Enfoca tus oraciones

Mayo 6

Enfoca tus oraciones

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Lectura bíblica: Juan 17:1–4

Así como [Dios el padre] le diste [a Cristo el Hijo] autoridad sobre todo hombre, para que [Jesús] dé vida eterna a todos los que [el Padre] le has dado. Juan 17:2

a11 No oro mucho. Cuando oro, me escondo con un extinguidor, por si acaso a Dios no le gusta lo que digo y me manda fuego.

3 De vez en cuando tiro una oración hacia el cielo. Me preocupo de que cuando Dios me oiga orar diga: “¿Y ese quién es?”.

5 Oro. Pero entre dientes. Creo que Dios prefiere escuchar a mi hermana.

7 Estoy bastante seguro de que Dios me oye. Pero todavía tengo a mano el extinguidor para mis pedidos realmente grandes.

10 Hablo con Dios con seguridad y respeto. Sé que Dios contesta cada oración en una manera que coincide con su voluntad.

Quieres que tus amigos conozcan a Jesús. Y ayer aprendiste que la oración es tu punto de partida para contarles a otros de Jesús. Pero, ¿hasta qué punto estás seguro de que Dios contestará tus oraciones?

Observa esta escala de 1 a 10. ¿Hasta qué punto estás seguro?

Es absolutamente importante que lleguemos a sentirnos seguros al orar. Esta es la razón: Dios tiene un plan para obrar en tu mundo. De hecho, tiene unas promesas extraordinarias que quizá sean nuevas para ti. Pon a prueba ésta: “Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra” (Salmo 2:8). Para recibir con más fuerza el impacto de su promesa, exprésalo así: “Si me pides, te daré tu equipo de fútbol, o el chico que se sienta a tu lado en tu clase de matemáticas, o de inglés…”.

Dios promete darte las personas a las cuales puedes hablarles de él. Tu parte es pedir. ¡El tiempo y la experiencia te darán la seguridad para ser audaz cuando oras!
Existe un secreto que te ayudará a pedir con confianza y a apropiarte de lo que Dios prometió: Ora teniendo una meta. Muchos creyentes oran diciendo: “Bendice a Fulano de Tal”, sin tener idea de lo que realmente están pidiendo. Dios quiere que ores enfocado en lo que quieres que haga. Sé específico con Dios al orar por tus amigos, compañeros de escuela, de equipo o familiares no creyentes.

No hay ninguna duda en cuanto a la voluntad de Dios para nuestros amigos. Los quiere a todos en el cielo (ver 2 Pedro 3:9). Así que cuando pedimos que nuestros amigos confíen en Cristo y sean salvos, ¡podemos estar seguros de que estamos pidiendo algo que Dios ha anunciado como su voluntad!

PARA DIALOGAR
¿Cómo pueden enfocar sus oraciones por sus amigos no cristianos?

PARA ORAR
Pídanle a Dios que obre en la vida de sus amigos no cristianos, teniendo como meta que confíen en Cristo.

PARA HACER
Practiquen la costumbre de orar por sus amigos no creyentes.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Usa el arma más poderosa

Mayo 5

Usa el arma más poderosa

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Lectura bíblica: Efesios 6:10–20

Orando en todo tiempo en el Espíritu. Efesios 6:18

a1Quizá quieres contarle las buenas nuevas de Jesús a un amigo que no es creyente. Y crees que eso empieza con explicar todo lo que tiene que ver con la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección. ¡Un momento, da marcha atrás! Hay un paso que dar antes que eso.

Hablar a otros de Jesús realmente comienza con oración.

Orar no significa que le hablamos a Dios mascullando, usando palabras grandiosas que no entendemos. Orar es hablar con Dios en un lenguaje sencillo acerca de nuestros pensamientos, sentimientos y preocupaciones cotidianos. Y podemos estar absolutamente seguros de que Dios nos oye cuando oramos. Tal es así, que Dios espera ansiosamente que nos acerquemos a él en oración. Somos sus hijos, y él valora cada minuto que pasamos en su compañía.

Dios realmente quiere escuchar nuestra oración por nuestros amigos no creyentes. ¿Por qué? Por dos grandes razones:
1. La oración nos acerca a Dios. La oración desconecta nuestra mente de la música, los sitios de Internet, la televisión y los juegos de vídeo; y nos conecta con Dios. En lugar de ser Dios un extraño que apenas conocemos, es un amigo cercano. Cada vez estamos más y más seguros de que nos ama.
Cuando hemos logrado una relación cercana con Dios, entonces podemos empezar a hablar de nuestros amigos. A medida que nos aferramos a Dios en oración, nos apropiamos de su amor por el mundo de los no creyentes que él quiere alcanzar por nuestro intermedio. Y además, una relación estrecha con Dios es algo que no podemos comunicarles a nuestros amigos a menos que nosotros mismos la tengamos.

2. La oración es el arma más poderosa en una guerra espiritual. Cuando oramos, ¡Dios obra! Nuestras oraciones a favor de nuestros amigos no cristianos aplastan a Satanás. Dios prepara a nuestros amigos para recibir nuestro mensaje. Y nos da la fuerza para hablar de él.
Dios está decidido a hacer cosas asombrosas en tu escuela y tu vecindario. Cuando oras, te conectas con Dios y sintonizas lo que él tiene la intención de lograr.
¿Te das cuenta por qué Dios quiere pasar el tiempo contigo en oración? ¿Estás aprovechando esta arma poderosa? ¿Estás aprovechando al máximo el anhelo de Dios de estar cerca tuyo?

PARA DIALOGAR
¿Qué les gustaría hacer para mejorar el tiempo que dedican a Dios en oración?

PARA ORAR
Señor, haz que nuestra vida de oración contigo sea profunda. Ayúdanos a captar tu amor por los no creyentes a nuestro alrededor.

PARA HACER
¡Dediquen hoy algo de tiempo para orar por alguien con quien quieren compartir su fe. ¡Adelante!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿Por qué hay gente mala?

Mayo 4

¿Por qué hay gente mala?

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Lectura bíblica: Gálatas 6:7–10

Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Gálatas 6:10

a1—Todos me lo hacen. Pero Alejandro es el peor —se lamentó Mónica—. Me fastidia todo el tiempo en la clase de gimnasia porque no puedo hacer flexiones. Me gustaría mostrarle cómo le puedo flexionar la cabeza hasta arrancársela.

La mamá de Mónica le clavó una mirada que decía: “Querida, sé que hablas en broma, pero no sería una buena decisión de tu parte”.

—No le voy a hacer nada —prometió Mónica—, pero qué bueno sería que Dios le diera un sopapo.

La mayoría hemos deseado que Dios aplastara a nuestros enemigos y les impidiera que nos hagan sentir mal. En el fondo de ese deseo yace una pregunta: ¿Por qué permite Dios que la gente opte por ser mala, especialmente a los que optan por ser realmente malos?

Por más difícil que sea aguantarlo, dar al ser humano la habilidad de optar por el bien o el mal fue la mejor decisión que nuestro Dios amante jamás pudo hacer. En realidad no nos gustaría vivir en un mundo donde Dios nos obliga y obliga a todos los demás a ser buenos. Acuérdate qué incómodo te sientes cuando tus papas o maestros te obligan a tratar bien a alguien. Sientes que te están arrastrando por las narices. Haces lo menos posible por satisfacer al adulto que te lo pidió. Aun si sonríes por afuera, frunces el ceño por adentro. Y peor aun, la otra persona puede notar que lo haces sin ganas, y a nadie le gusta recibir cariño a medias.

Por otro lado, a todos nos gusta demostrar cariño cuando lo hacemos por nuestra propia cuenta. Es como cuando ayudas con los trabajos en la casa de un amigo. Cuando nadie te obliga a hacer algo bueno, de pronto rastrillar las hojas secas o guardar juguetes hasta puede ser divertido.

Si Dios nos hubiera hecho a todos para ser buenos, mejor hubiera sido que nos hiciera robots. Los robots no aman. Simplemente hacen lo que fueron programados a hacer. Y nunca tienen la linda experiencia de decidir libremente el ser buenos o demostrar cariño.

Dios nos quiso tanto que nos puso en un mundo donde pudiéramos disfrutar de ser sus amigos. Aunque no nos gusta que nos lastimen los que optan por no ser buenos con nosotros, la oportunidad de elegir entre el bien y el mal es un privilegio demasiado bueno para renunciar a él.

Cuando alguien no nos trata bien, podemos pensar que Dios no comprende nuestra situación. Pero eso no es cierto. Recuerda cómo algunos tratan a Dios. Los seres humanos lo rechazan, se burlan de él y le desobedecen abiertamente. Dios se siente herido, pero sigue amando y haciendo cosas buenas para la gente. Nosotros también tenemos la oportunidad de seguir haciendo lo bueno.

PARA DIALOGAR
Contesten en sus propias palabras: ¿Por qué un Dios amante creó un mundo donde el ser humano puede optar por hacer el mal?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a seguir amando a los demás aun cuando nos tratan mal.

PARA HACER
Muchos culpan a Dios por la maldad en el mundo. Compartan lo que aprendieron con un amigo que tiene problemas con entender el mal.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

A veces suceden cosas malas

Mayo 3

A veces suceden cosas malas

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Lectura bíblica: Santiago 1:2–8

Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Santiago 1:3

a1Cuando un tornado tocó el pueblo donde vivía Julio, destrozó varias casas. Julio no podía comprender cómo Dios había permitido que su casa fuera destruida, o cómo Dios puede permitir que terremotos, huracanes, inundaciones o enfermedades dañen a miles de personas.

Tema para comentar: Cuando te han sucedido cosas malas, ¿te has preguntado si te falló Dios?

La Biblia dice que Dios no tiene la culpa de las cosas malas que pasan en la vida. Las cosas malas suceden por el pecado humano y por las malas decisiones de los humanos:

• A veces el mal es la consecuencia de nuestras propias malas decisiones. Si nos metemos en el mar y nadamos en medio de las olas gigantescas, Dios no tiene la culpa si somos arrastrados mar afuera.
• A veces el mal es la consecuencia de no hacer nada. Si dejamos que un bravucón siga hostigando a un chico pequeño sin decírselo a nadie, por ejemplo, el pequeño puede resultar seriamente lastimado.
• A veces el mal es la consecuencia de las decisiones de otros. Si alguien maneja un auto estando borracho, una familia en otro auto puede resultar herida y perder la vida.

Pero, ¿qué de los desastres naturales como tormentas, terremotos, erupciones volcánicas y maremotos? Los desastres naturales también son la consecuencia del pecado humano, aunque eso no pueda ser tan fácil de comprender. Al principio del mundo, el pecado de Adán y Eva al desobedecer a Dios produjo un cambio en la Tierra (ver Génesis 3:17, 18). El pecado de ellos causó que el caos y el dolor aparecieran en nuestro mundo (ver Romanos 8:19–22). Y eso significa que cualquiera puede ser víctima de las enfermedades y los desastres naturales, aun el que ama a Dios.

Ese es un pensamiento enorme. Y eso no cambia el hecho de que anhelamos que nuestro Dios todopoderoso intervenga y prevenga que sucedan cosas malas.
Dios efectivamente a veces las previene. Pero si Dios frenara todo el mal en nuestro mundo, eso nos quitaría la libertad de decisión. No sufriríamos las consecuencias de las malas decisiones. Y no aprenderíamos nada de nuestras dificultades.

Ninguna de las cosas malas que suceden en la vida significa que Dios nos ame menos. Dios no nos ha prometido escudarnos de todo lo malo. Pero sí dijo que estaría con nosotros en todo momento (ver Mateo 28:20).

PARA DIALOGAR
¿De qué manera nos puede confortar Dios cuando nos suceden cosas malas?

PARA ORAR
Señor, no te echamos la culpa por las ocasiones cuando las cosas andan mal en nuestra vida. Sabemos que tú estás con nosotros, y te pedimos que nos ayudes a aprender de nuestras dificultades.

PARA HACER
Expliquen a un amigo lo que significa tener la libertad de decisión y conversen sobre el hecho que Dios no tiene la culpa cuando suceden cosas malas.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Demasiado tarde

Mayo 2

Demasiado tarde

Lectura bíblica: Hebreos 9:27, 28

De la manera que está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio. Hebreos 9:27

a1Miguel anhelaba que su amigo comprendiera lo que la Biblia dice del infierno. Después de todo, no es que infierno sea una mala palabra. Es un lugar malo. Y Miguel de veras quería que su amigo pasara la eternidad con él en el cielo. Por eso Miguel se pasó meses dándole poquito a poco verdades acerca del amor de Jesús y lo absolutamente magnífico que es el cielo. Cierto día el amigo de Miguel fue quien empezó el tema preguntándole cosas del infierno.

—¿El infierno es para siempre? —preguntó el amigo de Miguel—. ¿No es un poco como que la maestra te haga ir a la dirección y nunca poder salir? ¿Entonces no se sentirán mal las gentes y le podrán decir a Dios que realmente lo aman y que quieren vivir con él en el cielo? En ese caso, ¿no sucederá que Dios las sacará del infierno y las dejará entrar en el cielo?

Muchos piensan que creer en Dios es como entregar tarde una tarea escolar: más vale tarde que nunca.

No es así. No porque Dios quiera impedir que los seres humanos vayan al cielo.

Dios sabe que los que están en el infierno no cambiarán lo que piensan de él. Si mil oportunidades más los hubiera hecho escoger su camino, Dios en su bondad les hubiera dado esas oportunidades. Recuerda: Él es el Dios que “no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Pero porque Dios sabe todo de antemano —incluyendo cuando alguien ha tomado una decisión final— Dios los deja ir. Dice: “De la manera que está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio” (Hebreos 9:27).

Los no creyentes son como baldes puestos boca abajo debajo de una catarata. Se preguntan: “¿Dónde está el amor de Dios?”. Pero no están dispuestos a dar vuelta su corazón y dejar que la cascada del amor ilimitado de Dios llene la vida de ellos. El amor de Dios es un torrente que corre a borbotones, pero la gente que está en contra de Dios no siente ni una sola gota. Y el infierno es donde van las personas cuando han decidido que ni quieren sentir el amor de Dios.
Los no creyentes son también como huéspedes mal educados en un banquete. Dios ofreció su amor en una fuente. Cuando las personas rechazan su amor, es como si le dieran un golpe a la fuente haciéndola caer y luego pisotearan los mejores manjares.

Dios no da al incrédulo más tiempo para decidirse porque sabe que dárselo no dará resultado. Pero podemos estar seguros de que aun cuando se trata de algo tan difícil de entender como el infierno, ¡el amor de Dios por nosotros es perfecto!

PARA DIALOGAR
Cuanto mejor vayan conociendo a Dios, más querrán dar testimonio de su corazón amoroso a personas que no lo conocen. ¿Cómo están expresando el amor de Dios a los que no creen en él?

PARA ORAR
Señor, ayuda a nuestros amigos no creyentes a sentir tu amor por medio de nosotros.

PARA HACER
Tomen un balde, colóquenlo boca abajo. ¿Cuánta agua puede entrar en él? ¿En qué se parece eso a la persona que se niega aceptar el amor de Dios?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Amor e infierno ¿una contradicción?

Mayo 1

Amor e infierno ¿una contradicción?

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Lectura bíblica: Lucas 16:19–31

Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:15

a1—¡No digas esa palabra! —gritó el amigo de Armando.

Armando lo miró sorprendido:
—¿Qué palabra? ¿Infierno? Es que estaba explicando que la Biblia dice que el infierno es…
—¡No digas esa palabra! —interrumpió su amigo.
—¿Por qué? —preguntó Armando—. No estaba mandando a nadie al infierno ni maldiciéndolos.

Es posible que a tus amigos no les importa hacer bromas acerca del infierno. Pero si empiezas a hablar de él como lo hace la Biblia, explicando que realmente el infierno existe, tus amigos posiblemente se desilusionen. Sí, si Dios es tan absolutamente amante, tus amigos quieren saber por qué creó un lugar donde los seres humanos estarán separados de él para siempre. ¿Y por qué manda a la gente a un lugar tan terrible?

Buenas preguntas. La Biblia dice que Jesús —que amó tanto al mundo como para morir por él— un día dará “retribución a los que no han conocido a Dios y a los que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos serán castigados con eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:8, 9). Ese es el lugar que llamamos infierno.

El infierno puede ser difícil de comprender y aun más difícil de explicar, pero esto es lo más importante que podemos saber de él: el infierno es algo que elegimos o no.
La cuestión es que Dios no va a forzar a nadie a amarlo. Nosotros elegimos amar o no amar a Dios. Su plan para salvar por medio de Jesús es hacer todo lo que está dentro de su cariñoso poder para invitarnos a amarlo.

Pero cuando alguien se niega a aceptar el amor de Dios que invita, no le quita su libertad. No va a forzar a nadie a ir al cielo si no quieren andar en su compañía por la eternidad. Por eso infierno es el lugar donde un Dios muy paciente envía a los que se niegan a obedecerle y a ir por el camino de él. Intenta ganarlos, pero al final dice: “¡Bueno, si así lo quieres, así será!”.

El infierno es algo que escoges o no, pero la Biblia no deja ninguna duda sobre lo horrible que es. Es un lugar muy lejos de Dios, su pueblo y de todo lo bueno.
El infierno es algo que el no creyente escoge y donde tendrá que vivir para siempre. Por eso Dios nos encarga la tarea de hablar con las personas a nuestro alrededor que no creen en él. ¡Quiere que los ayudamos a saber que Jesús es el Hijo de Dios, y que vino para ser su Salvador y Rey!

PARA DIALOGAR
¿Es el infierno una realidad? ¿Es injusto? ¿Cómo nos muestra realmente el gran amor de Dios?

PARA ORAR
Señor, que no perdamos ninguna oportunidad para compartir el amor de Cristo con nuestros amigos no creyentes, para que disfruten del cielo con nosotros.

PARA HACER
Dialoguen sobre cómo puede explicar sabiamente a alguien que no ha confiado en Jesús por qué tiene que haber un lugar como el infierno.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Una fe grande como un agujero en el techo

Abril 30

Una fe grande como un agujero en el techo

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Lectura bíblica: Marcos 2:1–12

Y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Marcos 2:5

a1—¡Oye! ¿qué pasa ahí arriba? —se para repentinamente un escriba vestido de una magnífica túnica, interrumpiendo a Jesús que está enseñando. Señala enojado a un palo que aparece por el techo de la casa repleta de gente. Otros líderes de aspecto importante se levantan alterados, observando cómo el palo va abriendo un agujero grande, derramando adobe y polvo sobre los que están abajo.

El público mira fijamente el agujero donde se ven cuatro pares de manos rompiendo las baldosas del techo. Enseguida esas manos bajan una litera; en ella está un hombre que no se puede mover. El hombre paralítico está sufriendo físicamente. Tiene que depender de sus familiares y amigos en todo lo que necesita. También sufre espiritualmente porque es un pecador que necesita perdón.

Esos son los datos principales del hombre en la litera, pero ¿quiénes eran los cuatro señores que hicieron un agujero en el techo para poner a su amigo enfrente de Jesús?
La Biblia no nos da nombres, pero es lógico suponer que eran hombres comunes que tenían un amigo que necesitaba a Jesús. Eran como nosotros: personas comunes con amigos necesitados.

Y estos hombres comunes pudieron valerse del poder de Jesús.

Lo hicieron así. Tenían una fe bastante grande como para creer que Jesús haría algo por su amigo que sufría… bastante grande como para cortar un agujero en el techo… bastante grande como para derramar trozos de adobe y polvo sobre la gente abajo, luego mirar en la habitación con esperanza, mientras Jesús enfocaba su atención en el paralítico. Jesús, que tiene poder sobre la enfermedad y el pecado, vio la fe de ellos y usó su autoridad para sanar al paralítico.

Piénsalo. El hombre está acostado de espalda, sin poder mover un músculo. Quizá hacía años que estaba así. Entonces Jesús dice: “A ti te digo, ¡levántate, toma tu camilla y vete a tu casa!” (Marcos 2:11). Y, de pronto, el hombre se pone de pie y se está moviendo como todos los demás en el cuarto. ¡Qué poder!

Jesús tiene todo el poder de Dios. Aun así, no tienes que preocuparte de que Jesús irrumpa en tu vida, invada tus actividades y te obligue a recibir su ayuda. Él es el único ser en el universo que necesitas para derrotar todos los obstáculos de la vida: físicos, mentales y espirituales. Pero él no te va a empujar. Tiene paciencia. Se mantiene listo. Está disponible para aplicar su autoridad en tu vida y en la de tus amigos y familiares. Lo único que tienes que hacer es pedirle que lo haga.

PARA DIALOGAR
¿Qué cosas difíciles estás viviendo en este mismo momento en que podrías aprovechar la ayuda de Jesús?

PARA ORAR
Túrnense para orar por las necesidades mutuas.

PARA HACER
¿Tienes algún amigo que necesita el poder de Jesús? Puedes empezar a ayudar orando. Luego traza planes para explicarle cómo Jesús está listo para ayudar.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

El Super Superhéroe

Abril 29

El Super Superhéroe

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Lectura bíblica: Marcos 1:21–28

Todos se maravillaron, de modo que discutían entre sí diciendo: ¿Qué es esto? ¡Una nueva doctrina con autoridad! Aun a los espíritus inmundos él manda, y le obedecen. Marcos 1:27

El Hombre Plástico es un buenísimo pero casi olvidado superhéroe de las historietas. Podía estirarse, retorcerse y moldear su cuerpo hasta adquirir la forma que quería. Podía cambiar desde ser delgadito como una hoja de papel (para deslizarse debajo de las puertas con llave) hasta ser macizo como una pared de ladrillo (para bloquear la huida del personaje malo).

Tema para comentar: ¿Quién es tu héroe?
El héroe de tu infancia quizá fue Superhombre, el Hombre Araña o uno de los personajes de Pokemon. Pero en realidad hay sólo un auténtico super-hombre: Jesucristo. Siendo Dios en carne humana, tenía un poder especial que lo hacía más super que todos los que lo rodeaban: era el poder de su autoridad. Aunque parecía un hombre común, sus acciones llenas de autoridad mostraban quién realmente era. Era el Hijo de Dios.

Las enseñanzas de Jesús tenían poder porque conocía personalmente al Padre. No sólo enseñaba la Palabra de Dios sino lo que ella significaba. Explicaba cómo tener una relación profunda con el Padre.

¿Puedes recordar alguna ocasión cuando estabas leyendo la Biblia y un pasaje pareció resaltar como una luz radiante? ¿Has leído un versículo y de pronto te diste cuenta que se aplicaba a una situación que estabas viviendo en ese momento? Eso era Jesús, haciendo que la Palabra escrita de Dios cobrara vida para ti, tal como lo hizo para los que lo escuchaban en la sinagoga. Hoy Jesús tiene la autoridad de obrar a través del Espíritu Santo para obtener tu atención con la Palabra, enseñarte lo que significa y aplicarla a tu diario vivir.

La autoridad de Jesús no se limita a su enseñanza. A lo largo de los Evangelios podemos detectar a Jesús actuando con poder.

• Curó las enfermedades (ver Mateo 8:14, 15).
• Ordenó a las olas que se aplacaran (ver Mateo 8:26, 27).
• Perdonó los pecados (ver Mateo 9:2).
• Dio vista a los ciegos (ver Mateo 9:27–30).
• Caminó sobre el agua (ver Mateo 14:25).
• Multiplicó pescados y pan (ver Juan 6:1–14).
• Resucitó a los muertos (ver Juan 11:43, 44).

Jesús es el Señor todopoderoso del universo. ¡Y su grandeza significa que merece ser también Señor de tu vida!

PARA DIALOGAR
¿De qué manera estás permitiendo hoy que Jesús sea el Señor de tu vida? ¿Existe algún área en la que él no manda?

PARA ORAR
Gracias, Jesús, por ser más poderoso que cualquier problema que jamás podremos tener. Ayúdanos a darte el control total de nuestra vida.

PARA HACER
Si identificaste un área de tu vida en la que sabes que no estás dejando que Jesús ejerza su autoridad, piensa en un plan para poder cambiar.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Conectados al poder

Abril 28

Conectados al poder

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Lectura bíblica: 2 Corintios 12:8–10

Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad. 2 Corintios 12:9

a1Mario cree que es el mejor de los amigos. ¿Tienes un problema? Él está lleno de consejos. ¿Precisas ayuda? Él te dará una mano, la quieras o no. ¿Tienes una necesidad? Él la satisfará, aunque ni esté seguro de qué es.

Mario realmente quiere ser un chico que está a disposición de sus amigos. Pero no entiende para nada cuál es el primer paso. Necesita comprender que ignora, total, absoluta y completamente cómo ser ese tipo de amigo.

Quizá opines que no eres tan inoperante como Mario cuando de amistad se trata. Quizá pienses que no necesitas la ayuda de Dios para ser el mejor de los amigos. Eso es lo que creían estos chicos:

La cabeza de Mirta siempre estaba abarrotada de sus propios intereses; le daba trabajo notar cuando los demás necesitaban ayuda. Su primer paso para ser una amiga disponible era admitir que no tenía el poder para ser siempre una amiga interesada en los que tenían problemas. Está dependiendo de Cristo para poder ser una persona que se preocupa por los demás, así como lo hizo Cristo.

Nicky pensaba que lo que decían los demás era aburrido. Por eso, cuando terminaban de decir algo, ni siquiera se podía acordar de qué estaban hablando. Su primer paso para ser un amigo disponible tenía que ser admitir que no tiene la fuerza para ser siempre un buen oyente. Está dependiendo de Cristo para poder ser un amigo que escucha mejor, así como escucha Cristo.

Natalia contaba los secretos de otros quienes luego muchas veces sufrían como resultado de su indiscreción. Su primer paso para ser una amiga disponible era admitir que no tenía en ella lo necesario para mantener en reserva lo que le contaban sus amigas. Está dependiendo de Cristo para poder ser una amiga digna de confianza, así como lo es Cristo.

El secreto de ser un buen amigo es admitir que, sin la ayuda de Jesús, tú no tienes la capacidad de ser un amigo como él. Esta realidad no es para que te sientas mal, sino para recordarte que dependes de Cristo para la fortaleza de ser un amigo disponible.

Tú puedes parecerte más a Jesús, ser un amigo mejor y más cariñoso. ¡Pero eso sólo sucede con su ayuda! Cuéntale a Jesús en qué formas quieres mejorar como amigo. Y confía que el Espíritu Santo será la fuente de poder de Dios, viviendo y obrando dentro de ti para que te parezcas más a Cristo.

PARA DIALOGAR
¿Por qué necesitas la ayuda de Dios para ser un chico que está disponible para sus amigos?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a ser mejores como amigos y a seguir desarrollando la habilidad de serlo, ahora y siempre.

PARA HACER
¿Cuáles son las áreas más importantes en las que necesitas depender de Jesús para poder ser un amigo como él? Pide a un familiar o amigo cristiano que te diga cuando estás actuando de una manera que dista de parecerse a Cristo.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Las actitudes de un buen amigo

Abril 27

Las actitudes de un buen amigo

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Lectura bíblica: Eclesiastés 4:9–12

Y si uno es atacado por alguien, si son dos, prevalecerán contra él. Eclesiastés 4:12

a1—Cuando mamá tenía cáncer, mi maestra de la Escuela Dominical me dedicó mucho de su tiempo —dijo Patricia—. No sé cómo hubiera podido superar todo eso sin su ayuda. Mi mamá no podía prestarme mucha atención, pero mi maestra me escuchaba. Me hizo sentir que realmente le importaba lo que me estaba pasando.

Tema para conversar: Cuando estás pasando por un mal momento, ¿qué necesitas de un verdadero amigo?

La amistad no se trata tanto de hacer como de ser. Hacer cosas buenas por tus amigos es importante, pero hacerlas es falso si no se originan de quién eres como un auténtico amigo.

Los amigos que están a disposición tienen tres cualidades constantes:
En primer lugar, el amigo que está a disposición demuestra interés. Verdaderamente quieres a tu amigo y te importa lo que le pasa, lo suficiente como para dedicar tiempo a tu amistad e involucrarte en el mundo de tu amigo. Demuestra interés por tu amigo, no hagas que se tenga que esforzar para conseguir que le dediques tiempo. Exprésate. Dile a tu amigo: “Aquí me tienes, puedes contar conmigo, y con la ayuda de Dios superaremos esto juntos”.

En segundo lugar, el amigo que está a disposición escucha. Eso significa más que sacarte la cera de las orejas. Escuchar es la manera de comprender lo que está sintiendo tu amigo. Si no escuchas de verdad, el tiempo que pasas con tu amigo no significa mucho. Asegúrate de que comprendes lo que le está pasando. Haz preguntas como: “¿Qué quieres decir con eso?” o “¿Por qué es eso tan importante para ti?” para sacarlo de su melancolía. No interrumpas cuando habla ni te metas para completar sus frases.

En tercer lugar, el amigo que está a disposición es digno de confianza. Tus amigos no te contarán sus cosas si tienen miedo de que vas a repetir lo que te cuentan. Ser digno de confianza significa mantener en reserva cualquier información. Promete a tus amigos que no repetirás lo que te cuentan a menos que ellos quieran. Y cumple tu palabra. Si es algo que tiene que saber un adulto, como por ejemplo si alguien los está maltratando, ofrece ir con tu amigo a contarle a una persona mayor. No repitas sus secretos ni siquiera si los cuentas sin mencionar nombres. La gente puede deducir de quién estás hablando.

PARA DIALOGAR
¿Cómo puedes mejorar en tus habilidades como un amigo que está a disposición de sus amigos?

PARA ORAR
¡Pídele a Dios que te ayude a crecer en las áreas que más necesitas!

PARA HACER
Si sientes timidez ante la posibilidad de ponerte a disposición de un amigo que sufre, dialoguen como familia acerca de lo que pueden hacer juntos para ayudar a otros.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.