Súplica por la misericordia de Dios sobre Israel

Salmos 85-87

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Súplica por la misericordia de Dios sobre Israel

Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré.

85:1 Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová;
    Volviste la cautividad de Jacob.

Perdonaste la iniquidad de tu pueblo;
Todos los pecados de ellos cubriste. Selah

Reprimiste todo tu enojo;
Te apartaste del ardor de tu ira.

Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación,
Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?

¿No volverás a darnos vida,
Para que tu pueblo se regocije en ti?

Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,
Y danos tu salvación.

Escucharé lo que hablará Jehová Dios;
Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
Para que no se vuelvan a la locura.

Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen,
Para que habite la gloria en nuestra tierra.

10 La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.

11 La verdad brotará de la tierra,
Y la justicia mirará desde los cielos.

12 Jehová dará también el bien,
Y nuestra tierra dará su fruto.

13 La justicia irá delante de él,
Y sus pasos nos pondrá por camino.

Oración pidiendo la continuada misericordia de Dios

Oración de David.

86:1 Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame,
    Porque estoy afligido y menesteroso.

Guarda mi alma, porque soy piadoso;
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.

Ten misericordia de mí, oh Jehová;
Porque a ti clamo todo el día.

Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.

Escucha, oh Jehová, mi oración,
Y está atento a la voz de mis ruegos.

En el día de mi angustia te llamaré,
Porque tú me respondes.

Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.

Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.

10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Sólo tú eres Dios.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón,
Y glorificaré tu nombre para siempre.

13 Porque tu misericordia es grande para conmigo,
Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí,
Y conspiración de violentos ha buscado mi vida,
Y no te pusieron delante de sí.

15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente,
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,

16 Mírame, y ten misericordia de mí;
Da tu poder a tu siervo,
Y guarda al hijo de tu sierva.

17 Haz conmigo señal para bien,
Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados;
Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.

El privilegio de morar en Sion

A los hijos de Coré. Salmo. Cántico.

87:1  Su cimiento está en el monte santo.

Ama Jehová las puertas de Sion
Más que todas las moradas de Jacob.

Cosas gloriosas se han dicho de ti,
Ciudad de Dios. Selah

Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen;
He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía;
Este nació allá.

Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella,
Y el Altísimo mismo la establecerá.

Jehová contará al inscribir a los pueblos:
Este nació allí. Selah

Y cantores y tañedores en ella dirán:
Todas mis fuentes están en ti.

Súplica por la liberación de la muerte

Cántico. Salmo para los hijos de Coré. Al músico principal,

para cantar sobre Mahalat. Masquil de Hemán ezraíta.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

SE DOBLA PERO NO SE QUIEBRA

SE DOBLA PERO NO SE QUIEBRA

7773

Pablo Martini
Programa No. 2016-06-22

Vivo en Ecuador, aunque soy argentino. Este es un país tropical. Estudié botánica varios años y me enseñaron que la familia de las palmeras es una de las más grandes. Pero no fue hasta llegar aquí que lo pude constatar. ¡En verdad hay tantas clases de palmeras! Una en especial es la que se conoce como “chonta” o “Pambil”. El nombre científico es “Juania Australis”, originaria de la Isla Robinson Crusoe del Archipiélago “Juan Fernández”, en Chile.

Chonta significa Palma en lengua Quichua. Se caracteriza por su extrema dureza. Si tú la observas es un tronco bien recto y muy alto con algunas pocas hojas en la copa. Cuando los fuertes vientos tropicales golpean la selva esta palma se dobla tanto que parece tocar el suelo. Pero terminada la tormenta, vuelve a estar tan recta como siempre. Se dobla, sí, pero no se quiebra. El Salmo 92:12 dice que el justo crece y florece como lo hace la palmera. ¿Sabes? Una vida justa no es una vida libre de tormentas. Una vida justa no está exenta de golpes, presión y maltratos. Habrá situaciones en tu vida donde verás el suelo muy de cerca. Momentos en que tu corazón parecerá estallar de angustia. Pero nunca pierdas tu vertical. Apunta arriba. Crece rectito. Son esas crisis de fe las que deben fortalecer la médula de tus convicciones, o las que te hacen dudar del amor de Dios. Tú decides. En Argentina tenemos un dicho popular para referirnos al cansancio cotidiano, al agotamiento: “Estoy hecho de goma”. Pero, ¿sabes una cosa?, es justamente esa característica, “de goma” la que hace que te dobles pero no te quiebres. Es la experiencia recogida en batallas, es la templanza como manifestación de un carácter probado. Probado por Dios. Un Dios que sabe hasta dónde podemos soportar y nos expone a situaciones difíciles para fortalecer nuestra fe. La madera del Pambil es tan dura porque la torsión le endureció. La presión le hizo fuerte. Su médula se va haciendo cada vez más leñosa con el paso de los años. Con el tiempo aprenderás el equilibrio justo entre flexión y dureza y alcanzarás la meta: Florecer alto, bien alto.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

La flexión que te da la experiencia más la dureza que te dan las pruebas resultará en tu paciencia.

Disponible en Internet en: http://www.labibliadice.org

http://https://soundcloud.com/labibliadice/pausa-2016-06-22

Contenido publicado con autorización de:
La Biblia Dice
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Quito-Ecuador

Amonestación contra los juicios injustos

Salmos 82-84

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Amonestación contra los juicios injustos

Salmo de Asaf.

82:1 Dios está en la reunión de los dioses;
    En medio de los dioses juzga.

¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah

Defended al débil y al huérfano;
Haced justicia al afligido y al menesteroso.

Librad al afligido y al necesitado;
Libradlo de mano de los impíos.

No saben, no entienden,
Andan en tinieblas;
Tiemblan todos los cimientos de la tierra.

Yo dije: Vosotros sois dioses,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;

Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.

Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Porque tú heredarás todas las naciones.

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel

Cántico. Salmo de Asaf.

83:1 Oh Dios, no guardes silencio;
    No calles, oh Dios, ni te estés quieto.

Porque he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.

Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.

Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.

Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza

Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;

Gebal, Amón y Amalec,
Los filisteos y los habitantes de Tiro.

También el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah

Hazles como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;

10 Que perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.

11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,

12 Que han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.

13 Dios mío, ponlos como torbellinos,
Como hojarascas delante del viento,

14 Como fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa el bosque.

15 Persíguelos así con tu tempestad,
Y atérralos con tu torbellino.

16 Llena sus rostros de verg:uenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.

17 Sean afrentados y turbados para siempre;
Sean deshonrados, y perezcan.

18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.

Anhelo por la casa de Dios

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.

84:1  !!Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.

Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.

Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.

Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.

Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

SÍGUELE DE LEJOS, Y ACABARÁS NEGÁNDOLE

SÍGUELE DE LEJOS, Y ACABARÁS NEGÁNDOLE

7773

Pablo Martini
Programa No. 2016-06-21

No sé si el apóstol Pedro habrá leído el Salmo uno en su primer versículo. Digo esto porque en las instancias finales de la pasión y muerte de su líder, Jesús, esos fueron exactamente los pasos que él siguió, acabando en la cobarde traición que todos conocemos. Fueron tres pasos para el fracaso. En evitarlos está la sabiduría de la vida. Su descenso se narra en el evangelio de Mateo capítulo 26. Dice el versículo 58 que mientras arrestaban a Jesús y le conducían a la casa del Sumo sacerdote, “Pedro le seguía de lejos.” Alguien dijo: Síguelo de lejos y acabarás negándole.” El primer verbo del salmo 1:1 es “andar”. ¿Cómo es tu andar? ¿De lejitos no más? “No te acerques demasiado, Pedro. Te puedes ver comprometido. Trata que no te identifiquen. En el huerto estaba oscuro, nadie te reconoció. Cuídate. Sálvate a ti mismo.” Es la voz de la carne. ¿La has oído? Es un andar siguiéndole de lejos. Pero si persistes en este estilo de “discipulado a distancia”, el próximo paso será el segundo verbo de nuestro Salmo: “estar”. ¿Con quién estuvo Pedro mientras acusaban y torturaban injustamente a su Maestro? Continúa el texto diciendo que entró y se quedó en el patio, con la gente común, con los hipócritas que habían planeado el arresto. Es que es un proceso. Pasas, eres seducido, contemplas, te quedas y acabas con ellos. Lo mismo le sucedió a Lot. Si lees los pasos para su caída en Génesis capítulo 13 verás que no fue de una sola vez. Miró, v. 10. Fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma, v.12. Se sentó, 19:1. Este es el tercer verbo del Salmo: “sentarse” y fue también el tercer peldaño del descenso de Pedro. Dice Mateo 26:58 que terminó sentado con los alguaciles para ver el fin. Obvio, estaba calentito al lado del fogón. La vista era perfecta. Es que siempre el mundo te va a seducir con ofertas de tibieza momentánea. Lo más triste es que Pedro había sido advertido por Jesús. Igual cayó. Hoy Dios te advierte a ti. Que no te suceda lo mismo.

PENSAMIENTO:

Síguele de lejos y acabarás negándole.

http://https://soundcloud.com/labibliadice/pausa-2016-06-21

Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmos 79-81

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Lamento por la destrucción de Jerusalén

Salmo de Asaf.

79:1 Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad;
    Han profanado tu santo templo;
    Redujeron a Jerusalén a escombros.

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos,
La carne de tus santos a las bestias de la tierra.

Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,
Y no hubo quien los enterrase.

Somos afrentados de nuestros vecinos,
Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre?
¿Arderá como fuego tu celo?

Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen,
Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

Porque han consumido a Jacob,
Y su morada han asolado.

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados;
Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos,
Porque estamos muy abatidos.

Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;
Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.

10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,
La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

11 Llegue delante de ti el gemido de los presos;
Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,

12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos
De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.

13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,
Te alabaremos para siempre;
De generación en generación cantaremos tus alabanzas.

Súplica por la restauración

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.

80:1 Oh Pastor de Israel, escucha;
    Tú que pastoreas como a ovejas a José,
    Que estás entre querubines, resplandece.

Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
Y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?

Les diste a comer pan de lágrimas,
Y a beber lágrimas en gran abundancia.

Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Hiciste venir una vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.

Limpiaste sitio delante de ella,
E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,
Y con sus sarmientos los cedros de Dios.

11 Extendió sus vástagos hasta el mar,
Y hasta el río sus renuevos.

12 ¿Por qué aportillaste sus vallados,
Y la vendimian todos los que pasan por el camino?

13 La destroza el puerco montés,
Y la bestia del campo la devora.

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

15 La planta que plantó tu diestra,
Y el renuevo que para ti afirmaste.

16 Quemada a fuego está, asolada;
Perezcan por la reprensión de tu rostro.

17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.

18 Así no nos apartaremos de ti;
Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

19 !!Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Bondad de Dios y perversidad de Israel

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf.

81:1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
    Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.

Entonad canción, y tañed el pandero,
El arpa deliciosa y el salterio.

Tocad la trompeta en la nueva luna,
En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.

Porque estatuto es de Israel,
Ordenanza del Dios de Jacob.

Lo constituyó como testimonio en José
Cuando salió por la tierra de Egipto.
Oí lenguaje que no entendía;

Aparté su hombro de debajo de la carga;
Sus manos fueron descargadas de los cestos.

En la calamidad clamaste, y yo te libré;
Te respondí en lo secreto del trueno;
Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah

Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
Israel, si me oyeres,

No habrá en ti dios ajeno,
Ni te inclinarás a dios extraño.

10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.

11 Pero mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel no me quiso a mí.

12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.

13 !!Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!

14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos,
Y vuelto mi mano contra sus adversarios.

15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido,
Y el tiempo de ellos sería para siempre.

16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
Y con miel de la peña les saciaría.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

CARACTERÍSTICAS DE UN CIUDADANO DEL CIELO

CARACTERÍSTICAS DE UN CIUDADANO DEL CIELO

7773

Pablo Martini
Programa No. 2016-06-20

La  palabra que Pablo tenía en mente al comenzar a despedirse en su epístola a los Filipenses es la palabra: Cielo. ¿Por qué digo esto? Porque los ciudadanos del cielo a los que hace alusión en 3:20 en primer lugar conviven a pesar de las diferencias. Eso lo vemos en el ejemplo de exhortación dirigido a las dos hermanas que estaban peleadas. Él les dijo en 4:3 que aprendan a convivir desde ahora a pesar de sus diferencias personales porque le esperaba una eternidad para convivir juntas puesto que sus nombres estaban inscritos en el libro de la vida. En segundo lugar el ciudadano del cielo controla su estado de ánimo. En 4:4 dice: “Regocijaos en el Señor siempre”. Sí, siempre, a pesar de lo que pase afuera, porque el ánimo del hijo de Dios no se regula desde afuera sino desde adentro porque es regulado por el Espíritu Santo que mora en él. No andan hoy bien y mañana mal. Hoy me siento con ganas de ir a la iglesia y mañana no voy porque no tengo ganas, hoy hago mi devocional mañana no porque esto o aquello me salió mal. ¡No!. Regocijaos en el Señor siempre repite Pablo. En tercer lugar los ciudadanos del cielo confían en el control divino, por eso presentan sus peticiones al Padre en toda oración y ruego, con acción de gracias como dice en 4:6. En cuarto lugar los ciudadanos del cielo cuidan su salud mental. Los versículos 8 y 9  nos animan a pensar en todo lo bueno, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, etc. En quinto lugar el verdadero ciudadano del cielo comparte para las necesidades de los santos. ¿Te das cuenta que el cielo es la idea preponderante en la mente de Pablo al escribir este último capítulo? Él tenía la mira puesta en las cosas del cielo y no en las de la tierra, ese era el secreto de un gozo estable. Y puede y debe ser el tuyo y el mío en este día. Mira arriba. Contempla con los ojos de la fe tu futuro de gloria, y frente al espejo de la Palabra de Dios mira si están en ti estas cinco características. ¡Dios te bendiga!

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Vive con los pies en la tierra y tu corazón en el cielo.

El Dios de la victoria y del juicio

Salmos 76-78

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El Dios de la victoria y del juicio

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf. Cántico.

76:1 Dios es conocido en Judá;
    En Israel es grande su nombre.

En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sion.

Allí quebró las saetas del arco,
El escudo, la espada y las armas de guerra. Selah

Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.

Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño;
No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes.

A tu reprensión, oh Dios de Jacob,
El carro y el caballo fueron entorpecidos.

Tú, temible eres tú;
¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?

Desde los cielos hiciste oír juicio;
La tierra tuvo temor y quedó suspensa

Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
Para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah

10 Ciertamente la ira del hombre te alabará;
Tú reprimirás el resto de las iras.

11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios;
Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible.

12 Cortará él el espíritu de los príncipes;
Temible es a los reyes de la tierra.

Meditación sobre los hechos poderosos de Dios

Al músico principal; para Jedutún. Salmo de Asaf.

77:1 Con mi voz clamé a Dios,
    A Dios clamé, y él me escuchará.

Al Señor busqué en el día de mi angustia;
Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.

Me acordaba de Dios, y me conmovía;
Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah

No me dejabas pegar los ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.

Consideraba los días desde el principio,
Los años de los siglos.

Me acordaba de mis cánticos de noche;
Meditaba en mi corazón,
Y mi espíritu inquiría:

¿Desechará el Señor para siempre,
Y no volverá más a sernos propicio?

¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?

¿Ha olvidado Dios el tener misericordia?
¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah

10 Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

11 Me acordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.

12 Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.

13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.

15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah

16 Te vieron las aguas, oh Dios;
Las aguas te vieron, y temieron;
Los abismos también se estremecieron.

17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos,
Y discurrieron tus rayos.

18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
Tus relámpagos alumbraron el mundo;
Se estremeció y tembló la tierra.

19 En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas aguas;
Y tus pisadas no fueron conocidas.

20 Condujiste a tu pueblo como ovejas
Por mano de Moisés y de Aarón.

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Masquil de Asaf.

78:1 Escucha, pueblo mío, mi ley;
    Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

Abriré mi boca en proverbios;
Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,

Las cuales hemos oído y entendido;
Que nuestros padres nos las contaron.

No las encubriremos a sus hijos,
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.

El estableció testimonio en Jacob,
Y puso ley en Israel,
La cual mandó a nuestros padres
Que la notificasen a sus hijos;

Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán;
Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos,

A fin de que pongan en Dios su confianza,
Y no se olviden de las obras de Dios;
Que guarden sus mandamientos,

Y no sean como sus padres,
Generación contumaz y rebelde;
Generación que no dispuso su corazón,
Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

Los hijos de Efraín, arqueros armados,
Volvieron las espaldas en el día de la batalla.

10 No guardaron el pacto de Dios,
Ni quisieron andar en su ley;

11 Sino que se olvidaron de sus obras,
Y de sus maravillas que les había mostrado.

12 Delante de sus padres hizo maravillas
En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

13 Dividió el mar y los hizo pasar;
Detuvo las aguas como en un montón.

14 Les guió de día con nube,
Y toda la noche con resplandor de fuego.

15 Hendió las peñas en el desierto,
Y les dio a beber como de grandes abismos,

16 Pues sacó de la peña corrientes,
E hizo descender aguas como ríos.

17 Pero aún volvieron a pecar contra él,
Rebelándose contra el Altísimo en el desierto;

18 Pues tentaron a Dios en su corazón,
Pidiendo comida a su gusto.

19 Y hablaron contra Dios,
Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?

20 He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas,
Y torrentes inundaron la tierra;
¿Podrá dar también pan?
¿Dispondrá carne para su pueblo?

21 Por tanto, oyó Jehová, y se indignó;
Se encendió el fuego contra Jacob,
Y el furor subió también contra Israel,

22 Por cuanto no habían creído a Dios,
Ni habían confiado en su salvación.

23 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,
Y abrió las puertas de los cielos,

24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen,
Y les dio trigo de los cielos.

25 Pan de nobles comió el hombre;
Les envió comida hasta saciarles.

26 Movió el solano en el cielo,
Y trajo con su poder el viento sur,

27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo,
Como arena del mar, aves que vuelan.

28 Las hizo caer en medio del campamento,
Alrededor de sus tiendas.

29 Comieron, y se saciaron;
Les cumplió, pues, su deseo.

30 No habían quitado de sí su anhelo,
Aún estaba la comida en su boca,

31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios,
E hizo morir a los más robustos de ellos,
Y derribó a los escogidos de Israel.

32 Con todo esto, pecaron aún,
Y no dieron crédito a sus maravillas.

33 Por tanto, consumió sus días en vanidad,
Y sus años en tribulación.

34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;
Entonces se volvían solícitos en busca suya,

35 Y se acordaban de que Dios era su refugio,
Y el Dios Altísimo su redentor.

36 Pero le lisonjeaban con su boca,
Y con su lengua le mentían;

37 Pues sus corazones no eran rectos con él,
Ni estuvieron firmes en su pacto.

38 Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía;
Y apartó muchas veces su ira,
Y no despertó todo su enojo.

39 Se acordó de que eran carne,
Soplo que va y no vuelve.

40 !!Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
Lo enojaron en el yermo!

41 Y volvían, y tentaban a Dios,
Y provocaban al Santo de Israel.

42 No se acordaron de su mano,
Del día que los redimió de la angustia;

43 Cuando puso en Egipto sus señales,
Y sus maravillas en el campo de Zoán;

44 Y volvió sus ríos en sangre,
Y sus corrientes, para que no bebiesen.

45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban,
Y ranas que los destruían.

46 Dio también a la oruga sus frutos,
Y sus labores a la langosta.

47 Sus viñas destruyó con granizo,
Y sus higuerales con escarcha;

48 Entregó al pedrisco sus bestias,
Y sus ganados a los rayos.

49 Envió sobre ellos el ardor de su ira;
Enojo, indignación y angustia,
Un ejército de ángeles destructores.

50 Dispuso camino a su furor;
No eximió la vida de ellos de la muerte,
Sino que entregó su vida a la mortandad.

51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto,
Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.

52 Hizo salir a su pueblo como ovejas,
Y los llevó por el desierto como un rebaño.

53 Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
Y el mar cubrió a sus enemigos.

54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,
A este monte que ganó su mano derecha.

55 Echó las naciones de delante de ellos;
Con cuerdas repartió sus tierras en heredad,
E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.

56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo,
Y no guardaron sus testimonios;

57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres;
Se volvieron como arco engañoso.

58 Le enojaron con sus lugares altos,
Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.

59 Lo oyó Dios y se enojó,
Y en gran manera aborreció a Israel.

60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo,
La tienda en que habitó entre los hombres,

61 Y entregó a cautiverio su poderío,
Y su gloria en mano del enemigo.

62 Entregó también su pueblo a la espada,
Y se irritó contra su heredad.

63 El fuego devoró a sus jóvenes,
Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.

64 Sus sacerdotes cayeron a espada,
Y sus viudas no hicieron lamentación.

65 Entonces despertó el Señor como quien duerme,
Como un valiente que grita excitado del vino,

66 E hirió a sus enemigos por detrás;
Les dio perpetua afrenta.

67 Desechó la tienda de José,
Y no escogió la tribu de Efraín,

68 Sino que escogió la tribu de Judá,
El monte de Sion, al cual amó.

69 Edificó su santuario a manera de eminencia,
Como la tierra que cimentó para siempre.

70 Eligió a David su siervo,
Y lo tomó de las majadas de las ovejas;

71 De tras las paridas lo trajo,
Para que apacentase a Jacob su pueblo,
Y a Israel su heredad.

72 Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón,
Los pastoreó con la pericia de sus manos.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

HECHOS DEL ESPÍRITU SANTO

HECHOS DEL ESPÍRITU SANTO

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Pablo Martini
Programa No. 2016-06-19

Me gusta la palabra “intentaron” que aparece en el versículo 7. No hay nada de malo en intentar, planificar o probar algún método o en algún lugar de servicio, lo necio es luchar con Dios cuando vamos percibiendo que ese plan o lugar no es el más apropiado por lo menos para ese momento ante los planes del Altísimo. Lo bueno sería desistir sabiendo que los caminos de Dios no son nuestros caminos y sus pensamientos no son nuestros pensamientos. Aunque ante nuestra opinión la idea pareciera todo un éxito. Era muy tentador el panorama que se abría ante estos tres intrépidos misioneros: ¡Toda Asia ante sus ojos! Pero el Espíritu dijo: ¡No! En el versículo  9 Pablo recibe una visión donde ve un varón Macedonio que rogándole le dice: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”. El Espíritu cierra una puerta acá y abre una puerta allá. ¡Cuán importante es avanzar sobre una revelación de Dios! El resultado de este sobrenatural movimiento misionero fue nada más y nada menos que la evangelización de toda Europa. Según lo continúa narrando Lucas en Hechos, los tres esperaron una nueva orden del Espíritu una vez instalados en aquella colonia. Después de algunos días la orden llegó, pero ya no en forma de visión sino a través de frutos de una reunión femenina a las orillas del río. Así dice el versículo 13. ¡Escuchen mujeres!, una iglesia surge como resultado de una reunión femenina, esto es alentador ¿verdad? Pero luego, la futura iglesia de Filipos es también fundada con el fruto de una reunión de alabanza en un calabozo. ¿Recuerdas al carcelero? Es que el obrar de Dios muchas veces es, ante nuestros conceptos o ideas preconcebidas, ilógico. ¡Qué emocionante! Entre la conversión de Lidia y la del carcelero, hay un tercer ingrediente que completa los sucesos de fundación de la iglesia. Una muchacha con espíritu de adivinación es liberada de su tormento y sus amos usan esto como pretexto para encarcelar, juzgar y castigar injusta e ilegalmente a Pablo y a Silas. ¿Nunca hubiera imaginado Pablo que un calabozo podría ser un púlpito escogido por Dios para anunciar el evangelio a esa comunidad romana?

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Los métodos de Dios, ¡cuán distintos de los nuestros!

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El destino de los malos

Salmos 73-75

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El destino de los malos

Salmo de Asaf.

73:1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
    Para con los limpios de corazón.

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.

Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.

Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.

No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.

Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.

Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.

Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.

Ponen su boca contra el cielo,
Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,

17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.

19 !!Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.

Apelación a Dios en contra del enemigo

Masquil de Asaf.

74:1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
    ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;
Este monte de Sion, donde has habitado.

Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,
A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;
Han puesto sus divisas por señales.

Se parecen a los que levantan
El hacha en medio de tupido bosque.

Y ahora con hachas y martillos
Han quebrado todas sus entalladuras.

Han puesto a fuego tu santuario,
Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;
Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

No vemos ya nuestras señales;
No hay más profeta,
Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?
¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

11 ¿Por qué retraes tu mano?
¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?

12 Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.

13 Dividiste el mar con tu poder;
Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

14 Magullaste las cabezas del leviatán,
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.

15 Abriste la fuente y el río;
Secaste ríos impetuosos.

16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;
Tú estableciste la luna y el sol.

17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;
El verano y el invierno tú los formaste.

18 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.

20 Mira al pacto,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

21 No vuelva avergonzado el abatido;
El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.

22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;
Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.

23 No olvides las voces de tus enemigos;
El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Dios abate al malo y exalta al justo

Al músico principal; sobre No destruyas. Salmo de Asaf.

Cántico.

75:1 Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.

Al tiempo que señalaré
Yo juzgaré rectamente.

Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Selah

Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis;

No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida.

Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento.

Mas Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece.

Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.

Pero yo siempre anunciaré
Y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
Pero el poder del justo será exaltado.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

 

Una perspectiva del perdón

Una perspectiva del perdón

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6/18/2016

Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (Efesios 4:32)

Dios fue bondadoso y compasivo con usted, perdonándolo aun cuando no lo merecía.

Si basa su actitud hacia los demás en lo que ellos merecen, no ha entendido bien.

No grite a los demás, ni los desacredite ni se enoje con ellos, aun cuando lo merezcan.

Quienes ejemplifican el carácter de Dios son amorosos, bondadosos, considerados y clementes.

Esa es la actitud que Dios espera de los que son sus nuevas criaturas en Cristo.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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