La clave para el crecimiento espiritual

febrero 1

La clave para el crecimiento espiritual

Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. (2 Pedro 3:18)

El crecimiento espiritual no es místico, sentimental, devocional ni psicológico. No es el resultado de alguna fórmula ingeniosa. Es sencillamente el igualar su práctica con su posición.

Como creyentes, nuestra posición en Cristo es perfecta: Estamos completos en Él (Col. 2:10); tenemos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 P. 1:3); y hemos recibido todas las bendiciones espirituales (Ef. 1:3). Pero ahora tenemos que progresar en nuestra vida diaria de una forma que corresponda con nuestra exaltada posición.

El versículo de hoy presenta el concepto más importante en la comprensión y la experiencia del crecimiento espiritual. El dar gloria a Dios está directamente relacionado con el crecimiento espiritual. Por lo tanto, es esencial que comprendamos lo que significa glorificarlo.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros. Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

La respuesta de Dios

Viernes 1 Febrero

El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma.

Salmo 138:3

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución…? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Romanos 8:35, 37

La respuesta de Dios

David, el autor del salmo 138 citado hoy, atravesó numerosas dificultades, y Dios lo libró en muchas ocasiones. Sin embargo, en este salmo Dios no le respondió mediante una liberación. En respuesta a su clamor, aumentó la fuerza interior de David, haciéndolo capaz de soportar la prueba.

Cristianos, Dios siempre responde a nuestras oraciones, a nuestros clamores y llamados de socorro. Sin embargo, no siempre pone fin a la prueba, porque sabe que es necesaria. Él la mide con sabiduría y amor. Entonces su respuesta es, en cierto sentido, mejor que una liberación. Nos fortalece interiormente, para hacernos “más que vencedores”: no solo atravesaremos la prueba victoriosamente, sino que por medio de ella aprenderemos a conocer mejor a nuestro Señor.

Muchos cristianos lo han experimentado. Pensaban que no podrían soportar jamás tal o cual prueba. Pero Dios los fortaleció, y la prueba les trajo una bendición mayor aun que una liberación. Aprendieron a conocer mejor a Dios y a contar con él más firmemente.

Nuestras dificultades son la ocasión de sentir nuestra propia debilidad. Percibimos así aún más nuestra necesidad de buscar ayuda en él.

De esta manera, cuando Dios no cambia las circunstancias de nuestra vida, no concluyamos que él no responde. Él responde de otra manera, poniendo a nuestra disposición sus propios recursos, adaptados y suficientes para la prueba que él midió para su hijo.

1 Samuel 25:23-44 – Mateo 20:16-34 – Salmo 18:31-36 – Proverbios 6:16-19

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch