El Uso y Abuso de la Coerción en las Iglesias | AEA

El Uso y Abuso de la Coerción en las Iglesias

Una Reflexión Bíblica

Las iglesias, como comunidades de fe, están llamadas a predicar el evangelio y reflejar el carácter de Cristo, son «columna y valuarte de la verdad» 1 Timoteo 3:15, una de sus mayores responsabilidades es proclamar, cuidar y guiar a sus miembros en un ambiente de amor, libertad y verdad bíblica, sin embargo, en ocasiones se han desviado de este propósito, utilizando la coerción, la intimidación y la manipulación como medios de control. Este tipo de abuso espiritual no sólo contradice el espíritu del evangelio, sino que también hiere profundamente a los creyentes y socava la misión de la iglesia.

En este post exploraremos, con base en las Escrituras, el tema del uso y abuso de la coerción en las iglesias, manifestada en la presión psicológica, la restricción de la libertad, e incluso la violencia física. Nuestro objetivo es advertir, reflexionar y redirigir hacia la enseñanza bíblica del liderazgo basado en el «amor de servir, que es lo que a Dios le agrada, y no por obligación ni para ganar dinero. No traten a los que Dios les encargó como si ustedes fueran sus amos; más bien, procuren ser un ejemplo para ellos.  Así, cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes recibirán un maravilloso premio que durará para siempre.» 1 Pedro 5:2-4. Cuídenlas, como cuida el «Buen Pastor» a sus ovejas.


1. La libertad en Cristo: Fundamento bíblico contra la coerción

La fe cristiana se fundamenta en la libertad que Cristo nos concede. El apóstol Pablo escribe:

“Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.” (Gálatas 5:1)

Aquí se subraya que la vida cristiana no debe estar marcada por la esclavitud o el sometimiento indebido, sino por la libertad en Cristo. Cuando una iglesia o sus líderes utilizan la coerción para forzar la obediencia, están contraviniendo este principio fundamental.

Jesús mismo nunca forzó a nadie a seguirle. Siempre ofreció la invitación, pero dejó que las personas decidieran libremente:

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.” (Lucas 9:23)

El énfasis está en el “si alguno quiere”, es decir, la decisión voluntaria. La coerción niega esta libertad y convierte el discipulado en obligación, lo cual destruye la esencia de la relación con Dios.


2. El abuso de la coerción en la iglesia: manifestaciones comunes

El abuso de la coerción puede manifestarse de varias formas, entre ellas:

a) Presión psicológica
Esto ocurre cuando los líderes manipulan las emociones de los miembros, apelando al miedo, la culpa o la vergüenza. Por ejemplo, frases como: “Si no haces esto, estás desobedeciendo a Dios” o “Si no das lo que se espera, no eres un verdadero creyente” son manipulaciones que buscan controlar la conducta.

b) Restricción de la libertad
Algunas comunidades imponen reglas arbitrarias que no provienen de las Escrituras, limitando la vida personal de los miembros en aspectos como la vestimenta, las amistades, el tiempo libre o las decisiones laborales. Esto recuerda lo que Pablo denunció:

“¿Por qué os sometéis a preceptos tales como: ‘No manejes, no gustes, no toques’, en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres?” (Colosenses 2:20-22)

c) Intimidación y violencia verbal o física
En casos extremos, la coerción se manifiesta con gritos, amenazas o incluso agresión física. Esto es una clara distorsión del espíritu de Cristo, quien se describió a sí mismo como “manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).


3. El liderazgo cristiano según la Biblia

El Nuevo Testamento enseña un modelo de liderazgo radicalmente distinto al de la coerción. Jesús corrigió a sus discípulos cuando querían replicar el estilo autoritario de los gobernantes de su tiempo:

“Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen autoridad sobre ellas. No ha de ser así entre vosotros; sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor.” (Mateo 20:25-26)

El liderazgo en la iglesia está basado en el servicio y no en la dominación. El apóstol Pedro exhorta a los ancianos diciendo:

“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.” (1 Pedro 5:2-3)

Estas palabras muestran con claridad que el control, la manipulación y la coerción son totalmente incompatibles con el liderazgo cristiano.


4. El peligro espiritual de la coerción

El uso de la coerción en las iglesias no solo daña a las personas, sino que también distorsiona el evangelio. Entre sus peligros encontramos:

a) Destrucción de la confianza en Dios
Cuando los líderes obligan a los miembros a actuar bajo manipulación, estos terminan asociando la voz de Dios con el control humano, lo que puede llevar a un distanciamiento de la fe.

b) Fomento de la hipocresía
La coerción produce obediencia externa, pero no transformación interna. Las personas pueden aparentar sumisión, mientras en su corazón sienten resentimiento o frustración. Jesús criticó duramente este tipo de religiosidad externa:

“Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.” (Mateo 15:8)

c) Reproducción del abuso
Aquellos que son controlados bajo coerción, a menudo terminan replicando el mismo patrón cuando llegan a posiciones de liderazgo. Esto perpetúa un ciclo de abuso contrario al evangelio.


5. Ejemplos bíblicos de rechazo a la coerción

A lo largo de la Biblia vemos cómo Dios se opone a la coerción en el ámbito espiritual:

  • El joven rico (Mateo 19:16-22): Jesús le dio la opción de seguirle, pero cuando el joven se fue triste, no lo obligó ni lo manipuló.
  • Josué (Josué 24:15): En lugar de forzar al pueblo, les dijo: “Escogeos hoy a quién sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. La fe debe ser una elección personal.
  • Apocalipsis 3:20: Cristo dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él”. El Señor no irrumpe por la fuerza, sino que espera la libre respuesta.

Estos ejemplos confirman que la coerción contradice la naturaleza misma de la relación de Dios con la humanidad.


6. El llamado a la verdadera edificación

El propósito de la iglesia no es someter ni controlar, sino edificar en amor. Pablo instruye:

“Hágase todo para edificación.” (1 Corintios 14:26)

Y también:

“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.” (Efesios 4:2)

La coerción destruye, pero el amor construye. La iglesia debe ser un lugar de sanidad, libertad y crecimiento, no un espacio de miedo y control.


7. ¿Cómo evitar la coerción en las iglesias?

a) Predicando la libertad en Cristo
Recordar constantemente que la vida cristiana es una respuesta voluntaria al amor de Dios.

b) Promoviendo el liderazgo servicial
Formar líderes que vean su rol como un servicio y no como una posición de poder.

c) Fomentando el discernimiento bíblico
Animar a los creyentes a estudiar las Escrituras por sí mismos, evitando que dependan ciegamente de la interpretación de un líder.

d) Practicando la transparencia y la rendición de cuentas
Los líderes deben rendir cuentas y evitar estructuras cerradas de poder que fomentan el abuso.


Conclusión

El uso de la coerción, la intimidación o la manipulación en las iglesias es una grave distorsión del evangelio. Cristo nos llamó a la libertad, y el liderazgo en su nombre debe reflejar humildad, servicio y amor. Las Escrituras nos recuerdan que la verdadera autoridad no se ejerce con control, sino con ejemplo, y que la edificación de la iglesia se logra en un ambiente de gracia y libertad.

En palabras del apóstol Pablo:

“Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” (2 Corintios 3:17)

Que las iglesias de hoy rechacen la coerción y se conviertan en espacios donde cada persona pueda crecer en libertad, amor y verdad, reflejando fielmente a Aquel que nos llamó.

Citas tomadas de las Sagradas Escrituras. Artículo escrito por AEA y de libre difusión.

Hacia la ilegalización de la Iglesia

Alimentemos El Alma

Pablo Ferrer

Hacia la ilegalización de la Iglesia

La ONU prepara una lista negra de “grupos de odio LGTB”
La oficina de DD.HH. que dirige Bachelet envía un cuestionario a grupos LGTB para que identifiquen, principalmente, a las religiones de los grupos pro-vida y pro-familia.

Naciones Unidas ha dado un paso importante para agilizar el proceso de ilegalización de la Iglesia católica. La oficina de DD.HH. que dirige Michelle Bachelet ha enviado un cuestionario a grupos LGTB para que identifiquen a políticos, líderes religiosos y organizaciones de todo el planeta que de alguna manera se hayan opuesto a la agenda LGTB, según C-Fam, que informe sobre el terreno.

“¿Quiénes son los principales actores que argumentan que los defensores de los derechos humanos de las personas LGTB están promoviendo una llamada ‘ideología de género’?”, pregunta la encuesta. “¿Cuáles son sus principales argumentos?”, “¿Han sido efectivos en retroceder los derechos humanos de las personas LGTB? ¿Sus estrategias también han afectado directa o indirectamente a los derechos humanos de las mujeres y las niñas?”, añade.

¿Comprenden? La oficina de DD.HH. de la ONU da por hecho que los que se oponen de alguna manera a la agenda LGTB están en contra de los DD.HH., por lo que deben ser identificados para más tarde ser castigados. Este último paso aún no lo han anunciado, pero sólo será cuestión de tiempo que lo hagan. De momento, los identifican.

Más aún, la encuesta solicita a los grupos LGTB “ejemplos en los que el concepto de género se haya utilizado en narrativas religiosas o narrativas de tradición, valores tradicionales o protección de la familia” y en oposición a las nuevas leyes y políticas LGTB.

En su afán por criminalizar, no ya a la Iglesia católica sino incluso al cristianismo, la ONU vuelve a la carga contra la objeción de conciencia: deja de considerarlo un derecho humano fundamental para considerarlo una mera “figura”.

RELACIONADO
Sin careta. La ‘moderada’ Michelle Bachelet: de apóstol del feminismo a apóstol de la masonería
El proceso para ilegalizar a la Iglesia ya está en marcha y el siguiente paso será entregar las conclusiones de este informe al experto independiente de la ONU sobre protección contra la violencia y la discriminación por orientación sexual e identidad de género, el costarricense Víctor Madrigal-Borloz, para que lo lleve al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

Todo esto sucede, no hay que perderlo de vista, en el marco del Nuevo Orden Mundial que persigue resetear la sociedad, según la terminología utilizada en el último Foro de Davos, para instaurar un gobierno global y una religión universal.

En este contexto hay que entender, también, el proyecto de ley que presentó en 2020 el partido demócrata en EE.UU. -Ley de Respeto Global- para sancionar a todos los extranjeros que se opusieran a los derechos LGTB.

Pablo Ferrer es Redactor jefe en Hispanidad.com

Fuente: https://www.hispanidad.com/confidencial/hacia-ilegalizacion-iglesia-onu-prepara-lista-negra-grupos-odio-lgtb_12024278_102.html

Cómo El Sufrimiento Revela Su Verdadero Yo

Alimentemos El Alma

Paul David Tripp

Cómo El Sufrimiento Revela Su Verdadero Yo

Problemas de Confianza

Esto es lo que sucede en tiempos de sufrimiento.
Cuando aquello en lo que ha estado confiando (lo sepa o no) es destruido, no sólo sufre la pérdida de esa cosa; también sufre la pérdida de la identidad y la seguridad que esta le proporcionaba.
Esto puede no tener sentido para usted si ahora mismo está pasando por algo que no habría planeado para usted mismo, pero la debilidad que ahora es parte de mi vida regular ha sido un gran instrumento de la gracia de Dios (ver 2 Corintios 12:9.)
Ha hecho dos cosas por mí.
Primero, ha expuesto un ídolo del yo que no sabía que estaba allí. El orgullo por mi salud física y mi capacidad de producir me hizo atribuirme el mérito de lo que no podría haber producido por mi cuenta.
Dios creó y controla mi cuerpo físico, y Dios me ha dado los dones que empleo todos los días. La salud física y la productividad deben producir una gratitud y adoración más profunda, no autosuficiencia y orgullo de la productividad. Estoy agradecido por lo que mi debilidad ha expuesto y por haber sido liberado por gracia de tener que probar por más tiempo que soy lo que creo que soy.
Pero hay una segunda cosa que ha sido maravillosa de entender. Tal vez maldecimos la debilidad física porque nos sentimos incómodos al poner nuestra confianza en Dios.
Permítame explicarle. La debilidad simplemente demuestra lo que ha sido verdad todo el tiempo: somos completamente dependientes de Dios para la vida y el aliento y todo lo demás.
La debilidad no fue el final para mí, sino un nuevo comienzo, porque la debilidad proporciona el contexto en el que se encuentra la verdadera fuerza. Pablo dice en 2 Corintios 12:9 que se jactará de su debilidad. Suena raro y loco cuando lo lees por primera vez, pero no lo es. Ha llegado a saber que el “poder de Dios se perfecciona” en su debilidad. Verás, la debilidad no es lo que tú y yo deberíamos temer. Debemos temer nuestra ilusión de fortaleza. Las personas fuertes tienden a no pedir ayuda, porque piensan que no la necesitan. Cuando se ha demostrado que eres débil, te conectas con los interminables recursos del poder divino que son tuyos en Cristo. En mi debilidad, he conocido una fuerza que nunca antes había conocido.
Cuando Nos Sentimos Con Derecho
Una cosa que moldeó la forma en que sufrí físicamente fueron las expectativas poco realistas. El sufrimiento no debería sorprendernos, pero casi siempre lo hace, y seguramente me sorprendió a mí. Entré en mi enfermedad con mi teología en el lugar correcto. Yo creía que vivía en un mundo que gemía clamando por la redención, pero que estaba luchando con algo más dentro de mí. Había esta expectativa de que siempre sería como había sido, es decir, que siempre sería fuerte y saludable. Había poco espacio en mi vida, en mi familia y en mis planes de ministerio para la debilidad interior o los problemas sin ella. De hecho, no había lugar para ninguna interrupción. Gran parte de la forma en que pensaba y planificaba sobre mí mismo se basaba en la expectativa poco realista de que continuaría escapando de la interrupción regular de la vida y de los planes de uno que ocurre en un mundo que no opera como Dios lo diseñó para operar.
No fui seleccionado; Dios no se había olvidado de mí ni me había dado la espalda.
No estaba siendo castigado por mis decisiones, y no estaba recibiendo las consecuencias esperadas por malas decisiones. Mi historia es acerca de las cosas regulares que nos suceden a todos porque vivimos en un mundo que ha sido dramáticamente dañado por el pecado. En este mundo la debilidad y la enfermedad viven, y nuestros cuerpos se descomponen o no funcionan adecuadamente. En este mundo el dolor, a veces crónico y a veces agudo, nos asalta y hace la vida casi inhabitable. Vivimos en un mundo roto donde la gente muere, los alimentos se pudren, las guerras se enfurecen, los gobiernos se corrompen, la gente toma lo que no es suyo e infligen violencia unos a otros, los cónyuges actúan con odio hacia los demás, los niños son abusados en lugar de protegidos, la gente muere lentamente de hambre o de repente de enfermedades, la confusión sexual y de género vive, las drogas son adictas y destruyen, los chismes destruyen reputaciones, la lujuria y la avaricia controlan los corazones, la amargura crece como el cáncer, y la lista podría seguir y seguir y seguir.
Tendrás Problemas
La Biblia no se anda con rodeos. A cada paso, nos informa y nos advierte sobre la naturaleza del mundo, que es la dirección donde todos vivimos. Ya sea una narrativa dramática de la vida, o una doctrina que informa, o un principio de sabiduría sobre cómo vivir bien, la Escritura trabaja para prepararnos, no para que vivamos con miedo, sino para que estemos listos para las cosas que todos enfrentaremos. Dios nos da todo lo que necesitamos para que vivamos con expectativas realistas y para que los momentos de dificultad no estén llenos de conmoción, miedo y pánico, sino que se experimenten con fe, calma y opciones seguras.
Aunque tenía la teología correcta, de alguna manera, a nivel de la calle, mis expectativas eran poco realistas, y las expectativas poco realistas siempre hacen que el sufrimiento sea más difícil. Lo que quiero decir es que soy un ejemplo vivo de la verdad de que usted y yo nunca sufrimos sólo lo que estamos sufriendo, sino que también sufrimos de la misma manera que lo estamos sufriendo. Cada uno de nosotros trae a nuestro sufrimiento cosas que dan forma a la forma en que sufrimos. Todos sufrimos, pero no de la misma manera, porque nuestro sufrimiento está determinado por lo que llevamos en las dificultades que se nos presentan.
¿Qué Moldeará Su Sufrimiento?
Esto es lo que es tan importante de entender: su sufrimiento está más poderosamente moldeado por lo que hay en su corazón que por lo que hay en su cuerpo o en el mundo que le rodea. No malinterpreten lo que estoy diciendo. Mi sufrimiento fue real, la disfunción en mi cuerpo fue real, el daño a mis riñones es real, el dolor que sufrí fue horriblemente real, y la debilidad que es ahora mi vida normal es real. Pero la manera en que experimenté todas esas duras realidades fue moldeada por los pensamientos, deseos, sueños, expectativas, antojos, miedos y suposiciones de mi corazón. Lo mismo es cierto para usted. Sus respuestas a las situaciones de su vida, ya sean físicas, relacionales o circunstanciales, siempre están más determinadas por lo que hay dentro de usted (su corazón) que por las cosas a las que te enfrentas. Esta es la razón por la que la gente tiene respuestas dramáticamente diferentes a las mismas situaciones de dificultad. Por eso el escritor de Proverbios dice: “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida (Prov 4:23).
Como una corriente, tus actitudes, elecciones, reacciones, decisiones y respuestas a lo que sea que estés enfrentando fluyen de tu corazón. El corazón es el centro de tu personalidad. El corazón es su núcleo causal, así como la tierra seca se absorbe en el líquido de un arroyo. El sufrimiento atrae los verdaderos pensamientos, actitudes, suposiciones y deseos de tu corazón.
Es verdad que nunca venimos con las manos vacías a ninguna experiencia. Y seguramente siempre arrastramos algo al sufrimiento que entra por nuestra puerta. ¿Qué hay de usted? ¿Qué es lo que lleva consigo que tiene el poder de causarle problemas a usted mismo? ¿Qué tiene el poder de permitirle olvidar que no importa lo doloroso que sea lo que esté soportando, como hijo de Dios es imposible para usted soportarlo todo por usted mismo? Aquel que creó este mundo y lo gobierna con sabiduría, justicia y amor está en usted, con usted y para usted, y nada tiene el poder de separarle de su amor.

Adaptado de Suffering: Gospel Hope When Life Doesn’t Make Sense por Paul David Tripp.