Las cuatro revelaciones dadas a Pablo | Gálatas 1:11-12

Las cuatro revelaciones dadas a Pablo | (1) – El Evangelio

El evangelio anunciado por mí, no es según hombre… sino por revelación de Jesucristo. Gálatas 1:11-12

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Pablo fue un instrumento escogido, un siervo especial del Señor; recibió personalmente muchas revelaciones directas del Señor Jesús (véase Hch. 9:15; 2 Co. 12:7). Él mismo menciona cuatro de estas revelaciones en sus cartas. La primera está relacionada con el evangelio de la gracia.

A través de las voces de falsos maestros, los gálatas fueron persuadidos a añadir la Ley mosaica al mensaje del evangelio. Estos falsos maestros les enseñaron que debían circuncidarse para ser salvos. El apóstol Pablo condenó esta enseñanza en términos inequívocos, utilizando un lenguaje fuerte y claro para advertir a todos los creyentes (Gá. 1:6-9; 3:1-3). A menudo nos escandalizamos cuando hay inmoralidad en medio de los creyentes, mientras que a veces somos indiferentes al error doctrinal. Es interesante observar el contraste entre el trato que Pablo da a los corintios “carnales”, mostrándoles amor a pesar de los “celos, contiendas y disensiones” que había entre ellos (1 Co. 3:3), y la severidad con la que se dirige a los gálatas, cuyo mal era doctrinal.

El Evangelio es la doctrina fundamental sobre la que se basan el resto de doctrinas. Si lo manipulamos, ya nada está bien. Algunos falsos maestros decían que Pablo no tenía nada que ver con los otros apóstoles (Hch. 6:2). Les dijeron a los gálatas que no debían prestar atención a sus enseñanzas. La respuesta del apóstol Pablo fue que, efectivamente, él no tenía ninguna relación con los apóstoles originales. Entonces les da muchos detalles acerca de la singularidad de su conversión y su llamamiento. Les relata cómo, muchos años después de su conversión, cuando por fin se reunió con los apóstoles en Jerusalén, estos le dieron “la diestra en señal de compañerismo” (Gá. 2:9). Pablo quería mostrar que el Evangelio que predicaba no era diferente al de los otros apóstoles, sino que le había sido revelado directamente por el Señor Jesús. Cuidémonos de no desviarnos ni un milímetro de este Evangelio: la salvación es solo por gracia y por medio de la fe.

Brian Reynolds

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Las abejas, un ejemplo para la unidad | Jueces 14:8

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He aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel.
Jueces 14:8
Las abejas, un ejemplo para la unidad

¡Qué interesante es un enjambre de abejas! Ellas pueden vivir en un árbol hueco, en una caja de madera o incluso en el cuerpo muerto de un león. Su ciudad no tiene alcalde ni gobernador, ni municipio, y tampoco jefe político. Si bien posee una reina, ella no dirige sus políticas ni sus destinos.

Sin embargo, difícilmente encontraremos una comunidad tan eficiente dentro de todo el reino animal. Sus habitantes son todas para una y una para todas. Entre ellas hay cooperación perfecta y unidad de acción. No existen celos ni peleas, y no batallan entre ellas. Sí pelearán contra sus enemigos, e incluso el hombre debe tener cuidado de su ira. Su sistema de repartición de tareas y trabajos es el mejor del mundo. Cada obrera conoce su trabajo exacto, y lo lleva a cabo sin alardear o mostrarse a su patrón, ¡pues no existe un patrón! En la ciudad de las abejas no hay problemas de desempleo.

Quizás Dios quiere que consideremos a estas pequeñas y fascinantes criaturas y aprendamos cómo debemos funcionar en las asambleas de los santos. Cuán brillante sería el testimonio del Señor si existiera cooperación estrecha y unidad entre los creyentes; si reconociéramos que “el enemigo es el diablo” y no nuestros hermanos; si cada miembro del Cuerpo obrara según las habilidades que Dios le dio (véase Ro. 12:6-8).

A diferencia de las abejas, que actúan por instinto, nosotros tenemos un Patrón real y precioso, a saber, el Espíritu Santo. Él está en nosotros, y entre nosotros, para glorificar a Cristo y guiarnos a toda la verdad. Cuando estamos en verdadera sumisión a nuestro Patrón divino, ¡cuánta miel nutritiva se produce entre los creyentes para gloria de Dios y para la edificación mutua en amor! “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Ro. 15:13).

Grant W. Steidl
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Características de la oración | Jeremías 29:12-13

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Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
Jeremías 29:12-13
Características de la oración
Qué preciosa promesa hallamos en estos versículos: “Oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis”. Pero también debemos poner atención al resto del texto: “Porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Frecuentemente, nuestras bocas dicen muchas cosas sin que nuestro corazón esté completamente involucrado en ellas. Por medio de Isaías, el Señor le había dicho a Israel: “Este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí” (Is. 29:13). La oración debe emanar directamente del corazón. Una de las razones por las que el Señor nos permite pasar por dificultades es para que aprendamos a orar con el corazón. Al leer la Palabra de Dios, nos damos cuenta que cuando los suyos pasan por intensas pruebas, ellos claman al Señor y él los escucha. Este clamor al Señor es una oración verdadera que emana desde el corazón.

El corazón también debe ser escudriñado antes de poder orar con sinceridad. En el Salmo 66:18 leemos: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado”. Orar con el corazón y tener un corazón limpio son dos imperativos si queremos recibir respuestas a nuestras oraciones. La Epístola a los Hebreos nos presenta este importante principio: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo… acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (He. 10:19, 22-23).

Debemos aprender a orar con perseverancia, pero también con un corazón puro y un verdadero sentido de nuestra necesidad. Solo entonces podemos esperar respuestas a nuestras oraciones. “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Sal. 139:23-24).

A. M. Behnam
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El “nuevo calvinismo”: La fusión del calvinismo con la mundanalidad | Peter Masters

El “nuevo calvinismo”: La fusión del calvinismo con la mundanalidad
By Dr Peter Masters

Una nueva forma de calvinismo tomó forma de movimiento a partir del 2005 aproximadamente, pero se diferenciaba del original en su aceptación del “mundo”. Esta crítica escrita en el 2009 fue duramente atacada por los nuevos predicadores calvinistas pero fuertemente respaldada por los predicadores conservadores de todo el mundo.

Cuando era joven y recién convertido, parecía como si el principal objetivo de todos los cristianos comprometidos, ya fueran calvinistas o arminianos, fuera la consagración. Sermones, libros y conferencias enfatizaban esto en el espíritu de Romanos 12.1-2, donde el apóstol suplicante llama a los creyentes a presentar sus cuerpos en sacrificio vivo, y a no conformarse a este mundo. El corazón se sentía interpelado y conmovido. Cristo debía ser el Señor de la propia vida, y el “yo” debía entregarse en el altar de su servicio.

Pero ahora, al parecer, hay un nuevo calvinismo, con nuevos calvinistas, que ha barrido los viejos objetivos. El reciente libro Young, Restless, Reformed, (Joven, inquieto, reformado) de Collin Hansen cuenta la historia de cómo un llamado resurgimiento calvinista ha capturado la imaginación de miles de jóvenes en los EE.UU., y este libro ha sido reseñado con gran entusiasmo en conocidas revistas del Reino Unido, como Banner of Truth, Evangelical Times y Reformation Today.

Este escritor, sin embargo, se entristeció profundamente al leerlo, porque describe el Nuevo Calvinismo como un calvinismo gravemente distorsionado que se queda muy, muy lejos de una auténtica vida de obediencia a un Dios soberano. Si este tipo de calvinismo prospera, entonces la genuina piedad bíblica estará bajo ataque como nunca antes.

El autor del libro es un joven (tenía unos 26 años cuando lo escribió) que creció en una familia cristiana y se formó en periodismo secular. Estamos en deuda con él por el estudio ameno y de gran alcance que ofrece de este nuevo fenómeno, pero el escenario ciertamente no es feliz.

El autor comienza describiendo la conferencia “Pasión”, celebrada en Atlanta en 2007, en la que 21.000 jóvenes se deleitaron con música contemporánea y escucharon a oradores como John Piper proclamando sentimientos calvinistas. Y esta imagen se repite muchas veces a lo largo del libro: se describen grandes conferencias en las que el sincretismo de la música mundana, agitadora de sensaciones, de altos decibelios y rítmica, se mezcla con la doctrina calvinista. Esto da una imagen clara de lo que es el Nuevo Calvinismo.

Se nos habla de música atronadora, de miles de manos levantadas, de letras de hip-hop y rap “cristianos” (los ejemplos parecen inútiles y torpes en su construcción) que unen las doctrinas de la gracia con las formas musicales inmorales inducidas por las drogas de la cultura mundana.

Collin Hansen sostiene que el calvinismo estadounidense se derrumbó a finales del siglo XIX y que sólo lo mantuvieron un puñado de personas hasta este gran avivamiento juvenil, pero su trasfondo histórico es, francamente, absurdo. Como alguien que visitaba regularmente los seminarios estadounidenses para dar conferencias desde principios de los años setenta, me encontré constantemente con muchos predicadores y estudiantes que amaban las doctrinas de la gracia, predicando también en iglesias de sólida persuasión calvinista. Pero una prueba más fehaciente de la amplia presencia del calvinismo es el hecho de que grandes editoriales enviaran una gran cantidad de literatura reformada después de la guerra y durante la década de 1980. La poderosa Eerdmans (Casa distribuidora de literatura estadounidense) fue sólidamente reformada en el pasado, por no mencionar Baker Book House, Kregel y otras. ¿A dónde fueron a parar todos esos libros, miles y miles de ellos, incluyendo las frecuentes reimpresiones de los comentarios de Calvino y otras muchas obras clásicas?

En los años setenta y ochenta también hubo editoriales calvinistas más pequeñas en EE.UU., y en esa época comenzó el fenómeno de las librerías cristianas de descuento calvinistas, con abultadas listas de catálogos y un considerable número de seguidores. La afirmación de que el calvinismo prácticamente desapareció es totalmente errónea.

De hecho, un calvinismo de mucha mejor calidad todavía florece en muchas iglesias, donde se ganan almas y se santifican vidas, y donde la verdad y la práctica están ambas bajo la regla de las Escrituras. Tales iglesias no simpatizan en absoluto con la variedad de adoración mundana del reportero Collin Hansen, que busca construir iglesias usando exactamente los mismos métodos de entretenimiento que la mayoría de los carismáticos y el movimiento arminiano Calvary Chapel Association (Asociación capillas del calvario)

Los nuevos calvinistas ensalzan constantemente a los puritanos, pero no quieren rendir culto ni vivir como ellos. Una de las “muy mencionadas” nuevas conferencias se llama Resolved, por las famosas Resoluciones juveniles de Jonathan Edwards (setenta decisiones de búsqueda). Pero la cultura de esta conferencia habría recibido sin duda la condena rotunda de ese gran teólogo.

La cultura mundana proporciona los sentimientos corporales y emocionales, en el que se infunden pensamientos cristianos…
Resolved es una idea original de un miembro del equipo pastoral del Dr. John MacArthur, que reúne a miles de jóvenes cada año y presenta la habitual mezcla de calvinismo y adoración extrema de estilo carismático. Se anima a los jóvenes a sentir el mismo impacto nervioso y sensacional de la música rítmica a todo volumen en el cuerpo que experimentarían en un gran concierto de pop mundano, con iluminación y ambiente reproducidos. Al mismo tiempo, reflexionan sobre la predestinación y la elección. La cultura mundana proporciona los sentimientos corporales y emocionales en los que se infunden y flotan los pensamientos cristianos. Los sentimientos bíblicos se aprovechan para el entretenimiento carnal. (Las imágenes de esta conferencia en su página web delatan el ambiente totalmente mundano y de espectáculo creado por los organizadores).

En tiempos de desobediencia los judíos de antaño sincretizaban yendo al templo o a la sinagoga el sábado, y a los templos de los ídolos en días laborables, pero el nuevo calvinismo ha encontrado la manera de unir cosas espiritualmente incompatibles al mismo tiempo, en la misma reunión.

C J Mahaney es un predicador muy aplaudido en este libro. Carismático en creencia y práctica, parece ser totalmente aceptado por los otros grandes nombres que figuran en las conferencias de los “nuevos calvinistas”, como John Piper, John MacArthur, Mark Dever y Al Mohler. C. J. Mahaney, un hombre muy agradable y simpático, es el fundador de un grupo de iglesias que combinan el calvinismo con ideas carismáticas, y tiene fama de haber influido en muchos calvinistas para que abandonen las ideas cesacionistas.

Fue un protegido de este predicador llamado Joshua Harris quien inició la conferencia New Attitude (nueva actitud) para jóvenes. Nos enteramos de que cuando un rapero secular llamado Curtis Allen se convirtió, su recién nacido instinto cristiano le llevó a renunciar a su vida pasada y a su estilo de cantar. Pero el pastor Joshua Harris evidentemente le convenció de que no lo hiciera, para que pudiera cantar para el Señor. El movimiento del Nuevo Calvinismo o Los Nuevos Calvinistas no dudan en anular la conciencia cristiana instintiva, aconsejando a la gente que se haga amiga del mundo.

Una de las mega-iglesias admiradas en el libro es la Mars Hill Church de Seattle, con seis mil fieles, fundada y pastoreada por Mark Driscoll, que mezcla las ideas de la iglesia emergente (que los cristianos deben utilizar la cultura mundana) con la teología calvinista [véase la nota final 1].

Este predicador también es muy admirado por algunos hombres reformados del Reino Unido, pero su iglesia ha sido descrita (por un simpatizante) como la que tiene la música más estridente de todas, y ha sido reprendido por otros predicadores por el uso de un lenguaje muy “atrevido” y un humor gravemente impropio (incluso en televisión). Se le ve en vídeos predicando con una camiseta de Jesús, simbolizando el nuevo compromiso con la cultura, al tiempo que propugna la enseñanza calvinista. Demasiado para abrazar la doctrina puritana despojada del estilo de vida y culto puritanos.

La mayoría de los conocidos predicadores que promueven y alientan este “renacimiento” del calvinismo (o nuevo calvinismo) tienen en común las siguientes posturas que contradicen una genuina perspectiva calvinista (o puritana):

  1. No tienen ningún problema con el culto carismático-ético contemporáneo, incluidas las formas extremas de heavy metal.
  2. Son blandos en la separación de la mundanalidad [véase la nota final 2].
  3. Rechazan la preocupación por la guía personal de Dios en las grandes decisiones de los cristianos (verdadera soberanía), asestando así un golpe mortal a la consagración de todo corazón.
  4. Sostienen puntos de vista contrarios al cuarto mandamiento, teniendo una visión baja del Día del Señor, y así infligiendo otro golpe a un estilo de vida consagrado.

Cualesquiera que sean sus puntos fuertes y sus logros (y algunos de ellos son hombres brillantes según cualquier criterio humano), o cualquiera que sea su calvinismo teórico, la pobre postura de estos predicadores en estas cuestiones cruciales sólo fomentará una versión fatalmente defectuosa del calvinismo que llevará a la gente a estar cada vez más casada con el mundo, y a un estilo de vida egoísta. Verdaderamente proclamada, la soberanía de Dios debe incluir consagración, reverencia, obediencia sincera a su voluntad y separación del mundo, y el Nuevo Calvinismo tiene muy poco de eso.

No se puede tener una soteriología puritana sin una santificación puritana. No se debe atraer a la gente a la predicación calvinista (ni a ninguna otra) utilizando cebos mundanos. Esperamos que los jóvenes de este movimiento comprendan las implicaciones de las doctrinas mejor que sus maestros, y se alejen de los compromisos. Pero hay un desastre inminente en la promoción de esta nueva forma de calvinismo (también conocido como El Nuevo Calvinismo).

¿Por qué algunos cristianos británicos que sostienen las doctrinas de la gracia dan críticas entusiastas a un libro como éste? Ha habido ocasiones en el pasado en las que un gran número de jóvenes se han entusiasmado intelectualmente por una doctrina cristiana sólida, para abandonarla casi con la misma rapidez. Uno piensa en la tremenda respuesta que la singular oratoria de Francis Schaeffer obtuvo en los campus universitarios en la década de 1960, y sin duda algunos jóvenes fueron verdaderamente salvados y establecidos, pero muchísimos más se apartaron. Atrapados por la superioridad de una cosmovisión bíblica, despreciaron momentáneamente las ideas ilógicas y flácidas de este mundo, pero la impresión en numerosos casos fue más natural que espiritual. El nuevo y embriagador calvinismo actual, despojado de la obediencia práctica, resultará sin duda efímero, dejando la causa comprometida y cicatrizada.

¿Ha llegado ya el Nuevo Calvinismo a Gran Bretaña? Por desgracia, sí; basta con echar un vistazo a los “blogs” de algunos pastores reformados más jóvenes que se presentan como mentores y consejeros de otros. Cuando uno echa un vistazo a sus ‘películas favoritas’, y a su ‘música favorita’, los encuentra nombrando sin pudor a los principales grupos, pistas y entretenimientos de la cultura degradada, y está claro que el mundo sigue en sus corazones. Hace años, estos hermanos no habrían sido bautizados hasta que estuvieran limpios del mundo, pero ahora se puede ir al seminario, sin hacer preguntas, y asumir un pastorado, con ídolos no combatidos y no rendidos en la sala del trono de su vida. ¿Qué esperanza hay para las iglesias que tienen pastores cuyas lealtades están tan divididas y distorsionadas?

El calvinismo bíblico y evangélico moldea la conducta, y especialmente el culto, es un sistema muy humilde y hermoso de la Verdad
Aparte de los pastores, conocemos a algunos “nuevos” jóvenes calvinistas que nunca se asentarán en una iglesia dedicada y trabajadora, porque sus puntos de vista sólo viven en sus cabezas y no en sus corazones. Sabemos de algunos cuyas vidas no son limpias. Sabemos de otros que van a discotecas. Cuanto mayores son sus proezas doctrinales, mayor es su hipocresía.

Son palabras duras, pero me llevan a decir que donde el calvinismo bíblico y evangélico modela la conducta, y especialmente el culto, es un sistema de Verdad muy humilde y hermoso, pero donde se limita a la cabeza, infla el orgullo y la autodeterminación.

El nuevo calvinismo no es un resurgimiento, sino una fórmula totalmente novedosa que despoja a la doctrina de su práctica histórica y la une al mundo.

¿Por qué los principales predicadores de este movimiento se han comprometido tan fácilmente? No han sido amenazados por un régimen soviético. Nadie les ha puesto una pistola en la cabeza. Esta es una capitulación vergonzosa, y debemos orar fervientemente para que lo que han alentado no se apodere del calvinismo y arruine a una generación de jóvenes cristianos alcanzables.

Un último triste espectáculo relatado con entusiasmo en el libro es la conferencia Coalición por el Evangelio, que se celebra desde 2006. Un asunto más adulto convocado por respetados calvinistas, que sin embargo reúne a cesacionistas y no cesacionistas, exponentes del culto tradicional y contemporáneo, y que, al tiempo que mantiene una predicación sólida, condiciona a todos los asistentes a relajarse en estos asuntos controvertidos, y a aprender a aceptar todos los puntos de vista. En otras palabras, se mata el ministerio de advertencia, para que todos los errores de la nueva escena puedan avanzar sin control. Son días trágicos para la auténtica fidelidad espiritual, el culto y la piedad.

El verdadero calvinismo y la mundanalidad son opuestos. Es necesaria la preparación del corazón si queremos escudriñar las maravillas y sondear las profundidades de la gracia soberana. La encontramos en la llamada desafiante y convincente de Josué:

Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

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Notas finales

1 Sin embargo, su resolución de la cuestión de la soberanía divina frente al libre albedrío humano se acerca mucho más al punto de vista arminiano.

2 Un libro reciente titulado Worldliness: Resisting the Seduction of a Fallen World (Mundanalidad: Resistiendo a la seducción de un mundo caído) de C J Mahaney y otros, infraequipa sin remedio a los jóvenes creyentes para separarse del mundo, especialmente en el ámbito de la música, donde, aparentemente, el Señor ama todos los géneros, y la aceptabilidad se reduce a dos cuestiones engañosas y subjetivas.

Para una consideración más detallada del culto, véase el libro del autor (Peter Masters) “Adoración en Crisis”; Véase también “Los nuevos Calvinistas” del Dr. E.S. Williams. Ambos se pueden adquirir en la Librería del Tabernáculo. Los cuatro primeros capítulos de Adoración en Crisis se muestran como artículos en este sitio.

Reflexiones sobre el Salmo 22 (4)

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No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca como león rapaz y rugiente.
Salmo 22:11-13

Reflexiones sobre el Salmo 22 (4)
Cuando David escribió este salmo, bajo la guía del Espíritu Santo, lo hizo como profeta. Dios lo inspiró para que escribiera acerca de los sufrimientos del Mesías en la cruz, de su muerte, de su resurrección, así como de algunas de sus glorias futuras. Durante las tres horas de tinieblas en la cruz, Jesús fue desamparado por Dios, mientras el sol brillante del mediodía estaba oculto. Llegando al final de esas horas, las palabras “no te alejes de mí” expresaron lo sombrío de su situación. Incluso entonces, él se encomendó a Dios, pues no había otro a quien pudiera acudir. Dios estaba juzgando a Jesús por nosotros, y, sin embargo, él le suplicaba a Dios que viniera a su rescate. Además de todo esto, nuestro Señor Jesús también tuvo que enfrentar los ataques de sus enemigos. Los líderes judíos eran como fuertes toros que lo rodeaban, para atacarlo, y como leones rugientes, para devorarlo (v. 13). Hay siete horribles expresiones que resumen su angustia. Él se sintió: “derramado como aguas”; con sus huesos descoyuntados; su corazón derretido como cera; su vigor seco como un tiesto; su lengua se pegó a su paladar; y se vio “puesto en el polvo de la muerte” (vv. 14-15). Y, en medio de todo esto, él se encomendó a Dios, y solo a él. Los soldados romanos lo rodearon como perros, traspasando sus manos y pies (v. 16). Una sorprendente profecía sobre su vestimenta se cumplió en detalle, mostrando cómo Dios mantenía un estricto control sobre todo lo que ocurría (v. 18; Lucas 23:34). Sin embargo, los hombres eran plenamente responsables de sus malos actos. Cristo perseveró en su confianza en Dios: “No te alejes de mí” (v. 19). Dios permitió que la espada se levantara contra su Pastor, cuando las autoridades romanas condenaron a Jesús a la muerte. Satanás, como león rugiente, trató de devorarlo (v. 21). “Cuando clamó (Jesús) a él, (Dios) le oyó” (v. 24). Dios le respondió cuando Jesús dijo: “Consumado es”, y Cristo pudo, confiadamente, entregar su espíritu.

Alfred E. Bouter
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El evangelio de la prosperidad: sus enseñanzas, sus orígenes y el llamado a enfrentarlo desde el púlpito | Costi Hinn

El evangelio de la prosperidad: sus enseñanzas, sus orígenes y el llamado a enfrentarlo desde el púlpito

Costi W. Hinn

Hay quienes dicen que los pastores, siervos del Rey de todas las cosas, deberían transportarse en los automóviles más costosos, vivir en las mansiones más lujosas y tener más dinero que cualquier otro mortal. A simple vista se comprende que esta afirmación es incorrecta, sin embargo, es lo que afirma el así llamado “evangelio de la prosperidad”, cuya popularidad no para de crecer en todo el mundo.

Lo llamaremos “evangelio de la prosperidad” porque es reconocido ampliamente como tal, pero no tiene nada de buenas noticias. En cambio, lleva a las personas a creer que el plan de Dios para ellas es que vivan su mejor vida ahora, oponiéndose a enseñanzas bíblicas fundamentales. Según sus maestros, la manifestación de una relación saludable con Dios es la prosperidad de la persona en la tierra, pues toda la salud, riqueza y felicidad están garantizadas en el tiempo presente para aquellos que creen. El cielo es, entonces, una simple extensión eterna de la vida perfecta que la persona ya ha encontrado en la vida terrenal.

Esta falsa enseñanza, que afirma tener sus bases en las Escrituras, se ha esparcido por todo el globo como un virus y aleja a muchas personas del evangelio verdadero. Pero ¿cuáles son sus principales enseñanzas? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Cómo podemos corregir sus errores desde el púlpito? Reflexionemos en estas preguntas brevemente.

“El evangelio de la prosperidad” lleva a las personas a creer que el plan de Dios para ellas es que vivan su mejor vida ahora, contradiciendo enseñanzas bíblicas fundamentales.

Hay tres afirmaciones que resumen las principales enseñanzas del evangelio de la prosperidad.

La primera es que la expiación de Cristo nos da abundancia en el tiempo presente. La Biblia enseña que Cristo murió para expiar nuestros pecados (Is 53) y darnos vida abundante (Jn 10:10). Sin embargo, aunque disfrutamos en el presente del perdón de nuestros pecados y la seguridad de la salvación, su expiación garantiza promesas eternas que no se harán realidad completamente hasta la Nueva Tierra. Pero los predicadores de la prosperidad distorsionan esa verdad, enseñando que la salud y la riqueza del tiempo presente fueron “compradas” en la cruz, al igual que el rescate por los pecados. En ese sentido, niegan el pleno cumplimiento de la redención en el futuro (Ap 21:1-5), afirmando que la plenitud de la obra de Cristo debe manifestarse aquí.

La segunda, muy similar a la primera, es que el pacto con Abraham tiene su cumplimiento en el tiempo presente. El pacto abrahámico (Gn 12:1-3) es la base para la redención y las promesas de Dios a Su pueblo. Sin embargo, los predicadores de la prosperidad utilizan el pacto como un medio para prometer una herencia para sus seguidores en el presente, generalmente “tierra” y dinero. En esta falsa enseñanza se utilizan las promesas hechas a Abraham como base para afirmaciones como: “Si siembras una semilla de fe como Abraham, Dios te bendecirá” o “si lo hablas y lo vives por fe como Abraham, Dios te prosperará”. Si estas versiones distorsionadas del pacto abrahámico fueran ciertas, todas las personas que confían en el evangelio de la prosperidad se convertirían en millonarios y propietarios de tierras inmediatamente. Pero, hasta ahora, son principalmente los predicadores de la prosperidad quienes se benefician de las ofrendas de aquellos a quienes engañan.

La tercera es que la fe es una especie de fuerza que una persona puede utilizar para controlar las acciones de Dios. La Biblia enseña que los cristianos son justificados por la fe (Ro 5:1), vencen al mundo mediante la fe (1Jn 5:5) y viven por fe (Ga 2:20). La fe complace a Dios y está directamente relacionada con la salvación. Pero los predicadores del evangelio de la prosperidad distorsionan la verdad bíblica cuando incorporan enseñanzas de la “palabra de fe” en su discurso, enseñando que la fe es una fuerza que puede usarse para obtener algo de Dios y que con ciertas afirmaciones es posible manipular las acciones de Dios.

Una de las afirmaciones que sostiene la doctrina de la prosperidad es que, la expiación de Cristo, nos garantiza abundancia ahora. En última instancia, solo el predicador de estas enseñanzas prospera. / Foto: Getty Images Pro
Ya que hemos dicho cuáles son las principales enseñanzas de esta falsa doctrina, ahora hablemos de sus orígenes.

¿Cuáles son sus orígenes?
Mucho antes de que la Iglesia Católica vendiera indulgencias, había personas que manipulaban a otros y usaban el ministerio para tener ganancias económicas. La Biblia nos habla sobre Simón el mago (Hch 8:9-24), quien pensaba que podía comprar el don de Dios con dinero. Pero las raíces modernas del evangelio de la prosperidad se remontan a la década de 1950. Granville “Oral” Roberts (1918) fue, en muchos sentidos, el principal pionero de la prosperidad. Pasó de ser un pastor local a construir un imperio de varios millones de dólares basado en una premisa teológica simple: Dios quiere que las personas sean saludables y ricas.

Este hombre defendió con firmeza su creencia de que el mayor deseo de Jesús es que prosperemos materialmente y tengamos salud física. Solía sacar pasajes bíblicos de su contexto para demostrar sus enseñanzas. Por ejemplo, decía que Jesús había dicho: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”, pero, en realidad, esa era la manera cariñosa en que el apóstol Juan saludaba a sus lectores (3Jn 1:2).

Los libros más vendidos de Roberts unían el evangelio de la prosperidad con el así llamado “movimiento palabra de fe”. Este movimiento surgió en la segunda mitad del siglo veinte y se caracterizó por un conjunto de creencias y prácticas que enfatizaban el poder de las palabras, la confesión positiva y la “fe” de los creyentes para lograr salud, riqueza y éxito. Sus libros lucían títulos pegajosos como: “Si necesitas sanidad, haz estas cosas”, “El milagro de la fe-siembra” y “Una guía diaria para milagros”. Las multitudes desesperadas apenas podían resistir sus grandes promesas.

Hasta hoy, muchos siguen creyendo en sus afirmaciones. Iglesias a lo largo y ancho de África y América del Sur persisten en sus doctrinas erradas.

Las raíces modernas del evangelio de la prosperidad se remontan a la década de 1950. Granville “Oral” Roberts fue el principal pionero de este mensaje.

¿Qué necesitamos predicar desde el púlpito?
Después de hablar sobre sus principales enseñanzas y cómo se volvió tan popular, necesitamos meditar en qué hacer al respecto.

Es un hecho comprobado que quienes mejor detectan el dinero falsificado son los expertos en cómo se ve y se siente el dinero real. Así, un pastor puede fortalecer a su rebaño y protegerlos de ser engañados cuando les enseña fielmente acerca de la verdad. Considero que hay al menos tres formas en las que un pastor puede proteger al rebaño de las falsas enseñanzas del evangelio de la prosperidad desde el púlpito.

Primero, el pastor puede enseñar el lugar de la prosperidad. El pueblo de Dios necesita entender que el dinero, aunque es un medio para el sustento familiar (2Ts 3:10) y para bendecir a otros (Ef 4:28), no tiene ninguna relación con la salvación de una persona. Ninguna cantidad de dinero es “señal” de que la mano de Dios está sobre la vida de alguien. Por el contrario, la bendición de la salvación es para huérfanos y para reyes, pues Dios no hace acepción de personas. Además, el mensaje del predicador no se valida por su propia riqueza. Muchos predicadores de la prosperidad utilizan su propio patrimonio como prueba de que Dios los está bendiciendo y de que su mensaje es confiable.

Segundo, el pastor puede enseñar lo que la Biblia dice sobre la soberanía de Dios. Un pastor levantará a una congregación saludable y humilde si les enseña que Dios es soberano sobre todas las cosas, incluida la prosperidad. Aunque el hombre debe trabajar duro (Pro 6:6-8) y ser un mayordomo sabio (Pro 21:5), es Dios quien provee (Pro 10:22; Mt 6:32). Pablo enseñó que los cristianos deben ser generosos (2Co 9:6-15) y que es posible estar gozosos con poco o con mucho (Fil 4:12). La gracia de Dios se ve en el cuidado de Sus hijos, pero solo Él sabe exactamente cuánta riqueza material necesita cada uno.

Tercero, el pastor puede enseñar una visión bíblica de la eternidad. Lo que más contrarresta la enseñanza del evangelio de la prosperidad es una visión elevada del tiempo venidero. La iglesia quitará su vista de las cosas terrenales si tiene su vista puesta en lo celestial (Col 3:1-2). La mejor forma de invertir el tiempo presente es predicando el evangelio de Cristo, y aquellas iglesias que están enfocadas en su misión de hacer discípulos tendrán muy poco tiempo para pensar en las riquezas terrenales. Cuando el ministerio del evangelio es el centro, incluso el dinero se subordina a Cristo, convirtiéndose en una herramienta que puede usarse en el alcance de las naciones.

Los pastores pueden cuidar del rebaño de Cristo al enseñar las verdades del evangelio bíblico y exponer los errores de la doctrina de la prosperidad. Todo a través de la inerrante Palabra de Dios.

Pastores celosos
En conclusión, se necesita de pastores que sean celosos de la verdad para predicar las verdades bíblicas y detener la epidemia del evangelio de la prosperidad. Por eso vale tanto la pena que más iglesias se involucren en ayudar a pastores a enseñar las verdades de la Biblia y corregir el error. Muchos misioneros, particularmente en África y Latinoamérica, experimentan la terrible influencia del evangelio de la prosperidad en sus iglesias y necesitan de nuestra ayuda. ¿Oraremos por ellos?

Este artículo se publicó originalmente en For the gospel.
Costi W. Hinn es pastor ejecutivo de la iglesia Mission Bible en Tustin, California.

Permanecer en el amor de Cristo | Juan 15:9

Audio: https://podcasts.captivate.fm/…/c9d1cce4…/24-02-2024.mp3

Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Juan 15:9
Permanecer en el amor de Cristo

Un siervo de Cristo, que ahora está con el Señor, comentó en una ocasión: «¡Permanezcan en el amor de Cristo! Eso los obligará a vivir para su gloria como nada otro lo puede hacer». Sí, el secreto está en permanecer en su amor, lo cual es muy diferente a estar ocupados con nuestro amor por él. Frecuentemente escuchamos que se les exhorta a las almas a «amar a Cristo» o «adherirse a él», y esto ha generado que las personas se centren en sí mismas, obstaculizando así su gozo y progreso en Cristo. Observemos que el Espíritu nos anima en el amor de Cristo por nosotros, y es así como el amor por él se incrementa; pero el Espíritu nunca insta a los miembros del Cuerpo de Cristo a amar a Cristo. Es su amor el que engendra amor en sus corazones.

La Ley exigía amor, pero no lo producía. El estandarte triunfante del amor divino, levantado en la resurrección por el Hijo de Dios, nos habla de una victoria obtenida en este aspecto cuando todo lo demás fracasó: “Su bandera sobre mí fue amor” (Cnt. 2:4). “Permanecer en Cristo” y “permanecer en su amor” (Jn. 15:9) son exhortaciones esenciales a las que debemos prestar atención en estos días de abandono de la verdad y desorden en la Casa de Dios; un abandono predicho en la Palabra de Dios y que en estos días se está acelerando. No podemos corregir lo que ya se ha deteriorado, pero aquellos que son salvos por la gracia y han sido sellados por el Espíritu, pueden permanecer en Cristo y en su amor.

El versículo de hoy nos insta a permanecer en el amor de Cristo. ¡Es un amor presente y victorioso! Nos amó cuando sufrió en la cruz por nuestros muchos pecados, pero nos sigue amando ahora que está exaltado en el trono donde nuestros pecados ya no son recordados. Por lo tanto, no nos extraña que quienes permanecen en su gran amor puedan reunirse instintivamente en torno a su Persona, conforme a las Escrituras, resplandeciendo y gozándonos en las cosas que Dios nos revela por su Espíritu.

H. J. Vine
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La ciudad de Abraham | Hebreos 11:8-10, 16

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Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena… porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios… por lo cual Dios… les ha preparado una ciudad.
Hebreos 11:8-10, 16

Caín construyó la primera ciudad de la tierra y la nombró “Enoc” en honor a su hijo. Años después del diluvio, Nimrod salió de Babel y fundó un imperio de varias ciudades. Varios cientos de años más tarde, Dios llamó a Abraham para que dejara su ciudad, Ur de los Caldeos, y se trasladara a donde él lo condujera. Por la fe, Abraham obedeció a Dios.

Ur era una ciudad hermosa y muy culta, pero estaba completamente entregada a la idolatría. Allí vivía Abraham cuando el Dios de gloria lo llamó para ir a una tierra que le iba a mostrar. Después de detenerse en Harán por un tiempo (hasta la muerte de su padre), Abraham siguió su camino, como un extranjero y peregrino, morando en tiendas como si estuviera en un país extranjero. Dios le había prometido que le daría esa tierra. Sin embargo, aunque tenía muchas posesiones y 318 siervos entrenados, que habían derrotado al ejército unificado de cuatro reyes, Abraham no realizó ningún movimiento para conquistar la tierra o construir una ciudad en ella. La única tierra que poseía era el campo y la cueva que compró para enterrar a su esposa cuando esta murió.

En la Epístola a los Hebreos, Dios nos dice lo que hizo que la vida de Abraham fuera tan diferente a la del resto de sus contemporáneos (¡y Dios quiere lo mismo para nosotros!). Él buscaba una patria mejor, una patria celestial, una ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios. Se ganó el profundo respeto de las personas que lo rodeaban, entre quienes vivía en separación. Ellos le llamaban “un príncipe de Dios entre nosotros” (Gn. 23:6). Dios lo apreciaba a él y a su forma de vida. Lo visitó, compartió sus planes con él y más tarde se refirió a él como su “amigo” (Is. 41:8). ¡Qué ejemplo es Abraham para nosotros!

Eugene P. Vedder, Jr.
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El peligro de la ociosidad | 2 Samuel 11:1

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Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel… Pero David se quedó en Jerusalén.
2 Samuel 11:1
El peligro de la ociosidad
“Pero David se quedó en Jerusalén”. ¡Ay! ¡Un coqueteo fatal en los brazos de la comodidad y sus tentaciones! Esto fue lo que condujo a David a la desgracia. Era la época del año en que los reyes solían ir a la guerra. En años anteriores, a David no se le habría pasado por la cabeza dejar que Joab (u otro general) enfrentara solo la tensión y el estrés del conflicto. David siempre estuvo dispuesto a enfrentar el ardor de la batalla. De hecho, más adelante, y en más de una ocasión, sus seguidores le recriminaron que expusiera la Luz de Israel (David) a los riesgos del campo de batalla. Sin embargo, en esta ocasión, David envió a Joab y a sus valientes a la batalla contra Amón, mientras él se quedó resguardado en Jerusalén. Este letargo fatal delata el deterioro de su alma. Mientras David paseaba perezosamente por el terrado de su palacio, durante aquella bochornosa tarde, se vio arrastrado por una pasión repentina, y tomó la oveja del pobre para satisfacer el impulso vagabundo y hambriento que le sobrevino (v. 2; véase 12:3).

¡Cuidado con las horas de ocio! Es necesario descansar, todos debemos tener tiempos de refrigerio y refortalecimiento. Nuestra naturaleza nos exige (positivamente) que descansemos, pero no debemos ser negligentes al deber reconocido, ni delegar a otros lo que podríamos hacer nosotros mismos, ni quedarnos atrás mientras las tropas marchan hacia la batalla.

“Velad y orad, para que no entréis en tentación” (Mt. 26:41). Necesitamos estar doblemente en guardia cuando no estamos enfrentando en la batalla al enemigo de forma activa. Una puerta abierta puede admitir al enemigo en la ciudadela de nuestra vida, y robarnos la paz de nuestros días futuros.

F. B. Meyer
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Interceder (2) | 1 Samuel 12:23

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Lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros.

1 Samuel 12:23

Interceder (2)

Abraham tenía un corazón semejante al del profeta Samuel. En Génesis 18 encontramos la primera oración de intercesión en la Biblia. Interceder es defender la causa de otra persona. Pongamos atención a algunas características de este tipo de oración que vemos en este relato. (1) La oración de Abraham fue una oración justa, mostrando que Abraham tenía en vista la gloria de Dios (Gn. 18:1923-2528). (2) Apeló a la justicia de Dios (v. 23; Dt. 32:4). (3) Oró con humildad y mansedumbre (Gn. 18:2732Is. 6:257:1566:21 P. 5:5). (4) Su oración estuvo llena de compasión. (5) Fue ferviente y persistente en la oración intercedió seis veces por la ciudad, comenzando por 50 almas, luego 45, 40, 30, 20 y luego 10. (6) Abraham dejó de pedir antes de que Dios dejara de dar. (7) Oró con audacia (He. 4:16). (8) Oró con fe, sin ninguna duda (Gn. 18:33Stg. 1:6-8).

Consideremos al Señor cuando fue a un lugar desierto para orar (Mr. 1:35), o cuando envío a sus discípulos a orar (Mr. 6:45-46). ¿Qué vemos en Lucas 5:16? “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba”. Se puso “en la brecha” (Sal. 106:23 NBLA). “Busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ez. 22:30).

La intercesión es una de las diferentes clases de oración mencionadas en 1 Timoteo 2:1: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres”. Cuando, como cristianos, nos convertimos en intercesores, somos intermediarios, es decir, personas que se interponen entre el Dios todopoderoso y las personas necesitadas. Cuando intercedemos por otra persona, confiamos en que Dios actuará e imitamos al Señor Jesucristo. ¿Cuándo fue la última vez que usted intercedió por alguien?

Tim Hadley, Sr.

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