Disponible para los amigos

Abril 26

Disponible para los amigos

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Lectura bíblica: Gálatas 6:1–5

Sobrellevad los unos las cargas de los otros. Gálatas 6:2

a1—Estoy realmente frustrado con este amigo —se quejó Javier—. Sus padres se están divorciando, pero él casi ni lo menciona. Es como si quisiera resolver él solo sus problemas.
Ese es un problema que enfrentas cuando quieres estar a disposición de un amigo. Es rara la vez cuando alguien dice espontáneamente: “Necesito ayuda”. Pero puedes estar seguro de que el momento de ser un amigo disponible es cuando alguien habla o actúa de una manera que refleja algunos de estos importantes síntomas:

• Desilusión. Roberto se sintió muy desilusionado cuando no lo escogieron para integrar el equipo de fútbol, pero a varios de sus compañeros sí. Estás viendo desilusión cuando las esperanzas o expectativas de un amigo no se cumplen. Muchas desilusiones son pequeñas, pero duelen.
• Desaliento. Las desilusiones de Dora con sus estudios se fueron acumulando hasta que sintió que estaba debajo de una pila de desalientos. Estás viendo desaliento cuando tu amigo parece haber perdido sus esperanzas, el sentido de confianza y parece indiferente a todo.
• Depresión. El desaliento de Arturo por su situación familiar le produjo largos períodos de melancolía, tristeza y un retraerse de los demás. Todo eso es síntoma de la depresión.

Es posible que haya a tu alrededor personas agobiadas por el peso de la desilusión, el desaliento y la depresión, no obstante quizá no las hayas notado.
¿Por qué? Bueno, tú, ¿qué tal eres para disimular tus verdaderos sentimientos? Aun si eres de los que exteriorizan todo lo que piensan y sienten, recuerda que muchos no. Igual como el amigo de Javier, se callan y no dicen nada. Pero a medida que los demás ven que eres una persona bondadosa a disposición de los demás, entonces esos amigos comenzarán a exteriorizar sus sentimientos compartiéndolos contigo. Puedes aprender a detectar cuando alguien “anda por el suelo” si eres sensible a los síntomas mencionados. Y siempre puedes preguntar: “Te lo pregunto en serio, ¿cómo estás?”.

No cabe duda de que Dios invita a tus amigos que sufren a contarle sus preocupaciones y problemas (ver 1 Pedro 5:7). Porque a Dios le importan nuestros desencantos, desalientos y nuestra depresión, promete ayudarnos (ver Hebreos 4:16). Pero Dios tiene otra estrategia para ayudar: ponerte a ti en la vida de tus amigos que pasan por dificultades.

No podrás resolver todos los problemas de tus amigos. Y con frecuencia tendrás que pedirle ayuda a un adulto, especialmente cuando un amigo cae en el desaliento, y siempre cuando parece deprimido. Y siempre puedes escuchar.

PARA DIALOGAR
¿Quién alrededor tuyo necesita que seas un amigo que esté a su disposición en este momento? ¿Qué puedes hacer por esa persona?

PARA ORAR
Señor, queremos demostrar que tú eres un Dios que te preocupas y que amas a nuestros amigos que sufren. Queremos ser amigos que estén a disposición de ellos.

PARA HACER
Como familia, tracen un plan concreto para acercarse a un amigo que sufre.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Un lugar donde estás a salvo

Abril 25

Un lugar donde estás a salvo

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Lectura bíblica: Salmo 46:1–7

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Salmo 46:1

a1Luisa sabía que le esperaban momentos difíciles cuando se mudó del campo a la ciudad. Así fue, siendo la única campesina en la escuela, al principio la trataron como un juguete, y después la hicieron a un lado y todos siguieron con sus amigos de antes sin incluirla a ella.
Dos meses después de haberse mudado, está sentada sola. A veces sus ojos reflejan su enojo, pero la mayor parte del tiempo simplemente muestran su tristeza.
Aunque no lo sepas, estás rodeado de personas sumidas en la desilusión o el profundo dolor llamado “depresión”. Se sienten solas, hasta con miedo. Pueden ser familiares. Amigos. Compañeros de escuela. Personas mayores. Cristianos. No cristianos.
Tema para comentar: ¿A quiénes conoces que necesitan un amigo que ama “en todo tiempo y… nace para el tiempo de angustia” (Proverbios 17:17)? ¿Por qué necesitan un amigo en este momento?
Si quieres ser un amigo que nace “para el tiempo de angustia” empieza por ser una cosa: alguien que está disponible.
Exactamente, ¿qué significa ser un amigo que está disponible? De las siguientes frases, vota por las que describen a alguien dispuesto a ayudar en el momento necesario:

(a) “Tú solo te metiste en este lío. A ver cómo te las arreglas para salir”.
(b “Estoy realmente preocupado por ti. ¿Qué te pasa?”.
(c) “Toma esta moneda. Llama a alguien que te quiera ayudar”.
(d) “Puedes contar conmigo pase lo que pase”.

Esta es la verdad: Estar disponible significa que estás lo suficientemente interesado en las personas como para tomarte el tiempo para escucharlas porque realmente te importa lo que les está sucediendo.

Jesús es el ejemplo supremo de un amigo siempre presente, y puedes apreciar mejor su disposición absoluta cuando ayuda a los que sufren. La mujer que habló a Jesús junto al pozo en Juan 4 era una mujer totalmente marginada. La mujer a quien descubrieron pecando en Juan 8 no significaba nada para nadie, pero Jesús estuvo a su disposición para atenderla. Los leprosos eran despreciados por la sociedad, pero en Lucas 17 Jesús estuvo disponible para sanar a diez de ellos.

Dios siempre estará a tu disposición. Nunca te decepcionará. Y cuando te demuestra esa clase de amistad, te capacita para ser también ese tipo de amigo de otros.

PARA DIALOGAR
¿Cómo te sientes cuando piensas que el Dios del universo está a disposición tuyo cuando lo necesitas?

PARA ORAR
Gracias, Señor, por estar a nuestra disposición.

PARA HACER
Pídele a Dios que te muestra dónde y cómo puedes ponerte a disposición de un amigo esta semana.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Perdonar y olvidar

Abril 24

Perdonar y olvidar

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Lectura bíblica: Salmo 103:8–13

[Jehovah] no ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Salmo 103:10

a1Cuando Roberto forzó a su hermanito a soltar las barras de la estructura donde jugaba, no pensó en el daño que le haría. Lo único que le importaba en ese momento era librarse de él para poder jugar con sus amigos. Pero cuando su hermanito se cayó desde la parte de arriba, pegó tres barrotes antes de caer en la arena. Una semana después de la caída, todavía tenía un chichón en la cabeza y la perspectiva de cinco semanas más con la pierna enyesada.

El hermanito no le habla a Roberto. A veces papá y mamá le gritan a Roberto, a veces le clavan la mirada enojada y silenciosa. Cuando Roberto se acuesta de noche, llora hasta dormirse, y está empezando a dudar de que alguien todavía lo quiera. Hasta duda de que Dios lo pueda perdonar por lo que hizo.

Roberto se siente confundido. Ha causado a su familia y se ha causado a sí mismo mucho dolor. Roberto está preocupado de que su pecado sea demasiado enorme para que Dios lo perdone. No obstante, la verdad es que Jesús vino al mundo para morir por los pecados de Roberto —todos ellos— incluyendo el mal que le hizo a su hermanito.

Si quieres medir el tamaño enorme del perdón de Dios, observa la vida del rey Manasés, uno de los reyes más malos de Judá. Manasés le dio la espalda a Dios y condujo a la nación a adorar a dioses falsos (ver 2 Crónicas 33:1–9). Cuando los enemigos de Judá lo capturaron junto con el resto de la nación, Manasés se humilló ante Dios y oró (ver 2 Crónicas 33:12, 13). A pesar del pasado maligno de Manasés, Dios lo perdonó. Sin duda, Manasés habrá vuelto a su hogar considerándose como Dios lo consideraba: digno de ser perdonado.

Si Dios pudo perdonar los pecados asombrosos de Manasés, es seguro que Roberto puede contar con la habilidad de Dios para perdonarle los males que ha hecho.

Tarde o temprano, la mayoría nos vemos como Roberto, creyendo que no es posible que Dios nos pueda perdonar. Pero lo que importa es cómo nos ve Dios. El rey David cometió serios pecados. Pero como escribió en el pasaje que leíste, la inmensidad del amor de Dios significaba que podía ser perdonado. David se aferró al perdón ilimitado de Dios y descubrió el valor que Dios veía en él.

El perdón de Dios es como una cuenta de banco ilimitada. Cuando pecamos, siempre hay bastante dinero en la cuenta de Dios para cubrir cualquier retiro que hagamos. La verdad es que no podemos vaciar la cuenta del perdón de Dios. Cuando nos valemos de los recursos de Dios, no emitiremos un cheque sin fondos. Él perdona cada pecado del cual nos arrepentimos y que le confesamos.

PARA DIALOGAR
Sentirte mal por tus pecados es normal. Pero, ¿estás dejando que el que te sientas mal empañe la realidad de que Dios te puede perdonar? ¿Cómo vas a conseguir el perdón de Dios?

PARA ORAR
Señor, gracias por perdonarnos ayer, hoy y siempre.

PARA HACER
Cuéntale a un amigo la enormidad del perdón de Dios.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿Quién se mete en tu mundo?

Abril 23

¿Quién se mete en tu mundo?

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Lectura bíblica: Filipenses 2:5–11

Cristo Jesús… se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Filipenses 2:5, 7

a1El pequeño Lucas se puso loco de contento cuando vino a visitarlo su tío favorito. El tío Miguel prácticamente se lanzó por la puerta para tirarse al suelo y jugar con Lucas. El tío Miguel sabía construir rascacielos altísimos con los Legos. Le daba a los muñecos superhéroes aún más superpoderes. Sabía imitar el sonido de los soldaditos y los autos de juguete y un montón de otros sonidos. Y el tío Miguel nunca se cansaba de jugar con Lucas.

No importa cuánto has crecido, necesitas adultos que demuestren interés en tus actividades y tus cosas. Tu necesidad de recibir atención es satisfecha cuando un adulto que te quiere deja su mundo de adulto y pasa un rato en tu mundo.

Dios tiene el propósito de que recibamos ese tipo de atención de parte de nuestros familiares. Cuando recibimos esa atención, sabemos que somos importantes para ellos, y para Dios. Sentimos que valemos. Sentimos que somos de bastante valor como para que alguien nos dedique su tiempo.

No obstante, no importa cuánto amor sentimos en nuestro hogar, todavía necesitamos saber esta realidad: Jesucristo dejó su mundo, el cielo, y vino a nuestro mundo —la Tierra pecadora— para demostrar su amor por nosotros. Aunque merecía estar sentado en las alturas en el trono celestial, se convirtió en un ser humano para poder tirarse al piso y estar con nosotros. Ese es el mensaje de Filipenses 2:5–8. Dios es el que satisface tu necesidad de recibir atención.

Dios sigue prestándote atención a ti y prestando atención a tu mundo. Escucha estas verdades:

• Dios te valora tanto que permanece a tu lado día tras día en la persona del Espíritu Santo (ver Juan 14:16).
• Dios sabe cada detalle de tu vida. Te conocía antes de nacer (ver Salmo 139:13–16).
• Dios conoce tus luchas. Te invita: “Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).
• Dios no podría estar más cerca. Momento a momento está allí mismo contigo. Está tan cerca que uno de los nombres de Cristo es Emanuel, que significa “Dios con nosotros” (Mateo 1:23).

Al dejar que estas verdades saturen tu mente y corazón, tendrás un concepto nuevo de ti mismo. Comenzarás a verte como realmente eres: una persona de gran valor.

PARA DIALOGAR:
¿Cómo ha mostrado Jesús verdadero interés por ti?¿Qué indica eso acerca de cuánto te ama?

PARA ORAR:
Pídele a Dios que te ayude a verte como él te ve.

PARA HACER:
Memoriza un versículo que te recuerde cuánto vales para Dios.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Si fueras sólo uno

Abril 22

Si fueras sólo uno

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Lectura bíblica: 1 Corintios 6:18–20

¿O no sabéis… que no sois vuestros? Pues habéis sido comprados por precio. 1 Corintios 6:19, 20

a1Teresa se encogía de hombros cuando oía decir que la muerte de Jesús por ella era prueba de su amor. Se sentía perdida en un gentío.
—Sí, ya sé, Jesús murió por mis pecados —protestaba—, pero no murió sólo por mí. Murió por todo el mundo. Yo apenas soy una entre millones que ha recibido el perdón de Dios.

Tema para comentar: ¿Alguna vez te sientes como si la muerte de Jesús no te indicara realmente cuánto Dios te ama, porque eres sólo uno entre tantos?
Sí, eres un creyente entre muchos millones. ¡Pero no por eso vales ni un céntimo menos para Dios! Y ésta es la razón: ¡Si fueras la única persona en el planeta, de igual forma, Cristo hubiera muerto por ti!

La Biblia da prueba de ese hecho: Cuado Dios hizo su promesa de rescatar a los seres humanos del pecado, había sólo dos personas en el mundo. En cuanto Adán y Eva pecaron, Dios prometió herir la cabeza de Satanás. (Dios estaba hablando de la victoria que la muerte de Cristo en la cruz produciría; ver Génesis 3:15). Ahora bien, aquí es donde entras tú. Si tú hubieras estado en el jardín del Edén, en lugar de Adán y Eva, tú también hubieras desobedecido a Dios. Y también hubieras recibido la grandiosa promesa de salvación. Garantizado.

Teresa sabía que la cruz tiene que ver con el pecado y el perdón. Pero nunca había pensando en por qué Dios se había molestado en enviar a Jesús para morir por ella, por qué creía que ella valía el increíble precio de su Hijo para que fuera perdonada. Era todo porque ella era digna de ser amada.

Esa es una noticia tremenda para todos nosotros, porque Teresa no es la única criatura valiosa para Dios. Tú también vales la muerte de su Hijo. ¿Lo dudas? Entonces escucha lo que dice la Biblia en 1 Corintios 6:19, 20: “¿O no sabéis… que no sois vuestros? Pues habéis sido comprados por precio”. Ahora trata de personalizar estos versículos. Dilos en voz alta varias veces y permite que saturen tu cerebro. “Soy tan valioso para Dios que él me compró a un gran precio”.

¿Qué sientes al saber que Dios te ama tanto que pagó un precio enorme por ti, no por nada que hayas hecho, sino simplemente porque te considera de valor? Dios te dice: “Eres valioso”. ¿Qué dices tú acerca de cuánto vales?

PARA DIALOGAR
Explícalo en tus propias palabras: ¿Cómo sabes que la muerte de Cristo indica lo valioso que eres para él?

PARA ORAR
Señor, Señor, apreciamos el valor que nos adjudicas. Y estamos agradecidos por la prueba del valor que nos diste al enviar a tu Hijo a morir por nosotros.

PARA HACER
Tú tienes un amigo que necesita escuchar esta buena noticia. ¡A contársela!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Tu valor infinito

Abril 21

Tu valor infinito

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Lectura bíblica: 1 Pedro 1:18, 19

Tened presente que habéis sido rescatados… con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. 1 Pedro 1:18, 19

Hace varios siglos, un estudioso llamado Morena fue forzado a dejar su hogar. Viviendo en la pobreza en Lombardía, Italia, Morena enfermó de gravedad. Fue llevado a un hospital de caridad. Los médicos, creyendo que el paciente, de apariencia deplorable, era un ignorante, empezaron a hablar entre ellos en latín junto a su lecho. Dijeron:
—Esta criatura despreciable de cualquier manera va a morir, así que probemos hacer un experimento con él.

Morena dominaba el latín casi tan bien como su propia lengua. Juntando todas sus fuerzas, se levantó en la cama y dijo a los sorprendidos doctores:
—¿Cómo pueden llamar “despreciable” a alguien por quien Cristo murió?

Es doloroso observar las maneras como la gente decide cuánto vale alguien.

• Un equipo de béisbol determina que cierto jugador vale decenas de millones de dólares en el transcurso de su carrera como jugador.
• Un soldado en combate descubre que vale una vida humana cuando otro soldado se interpone y es baleado para salvarlo.
• Una madre con muy poco dinero descubre que vale los esfuerzos de voluntarios que dedican días a pintar su casa deteriorada.

Pero como Morena comprendió claramente, nuestro mayor valor como cristianos viene del hecho de que Dios el Padre permitió que Jesucristo —su Hijo sin pecado— muriera por nuestros pecados. En 1 Pedro 1:18, 19, el apóstol Pedro dijo que no existe cantidad de plata u oro comparable a ese sacrificio. Jesús declaró lo que valemos cuando dijo: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13).

A los ojos de Dios, valías la muerte de su Hijo. Mientras estabas atrapado en tus pecados y en guerra con Dios, no había nada en ti que atrajera a Dios o que lo hiciera enviar a su Hijo para morir por ti (ver Romanos 5:8). No eras recto. No eras bueno. Eras un pecador, exactamente lo contrario al Cordero perfecto. Pero Dios consideró que eras digno de ser amado y tu valor subió tremendamente cuando Jesús dio su vida por ti.

No importa cuál es tu valor para otros en términos terrenales, eres eternamente inestimable por el precio que el Padre cariñosamente pagó por ti.

PARA DIALOGAR
¿Por qué merecen todas las personas ser tratadas con respeto? ¿Qué tiene que ver eso con respetarte a ti mismo?

PARA ORAR
Señor, permítenos comprender el valor que tenemos para ti. Ayúdanos a comprender que nos has hecho más valiosos que todo el oro y la plata del mundo.

PARA HACER
Piensa en las personas a quienes has despreciado, considerándolas de poco valor. ¿Qué puedes hacer hoy por una de esas personas para darles pruebas de su gran valor para ti y para Dios?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Vivir al borde

Abril 20

Vivir al borde

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Lectura bíblica: Romanos 12:1, 2

No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento. Romanos 12:2

a1Hace cientos de años en Inglaterra, el rey tenía que escoger cocheros para el carruaje real tirado a caballos. Le hizo una pregunta a cada cochero:
—Si me estuvieras llevando por un camino en la montaña lleno de curvas, ¿hasta qué punto podrías acercarte al borde del camino sin caer por la barranca?

El primer cochero se jactó:
—Soy un conductor excelente, Su Majestad. Podría manejar llevando el carruaje hasta 50 centímetros del borde a toda velocidad sin desbarrancarme.

El segundo cochero se jactó:
—Mi habilidad y experiencia no tienen paralelos, Su Majestad. Yo podría conducir su carruaje a 15 centímetros del borde.

Pero el tercero respondió:
—Yo no arriesgaría su vida, Su Majestad. Yo conduciría el carruaje lo más lejos posible del borde.

El rey escogió al tercer cochero. Era el único más interesado en la seguridad del rey que en presumir.

Existe una actitud que aparece en muchas personas, tanto jóvenes como viejas: “Quiero ver hasta qué punto puedo acercarme al borde sin meterme en problemas”. Lo único que quieren saber de la escuela es: “¿Qué es lo menos que puedo estudiar y todavía aprobar las materias?”. Su único dilema en cuanto a llevarse bien con sus padres es: “¿Cuánto les puedo mentir sin que me descubran?”. Su única pregunta en cuanto a tener su vida organizada es: “¿Cuánto desorden puedo tener en mi habitación?”. Y cuando se trata de servir a Dios, se preguntan: “¿Cuánto puedo pecar y salirme con la mía?”.

Las personas útiles para Dios tienen la actitud del tercer cochero. Piensan: “Para honrar a Dios, veré qué lejos del borde puedo quedarme”.

La batalla entre el bien y el mal se libra dentro de nosotros. Según Romanos 12:2 tu mente es el campo de batalla. Para ser diferente, tienes que renovar tu mente, tienes que pensar como piensa Jesús. Pierde allí la batalla, y la pierdes en tus acciones. Si dejas que tu mente tenga pensamientos acerca de hacer cosas malas, por ejemplo, te será fácil ceder a la menor presión para hacer el mal. Pero si llenas tu mente de pensamientos acerca de hacer el bien y seguir a Dios, tus acciones serán más y más como las de Cristo. ¡Serás transformado!

Si quieres vivir para Dios no dejarás que sólo cambie tu conducta. Dejarás que te cambie de adentro para afuera.

PARA DIALOGAR
¿Qué opinas de tu Dios, quien te ayuda a cambiar de adentro para afuera?

PARA ORAR
Señor, cambia nuestra vida de adentro para afuera. Ayúdanos a pensar de un modo distinto para poder actuar de la manera que te agrada a ti.

PARA HACER
¿Existen áreas en tu vida que hacen que te acerques lo más que puedas al borde? Si no estás seguro, tus padres y otros familiares quizá puedan ayudarte. ¡Habla con Dios acerca de cómo a él le gustaría cambiar esas situaciones!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Soluciónalo y ¡adelante!

Abril 19

Soluciónalo y ¡adelante!

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Lectura bíblica: Salmo 32:3–7

Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Salmo 32:5

a1Supongamos que hace tres meses decidiste vivir totalmente para Dios. Y desde ese día has vivido para Cristo sin comprometer tus ideales. Eso fue antes de hoy.
Patear la pelota de fútbol hasta destrozarla te pareció una buena idea para librarte de las frustraciones que sentías después de un día horrible. Así que pateaste la pelota una vez. Dos veces. Unas mil veces. Y con cada puntapié, apuntaste a los tulipanes de la buena anciana que vive al lado.
Estuviste pésimo. Bien lo sabes. Así que, ¿qué vas a hacer ahora?

Tema para comentar: ¿Qué podrías hacer para solucionar el hecho de que destrozaste los tulipanes de tu vecina?

No podemos volver a componer las flores. Pero podemos empezar por decir que lo lamentamos. Podemos ayudar a limpiar los destrozos que hicimos. Y en el instante que nos damos cuenta de que estuvimos pésimos, tenemos otro trabajo enorme. Tenemos que hablar con Dios sobre nuestra desobediencia.

Cuando nos arrepentimos y confesamos nuestros pecados, reconocemos ante Dios que hemos actuado mal. Le decimos que no queremos tener ya nada que ver con volver a pecar. Y cuando le pedimos perdón a Dios, podemos estar seguros de que él nos perdonará. Escucha la promesa en 1 Juan 1:8, 9: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. Todo mal ¡desaparece!

Cuando le admitimos de esta manera nuestros pecados a Dios, podemos estar seguros de que las cosas andarán bien entre él y nosotros. Tratar de esconder de Dios nuestros pecados es una mala idea. En el salmo que leíste hoy, viste que el rey David sabía lo que era no sólo haber hecho lo malo sino también haber tratado de esconder de Dios sus pecados. Se sentía débil y miserable.

Esconder los pecados es incómodo. Pero sucede algo fantástico cuando solucionamos nuestro pecado con Dios. ¡Él nos ayuda a cambiar! No honra a Dios andar destrozando los tulipanes de la gente con la pelota de fútbol. Por eso, cuando nos perdona, nos envía poder espiritual a través del Espíritu Santo, quien nos ayuda a vencer nuestra tendencia a pecar. Como dice Gálatas 5:16: “Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne”.

Cuando haces lo pésimo, reconócelo y deja que Dios te cambie. ¡Entonces sí que estás dejando que Jesús controle tu vida!

PARA DIALOGAR
¿De qué manera te ayuda Dios cuando solucionas con él tus pecados?

PARA ORAR
Invita hoy al Espíritu Santo a rehacer cada aspecto de tu vida.

PARA HACER
¿Has hecho últimamente cosas pésimas que todavía no has solucionado, con Dios o con otros? Confiesa tus errores a Dios y pregúntale cómo seguir adelante.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Cuando la corriente te quiere arrastrar

Abril 18

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Cuando la corriente te quiere arrastrar

Lectura bíblica: 1 Pedro 2:11, 12

Tened una conducta ejemplar entre los gentiles. 1 Pedro 2:12

a1Anoche, Cristina y tres amigas pasaron la noche juntas. Durante seis horas enteras no hicieron más que darle en la cabeza a una de las chicas de la escuela. No, no la golpearon con ladrillos. Ella ni siquiera pasó la noche con ellas. No obstante, sus palabras fueron hirientes. La criticaron por ser gorda, por su cabello y por la ropa que usaba. Ah, también se rieron por su incapacidad total de resolver problemas de división. A la mañana siguiente, Cristina pensó que hubiera tenido que distanciarse de la conversación en cuanto empezaron los chismes, pero no pudo. Ahora sentía remordimiento por todas las cosas hirientes que había dicho.

Lo que le pasó a Cristina es lo que uno siente cuando lo lleva una corriente demasiado fuerte para resistir. Nadar contra una corriente por mucho tiempo requiere más fuerza de la que uno tiene. Si alguna vez has intentado nadar en un río, sabes que es más fácil relajarte y dejar que la corriente te lleve. Una corriente favorable puede ser divertidísima. El problema es que una corriente fuerte te puede arrastrar —para siempre— aun cuando estás a centímetros de la orilla.

Los amigos son como esa corriente, agotando aun al más fuerte de los nadadores. Tarde o temprano vamos en la dirección que van nuestros amigos.

Tema para comentar: ¿En que sentido andar en malas compañías es como ser arrastrado por una fuerte corriente? ¿Por qué es importante que tus mejores amigos te lleven por buen camino?

Rodearte de buenos amigos —amigos que te retan a vivir toda tu vida para Cristo— es la manera de irte desarrollando como cristiano.

Cristina se hubiera sentido muy distinta la mañana siguiente si hubiera optado por algo diferente la noche antes. Si hubiera dejado de hablar de su compañera en cuanto empezaron las críticas, quizá ahora tendría menos amigas, o quizá todas hubieran optado por cambiar de tema. En ambos casos, Cristina no hubiera tenido que arreglar el asunto con Jesús. Y esas amigas hubieran visto a Cristina poniendo en práctica el amor de Dios.

Si los amigos nos llevan en una dirección equivocada, ha llegado el momento de alejarnos de ellos, por más difícil que sea. En 1 Pedro 2:12 dice que si mantenemos una conducta excelente, es probable que un día nuestros amigos glorifiquen a Dios. Si nuestros amigos nos arrastran por caminos equivocados y hacemos el mal, nunca verán la diferencia entre tu vida y la de ellos. Y si no ven la diferencia, no tienen ninguna razón para querer seguir a Cristo. ¿Quieres permanecer vivo en Cristo y ayudar a tus amigos a descubrir la vida?

PARA DIALOGAR
¿Cómo puedes escoger amigos que no te arrastren por caminos equivocados?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a escoger amigos que nos mantengan fuertes y seguros. Y ayúdanos a demostrar tu amor a las personas que necesitan verlo.

PARA HACER
Pide a tus familiares que mencionen a un amigo que opinan te está llevando por el camino correcto. Pasa tiempo hoy con ese amigo.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Una encrucijada en el camino

Abril 17

Una encrucijada en el camino

Lectura bíblica: 1 Corintios 10:12, 13

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de los que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir. 1 Corintios 10:13

a1Cierra los ojos. Salvo el que está leyendo, por supuesto.

Imagínate estar caminando por un camino rumbo a la playa. El paisaje es hermoso y el tiempo magnífico. Al pasar una curva, te encuentras con dos caminos. El camino a la derecha es angosto y sube derecho por la montaña. El camino a la izquierda es ancho y va hacia abajo. Tu mapa muestra claramente que el camino a la derecha es el que te lleva a la playa, pero desde el punto donde te encuentras, lo único que ves por ese rumbo es una escalada difícil. El camino a la izquierda parece que te llevaría a tu destino con solo sentarte y deslizarte de espalda hasta llegar al final.

Abre los ojos y conversa sobre esto: ¿Qué camino escogerías? ¿Por qué?

Escucha ahora cómo eso se aplica a seguir a Jesús.

En nuestro caminar por la vida llegamos a muchas encrucijadas. Cada una representa una decisión que debemos tomar. Cuando de ser un discípulo de Jesús se trata, la decisión correcta es siempre la senda que nos mantiene haciendo el bien y viviendo cerca de Jesús.

Eso significa que necesitamos reconocer cuando llegamos a un punto de decisión, a una encrucijada. Piensa de qué manera se presentan las encrucijadas en el camino de tu propia vida.

Lugares. La mayoría vamos a ciertos lugares donde nos metemos en líos. Quizá sea la casa de un amigo donde siempre molestamos a una hermanita hasta que la hacemos llorar. O el parque donde empiezan las peleas. O un negocio donde nos sentimos tentados a robar una golosina. Esas son las encrucijadas en el camino. Si sabemos que nos encontraremos en una situación que nos perjudicará ¿por qué meternos en ella?

Personas. Dios quiere que convivamos con todos. Pero hay algunos con quienes nos irá mal, los que nuestros padres llaman “malas influencias”. A veces una amistad es una encrucijada en el camino: una elección entre el camino de Dios y un camino malo. Si siempre te metes en lío con algún amigo en particular, quizá ha llegado el momento de dejar de andar con él.

Cosas. Los libros, las revistas, la ropa y los juegos de vídeo pueden apartarnos de Cristo si jugamos con cosas dañinas o hacemos que las cosas buenas sean más importantes que Cristo. Nos encontramos en una encrucijada en el camino cada vez que tenemos la opción de escoger lo bueno o ignorar lo malo.
Aunque estés andando por el camino equivocado, no es demasiado tarde para dar media vuelta y tomar la senda de Dios y hacer el bien. Pero la mejor decisión es tomar la senda correcta tan pronto como llegues a una encrucijada en el camino.

PARA DIALOGAR
¿Qué personas, lugares y cosas hacen que te sea difícil seguir a Dios? ¿Por qué es difícil escoger el camino correcto? ¿Por qué debes elegir la senda de Dios?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a ver las áreas peligrosas en nuestra vida. Ayúdanos a tomar la decisión correcta cada vez que llegamos a una encrucijada en el camino.

PARA HACER
Anota hoy cuántas encrucijadas enfrentaste en el camino, decisiones entre lo bueno y lo malo. ¿Cómo te ayuda Dios a tomar la decisión correcta?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.