Autor: Norman Geisler
Preguntas difíciles acerca de la BIBLIA, los falsos profetas y los libros sagrados de otras religiones.
La Biblia afirma ser la Palabra de Dios y lo prueba, es decir, las Escrituras no se limitan a declarar su autoridad como Palabra de Dios sino que, además, aportan inumerables pruebas internas y externas de ser, en efecto, esta misma Palabra. Sin embargo, hay otros libros que también alegan ser revelaciones divinas de Dios. Las preguntas que se nos plantean entonces son: «¿Es la Biblia única en su especie?» y «Las otras revelaciones ¿son también evidentemente divinas?». Procuraré probar que la Biblia es el único libro que dice ser la Palabra de Dios y lo prueba fehacientemente.
Preguntas acerca de la confirmación de las Escrituras como la Palabra de Dios.
Muchos escépticos, con todo derecho, piden evidencia de que la Biblia es lo que alega ser: la Palabra de Dios.! Al fin de cuentas, hay muchos libros aparte de la Biblia que alegan venir de Dios. Entre éstos cabe mencionar un par: el Qur’an (Corán) del Islam y el Libro del Mormón de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. ¿Cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y que estos otros libros no lo son? ¿No podrían provenir todos de Dios?
¿QUÉ EVIDENCIA TENEMOS PARA DEMOSTRAR QUE, COMO ALEGA LA BIBLIA, ES INSPIRADA POR DIOS?
A diferencia de otros libros sagrados para otras religiones, solo la Biblia tiene confirmación sobrenatural de ser la Palabra de Dios, porque las Escrituras fueron escritas por profetas que recibieron confirmación sobrenatural a través de signos y milagros. Cuando Moisés preguntó cómo aceptaría el pueblo su mensaje, Dios realizó milagros por medio suyo: «para que crean que yo el Señor, el Dios de sus padres, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me he aparecido a ti» (Éxodo 4:5). Con el tiempo, cuando Coré se sublevó contra Moisés, Dios nuevamente intervino con milagros para reivindicar a su profeta (d. Números 16), y del mismo modo, Elías, fue confirmado como profeta de Dios por medio de una intervención sobrenatural en el monte Carmelo (cf. 1 Reyes 18).
En los Evangelios, el maestro judío, Nicodemo, le dijo a Jesús: «-Rabí- ‘» sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él» (Juan 3:2; cf. Lucas 7:22). Pedro declaró: «Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes con milagros, señales y prodigios, los cuales realizó Dios entre ustedes por medio de él»
(Hechos 2:22). El autor de la carta a los Hebreos afirmó que «Dios ratificó su testimonio acerca de (la salvación) con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según su voluntad» (Hebreos 2:4, é.a). Y el apóstol Pablo probó su apostolado, afirmando: «Las marcas distintivas de un apóstol, tales como señales, prodigios y milagros, se dieron constantemente entre ustedes» (2 Corintios 12:12).
Ningún otro libro en el mundo tiene autores que hayan sido confirmados de esta manera milagrosa. De todos los líderes religiosos de la historia, ni Confucio ni Buda ni Mahoma ni Joseph Smith fueron confirmados por medio de milagros verificados por testigos contemporáneos y dignos de confianza. La Biblia es el único libro que prueba ser la Palabra de Dios escrita por profetas y apóstoles de Dios que recibieron una confirmación especial de él por medio de prodigios milagrosos.
© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler
