¿De qué trata el libro de Amós?

¿De qué trata el libro de Amós?

ANDREW M. KING

El libro de Amós trata del Dios soberano de la creación y del pacto que anuncia su juicio sobre el Israel desobediente. Sin embargo, también proclama la esperanza de un reino futuro para el pueblo de Dios. En cierto sentido, esto podría describir la mayoría de los libros proféticos del Antiguo Testamento. Pero Amós no desperdicia la oportunidad y destaca estas características de varias maneras especiales.

El versículo inicial de Amós establece el contexto histórico dentro del cual se debe leer el libro. Amós 1:1 identifica al profeta Amós como un pastor de una ciudad en el Reino del Sur (cp. Am 7:13-14). A este profeta de Judea se le da un mensaje «acerca de Israel» (sobre el reino dividido, ver 1 R 12:1-20).

Los dos reyes mencionados en el título, Uzías rey de Judá y Jeroboam (II) rey de Israel, anclan el ministerio de Amós en el siglo VIII a. C. Aparte del versículo inicial, la única información biográfica adicional conocida sobre el profeta Amós se encuentra en Amós 7:10-15, donde niega ser un profeta profesional (es decir, no se ganaba la vida prediciendo el futuro). Antes de que Dios lo llamara como profeta, con toda probabilidad, Amós era un pastor y granjero pudiente (Am 7:14).

Los versículos iniciales de este libro hacen mucho más que brindar información general sobre la persona y la época de Amós. Estos versículos alertan a los lectores sobre la realidad fundamental de que todo lo que sigue es revelación divina («Palabras de Amós… de lo que vio» Am 1:1).

De manera principal, el libro de Amós se trata del Dios trino de nuestra Biblia de dos Testamentos

Si bien Amós fue el mensajero, el mensaje era algo que recibió de Dios, quien ruge desde Sión (Am 1:2). En otras palabras, esta profecía de la Escritura no fue producida por la voluntad de hombre, sino que Amós habló de parte de Dios siendo inspirado por el Espíritu Santo (2 P 1:21). De manera principal, el libro de Amós trata del Dios trino de nuestra Biblia de dos Testamentos.

Dios de la creación
Amós enfatiza dos aspectos de Dios que son esenciales para el libro. Primero, dice que Dios es creador. Tres declaraciones en forma de himnos a lo largo del libro iluminan esta caracterización (Am 4:13; 5:8-9; 9:5-6). Estos himnos en conjunto proclaman la majestad y la soberanía de Dios sobre toda la creación. Él es quien forma las montañas (Am 4:13) y ordena los ritmos del movimiento planetario y el ciclo hidrológico (Am 5:8). Los lugares más altos de la tierra están debajo de sus pies (Am 4:13). En resumen, todas las cosas fueron creadas por Él y para Él (cp. Ro 11:36; 1 Co 8:6; Col 1:16).

Esto da una perspectiva muy necesaria para los lectores. El libro de Amós está repleto de explotaciones groseras de poder (cp. Am 2:7; 4:1; 5:11; 8:4, 6). En un mundo donde los poderosos oprimen a los débiles y los débiles oprimen a los más débiles, es importante recordar dónde reside el verdadero poder. El Dios Soberano sobre toda la creación pone en perspectiva todo el albedrío humano. De manera significativa, en Amós, el Dios que ejerce todo el poder también demuestra bondad hacia los débiles.

Dios del pacto
Un segundo aspecto de Dios que es esencial para el mensaje de Amós es que Dios es el Dios del pacto. En Amós 3:1-2, Dios observa su singular relación de pacto con Israel. En lugar de que este estado de pacto asegurara una prosperidad inquebrantable, trajo consigo una mayor responsabilidad. De acuerdo con la ley, Israel debía vivir de una manera que anunciara la grandeza y la cercanía de Dios (cp. Dt 4:5-7), así como también ser un medio de bendición para el mundo (Éx 19:5-6).

Sin embargo, en lugar de representar a Dios, el pueblo de Dios se parecía más a sus vecinos malvados (Am 1:3–2:12). En el libro de Amós, se muestra que Dios es fiel al pacto al anunciar sus términos y juicios en lo que se refiere al trato de los pueblos entre sí de manera particular. Este último punto es significativo por la forma en que Amós presenta el tema teológico central en el libro.

En Amós, el Dios que ejerce todo el poder también demuestra bondad hacia los débiles

El pecado de idolatría está en el centro de la infidelidad de los israelitas en el Antiguo Testamento, en especial en los profetas (cp. Jr 1:16; Ez 8:10; Is 2:8; 42:8; Os 3:1; Mi 1:7; Zac 10:2). Sin embargo, en Amós rara vez se mencionan otros dioses (p. ej., Am 5:26; 8:14). Más bien, lo que está en juego es la dimensión horizontal de la vida de pacto del pueblo.

En lugar de cuidar a los pobres, los que tenían poder se enriquecieron a expensas de los indigentes (Am 2:6; 8:5-6). Esto estaba en marcado contraste con el carácter de Dios mostrado en el éxodo. Él cuidó del pueblo cuando estaba débil, venciendo a sus enemigos, estableciéndolos en la tierra y levantando líderes (Am 2:9-10). Considerando la bondad de Dios, el llamado al pueblo era hacer con los demás lo que Dios había hecho con ellos. De hecho, la historia tenía sus ojos puestos en Israel. Pero donde la justicia y la rectitud deberían haber corrido como agua (Am 5:24), la crueldad y la injusticia inundaron la tierra.

Sin embargo, la gente no era menos activa en la vida religiosa (Am 4:4-5). De hecho, afirmaron que Yahvé estaba con ellos (Am 5:14). Pero su trato mutuo dejó en claro que servían a otro dios por completo. Un dios que permite la piedad junto con la injusticia no es el Dios de la Biblia. Las Escrituras aclaran que nunca podemos separar lo que decimos creer de la forma en que vivimos (cp. Stg 2:18). La mala teología produce malos frutos y los malos frutos evidencian mala teología.

Para Israel, el juicio fue la única respuesta de un Dios fiel hacia su pueblo infiel al pacto. Esto vendría a través de un futuro exilio de la tierra (Am 3:11; 7:11, 17; cp. Lv 26:33). Dios anuncia que en este juicio «ha llegado el fin para Mi pueblo» (8:2).

Esperanza para las naciones
El tono predominante del libro de Amós es de juicio. De hecho, hay solo unos pocos atisbos de esperanza en el libro (Am 5:4-6, 14-15). Si bien los lectores pueden encontrar esto desconcertante, es un recordatorio importante de que el pecado, tanto vertical como horizontal, no es un asunto menor para el Dios de la creación y del pacto. Aunque el juicio es primordial, el final de Amós deja claro que hay esperanza más allá del juicio (Am 9:11-15).

Considerando la bondad de Dios, el llamado al pueblo era hacer con los demás lo que Dios había hecho con ellos

Después de un juicio de zarandeo (Am 9:9-10), Dios anuncia que «en aquel día levantaré el tabernáculo caído de David» (Am 9:11). Esta declaración puede indicar no solo que no está a la vista una entidad puramente política, sino que también puede desencadenar la anticipación de un nuevo éxodo (cp. Lv 23:42-43) en línea con el pacto davídico (2 S 7).

Uno de los propósitos de esta restauración «“es que tomen posesión del remanente de Edom y de todas las naciones donde se invoca Mi nombre”, declara el Señor, que hace esto» (Am 9:12). El hecho de que Edom y las naciones sean llamadas por el nombre de YHWH creo que indica que aquí están unidos al pueblo de Dios.

Este pasaje se cita en Hechos 15 como apoyo para la inclusión de los gentiles en la iglesia cristiana. De acuerdo con la promesa abrahámica, todas las naciones de la tierra son bendecidas por medio de Cristo, el verdadero Israel (Gn 12:3; Gá 3:8). Aunque solo en forma de semilla, el libro de Amós señala el propósito redentor de Dios visto en toda la Escritura. De principio a fin, el Dios trino de la creación y del pacto se muestra fiel en el juicio y la salvación por la fama de su nombre.

Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Equipo Coalición.
Andrew M. King (PhD, Seminario Teológico Bautista del Sur) sirve como profesor asistente de estudios bíblicos en el seminario Midwestern Baptist Theological Seminary y como decano asistente en Spurgeon College. Es autor de Social Identity and the Book of Amos (Identidad social y el libro de Amós), entre otros libros. Vive en la ciudad de Kansas con su esposa y cuatro hijos y es miembro de la iglesia Emmaus Church.

22/42 – Lee la Biblia: Amós

El Proyecto Biblia

Serie: Antiguo Testamento

22/42 – Lee la Biblia: Amós

Antiguo Testamento

Mira nuestro video de Lee la Biblia sobre el libro de Amós, que analiza el diseño literario del libro y su flujo de pensamiento. En este libro, Amós acusa a Israel de romper su pacto con Dios y destaca cómo su idolatría les ha llevado a la injusticia y al descuido de los pobres.

#BibleProject #VideosDeLaBiblia #Amós

Visiones de la langosta, del fuego y de la plomada

Amós 7-9

9781586403546

Visiones de la langosta, del fuego y de la plomada

7 Esto[a] me mostró el Señor Dios[b]: He aquí, El formaba enjambre de langostascuando comenzaba a brotar[c] la cosecha de primavera. Y he aquí, la cosecha de primavera era después de la siega[d] del rey. Y sucedió que cuando habían terminado de devorar la hierba de la tierra, yo dije:

Señor Dios, perdona, te ruego.
¿Cómo[e] podrá resistir Jacob
si es tan pequeño?
Se apiadó el Señor de esto:
No sucederá —dijo el Señor.

Esto me mostró el Señor Dios: he aquí, el Señor Dios llamaba para juzgarlos con fuego, y consumió el gran abismo y empezó a consumir el campo[f].

Entonces dije:
Señor Dios, cesa, te ruego.
¿Cómo[g] podrá resistir Jacob
si es tan pequeño?
Se apiadó el Señor de esto:
Esto tampoco sucederá —dijo el Señor Dios.

Esto El me mostró: He aquí, el Señor estaba junto a[h] un muro hecho a plomo, y tenía en su mano una plomada. Y el Señor me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una plomada. Entonces el Señor dijo:

He aquí, pondré una plomada
en medio de mi pueblo Israel.
Ya no volveré a dejarlos sin castigo[i].
Los lugares altos de Isaac serán asolados
y los santuarios de Israel destruidos;
y yo me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam.

Amós acusado por Amasías

10 Entonces Amasías, sacerdote de Betel, envió palabra a Jeroboam, rey de Israel, diciendo: Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra ya no puede soportar todas sus palabras. 11 Porque así dice Amós: “Jeroboam morirá a espada y ciertamente Israel saldrá en cautiverio de su tierra.” 12 Y Amasías dijo a Amós: Vete, vidente, huye a la tierra de Judá, come allí pan y allí profetiza; 13 pero en Betel no vuelvas a profetizar más, porque es santuario del rey y residencia[j]real.

14 Entonces respondió Amós y dijo a Amasías: Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador[k] de sicómoros. 15 Pero el Señor me tomó cuando pastoreaba el[l] rebaño, y[m] me dijo: Ve, profetiza a mi pueblo Israel.16 Ahora pues, escucha la palabra del Señor: Tú dices: “No profetices contra Israel ni hables[n] contra la casa de Isaac.” 17 Por tanto, así dice el Señor: “Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada, tu tierra será repartida a cordel, y tú morirás en una tierra inmunda. Y ciertamente Israel saldrá de su tierra en cautiverio.”

Los inevitables juicios de Dios

8 Esto[o] me mostró el Señor Dios[p]: He aquí, había una canasta de fruta de verano, y El dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una canasta de fruta de verano. Entonces el Señor me dijo: Ha llegado el fin para mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo[q]. Los cantos del palacio se convertirán en gemido[r] en aquel día —declara el Señor Dios. Muchos serán los cadáveres; en todo lugar losecharán fuera[s] en silencio[t].

Oíd esto, los que pisoteáis[u] a los menesterosos, y queréis exterminar a los pobres de la tierra, diciendo:

¿Cuándo pasará la luna nueva
para vender el grano,
y el día de reposo para abrir el mercado de trigo,
achicar el efa[v], aumentar el siclo[w]
y engañar con balanzas falsas[x];
para comprar por dinero a los desvalidos
y a los pobres por un par de sandalias,
y vender los desechos del trigo?

El Señor ha jurado por el orgullo de Jacob:
Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras.
¿No temblará por esto la tierra,
y hará duelo todo aquel que habita en ella?
Subirá toda ella como el Nilo,
se agitará
y menguará como el Nilo de Egipto.
Y sucederá que en aquel día —declara el Señor Dios
yo haré que el sol se ponga al mediodía
y que la tierra en pleno día[y] se oscurezca.
10 Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto
y todos vuestros cantos en lamento[z];
pondré cilicio sobre todo lomo
y calvicie sobre toda cabeza;
haré que sea como duelo por hijo único,
y su fin, como día de amargura.

11 He aquí, vienen días —declara el Señor Dios
en que enviaré hambre sobre la tierra,
no hambre de pan, ni sed de agua,
sino de oír las palabras del Señor.
12 Y vagarán de mar a mar,
y del norte hasta el oriente;
andarán de aquí para allá en busca de la palabra del Señor,
pero no la encontrarán.
13 En aquel día las doncellas hermosas
y los jóvenes desfallecerán de sed.
14 Los que juran por el pecado[aa] de Samaria,
y dicen: “Viva tu dios, oh Dan”,
y “Viva el camino de Beerseba”,
caerán y nunca más se levantarán.

9 Vi al Señor de pie junto al altar, y me dijo:

Golpea los capiteles y que se estremezcan los umbrales,
y rómpelos sobre la cabeza de todos.
Entonces mataré a espada al resto de ellos;
no habrá entre ellos fugitivo que huya,
ni refugiado de ellos que escape.
Aunque caven hasta el Seol[ab],
de allí los tomará mi mano;
y aunque suban al cielo,
de allí los haré bajar.
Aunque se escondan en la cumbre del Carmelo,
allí[ac] los buscaré y los tomaré;
aunque se oculten de[ad] mis ojos en el fondo del mar,
allí[ae] ordenaré a la serpiente que los muerda.
Aunque vayan al cautiverio delante de sus enemigos,
allí[af] ordenaré a la espada que los mate,
y pondré sobre ellos mis ojos para mal y no para bien.

El Señor, Dios[ag] de los ejércitos:
el que toca la tierra, y ésta se derrite,
y se lamentan todos los que en ella habitan,
sube toda ella como el Nilo
y mengua como el Nilo de Egipto;
el que edifica en los cielos sus altos aposentos[ah],
y sobre la tierra ha establecido su bóveda;
el que llama a las aguas del mar
y las derrama sobre la faz de la tierra:
el Señor es su nombre.

¿No sois vosotros para mí como hijos de Etiopía[ai],
oh hijos de Israel? —declara el Señor.
¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto
y a los filisteos de Caftor y a los arameos de Kir?
He aquí, los ojos del Señor Dios están sobre el reino pecador,
y yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra;
sin embargo, no destruiré totalmente a la casa de Jacob —declara elSeñor.
Porque he aquí, yo daré un mandato,
y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones,
como se zarandea el grano en la criba,
sin que caiga ni un grano[aj] en tierra.
10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo,
los que dicen: “No nos alcanzará ni se nos acercará la desgracia.”

Restauración del pueblo de Dios

11 En aquel día levantaré el tabernáculo[ak] caído de David,
repararé sus brechas,
levantaré sus ruinas,
y lo reedificaré como en tiempo pasado,
12 para que tomen posesión del remanente de Edom
y de todas las naciones[al] donde se invoca mi nombre
—declara el Señor, que hace esto.

13 He aquí, vienen días —declara el Señor
cuando el arador alcanzará al segador,
y el que pisa la uva al que siembra la semilla;
cuando destilarán vino dulce los montes,
y todas las colinas se derretirán.
14 Restauraré el bienestar[am] de mi pueblo Israel,
y ellos reedificarán las ciudades asoladas y habitarán en ellas;
también plantarán viñas y beberán su vino,
y cultivarán[an] huertos y comerán sus frutos.
15 Los plantaré en su tierra,
y no serán arrancados jamás de la tierra
que les he dado
—dice el Señor tu Dios.

Notas al pie:

  1. Amós 7:1 Lit., Así, también en los vers. 4 y 7
  2. Amós 7:1 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor; y así en el resto del cap.
  3. Amós 7:1 Lit., al principio del retoño de
  4. Amós 7:1 O, del esquileo
  5. Amós 7:2 Lit., ¿A quién
  6. Amós 7:4 Lit., la porción
  7. Amós 7:5 Lit., ¿A quién
  8. Amós 7:7 O, sobre
  9. Amós 7:8 Lit., a pasarlo por alto
  10. Amós 7:13 Lit., casa
  11. Amós 7:14 O, recogedor
  12. Amós 7:15 Lit., de detrás del
  13. Amós 7:15 Lit., y el Señor
  14. Amós 7:16 Lit., destiles
  15. Amós 8:1 Lit., Así
  16. Amós 8:1 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  17. Amós 8:2 Lit., a pasarlo por alto
  18. Amós 8:3 O, Gemirán las cantoras del palacio
  19. Amós 8:3 Lit., ha echado fuera
  20. Amós 8:3 O, ¡Silencio!
  21. Amós 8:4 O, acosáis
  22. Amós 8:5 Un efa equivale aprox. a 22 litros
  23. Amós 8:5 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos de plata
  24. Amós 8:5 Lit., de engaño
  25. Amós 8:9 Lit., en un día de luz
  26. Amós 8:10 O, elegía
  27. Amós 8:14 O, la culpa; heb., Ashimah
  28. Amós 9:2 I.e., región de los muertos
  29. Amós 9:3 Lit., de allí
  30. Amós 9:3 Lit., de delante de
  31. Amós 9:3 Lit., de allí
  32. Amós 9:4 Lit., de allí
  33. Amós 9:5 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor; y así en el resto del cap.
  34. Amós 9:6 O, su escalera
  35. Amós 9:7 Heb., Cush
  36. Amós 9:9 O, guijarro
  37. Amós 9:11 O, refugio
  38. Amós 9:12 O, gentiles
  39. Amós 9:14 O, Haré volver a los cautivos
  40. Amós 9:14 Lit., harán
La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Exhortación al arrepentimiento

Amós 4-6

9781586403546

4 Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria,
las que oprimís a los pobres, quebrantáis a los menesterosos,
y decís a vuestros maridos[a]: Traed ahora, para que bebamos.
El Señor Dios[b] ha jurado por su santidad:
He aquí, vienen sobre vosotras días
en que os llevarán[c] con garfios,
y a vuestro remanente con anzuelos.
Saldréis por las brechas,
una tras[d] otra,
y seréis expulsadas[e] al Harmón —declara el Señor.

Entrad en Betel y pecad,
multiplicad en Gilgal las transgresiones;
traed vuestros sacrificios cada mañana,
vuestros diezmos cada tres días.
Ofreced[f] también pan[g] leudado en ofrenda de gratitud,
y proclamad ofrendas voluntarias, dadlas a conocer,
puesto que así os place, hijos de Israel
—declara el Señor Dios.

Yo también os he dado dientes limpios en todas vuestras ciudades,
y falta de pan en todos vuestros lugares;
pero os no habéis vuelto a mí —declara el Señor.
Y además os retuve la lluvia
cuando aún faltaban tres meses para la siega;
hice llover sobre una ciudad
y sobre otra ciudad no hice llover;
sobre una parte llovía,
y la parte donde no llovía, se secó.
Así que de dos o tres ciudades iban tambaleándose a otra ciudad para beber agua,
y no se saciaban;
pero no os habéis vuelto a mí —declara el Señor.
Os herí con viento abrasador y con añublo;
y la oruga ha devorado
vuestros muchos huertos y viñedos, vuestras higueras y vuestros olivos;
pero no os habéis vuelto a mí —declara el Señor.
10 Envié contra vosotros una plaga, como la plaga de Egipto,
maté a espada a vuestros jóvenes, junto con vuestros caballos capturados,
e hice subir hasta vuestras narices el hedor de vuestro campamento;
pero no os habéis vuelto a mí —declara el Señor.
11 Os destruí como Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra,
y fuisteis como tizón arrebatado de la hoguera;
pero no os habéis vuelto a mí —declara el Señor.
12 Por tanto, así haré contigo, Israel;
y porque te he de hacer esto,
prepárate para encontrarte con tu Dios, oh Israel.
13 Pues he aquí el que forma los montes, crea el viento
y declara al hombre cuáles son sus pensamientos,
el que del alba hace tinieblas
y camina sobre las alturas de la tierra:
el Señor, Dios de los ejércitos, es su nombre.

Exhortación al arrepentimiento

5 Oíd esta palabra que yo pronuncio[h] como lamentación sobre vosotros, casa de Israel.
Ha caído, no volverá a levantarse
la virgen de Israel;
abandonada yace en su tierra,
no hay quien la levante.
Porque así dice el Señor Dios[i]:
La ciudad que sale con mil,
se quedará con cien;
y la que sale con cien,
se quedará con diez, en la casa de Israel.

Porque así dice el Señor a la casa de Israel:
Buscadme, y viviréis.
Pero no busquéis a Betel,
ni vayáis a Gilgal,
ni paséis a Beerseba;
porque ciertamente Gilgal será llevada cautiva,
y Betel caerá en desgracia[j].
Buscad al Señor y viviréis,
no sea que El prorrumpa como fuego, oh casa[k] de José,
y consuma a Betel sin que haya quien lo apague;
consuma a los que convierten el juicio en ajenjo
y echan[l] por tierra la justicia.

El que hizo las Pléyades y el Orión,
cambia las densas tinieblas en aurora,
y hace oscurecer[m] el día en noche;
el que llama a las aguas del mar,
y las derrama sobre la faz de la tierra:
el Señor es su nombre.
El es quien desencadena destrucción sobre el fuerte,
y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.

10 Ellos odian en la puerta[n] al que reprende,
y aborrecen al que habla con integridad.
11 Por tanto, ya que imponéis fuertes impuestos sobre el[o] pobre
y exigís de él tributo de grano,
las casas de piedra labrada que habéis edificado,
no las habitaréis;
habéis plantado viñas escogidas, pero no beberéis su vino.
12 Pues yo sé que muchas son vuestras transgresiones y graves vuestros pecados:
oprimís al justo, aceptáis[p] soborno
y rechazáis[q] a los pobres en la puerta.
13 Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo.

14 Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis;
y así sea con vosotros el Señor, Dios de los ejércitos,
tal como habéis dicho.
15 Aborreced el mal, amad el bien,
y estableced la justicia[r] en la puerta.
Tal vez el Señor, Dios de los ejércitos,
sea misericordioso con el remanente de José.

16 Por tanto, así dice el Señor, el Señor Dios de los ejércitos:
En todas las plazas hay llanto,
y en todas las calles dicen: ¡Ay! ¡Ay!
Llaman a duelo al labrador,
y a lamentación a los que saben plañir.
17 En todas las viñas habrá llanto,
porque pasaré por en medio de ti —dice el Señor.

18 ¡Ay de los que ansían el día del Señor!
¿De qué os servirá el día del Señor?
Será tinieblas, y no luz;
19 como cuando uno huye de un león,
y se encuentra con un oso,
o va a casa, apoya la mano en la pared,
y lo muerde una culebra.
20 ¿No será tinieblas el día del Señor, y no luz,
oscuridad, y no resplandor?

21 Aborrezco, desprecio vuestras fiestas,
tampoco me agradan[s] vuestras asambleas solemnes.
22 Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano,
no los aceptaré;
ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados.
23 Aparta de mí el ruido de tus cánticos,
pues no escucharé siquiera la música de tus arpas.
24 Pero corra[t] el juicio como las aguas
y la justicia como corriente inagotable.

25 ¿Acaso me ofrecisteis sacrificios y ofrendas de cereal por cuarenta años en el desierto, oh casa de Israel[u]? 26 Más bien, llevasteis a Sicut[v], vuestro rey, y a Quiyún[w], vuestros ídolos, la estrella de vuestros dioses que hicisteis para vosotros. 27 Yo os haré, pues, deportar más allá de Damasco —dice el Señor, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.

Contra la falsa seguridad

6 ¡Ay de los que viven reposadamente en Sion,
y de los que se sienten seguros en el monte de Samaria,
los notables de las naciones principales,
a quienes acude la casa de Israel!
Pasad a Calne y mirad,
y de allí id a Hamat la grande,
descended luego a Gat de los filisteos.
¿Sois vosotros[x] mejores que estos reinos,
o es su territorio mayor que el vuestro?
¿Alejáis el día de la calamidad,
y acercáis la silla de la violencia?

Los que se acuestan en camas de marfil,
se tienden sobre sus lechos,
comen corderos del rebaño
y terneros de en medio del establo;
que improvisan al son del arpa,
y como David han compuesto cantos[y] para sí;
que beben vino en tazones del altar
y se ungen con los óleos más finos,
pero no se lamentan por la ruina de José,
irán por tanto ahora al destierro a la cabeza de los desterrados,
y se acabarán[z] los banquetes[aa] de los disolutos.

El Señor Dios[ab] ha jurado por sí mismo, ha declarado el Señor, Dios de los ejércitos:
Aborrezco la arrogancia de Jacob,
y detesto sus palacios;
por tanto entregaré la ciudad y cuanto hay en ella.

Y sucederá que si diez hombres quedan en una misma casa, morirán.10 Entonces su tío[ac] o su incinerador, levantará a cada uno[ad] para sacar sushuesos de la casa, y dirá al que está en el fondo de la casa: ¿Hay alguien más contigo? Y éste responderá: Nadie. Entonces aquél dirá: Calla, porque no se debe hacer mención del nombre del Señor. 11 Porque he aquí, el Señor ordenará que la casa grande sea reducida a escombros y que la casa pequeña sea hecha pedazos.

12 ¿Corren los caballos por la peña?
¿Se ara en ella con bueyes?[ae]
Pues vosotros habéis convertido el derecho en veneno,
y el fruto de la justicia en amargura[af];
13 vosotros que os alegráis por Lo-debar[ag],
que decís: ¿No hemos tomado para nosotros Carnáyim[ah]
con nuestra propia fuerza?
14 Pues he aquí, levantaré contra vosotros, oh casa de Israel,
—declara el Señor, Dios de los ejércitos—
una nación que os afligirá desde la entrada de Hamat
hasta el arroyo del Arabá.

Notas al pie:

  1. Amós 4:1 Lit., sus señores
  2. Amós 4:2 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor; y así en el resto del cap.
  3. Amós 4:2 Lit., llevará
  4. Amós 4:3 Lit., delante de
  5. Amós 4:3 Así en la versión gr.; en el T.M., y expulsaréis
  6. Amós 4:5 Lit., Quemad
  7. Amós 4:5 Lit., lo que es
  8. Amós 5:1 Lit., levanto
  9. Amós 5:3 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor; y así en el resto del cap.
  10. Amós 5:5 Lit., se volverá iniquidad
  11. Amós 5:6 O, en la casa
  12. Amós 5:7 Lit., ponen
  13. Amós 5:8 Lit., oscureció
  14. Amós 5:10 I.e., lugar donde se reunía el tribunal; y así en los vers. 12 y 15
  15. Amós 5:11 Otra posible lectura es: pisoteáis al
  16. Amós 5:12 Lit., los que oprimen…los que aceptan
  17. Amós 5:12 Lit., rechazan
  18. Amós 5:15 O, el derecho
  19. Amós 5:21 Lit., me gusta el olor de
  20. Amós 5:24 Lit., ruede
  21. Amós 5:25 O, Me presentasteis…casa de Israel.
  22. Amós 5:26 O, Sacut (Saturno); o quizá, el santuario de vuestro Moloc
  23. Amós 5:26 O, Queiván (Saturno); o quizá, los pedestales de
  24. Amós 6:2 O, ¿Son ellos
  25. Amós 6:5 O, inventado instrumentos musicales
  26. Amós 6:7 Lit., se desviarán
  27. Amós 6:7 O, las fiestas religiosas
  28. Amós 6:8 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  29. Amós 6:10 O, ser querido
  30. Amós 6:10 Lit., lo levantará
  31. Amós 6:12 Otra posible lectura es: ¿Se ara con buey el mar?
  32. Amós 6:12 Lit., ajenjo
  33. Amós 6:13 I.e., nada
  34. Amós 6:13 I.e., un par de cuernos
La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Juicio contra las naciones vecinas

Amós 1-3

9781586403546

Juicio contra las naciones vecinas

1 Palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, de lo que vio en visión acerca de Israel en días de Uzías, rey de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.

Y dijo:
El Señor ruge desde Sion,
y desde Jerusalén da su voz;
los pastizales de los pastores están de duelo,
y se seca la cumbre[a] del Carmelo.

Así dice el Señor:
Por tres transgresiones de Damasco, y por cuatro,
no revocaré[b] su castigo,
porque trillaron a Galaad con trillos de hierro.
Por eso enviaré fuego sobre la casa de Hazael,
y consumirá los palacios[c] de Ben-adad.
También romperé el cerrojo de Damasco,
extirparé al morador del valle de Avén[d]
y al que empuña el cetro de Bet-edén,
y el pueblo de Aram será desterrado a Kir
—dice el Señor.

Así dice el Señor:
Por tres transgresiones de Gaza, y por cuatro,
no revocaré su castigo,
por haber deportado a todo un pueblo
para entregarlo a Edom.
Enviaré, pues, fuego sobre la muralla de Gaza,
y consumirá sus palacios.
También extirparé al morador de Asdod,
y al que empuña el cetro de Ascalón;
desataré mi poder[e] sobre Ecrón,
y el remanente de los filisteos perecerá
—dice el Señor Dios[f].

Así dice el Señor:
por tres transgresiones de Tiro, y por cuatro,
no revocaré su castigo,
por haber entregado todo un pueblo cautivo a Edom
sin acordarse del pacto de hermanos.
10 Enviaré, pues, fuego sobre la muralla de Tiro,
y consumirá sus palacios.

11 Así dice el Señor:
Por tres transgresiones de Edom, y por cuatro,
no revocaré su castigo,
porque con espada persiguió a su hermano,
y suprimió[g] su compasión;
su ira continuó despedazando
y mantuvo su furor para siempre.
12 Enviaré, pues, fuego sobre Temán,
y consumirá los palacios de Bosra.

13 Así dice el Señor:
Por tres transgresiones de los hijos de Amón, y por cuatro,
no revocaré su castigo,
porque abrieron los vientres de las mujeres encinta de Galaad
para ensanchar sus fronteras.
14 Encenderé, pues, fuego en la muralla de Rabá,
y consumirá sus palacios
en medio de gritos de guerra en el día de la batalla,
en medio de una tempestad en el día de la tormenta;
15 y su rey irá al destierro,
él y sus príncipes con él —dice el Señor.

2 Así dice el Señor:

Por tres transgresiones de Moab, y por cuatro,
no revocaré[h] su castigo,
porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.
Enviaré, pues, fuego sobre Moab,
que consumirá los palacios[i] de Queriot,
y Moab morirá entre el tumulto,
entre gritos de guerra y sonido de trompeta.
También extirparé al juez de en medio de ella,
y mataré a todos sus príncipes con él —dice el Señor.

Juicio contra Judá e Israel

Así dice el Señor:
Por tres transgresiones de Judá, y por cuatro,
no revocaré su castigo,
porque desecharon la ley del Señor
y no guardaron sus estatutos;
también les han hecho errar sus mentiras[j],
tras las cuales anduvieron sus padres.
Enviaré, pues, fuego sobre Judá,
y consumirá los palacios[k] de Jerusalén.

Así dice el Señor:
Por tres transgresiones de Israel, y por cuatro,
no revocaré su castigo,
porque venden al justo por dinero
y al necesitado por un par de sandalias.
Los que pisotean en el polvo de la tierra[l] la cabeza de los desvalidos,
también tuercen el camino de los humildes.
Un hombre y su padre se llegan[m] a la misma joven[n]
profanando mi santo nombre;
sobre ropas empeñadas se tienden junto a cualquier altar,
y el vino de los que han sido multados beben en la casa de su Dios[o].

Yo destruí al amorreo delante de ellos,
cuya altura era como la altura de los cedros,
y era fuerte como las encinas;
yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo.
10 Y a vosotros yo os hice subir de la tierra de Egipto,
y os conduje por el desierto cuarenta años
para que tomarais posesión de la tierra del amorreo.
11 Y levanté profetas de entre vuestros hijos
y nazareos de entre vuestros jóvenes.
¿No es así, hijos de Israel? —declara el Señor.
12 Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos,
y a los profetas les ordenasteis, diciendo: No profeticéis.
13 He aquí, yo estoy oprimido[p] debajo de vosotros
como está oprimida[q] una carreta llena de gavillas.
14 Y la huida[r] le fallará al ligero,
y el fuerte no fortalecerá su poder,
ni el valiente salvará su vida[s].
15 El que empuña el arco no resistirá,
el ligero de pies no escapará,
ni el que monta a caballo salvará su vida[t].
16 Y aun el más intrépido[u] entre los valientes huirá desnudo aquel día —declara el Señor.

Castigo de Israel

3 Oíd esta palabra que el Señor ha hablado contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia[v] que hizo[w] subir de la tierra de Egipto, diciendo:

Sólo a vosotros he escogido[x] de todas las familias de la tierra;
por eso os castigaré[y] por todas vuestras iniquidades.
¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?
¿Ruge un león en la selva sin tener presa?
¿Gruñe[z] un leoncillo desde su guarida si no ha apresado algo?
¿Cae un ave en la trampa en la tierra si no hay cebo en ella[aa]?
¿Se levanta la trampa del suelo si no ha atrapado algo?
Si se toca la trompeta en la ciudad, ¿no temblará el pueblo?
Si sucede una calamidad en la ciudad, ¿no la ha causado el Señor?
Ciertamente[ab] el Señor Dios[ac] no hace nada
sin revelar su secreto
a sus siervos los profetas.
Ha rugido un león, ¿quién no temerá?
Ha hablado el Señor Dios, ¿quién no profetizará?

Proclamad en los palacios[ad] de Asdod y en los palacios[ae] de la tierra de Egipto, y decid: Congregaos en los montes de Samaria y ved los grandes tumultos dentro de ella y la opresión[af] en medio suyo. 10 No saben hacer lo recto —declara elSeñor— los que acumulan violencia[ag] y destrucción en sus palacios.

11 Por tanto, así dice el Señor Dios:
Un enemigo, rodeando la tierra,
echará abajo tu poder[ah]
y tus palacios serán saqueados.
12 Así dice el Señor:
Como el pastor rescata de la boca del león dos patas o un pedazo de oreja,
así serán rescatados los hijos de Israel que moran en Samaria,
en la esquina de una cama y en el damasco de un sofá.
13 Oíd y testificad contra la casa de Jacob
—declara el Señor Dios, el Dios de los ejércitos.
14 Porque el día que yo castigue las transgresiones de Israel,
castigaré también los altares de Betel;
los cuernos del altar serán cortados
y caerán a tierra.
15 Derribaré[ai] también la casa de invierno junto con la casa de verano;
también perecerán las casas de marfil[aj],
y muchas casas serán destruidas
—declara el Señor.

Notas al pie:

  1. Amós 1:2 Lit., cabeza
  2. Amós 1:3 Lit., no haré que se vuelva, y así en el resto del cap.
  3. Amós 1:4 O, las fortalezas, y así en el resto del cap.
  4. Amós 1:5 Posiblemente, Baalbec
  5. Amós 1:8 Lit., haré volver mi mano
  6. Amós 1:8 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  7. Amós 1:11 Lit., corrompió
  8. Amós 2:1 Lit., no haré que se vuelva; y así en el resto del cap.
  9. Amós 2:2 O, las fortalezas
  10. Amós 2:4 O, falsos dioses
  11. Amós 2:5 O, las fortalezas
  12. Amós 2:7 O, codician el polvo de la tierra sobre
  13. Amós 2:7 Lit., van
  14. Amós 2:7 Posiblemente, una ramera del culto pagano
  15. Amós 2:8 O, sus dioses
  16. Amós 2:13 O, me tambaleo
  17. Amós 2:13 O, se tambalea
  18. Amós 2:14 O, el refugio
  19. Amós 2:14 Lit., alma
  20. Amós 2:15 Lit., alma
  21. Amós 2:16 Lit., robusto de corazón
  22. Amós 3:1 I.e., nación
  23. Amós 3:1 Lit., hice
  24. Amós 3:2 Lit., conocido
  25. Amós 3:2 Lit., visitaré
  26. Amós 3:4 Lit., Da su voz
  27. Amós 3:5 O, no hay lazo puesto
  28. Amós 3:7 O, Porque
  29. Amós 3:7 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor; y así en el resto del cap.
  30. Amós 3:9 O, fortalezas y así en el resto del cap.
  31. Amós 3:9 O, fortalezas y así en el resto del cap.
  32. Amós 3:9 Lit., opresiones
  33. Amós 3:10 I.e., el botín de la violencia
  34. Amós 3:11 O, fortaleza
  35. Amós 3:15 Lit., Heriré
  36. Amós 3:15 I.e., con incrustaciones de marfil
La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation