Una perspectiva del perdón

Una perspectiva del perdón

imgres

6/18/2016

Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (Efesios 4:32)

Dios fue bondadoso y compasivo con usted, perdonándolo aun cuando no lo merecía.

Si basa su actitud hacia los demás en lo que ellos merecen, no ha entendido bien.

No grite a los demás, ni los desacredite ni se enoje con ellos, aun cuando lo merezcan.

Quienes ejemplifican el carácter de Dios son amorosos, bondadosos, considerados y clementes.

Esa es la actitud que Dios espera de los que son sus nuevas criaturas en Cristo.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2014 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros.

Trabajo Honesto

Trabajo Honesto

7773

Pablo Martini
Programa No. 2016-06-18

A diferencia de lo que muchos dicen, el trabajo no es un castigo por el pecado que Dios le impuso a Adán en el huerto del Edén. La Biblia enseña que el trabajo honesto enaltece al ser humano, consolida a la familia y enaltece una nación. Pero lamentablemente, lo que debería ser un disfrute, el pecado lo ha transformado en una pesada carga para unos y en una de las herramientas más sutiles de Satanás para absorber las fuerzas y el tiempo de muchos cristianos. Es éste sistema organizado del mal el que sumerge al hombre de hoy en una sociedad fuertemente consumista con una marcada adicción al confort, donde el individuo se cotiza no tanto por lo que es sino por cuánto tiene. En otras palabras, hoy en día si no tienes no vales nada. Si no tienes automóvil, tarjeta de crédito, cuenta bancaria, y un buen teléfono celular, estás desconectado del mundo actual, pasas a formar parte de un gran sector de marginados de bajo poder adquisitivo, y sólo té queda sentarte en el umbral de tu casa viendo pasar aceleradamente el mundo delante de tus ojos mientras tú te quedas en la historia. En primer lugar debes plantearte la siguiente pregunta: ¿Cuál es mi propósito en este mundo? ¿Para qué estoy en la tierra? La Biblia te dice en Colosenses 3:1-3: “BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA”. Las cosas de arriba son las eternas, las que no perecen, como las almas, la Palabra de Dios, la iglesia, todo aquello que no pasará. El peligro no está en el trabajo o en el dinero sino en la importancia que le des a eso en tu vida, y desde el momento que tu prosperidad material se logre en base a tu decadencia espiritual, estás en grave riesgo. El problema no está en las riquezas sino en querer poseerlas, el problema no está en el dinero sino en amarlo. En otras palabras: cuando lo que posees comienza a poseerte estás en dificultades. Como citamos al comienzo en Proverbios, Dios no está en contra del progreso material del cristiano, siempre y cuando esté de la mano con su progreso espiritual. “AMADO, YO DESEO QUE SEAS PROSPERADO EN TODAS LAS COSAS Y QUE TENGAS SALUD, ASÍ COMO PROSPERA TU ALMA”. (3° Juan 2)

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Lo que no le dé la gloria a Cristo aquí en la tierra, no soportará Su mirada allá, en el cielo.

http:/https://soundcloud.com/labibliadice/pausa-2016-06-18

Súplica por la liberación

Salmos 70-72

imgres

Súplica por la liberación

(Sal. 40.13-17)

Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.

70:1 Oh Dios, acude a librarme;
    Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

Sean avergonzados y confundidos
Los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
Los que mi mal desean.

Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
Los que dicen: !!Ah! !!Ah!

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios.

Yo estoy afligido y menesteroso;
Apresúrate a mí, oh Dios.
Ayuda mía y mi libertador eres tú;
Oh Jehová, no te detengas.

Oración de un anciano

71:1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
    No sea yo avergonzado jamás.

Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.

Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.

Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.

En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.

Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.

Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.

No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,

11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.

13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de verg:uenza y de confusión los que mi mal buscan.

14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.

15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.

16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.

17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,

19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?

20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.

22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.

23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.

24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.

El reino de un rey justo

Para Salomón.

72:1 Oh Dios, da tus juicios al rey,
    Y tu justicia al hijo del rey.

El juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio.

Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.

Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor.

Te temerán mientras duren el sol
Y la luna, de generación en generación.

Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.

Florecerá en sus días justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.

Dominará de mar a mar,
Y desde el río hasta los confines de la tierra.

Ante él se postrarán los moradores del desierto,
Y sus enemigos lamerán el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

11 Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán.

12 Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra.

13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará la vida de los pobres.

14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,
Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
Y se orará por él continuamente;
Todo el día se le bendecirá.

16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17 Será su nombre para siempre,
Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
Lo llamarán bienaventurado.

18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.

19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí. ms LIBRO III

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.