Proclamación de la victoria

Proclamación de la victoria

4/26/2018

Fue y predicó a los espíritus encarcelados. (1 Pedro 3:19)

Cristo fue a predicar un triunfante sermón antes de su resurrección el domingo por la mañana. El verbo “predicó” en el versículo de hoy se refiere a hacer una proclamación o anunciar un triunfo. En los tiempos antiguos, un heraldo iba delante de generales y reyes en la celebración de victorias militares, anunciando a todos las victorias que se ganaron en la batalla.

Eso fue a hacer Jesucristo; no a predicar el evangelio, sino a anunciar su triunfo sobre el pecado, la muerte, el infierno, los demonios y Satanás. No fue a ganar almas, sino a proclamar la victoria sobre el enemigo. A pesar del injusto sufrimiento al que lo sometieron, Él pudo anunciar la victoria definitiva sobre el pecado y la muerte para usted y para mí.

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De las buenas obras

LOS ESTÁNDARES DE WESTMINSTER

y

La forma de gobierno de Westminster

La confesión de fe, catecismos menor y mayor y la forma de gobierno con citas bíblicas completas

Capítulo Dieciséis

De las buenas obras

XVI.1 Buenas obras son sólo aquellas que el Señor ha mandado en su santa Palabra, y no aquellas que sin la autoridad de la Palabra, son inventadas por los seres humanos, debido a un ciego entusiasmo, o bajo cualquier pretexto de buena intención.306

XVI.2 Aquellas buenas obras realizadas en obediencia a los mandamientos de Dios son los frutos y evidencias de una fe viva y verdadera: mediante ellas los creyentes manifiestan su gratitud,308 fortalecen su confianza, edifican a sus hermanos,310 adornan la profesión del evangelio, tapan la boca de sus adversarios312 y glorifican a Dios; pues son hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,314 para que llevando fruto para santidad, tengan como fin la vida eterna.

XVI.3 La capacidad de los creyentes para hacer buenas obras de ninguna manera proviene de ellos mismos, sino totalmente del Espíritu de Cristo. Y para que sean capacitados para buenas obras, además de las gracias que ya han recibido, se requiere la influencia real del mismo Espíritu Santo, que obra en ellos el querer y el hacer por su buena voluntad:317 sin embargo, no deben volverse negligentes, como si no estuvieran obligados a cumplir con ningún deber, a menos que haya un impulso especial del Espíritu; sino que deben ser diligentes en avivar la gracia de Dios que está en ellos.

XVI.4 Aquéllos que por su obediencia alcanzan la altura más grande que sea posible en esta vida, están tan lejos de ser capaces de super-erogar y hacer más de lo que Dios requiere, ya que fallan grandemente en cumplir lo que por deber están obligados a hacer.320

XVI.5 Mediante nuestras mejores obras, no podemos merecer el perdón del pecado o la vida eterna de parte de Dios, debido a la gran desproporción que hay entre ellas y la gloria venidera; y debido a la infinita distancia que existe entre nosotros y Dios, a quien no podemos beneficiar, ni satisfacer por la deuda de nuestros pecados anteriores, sino que cuando hayamos hecho todo lo que podemos, no habremos hecho sino aquello que es nuestro deber, y seremos siervos inútiles; y porque en la medida que son buenas proceden de su Espíritu,323 y puesto que son hechas por nosotros, están manchadas y mezcladas con tanta debilidad e imperfección, que no pueden soportar la severidad del juicio de Dios.

XVI.6 No obstante, al ser aceptadas las personas de los creyentes por medio de Cristo, sus buenas obras también son aceptadas en Él; no como si sus buenas obras fuesen, en esta vida, enteramente irreprochables e irreprensibles ante los ojos de Dios;326 sino que Dios mirándolas en su Hijo, se place en aceptar y recompensar aquello que es sincero, aunque esté acompañado de muchas debilidades e imperfecciones.

XVI.7 Las obras hechas por personas no regeneradas, aunque por su esencia sean cosas que Dios manda, y sean de buen uso para ellos mismos y para otros; sin embargo, puesto que no proceden de un corazón purificado por medio de la fe,329 no son hechas de manera correcta de acuerdo con la Palabra, ni para un fin correcto, el cual es la gloria de Dios.331 Por lo tanto estas obras son pecaminosas y no pueden agradar a Dios, ni hacen que una persona sea apta para recibir la gracia de Dios; y no obstante, su descuido de las buenas obras es más pecaminoso y desagradable delante de Dios.333

Alvarado, A. R. (Trad.). (2010). Los estándares de Westminster y la forma de gobierno de Westminster (pp. 56–60). Guadalupe, Costa Rica; San Juan, Puerto Rico: CLIR; Sola Scriptura.

Números 3 | Salmo 37 | Cantar de los Cantares 1 | Hebreos 1

26 ABRIL

Números 3 | Salmo 37 | Cantar de los Cantares 1 | Hebreos 1

Aunque (o quizás porque) Cantar de los Cantares es uno de los libros más difíciles de la Biblia, ha sido extraordinariamente popular entre los judíos y los cristianos. Ha dado lugar a un gran número de comentarios y sermones. Disponemos de muy poco espacio para abrir un debate, pero quizás he de mencionar mis conclusiones iniciales sobre cuatro asuntos antes de reflexionar en Cantares 1.

(1) Algunos han negado que este libro trate principalmente del amor sexual, diciendo que es una alegoría del amor entre Jehová e Israel, o entre Cristo y la iglesia. Yo no comparto ese punto de vista. Demasiados detalles de Cantares son tan explícitamente humanos y sexuales (mucho más cuando se aprecia el antiguo simbolismo semítico) que es improbable que el significado del texto sea alegórico. Además, existen muchas analogías en otras piezas de poesía amorosa de la literatura sapiencial del antiguo Oriente Próximo, por lo que llegamos a la conclusión de que este género era muy conocido.

(2) Por otro lado, después de reconocer plenamente el amor humano y sexual que este libro celebra, ya que Dios nos ha hecho con esas dos características, y la literatura sapiencial se centra a menudo en la gloria del orden creado, puede que no nos equivoquemos si vemos también, dentro del marco del canon, una conexión tipológica con Dios e Israel, con Cristo y la iglesia. Este tema aparece repetidamente en ambos testamentos (véase, por ejemplo, Oseas o Apocalipsis 1).

(3) Algunos han visto tres personajes principales en este libro: la mujer, su amante el pastor y el rey lascivo que está intentando incluir a aquella en su harén. En conjunto, parece mejor tener en cuenta solamente a dos de ellos, la mujer y el rey-pastor-amante. Las “doncellas” que aparecen varias veces (p. ej., 1:5) son las compañeras de ella.

(4) Aunque parece razonablemente claro que la consumación tiene lugar en 3:6–5:1, junto con el cántico nupcial, no significa que no haya matices sexuales anteriormente en el libro. No obstante, lejos de avalar la promiscuidad (como algunos comentaristas han sugerido), el libro está comprometido con el amor exclusivo y monógamo. Lo que queda menos claro es si el pensamiento es secuencial, meramente lineal.

La “amada”, la mujer, toma frecuentemente la iniciativa (1:2ss.), aunque no está segura de sí misma. Su larga exposición al sol, impuesta aparentemente por sus hermanos (¿habría muerto el padre?), que insisten en que ella cuide de las viñas, significa que es una joven del campo de tez oscura (1:5–7). Sus amigas le transmiten confianza (1:8), así como su amante (1:9–11). Después de su sensual soliloquio (1:12–14), una serie de diálogos entre ambos ponen fin a la sección (1:15–2:2). Nos viene a la memoria Proverbios 30:19.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 116). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Cómo conducirse en la asamblea (2)

Jueves 26 Abril

http://labuenasemilla.net/20180426

Que… sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente.

1 Timoteo 3:15

Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare… la obra de cada uno se hará manifiesta.

1 Corintios 3:11-13

Cómo conducirse en la asamblea (2)

Jesús mismo edifica su Iglesia. La perfección del edificio está, pues, asegurada y pronto será visible en el cielo. Mientras tanto, cada cristiano es una piedra viva, y no inerte, en el edificio. El Señor espera que cada uno participe de forma eficaz en la construcción, obedeciéndole.

Estas instrucciones se hallan en la Biblia, sobre todo en las epístolas, escritas por los apóstoles inspirados. En la iglesia hay un orden establecido por Dios, y él desea comunicárnoslo. Hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, todos tenemos una función precisa e indispensable. El Espíritu Santo distribuye los papeles según la sabiduría y soberanía divinas; algunos son visibles y públicos, otros están más escondidos (1 Corintios 12:4-11). Debo comprender cuál es el mío y desempeñarlo de forma fiel.

La obra de cada uno es evaluada por el Maestro de la obra: “Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida” (1 Corintios 3:14-15). Entonces me esforzaré en hacer una contribución positiva, para ser útil a todos.

No olvidemos que el motor de nuestra obra es el amor al Señor y a nuestros hermanos. Este amor es “el camino aun más excelente” (1 Corintios 12:31), “el vínculo perfecto” (Colosenses 3:14). “Todas vuestras cosas sean hechas con amor” (1 Corintios 16:14).

Isaías 38-39 – Marcos 2 – Salmo 49:1-9 – Proverbios 14:15-16

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