Tranquilidad ante la crítica

4/18/2017

Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados. (1 Pedro 4:14)

Tranquilidad ante la crítica

Una buena conciencia da tranquilidad y lo vindica a usted cuando lo calumnian. Estará libre de la tarea de señalar cualquier pecado, y su vida demostrará que son falsas las críticas. Cuando usted tiene una buena conciencia, el maltrato verbal y los insultos contra usted avergüenzan a su acusador, no a usted.

El mundo condena hipócritamente al cristianismo cuando puede señalar a un cristiano que haya desacreditado la fe. A los incrédulos les encanta señalar a un cristiano que peca para justificar así su propia conducta pecaminosa. Por lo tanto, viva sin tacha para que las acusaciones de los incrédulos no tengan fundamento alguno.

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Toma medidas contra el adulterio

Coalición por el Evangelio

Josh Squires

Toma medidas contra el adulterio

Me encanta la consejería prematrimonial. Es un descanso de lo que ocurre a menudo: la respuesta a una crisis. En lugar de eso, tengo la oportunidad de ver a dos personas increíblemente felices, emocionados por el día en que serán una sola carne. Mi trabajo en estas sesiones es escuchar, reír, y desafiar.

Típicamente dirijo tres sesiones. Las dos primeras sin duda son una alegría, pero la última, si soy sincero, es mi favorita.

No estoy tratando de aguarle la fiesta a nadie, pero quiero que las parejas tengan una imagen un poco más realista de cómo será la vida después de que la ceremonia de bodas se haya acabado. Con este fin, tengo al menos una reunión privada con cada persona, donde hago esta pregunta: “¿Qué vas a hacer la primera vez que empieces a sentir lo mismo por otra persona que lo que sientes por tu pareja ahora?”.

Un anillo no te impedirá pecar

Es una cuestión desagradable, lo admito y una que la mayoría de las parejas no anticipan. La idea de que podrían comenzar a tener sentimientos amorosos hacia alguien que no sea su prometida —en cualquier momento de sus vidas— parece como un asalto a su amor y fibra moral. Pero no seas engañado. Poner un anillo en tu dedo no hace nada para restringir la rebelión que está en tu corazón. Según The Truth About Cheating [“La verdad sobre el engaño”] por M. Gary Neuman, casi el setenta por ciento de los hombres que tenían una aventura nunca pensaron que harían una cosa así.

Además, los que afirmaban la declaración, “yo nunca engañaría a mi esposa”, estaban exponencialmente en un mayor riesgo de tener una aventura más adelante en la vida. A Satanás le encantaría si creyeras que eres invulnerable a alguna categoría de pecado, porque entonces dejarías de proteger tu alma de sus terribles efectos. Como dice Jeremías 17:9, “Más engañoso que todo es el corazón, y sin remedio; ¿Quién lo comprenderá?”. O como Robert Murray McCheyne escribió una vez, “La semilla de todo pecado conocido por el hombre está en mi corazón”.

Señales de advertencia

En cuanto la indignidad de la pregunta haya comenzado a disiparse, podemos pasar a la segunda etapa: Tenga un plan. Las personas rara vez (solo el seis por ciento, según Neuman) simplemente “caen en la cama juntos”. La gran mayoría de las ocurrencias en que alguien tiene una aventura, la hace con alguien que ha conocido al menos un mes y con quien ha tenido múltiples interacciones. Eso significa que hay tiempo para notar las señales de advertencia y que hay tiempo para hacer algo al respecto con bastante anticipación de algo atroz. Algunos de estas señales pueden incluir:

  • Tener mucha anticipación de ver a esta persona.
  • Estar dispuesto a apartarse de tu camino para asegurarte de que tendrás interacciones regulares con ella.
  • Reorganizar tu calendario para tener una manera de pasar más tiempo con esa persona (como reuniones muy tempranas en la mañana, almuerzos largos, reuniones muy tarde o en las noches, entre otras).
  • Ser cada vez más crítico de tu cónyuge, especialmente en comparación con la otra persona especial.
  • Buscar razones para estar fuera de la presencia de tu cónyuge.
  • Tu vida recreativa se vuelve más y más exclusiva de tu cónyuge.
  • Tu deseo de intimidad, física o emocional, con tu cónyuge disminuye.

¿Qué pasa si nota algunas de estas señales de advertencia en su vida? Aquí hay tres pasos, entre otros.

1. Termina la relación

Si puedes sacar por completo a la persona de tu vida, hazlo. A veces a causa del trabajo, la iglesia, o la familia, es difícil o imposible terminar la relación completamente. En ese momento, es necesario separar a aquella persona de cualquier cosa que se parezca en algo a intimidad emocional.

La intimidad emocional es el elemento vital de una aventura. A veces las personas dan a conocer sus sentimientos el uno al otro con la esperanza de que ayudará a evitar que se actúe, pero todo lo que realmente hace es derramar gasolina sobre una llama romántica que está creciendo. Quieres que ese fuego muera de hambre; no quieres alimentarlo.

2. Consigue ayuda

Encuentra a alguien que te anime al crecimiento cristiano en tu relación matrimonial. Una de las peores cosas que te pueden pasar es encontrar a un amigo que es realmente favorable hacia las tendencias errantes que tienes. Más de setenta y cinco por ciento de los hombres que tenían una aventura tenían un amigo que hizo lo mismo. Como Proverbios 13:20 dice: “El que anda con sabios será sabio, pero el compañero de los necios sufrirá daño”. O como Pablo afirma sin rodeos: “No se dejen engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33).

Lo mejor es si este amigo —o incluso mentor— puede ser encontrado de antemano. A menudo les animo a mis participantes prematrimoniales a determinar de antemano quién es la persona que pudieran llamar en medio de la noche y confesar: “Creo que mi corazón empieza a ser tentado”. Más importante aún, coméntale a tu amigo quién es esa persona, y permítele que toque base contigo de este problema de vez en cuando.

3. Renueva tu compromiso a un matrimonio feliz

Al contrario a lo que las películas y las canciones a menudo nos llevan a creer, solo alrededor del diez por ciento de los que tenían una aventura la hicieron con alguien que consideraban “más atractivo” que su cónyuge. Los hombres y las mujeres que tienen una aventura a menudo la hacen debido a las necesidades emocionales, más que las físicas. Para los hombres, por lo general es la necesidad de sentirse estimado, respetado, y apreciado que les lleva a una aventura; mientras que para las mujeres, es la necesidad de sentirse escuchada, amada, y querida.

Cuando percibas una falta de estas cosas en tu propio matrimonio, dispóngase a orar juntos, ir a consejería, leer libros, asistir a talleres y seminarios y conferencias…cualquier cosa que sea necesario con el fin de reavivar su propia pasión en su matrimonio.

Lo más importante es estar dispuesto a reconocer tus propios errores, y tratar de mostrar algo del amor de Dios a aquel a quien hizo esa promesa en el primer lugar. Como dice Ligon Duncan, “Las personas no se salen del amor; se salen del arrepentimiento y el perdón”.

En medio de toda la preparación para aquel día especial, nunca es demasiado temprano para planificar para el día en que todo podría pender de un hilo. Reconoce tu propia propensión al pecado, ten un plan para tratar con él en el momento en que asome su cabeza fea, y mantente firme en tu compromiso a alegrarte con la mujer (esposa) de tu juventud (Proverbios 5:18).

Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Scott Matson.

https://www.thegospelcoalition.org/coalicion/article/tome-medidas-contra-el-adulterio

Un suave codazo

18 Abril 2017

Un suave codazo
por Charles R. Swindoll

Hechos 12:25;13:3

Mientras ministraban al Señor, ayunando, alabando, enseñando, testificando y orando, el Espíritu Santo dijo: “¡Muy bien, amigos, amarren los vagones a los caballos. . . y hacia el oeste! Necesito a Bernabé y a Saulo para el trabajo que los he llamado”. ¿Puede usted imaginar cómo reaccionarían algunos hoy? “No puedes estar hablando en serio. ¿Vas a tomar a dos de nuestros cinco chefs para enviarlos a otro restaurante? ¡Nos vamos a morir de hambre! ¿Nos vas a quitar dos de los mejores maestros que tenemos para llevártelos a un campo misionero distante? Ellos son las dos quintas partes de nuestro liderazgo. ¡No podemos dejar que estos hombres se nos vayan!”

Pero nada de eso sucedió en Antioquía. Tan pronto como estos hombres entendieron que era el Espíritu de Dios quien los estaba enviando, los dejaron ir. Y el cambio ocurrió (¡observen bien esto!) “mientras ministraban”. No sucedió en medio de la quietud, cuando dejar ir a alguien era fácil o durante un período de transición de liderazgo. Dios sacó a esos hombres de ese magnífico ambiente cuando la iglesia estaba en su cima a toda marcha. ¡La gente llegaba por montones, las necesidades más profundas eran solucionadas, las almas estaban siendo salvadas, las vidas eran transformadas, las familias estaban siendo sanadas y el lugar era electrizante! Sin embargo, el Espíritu dijo: “Llegó el momento de un cambio”. ¿Quién lo habría imaginado? Pero Dios está lleno de sorpresas porque Él ve todo el panorama, mientras que nosotros nos enfocamos principalmente en el aquí y el ahora.

Era la manera como Dios les estaba diciendo a Bernabé y a Saulo que había llegado el momento de marcharse. A propósito, fue el Señor quien habló. En aquellos días el Señor se revelaba de varias maneras. Hoy, creo que Él nos habla por medio de Su Palabra, a través del suave codazo del Espíritu y a través del testimonio colectivo de su pueblo. Entonces, pudo haber ocurrido durante una visión nocturna o durante el tiempo en que los discípulos estaban orando, meditando en las Escrituras o ayunando. Un par de los líderes sintieron que el Señor los estaba guiando en una nueva dirección. Otros confirmaron la veracidad de la voz. El Señor había dicho, en realidad: “Tengo trabajo para ustedes dos en otro lugar. No para todos ustedes, solo para dos, y mi plan es el mejor. Dejen ir a Bernabé y a Saulo. Son a ellos a quienes estoy llamando”.

Así que ¡al oeste!

Él ve todo el panorama, mientras que nosotros nos enfocamos en el aquí y ahora.—Charles R. Swindoll

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2017 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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Dios, toca nuestro corazón

ABRIL, 18

Dios, toca nuestro corazón

Devocional por John Piper

También Saúl se fue a su casa en Guibeá, y con él fueron los valientes cuyos corazones Dios había tocado. (1 Samuel 10:26)

Solo pensemos en lo que dice este versículo. Dios los tocó. No una esposa, ni un hijo, ni un padre, ni un consejero, sino Dios.

El Único en el universo con poder infinito; el Único con autoridad infinita y sabiduría infinita y amor infinito y bondad infinita y pureza infinita y justicia infinita. Ese Único Dios fue el que tocó los corazones.

¿Cómo hace la circunferencia de Júpiter para tocar el borde de una molécula? Ni hablemos de cómo haría para penetrar su núcleo.

El toque de Dios es impresionante por el hecho de que es un toque. Es un contacto real. El hecho de que afecte al corazón es asombroso; que sea Dios quien lo toca es maravilloso; y que se trate de un toque real es increíble.

A estos hombres valientes no solamente se les habló. Ellos no solamente fueron movidos por influencia divina. Ellos no solamente fueron vistos y conocidos. Dios, con infinita condescendencia, les tocó el corazón. Se acercó a ellos hasta ese punto. Y no fueron consumidos.

Amo ese toque. Lo anhelo más y más, para mí mismo y para todos ustedes. Ruego que Dios me toque nuevamente para su gloria, oro para que nos toque a todos nosotros.

¡Oh el toque de Dios! Si viene con fuego, que así sea. Si viene con agua que así sea. Si trae consigo viento, déjalo venir, Oh Dios. Si viene con truenos y relámpagos, postrémonos ante él.

¡Oh Dios ven! Acércate más a nosotros. Quema y empapa y sopla e impacta. O como susurro apacible, ven. Ven directo hacia nosotros, toca nuestro corazón.

http://solidjoys.sdejesucristo.org/

 

Nuestras familias

martes 18 abril

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Hechos 16:31

Yo y mi casa serviremos al Señor.

Josué 24:15

Nuestras familias

Con razón muchas personas se conmueven al ver que la célula familiar se desintegra, pues la familia es la estructura sobre la cual está fundada toda la sociedad.

La Biblia habla mucho de la familia. Nos dice que Dios conoce a cada familia: “… el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:15). La casa del creyente tiene una posición privilegiada, pero también una gran responsabilidad.

–Privilegiada porque el deseo de Dios es salvar la familia del creyente. Es cierto que cada miembro de esta familia tendrá que creer personalmente en Jesucristo para ser salvo, pero el plan de Dios es bendecir tal casa. Noé “preparó el arca en que su casa se salvase” (Hebreos 11:7), de manera que él y los suyos escaparon del diluvio.

–Una gran responsabilidad, porque los padres deben enseñar a sus hijos las preciosas verdades de la fe y ponerlas en práctica ante ellos. ¡Feliz el hogar donde padres e hijos acostumbran reunirse un momento cada día para leer la Biblia, orar y cantar himnos juntos! Los hijos serán criados “en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).

“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).

Quizás usted diga que este cuadro idílico no se parece al de su casa… ¿Le gustaría que eso cambiase? ¡Entonces deje a Jesucristo entrar en su hogar y llenarlo con su presencia! Como a Zaqueo, el Señor nos dice: “Hoy es necesario que pose yo en tu casa” (Lucas 19:5).

Ezequiel 40:24-49 – 1 Pedro 3 – Salmo 45:6-9 – Proverbios 13:24-25

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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