Una obligación con Dios

Una obligación con Dios

la-verdad-para-hoy

1/30/2017

A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. (Romanos 1:14)

alimentemos_el_almaUn joven me preguntó una vez qué me motiva a estudiar semana tras semana. Le dije que a veces los pasajes bíblicos son tan estimulantes que no puedo esperar a que llegue el domingo para predicar. Pero luego hay otras veces en las que lucho contra las prioridades que desplazan mi tiempo de estudio, y entonces mi ministerio no parece tan emocionante. Tengo en realidad que abrirme paso a través de esos tiempos porque sé que tengo una deuda con Dios.

¿Qué sucede si veo que hay una casa incendiada, y las personas que están dentro no saben lo que está ocurriendo? No puedo pararme en la esquina y preguntarme si vale la pena que se salven. Como tienen necesidad y yo tengo la información que puede salvarlos, estoy obligado con ellos.

Si usted participa en el servicio cristiano solo cuando le gusta hacerlo, no ha aprendido la clase de servicio que Pablo describió en el versículo de hoy. Cuando se enfrenta a un tiempo difícil en el servicio a las personas, a veces de lo único que puede depender es de su obligación con Dios.

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Silenciar la mentira

30 Enero 2017

Silenciar la mentira
por Charles R. Swindoll

Job 20:1-29

alimentemos_el_almaAdelantémonos un poco momentáneamente, y enfrentemos las consecuencias. Algunas de las personas que están leyendo estas palabras tienen lenguas terriblemente afiladas. Dicen cosas que cortan, pero con frases que suenan piadosas e incluso elocuentes. Pueden sonar super religiosas a veces, pero son hirientes y nocivas. Implican mucho más de lo que realmente dicen. Aquí es donde el autocontrol juega un papel fundamental. ¡Qué valioso es pensar antes de hablar, y después de meditar bien las palabras juzgar su tono, su posible impacto, su autenticidad! Zofar no hizo nada de lo anterior, sino que, con imprudente indiferencia, dejó caer sus duras palabras como cargas de profundidad. Aunque Job era un experimentado y maduro hombre de Dios, esas palabras deben haberle herido cuando hicieron explosión en su mente. Las falsas y duras acusaciones también hieren.

El formarse el hábito del autocontrol es una disciplina de vital importancia. Cuando uno recibe información sobre otra persona, es mejor averiguar su fuente: “¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo dijo? ¿Es creíble la información?”. Estas preguntas sirven para silenciar a las personas que se inclinan a transmitir información dañina y exagerada. Ayudan para llegar al fondo del rumor. Además, se le da a la verdad la oportunidad de florecer al reemplazarla por la mentira. Pero usted tiene que saber que decir la verdad implica un precio.

Durante todo el sermón de Zofar, Job estuvo oyendo lo que mi madre solía llamar “un montón de cháchara”. Solo una abundancia de palabras, el hombre ha estado diciendo sandeces. Lo que ha estado hablando contra Job no es verdad, a pesar de que sus palabras son poéticas y elocuentes. Job ha soportado con paciencia, pero se niega a permitir que esas palabras se queden sin respuesta.

He oído decir que, sea lo que sea, cuando surgen falsas acusaciones, lo que hay que hacer es sentarse tranquilamente y no decir nada, porque Dios nos defenderá. Hay ocasiones en lo que eso puede ser lo adecuado, pero no siempre. Recuerdo el dicho popular de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de América, que dice: “Confía en Dios, pero ten seca la pólvora”. ¡Un sabio consejo! Si las mentiras están arruinando su reputación; si su compañía se está viniendo abajo por acusaciones falsas; y si su iglesia está siendo destruida y se encuentra desmoralizada por la información perniciosa de unos sabios mentirosos, hay veces en las que es necesario salirle al paso y aclarar las cosas. La verdad sirve para silenciar la mentira.

El formarse el hábito del autocontrol es una disciplina de vital importancia. Charles R. Swindoll 

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2017 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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Oración, ayuno y limosnas

Oración, ayuno y limosnas

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30 ENERO

Génesis 31 | Marcos 2 | Ester 7 | Romanos 2

alimentemos_el_almaLos tres actos principales de piedad entre los judíos eran la oración, el ayuno y las limosnas (es decir, dar dinero a los pobres). Por lo tanto, cuando los discípulos de Jesús parecían más bien indiferentes delante del segundo de estos actos, era inevitable que esto despertara cierto interés. Los fariseos ayunaban, los discípulos de Juan ayunaban, pero el ayuno no era uno de los rasgos característicos de los discípulos de Jesús. ¿Por qué no? (Marcos 2:18–22)

La respuesta de Jesús es sobrecogedora: “¿Acaso pueden ayunar los invitados del novio mientras él está con ellos?” (2:19–20). Aquí tenemos a Jesús, profundamente consciente de quién es, del hecho de que él mismo es el novio mesiánico, y que en su presencia inmediata la respuesta apropiada es el gozo. Amanecía el reino; el rey ya estaba presente; el día de las bendiciones prometidas se inauguraba. Este no era tiempo para el duelo, señalado por el ayuno.

Sin embargo, cuando Jesús siguió diciendo que el novio llegaría a ausentarse de sus discípulos, y que este suceso sí sería motivo de duelo, es difícil que nadie realmente captara el significado de esta afirmación. Después de todo, con la llegada del Mesías, habría justicia y el triunfo de Dios. ¿Quién podría hablar de que el novio fuese arrebatado? La analogía del novio comenzaba a volverse más bien opaca.

Pero tras la muerte y resurrección de Jesús, tras su exaltación a la gloria, y la proclamación de la promesa de su retorno al final de los tiempos, las piezas comenzarían a encajar. Los discípulos experimentarían un terrible dolor durante los días en la tumba, antes de que la resurrección gloriosa de Jesús pusiese fin a su desesperanza. Y en un sentido atenuado, los discípulos de Jesús conocerían ciclos de sufrimiento, los cuales requerirían días de ayuno mientras afrontasen los ataques del Maligno y esperasen el retorno glorioso del Maestro. Pero ahora mismo, el duelo y el ayuno eran francamente incongruentes.

La verdad, según dice Jesús, es que, con el amanecer del reino, las estructuras tradicionales de la vida y de las formas de piedad se transformarían. No sería apropiado injertar lo nuevo en lo viejo, como si lo viejo fuese la estructura base – precisamente, de la misma manera que no es apropiado reparar un desgarrón en una pieza de ropa vieja mediante un parche de tejido nuevo y sin encoger, o usar un odre viejo y frágil para contener vino nuevo, aun en plena fermentación, cuyos gases sin duda harían que el odre explotase. Lo viejo no resiste lo nuevo; apunta hacia ello, le abre el camino y luego, le cede lugar. De la misma manera, Jesús prepara a los discípulos para encajar los cambios significativos que van a sobrevenir.

Carson, D. A. (2013). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (R. Marshall, G. Muñoz, & L. Viegas, Trads.) (1a edición, Vol. I, p. 30). Barcelona: Publicaciones Andamio.

La increíble historia de Pulgarcito*

La increíble historia de Pulgarcito*

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Tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. – Salmo 139:13-14

alimentemos_el_almaUn mes después de su concepción, el ser humano mide cuatro milímetros y medio. Su minúsculo corazón late desde hace una semana, y sus brazos, piernas, cabeza y cerebro ya están delineados. A los dos meses mide apenas tres centímetros de la cabeza a las nalgas. Cabría acurrucado en la cáscara de una nuez. Se podría esconder dentro de su puño, pero abra su mano y vea cómo ya está casi formado: las manos, los pies, la cabeza, los órganos y el cerebro, todo ocupa su lugar correspondiente; a partir de ahora va a crecer. Si emplea un simple microscopio, podrá ver las huellas digitales. ¡Ya tiene todo para poder hacer su documento nacional de identidad!

En ese momento ese pequeño ser es igual de grande que mi dedo pulgar. Las madres que cuentan a sus hijos la historia de Pulgarcito ilustran una realidad increíble. Cada uno de nosotros fue un Pulgarcito en el vientre de su madre. Sí, todos nosotros vivimos una vez en una especie de tierra subterránea, en un lugar maravilloso, protegidos en una cueva de color rojizo y siempre con el mismo ruido a nuestro alrededor. El increíble Pulgarcito, el hombre más pequeño que mi pulgar, existe realmente. No nos referimos al de la leyenda, sino a cada uno de nosotros cuando fuimos formados.

Y la Biblia nos dice que fue Dios el que nos tejió en el vientre de nuestra madre. Tiene un proyecto de amor, único para cada uno de nosotros. ¿A quién se le atrevería romper su curso?

*) Pulgarcito: en la leyenda, era un niño que había nacido tan pequeño como un dedo meñique.

1 Samuel 24 – Mateo 19 – Salmo 18:16-24 – Proverbios 6:6-11

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