solamente cuando el hombre se somete de corazón al control de él.

Una iglesia ejemplar conserva la sana doctrina, evita el error del legalismo y mantiene la pureza del evangelio de la gracia de Dios. ¿Cómo pueden los cristianos evitar el error del legalismo y otras doctrinas falsas?

¡PENSEMOS!

¿Dónde estaba trabajando Timoteo? (v. 3) Según los versículos 3–4, ¿Por qué había dejado Pablo a Timoteo en Éfeso? Haga una lista de las características del error que se enseñaba (vv. 3–4). ¿Qué es una fábula? Piense en alguna leyenda, regla, creencia o superstición que es común, aún entre los cristianos pero que no es bíblica. Según el v. 5, ¿cuál era la meta de Pablo al mandar prohibir la doctrina falsa? Según los vv. 8–9 y Tito 1:14, ¿cuál fue el origen de la falsa enseñanza que había en esa época?

DEBEMOS PROHIBIR LAS DOCTRINAS FALSAS 1:3

A primera vista, la instrucción de Pablo parece muy drástica: “que no enseñan diferente doctrina”. Algunos dirían: “A Pablo le faltaba tolerancia. No tenía una mente abierta. Además, era soberbio porque pensaba que sólo él tenía razón. Ser tan drástico causaría más problemas en la congregación, debía tener más amor”.

Pero recordemos la naturaleza del cristianismo. No es una filosofía humana, con la cual debemos comparar otras formas de pensamiento para decidir cuál tiene la razón. La fe cristiana llegó al hombre por revelación divina en las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Una parte de la revelación fueron los eventos históricos ineludibles de la venida, vida, enseñanza, muerte y resurrección del Hijo de Dios. Esta revelación divina concluyó con las enseñanzas autorizadas y normativas de los apóstoles. Los cristianso no tienen la opción de introducir nuevos pensamientos al cristianismo. Han de comparar toda enseñanza con la norma divina que se encuentra en las Escrituras.

Por eso, Pablo puede hablar de diferente doctrina. ¿Diferente de qué? De la que enseñaban los apóstoles. La doctrina de ellos es norma para todos los cristianos. Pablo dice en Gálatas que no hay otro evangelio, porque ningún otro mensaje trae “buenas nuevas”. Escribió: “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gálatas 1:6–10). Veremos más adelante que esta “falta de tolerancia” no implica que el cristiano no tiene amor. Por el contrario, ser fiel al mensaje cristiano manifiesta verdadero amor.

DEBEMOS MANDAR:

1. “QUE NO ENSEÑEN DIFERENTE DOCTRINA” (v. 3)
2. “NI PRESTEN ATENCIÓN A FÁBULAS.…” (v. 4)

NO DEBEMOS ESCUCHAR ERRORES HUMANOS 1:4

“No presten atención a fábulas y genealogías interminables”. Algunos maestros de la iglesia de Éfeso habían introducido enseñanzas que no eran bíblicas. En Creta, Tito se enfrentó con doctrinas semejantes: “…no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad” (Tito 1:14). “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley…” (3:9).

¿Cuáles eran esas fábulas y genealogías? Había una práctica que había comenzado entre los judíos que consistía en ampliar las listas de nombres que aparecían en las genealogías del Antiguo Testamento añadiendo historias ficticias, supuestamente para ilustrar el trato de Dios con el pueblo judío. Estaban agregando material mitológico a la palabra de Dios.
De estas fábulas y de la ley mosaica los maestros habían sacado aplicaciones y mandamientos para la vida de los creyentes. Esto no producía la salvación ni la espiritualidad como ellos decían, sino disputas, contenciones y discusiones vanas y sin provecho (Tito 3:9).

Hoy en día, algunos cristianos siguen reglamentos y normas que no vienen de las Escrituras, y se consideran más espirituales por guardar esos mandamientos de hombres. El legalismo surge de ideas humanas que no están basadas en la palabra de Dios, sino que está motivado por el deseo de ser exaltado a los ojos de los demás. El legalismo produce orgullo, en el hombre, porque éste se cree superior a los demás.

Los cristianos tenemos que rechazar la enseñanza que dice que para ser cristiano, el hombre necesita hacer algo más que confiar en la muerte de Cristo. Al testificar del Señor, debemos tener cuidado de no agregar alguna norma humana o un reglamento de nuestra iglesia como requisito para que la gente se haga cristiana.

No midamos nuestra santidad o espiritualidad sólo porque no practicamos ciertos vicios o actividades que los cristianos desaprueban. La santidad es una condición interna que brota del amor y temor a Dios. Es motivada por el deseo de agradar y glorificarlo a él. La santidad comienza con entregarnos totalmente al dominio divino para cumplir su voluntad. El Espíritu obra cuando nos alimentamos con la palabra de Dios y cuando la obedecemos. Es experimentar una transformación interna de los móviles, actitudes, afectos y pensamientos. Entonces la santidad interna producirá la conducta correcta. El Espíritu Santo quiere conformarnos a la imagen de Jesucristo, desde lo más profundo de nuestro ser.

DEBEMOS TENER AMOR Y HUMILDAD 1:5–7

El v. 5 es muy importante. Pablo afirma que si la iglesia enseña sólo la doctrina bíblica, esto producirá amor entre los cristianos. Las enseñanzas no bíblicas producen disputas y disensiones. Ser fiel a las Escrituras une a los miembros de la congregación en una sola convicción. Están de acuerdo en su enseñanza. A su vez, la enseñanza correcta resulta en: 1) un cambio en el corazón de la persona, no sólo en la superficie; 2) una conciencia que no le acusa porque es obediente a Dios; y 3) una confianza en Dios que no es hipócrita, sino que es genuina y de corazón.

DOCTRINA CORRECTA → AMOR Y UNIDAD

Estos cambios profundos en la vida crean relaciones de verdadera comunión, unidad y afecto entre los miembros de la congregación.
Los que enseñaban cosas diferentes en Éfeso habían dejado la obediencia y la comunión. A través de las cartas pastorales se nota el contraste de la vida que Pablo manda con la que proponían los maestros del error. En vez de tener un corazón sincero, engañaban y eran engañados (2 Timoteo 3:13). En vez de una buena conciencia, la tenían cauterizada (4:2). En vez de una fe no fingida, habían naufragado en cuanto a la fe (1:19).

EL PROPÓSITO DE ESTE MANDAMIENTO ES EL AMOR NACIDO:

1) DE CORAZÓN LIMPIO,
2) DE BUENA CONCIENCIA,
3) DE FE NO FINGIDA…” (v. 5)

El v. 7 señala otra debilidad de los que querían imponer mandamientos y reglamentos no bíblicos “queriendo ser doctores de la ley” Se creían superiores a los demás porque suponían que guardando algunos reglamentos externos se hacían más espirituales que los demás. Esta actitud de soberbia es una de las consecuencias del legalismo. En realidad, es relativamente fácil conformarse a ciertas normas externas. No requiere someter la vida a la voluntad de Dios y alimentarse diariamente con su palabra. Tampoco exige edificar a otros y ser edificado por ellos, ni crecer en el conocimiento de Dios y experimentar progresivamente la transformación de las ambiciones y los móviles humanos. No requiere el cambio del carácter egocéntrico en una persona que manifiesta el fruto del Espíritu Santo.
Por otra parte, la persona que está creciendo espiritualmente no siente orgullo, sino humildad, porque reconoce cuánto le falta para llegar a ser como Jesucristo.

DEBEMOS USAR LA BIBLIA CORRECTAMENTE 1:8–11

En el v. 8, Pablo llega al corazón del problema doctrinal de Éfeso. Algunos maestros no usaban las Escrituras correctamente. Se basaban en el Antiguo Testamento y especialmente en las leyes. Exigían que los hombres guardaran las normas de la ley de Moisés para ser salvos y para ser más espirituales.
Vimos en el v. 4 que algunos enseñaban fábulas que habían sido agregadas a las Escrituras. Ahora, vemos que usaban la ley de Dios, pero no en forma legítima.
Es importante observar que Pablo no sólo señala los errores de estos maestros, sino también provee enseñanza positiva para aclarar el buen uso que se debe dar a la ley de Dios. En los sermones y enseñanzas de la iglesia, se deben señalar los errores y también exponer la doctrina bíblica. La ley no tiene poder para salvar al pecador ni santificar al pueblo de Dios. Tiene la función de manifestar la justicia divina y la desobediencia de los humanos. Pablo insistió en Romanos 3:20: “Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”.

“…PORQUE POR MEDIO DE LA LEY ES EL CONOCIMIENTO DEL PECADO” Romanos 3:20

Nótese una nueva expresión que se encuentra varias veces en las epístolas pastorales: la sana doctrina. La enseñanza de los apóstoles es sana porque es saludable y produce sanidad. En cambio, la doctrina falsa produce enfermedad espiritual, como Pablo escribió en 6:4 del que “delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas”. En 2 Timoteo 2:17, el autor advirtió refiriéndose a estos maestros que “su palabra carcomerá como gangrena”. La doctrina que no es bíblica contagia a las personas y enferma a la congregación y por lo mismo, no produce una iglesia saludable.
El v. 11 dice que esta enseñanza está basada en “el glorioso evangelio del Dios bendito”. El evangelio dice que por la gracia de Dios somos salvos y santificados, no por el esfuerzo de la carne ni por el mérito humano:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:8–10).

¡PENSEMOS!

Evalúe su vida personal con respecto al amor que siente hacia otros creyentes, a un corazón limpio, a una buena conciencia y a una fe genuina. ¿Qué debe hacer el cristiano a quien le falta alguna de estas características?
Si usted tiene oportunidad de enseñar o predicar la palabra de Dios, ¿se cuida de no agregar sus propias ideas al mensaje de Dios? ¿Interpreta y utiliza bien la palabra? ¿Ha vencido la ambición de ser conocido como “experto” y “erudito” en materia espiritual? ¿Hay alguna norma de conducta sobre la cual los miembros de su iglesia no están de acuerdo? ¿Existen disensiones por eso? ¿Es posible que se está exigiendo una norma que no tiene base bíblica o que se basa solamente en una norma de la ley de Moisés? ¿Cómo podría usted contribuir a resolver el conflicto, sin manifestar un espíritu de superioridad.

Orth, S. (1996). Estudios Bı́blicos ELA: Una iglesia ejemplar (1ra Timoteo) (pp. 15–23). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.

“No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre” Oseas 11:9.

16 de Febrero
“No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre” Oseas 11:9.

a1El Señor da a conocer así Sus pacientes misericordias. Pudiera ser que el lector se encuentre en medio de una grave desgracia, y todo amenace su pronta condenación. Que permita entonces que el texto lo saque de la desesperación. El Señor te invita ahora a considerar tus caminos, y a confesar tus pecados. Si Él fuera un hombre, desde hace mucho tiempo te habría cortado. Si fuera a actuar ahora según la manera de los hombres, sería una palabra y un golpe, y luego llegarías a tu fin: pero no es así, pues “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos.”

Juzgas correctamente que Él está enojado, pero Él no guarda Su ira para siempre: si te apartas del pecado y vienes a Jesús, Dios se apartará de su ira. Porque Dios es Dios, y no hombre, hay perdón todavía para ti, aunque estuvieras hundido hasta tu garganta en la iniquidad. Tienes a un Dios que tratar, y no a un hombre duro, y ni siquiera simplemente a un hombre justo. Ningún ser humano podría tener paciencia contigo: habrías cansado a un ángel, como has cansado a un padre afligido; pero Dios es paciente. Ven y pruébalo de inmediato. Confiesa, cree, y regresa de tu mal camino, y serás salvo.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

15 de Febrero
“El Señor se acordó de nosotros; nos bendecirá.” Salmo 115:12.

a1Yo puedo poner mi sello en la primera frase. ¿No puedes hacerlo tú? Sí, Jehová se ha acordado de nosotros, nos ha provisto, nos ha consolado, nos ha liberado y nos ha guiado. En todos los movimientos de Su providencia se ha acordado de nosotros, sin pasar nunca por alto nuestros nimios asuntos. Su mente ha estado llena de nosotros: esa es otra forma de decir que “se acordó”. Este ha sido el caso todo el tiempo, sin ninguna interrupción. Sin embargo, en momentos especiales, hemos visto más claramente Su interés, y queremos recordar esos momentos con desbordante gratitud. Sí, sí, “el Señor se acordó de nosotros.”

La siguiente frase es una inferencia lógica de la anterior. Como Dios es inmutable, Él continuará acordándose de nosotros en el futuro, tal como lo ha hecho en el pasado; y que nos recuerde es equivalente a que nos bendiga. Pero tenemos aquí no sólo una conclusión de la razón sino una declaración de la inspiración: recibimos esto sobre la base de la autoridad del Espíritu Santo: “NOS BENDECIRÁ”. Esto quiere decir cosas grandes e inescrutables. La propia amplitud de la promesa indica su infinito alcance. Él nos bendecirá de conformidad a Su propia divina manera, y lo hará por siempre y para siempre. Por tanto, cada uno de nosotros ha de decir: “¡Bendice, alma mía, a Jehová!”

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.” Salmo 32:10.

14 de Febrero
“Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.” Salmo 32:10.

a1¡Oh hermosa recompensa de la esperanza! ¡Señor mío, concédemela a plenitud! El que espera, se siente un pecador mayor que los demás hombres; y he aquí que la misericordia es preparada para él: él mismo sabe que no tiene merecimientos, pero la misericordia interviene, y provee para él en una escala liberal. ¡Oh Señor, dame esta misericordia puesto que yo espero en Ti!

¡Observa, alma mía, qué escolta personal tienes! Como un príncipe que está rodeado de tropas, así estás tú rodeada de misericordia. Enfrente, y atrás, y en todos los costados, cabalgan estos guardias montados de la gracia. Nosotros habitamos en el centro del sistema de misericordia, pues moramos en Cristo Jesús.

¡Oh alma mía, qué atmósfera respiras! Como el aire que te rodea, así también te rodea la misericordia de tu Señor. Para los perversos hay muchas aflicciones, pero para ti hay tantas misericordias que tus aflicciones no son dignas de mención. David dice: “Alegraos en Jehová y gozaos, justos; y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.” En obediencia a este precepto mi corazón triunfará en Dios, y proclamaré mi alegría. ¡Como Tú me has rodeado de misericordia, así también rodearé yo Tus altares, oh mi Dios, con cánticos de agradecimiento!

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Y bendito tú en el campo.” Deuteronomio 28:3.

13 de Febrero
“Y bendito tú en el campo.” Deuteronomio 28:3.

a1Así fue bendecido Isaac cuando salió al campo a la hora de la tarde para meditar. ¡Cuán a menudo se ha reunido el Señor con nosotros cuando hemos estado solos! Los vallados y los árboles pueden dar testimonio de nuestro gozo. Ansiamos tal bendición de nuevo.

Así fue bendecido Booz cuando segó su cosecha y sus segadores lo recibieron con bendiciones. ¡Que el Señor prospere a todos los que llevan el arado! Cada agricultor puede argumentar esta promesa ante Dios, si en verdad obedece la voz del Señor Dios.

Salimos al campo a trabajar como lo hizo nuestro padre Adán; y como la maldición cayó sobre la tierra a través del pecado del primer Adán, es un gran consuelo encontrar una bendición a través del segundo Adán.

Salimos al campo para ejercitarnos, y somos felices en la creencia de que el Señor bendecirá ese ejercicio, y nos dará salud, la cual usaremos para Su gloria.

Vamos al campo para estudiar a la naturaleza, y no hay nada en el conocimiento de la creación visible que no pueda ser santificado para los usos más elevados por la bendición divina.
Por último, tenemos que ir al campo para enterrar a nuestros muertos; sí, y otros a su vez nos llevarán al camposanto; pero somos benditos, ya sea llorando junto a la tumba, o durmiendo en ella.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.” Génesis 13:14, 15.

12 de Febrero
“Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.” Génesis 13:14, 15.

a1Una bendición especial para una ocasión memorable. Abram había resuelto una disputa familiar. Había dicho: “No haya ahora altercado entre nosotros dos,… porque somos hermanos”; y por esto él recibió la bendición que pertenece a los pacificadores. El Señor y dador de paz se deleita en manifestar Su gracia a quienes buscan la paz y la siguen. Si deseamos una comunión más íntima con Dios, hemos de mantenernos muy cerca de las vías de paz.

Abram se había portado muy generosamente con su pariente, dándole lo que eligiera de la tierra. Si nos negamos a nosotros mismos por causa de la paz, el Señor nos compensará con creces. El patriarca puede reclamar todo aquello que pueda ver, y nosotros podemos hacer lo mismo por la fe. Abram tuvo que esperar la posesión real, pero el Señor le legó la tierra a él y a su posteridad. Bendiciones ilimitadas nos pertenecen por el don del pacto. Todas las cosas son nuestras. Cuando complacemos al Señor, nos pide que miremos a todos lados, y que veamos todo como nuestro, sea lo presente, sea lo porvenir, todo es nuestro, y nosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.