5/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 29

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Esta noche vamos a concluir una pequeña serie de cuatro semanas, que hemos estado llamando ‘Sombra para los hijos,’ diseñada en torno a un antiguo proverbio chino que dijo: “Una generación planta los árboles, y después la siguiente generación disfruta de la sombra.” Y la pregunta, claro, que nos hacemos es, ¿puede ésta generación plantar árboles que provean sombra para el futuro? Hay muchos padres que temen por sus hijos, hay muchas personas que temen por sus nietos, por no decir nada de sus bisnietos, debido a la manera en la que la vida se está viviendo en el mundo.

Le he estado diciendo a lo largo de ésta serie que, mientras que parece que está cambiando para nosotros, y hasta cierto punto en términos relativos, está cambiando, y la vida se está volviendo más difícil, y nosotros que hemos estado familiarizados con una especie de estándar de vida en Estados Unidos judeo-cristiano, estamos viendo que eso se está desvaneciendo y mientras que ciertamente está empeorando, pero los hombres malos siempre van de mal en peor, éste es el ciclo de toda la historia humana. Toda generación de creyentes, en toda nación ha vivido en algún punto en el declive de la sociedad. Tenemos el sentido de que podemos estar experimentando la muerte de nuestra sociedad, la muerte de la civilización, y no solo en nuestro propio país sino alrededor del globo.

Mientras que vemos la destrucción de la familia, estamos muy conscientes de que la célula de la salud social y el bienestar, está siendo destruida. La sociedad, la civilización no puede sobrevivir la muerte de la familia. Y el ataque en contra de la familia ha estado llevándose a cabo en nuestra nación, por unos cincuenta años. Es una guerra mucho más mortal y destructiva que cualquier guerra del medio-oriente, con la muerte de la familia, la civilización simplemente se desintegra, colapsa terminando en un agujero negro de caos social, conducta criminal, narcisismo egoísta, perversión sexual, rebelión y anarquía. Y toda persona experimenta a un grado u otro la vaciedad personal.

El ataque ha sido sistemático, el ataque ha sido planeado, ha afectado todo aspecto de la vida humana, está establecido en lugares elevados de autoridad, está en los lugares más elevados en nuestra tierra, en nuestro país, educativa e inclusive políticamente, tenemos a personas que tienen responsabilidades de liderazgo gubernamental que están tratando de destruir a la familia al permitir el aborto y el matrimonio del mismo sexo. Tenemos a candidatos que están buscando cargos políticos en un partido político que promueven eso, y en otro partido, candidatos que están guiando las tendencias actuales, que han vivido con mujeres, con las que no están casados, han estado casados muchas veces, las leyes en nuestra nación hoy día permiten que se maten a niños que no han nacido, el divorcio, la homosexualidad, matrimonios del mismo sexo, dígalo usted, todo está bien.

Entonces, la pregunta es, ¿cómo criamos a nuestros hijos como cristianos en éste tipo de ambiente? Y de nuevo, le recuerdo, no es nuevo, simplemente es nuestra dosis, nuestra versión en nuestra época en la historia humana. Ahora, permítame darle algo así como un repaso, para que en cierta manera esté al día en lo que hemos visto en las semanas anteriores. Hay algunas verdades elementales que quiero establecer. Dios creó a los hombres y las mujeres para que tuvieran hijos. Dios creó al hombre y a la mujer para que tuviera hijos. El marido y una mujer para traer hijos al mundo. La familia es el bloque elemental de la civilización y la sociedad diseñado por Dios.

Dios desea que la gente se case y tenga hijos. Que se casen, que transmitan la virtud, la moralidad, y lo que es más importante, la justicia de Dios para la siguiente generación. La gente que no se casa y tiene hijos, todavía puede tener una gran influencia en muchas maneras, pero no la misma influencia que usted tiene al criar a hijos piadosos para la siguiente generación.

Algunos principios básicos le presenté a usted. Los niños son una bendición, no una dificultad, eso es lo que la Biblia dice. La crianza de los hijos es un gozo, no una carga, eso es lo que la Biblia dice. El éxito es medido por lo que los padres hacen, no por lo que los hijos alcanzan. El éxito de un padre está en cómo aborda la crianza de los hijos. Y finalmente vimos el principio tan importante que consiste en que los padres son las influencias más importantes y más poderosas en las vidas de sus hijos. Más poderosos que la sociedad, que sus semejantes, porque los tenemos 24 horas al día, 7 días a la semana. Después, nos alejamos un poco de esos principios elementales para identificar la necesidad más grande del hijo.

¿Qué es lo que nuestros hijos necesitan más? Número uno: salvación. Número dos: santificación. Necesitan ser salvos del pecado, la muerte y el infierno; y necesitan ser santificados, separados del pecado. No necesitan control en su conducta, ese es un asunto a corto plazo, la meta de la crianza de los hijos no es criar a un hijo que se siente bien por sí mismo, o por sí misma, y tiene una medida de autoestima. El objetivo no es que sea amable, el objetivo no es criar a un hijo que de alguna manera está aislado de la sociedad que lo rodea. No importa cuánto trate usted de aislar a un hijo, la carne no es refrenada por el aislamiento.

De hecho, si usted ve el libro de Proverbios, usted encuentra una palabra que es usada de manera común en el libro de Proverbios, en cierta manera habla de éste punto. Es la palabra ‘simple.’ Y usted ve la palabra simple a lo largo del libro de Proverbios, es repetida muchas, muchas veces, y siempre en un sentido negativo. Siempre, ser simple, es negativo, es negativo. Cómo en el capítulo 1, versículo 22, “¿Hasta cuando, oh simples, amaréis la simpleza?” No hay beneficio en ser simple. Versículo 32, de Proverbios 1, “El desvío de los simples, los matará.” Nuestra meta no consiste en aislar a nuestros hijos, y dejarlos en algún nivel de simpleza, nuestra meta no es hacerlos decentes, para que digan: “Sí, señor. Sí, señora.” Nuestra meta es no darles un buen sentimiento acerca de sí mismos, nuestra meta no es solo controlar su conducta, nuestra meta es su salvación y la santificación. Y esos son ministerios espirituales, y por lo tanto son objetivos espirituales.

Ahora, para alcanzar ese tipo de cosas, se nos dan dos pasajes que hemos estado viendo. Uno en el Antiguo Testamento, y únicamente se lo voy a recordar. Deuteronomio 6, versículos 5 al 7: “Amarás a Jehová tu Dios, con todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y éstas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Y, además, añade, “Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” En otras palabras, el conocimiento de Dios es lo que debe ser enseñado a sus hijos, no solo conocer al Señor, Jehová, Jehová nuestro Dios, Uno es.” Sino, amar al Señor con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas. Y todo en amar al Señor, que Dios ha mandado, debe ser enseñado a los hijos.

Vimos un pasaje del Nuevo Testamento, vimos eso a detalle, Efesios capítulo 6, el cuál dice: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” Y después, “Y vosotros padres, (padre y madre) no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criarlos en la disciplina y amonestación del Señor.”

Entonces, vimos Deuteronomio 6, un poco, y vimos Efesios capítulo 6. Y de nuevo, la reiteración de lo que dije, lo que su hijo necesita es salvación y santificación. Esa es una obra de Dios, que es llevada a cabo en el corazón de un hijo, mediante la proclamación de verdad divina. Ahora, habiendo visto esos textos, y ese es un repaso rápido, en dónde hemos estado, ahora hemos pasado al libro de Proverbios, y usted puede ir ahí, si no está ya ahí. Y quiero que, en éste último par de mensajes, la semana pasada y ésta noche, simplemente hacer un pequeño estudio bíblico con usted, particularmente en los primeros capítulos de Proverbios, para considerar la sabiduría práctica que se encuentra en el libro de Proverbios, que debe ser dada como instrucción a los hijos.

Y ahora, le recuerdo lo que vimos la semana pasada, a lo largo de los primeros diez capítulos de apertura. El patrón obvio que está aquí, es que alguien le está hablando a los hijos. Éste es alguien diciendo, “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre. Y no menosprecies la enseñanza de tu madre.” “Hijo mío, recibe mis palabras, recibe mis mandamientos.” “Oíd hijos, la instrucción de un padre. No te olvides de mí enseñanza.” Esto es reiterado una y otra, y otra vez en estos primeros capítulos.

Entonces, lo que tenemos aquí, es la sabiduría de Dios, presentada en los Proverbios, que debe ser dada a los hijos. Y particularmente a los hijos. ¿Por qué a los hijos? Porque los hijos son los líderes en la familia, y los líderes en la nación. Es un reconocimiento de una nación caída, cuando el liderazgo está en las manos de las mujeres. Esa es siempre una batalla, porque desde la caída las mujeres han estado luchando por la supremacía, junto con los hombres. Pero la responsabilidad para la sociedad y la civilización se encuentra con los padres. Se encuentra con los padres, como en la familia.

Entonces, aquí está la instrucción de padres a hijos, madres a hijos, y la implicación, claro, más allá de hijos, a las hijas también. Pero los hijos llevan el peso del liderazgo, la responsabilidad del liderazgo en el mundo, y por lo tanto en la familia. Ahora, en el libro de Proverbios, hay afirmaciones concisas acerca de la vida sabia. Hay más de quinientas afirmaciones muy concisas acerca de la vida sabia. Y usted oye palabras como sabiduría, entendimiento, prudencia, conocimiento, discreción, discernimiento, a lo largo de los proverbios. Éste es el camino para todas esas cosas.

Ahora, lo que he hecho es extraer seis lecciones importantes que debemos enseñarle a nuestros hijos a partir de Proverbios. La semana pasada vimos las de apertura, permítame recordarles. Lección número uno, y voy a expandir esto un poco, así que sígame en ésta, lección número uno que debe enseñarles a sus hijos: Teme a tu Dios, teme a tu Dios, sé un verdadero adorador. Capítulo 1, versículo 7, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” Proverbios 9:10: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santo es la inteligencia.” Primera lección que debe enseñarle a los hijos: Teme a tu Dios, haz todo en tu vida por mostrar su honor a Él, mostrar su respeto hacia Él. Adorarlo.

Lo llevo de regreso, por tan solo un momento al libro de Levítico, quiero que me acompañe ahí, únicamente quiero mostrarle un patrón repetido en el libro de Levítico. El libro de Levítico está llamando al pueblo de Dios a la santidad. A lo largo del libro de Levítico, ése es el énfasis. Pero quiero que sepa lo que está detrás de esto. Hay muchas leyes dadas en el libro de Levítico al pueblo de Dios, pero lo que está detrás de esas leyes, comencemos en el capítulo 18. Y usted, en cierta manera va a tener que seguirme un poco, y le voy a mostrar una frase repetida. El Señor le habla a Moisés en el capítulo 18 y dice, “Habla a los hijos de Israel, y diles: Yo soy Jehová vuestro Dios.” Yo estoy a cargo. Yo soy Jehová vuestro Dios. No haré lo que es hecho en la tierra de Egipto,” versículo 3.

Versículo 4, “Deben cumplir mis juicios y guardar mis estatutos, vivir de acuerdo con ellos, Yo soy Jehová vuestro Dios.” Versículo 5, “Guardareis entonces, mis estatutos y mis juicios, por los cuales un hombre si los hace, vivirá. Yo Jehová. Ninguno de vosotros se acercará a ningún pariente de sangre para descubrir su desnudez. Yo soy Jehová.” Ahí en el versículo 21, “No entregaréis a ninguno de vuestros descendientes a Moloc, ni profanaréis el nombre de vuestro Dios, Yo soy Jehová.” El capítulo termina de esa manera. No deben contaminarse, Yo soy Jehová vuestro Dios.

El siguiente capítulo, el Señor de nuevo hablándole a Moisés, diciéndole: “Habla a la congregación de los hijos de Israel y diles: Santo seréis, porque Yo Jehová vuestro Dios soy Santo. Cada uno de vosotros respetará a su padre y a su madre, y guardareis mis días de reposo, Yo soy Jehová vuestro Dios. No os volváis a los ídolos, ni hagáis para vosotros imágenes de talla. Yo soy Jehová vuestro Dios.” Ahí en el versículo 10, “No cosecharéis vuestra viña, ni recogeréis el fruto caído de vuestra viña. Los dejaréis para los necesitados y el extraño.” ¿Por qué? “Porque Yo soy Jehová vuestro Dios.”

“No jurareis falsamente.” Versículo 12, “para profanar el nombre de vuestro Dios. Yo soy Jehová.” “No maldeciréis,” en el versículo 14, “a un hombre sordo, ni colocareis una piedra de tropiezo ante el ciego, sino que tendréis respeto, sino que temeréis a vuestro Dios. Yo soy Jehová.” Versículo 16, “No calumniareis a vuestro pueblo. No vas a actuar en contra de la vida de vuestro prójimo. Yo soy Jehová.” Versículo 18. “No te vengarás, ni tendrás amargura en contra de los hijos de vuestro pueblo, sino que amaráis a tu prójimo como a ti mismo.” ¿Por qué? “Yo soy Jehová.” “Yo soy Jehová y esto es lo que digo. En el quinto año,” versículo 25, “vas a comer de su fruto. Y te va a dar su fruto y Yo soy Jehová vuestro Dios.” Inclusive algo que parece tan temporal, y físico como eso, es un mandato de Dios. Tuvo su lugar, y tuvo su época, su tiempo, “Yo soy Jehová vuestro Dios.” Versículo 31, “No os volváis a los médiums o a los adivinos, ni los busquéis para contaminaros con ellos. Yo soy Jehová vuestro Dios.”

Versículo 36, “Balanzas justas, peso justo. Efa justa, hin justo.” En otras palabras, cuando pesen las cosas y están comprando y vendiendo, sean justos. ¿Por qué? “Yo soy Jehová, vuestro Dios.” Versículo 37, termina el capítulo, “Obedeceréis todos mis estatutos, y mis ordenanzas, y las haréis. Yo soy Jehová.” En el siguiente capítulo, versículo 3, “No profanaréis mi santuario. No profanaréis mi santo nombre,” versículo 7. “Os consagraréis, por lo tanto, y seréis santos. Porque Yo soy Jehová vuestro Dios.” Ahí en el versículo 24, “Yo soy Jehová vuestro Dios, que os separado de los pueblos.” Versículo 26, “Santo seréis porque Jehová vuestro Dios, Yo soy Santo.”

Es lo mismo en el capítulo 21, “Yo Jehová os santifico, y Soy Santo. Yo Soy Jehová, Yo soy Jehová que santifico.” Lo mismo en el capítulo 22, a lo largo del capítulo 22. Lo mismo en el capítulo 23, Yo soy Jehová vuestro Dios. Capítulo 24, vaya al versículo 16, “El que blasfeme el nombre de Jehová, ciertamente morirá. Toda la congregación ciertamente lo apedreará, el extranjero como también el israelita, cuando blasfeme el nombre será matado.” Versículo 22, “Habrá un estándar para vosotros, será para el extraño como también para el israelita, porque Yo soy Jehová vuestro Dios.” Él lo dice otra vez en el siguiente capítulo, y en el siguiente capítulo. “Yo soy Jehová vuestro Dios. Ésta frase repetida, tenía que estar sonando en las mentes del pueblo. “Yo soy Jehová vuestro Dios. Yo estoy a cargo, y esto es lo que Yo digo: Teme a tu Dios. Obedécelo. Hónralo. Adóralo, por encima de todo.

Entonces, esa es la primera lección que usted debe enseñarle a su hijo. La segunda es: Guarda tu mente. Protege tu mente. Y eso está esparcido a lo largo de Proverbios, pero en el capítulo 4, versículo 23, es un buen lugar en cierta manera, para ubicarlo: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón o tu mente.” Significa lo mismo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida. ‘Protege tu mente,’ no solo guiamos a nuestros hijos, a temer y a adorar a Dios, sino que nos volvemos los protectores de las mentes de nuestros hijos. Somos responsables de esa tarea tan importante.

La tercera cosa que vimos ya en Proverbios, la tercera lección es obedece a tus padres. Obedece a tus padres. Es repetido una y otra vez, como todas estas lo son, obedece a tus padres. Las primeras lecciones de sumisión y obediencia critica, se llevan a cabo, se presentan en la niñez. Mire, usted no puede vivir en el mundo si usted es un rebelde. Usted no puede romper leyes en el mundo y tener una vida en paz. Usted va a terminar muerto, o va a terminar en la cárcel, usted va a terminar como un nómada, como un criminal, fugitivo. Usted no puede vivir en rebelión y enseñar la sumisión es la primera responsabilidad y es preeminente por parte de los padres en el hogar. Le enseñamos a los hijos la ley de Dios. Y su conciencia es el alma que los azota cuando la violan. En la familia le enseñamos a los hijos la ley de Dios. Y la vara, es el arma que los azota cuando la violan.

El gobierno también representa a Dios, y sostiene en alto la ley. Y si usted rompe la ley del gobierno, la espada es el arma y es un arma mortal. Dios ha colocado esos refrenos en la sociedad. Personalmente en la conciencia, en la familia es la vara de la disciplina, y en la sociedad es la espada. Entonces, enseñe a sus hijos, teme a tu Dios, guarda tu mente, obedece a tus padres.

Y, en cuarto lugar, la última vez dijimos, escoge a tus compañeros. Escoge a tus compañeros. Vimos muchas escrituras acerca de eso, no vamos a regresar, simplemente para decir, vimos el capítulo 1, versículo 10, “Hijo mío, si los pecadores te quisieran engañar, no consientas,” no vayas con esas personas que están llevándote a pecar y a la iniquidad. Y él tiene mucho que decir acerca de eso en los primeros capítulos de Proverbios. Muy bien, teme a tu Dios, guarda tu mente, obedece a tus padres, escoge tus amigos. Muy, muy importante.

Ahora llegamos al número cinco, en nuestra lista. Y vamos a terminar la lista. Controla tus deseos. Controla tus deseos. Esto toma mucho espacio en los primeros capítulos de Proverbios. En el capítulo 5, versículo 22, dice con respecto a los caminos de un hombre, “prenderán al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su pecado. Él morirá por falta de corrección, y errará por lo inmenso de su locura.” Usted no puede dejar a los hijos sin instrucción acerca de lo mortal que es el pecado. Tienen que ser instruidos, de lo contrario sus propias iniquidades los van a cautivar, y su propio pecado los va a atar y van a morir por falta de instrucción, y van a desviarse en medio de la insensatez.

Esto abre el asunto entero de la moralidad, y la preocupación primordial del Espíritu Santo es escribir a lo largo de esta sección de Proverbios, y se reduce a la pureza sexual. La pureza sexual. Hay tanto aquí, usted lo puede ver por sí mismo, pero tan solo quiero mostrarle unos cuantos lugares. Capítulo 2, versículo 16, “La sabiduría es importante para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras. Ella es la que abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.” Ella es una adúltera porque viola su matrimonio, y a su marido. “Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos. Todos los que a ella lleguen no volverán, ni seguirán otra vez los senderos de la vida.” Mantente alejado de la mujer extraña. La adúltera. Ella se hunde hacia la muerte, su casa te va a llevar a la muerte.

¿Por qué un comentario tan extremo? Porque el adulterio se castigaba con la muerte. Enséñele a sus hijos, moralidad. Enséñeles dominio propio. Enséñeles a vivir una vida pura, no a colocarse a sí mismos en un lugar en el que pueden ser seducidos y tentados. En el capítulo 5, hay mucha instrucción acerca de esto, comenzando en el versículo 1: “Hijo mío, está atento a mi sabiduría. Y a mí inteligencia inclina tu oído, para que guardes consejo y tus labios conserven la ciencia. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite, más su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos, sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al Seol. Sus caminos son inestables, no los conocerás, sino considerares el camino de vida.”

Esa es una descripción verdadera, bíblica de una adúltera, de una ramera, de una mujer inmoral. Versículo 7, “Ahora, pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca. Aleja de ella tú camino, y no te acerques a la puerta de su casa, para que no des a los extraños tu honor y tus años al cruel, no sea que extraños se sacien de tu fuerza y tus trabajos estén en casa del extraño, y gimas al final, cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,” inclusive podría tener en mente enfermedad venérea. Debes mantenerte alejado de una mujer adúltera, no debes someterte a sus besos, y a sus engaños. No debes ser atrapado al perder el dominio propio, y llegar a un final en el que gimas. Inclusive, al castigo público, versículo 14, “casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación.” ¿A qué se refiere eso? a una pena de muerte pública, a una ejecución pública mediante el apedreamiento. Ahí es a dónde te podría llevar.

Capítulo 6, versículo 20, “Guarda hijo mío el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre. Átalas siempre en tu corazón y enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando andes, cuando duermas te guardarán, hablarán contigo cuando despiertes, porque el mandamiento es lámpara y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen, para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña. No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos, porque a causa de la mujer ramera, el hombre es reducido a un bocado de pan. Y la mujer caza la preciosa alma del varón. ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo. No quedará impune ninguno que la tocare.”

Versículo 31, “Pero si es sorprendido pagará siete veces, entregará todo el haber de su casa, (el ladrón), más el que comete adulterio, es falto de entendimiento.” ¿Qué va a costar eso? “Corrompe su alma el que tal hace,” destrucción personal. De nuevo, el énfasis en la muerte, destrucción por la inmoralidad. El capítulo 7 recoge el mismo tema de nuevo. “Hijo mío guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos.” Y podemos llegar al versículo 6, “Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía, vi entre los simples, consideré entre los jóvenes un joven falto de entendimiento.”

Ésta es cómo una mujer seductora que está ahí en la calle, y ella ve a éste joven que no discierne, simple, un joven falto de entendimiento. “El cuál pasaba por la calle junto a la esquina, e iba camino a la casa de ella, a la tarde del día cuando ya oscurecía en la oscuridad y tinieblas de la noche.” Siempre una reunión clandestina. “Cuando he aquí una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón, alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa.” Los pies de las mujeres piadosas se quedan en casa.

“Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas. Se asió de él y le besó con semblante descarado le dijo: Sacrificios de paz había prometido, hoy he pagado mis votos; por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. He adornado mi cama con colchas, recamadas con cordoncillo de Egipto, he perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela. Ven embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores porque el marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje.” Lo cual significa que va a estar fuera mucho tiempo.

“La bolsa de dinero llevó en su mano, el día señalado volverá a su casa. Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, lo obligó con la zalamería de sus labios,” y repentinamente, “y al punto se marchó tras ella, cómo va el buey al degolladero, y cómo el necio a las prisiones para ser castigado. Como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos, no yerres en sus veredas, porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han sido muertos por ella. Camino al Seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte.” Ella sale para matar, ella sale para matar, y cómo si esa no fuera información suficiente como para sacudirnos, usted tiene más en el capítulo 9.

En el capítulo 9, la advertencia viene de nuevo en el versículo 13, “La mujer insensata es alborotadora, es simple e ignorante. Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad, para llamar a los que pasan por el camino, que van por sus caminos derechos. Dice a cualquier simple: Ven acá, a los faltos de cordura dijo: Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso. Y no saben que allí están los muertos, que sus convidados están en lo profundo del Seol.” Enséñele a sus hijos a guardar sus deseos, a guardar su cuerpo. Esto es crítico, éste es el camino a la muerte.

Inclusive en una sociedad que no aplica la pena capital para el adulterio, la muerte puede venir en muchas maneras, muchas maneras. Puede venir mediante una enfermedad, puede venir mediante un homicidio, puede venir porque simplemente es una muerte prematura debido a la iniquidad. Puede venir de una manera profundamente espiritual, y ser la muerte de toda esperanza para una vida significativa, buena, y noble.

El apóstol Pablo nos da una advertencia en 1 Tesalonicenses 4:3, “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación.” ¿Qué quieres decir Pablo? “Que os apartéis de fornicación,” que se abstenga de inmoralidad sexual. Cualquier acto sexual que no es entre un marido y una mujer, es inmoralidad, es pecado. Absténganse de esto. Ahora, “que cada uno de vosotros sepa tener vuestra propia esposa en santidad y honor.” ¿Qué es un vaso? Cuerpo. Tiene que controlar su cuerpo en santificación y honor, y no operar en pasión de concupiscencia como los paganos que no conocen a Dios. Usted no puede vivir así como hijo de Dios. Su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, Pablo le dice a los corintios.

Entonces, ese es un negativo, admito, ese es un negativo. Ese definitivamente es un negativo, pero es un negativo muy esencial en criar a sus hijos. Se les tiene que enseñar a controlar sus deseos. Parte de esa enseñanza es mantenerlos alejados de esas cosas que incitan sus deseos. Hay un lado positivo de eso, no obstante, y eso es el sexto principio: Sé fiel a tu esposa, sé fiel a tu conyugue. De nuevo, esto es retratado de manera predominante de padres a hijos, pero claro, de nuevo los padres y los hijos son las cabezas de las familias en la nación, ellos establecen el ritmo.

Observe el capítulo 5 por un minuto. “Bebe el agua de tu propia cisterna,” la cual es una manera metafórica de decir, debes estar satisfecho con tu propia esposa, con tu propio marido. “Bebe el agua fresca de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela, sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña? Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera todas sus veredas.”

Fidelidad en el matrimonio. Enséñele a sus hijos fidelidad en el matrimonio. Proverbios dice, “Una esposa es un regalo preciado de Dios, para que sea tu amiga y tu compañera,” Proverbios dice, “una esposa es un regalo de Dios para servir para tus necesidades, y aquellas de tus hijos.” Proverbios 31, literalmente presenta todo de manera mejorada, que es dicho en otras partes de Proverbios, acerca de la bendición de una buena esposa, y cuán remunerante ella se vuelve para la familia y el marido. La imagen de estos textos es de fidelidad completa; mentalmente, físicamente, emocionalmente, a tú cónyuge. No estés ofreciendo tu afecto a otras personas que te rodean. No estés esparciendo tus emociones por todos lados. Dios ve, todo está ante los ojos del Señor. Es importante enseñarle a sus hijos, ama a tu esposa. Enseñarle a tus hijas, ama a tu marido.

Y usted puede ir a Efesios y usted encuentra eso enriquecido, ¿no es cierto? Cómo Cristo amó a la iglesia, amas a tu esposa. Y la esposa se somete a su marido, como al Señor. Entonces, un padre sabio, enseña a sus hijos: Teme a tu Dios, guarda tu mente, obedece a tus padres, escoge a tus compañeros, controla tus deseos, disfruta a tu esposa, disfruta a tu cónyuge. Número siete, cuida tus palabras, cuida tus palabras.

Simplemente viendo la página en la que estoy, Proverbios 4:24, “Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios.” ¿Qué es esto? Mentira. Deja de mentir. Deja de mentir. Cuando hables, capítulo 5, versículo 2, tus labios deben comunicar conocimiento. Capítulo 6, versículo 12, “El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de boca.” De nuevo, la perversidad es descrita en el versículo 14 cómo andar pensando el mal en todo tiempo, siembra las discordias, “por tanto, su calamidad vendrá de repente, súbitamente será quebrantado.”

Si usted es un mentiroso, si usted está hablando palabras desviadas, literalmente está sembrando la semilla de su propia destrucción. Hay tanto acerca de esto en el libro de Proverbios, no lo vamos a ver todo, pero quiero llevarlo por un minuto al capítulo 10, porque parece ser una característica del décimo capítulo, y comenzamos en el versículo 11 leemos: “La boca del justo es una fuente de vida. La boca del justo es una fuente de vida, pero la boca del impío encubre violencia.” En el versículo 13, “En los labios del que discierne se halla la sabiduría.” Versículo 14, “Con la boca del insensato la ruina está presente.” Versículo 18, “El que encubre odio tiene labios mentirosos, y el que esparce calumnias es un necio.”

Versículo 19, “En dónde hay muchas palabras, la transgresión es inevitable. Pero el que refrena sus labios es sabio.” Eso realmente es práctico. Y es verdad, ¿no es cierto? Entre menos dice usted, es menor probable que usted va a decir algo que está mal, o que esté equivocado. Versículo 20, “La lengua de los justos, es como plata escogida.” Versículo 21, “Los labios de los justos alimentan a muchos.” Versículo 31, “La boca de los justos fluye con sabiduría.” Versículo 32, “Los labios de los justos producen lo que es aceptable.” Y todos esos se presentan como contraste, y también con las palabras de los impíos.

A lo largo de Proverbios, el asunto de las palabras, palabras, es un punto importante de sabiduría. La sabiduría es conducta en el hebreo. Sabiduría es hakam, es conducta. No es algo que es etéreo, o cognitivo, es conducta. Si usted es sabio, usted actúa con sabiduría, y usted habla con sabiduría y usted piensa con sabiduría. Usted se conduce con sabiduría. Los labios de los justos, Proverbios dice, hablan sabiamente. Los labios de los justos, permanecen para siempre. Los labios de los justos son una fuente de vida. Los labios de los justos en el capítulo 15, versículo 4, “son un árbol de vida.” Los labios de los justos, leemos, son como plata escogida, en el capítulo 12. Los labios de los justos hablan cosas que son satisfactorias. Los labios de los justos, leemos, alimentan a otros, traen sanidad, traen liberación. Los labios de los justos hablan lo que es paciente, amable, veraz, honesto, puro, suave, gentil, son tardos para enojarse, y los labios de los justos son herramientas que hablan para el Señor Dios.

Por otro lado, en Proverbios, la boca de los necios derrama palabras torcidas, insensatez, violencia, odio, malicia, demasiadas palabras, contención, ruina, calumnia, menosprecian, chisme, desgracia, son un juego y perversidad. Enseñe a sus hijos a guardar sus palabras, a cuidar sus palabras. Esto claro, es un asunto muy importante en el Nuevo Testamento, y en el libro de Efesios, leemos esto del apóstol Pablo. Efesios 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que es necesaria para la edificación de acuerdo con la necesidad del momento, para que de gracia a los oyentes. No contristéis el Espíritu Santo de Dios.”

Las palabras corrompidas entristecen al Espíritu de Dios. Eso no podría ser más directo. “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Ante sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Y eso es expresado en las palabras. Santiago, el tercer capítulo, tiene tanto que decir acerca de las palabras. El tercer capítulo de Santiago comienza: “Hermanos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.” Si usted toma la responsabilidad en la que usted habla todo el tiempo, potencialmente se está colocando en un lugar muy, muy peligroso, al menos que su corazón y mente estén preparados.

“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos, para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves, aunque tan grandes y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón, por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí cuán grande bosque enciende un pequeño fuego, y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta en nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.”  ¡Que descripción de la lengua!

Usted puede pecar con mayor prontitud con su lengua que con cualquier otro componente físico. Usted puede decir cualquier cosa. Es un fuego, es un destructor. Enseñe a sus hijos a guardar sus palabras, lo que dicen. Es tan obvio, y tan elemental. Cuida tus palabras. Usted necesita disciplinar a sus hijos seriamente y de manera coherente, y consistente, cuando sus palabras no son edificantes y dan gracia.

Muy bien, número ocho. Enseñe a sus hijos a buscar el trabajo, a buscar su trabajo. Enséñeles a trabajar. Enséñeles a trabajar. Proverbios 6:6, “Ve a la hormiga, oh perezoso,” persona floja, “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos y se sabio. Ve a las hormigas, ve lo que hacen, la cual, no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la ciega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar y cruzar por un poco las manos para reposo, así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.” Busca tu trabajo.

En otras palabras, vas a ser robado, busca tu trabajo. Sé diligente en tu trabajo. Un hombre perezoso y las personas flojas siempre tienen muchas excusas, muchas historias tristes de que salió mal, y cómo han sido víctimas, y cómo tienen dolores, y problemas. Ve a la hormiga, sin líderes, y sin embargo trabajan y planean para el futuro. Si no trabajas te robas a ti mismo, desperdicias tu tiempo, desperdicias tu talento, desperdicias tu capacidad para ganar recursos, desperdicias horas preciadas, desperdicias oportunidades, pasan sin alcanzar nada. Las has desperdiciado, eso es desperdiciar.

No estamos hablando de ganancias ilícitas, porque el capítulo 10, versículo 2, dice: “Las ganancias ilícitas no traen utilidad.” Las ganancias ilícitas no traen utilidad. La gente floja va a gastar el poco dinero que tiene para comprar un boleto de lotería. Según Proverbios, el hombre flojo va a sufrir hambre, pobreza, fracaso, porque está durmiendo en la cosecha, quiere, pero no trabaja para obtenerlo, le encanta dormir, está pegado a su cama, y sigue metas sin valor. Todas esas técnicas de volverse rico rápido.

Por otro lado, Proverbios dice que el hombre que busca su trabajo, se gana la vida, gana bien, tiene suficiente alimento, es recompensado por su esfuerzo, se gana el derecho de tener respeto, inclusive está de pie delante de los reyes. Proverbios 22:29 dice eso. Enséñele a sus hijos a trabajar, no a desperdiciar su vida. Enséñeles a trabajar. Eso no quiere decir que todos tienen que conseguir un trabajo, enséñele a sus hijas a trabajar en el hogar, a que sea una mujer de Proverbios 31, y hacer todo lo que sea posible, con todas sus capacidades y que sean diligentes para el beneficio de la familia, y la honra de Dios.

Número nueve. Enseñe a sus hijos a administrar su dinero, administrar su dinero. No sea necio con el dinero. Capítulo 3, versículos 9 y 10, “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos, y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.” Aquí está lo primero que usted hace al administrar su dinero, honre al Señor, honre al Señor. Usted honra al Señor, usted comienza al dar las primicias al Señor, y después hay consejo que es muy práctico, ya se le ha dicho eso de que, si usted trabaja duro, usted va a tener suficiente. Si trabaja duro va a prosperar, si trabajas duro vas a ser rico, vas a vivir una vida plena, todos hemos oído eso, pero específicamente hay algunas cosas con las que debes tener cuidado al administrar tu dinero.

Aquí hay una, en el capítulo 6, versículo 1, “Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si has empeñado tu palabra a un extraño, te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo, ve, humíllate y asegúrate de tu amigo, no des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento, escápate como gacela de la mano del cazador, y cómo ave de la mano del que arma lazos.” Bueno, ¿qué es eso? No seas aval o firmes junto con alguien una deuda para alguien más. No hagas que todos tus bienes dependan de cómo conduce alguien más su vida. No hagas eso.

Esto no prohíbe la generosidad, esto prohíbe la insensatez. Ciertamente puedes usar tu dinero a tu discreción, y si sabes de alguien que tiene una necesidad, le das lo que necesita. Y puede haber ocasiones en las que se puede hacer un préstamo de manera razonable, inclusive Jesús dijo, “deberías haber colocado tu dinero en el banco y haber ganado interés.” Y si lo estás colocando y ganando interés, el banco lo está presentando ahí para ganar ese interés, entonces Jesús afirmó eso. Pero lo que esto está diciendo es, no coloques tu dinero en el control, o bajo el control de la mano de alguien más.

Tu administración, es tu administración. Cuida de tu propia obligación financiera, y si te has metido en una situación en la que eres responsable por la deuda de alguien más, ve con esa persona y salte de esa relación. Salte. Porque ahora, lo que Dios te ha dado está dependiendo de la discreción de alguien más. Negocia un trato, lo más rápido que puedas. Es lo que los versículos 4 y 5 están diciendo. Salte por ser un aval, o el que responde por un extraño. Eso no significa que no ayudarías a tus hijos o alguien que es cercano a ti. Pero no haces esto con personas que no conoces.

Además, observe el capítulo 13, versículo 22, enséñale a tus hijos esto, “Un buen hombre, deja una herencia.” ¿Escuchó eso? ¿A sus hijos? No. “El bueno, dejará herederos a los hijos de sus hijos. Pero la riqueza del pecador, está guardada para el justo.” Un buen hombre, de hecho, deja una herencia a sus nietos. El Señor ha provisto a todos nosotros la capacidad de ganar riquezas, Deuteronomio dice. Él nos ha colocado en un mundo en dónde las riquezas abundan, y si trabajamos duro, y hacemos lo correcto tenemos algo para las generaciones futuras.

Por cierto, Proverbios 22:7 nos recuerda, “El rico se enseñorea del pobre, y el que toma prestado se convierte en el esclavo del que presta.” Enséñele a sus hijos a administrar su dinero, a que sean responsables con el dinero, que trabajen duro para conseguirlo. Hay medios legítimos para ganar dinero, trabajen duro para ello, que lo cuiden, que mantengan su propia responsabilidad del dinero, que no se metan en situaciones dónde hacen concesiones, en dónde la conducta de alguien más afecta su dinero, que controlen su dinero para honrar al Señor, y comienza al darle la primicia a Él, cuida de tus obligaciones financieras e inmediatamente salte de deudas y deja una herencia.

Después, número diez, y más podría ser dicho acerca de todos estos, únicamente le estoy dando en cierta manera el panorama general: sirve a tus vecinos. Sirve a tus vecinos. En medio de que seas sabio con tu dinero, todavía eres llamado a amar a tu prójimo como a ti mismo, leímos eso, ¿no es cierto? en Levítico. Y sirve las necesidades de tú prójimo. Observa al capítulo 3, versículo 27, “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. Si alguien tiene una necesidad y tienes los recursos,” tienes la obligación, ¡hazlo! Tienes el poder de hacerlo. “No digas a tu prójimo, anda y vuelve y mañana te daré, cuando tienes contigo que darle. No intentes mal contra tu prójimo, que habita confiado junto a ti.” No. Si tiene necesidad, y tienes la provisión, satisface su necesidad. Sirve a tu prójimo. No discutas, no te rehúses. No digas, voy a pensarlo, voy a regresar, cuando tienes los recursos contigo. Lo único que va a hacer es que la vida sea difícil para ti si vives cerca.

El versículo 31, dice, “No envidies al hombre injusto, ni escojas ninguno de sus caminos.” Jamás tengas envidia de personas que resuelven problemas con la violencia. Jamás resuelvas problemas con la violencia, “Porque Jehová abomina al perverso, más su comunión íntima es con los justos. La maldición de Jehová está con la casa del impío, pero bendecirá la morada de los justos. Ciertamente, Él escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará gracia. Los sabios heredarán honra, más los necios llevarán ignominia.” Todo eso en el contexto, ayuda a tu prójimo. Busca ayudar a tu prójimo. Ese es el deber de los padres, enseñarle a sus hijos: Teme a tu Dios, guarda tu mente, obedece a tus padres, escoge a tus compañeros, controla tus deseos, disfruta a tu cónyuge, cuida tus palabras, busca tu trabajo, administra tu dinero, ayuda a tu prójimo. Son lecciones sorprendentes. Lecciones sorprendentes.

Veámoslas un poco al revés. Si no le enseñas a tu hijo a temer a Dios, el diablo le va a enseñar a odiar a Dios. Si no le enseñas a tu hijo a guardar su mente, el diablo le va a enseñar a tener una mente abierta. Si no le enseñas a tu hijo a obedecer a sus padres, el diablo les va a enseñar a rebelarse y a romper el corazón de sus padres. Si no le enseñas a tu hijo a escoger a sus compañeros, el diablo los va a escoger por él. Si no le enseñas a tu hijo a controlar su cuerpo, el diablo con gusto le va a enseñar e entregarlo de manera completa a la lujuria. Si no le enseñas a tu hijo a disfrutar a su cónyuge en el matrimonio, el diablo le va a enseñar a destruir el matrimonio. Si no le enseñas a tus hijos a cuidar sus palabras, el diablo va a llenar sus bocas. Si no le enseñas a tus hijos a buscar su trabajo, el diablo va a hacer de la pereza una herramienta de injusticia. Si no le enseñas a tus hijos a administrar su dinero, el diablo les va a enseñar a desperdiciarlo. Si no le enseñas a tus hijos a amar a su prójimo, el diablo con gusto les va a enseñar a amarse únicamente a sí mismos.

Ahora, usted podría pensar que acabamos, pero no tan rápido. Este es un asunto profundo y contundente, que hemos estado viendo en Proverbios, la vida vivida sabiamente. Pero tras bambalinas, está sintiendo un poco, en cierta manera la realidad molesta de que todo esto fue escrito según el capítulo 1, versículo 1, por un hombre llamado Salomón, el hijo de David, rey de Israel. Y también en el capítulo 31 es identificado por el nombre Lemuel. El escritor inspirado de Proverbios, el hombre que el Espíritu Santo usó para ser el que transmitió toda esta sabiduría divina, fue el hijo de David, Salomón. Salomón, es Salomón quién básicamente escribe y recolecta toda esa sabiduría.

Ahora, necesitamos conocer la historia para cerrar. Entonces regrese a 1 Reyes capítulo 3, 1 Reyes capítulo 3. Escuche esto. Versículo 3, “Más Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, …mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón, una noche en sueños y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.” Salomón presenta ésta ofrenda masiva a Dios. Mil ofrendas quemadas a Dios. Y Dios dice, “Me gusta eso, ¿qué quieres?”

Versículo 6, “Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David, mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia y con rectitud de corazón para contigo, y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tu escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues a tu siervo un corazón entendido, para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?”

“Y agrado delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras, he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú,” la persona más sabia que jamás había vivido. “Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que, entre los reyes, ninguno hay como tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días. Cuando Salomón despertó vio que era sueño, y vino a Jerusalén y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, he hizo también banquete a todos sus siervos.”

Que comienzo tan increíble, maravilloso, para Salomón. Vaya al capítulo 4, capítulo 4. Salomón, versículo 29, “Y Dios dio a Salomón sabiduría, y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar. Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios. Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol;” hombres sabios, “y fue conocido entre todas las naciones de alrededor. Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco. También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo, disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces. Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría.”

3,000 proverbios expresando ésta sabiduría sorprendente. Más de 500 de esos 3000 están contenidos en el libro de Proverbios, junto con algunos proverbios de otros escritores que él recolectó junto con el capítulo 30 de un hombre llamado Agur, el cual está incluido. Salomón también escribió el Salmo 72, y el Salmo 127, él escribió el libro de Eclesiastés, y Cantar de los Cantares. Proverbios es una mina de oro de teología bíblica, explicada en justicia práctica, en pensamiento y acción por parte del hombre más sabio que jamás vivió, y encima de eso, él fue inspirado por el Espíritu Santo. El mensaje general es éste, “Aquí está la sabiduría. Si vives sabiamente, Dios va a hacer que vivas más tiempo, que prosperes más, que experimentes mayor gozo y satisfacción, y te va a bendecir. Sino aplicas ésta sabiduría, y vives de manera insensata, vas a sufrir vergüenza, y muerte.”

Esos dos temas están entrelazados a lo largo de Proverbios: sabiduría e insensatez. Al principio de su vida, Salomón estuvo casado con una mujer de Shunem. Shunem está cerca de Jezreel en la parte sur de Galilea. Casado con una mujer, su esposa. Al celebrar la bendición de ese matrimonio, el Espíritu Santo lo inspiró para que escribiera éste impresionante poema largo de amor, dedicado a su amada esposa, llamado el Cantar de los Cantares. Él lo escribió como un hombre muy joven, para su esposa.

Después de eso, él se casó con otras 699 mujeres, y después tuvo relaciones sexuales con 300 concubinas. 1000 mujeres. ¿Éste es el hombre que escribió Proverbios? ¿Éste es el hombre más sabio que jamás vivió? ¿Cómo terminó su hijo? Un desastre. ¿Le sorprende a usted eso? Roboam rechazó a Dios, capítulo 12 de 1 Reyes, se rebeló. Una historia triste, triste. ¿Cómo es posible, que un hombre con toda esa sabiduría, que pudo escribir todo eso, un hombre que supo lo que era tener el amor justo hacia una mujer, y escribió el Cantar de los Cantares, y la belleza de eso, como es posible que él pudiera tener mil mujeres, 700 esposas? Salomón fue un hipócrita. Él fue un hipócrita.

Y pienso en amabilidad hacia él, el Señor le dio una oportunidad más, para una palabra final, y él escribió Eclesiastés. Al final de su vida él miró hacia atrás y vio su vida y su insensatez, y él escribió Eclesiastés, lo cual significa ‘El Predicador.’ “Las palabras del Predicador, el hijo de David, rey en Jerusalén.” Eso es lo único que usted necesita saber. “Vanidad de vanidades, dice el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.” Ese es el post-mortem de su vida, desperdicio, vacía, inútil. Su vida entera fue vacía, vacía, vacía, vacía. Por once capítulos en Eclesiastés él mira hacia atrás al calendario, y repite la vaciedad de su vida miserable. Un hombre que conoció tanta sabiduría, y que vivió la vida de un necio absoluto. Pero él llegó al fin correcto.

El capítulo final de Eclesiastés, el legado final de Salomón, escuche sus palabras: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos.” “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes de que vengan los días malos.” “Acuérdate de él, porque vanidad de vanidades, dice el Predicador, todo es vanidad. No te olvides de Dios.” Y ésta es la sección final del capítulo 12. Además de ser un hombre sabio, y “cuando más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad.” 3,000 proverbios y 1,005 canciones.

“Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”

Él en cierta manera terminó en dónde él comenzó. ¿No es cierto? Ésa son el tipo de cosas que le oímos decir en Proverbios; teme a Dios, guarda sus mandamientos, porque Dios va a traer todo acto a juicio, todo aquello que está escondido, sea bueno o malo. Él también dijo esto, capítulo 9, versículo 9, simplemente un pequeño comentario a pie de página. “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad, que te son dados debajo del sol. Todos los días de tu vanidad, porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.” Disfruta de la vida con la mujer que amas. Literalmente, él estaba dándole la espalda a todo lo que él había hecho de su vida, tan vacía.

El punto es éste. Usted puede saber todo esto y puede vivir como Salomón. Eso es simplemente trágico de manera épica. O puede escuchar a Salomón cuando él mira hacia atrás, y ve su vida y seguir su sabiduría, y acordarte de tu Creador en los días de tu juventud. Honrar a Dios, guardar Sus mandamientos, temerle. Esto se aplica a toda persona.

Señor te damos gracias porque hemos podido cubrir estos proverbios que son realmente ricos, y verlos en el contexto de un hombre que, de una manera tan extraña, halló casi imposible, el vivir lo que él predicó. Él es el Predicador, él es el que escribe los proverbios, él es el que coloca la verdad en palabras correctas. Él es el que las presenta con fuerza, como clavos metidos, pero él vive como un hombre. Y él es el hombre más sabio de la tierra, y quizás por cierta medida, él más disipado. Es algo aterrador ver esto, y habla del asunto de que podemos conocer algo sabiendo que es verdad, y no vivirlo. Aquí estuvo un hombre cuya vida no solo fue vacía por parte de él, pero dejó un legado vacío para su hijo, que fue un rebelde, no solo en contra del consejo de los ancianos de su nación, sino inclusive en contra de ti, oh Dios.

Que tomemos la sabiduría que está ahí, la conozcamos, la vivamos, la proclamemos a nuestros hijos, y los encomendamos a tu cuidado. Para Tu gloria oramos en el nombre de Cristo. Amén.

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4/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 28

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Para esta ocasión continuaremos con nuestro estudio bíblico realmente del tema, “Sombra para los hijos.” Estamos hablando de la crianza de los hijos, hablando de lo que es esencial, lo que es crítico para los padres, para proveer un futuro para sus hijos, en un mundo muy hostil. Quiero que veamos en particular el libro de Proverbios. Entonces quiero que abra su Biblia en Proverbios y quiero que esté listo para avanzar a lo largo de este libro conmigo, porque vamos a estar viendo y leyendo mucha Escritura. No hay mucho que explicar en el libro de Proverbios, es evidente en sí mismo en casi cada caso, y esto es instrucción que es crítica para la crianza de sus hijos.

Estamos examinando lo que Dios ha mandado a los padres que hagan en la crianza de sus hijos. Comenzamos en Efesios capítulo 6, los hijos deben obedecer a sus padres y honrar a sus padres, deben hacerlo en el Señor, y es el primer mandamiento con promesa, y esa promesa fue una vida larga y plena. Esa es la responsabilidad de los hijos. Los padres no deben frustrar o exasperar a sus hijos, sino criarlos en la disciplina y amonestación del Señor.

Entonces vimos esas cosas en las últimas dos semanas. Esta noche quiero entrar en el proceso entero de como los padres instruyeron a sus hijos, un poco, y ver algunos puntos específicos en la Palabra de Dios. Ahora recuerde, el principio básico que en cierta manera, sobre el cual hemos estado operando, se nos dio ahí atrás en el libro de Deuteronomio cuando los hijos de Israel estaban listos para entrar en la tierra prometida, y Dios les dijo: “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová Uno es.” Deuteronomio 6. “Y amarás a Jehová tu Dios, de todo tu corazón, y toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que Yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

En otras palabras, tu vida entera, básicamente debe ser vivida en la esfera de la verdad divina, para que guíes a tus hijos a amar al Señor con todo su corazón, alma, mente y fuerzas. Ahora, incluido en nuestro mensaje de la semana pasada, fue una explicación de cuán importante es comenzar al enseñarle a sus hijos, el evangelio, el evangelio. Y le di algunas historias bíblicas, comenzando en Génesis, que usted puede usar para enseñar a sus hijos. Sugerí algunos pasajes del Nuevo Testamento también, para usar en esa instrucción.

En esta noche al comenzar, quiero regresar a esa idea entera de instruir a sus hijos en el evangelio, y el asunto de la salvación. Pero en lugar de ver algunos pasajes específicos, quiero hablar de algo de doctrina. Entonces, permítame darle algo de doctrina en términos panorámicos de lo que usted necesita enseñarles a sus hijos, ¿muy bien? Esto es muy, muy importante. Aquí están los principios que se relacionan con la salvación de sus hijos. Número uno, usted le enseña a sus hijos que Dios es santo, y que Él demanda santidad perfecta. Si alguien va a tener una relación con Dios, ciertamente una relación eterna con Dios, esa persona debe ser santa, porque Dios es Santo. Y debido a que Él es Santo, en segundo lugar, el odia el pecado. Y debido a que Él odia el pecado, Él siempre castiga el pecado.

Entonces, sus hijos necesitan saber que Dios es Santo, que Su ley demanda santidad perfecta, que la santidad perfecta se requiere para que alguien tenga una relación con Él. Él odia el pecado, Él siempre castiga el pecado. La siguiente verdad que usted debe asegurarse de que sus hijos sepan, es que somos pecadores, y por lo tanto no podemos estar delante de Dios en base a nuestra propia santidad, en base a nuestra propia santidad, en base a nuestra propia justicia. Hemos violado la ley de Dios, hemos ofendido a Dios, hemos escandalizado a Dios, no tenemos base alguna por nosotros mismos para entrar en Su presencia, y tener una relación con Él.

Usted necesita decirle a sus hijos que el pecado hace que la paz con Dios sea imposible. Inclusive, destruye la paz con otros, cómo obviamente vemos esto en un mundo sin paz. Sus hijos también necesitan saber que toda persona está en esta condición. Toda persona está bajo juicio porque todos somos impíos. Toda persona vive en una situación de alejamiento de Dios, la paz con Dios es imposible, y la paz con otras personas es casi imposible también. Todos nosotros somos dignos de muerte, somos dignos de muerte física y somos dignos de muerte eterna. Los niños necesitan entender eso. Hay consecuencias severas y eternas del pecado. Y después necesitan saber que los pecadores no pueden hacer nada para cambiar eso, nada. Nada para ganarse un futuro diferente, nada para ganarse la reconciliación con Dios, no podemos hacer nada. Ése es un mensaje crítico, porque toda religión falsa en el mundo, dice, “podemos hacer algo.” Y usted va a aislar a sus hijos de la religión falsa, si entienden su alejamiento de Dios, y que no hay manera que puedan hacer algo por reconciliarse.

Además, no podemos cambiar nuestra naturaleza, no podemos arreglarnos a nosotros mismos, no podemos cambiar, o ser diferentes de lo que somos, no tenemos manera de ayudarnos a nosotros mismos. Nos dirigimos al juicio eterno, nos dirigimos al infierno, ese es nuestra condición, y es todo porque Dios es Santo y nosotros no lo somos. Y después vienen las buenas noticias, hay un remedio para esta condición terrible. Y el remedio viene mediante el hijo de Dios, el Señor Jesucristo.

Entonces, sus hijos necesitan saber quién es Él. Él es eternamente Dios, el Señor de todos, Él es el Dios eterno, pero Él se volvió hombre, nacido de una virgen. Vivió una vida pura y sin pecado. Y Dios lo había identificado a Él, para que fuera el que moriría en nuestro lugar, el que recibiría el juicio divino por nosotros, Él fue el único que sería un sacrificio aceptable por nuestros pecados.

Entonces, Jesús murió, no bajo el juicio de Pilato, no bajo el juicio de Herodes, no bajo el juicio de Anás, y Caifás, no bajo el juicio de los fariseos y el Sanedrín, Él murió bajo el juicio de Dios. Dios lo castigó en nuestro lugar, y después Él resucitó de los muertos en victoria triunfal. Entonces, Jesús pagó el precio por nuestros pecados, y conquistó la muerte por nosotros.

Sus hijos necesitan saber que para escapar los errores de la condición en la que están todos los pecadores, tenemos que colocar nuestra fe en Él. Y si tan solo creemos en Jesús cómo Señor, lo confesamos cómo nuestro Señor y Salvador, somos perdonados, somos salvados, somos reconciliados, somos adoptados en la familia de Dios, y se nos promete el cielo eterno. Esas son las cosas que los niños necesitan entender, y se les necesita recordar continuamente esas cosas. Después su siguiente tarea consiste en hablarle a sus hijos, de una respuesta. Dígale a sus hijos que necesitan arrepentirse de su pecado, necesitan volverse de todo lo que deshonra a Dios, y necesitan volverse a Cristo, confiar en Él como Salvador, y Señor, y seguirlo en obediencia sin importar cuál sea el costo.

Entonces, eso sería lo que usted le enseñaría a sus hijos. Ahora Deuteronomio 6, como leímos, dice, “Enseña a tus hijos, diligentemente.” Eso quiere decir que es un trabajo de tiempo completo, un trabajo de tiempo completo, es un llamado de por vida, un llamado de por vida. Y una razón realmente importante por la que, en una familia cristiana, una madre en el hogar con los hijos en todos esos primeros años es tan crítico, y es tan vital, está aquí. Y esa es la razón por la que Pablo escribe y dice, “Las mujeres, literalmente, son salvas del estigma de la caída, cuando crían una generación de hijos piadosos.” Esa influencia de una madre cristiana en esos primeros años, diligentemente, de tiempo completo, 24 horas al día, 7 días a la semana, siempre enseñando estas verdades a los hijos, llamándolos a arrepentirse, a volverse de todo lo que deshonra a Dios, a colocar su confianza en Jesucristo, el Salvador y Señor, aquel que dio su vida por ellos, y a seguirlo en obediencia, sin importar cuál es el costo, eso necesita serle enseñado continuamente, continuamente a los hijos.

Así es como usted los cría en la disciplina y amonestación del Señor. Usted les enseña a guardar todas las cosas que os he mandado, esto es la Gran Comisión, eso es para toda persona, incluyendo a sus hijos. Pero ese es tan solo el comienzo. Usted les enseña de la salvación. Ese es el comienzo. Más allá de eso, usted también tiene la responsabilidad de enseñarle todas las cosas que Cristo ha mandado, Dios ha mandado. Usted les enseña toda la sabiduría de Dios. Más allá del evangelio, hay tipos de cosas que necesitan saber, verdades vitales acerca de la virtud, de la integridad, de la justicia, de la virtud, del discernimiento, de relaciones, del trabajo, acerca de todo, todo asunto de sabiduría practica que moldea sus vidas para honrar a Dios.

Ahora, Proverbios es el libro inspirado que incluye toda esta sabiduría de por vida. Entonces, veamos el libro de Proverbios. Sus hijos deben conocer bien, lo que está en el libro de Proverbios, deben conocer bien lo que está en el libro de Proverbios. Están viviendo en un mundo corrupto, la tragedia de la corrupción y el liderazgo malo contamina a generaciones subsecuentes. Leemos en Éxodo, Deuteronomio, Números, la misma cosa. Los pecados de los padres son visitados en la tercera y cuarta generación. Cuando usted tiene a padres corruptos, hablando espiritualmente, cuando usted tiene un liderazgo corrupto, entra profundamente en las vidas de la gente, de tal manera que podría tomar tres o cuatro generaciones revertir esa influencia. Tenemos que trabajar en contra de la dirección, de la influencia de esa corrupción, entonces, a costa de lo que sea como padres, y en particular los padres, debemos guiar esta instrucción con respecto a la sabiduría divina para la vida santa, con el propósito de ser bendecidos y honrar a Dios. Proverbios 29:15 dice, “El hijo que es dejado a sí mismo es una vergüenza para su madre.” Proverbios 22:15 dice, “La necedad está ligada al corazón del muchacho,” está en ellos y debe ser expulsada.

Entonces, usted tiene a un hijo necio, la necedad debe ser sacada, usted no puede dejar que hagan lo que quieran, de lo contrario terminaran avergonzado a sus padres. El deber fluye a través de la madre, pero a partir del padre. Veamos Proverbios 1:8, y observe como se enfatiza el padre, “Oye hijo mío la instrucción de tu padre, y no desprecias la dirección de tu madre.” Si, ambos están involucrados, pero el padre tiene una responsabilidad de guía. Capítulo 2, “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría. Si inclinaras tu corazón a la prudencia.”

Capítulo 3, “Hijo mío no te olvides de mí ley, y tu corazón guarde mis mandamientos. Capítulo 4, “Oíd hijo la enseñanza de un padre, y estad atentos para que conozcáis cordura. Porque os doy buena enseñanza, no desamparéis mi ley.” Ahí en el capítulo 4, versículo 10, “Oye hijo mío y recibe mis razones y se te multiplicarán años de vida.” Ahí en el versículo 20, “Hijo mío, está atento a mis palabras. Inclina tu oído a mis razones.” Capítulo 5 de nuevo, “Hijo mío, está atento a mi sabiduría y a mi inteligencia inclina tu oído.” Capítulo 6, “Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo. Si has empeñado tu palabra a un extraño,” etc.

De nuevo, versículo 3, “Haz esto ahora hijo mío y líbrate.” Esto es instrucción de los padres, en particular de un padre a los hijos. Capítulo 6, versículo 20, “Guarda hijo mío el mandamiento de tu padre. Y no dejes la enseñanza de tu madre.” Ambos están involucrados, no obstante, el padre tiene el liderazgo en esto. Capítulo 7 comienza de la misma manera. Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos. Guarda mis mandamientos y vivirás.” Y ahí en el versículo 24, del capítulo 7, “Ahora, pues, hijos oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.” Capítulo 8, versículo 32, “Ahora, pues, hijos oídme, y bienaventurados los que guardan mis caminos.”

Ahora, ¿puedo decir algo que es realmente obvio aquí? No hay una mejor manera de colocar la verdad de Dios, en la vida de un hijo, que hablar la Palabra de Dios a ese hijo. Usted no necesita mecanismos inteligentes, usted no necesita videos, usted no necesita una especie de impresiones sutiles, usted habla de manera directa la Palabra de Dios. Eso es por diseño de Dios. Los padres lo hacen, y las madres lo hacen. Y adónde van los padres y a donde van las madres, ahí va la sociedad. Pero el padre va a tomar el liderazgo y el padre va a hablarle a los hijos, que en la siguiente generación van a tomar el liderazgo.

Y esa es la razón por la que hay un intento constante feminista, conforme Satanás trata de destruir el liderazgo de los hombres en una sociedad. Esto se lleva a cabo todo el tiempo, comenzó en el huerto cuando Satanás aisló a Eva, para que estuviera alejada y fuera del liderazgo de Adán, le torció cosas a ella, para desviarla y después Adán literalmente sucumbió al liderazgo de su esposa, y el conflicto estuvo ahí. Usted está viviendo en una sociedad que literalmente, está en un ataque masivo por parte de las mujeres que se están esforzando por atacar a los hombres y robarles el liderazgo, y ha sido, muy, muy exitoso. Eso tiene que ser mantenido en la familia que honra a Cristo. El hombre es la cabeza, él es el instructor que está en la parte de arriba, él es la cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza del hombre, y Dios es la cabeza de Cristo, como Pablo dice en 1ra Corintios. Hay una necesidad profunda de padres fuertes que enseñen a sus hijos. Esta es la única esperanza para que haya sombra para los hijos en la generación próxima.

Entonces, Dios nos dio como padres y madres, claro, un libro básico, las verdades que debemos enseñar, y todas estas resumidas en ciertas maneras en éste libro increíble de Proverbios. Un libro de sabiduría, como vivir una vida para agradar a Dios. Ahora, da por sentado que usted conoce a Dios, entonces hay un sentido en el que la salvación se da por sentado aquí. Esto es escrito para las personas que le pertenecen a Dios. Todos los principios espirituales vivientes, están incluidos en éste libro único de la vida, y está simplificado. Están reducidos a reglas y afirmaciones simples, concisas, breves, sería apropiado decir que son concisas en forma, y son sabias en contenido. Si vamos a criar una generación de hijos e hijas piadosos, que puedan guiar a la siguiente generación al conocimiento de Cristo, al conocimiento de Dios y la piedad, entonces estas son las verdades que deben ser enseñadas.

Y, por cierto, gran parte de la instrucción contemporánea para los padres, es trivial, sin esperanza alguna. Sea un amigo para su hijo, escuche a su hijo, vaya a lugares juntos con sus hijos, disfrute, diviértase, siga sus intereses, muy superficial. No está mal, pero si usted va a hacer todo eso, asegúrese de que use todo ese tiempo con ellos para incrustar en ellos, principios divinos. Y lleve su conversación, su plática a ese nivel. Lo que Proverbios dice es mucho más profundo que hablar acerca de actividades de los hijos, los juegos de los hijos. El deber primordial entonces, de los padres como hombres, y padres, en términos genéricos no es sacar la basura como un pequeño niño dijo, no traer al hogar el tocino, y no arreglar lo que estaba roto. La responsabilidad primordial de los padres y madres es enseñar principios santos, vivientes a sus hijos.

Ahora, hay una lección general que resume todo, entonces, regresemos al capítulo 2 por un momento. Usted debe enseñarles que la sabiduría espiritual es la búsqueda más noble de la vida. La sabiduría espiritual es la búsqueda más noble de la vida. Más que cualquier otra cosa, necesitan sabiduría. Simplemente eso, por sí solo, es contrario a todas las cosas que son presentadas frente a esta generación de jóvenes. Sea lo que sea que vayas a buscar, sea lo que sea que vayas a conseguir, consigue sabiduría, consigue sabiduría divina.

Observe el capítulo 2, y simplemente siga el flujo. “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente. Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. Entonces entenderás justicia, juicio y equidad, y todo buen camino.”

¿Habría algo más que eso que usted querría para su hijo? Un corazón que entiende, discernimiento, conocimiento, sabiduría, sabiduría sana, integridad, justicia, rectitud, equidad, todo buen camino. Eso es lo que usted quiere para su hijo. “Cuando la sabiduría entrare en tu corazón y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardará; te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades, que dejan los caminos derechos,” no es solo el efecto positivo de la sabiduría, trayendo bendición, es el impacto negativo de la sabiduría protegiéndote de mentiras y engaño y errores.

“De aquellos que dejan los caminos de la justicia y caminan en los caminos de las tinieblas. De aquellos que se deleitan en hacer la maldad y se regocijan en la perversidad de la maldad, cuyos caminos son torcidos, y cuyos caminos están desviados.”  Usted necesita sabiduría. Usted necesita sabiduría divina, necesita la sabiduría de Dios, necesita discernimiento, necesita conocimiento, necesita entendimiento, todas esas son palabras que se repiten a lo largo del libro de Proverbios.

Observe el capítulo 8 por un minuto. Y aquí hay una especie de personificación de la sabiduría misma, conforme la sabiduría en sí, habla. Esto sucede en unos cuantos lugares, en la primera parte de Proverbios. “¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia? En las alturas junto al camino, a las encrucijadas de las veredas se para; en el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces: Oh hombres, a vosotros clamo; dirijo mi voz a los hijos de los hombres. Entended, oh simples, discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura. Oíd porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios. Justas son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría.”

“Recibid mi enseñanza, y no plata; y ciencia antes que el oro escogido. Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos.” Esto es lo que toda persona debería buscar, sabiduría. La sabiduría produce prudencia, conocimiento, discreción, el temor del Señor, humildad, una boca pura, consejo sabio, justicia, juicio recto, amor. Y el versículo 18 dice, “Las riquezas y la honra están conmigo;” “las riquezas y la honra están conmigo, riquezas duraderas y justicia. Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; y mi rédito mejor que la plata escogida. Por vereda de justicia guiaré, por el medio de sendas de juicio, para hacer que los que me aman tengan su heredad, y que yo llene sus tesoros.” No es solo espiritualmente benéfico ser sabio, es benéfico en todo sentido en la vida. En todo sentido.

Versículo 32 del 8vo capítulo cierra, “Ahora, pues, hijos, oídme, y bienaventurados los que guardan mis caminos. Atended el consejo y sed sabios, y no los menosprecies. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas, porque el que me halle, hallará la vida, y el alcanzará el favor de Jehová. Más el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte.” Todos los que me aborrecen aman la muerte.

Entonces, ¿cuál es la responsabilidad que tienen los padres? En primer lugar, conocer sabiduría, y después transmitirla. Si hay alguna sombra para los hijos del futuro, esto es lo que debemos hacer. No va a venir del mundo, van a oponerse a esto. No va a venir en ningún sistema educativo, operando en el mundo, al nivel que sea, desde la primaria hasta la escuela de post-grado, la sabiduría de Dios no está en su plan de estudios. Esa va a ser su responsabilidad acompañada por otros creyentes, y la iglesia de Jesucristo. Todos nos unimos para llevarles a ustedes como padres, aprender y enseñar sabiduría.

Y necesito decir esto, es muy obvio, pero simplemente necesito decirlo porque quiero asegurarme de que lo fije en su mente. La sabiduría de Dios, no es complicada. Los proverbios, conforme usted los lee, son frases simples, directas, casi exclusivamente de dos líneas. No son esotéricos, no hay verdad escondida aquí, esto no es místico, esto es simplemente sabiduría divina, directa.

Ahora, hay muchas cosas que son dichas en Proverbios, pero quiero resumirlas, y quiero darle 10 lecciones cruciales que los padres deben enseñarle a sus hijos. Usted podría decirlo de otra manera. 10 lecciones cruciales que los padres necesitan saber para que puedan enseñar a sus hijos. Usted ya me ha oído decir que es importante evangelizar a sus hijos. Eso es esencial porque no van a poder abrazar la sabiduría de Dios, y vivir la sabiduría de Dios a menos de que estén en Cristo, y conozcan a Dios, a menos de que sean capacitados por el Espíritu de Dios.

Entonces, en cierta manera tenemos que empezar con esto, con el primer principio de sabiduría que es primordial. Número uno: enseñe a sus hijos: “Teme a tu Dios. Teme a tu Dios.” Todo comienza ahí. En Proverbios 1:7, dice: “El principio de la sabiduría, es el temor de Jehová.” El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Eso es repetido en Proverbios 9:10, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” 1:7, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.” 9:10, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.” Este es el principio que está en primer lugar, ésta es la prioridad, éste es el principio primordial, controlador. Proverbios 9:10, añade esto, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.” La primera cosa que debe enseñarle a sus hijos es, “teme a tu Dios, teme a tu Dios, conoce a tu Dios.”

Y eso vuelve a presentar de nuevo, la relación, la salvación, que es el punto inicial. ¿Qué queremos decir con ‘teme a tu Dios’? No queremos decir que tengan miedo de Dios, aunque si rechazas el evangelio, más vale que temas a Dios. Pero cuando hablamos de temor estamos hablando de respeto, estamos hablando de asombro reverencial. Los padres deben enseñarle a sus hijos a respetar a Dios, a reverenciar a Dios por quién es Él. Respetarlo a Él, respetar Su Palabra, respetar Su ley, respetar Su poder, respetar Su autoridad, respetar Su juicio, disciplina, desagrado. En otras palabras, usted tiene respeto hacia la naturaleza y atributos de Dios. Enséñele a sus hijos a adorar a Dios. Eso es lo que eso está diciendo. Enseñe a sus hijos a adorar a Dios, a entender quién es Dios, y que solo Él es Dios y que no hay otro Dios, “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová Uno es.” Enseñe a sus hijos acerca de ese Dios, todos sus atributos, todas sus características, todo lo que Él es, todo lo que Él ha hecho. Sus hijos necesitan conocer la naturaleza de Dios.

Y después, en las palabras de Proverbios 3:5, enseñe a sus hijos a confiar en el Señor de todo su corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. “Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión, teme a Jehová y apártate del mal, porque será medicina en tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos.” Todo tiene que ver con el Señor, con honrar al Señor, ahí es donde todo comienza. Versículo 5, “Fíate de Jehová de todo tu corazón,” La palabra hebrea para fíate, originalmente significaba ‘acostarse, colocado, postrado en el suelo con su rostro abajo,’ literalmente, desciende lo más que puedas en respeto ante cuán glorioso es Dios.

“Y no te apoyes en tu propia prudencia,” esa es una palabra interesante. No significa, ‘inclinar, simplemente a un ángulo,’ significa apoyarte a ti mismo, como si estuvieras apoyándote en algo que sostienes. Coloca todo tu peso en Dios, cae postrado sobre tu rostro delante de Él. Coloca todo tu peso sobre Él y reconócelo, conócelo, debes estar consciente de Él. Un temor verdadero de Dios produce un temor verdadero del pecado. Un temor verdadero de Dios produce un verdadero temor del juicio. Proverbios expande esta lección inicial, teme a tu Dios, Proverbios dice, temer al Señor prolonga la vida, capítulo 10. “Temer al Señor es más útil que las riquezas.” Capítulo 15, “Temer al Señor trae vida abundante.” Capítulo 19. Capítulo 14. “Temer al Señor, guarda a uno del mal.” Capítulo 16, “Temer al Señor resulta en riquezas y honor.” Capítulo 22, “Temer al Señor,” y esto es dicho varias veces, “produce humildad, humildad.”

Proverbios también dice que aquellos que temen a Dios, duermen satisfechos. Aquellos que temen a Dios, no son tocados por el mal. Aquellos que temen a Dios tienen confianza. Aquellos que temen a Dios serán alabados por otros. Aquellos que temen a Dios sus oraciones son respondidas. Todo comienza con temer a Dios, ser un adorador del Dios verdadero.

Ahora, obviamente no podemos ser un adorador verdadero hasta que hemos venido a Cristo. Eso es Juan 4, ¿no es cierto? en el Nuevo Testamento. El Padre busca verdaderos adoradores que le adoran en Espíritu y en verdad. Y la única manera en la que usted puede volverse un adorador verdadero es mediante la fe en Cristo. Entonces, Filipenses 3:3 dice, “Somos los que adoramos en el Espíritu.” Adoramos en el Espíritu. Adoramos en el Espíritu al Señor Jesucristo y mediante Él, Dios y no confiamos en la carne.

Entonces, enseñe a sus hijos, “Teme a tu Dios,” Teme Su juicio, teme Su ira, teme al pecado, teme sus consecuencias, pero lo que es más importante, teme en el sentido de adoración y reverencia hacia Dios. Témelo en el sentido de que lo honras, de que lo respetas, de que lo amas. Sé un adorador. Enseña a tus hijos a ser adoradores de Dios. Y la mejor manera de enseñarles, claro, es abrir la Palabra de Dios, y la mejor manera de apoyar eso es ser un adorador usted mismo.

La segunda lección, enseñe a sus hijos, teme a tu Dios, número dos, enseñe a sus hijos “guarda tu mente, guarda tu mente.” Esto es repetido a lo largo de ésta sección entera, los diez capítulos de apertura, ni siquiera puedo ir a todos los lugares que nos llama a instruir a la gente en conocimiento y discreción y sabiduría, y discernimiento, y entendimiento, pero observe el capítulo 3, versículo 3. Él ha estado hablando de enseñar, mandamientos, no dejes que la bondad y la verdad te dejen, no dejes que la verdad te deje. Amárralos alrededor de tu cuello, escríbelos en la tabla de tu corazón, la verdad y la bondad. Escribe en tu corazón significa, tu mente, significa tu mente. Escribe la verdad en tu mente.

De manera más directa, capítulo 4, un versículo conocido, versículo 23, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.” De nuevo, corazón es la manera hebrea de expresar la mente. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu mente.” Guarda tu mente con toda diligencia, porque de ella mana la vida. Guarda tu mente, porque a partir de lo que piensas, vives. Su vida, literalmente, fluye a partir de sus pensamientos. Guarde su mente, de ahí sale su conducta. Esto es reiterado en muchos lugares en la Escritura. Pablo habla de que, si algo es puro, y bueno, en esto pensad. Pablo habla de tener una mente renovada.

Jesús dijo esto, en Mateo 12:34, “Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Porque de la abundancia del corazón, o la mente, habla la boca. “El buen hombre saca de su buen tesoro lo que es bueno, el mal hombre saca de su mal tesoro lo que es malo.” La gente que piensa bien, piensa bien y se conduce de esa manera. Se sumergen al tesoro de la bondad. Aquellos que son malos se sumergen al tesoro de la maldad, y lo dispersan. Ahora, esto está por todos lados.

De regreso en el capítulo 1, versículo 8, “Oye hijo mío, la instrucción de tu padre, y no menosprecies la dirección de tu madre. De hecho, son una corona atractiva para tu cabeza, y adornos para tu cuello.” Esto literalmente está diciendo, “Rodea tu cabeza y tu cuello de sabiduría, de verdad. Es simplemente lo que debería controlar tu vida. Vimos en el capítulo 2, por tanto, solo un momento, versículo 10, “La sabiduría entrará en tu corazón y la discreción te guardará. El entendimiento te cuidará para librarte de los caminos de aquellos que son malos y torcidos.

De nuevo en el capítulo 3, versículo 1, “No te olvides de mí enseñanza, que tu mente guarde mis mandamientos. Tu corazón o mente, aférrate a estos. Capítulo 4 lo mismo, “Te doy,” versículo 2, “sana enseñanza. No desamparéis mi ley. Cuando yo era hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre, él me enseñó y me dijo, “Guarda tu corazón, que tu corazón o tu mente, se aferre a mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia. Versículo 6, “No la dejes, ella te guardará. Ámala, ella te guardará.” El principio de la sabiduría es adquiere sabiduría. “Con toda tu adquisición, obtiene entendimiento. Valórala, ella te exaltará. Te honrará si tú la abrazas.” Esto es tan solo es repetido una y otra vez.

Capítulo 4, versículo 10, “Oye mis palabras, acéptalas. Los años de tu vida serán muchos. Te he dirigido por el camino de la sabiduría, te he guiado por los caminos rectos, cuando andes tus pasos no tropezarán. Y si corres no tropezarán, no te caerás. Aférrate a la instrucción, no la dejes, guárdala porque ella es tu vida.” Ahí en el versículo 20, lo mismo, “Presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis dichos, no les quites la vista, mantenlos en medio de tu corazón, tu mente, son vida a los que los hallan.”

Y después versículo 23, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida.” De nuevo es repetida en el capítulo 6, versículo 20, “Guarda el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre. Átalos continuamente en tu corazón.” De nuevo, “átalos a tu cuello,” literalmente, rodea tu pensamiento de sabiduría divina. Lo mismo al principio del capítulo 7, “Atesora mis mandamientos, guárdalos y vivirás, y mi enseñanza como la niña de tu ojo. Átalos a tus manos, escríbelos en la tabla de tu corazón.” Enseñe a sus hijos a guardar su mente. Tenemos la tarea, de asegurarle a un hijo, que la mente es la fuente de todo aquello que es bueno, y todo aquello que es impío. Programe a sus hijos, con hesed misericordia, amor, lealtad, fidelidad. Eso es lo que está diciendo en el capítulo 4, y en el versículo 23: enséñele a sus hijos, verdad. Estos son las gracias que deben ser escritas en sus corazones. Esa es una responsabilidad de por vida, y aquí se nos vuelve a recordar que usted les enseña esto, y el Señor mismo aviva esa instrucción a partir de Su palabra, porque Su palabra es viva y eficaz.

Una tercera cosa que es obvia, y hablamos de esto, pero quiero incluirla en esta lista, enséñele a sus hijos: Obedece a tus padres. Obedece a tus padres. Va a ser muy difícil para ellos recibir alguna instrucción de usted si no sienten la responsabilidad de obedecer lo que usted dice. “Oye hijo mío. Oye la instrucción de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre.” A sus hijos se les necesita enseñarle la autoridad de los padres. Refuerce ese primer mandamiento con promesa. Debes someterte a la autoridad de tus padres. Eso es crítico. Es crítico, porque cuando eso cambia de no tirar las cosas de la mesa, o escribir en las paredes, cambia a la dimensión espiritual. Usted tiene esa misma actitud sumisa, lista para oír y escuchar.

En el décimo capítulo, y en el versículo 13, leímos de algo que nos va a ayudar en esto. “En los labios del que discierne, la sabiduría se encuentra, pero la vara es para el que no tiene entendimiento. Usted le habla a sus hijos la verdad de Dios, cuando violan eso, usted es ayudado y socorrido en la disciplina que trae dolor, cuando ellos no responden. Y usted tienen un modelo para eso en el capítulo 3, versículo 11, “Hijo mío, no menosprecies la disciplina de Jehová, o desprecies su reprensión, porque aquel a quien Jehová ama, disciplina. Así como el padre corrige al hijo en quien se deleita.” Y claro, que eso es citado, ¿no es cierto? en el libro de Hebreos.

Entonces, enséñele a sus hijos a obedecer a sus padres, y refuerce el requisito de la obediencia con dolor necesario. No abuso, no herida, sino un recordatorio razonable de que hay consecuencias para la desobediencia, que van a instruir a los hijos en hacer lo correcto como una manera de escapar el castigo. A usted le gustaría pensar que serían motivados por el mero hecho de que algo está bien, de que algo es lo correcto, pero no es así. La necedad está ligada a sus corazones, como con todos nosotros.

Ahora, Proverbios es muy cuidadoso acerca de esta disciplina. Capítulo 19, versículo 18 dice, la disciplina no debe ser implementada en enojo, no debe ser realizada en enojo, debe ser realizada en amor. Acabamos de leer eso en el capítulo 3, versículos 11 y 12, “a quien Jehová ama, disciplina, así como el padre corrige al hijo en quien se deleita.” Es un acto amoroso, es algo deleitoso que hace un padre, porque él sabe que el fin es para beneficioso del hijo, entonces usted no disciplina en enojo, usted disciplina en amor. Usted disciplina, no porque usted está frustrado con su hijo, no porque usted simplemente quiere controlar a ese hijo, sino porque usted quiere que ese hijo, haga cosas que son sabias. La vara es para la espalda del que carece de entendimiento, usted está guiándolo por el camino del entendimiento, entonces el propósito de la disciplina es demandar conformidad a la sabiduría.

Ahora, no es fácil hacer esto debido a que todo corazón es rebelde. Entonces, sabemos que debe haber un rompimiento de esa rebelión. Proverbios 19:18, “Disciplina a tu hijo, mientras que hay esperanza, y no desees su muerte.” Si usted no lo disciplina, y rompe su voluntad personal, él va a ir por el camino a la muerte. La disciplina, según el capítulo 22, versículo 15, es para quitar la necedad y reemplazarla con sabiduría. Inclusive, va más allá de eso, la disciplina tiene un impacto duradero en un hijo, extremadamente significativo. Escuche esto, Proverbios 29:17, “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y también traerá deleite para tu alma.”

Nadie quiere a un hijo indisciplinado, entonces disciplinamos, pero no en enojo sino en amor. Disciplinamos debido al resultado de deleite de eso, que es que tenemos un hijo que nos trae consuelo, y gozo. Disciplinamos para romper la voluntad personal, disciplinamos para quitar la necedad, disciplinamos para librar al hijo de la muerte espiritual. Enseñamos a nuestros hijos a obedecer, usamos una vara para reforzar esa instrucción, debido a que el castigo físico hecho en amor es un correctivo fuerte. Proverbios dice, va a alejar esa necedad lejos de él, él debe aprender obediencia de sus padres, para que él pueda aprender la obediencia a la ley de Dios, y él pueda someterse a la autoridad en la vida, para que él pueda vivir en el mundo y no volverse antisocial, y un criminal.

Un hijo desobediente, con frecuencia termina como un criminal adulto. Un hijo desobediente en la actualidad, cuya desobediencia recibe algún tipo de identidad psicológica, entonces recibe drogas. Las drogas crean una especia de estupor. El hijo vive en medio de ese estupor, y eventualmente cuando las drogas se detienen, usted tiene a un hijo totalmente antisocial. Usted tiene la responsabilidad no de drogar a sus hijos, sino de instruir a sus hijos, y disciplinarlos.

Entonces, la tarea de los padres, enseñe a su hijo: teme a tu Dios, guarda tu mente, obedece a tus padres. En cuarto lugar, selecciona a tus compañeros, selecciona a tus compañeros. Esto es algo que Patricia y yo, hablamos mucho cuando nuestros hijos eran pequeños, muy, muy importante. No dejamos que nuestros hijos fueran seleccionados, nosotros dejamos que nuestros hijos seleccionaran con quien estarían, y les ayudamos a hacer eso. Regrese al capítulo 1. “Hijo mío,” versículo 10, “si los pecadores te engañaren,” y lo van a hacer, “no consientas,” no lo hagas. “Si los pecadores te quisieran engañar, no lo hagas.”

Tengo una memoria vívida de eso, cuando era muy pequeño, algunos niños vinieron conmigo, creo que tenía como nueve años de edad. Fuimos a una tienda de Sears, y me retaron a robar algo que estaba ahí en una repisa, y me tentaron, y en mi necedad tomé algo, alguien más tomó algo, y metimos cosas en nuestras bolsas y salimos por la puerta. Y el detective de la tienda nos tomó por el cuello, y la siguiente cosa que supe estaba en la estación de policía. Mi padre fue llamado y vino y me llevó a casa, y cuando llegué a casa recibí la vara de la corrección. Fue una lección muy importante para mí, no dejar que los pecadores me engañaran. Enseñe a sus hijos, a escoger a personas que los elevan, enseñe a sus hijos a escoger a personas que los levantan.

“Hijo mío,” regrese al capítulo 1, versículo 10, “si los pecadores te quisieran engañar,” esto viene al principio de Proverbios, “no consientas.” No consientas, “Si dijeran, ven con nosotros, pongamos acechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente, los tragaremos vivos como el Seol, y enteros como los que caen en un abismo. Hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos. Hecha tu suerte entre nosotros, tengamos todos, una bolsa. Hijo, mío, no andes en camino con ellos, aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre. Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave, pero ellos a su propia sangre ponen acechanzas, y a sus almas tienden lazo. Tales son las sendas de todo aquel que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.”

Ese es un camino a la muerte, tú escoge a tus compañeros, no dejes que ellos te escojan a ti. No dejes que digan, acompáñanos, acompáñanos. Si vas a tener sabiduría, te va a proteger. Vaya al capítulo 2, de nuevo, versículo 11, “La discreción te guardará, te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades, que dejan los caminos derechos para andar por sendas tenebrosas, que se alegran haciendo el mal, que se huelgan en las perversidades del vicio, cuyas veredas son torcidas y torcidos sus caminos.” “Así,” versículo 20, “andarás por el camino de los buenos, y seguirás las veredas de los justos, porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella. Mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán de ella desarraigados.”

Escuche, permítame decirle algo muy simple: No deje que sus hijos hagan amigos, con personas que los arrastran. “Las malas compañías,” dice el Nuevo Testamento, “corrompen las buenas costumbres.” Usted asegúrese de ayudar a sus hijos a escoger a sus compañeros. Capítulo 4, versículo 14, “No entres por la vereda de los impíos. No vayas por el camino de los malos. Déjala, no pases por ella, apártate de ella, pasa. Porque no duermen ellos, sino han hecho mal, y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno. Porque comen pan de maldad, y beben vinos de robos, más las sendas de los justos, es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. El camino de los impíos es como la oscuridad, no saben en que tropiezan.”

Mire, que sus hijos estén en esta iglesia, en toda oportunidad posible, por hacer amigos con personas que aman a Cristo, que aman la Palabra de Dios. Eso es lo que los padres enseñan a sus hijos, a escoger a sus compañeros. Ahí en el capítulo 18 de Proverbios, otro comentario de esto, versículo 24, “El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.” Ahora, en la superficie, eso podría ser un poco extraño pero la primera palabra amigo, y la segunda palabra amigo, son dos palabras diferentes en hebreo. Un hombre que tiene demasiados ‘rea’. Un hombre que tiene demasiadas conexiones, demasiadas personas que conoce en términos superficiales, llega a la ruina. Usted se esparce demasiado, usted está conectado con demasiada gente.

“Pero hay,” aquí hay una palabra diferente, “hay un ‘aheb’, este es un compañero amoroso, que se mantiene fiel y más cercano que un hermano. Eso es lo que usted debe buscar, debe buscar amistades en común, hermanos y hermanas que son sus amigos, a partir del amor, a partir del afecto. Unos cuantos amigos, cercanos, amorosos, que son leales y honestos, y que levantan; son preciados. Los conocidos superficiales, pueden ser mortales. Vivimos en un mundo muy patético, cuando hablamos de la amistad. Sea lo que sea, lo que significa en la internet, ciertamente no significa Proverbios 18:24, “Hay un amigo que es más unido que un hermano.” Usted necesita amigos amorosos, no amigos de Facebook.” Si se esparce por todos lados, está conectándose con conocidos que lo arrastran a usted a la maldad. Quizás no al crimen, pero a la promoción personal, a la exaltación personal, a la soberbia, a la frivolidad, a la necedad.

Entonces, este es el deber de los padres, no solo decirles a sus hijos como ganarse la vida, como vivir la vida a un nivel simple, sino enseñar a sus hijos a temer a tu Dios, guarda tu mente, obedece a tus padres, escoge a tus compañeros. Ahora, eso nos lleva a un quinto que realmente es importante: controla tu cuerpo, controla tu cuerpo. Y esto es tan amplio, y esto cubre tantos de los primeros capítulos de Proverbios, que voy a mantenerlo para la próxima semana. Abre el asunto entero de la moralidad, y sé que cuando pensamos en criar a hijos en esta sociedad, lo que nos confronta con mayor fuerza es la inmoralidad de la sociedad, la inmoralidad dominante que está por todos lados.

Entonces, la próxima vez vamos a comenzar ahí, y vamos a ir al fin de los diez. Ahora, usted puede ver a partir de esto que la crianza de los hijos es un trabajo de tiempo completo, aquí están las buenas noticias, usted tiene el manual aquí, y si usted está dispuesto a tomar el tiempo y hacer el esfuerzo, usted puede proveer sombra para sus hijos. Y podemos por la gracia de Dios, criar una generación que va a hacer lo mismo para la próxima, y la próxima. Ese debe ser nuestro compromiso.

Ahora, algunos de ustedes son solteros y están diciendo, “No estoy listo para tener hijos.” De nuevo, no sé qué están esperando ustedes, creo que lo que necesitan decir es esto: “Señor Jesús, (si eres un hombre), Señor Jesús, quiero entregar mi vida a una joven a quien pueda amar como Cristo ama a la iglesia, a quien pueda proteger, por quien pueda proveer, a quien pueda disfrutar, y entonces tu puedes permitir que sea una esposa, para que podamos criar a hijos para tu gloria y tu honor.”

Y las damas, simplemente necesitan decir: “Quiero un hombre que me va a amar, en la dirección en la que Cristo ama a la iglesia, y juntos podamos honrar a Cristo, como una pareja y como padres.” Tienen que ir más allá de todos los criterios superficiales, porque esta es la gracia de la vida, el matrimonio. Y los hijos son una bendición del Señor.

Oremos, Padre, te damos gracias porque se nos ha dado tanto internamente el poder del Espíritu Santo para ayudarnos en esta tarea desafiante de criar a hijos en un mundo hostil, como externamente se nos ha dado la Palabra, la Revelación que tenemos en nuestras manos que leemos y domina nuestros pensamientos, y por lo tanto gobierna nuestras vidas. Tenemos tu poder en nosotros, y tenemos Tu Palabra fuera de nosotros, y con la Palabra y el Espíritu, podemos cumplir con esta tarea.

Y no solo cumplirla, no como si fuera algún ejercicio doloroso, sino que podemos hacerlo con gozo y bendición, para que los hijos se vuelvan un consuelo y un deleite para nuestras almas. Oramos con ese fin en mente. Y oramos porque de personas aquí en la iglesia en Grace, Tú levantes una generación piadosa que entonces haga lo mismo. Encomendamos ésta verdad a Tu Espíritu, para que lleve a cabo su efecto en nuestros corazones, para Tu gloria. Amén.

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3/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 27

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Comenzando la semana pasada dije que íbamos a hablar un poco acerca de la familia. Y hemos titulado esta serie breve, “Sombra para los hijos.” Comenzamos con un proverbio chino antiguo que dice, “Una generación planta los árboles y la siguiente generación disfruta de la sombra.” La pregunta que hacemos es, ¿acaso esta generación está plantando algún árbol para proveer sombra para la próxima generación? Podríamos estar convencidos de que no lo está haciendo. En realidad, este es un problema serio a largo plazo.

El Antiguo Testamento dice que los pecados de los padres son visitados en los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Eso no significa que, si un padre peca, tres o cuatro generaciones de sus hijos serán castigadas, eso es plural. Los pecados de los padres, los líderes colectivos de cualquier período de tiempo, cualquier cultura, cualquier nación, cualquier sociedad, los pecados de esos líderes, para invertir los pecados de esos líderes se van a necesitar tres o cuatro generaciones, inclusive en las mejores circunstancias. Ya hemos tenido unas dos generaciones de líderes que se han estado esforzando por atacar a la familia, siempre claro, la sociedad está en contra de Dios, y en contra de Cristo, y en contra de las Sagradas Escrituras, y a un grado u otro en contra de la iglesia verdadera.

Pero hemos tenido generaciones de liderazgo, educadores, psicólogos, inclusive políticos, que han estado atacando a la familia. Y ahora estamos comenzando a cosechar en la tercera y cuarta generación, el resultado de este ataque. La familia está en un modo de supervivencia en nuestra sociedad. El ataque ha continuado destrozando lo que es el cimiento de la civilización, la familia, lo que es el cimiento de una sociedad sensata, segura. Y ciertamente, lo que es el cimiento de un cristianismo que está transmitiéndose a través de la iglesia.

Recientemente una encuesta presentó una pregunta, y únicamente voy a resumir lo que está pasando con un par de comentarios a partir de esta encuesta. Porque todos estamos conscientes de esto, usted no necesita evidencia estadística, pero me pareció que esto era interesante. La pregunta en esta encuesta nacional es esta, ¿acaso el hogar ideal es un matrimonio en dónde el marido provee, y la esposa cuida de los hijos? La respuesta fue, ‘Sí’, por 30% de la gente. Esa misma encuesta presentó otra pregunta, a personas solteras, ¿Te quieres casar? El 40% dijo sí, el 60% no se quiere casar, el 70% no cree que un hogar ideal es un matrimonio en el que un marido provee y una esposa cuida de los hijos.

Debido a esto, estamos viendo el cañón apocalíptico que va a devastar esta sociedad. El matrimonio y los hijos en hogares estables con padres que proveen y padres que cuidan a sus hijos está desapareciendo rápidamente. Y no estoy aquí para desalentarlo por esto, únicamente estoy aquí para decirle que esto es la realidad, pero esto no es nuevo, no es nuevo. Después de la caída en el libro de Génesis, Génesis capítulo 3, la maldición del pecado fue desatada en contra de la sociedad humana. El hombre fue maldecido. La mujer fue maldecida. La tierra fue maldecida. El universo fue maldecido y por lo tanto la sociedad fue maldecida. El pecado fue desatado en toda forma imaginable.

Y en los primeros capítulos de Génesis, usted lo ve todo. Cuando usted llega al sexto capítulo de Génesis, usted ha estado ya en 1600 años de la historia humana, y la raza es tan corrupta que leemos en Génesis 6, de la evaluación y acción de Dios. “Y Jehová vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda intención de los pensamientos del corazón era de continuo solo el mal. Y le dolió a Jehová que había hecho al hombre sobre la tierra, y estaba entristecido en su corazón y Jehová dijo, ‘Destruiré al hombre que he creado sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta los animales, a cosas que se arrastran, hasta las aves del cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho.”

Ahora, la tierra se corrompió a los ojos de Dios. Y la tierra estaba llena de violencia. Dios vio la tierra y aquí estaba corrompida porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Pero Noé halló gracia a los ojos de Dios. Y, Dios, le dijo a Noé, el fin de toda carne ha venido delante de mí, porque la tierra está llena de violencia debido a ellos. Y he aquí voy a destruirlos junto con la tierra.” Después vino el diluvio. La población entera del planeta, algunos suponen que para ese entonces eran millones, fue ahogada, excepto por ocho personas, Noé, su esposa, tres hijos y sus esposas.

La corrupción en el mundo no es nueva, no es nueva. De hecho, se espera en toda sociedad, en todo período de tiempo. Hay un ciclo que se lleva a cabo en el mundo humano. Es descrito para nosotros de una manera en el capítulo 14 del libro de los Hechos, en dónde en el versículo16 dice de Dios. En las generaciones pasadas, Él permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos. Dios ha permitido que la maldición tenga su efecto, y que todas las naciones sigan por sus propios caminos. Siguen el camino de la maldición, hasta el pecado y el infierno. Él no se dejó a si mismo sin testimonio, haciéndonos bien, y dándonos lluvia del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y alegría nuestros corazones.

En otras palabras, Dios demostró lo que llamamos, gracia común, pero, aun así, toda nación en la historia humana ha estado en una espiral descendente. Romanos 1 lo describe en estos términos, “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo en contra de toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con injusticia.” Eso es lo que todos los países hacen. Eso es lo que todas las sociedades hacen, eso es lo que todas las naciones hacen.

“Porque lo que se conoce de Dios, les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque los atributos invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación, siendo entendidos por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible, por imagen de hombre corruptible, y de aves, y de cuadrúpedos, y de serpientes.”

Adoraron ídolos, adoraron a la creación, en lugar de adorar al Creador, por lo cual Dios también los entregó en las concupiscencias de sus corazones a la impureza, porque habían cambiado la verdad de Dios por una mentira. Y después los entregó a pasiones degradantes, las mujeres intercambiando la función natural por aquello que no es natural,” lesbianismo, como se llama.

“De la misma manera también los hombres abandonaron la función natural de la mujer, y ardieron en su deseo unos con otros, hombres con hombres, cometiendo actos indecentes y recibiendo en sus propias personas la paga debido a su error. Y así como no consideraron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no son correctas, siendo llenos de toda injusticia, impiedad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidio, contención, engaño, malicia, chismes, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, arrogantes, jactanciosos, inventores de males, desobedientes a los padres, sin entendimiento, sin ser dignos de confianza, no amorosos, crueles, quienes habiendo conocido la ley de Dios, que aquellos que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que se complacen con aquellos que las hacen.”

Esa es la historia del mundo, así es la dirección de todas las naciones. Han seguido ese camino terrible. Dice usted, “¿Qué hay acerca de la gente religiosa? ¿Acaso la gente religiosa en cierta manera no frena esa marea de corrupción?” Lo hacen en la superficie, pero la forma más poderosa de corrupción es la religión. La religión falsa es tan poderosa que cuando el Hijo de Dios vino al mundo y pasó tres años en un país pequeño, ministrando por todo ese país, día tras día, tras día, cuando todo se había dicho y hecho, hubieron 500 creyentes congregados en Galilea, y 120 en Jerusalén. Él había venido a los suyos, y los suyos no le recibieron y fue su religión lo que hizo que lo rechazaran.

Para Israel, a quien se le dio la ley de Dios, se le dio la revelación de Dios, siguieron un camino de pecado, el reino fue dividido como usted sabe. El reino del Norte fue llevado en cautiverio y nunca regresó, el reino del Sur fue llevado a Babilonia, y regresó 70 años después. El juicio devastador vino sobre Israel. De todas las personas religiosas sobre la tierra en tiempos antiguos, ellos fueron los únicos que tuvieron la revelación de Dios. A ellos se les dieron las Escrituras, los Pactos, las Promesas, pero en medio de su religión, hicieron concesiones, se volvieron justos a sus propios ojos. Fueron juzgados, el reino del Norte fue juzgado, el reino del Sur fue juzgado, Dios los trajo de regreso y eso duró un poco de tiempo.

Y el Hijo de Dios vino y lo rechazaron. Y antes de que Él se fuera, Él se puso de pie y vio al templo y dijo: “Va a ser destruido, y ni siquiera una piedra va a quedar una encima de la otra. Todo va a ser demolido, Dios va a destruir este sistema.” En el 70 DC, los romanos vinieron, y literalmente masacraron a cientos de miles de judíos. Josefo el historiador dice, “Hay un número que no se ha contado de cuerpos judíos, que los romanos arrojaron por encima del muro, en profanación.” Mire, siempre ha sido una lucha en un mundo caído. La lucha podría ser debido a que la sociedad es pagana en su corrupción, podría ser porque es religiosa en su corrupción, y para ser honesto con usted, la religión no es una protección. La religión es una corrupción más poderosa que cualquier otra corrupción porque conlleva este engaño de que todo está bien con Dios.

Siempre ha sido una lucha levantar matrimonios fuertes, leales, amorosos, e hijos estables, obedientes, respetuosos, por no decir nada de matrimonios piadosos e hijos piadosos. Aun así el patrón de Dios no ha cambiado, un hombre, una mujer, desde Génesis en una unión de por vida, criando hijos para conocer a Dios y para transmitir la justicia de generación a generación. El principio de la historia de Génesis, nos dice que, desde el principio mismo, la corrupción fue masiva, a tal grado que Dios literalmente ahogó al mundo entero, excepto por ocho personas.

Entonces, ¿usted piensa que vive en tiempos difíciles? Así ha sido siempre. La religión falsa dominando en algunos lugares, el paganismo dominando en otros lugares, las naciones siguiendo su propio camino, descendiendo en el ciclo de inmoralidad, homosexualidad y una mente reprobada, pero, aun así, la Palabra de Dios no ha cambiado. Y el diseño de Dios para la familia no ha cambiado.

Permítame recordarle de lo que dije el domingo pasado, como una especie de cimiento. El matrimonio es una bendición, la Biblia lo llama, “la gracia de la vida.” ¿Quiere usted lo mejor de la vida? El matrimonio es la gracia de la vida. Esa es la intención de Dios para el matrimonio, ese es su diseño, el matrimonio es una bendición. La segunda cosa que le dije la última vez, es que los hijos son una bendición. Los hijos son una bendición, son el producto de dos volviéndose uno. Los hijos son herencia de Jehová, para enriquecernos, para bendecirnos, para alentarnos. Y cuando envejecemos, para apoyarnos, para cuidar de nosotros.

Entonces, el matrimonio es una bendición, Dios lo diseñó así. Los hijos son una bendición, Dios lo declaró así. La crianza de los hijos debe ser algo gozoso y satisfactorio, la crianza de los hijos debe ser algo gozoso y satisfactorio. Dios no le permite a toda persona tener hijos, eso ciertamente está dentro de Su propósito para la mayoría de la gente, pero no para todos, para la mayoría de los creyentes, pero no para todos. Pero cuando Dios le permite a los creyentes tener hijos, la crianza de los hijos debe ser gozosa y satisfactoria. El cuarto principio que le di, y quiero que piense en esto de nuevo, es que los padres tienen la responsabilidad de moldear la virtud de sus hijos. Los padres tienen la responsabilidad de cultivar la virtud de sus hijos, por causa de la sociedad, por causa de la civilización, y por causa del reino de Dios.

El enfoque, el centro de atención en el hogar, no está en los hijos sino en que los padres formen a los hijos. Vimos Proverbios 22:6, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él.” Sus hijos son definidos por como los cría usted. La crianza de los hijos debe ser gozosa, debe ser satisfactoria, pero es la responsabilidad que domina el hogar, conforme usted se esfuerza por criar a los hijos con virtud. También le dije la semana pasada, que los padres tienen la influencia más poderosa, tienen la influencia más poderosa. ¿Por qué? porque usted los tiene 24 horas al día, 7 días a la semana. Porque llegan a éste mundo en sus brazos, y gran parte de lo que va a determinar sus vidas, lo que va a suceder en esos primeros cinco años, cuando el mundo ni siquiera tiene una gran influencia en ellos, está en manos de usted. Su intimidad, su amor, su devoción, su disciplina, su instrucción es tan, tan importante.

Esa es la razón por la que se les dijo a los hijos de Israel, como usted recuerda, en Deuteronomio 6, cuando entraron a la tierra prometida, cómo debían criar a sus hijos. “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, que Uno es. Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” Esa es la primera lección que enseñar a los hijos. “Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y se las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano.” En otras palabras, afectan lo que haces.

“Estarán como frontales,” como letreros en tu frente, para determinar lo que piensas. “Las vas a escribir en los postes de tu casa, y en tus puertas,” para que literalmente estén dominando tu vida, conforme entras y sales. Y si haces esto, cuando Jehová tu Dios te lleve a la tierra que juró a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, para darte grandes y majestuosas ciudades que no construiste, y casas llenas de buenas cosas que no llenaste, y cisternas escarbadas que no escarbaste. Viñas y olivos que no plantaste, y comas y estés satisfecho. Entonces ten cuidado de no olvidarte de Jehová, temerás únicamente a Jehová tu Dios, y a Él adorarás.” Esa es la primera lección que le enseñamos a los hijos.

El matrimonio es una bendición, los hijos son una bendición, la crianza tiene la intención de ser gozosa y satisfactoria. Los padres tienen la responsabilidad de moldear la virtud de sus hijos, y los padres tienen la influencia más poderosa. Y finalmente le dije que la crianza de los hijos es el plan de Dios. La crianza de los hijos es el plan de Dios. Génesis 1. Tengan hijos, llenen la tierra. Y después el diluvio, capítulo 9, el diluvio termina, a Noé y a su familia Dios les dice que hagan lo mismo que Adán y Eva se les dijo que hicieran en Génesis 1, tengan hijos, tengan familias.

1 Corintios capítulo 7, usted también recuerda que afirma el matrimonio, y afirma el matrimonio quizás por una razón diferente, debido a las inmoralidades cada uno debe tener su propia esposa, y cada mujer debe tener su propio marido. El marido debe cumplir su deber con su esposa, y de la misma manera la esposa con su marido. La esposa no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido, y así mismo el marido no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. Dejen de privarse el uno al otro, dejen de negarse el uno al otro, a menos de que sea por mutuo consentimiento, por un tiempo para que puedan entregarse a la oración. Y vuélvanse a unir para que Satanás no los tiente debido a su falta de dominio propio. Esto digo a manera de concesión, no de mandato.” Pablo quiere decir que Jesús no dio este mandato, sino que, “estoy dando esto como del Espíritu Santo.” Cásense, cásense.

La soltería no es la norma. Más adelante en el capítulo él dice, “para algunos que tienen el don, lo es.” Y hay algunos a quienes el Señor decide no darles hijos, eso está dentro de sus propósitos también. Pero para la mayoría es matrimonio y una familia. ¿Cómo podemos hacer aquello a lo que Dios nos ha llamado? No lo podemos hacer en nuestra propia fuerza. Esa es la razón por la que, vayamos a Efesios capítulo 5, y podríamos comenzar con el versículo 15. “Mirad cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando el tiempo porque los dias son malos.” El reconocimiento, usted vive en un mundo pagano, ciertamente los creyentes en Éfeso vivían así. “No sean insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor. Y no os embraguéis con vino en lo cual hay disolución,” aquí viene, “antes bien, sed llenos del Espíritu.”

Es el Espíritu Santo quien nos guía a la adoración, a hablarnos entre nosotros con salmos, himnos, con canticos espirituales, haciendo melodía en nuestros corazones al Señor. Es el Espíritu Santo quien nos guía a estar agradecidos por todo lo que ha venido a nosotros, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Le ofrecemos gracias a Dios por ello. Es el Espíritu Santo quien nos capacita a someternos unos a otros, en el temor de Cristo. Es el Espíritu Santo que hace que las esposas estés sujetas a sus propios maridos, como al Señor. “Porque el marido es la cabeza de la esposa, así como Cristo también es la Cabeza de la iglesia.”

Es el Espíritu Santo quien hace que los maridos, en el versículo 25, amen a sus esposas, “así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.” Es el Espíritu Santo, quien está detrás de todo esto. No nos sorprende cuando la familia es un desafío difícil en el mundo, porque están tratando de hacerlo menos el Espíritu Santo. La sociedad va a fracasar en eso, aunque puedan haber algunos vestigios de esto aquí y allá, pero dentro del marco del plan del reino de Dios, entre aquellos que pertenecen a Cristo, y poseen el Espíritu Santo, éste debe ser el patrón. Las esposas que se someten a sus propios maridos como al Señor, esposas que entienden que el marido es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, y el Salvador del cuerpo.

Como la iglesia está sujeta a Cristo, también las esposas deben estar a sus maridos en todo. Maridos, bajo el poder del Espíritu Santo, por la gracia de salvación, que aman a sus mujeres, “así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella, para que la santificara habiéndola limpiado por el lavamiento del agua, con la Palabra, a fin de presentársela a sí mismo, en toda su gloria, no teniendo mancha, ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama, porque nadie aborreció su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, así como Cristo con la iglesia.”

“Porque somos miembros de Su cuerpo. Por esta razón, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Este misterio es grande, pero estoy hablando en referencia a Cristo y a la iglesia. No obstante, cada uno entre vosotros debe amar a su propia esposa, como así mismo, y la esposa debe respetar a su marido.” Todos conocemos esto, ¿verdad? Éste es el ambiente necesario para que la casa de los hijos, sea eficaz y exitosa. Una esposa que se somete a su marido, como al Señor, un marido que ama a su mujer como Cristo ama a la iglesia. Un marido quien, en un sentido temporal, como también en un sentido espiritual, es el santificador de ella, el que la mantiene pura, el que le permite a ella mostrar su gloria, la gloria de ella. El que trabaja, el que se esfuerza por verla santa, e irreprensible.

Obviamente es muy difícil para personas sin el Espíritu Santo, que no conoce a Cristo, formar familias significativas. Sucede, hay personas disciplinadas, hay ciertos vestigios de los propósitos de Dios, y la ley Dios escrita en el corazón humano, inclusive el corazón humano no redimido. Y hay formas de religión que han capturado esos ideales y las han implementado a la fuerza en personas, y sucede, por lo menos de una manera externa. Pero entre cristianos, ésta debe ser la norma.

Todo comienza con una esposa sumisa, que entiende que espiritualmente ella es igual, porque en Cristo no hay varón ni mujer, Gálatas 3:28. No estamos hablando de inferioridad espiritual, estamos hablando de funciones por diseño divino, pero en dónde la esposa se ve a sí misma como la que cuida el hogar, la que cuida de los hijos, la que apoya amorosamente a su marido. Y el marido se ve a sí mismo como el salvador, el proveedor, y el que ama a su esposa, usted tiene una posibilidad de criar a hijos que honran al Señor.

Llegamos entonces al capítulo 6, y veamos los versículos 1 al 4, o simplemente los voy a volver a leer. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Ese es un versículo muy corto, es el cuarto versículo, ¿no es cierto? muy, muy breve. Tiene un aspecto negativo y uno positivo.

El aspecto negativo, en un sentido es lo opuesto al aspecto positivo, y nos demuestra la línea fina por la que se debe caminar entre una disciplina amorosa, e instrucción, y provocar a los hijos a ira. Ahora, la última vez, vimos la sumisión de los hijos, versículo 1, deben obedecer a sus padres, porque esto es recto. Hay algunas cosas que son rectas, son correctas porque Dios las considera correctas, pero no solo obedecerlo, versículo 2, “honra a tu padre y a tu madre,” esto es una actitud. Obedece en todo, sin límites. Honra, el espíritu de respeto. Ustedes obedecen como hijos, ustedes honran, porque es correcto, porque el Señor lo manda, e inclusive añade una promesa.

La promesa está en Éxodo 20, versículo 12, está en los diez mandamientos. Es el primer mandamiento con una promesa, y la promesa es, vida larga. Para que te vaya bien, eso es calidad. Para que tengas una vida larga sobre la tierra, eso es cantidad. Los hijos obedientes viven sus vidas en plenitud, tanto en términos de privilegio, como de bendición, como de tiempo.

Ahora, los hijos no llegan al mundo conociendo esto, ¿verdad? no vienen al mundo obedeciendo, ¿verdad? No llegan al mundo con una actitud reverente, honorable hacia sus padres. Es esencial enseñarles a los hijos estas responsabilidades, porque usted está tratando de superar su naturaleza caída. Ese bebe pequeño, precioso, llegó a este mundo como un pecador, un pecador aterrador, y un pecador potencialmente mortal. Un escritor lo dijo de esta manera: “Todo bebe comienza una vida como un salvaje, completamente egoísta y centrado en sí mismo. Él quiere lo que quiere, cuando lo quiere, su mamila, la atención de su madre, sus amigos, sus juguetes. Niéguelo estos una vez, y él las toma con enojo y agresión, lo cual sería homicida si él no fuera tan inútil. Él está sucio, no tiene ningún valor moral, no tiene conocimiento, no ha desarrollado ninguna habilidad, esto significa que todos los niños, no solo ciertos niños, todos los niños nacen siendo delincuentes. Si se les permite continuar en su mundo infantil, centrados en sí mismos, si se les da libertad de responder a sus acciones impulsivas, por satisfacer todo deseo, todo niño crecería y terminaría siendo un criminal potencial, un ladrón, un homicida, y un violador.” (Fin de la cita).

Ahora, hay personas que de hecho creen en lo que es llamado, “regeneración presuntuosa.” Hay personas que creen que, si usted toma ese pequeño salvaje y le rocía agua, él de pronto se vuelva algún tipo de santo. Y usted ahora puede presumir, o dar por sentado que él es regenerado, debido a su bautismo. Si usted está presumiendo que su pequeño salvaje es regenerado, usted está equivocado, usted tiene una gran tarea como padre. Es una tarea incomparable, su tarea consiste en caminar por esa línea tan delgada entre hacer enojar a su hijo, y disciplinar a su hijo. Proverbios dice que el instrumento que usted usa para esto, es una vara. Es correcto, una vara. Si usted no usa la vara, como vimos la última vez, sus hijos van a crecer y van a traerle tristeza a usted, lo van a humillar a usted, van a ser una desgracia para usted. Se van a volver, Proverbios dice, “desastres.” Es esencial criar a un hijo disciplinado, para ver la promesa de una vida de bendición y plena.”

Proverbios 4:10 apoya ésta promesa, dice: “Oye hijo mío, oye y recibe mis palabras, y se multiplicarán tus años de vida.” Lea Proverbios 4, no voy a tomar el tiempo de hacerlo, lea Proverbios 4, lea Proverbios 5, lea la primera parte de Proverbios 7, simplemente sigue diciendo lo mismo. “Escucha la instrucción, escucha la instrucción, Hijo mío escucha la instrucción. Cuando usted cría hijos obedientes y respetuosos, tienen la promesa de una vida bendecida, de una vida plena. La tragedia de nuestra sociedad, es que los padres están preocupados por cómo se ven sus hijos. Están preocupados por la moda, la apariencia física. Están preocupados por el mérito académico, están preocupados por el mérito deportivo, y aparentemente, les importa muy poco su virtud.

Pero el mandato del versículo 4 a los padres es muy directo. “No provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” No es un mandato que tiene nada que ver con la ropa que usan, con lo que pueden lograr académicamente, deportivamente, económicamente. Todo tiene que ver con la disciplina y la instrucción con respecto a las cosas del Señor.

Entonces, veamos ese versículo 4 esta noche, con un poco de tiempo. Así es como los padres deben someterse, usted debe someterse a este deber. Esta es la parte de arriba del estándar de sumisión, de autoridad, que sostiene a la familia. Los padres guían y gobiernan, pero también se someten a una autoridad ordenada por Dios, amorosa, espiritual, disciplinada, que no abusa de los hijos.

En el día de Pablo existían ciertas actitudes que hacían que la vida para los hijos fuera peligrosa, como lo es en el mundo en muchos lugares en la actualidad, existían lo que se llamaba la “Patria Potesta” romana. Esa es una frase latina para el poder del padre. Un padre romano en el tiempo en el que Pablo escribió esto, tenía poder absoluto sobre su familia. Él podía vender a sus hijos como esclavo, él podía hacerlos trabajar en su campo, él podía encadenarlos, él podía tomar la ley en sus propias manos, él podía castigar, inclusive aplicar la muerte en su hijo, mientras que ese hijo viviera. No había límites de edad para la patria potestas.

Los historiadores nos dicen que cuando un niño nacía, era colocado a los pies de su padre. Y si el padre se inclinaba para levantar al niño, significaba que él reconocía al niño, y quería que viviera. Si le daba la espalda y se iba caminando, el niño literalmente podía ser dejado ahí, aventado. Se ha descubierto una carta del año 1 AC, de un hombre llamado Hilario, a su esposa Alis. “Hilario a Alis, su esposa. Saludos cálidos.” Cuando usted recibe ese saludo en una carta de su marido, está en problemas. Ésta es la carta. “Debes saber que todavía estamos en Alejandría,” él estaba afuera. “No te preocupes si cuando todos regresan, yo me quedo en Alejandría. Te ruego que cuides del pequeño niño. Y tan pronto como reciba el sueldo, te lo voy a enviar. Sí, buena suerte para ti. Tienes un niño, si es niño que viva, si es niña, aviéntala, deséchala.” (Fin de la cita).

Los hijos que no eran deseados, comúnmente se dejaban en el foro. Eran recogidos en la noche, por personas que los cuidaban para que se volvieran esclavos, y para llenar las casas de prostitutas, ahí en Roma. Séneca dijo: “Matamos a un buey salvaje, estrangulamos a un perro loco, le metemos el cuchillo al ganado más enfermo, y a los hijos que nacen siendo débiles y deformados, los ahogamos.”

Entonces, ¿usted piensa que vive en un mundo difícil? Ah. Pablo estaba hablándole a un mundo en dónde los hijos, donde los niños eran abusados de manera severa, y siempre lo son en el paganismo. La Biblia dice, “Y vosotros padres, ustedes padres, no provoquen a sus hijos a ira. No hagan nada que los haga enojar. Críenlos en la disciplina y amonestación del Señor. Es eso opuesto a la sociedad, esa cultura, esta cultura, esa sociedad, esta sociedad. Los padres es el término, ‘páteres,’ palabra griega páter, normalmente usada para el hombre de las familias. Pero a veces es usada para incluir a la madre. En Hebreos 11, creo que es el versículo 23, en dónde se está refiriendo a los padres de Moisés, esta es la palabra que es usada.

Entonces, es una palabra que puede significar ‘padre,’ o inclusive puede estirarse para incluir a los padres, ambos. Ciertamente incluye la idea del liderazgo del padre, porque ha sido explicado eso en el capítulo 5, él es el padre que guía, a él se le da el lugar primordial de liderazgo. Pero también incluye a la madre, esa es la razón por la que Proverbios 4 dice, “Oye la instrucción de tu padre, y de tu madre.” Ambos necesitan estar involucrados en criar a un niño mental, física, social, y espiritualmente. Ha habido todo tipo de estudios que se han realizado del desarrollo de los niños. Y básicamente han llegado a las mismas conclusiones. He recolectado algunos de estos a lo largo de los años, y éste es el resumen.

La mayoría de los psicólogos, y aquellos que analizan la conducta de los niños, identifican cuatro factores necesarios para evitar el tener hijos delincuentes, hijos criminales: 1) la disciplina del padre; firme, justa, coherente, sensata. 2) la supervisión de la madre; con ellos en el hogar, cuidando de ellos. 3) El amor del padre y la madre entre sí; el amor demostrado. 4) La unidad de la familia; estar juntos en la casa, en el hogar, sentados en la mesa, pasando tiempo para hablar de la vida. Amar y reírse, y llorar, y hacerlo todos juntos.

Otra forma de la misma lista, vino de un psicólogo cristiano, hace algunos años atrás, quien dijo: “La clave para criar a hijos buenos, se encuentra en las siguientes cinco cosas: 1) ame; padres con amor genuino el uno por el otro, que fluye hasta los hijos. Disciplina regular, coherente. En tercer lugar, coherencia. Ambos padres se quedan juntos, usan las mismas reglas, de manera incoherente implementan esas reglas para que el niño entienda claramente lo que está bien, y lo que no es aceptable. No hay un capricho, y no hay un conflicto. Cuatro, ejemplo en familia saludable, los padres no esperan que los hijos vivan al nivel de estándares que ellos no mantienen. Y cinco, y pensé que esto es interesante, un hombre como cabeza de la casa.

Él escribe, “La gran mayoría de los neuróticos y delincuentes, crecieron en hogares en dónde no había padre. O el padre estaba ausente o era débil, y la madre era dominante. Usted puede ver que inclusive la psicología entiende, simplemente a manera de observación, que lo que la Biblia dice acerca de la crianza de los hijos, es correcto. Ahora, específicamente, ¿cuál es la responsabilidad de los padres? Doble. Veamos el versículo 4, “Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,” eso es muy simple, no haga enojar a sus hijos. Colosenses 3:21 lo expresa de esta manera, “Y vosotros padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desanimen.” Usted literalmente puede quitarles la vida en desanimo. Usted puede hacer que estén enojados y estén frustrados, no provoquéis a ira a vuestros hijos, por cierto, es usada solo aquí y en Romanos 10:19.

La forma del nombre significa ‘irritación,’ una forma intensa de irritación, que enfurece a los hijos. No haga lo que hace enojar a sus hijos, y hace que se amarguen, y se exasperen, y se desanimen, y se den por vencidos en tratar de agradar, tratando de entender la vida. Nuestra autoridad nunca debe ser abusiva, nunca irritante, nunca llevar a la amargura. ¿Cómo hace usted eso? ¿Cómo es que usted provoca a sus hijos a ira? Permítame darle unas cuantas ilustraciones. Hay muchas maneras en las que usted puede provocar a ira a sus hijos. Hay muchas maneras para provocar a ira a sus hijos.

Una. Puede hacerlo mediante sobreprotección. Y la gente lo hace. Nunca confíe en ellos, nunca les dé una oportunidad de desarrollar independencia. Acorrálelos. Nunca les permita pensar por sí mismos, cuando hacen una sugerencia dígales que es torpe. Prívelos de alguna contribución, hágalos sentir de segundo nivel. Mire, si usted quiere desarrollar a un niño saludable, ese niño necesita sentirse amado, y que lo escuchan, y que es oído. El necesita poder, o ella necesita poder expresarse a sí mismo, o a sí misma. Poco a poco, así es como se refina. Óigalos. Tome algunos riesgos. Suélteles la cuerda un poco. Deles algo de independencia, no sea sobreprotector.

Otra manera en la que los padres hacen que sus hijos se enojen es por el favoritismo, al favorecer a un hijo por encima de otro. Me gustaría que fueras como tu hermano, nunca nos da problemas. Esa es una especie de historia Esaú-Jacob, ¿no es cierto? Rebeca prefirió a Jacob por encima de Esaú, los resultados tristes son bien conocidos. No los compare entre sí, no haga que uno se sienta inferior al otro.

Hay una tercera manera en la que usted puede provocar a ira a sus hijos, o exasperarlos, y eso es al empujar el mérito, lo cual, en mi experiencia, normalmente es para hacer que un padre se vea bien. Rara vez tiene que ver con los hijos. Algunos padres literalmente aplastan a sus hijos con presión por sobresalir en la escuela, en los deportes. Entonces, el hijo literalmente se amarga, porque nunca hay un nivel de mérito satisfactorio. Es una de las razones por las que no me gustan los deportes organizados para niños pequeños, y no me gusta la competencia académica para niños pequeños. Déjelos ser niños. Déjelos fallar. Déjelos hacer algo que no sea tan bueno como la mayoría de los demás, y afírmelos.

El empujarlos para que alcancen algo puede ser algo terrible, terrible, para los hijos. Los puede llevar al desánimo y al enojo. Y después cuando usted refuerza el fracaso al decir, “Nunca vas a llegar a nada, ¿porque es que nunca ganas? ¿Por qué es que nunca eres el primero de tu grupo? ¿Por qué es que no sacas las calificaciones que todo mundo saca?” Usted destruye el incentivo, y usted destruye el sentido de bienestar y amor. Busque maneras de recompensarlos, no todos son capaces de alcanzar lo que a usted le gustaría que alcancen, para que usted se vea bien.

Otra manera en la que usted hace enojar a sus hijos, es no sacrificarse por ellos. hacerlos sentir como si fueran una interrupción en su vida, un intruso. Estoy ocupado, estoy ocupado, podrías por favor irte, me estás molestando. Oh si los dejas irse a una esquina, y hacen su trabajo y luchan, y usted está demasiado ocupado como para prestarles atención, y usted los deja que hagan las cosas por sí solos, nunca hace cosas con ellos, que quieren hacer.

Me acuerdo, cuando tuve una plática con un par de niños pequeños hace años atrás, y uno de los niños estaba hablando con su amigo de su padre, acerca de su padre, que le gustaba jugar con él, y me acuerdo ésta afirmación profunda que hizo el otro niño, hablando de su padre, quien era un pastor de jóvenes, y él dijo: “Oh, mi padre nunca tiene tiempo para mí. Él está demasiado ocupado con los hijos de otras personas.” Aplastante, usted tiene que hacerlos sentir como si son la persona más importante en su mundo. Llévelos a lugares a dónde quieren ir. Haga cosas que con ellos que quieren hacer.

Otra manera en la que usted puede hacer que sus hijos se amarguen y se enojen, es al no permitirles crecer. Déjelos cometer errores. Déjelos crecer. Ríase cuando presentan ideas ridículas. No los condene. No espere perfección, únicamente progreso. Otra manera en la que usted puede exasperar a sus hijos, es al descuidarlos. Obviamente, siempre pienso en la historia de David y Absalón, no descuide a sus hijos, hablamos de eso un poco en el punto anterior. Permítame elevarla un poco. Aquí hay una manera en la que usted realmente puede herir a sus hijos, es una forma de abuso, mediante palabras amargas, palabras amargas. Usted tiene el vocabulario más poderoso en la casa, muchas más palabras están a su disposición para aplastar a su hijo, de lo que su hijo jamás podría llegar a tener.

Usted usa su vocabulario, y dice cosas a sus hijos que usted nunca recibirá de regreso, palabras aplastantes, palabras devastadoras que rompen sus corazones. Y, ¿necesito también añadir la crueldad física? Algunas veces, creo que el sarcasmo y el ridículo es peor que la crueldad física. Ahora, todo esto es un desafío para nosotros, ¿no es cierto? es un desafío. Pero así funciona. Si un niño vive con critica, aprende a condenar. Si un niño vive con ridículo, el aprende a ser penoso, y temeroso. Si un niño vive con vergüenza, él aprende a sentirse culpable. Si un niño vive con intolerancia, él aprende a estar enojado.

Por otro lado, si un niño vive con tolerancia, él aprende a ser paciente. Si un niño vive con aliento, él aprende la confianza. Si un niño vive con reconocimiento, él aprende a valorarlo, si un niño vive con justicia, él aprende lo que es la rectitud. Si un niño vive con amor seguro, aprende a confiar. Si un niño vive con aprobación, aprende a disfrutar. Si un niño vive con amor y amistad, él busca encontrar amor en el mundo.

Entonces, no debemos provocar a ira a nuestros hijos. Ahora, el lado positivo. Por otro lado, “Criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” “Criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” Criadlos asume, que no van a llegar ahí por sí mismos. Usted lo tiene que hacer. No sucede por accidente. Usted de hecho, podría comenzar a reconocer que criarlos en la disciplina y amonestación del Señor, involucra dos cosas. Involucra evangelizarlos, después involucra edificarlos. La palabra ahí para disciplina, es de hecho, paideia. Es la palabra para preparar, para aprender instrucción, disciplina. Disciplina como dolor, conforme es aplicado a un hijo. Realmente significa ‘criar a un hijo,’ preparar mediante regla, y mediante normas implementadas por amor y recompensas, y disciplina y castigo. Usted hace todo eso.

Susana Wesley, la madre de 17 hijos, incluidos a Juan y a Carlos, una vez escribió: “El padre que estudia para sujetar la voluntad personal en su hijo, trabaja junto con Dios en la renovación y salvación de un alma. El padre que permite la voluntad personal, cumple con el trabajo del diablo, hace de la religión impráctica, de la salvación inalcanzable, y hace todo lo que está en su capacidad, por ahogar el alma y el cuerpo de su hijo en el infierno para siempre.” (Fin de la cita).

Entonces, debemos criar a estos hijos, debemos disciplinarlos, criarlos en la disciplina, en la instrucción del Señor, nouthesia, significa instrucción verbal, escuche, con miras al juicio. ‘Instrucción verbal con miras al juicio.’ Permítame decirlo de manera muy simple, el peor problema que sus hijos tienen, el peor problema que sus hijos tienen, el peor asunto que enfrentan, la realidad más devastadora que enfrentan en el mundo, es la ira de Dios, es la ira de Dios. Eso va más allá de cualquier otra cosa, más allá de cualquier otra cosa. Su primera responsabilidad, es mostrarles cómo pueden escapar de la ira de Dios. Ese es su problema más grande. Ese es el problema más grande de usted, y de mí.

Usted no nada más puede decirles a sus hijos que Jesús quiere arreglar tus problemas, Jesús quiere darte un propósito, Jesús quiere calmara tu corazón turbado. Jesús quiere hacer de tu vida algo lleno de satisfacción. Usted tiene que comenzar con la ira de Dios. El peor problema que sus hijos tienen, es la ira final, terminal, eterna de Dios. La mejor promesa que sus hijos jamás van a oír, es la salvación de Dios, ¿verdad?

Entonces, ¿qué va a hacer para instruir a sus hijos de ésta manera? Usted va a sacar su Biblia. Y usted va a tener a sus hijos frente a usted, y quizás va a comenzar en Génesis. Y usted va a hablar de la Creación, de la maravilla de la Creación. Y después va entrar al capítulo 3, y usted va a decir que algo terrible sucedió, Satanás vino en forma de serpiente, y Eva pecó, y Adán pecó, y la raza humana entera cayeron en pecado, y Adán fue maldecido, y Eva fue maldecida. Horrible. Y esa es la razón por la que todos somos malos. Y esa es la razón por la que todos somos pecaminosos.

Y después usted va a decir, y usted llega al capítulo 5 de Génesis, “permíteme hablarte de un hombre,” está aquí en el versículo 17 de Génesis 5, es un hombre llamado Enoc. Enoc vivió hace mucho, mucho, mucho tiempo atrás, en la primera parte de Génesis, pero Enoc era un predicador. De hecho, él es el primer predicador. Y, ¿sabes tú cual fue su sermón? Lo tenemos en el libro de Judas, aquí está su sermón. “He aquí, el Señor vino, con miles de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, y para convencer a todos los impíos de todas sus obras impías, que han hecho de una manera impía, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado en contra de Él.” Wow. Ése es el primer predicador. Y ese es el primer sermón.

Otro predicador, un predicador poderoso, llamado Pablo, dijo esto: “Esto es indicación clara del justo juicio de Dios, para que seáis considerados dignos del reino de Dios, por el cual estáis sufriendo, porque después de todo es simplemente justo para Dios, recompensar con aflicción a aquellos que os afligen a vosotros, y consolar a aquellos de ustedes, de vosotros que estáis afligidos. Y para nosotros también, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo, con los ángeles poderosos y llama de fuego, dando retribución a aquellos que no conocen a Dios, y a aquellos que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús, estos pagarán la pena de eterna destrucción alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.”

El primer en la Biblia, Enoc, y en cierta manera el predicador final en la Biblia, en un sentido, uno de los finales, Pablo, tenían el mismo mensaje. Después usted podría ir de regreso a Génesis, capítulo 3 y decir, “Sabes una cosa, la gente sabía que era pecaminosa, y sabía que eran pecaminosos, y querían de alguna manera cubrir su pecado, y entonces consiguieron algunas hojas de higuera, y trataron de vestirse con hojas de higuera, y no sirvieron. Fueron inadecuadas. Pero permítame, darte unas buenas noticias, Dios vino y mató un animal. La primera muerte que jamás existió, la primera muerte que jamás existió en el mundo. Y Dios mató un animal, y tomó la piel y los cubrió. Dios quiere cubrir nuestro pecado.

¿Cómo es que Él va a hacer eso? Bueno, ahí atrás en Génesis 3, en el versículo 15, Él dijo que va a venir un hombre nacido de una mujer, y algún día Él va a aplastar la cabeza de la serpiente. Y al aplastar la cabeza de la serpiente, Él va a terminar con el dominio del pecado. ¿Quién es ese hombre? ¿Quién es ese hombre? ¿Cómo es que Él va a hacer eso? Bueno, va a venir un hombre, Él va a hacer eso. Él va a nacer de una mujer, Él se va a convertir en esa cubierta, quizás Él va a tener que morir.

Después usted puede ir a Génesis 22, y usted puede contarles a sus hijos la historia de Isaac. Abraham e Isaac van al monte Moriah, eso es Jerusalén, y Dios va a proveer un cordero. Abraham dice, “Dios va a proveer un Cordero.” Dios no va a dejar que esto pase, Dios o va a resucitar a este hijo de los muertos o Él va a proveer un cordero. Y llegan allá arriba, Isaac está llevando la madera, y es colocado sobre la madera, un retrato de Cristo, e Isaac va a morir como un sustituto, por el pecado de Abraham. En cierta manera es lo que parece. Y no hay cordero, pero hay un carnero. Y el carnero es el sustituto, en un sentido. Isaac es el sustituto para Abraham, y el carnero es el sustituto para Isaac.

Y de nuevo, usted puede contarle a sus hijos, que va a haber un cordero, pero el Cordero no vino en ese momento. El Cordero no vino en ese momento. Pero hay un retrato del cordero y puede ir a Éxodo 12, y puede ir a la Pascua, y usted puede contar la historia maravillosa cuando el cordero fue matado y la sangre estuvo sobre los postes de las puertas. Y en la noche, el ángel de la muerte pasó y nadie podía ver la sangre porque era de noche, la colocaron en la noche, pero nadie necesitaba ver la sangre, sólo Dios necesitaba ver la sangre.

Y usted puede hablarles de Levítico 1, y puede contarles que hubieron dos animales y uno era sacrificado, y el segundo animal demostraba el efecto del sacrificio, porque la expiación era hecha por un animal. Los pecados eran colocados en el otro animal y llevado. Y usted puede contarles que cuando Jesús vino, Juan el Bautista dijo, “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Y después usted puede ir a la cruz, y contarles que Él murió y resucitó. Todo lo que le acabo de decir, un niño lo podría entender, ¿verdad?

Y después usted podría contarles que algún día, cuando usted vaya al cielo, Apocalipsis 5, usted va a estar congregado alrededor del trono de Dios, y van a estar cantando, “digno es el Cordero, digno es el Cordero.” Ésta es una responsabilidad tan grande, pero tenemos a un Dios grande, y un gran mensaje. Deles el evangelio de una manera tan rica como pueda usted, y después continúe edificándolos con la Palabra de Dios. Oremos.

Padre, te damos gracias por el tiempo maravilloso que hemos disfrutado en comunión a lo largo de este día. Gracias por tu verdad, tu Palabra, tu Palabra es verdad. Gracias Señor por estas personas preciadas. Oro por todos nosotros que somos padres, y abuelos, y todos nosotros que estamos casados; y maridos y mujeres. Y oro por las personas solteras, Señor, llévalos al cónyuge correcto, continúa causando que tu iglesia, aquellos que son redimidos, críen hijos piadosos que transmitan justicia de una generación a la siguiente, que transmitan el evangelio, la estafeta de la verdad del evangelio a la siguiente generación.

Ayúdanos a plantar árboles, árboles para la sombra de la generación que viene después. Gracias por el privilegio, gracias por el poder y el espíritu para hacer esto, y gracias por Tu palabra, que nos da la instrucción y la verdad que necesitamos. Estas cosas traemos delante de Ti, con esperanza y gratitud en el nombre de Cristo. Amén.

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2/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 26

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Dios ha diseñado que la sociedad exista en familias, en familias. Dios diseñó la familia, Dios creó al hombre y a la mujer y dijo: “Hagan familias.” Dios repitió eso en primer lugar cuando dijo eso en Génesis 1, estaban Adán y Eva y después que Él había destruido el mundo entero y regresó a Noé y reiteró ese mandato en el noveno capítulo de Génesis, “Hagan familias, hagan familias. Llenen la tierra, llenen la tierra.”

Las familias son la unidad que transmiten la verdad y la justicia de generación a generación. Las familias son las unidades que proveen disciplina, e instrucción, y por lo tanto crean la civilización, mantienen unida a la sociedad. Proveen como un proverbio chino dice, “sombra para los hijos. Una generación planta los árboles, la siguiente generación disfruta de la sombra.” Estamos viviendo en una época en la que uno se preguntaría si algún árbol con sombra está siendo plantado para generaciones futuras. Hay una generación de jóvenes, inclusive jóvenes cristianos en la actualidad quienes tienen miedo del prospecto de traer niños al mundo.

Nuestra sociedad, no solo permite la destrucción de la familia, la ayuda y contribuye a eso. Nuestra sociedad produce leyes para destruir a la familia, las vemos todo el tiempo. Estamos viviendo en una sociedad dónde todos los tabúes han sido abolidos. Solo queda un tabú, y esa es la Biblia, y la moralidad bíblica. La fornicación y el adulterio abundan a un nivel sin precedentes, y para aquellas personas que se casan, el divorcio es una ayuda que está lista para sacarlos de ese matrimonio.

Todos estamos conscientes del hecho de que tenemos un rechazo general de liderazgo masculino, tenemos una sociedad feminizada, madres que trabajan, hijos sin padres, sin madres, aborto, millones de niños siendo matados en el vientre de su madre. Eso se ha estado llevando a cabo por décadas. La pornografía no solo es abundante, sino que está protegida por la expresión libre. Tenemos medios masivos de comunicación dominantes que contaminan la mente de la gente con entretenimiento que está corrupto. Y después tenemos redes sociales, en dónde la gente puede explotarse a sí misma, corromperse a sí misma, y corromper a otros, está por todos lados.

La sociedad no va a ofrecer solución alguna, únicamente va a incrementar la corrupción y mientras que esto es lo que este mundo pecaminoso ha escogido, se ha convertido en juicio divino. Según Romanos 1, cuando Dios juzga a una sociedad habrá una revolución sexual, seguida de una revolución homosexual, seguida de mentes reprobadas, en dónde no hay manera de retroceder porque la manera de pensar está tan corrupta. Y, si usted fuera a identificar en dónde se encuentra el área más corrupta del pensamiento, usted probablemente tendrá que responder afuera del mundo del entretenimiento mismo, en las universidades, las cuales tienen la responsabilidad de preparar académicamente a la generación siguiente.

La sociedad no ofrece solución y de hecho, ésta sociedad está ahora bajo el juicio de Dios, y apresurándose a toda velocidad para llegar al infierno. Entiendo porque la gente ve esto y se pregunta cómo va a hacer para sus hijos, y sus nietos. La sociedad no tiene solución. Aparentemente, muchos en la iglesia no están dispuestos a ponerse de pie y proveer para la gente un entendimiento verdadero, bíblico, de relaciones sexuales, matrimonio y la familia.

Entonces, lo que quiero hacer para usted y para nosotros es simplemente ver en la Palabra de Dios, y poder presentar un entendimiento, un marco de referencia para entender el matrimonio y la familia, y criar hijos como Dios lo ha diseñado. Y quiero que abra su Biblia en el sexto capítulo de Efesios, porque quiero simplemente colocar este pasaje en su mente, y después vamos a ir a muchos lugares. No tengo idea cuán lejos vamos a llegar, he escrito muchas cosas de qué hablar.

Efesios 6:1. “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, el cual es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros padres, (padre y madre) no provoquéis a vuestros hijos a ira, sino criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.”

Este es un resumen de lo que el Nuevo Testamento enseña. Usted encuentra un pasaje casi idéntico en el tercer capítulo de Colosenses también. Y como usted puede ver al ver ese pasaje, se basa en el Antiguo Testamento, de tal manera que nada ha cambiado. Esta es una reiteración y aclaración de lo que el Antiguo Testamento dice. Dios ya ha establecido Su patrón divino para la familia. Como dije, es difícil en la actualidad para la iglesia, definir esto con la precisión que la Biblia lo demanda, porque la iglesia, la iglesia contemporánea está tan pronta a absorber el mundo, y para hacer que la gente mundana se sienta cómoda, y regresar a los mandatos claros, precisos, exactos, demandantes, bíblicos, con respecto al matrimonio y a la familia, amenazaría a iglesias que están tratando de capturar al mundo.

Entonces, comencemos en dónde necesitamos estar y lo que necesitamos entender. Permítame darle cinco cosas que son elementales. Número uno, los hijos son una bendición de Dios. Los hijos son una bendición de Dios. Ahí es donde usted tiene que comenzar, no son un problema, no son una prueba, son una bendición de Dios. Dios bendijo a Adán y Eva, y Dios les dijo, “Fructificad y multiplicaos. Y llenad la tierra.” Al principio la civilización entendió eso, e inclusive después del diluvio. Cuando eso fue repetido, la gente entendió que los hijos eran una bendición del Señor. De hecho, no tener hijos era un desastre en la mente de la gente.

En el capítulo 29 de Génesis, por ejemplo, Raquel era estéril. “Lea concibió y dio a luz a un hijo, y lo llamó Rubén, porque ella dijo: ‘Porque Jehová ha visto mi aflicción, ciertamente ahora mi marido me amará.” Era como si no tener un hijo haría que su marido no la amara a usted. Y lleva volvió a concebir, y dio a luz a un hijo, y dijo: “Porque Jehová ha oído que no soy amada, Él por tanto también me ha dado este hijo. Y entonces lo llamó Simeón.” Ella volvió a concebir, y dio a luz un hijo y dijo, “Ahora, esta vez mi marido se acercará a mí, se apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Y ella lo nombró, Leví.”

Ella en el versículo 35 volvió a concebir, y dio a luz un hijo y dijo, “Esta vez alabaré a Jehová.” No fue sino hasta que tuvo un cuarto hijo, que ella creía que podía dejar de anhelar por algo más y estar satisfecha. Los hijos son una bendición del Señor, un tipo de vergüenza en su mente no tener muchos hijos. Y el capítulo 30 dice, “Cuando Raquel vio que ella no le daba hijos a Jacob, ella tuvo envidia de su hermana. Y le dijo a Jacob, “Dame hijos o moriré. Dame hijos o moriré.” Y después a ella se le ocurrió un plan torpe, como usted sabe, y quiso una especie de hijo postizo, Dios en su gracia, ahí en el versículo 23, le mostró su favor y ella concibió y dio a luz un hijo. Ella dijo: “Dios me ha quitado mi oprobio.” Ella lo nombró José diciendo: “Que el Señor me de otro hijo.”

Fue casi como si un hijo no era suficiente. Lo era. El deseo del corazón de una madre, por tener muchos hijos, porque los hijos eran una bendición tal como Dios lo dijo. Escuche el Salmo 127, versículo 3, “He aquí, herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima es el fruto del vientre. Como saetas en la mano del valiente, así son los hijos de uno, habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre cuya aljaba está llena de ellos. No se avergonzará en cuando hablen con sus enemigos en la puerta.” Fue de hecho, una especie de menosprecio personal, una especie de vergüenza el no tener hijos. Ciertamente, hubieron algunos para quien Dios no diseño que tuvieran hijos, pero como un asunto general, los hijos fueron una bendición, y no tener hijos era no disfrutar de bendición.

Segundo principio que entender, la crianza de los hijos es una bendición. Esto va de la mano con el primer punto, la crianza de los hijos es una bendición. Hay tres veces en los Proverbios en dónde habla de un hijo que hace que el corazón de su padre esté contento. Proverbios 29:17 dice, “Corrige a tu hijo, y te dará descanso. Sí, traerá deleite a tu alma.” Los hijos son una bendición, y ser un padre es una bendición.

Un tercer principio. La crianza de los hijos es medida por los padres, y no los hijos. La crianza de los hijos es medida por los padres y no los hijos. ¿Qué quiero decir con eso? Simplemente, me refiero al principio de Proverbios 22:6, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él.” Realmente los hijos son un testimonio de como los padres los criaron. Vivimos en una época en la que el enfoque está en los hijos. El enfoque debe estar en el padre.

Ahora, ¿qué significa, ‘instruye al niño, o prepara a un niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él? No es una garantía de salvación, simplemente es un axioma, un truismo, simplemente es una verdad evidente en sí misma, los hijos llegan a volverse aquello para lo que usted los cría. Ese es un hecho general. Un equivalente del Nuevo Testamento sería Lucas 6:40, cuando un hombre ha sido preparado de manera plena, él será como su maestro. Usted será responsable por moldear a sus hijos. Van a ser aquello a lo que usted los guía. Se volverán aquello que usted permite que se vuelvan. Van a adoptar la forma que usted ha provisto para ellos en su crianza. Nada de lo que usted haga garantiza su salvación. Eso no es lo que está diciendo, pero está diciendo que sus hijos serán los productos de su crianza. Y esa es la razón por la que dije que, el tercer punto en la crianza es medida por los padres, no el talento del hijo, no la belleza del hijo, sino los esfuerzos de los padres.

Entonces, conforme usted ve hacia adelante, y usted se dice a sí mismo, “No sé si quiero criar a un hijo en el mundo que está por venir o en el mundo que existe, recuerde esto. En cualquier ocasión en cualquier mundo, cualquier hijo llegará a ser aquello que usted lo formó y quiso que llegara a ser. La crianza de los hijos es una responsabilidad sin descansos, no hay descansos para tomar café, no hay vacaciones porque es tan importante. No puede ser un trabajo de medio tiempo. Esa es la razón por la que las madres que trabajan pueden ser un desastre tan serio.

Una cuarta cosa en que pensar con respecto a eso, y es obvio, es que la crianza de los hijos es la influencia más poderosa en la vida de un hijo. La crianza de los hijos, es la influencia más poderosa en un hijo. Es más poderosa que la sociedad, es más poderosa que sus amigos, es más poderosa que los medios masivos de comunicación, porque la crianza de los hijos puede controlar todo eso, es una responsabilidad de tiempo completo. De hecho, si usted regresa a Deuteronomio, ahí en el capítulo 6, usted recordará que incorporado, parte del diseño de Dios al principio al revelarle a Su pueblo Su ley de nuevo, lo cual Él lo hace en el libro de Deuteronomio, conforme se preparan para entrar a la tierra prometida, están las palabras conocidas de Deuteronomio 6:4 “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy estará sobre tu corazón.”

Ese es el resumen de todos los mandamientos, amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y después, versículo 7, “Y las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” Eso es crianza de hijos. Nunca se detiene, nunca se detiene. “Las vas a atar como señal en tu mano,” de tal manera que básicamente afectan todo lo que haces. “Las colocas como señales en tu frente,” de tal manera que controlan la manera eficaz, lo que piensas. Ese es el simbolismo ahí, las escribes en los postes de tu casa, en tus puertas, de tal manera que cuando entras y sales, la ley del Señor domina todo. Así es como los padres tienen la influencia más grande.

Mantenga en mente que los hijos de Israel en este punto en el tiempo estaban viviendo en medio del paganismo. El paganismo estaba tan mal en ese entonces, que Dios les dijo que cuando entraran a la tierra prometida, literalmente mataran a las naciones que ocupaban la tierra. No hicieron eso, y entonces tuvo esta batalla constante con una sociedad corrupta. La historia de Israel, francamente, es una lección viva de los peligros de no enseñarle a sus hijos, de no tener la ley de Dios dominando a sus hijos, de no enseñarles, de no hablarles la ley de Dios cuando se sientan, cuando caminan, cuando se acuestan, cuando se levantan, haciéndola lo que controla su conducta, lo que controla su manera de pensar, y su ir y venir.

Obviamente Israel fracasó al no hacer eso, aunque se les mandó en Deuteronomio 6. Si usted llega, por ejemplo, una generación más tarde, simplemente una generación más adelante, a Jueces capítulo 2, versículo 7, dice aquí, “El pueblo sirvió a Jehová todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, que habían visto toda la gran obra que Jehová había hecho por Israel.” Josué claro, los habría llevado a la tierra, versículo 10, “toda esa generación también llevada a sus padres, y se levantó otra generación después de ellos que no conoció a Jehová, ni la obra que Él había hecho para Israel.”

Esa generación, no hizo lo que se les dijo que hicieran, enseñar la ley de Dios a sus hijos, para que amaran a Jehová su Dios con todo su corazón, con toda su alma, y con todas sus fuerzas. Esa generación entera fracasó en su crianza de hijos. Versículo 11, aquí está la siguiente generación, “Entonces, los hijos de Israel hicieron lo malo a los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.” Literalmente, adoraron a los señores falsos. “Y, dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que los rodeaban, y se postraron ante ellos, y de esta manera provocaron a Jehová a ira, entonces dejaron a Jehová y sirvieron a los baales y a Astarot.”

Una generación. Se les dio un mandato claro, toman la ley del Señor que había sido dada a Moisés, y fue dada por segunda vez en Deuteronomio, enséñaselas a tus hijos. No lo hicieron. Se volvieron a los dioses de los cananeos. Un patrón en la vida de Israel repetido una y otra vez, y otra vez, y otra vez, y todos conocemos la historia terrible, trágica, que resultó de esto. Me imagino que el resumen de esto está en Jueces 21:25, “Todo mundo hacía lo que bien le parecía.” ¿Se oye conocido? Esa es la sociedad estadounidense. Ese es el mundo en el que vivimos. Estamos ahí por la misma razón por la que Israel estuvo ahí.

El pueblo de Israel vivió en este mar de paganismo, se les dijo que hacer para protegerse a sí mismos, enseñarles a sus hijos. Fue una responsabilidad de tiempo completo, y tenía que estarse llevando a cabo todo el tiempo, no solo por preceptos sino, por ejemplo. Amar a Jehová tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Los hijos son una bendición, la crianza de los hijos en sí mismo es una bendición. De hecho, una familia es medida por la crianza de los hijos. Sea lo que sea que usted hace, va a decidir qué tipo de hijo tiene usted, y la crianza de los hijos es por diseño de Dios, la influencia más poderosa en la vida de un hijo. Es una responsabilidad de tiempo completo, que está incorporada en el comienzo mismo de la ley de Dios, y cuando es ignorada tragedia sobre tragedia, no solo el declive de una familia sino el declive de una sociedad entera.

Y eso nos lleva en cierta manera a una quinta verdad elemental, la crianza de los hijos es el plan de Dios para el hombre. La crianza de los hijos es el plan de Dios para el hombre. La excepción es no ser un padre. ¿No es eso en cierta manera obvio? Porque si usted no tiene padre, usted ya no tiene personas. La crianza de los hijos es el plan de Dios. Decir eso es decir que el matrimonio es el plan de Dios. El matrimonio es el plan de Dios. Dios nos diseñó como criaturas sexuales, seres sexuales, y eso únicamente puede ser cumplido en una unión entre un hombre y una mujer, en un matrimonio de por vida. Cualquier otra cosa diferente a esa relación, es devastador y corrompedor.

En 1 Corintios capítulo 7 usted podría ver esto conforme en cierta manera continuamos construyendo nuestro entendimiento en línea con esto. En 1 Corintios capítulo 7 Pablo dice, “Acerca de las cosas que me escribisteis, bueno le es al hombre no tocar mujer.” Él se refiere a una manera sexual, pero si vas a tener dificultades con eso, entonces dice, “pero debido a las fornicaciones, cada uno tenga su propia esposa, y cada esposa debe tener su propio marido. Usted no puede tener a personas con deseos sexuales por todos lados, sin conyugues. Algunas veces cuando la gente dice, ¿cuál crees tú que es el problema más grande en la familia en la actualidad? Lo he respondido de esta manera: la soltería, la soltería es un gran problema. Usted no tiene matrimonio, usted no tiene hijos, lo que usted tiene es inmoralidad.

Pablo procede a decir en el versículo 9, “Si no tienes dominio propio, cásate. Mejor es casarse que estarse quemando de pasión.” Tenemos una sociedad de solteros que están empujando, empujando, empujando el matrimonio más, y más hacia adelante a un mañana nebuloso. La soltería epidémica es mortal para la familia, produce inmoralidades masivas en toda dirección. Es una señal de egoísmo. Casi 50% de la población en Estados Unidos, que tienen más de 18 años de edad es soltera. Y viendo esta estadística desde otra perspectiva, solo únicamente 50% de las casas en Estados Unidos son parejas que están casadas. Y la casa más común en Estados Unidos, la casa más común en Estados Unidos desde el año 2000, es una persona viviendo sola.

Millones de personas solteras viviendo solas, ese tipo de conducta se ha incrementado en 100% desde 1990. Casi 50% de todos los nacimientos ahora son ilegítimos. El 90% de los estadounidenses en esta encuesta, en la encuesta Harris dijo: “La sociedad debe valorar todo tipo de familias por igual, todo tipo de familias por igual. No importa si son un hombre y una mujer, si están casados, o no, o si son del mismo sexo.” En dichas situaciones, dijeron 90% de las personas encuestadas, no tiene efecto en los hijos. Entonces, la solución para el gobierno de los Estados Unidos es ceder a la inmoralidad, al vicio sexual, a la desviación, la homosexualidad, y la lujuria desenfrenada domina la sociedad.

Y, por cierto, si usted resulta quedar embarazada, mate al bebé. Necesitamos entender que Dios ha diseñado que la gente tenga familias, tenga familias, tenga familias. Como cristianos y como la iglesia, necesitamos guiar al mundo al mantener en alto el matrimonio y a los hijos como la bendición más preciada de Dios en toda la vida humana. Observe en primer lugar, que el matrimonio es la gracia de la vida, ¿verdad? es lo que el Nuevo Testamento dice. En segundo lugar los hijos son una bendición del Señor, y la promesa es que usted los crie de la manera correcta. Cuando son mayores van a demostrar de esa manera que usted ha invertido en sus vidas. Ese es el diseño de Dios.

Los cristianos no pueden ser tan egoístas que no quieren casarse, y muchas personas no quieren casarse, porque después pueden encontrarse a alguien mejor. Es momento para que los cristianos dejen de interrumpir el plan de Dios para los hijos al quedarse solteros. Cásense, sea un marido, tome a una esposa. Y entre los cristianos creo que todavía en la mayoría de los casos es iniciado por los hombres. A los hombres les gustaría pensar que quizás las mujeres deberían venir tras ellos, pero las mujeres cristianas son más sensatas, creo yo, más reservadas, y los hombres necesitan guiar en eso. No sé qué es lo que los hombres cristianos están esperando. Hay muchas damas cristianas fieles, a quienes ellos podrían cuidar como Cristo amó a Su iglesia, y con quienes podrían cuidar hijos piadosos, y quienes serían para ellos, gozo supremo.

En la creación, recuerde usted la afirmación, no es bueno que el hombre esté, ¿qué? solo. Cásense, críe hijos. Críelos para que conozcan al Señor. Entonces, esa sería una especie de percepción elemental que quiero colocar en su mente. Ahora, quiero que regrese a Efesios, y en cierta manera vamos a hablar un poco más acerca de lo que este texto dice de manera específica. En primer lugar, habla de la sumisión de los hijos, y después habla de la sumisión de los padres, ambos sometiéndose al diseño de Dios.

Versículos 1 y 2, “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.” ¿Necesito decir que, se necesita enseñarles a los hijos a hacer eso? No vienen al mundo listos para hacer eso, vienen al mundo como réprobos, réprobos, pequeños hermosos, pero réprobos. Vienen al mundo como pecadores caídos, llevando la naturaleza de Adán, y la culpabilidad de Adán. Pero, veamos simplemente esto en particular, los niños deben ser instruidos con esto. Pero los niños “deben obedecer a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo.”

¿Qué queremos decir con ‘hijos,’ tekna?  No significa bebés pequeños, no significa niños pequeños, significa cualquier hijo que todavía sería clasificado como un hijo, lo cual sería cualquier hijo que está en el hogar, y no han comenzado aún su propia vida adulta. Hablando en términos generales, cualquier descendiente que todavía está bajo cuidado de los padres. Todavía bajo el cuidado de los padres. De hecho, realmente no se aplica a los más pequeños porque usted realmente no los puede mandar, no tienen una facultad inclusive para comprender eso. Se refiere a aquellos que tienen la suficiente edad como para razonar. Y, por cierto, este es el único mandato en la Biblia a los hijos. Aquí está, “Obedeced a vuestros padres en el Señor.”

Este tipo de obediencia es tan esencial para la civilización, la sociedad se mantiene junta, en un tipo de manera cohesiva, saludable, y segura, cuando los hijos obedecen a sus padres. De hecho, eso está en los mandamientos de Éxodo 20, “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que Jehová tu Dios te da.” En otras palabras, si no haces eso, podrías morir, sino haces eso podrías morir. Y eso está reiterado en el siguiente capítulo de Éxodo, capítulo 21, y en el versículo 15, “El que golpeara a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” Versículo 17, “EL que maldijere a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” La pena capital para un hijo que le pega a un padre o maldice a un padre, repetido en el capítulo 20 de Levítico, versículo 9, “Si alguno maldijera a su padre o a su madre, ciertamente morirá.” Él ha maldecido a su padre o a su madre, su sangre está sobre él.

El siguiente versículo habla sobre el hombre que comete adulterio con la esposa de otro hombre, mismo castigo. La pena de muerte debe ser aplicada a los hijos que no obedecen a sus padres, así de urgente es este asunto de la obediencia. Criar una generación de personas que pueden hacer una civilización real, demanda que los hijos obedezcan a los padres. Eso es simplemente, algo absolutamente elemental. Observe el libro de Proverbios por un minuto, y permítame mostrarle tan solo unas cuantas cosas aquí, conforme en cierta manera continuamos con nuestro estudio bíblico. Proverbios realmente es verdad transmitida de los padres y las madres, pero en particular de los padres a sus hijos.

Entonces, el versículo 8 del capítulo 1, “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la enseñanza de tu madre. De hecho, son una corona de gracia para tu cabeza, y adornos para tu cuello.” En otras palabras, hay una belleza en un hijo que recibe instrucción de sus padres y la obedecen. En el capítulo 2, versículo 1, “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y guardareis mis mandatos dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría, si inclinares tu corazón a la prudencia.” Capítulo 3, comienza de la misma manera, “Hijo mío, no te olvides de mí enseñanza, sino guarda mis mandamientos en tu corazón, porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.” Capítulo 4, “Oíd hijo la instrucción de un padre, y prestad atención para que adquiráis entendimiento, porque os doy buena enseñanza, no abandonéis mi ley. Cuando yo era hijo de mi padre, delicado y único a los ojos de mi padre, entonces él me enseñaba y me decía, que tu corazón se aferre a mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás.”

En el capítulo 4 de nuevo, versículo 10, “Oye hijo mío, y acepta mis dichos, y los años de tu vida serán muchos.” Capítulo 5, “Hijo mío, da atención a mi sabiduría, inclina tu oído a mi entendimiento.” Capítulo 7 de nuevo, “Hijo mío, guarda mis palabras, atesora mis mandamientos dentro de ti.” No solo obedécelas, sino atesóralas, “guarda mis mandamientos y vivirás. Y mi enseñanza como la niña de mis ojos.” Mismo capítulo, ahí en el versículo 24, “Ahora, por tanto, hijos míos, escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca.” En el capítulo 8, versículo 32, “Ahora, por tanto, hijos, oídme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.” Y sigue así a lo largo de esta sección maravillosa.

Usted encuentra en el capítulo 12, versículo 1, “Todo aquel que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que aborrece la reprensión es necio.” No solo debe usted obedecer, sino que debe aceptar de manera dispuesta la disciplina que lo guía a usted por el camino de la obediencia. Capítulo 13, versículo 1, “El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, pero el burlador no escucha la reprensión.” Hay poca duda de que esto se encuentra en el corazón de este libro entero de Proverbios. Tan importante.

Capítulo 15, versículo 5, “Un necio rechaza la disciplina de su padre, pero el que escucha la reprensión es prudente.” ¿Quieres ser un hijo prudente? ¿quieres crecer para que llegues a ser un adulto sociable? Entonces, escucha la instrucción de tu padre, y acepta la disciplina de tu padre. Y uno más en el capítulo 28, versículo 7, “El que guarda la ley es un hijo sabio.” El que guarda la ley es un hijo sabio. El lado negativo, si maldices a tus padres y les pegas a tus padres, la pena de muerte. El lado positivo, escúchalos, aprende de ellos, acepta la disciplina que viene con la instrucción.

En Lucas, capítulo 2:52, en Lucas 2:52 hay una afirmación interesante con respecto a nuestro Señor, pero nos da algunas categorías en las que podemos pensar de los hijos. Lucas 2:52, “Jesús crecía en sabiduría y estatura, y en favor con Dios y los hombres.” Los hijos deben ser gobernados, deben ser disciplinados, deben ser instruidos, porque carecen de cuatro cosas. Carecen de sabiduría, carecen de estatura, carecen de favor con Dios, y carecen de favor con los hombres.

En otras palabras, son deficientes mentalmente, son deficientes físicamente, son deficientes socialmente, y son deficientes espiritualmente. Y eso es todo, simplemente son deficientes. Se necesita un esfuerzo en dónde no nos detenemos de manera deliberada para sacarlos de esas deficiencias y llevarlos a un lugar en dónde reciben sabiduría, y crecen hasta llegar a la fortaleza y tener favor con Dios, y favor con los hombres. Dios se preocupa por el aspecto social de la vida, por el aspecto físico, por el aspecto mental, como también por el aspecto físico.

Entonces, usted debe querer que sus hijos sean obedientes, usted entiende que cuando llegan al mundo son deficientes, sus aptitudes sociales no existen, simplemente gritan por lo que quieren, pelean, discuten, van a lugares y hacen cosas que usted no quiere que hagan. No tienen aptitudes sociales, no tienen entendimiento espiritual, son débiles y vulnerables, llevados por doquiera, no tienen sabiduría, y no tienen discernimiento.

Entonces, lo que usted tiene es un pecador, réprobo, pequeño, que es totalmente deficiente en toda área de la existencia. Y su responsabilidad delante de Dios, y su gran gozo, es eliminar esas deficiencias. Si usted no hace eso, usted termina con el tipo de hombre del que habla Proverbios 30:11, que maldice a su padre y no bendice a su madre. Usted termina con el tipo de hombre que se burla del padre, y menosprecia a su madre. Y Proverbios 30:17 dice, “Los cuervos de la cañada saquen el ojo que se burla del padre, y menosprecia a su madre, y los aguiluchos se los comerán.” Eso es bastante vívido.

Entonces, ¿qué hace usted como padre? Usted tiene una responsabilidad y el gozo y el privilegio y el mandato de criar a hijos, para que sean obedientes. Eso significa que usted tiene que ser el instrumento que Dios usa para ayudarles a incrementar, a crecer en sabiduría, estatura, favor con Dios, y favor con el hombre. Usted debe querer que su hijo, regresemos a Efesios, obedezca, obedezca. Enséñele a su hijo a obedecer. Ese es el único mandato, obedezcan a sus padres. Lo académico no es tan importante, el deporte no es tan importante, la moda no es tan importante, el físico no es tan importante, la obediencia importa todo. Obedeced. “Hupakouo,” literalmente significa ‘oíd debajo de’ ‘someterse’ someterse. Es un imperativo presente, y la idea de que habitualmente lo obedecen a usted. Y simplemente quiero decirle que así es como en un sentido es la crianza simple de los hijos. Lo único que usted está tratando de hacer es criar a un hijo obediente. Un hijo que aprenda la obediencia porque las consecuencias son tan dolorosas, las consecuencias de la desobediencia.

Pero hay otro aspecto de esto. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres.” ¿Qué significa eso? En el Señor, ¿qué significa eso? Colosenses 3:20 añade, “Obedeced a vuestros padres en el Señor, en todo.” Absolutamente en todo en el Señor. ¿Qué significa eso? Como si estuvieras obedeciendo a Cristo. Como si estás obedeciendo a Cristo. Eso es algo sorprendente. Usted realmente está enseñándole a sus hijos a obedecer, no debido a usted, sino debido a Dios. Su autoridad es una autoridad delegada. Es transmitida a usted desde el cielo. ¿Por qué debe usted hacer esto? Porque esto es justo.

Ahí hay una idea nueva. Algo que de hecho es lo correcto. Hay una cosa correcta y esa es la obediencia. La palabra es dikaion, la cual es ‘justo,’ ‘justo,’ usado con frecuencia de Dios, con frecuencia de Cristo, y con frecuencia de nosotros, cuando está hablando de nuestra justicia en Cristo, nuestra justificación es justo. Los hijos que desobedecen violan la ley de Dios. Esto debió haber sido algo desafiante en la primera iglesia, porque a los hijos judíos se les prohibía creer en Cristo. Probablemente a los hijos paganos se les prohibía creer en Cristo, y estaban siendo expuestos inicialmente al evangelio. ¿Qué iban a hacer?

Bueno, que dijo Jesús, sorprendente, Él dijo, “Si me quieres seguir, quizás tengas que odiar a tu padre, y odiar a tu madre.” Eso es Lucas 14. En Mateo 10 Él dijo, “Si amas a tu madre, o padre más que a mí, no eres digno de ser mi discípulo.” Aquí está el lugar en dónde los hijos hacen lo que es justo, lo que es correcto, cuando desobedecen. Esto es cuando obedecen al Señor, y los padres les están mandando que no lo hagan. Esa es una excepción rara. Fuera de eso, el primer deber de un hijo es obedecer.

Entonces, usted le enseña a sus hijos a obedecer. Y si usted hace eso, cuando sean grandes van a ser obedientes. El segundo deber entonces, en el versículo 2 es, “honrar a tu padre y a tu madre, el cual es el primer mandamiento con promesa. Obedecer es deber, honrar es actitud. Obedecer es deber, honrar es actitud. Usted no solo debe querer obediencia, usted no quiere a un hijo furioso, que lo obedezca a usted con un corazón enojado. Pero esta actitud corresponde al acto de obediencia. La obediencia de un hijo debe contener honor. Y eso, claro, sale de los diez mandamientos en Éxodo 20:12. Usted debe criar a un hijo que es tanto obediente a los padres, porque él se da cuenta que esos padres tienen una autoridad delegada del Señor, para traer la vida más bendita posible a ellos, y al mismo tiempo tener una actitud de honor hacia el padre y la madre.

Patricia y Yo solíamos hablar mucho de esto cuando estábamos criando a nuestros hijos, disciplinábamos por la actitud, disciplinábamos a nuestros hijos mucha más por actitud, que lo que hicimos por acciones, porque tendían a pensar que podían salirse con la suya con una actitud en lugar de un acto. Podíamos prevenir el acto, no podíamos prevenir la actitud. La disciplina por una actitud es tan importante como la disciplina por un acto si usted tiene un hijo que es obediente, reverente, reverente hacia los padres, como los representantes de Dios, con la autoridad delegada de criarlos para conocer y amar a Dios, y vivir en la plenitud de su bendición.

Entonces, este realmente es el quinto mandamiento, y versículo 12 es el quinto mandamiento. Y es el primer mandamiento que tiene que ver con las relaciones humanas. Los primeros cuatro tienen que ver con Dios, Éxodo 20, éste es el primero que tiene que ver la relación humana. Cuando usted entra a las relaciones humanas, lo primero que usted se encuentra son los padres y los hijos. Esto es tan esencial porque viene con una promesa, observe el versículo 3, “para que te vaya bien y para que tengas larga vida sobre la tierra. Este es el primer mandamiento con promesa.” Este es el quinto mandamiento, ese el primero que trata con las relaciones humanas, y es el primero con una promesa.

Los hijos piadosos, los hijos obedientes que honran a sus padres, no van a tener su vida cortada por la disciplina, no van a tener su vida cortada por el juicio divino, van a tener una vida larga, rica, plena, bendita. Eso es lo que usted quiere para sus hijos, ¿verdad? Ese es su deseo para sus hijos. Y aunque cuando el mandato fue dado por primera vez al pueblo de Israel, hubieron promesas físicas hechas a Israel, que iban de la mano con que estuvieran en la tierra. Todavía hay promesas que van de la mano con esto, de lo contrario no sería repetido aquí. Esto es para todos los creyentes, y esto no está ligado necesariamente a la tierra de Israel, sino que tendrás vida larga, no en esa tierra, sino en la tierra.

No se usted, pero me gustaría que mi hijo viviera una vida plena, una vida larga, ¿usted no? No garantiza un número de años, pero lo que garantiza es que su vida no será cortada por la disciplina divina. Esto es absolutamente esencial. Ahora, quiero cerrar al decir que para llevar a sus hijos a este punto, tiene que ejercer algo de disciplina firme. Regresemos a Proverbios de nuevo, y simplemente le voy a mostrar unas cuantas cosas que usted conoce. Proverbios 3, versículo 11, “Hijo mío, no menosprecies la disciplina de Jehová, ni aborrezcas su reprensión, porque aquel a quien Jehová ama, disciplina, así como el padre corrige al hijo a quien quiere.”

Dios lo hace, Dios disciplina, esto es repetido, no es cierto en Hebreos, “Todo aquel al que el Señor ama el disciplina.” En el capítulo 10 de Proverbios, un versículo conocido, versículo 13, “En los labios de quien discierne, la sabiduría se encuentra, pero la vara es para las espaldas del que carece de entendimiento.” No solo le dice a usted que hacer, le dice en dónde hacerlo. Dele en la parte de atrás. Esa es la razón por la que Dios proveyó acolchonamiento suficiente en ese lugar, esa es una vara para la espalda de un hijo que carece de entendimiento. En el capítulo 19 de Proverbios, versículo 18, “Corrige a tu hijo mientras que hay esperanza y no desees su muerte.” Guau. Si no disciplina usted a su hijo, acorta su vida. Lo ama usted, disciplínelo.

Proverbios 22, versículo 15, “La necedad está ligada al corazón del muchacho.” Eso es lo que estaba diciendo, que nacen siendo insensatos, y están caídos, “más la vara de la disciplina la alejará de él.” Esa amigos, es una promesa. ¿quiere usted alejar la necedad de su hijo? El castigo físico desde los primeros años, tan pronto como esa necedad se vuelve aparente y desafiante. Capítulo 23 de Proverbios, versículo 13, “No retenga la disciplina del hijo, le azotarás con vara, y no morirá. Lo azotarás con la vara, y rescatarás su alma de la muerte, de la tumba.” Todo esto está diciendo. Si quiere usted que su hijo viva una vida rica, completa, bendita, plena, va a demandar algo de disciplina seria, dolorosa, disciplina corporal. Claro que, si usted quiere destruir a la familia, usted podría hacer de eso, ilegal.

Proverbios 29, versículo 15, “La vara y la corrección dan sabiduría.” ¿Escuchó esto? “Pero el hijo consentido trae vergüenza a su madre.” Y después en el versículo 17, “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y traerá deleite a tu alma.” No voy a llevarlo a lo largo de Proverbios de nuevo, pero si fuera a hacer otro viaje simplemente le diría que Proverbios dice esto, “Un hijo indisciplinado es tristeza para su madre, un rebelde para su padre, una tristeza para sus padres, un desastre para su familia, una desgracia para sus padres, una humillación para sus padres, y un abusador de sus padres.”

Entonces, es esencial tener un hijo obediente. Y es necesario, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra. Calidad de vida, te va bien. Cantidad de vida, larga vida sobre la tierra. Entonces, regresemos adonde comenzamos, los hijos son una bendición del Señor, la crianza de los hijos es una bendición, la crianza de los hijos define a la familia no el hijo, la crianza de los hijos es la influencia más grande que sus hijos jamás van a tener. Tiene que serlo por diseño divino, y la crianza de los hijos es el plan de Dios.

Entonces, usted podría ver al mundo hacia adelante, y decir, “Oh, no sé si quiero casarme. Usted va a terminar posponiendo esta carrera en la vida, posponiendo este llamado alto y glorioso, y lleno de deleite a ser una familia. Muchas cosas amenazan a la familia y al futuro, pero creo que con frecuencia la soltería en la iglesia evangélica es la amenaza más grande. Simplemente necesitamos pedirle al Señor que nos humille y nos dé un corazón para encontrar una persona que ame a Cristo, para criar hijos.

Dice usted, “Oh, el mundo va a ser,” el mundo siempre ha sido igual, ¿verdad? siempre ha sido igual. Usted puede proveer las protecciones que usted necesita para sus hijos, eso es lo que los padres hacen, pero este es el diseño de Dios. Necesitamos más matrimonios cristianos buenos y necesitamos más familias cristianas maravillosas, tenemos tantas aquí en Grace, Grace Church. El mundo necesita más, el mundo necesita más, y usted no tiene nada que temer porque este es un llamado divino, usted lo hace en el poder de Cristo, y la fortaleza del Espíritu, y el Señor lo va a usar para hacer que su familia sea una bendición.

Señor, hemos disfrutado de un gran privilegio al llegar al final de este día, disfrutando de un día maravilloso, fructífero de comunión y ministerio juntos. De nuevo hemos sido expuestos a tu palabra en tantos niveles hoy día, el día de hoy, cuan ricos somos, cuan bendecidos somos por tener la verdad y no estar corriendo por todos lados como personas en el mundo tratando de entender que es lo que es correcto, o lo que es verdad, dónde está la esperanza, en dónde están las respuestas, como vivir, como amar, como casarnos, como criar hijos. Todo está aquí para nosotros, y todo está simplemente cargado de promesas, simplemente está cargado de promesas.

Un matrimonio amoroso, un marido que ama a su mujer, y una mujer que se somete a su marido, hijos que son instruidos y disciplinados para ser obedientes, padres que los crían en la disciplina y amonestación del Señor, encuentran la vida más rica, más satisfactoria. Está bien con ellos–calidad de vida. Y pueden vivir mucho tiempo en la tierra–cantidad de vida. Vida a plenitud, y vida que es de lo más completo, que está encontrada en este regalo maravilloso de la familia. Ayúdanos Señor a buscar tu propósito en esta área.

Señor, sabemos que puede haber algunos a quienes se les ha dado un don para ser solteros, que no tienen un deseo como éste, y que ese es un don de Ti, y que si es un don de Ti, como dice la Escritura, pueden dedicarse continuamente a Ti sin estorbos. Estamos tan agradecidos por aquellos que han sido dotados y llamados de esa manera, y son una parte bendita de nuestra familia como tus hijos. Guíanos Señor, conforme pensamos en estas cosas en las semanas venideras, y conforme la gente que va más allá de nuestra iglesia oye estas verdades, oramos que hagas una obra en muchos corazones. Para Tú gloria oramos. Amén.

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1/5 – Sombra para nuestros hijos

Junio 25

Sombra para nuestros hijos

John MacArthur

Fue en el año 1978, hace 12 años atrás, cuando nos embarcamos en un estudio de la epístola de Pablo a los efesios. Ha pasado casi esa cantidad de años desde que nos concentramos en un versículo muy, muy importante en Efesios que habla bien del tema de este día en particular. Abra su Biblia, si es tan amable, en Efesios, capítulo 6. Efesios, capítulo 6, versículo 4.

El versículo dice: “Y vosotros, padres,” refiriéndose a padre y madre, “no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Un proverbio chino antiguo dice esto: “una generación planta los árboles y otra recibe la sombra.” Usted y yo estamos viviendo aún en la sombra de algunos árboles que fueron plantados por algunos de nuestros padres y abuelos y bisabuelos. Estamos bajo la sombra, hasta cierto punto, por sus estándares morales, por su compromiso espiritual, su sistema de valores, su sentido de lo que es correcto y lo equivocado, su compromiso con el deber. Estamos bajo la sombra de lo que nuestros padres y abuelos plantaron.

La pregunta que enfrentamos el día de hoy es qué tipo de árboles están siendo plantados en la actualidad para proveer sombra para la generación futura de lo que bien podría ser el calor quemador de un mundo dominado por un anticristo. ¿Estamos plantando algo o estamos dejando a nuestros hijos totalmente expuestos? Es obvio, o debería serlo para cada uno de nosotros, que nuestra cultura, en términos de moralidad, valores, ética, deber, compromiso, se está desintegrando. Los sistemas mismos sobre los cuales basamos nuestra vida están confundidos, están torcidos y fuera de línea con el orden Divino de Dios. Permitimos a nuestro país la masacre de millones de niños no nacidos, mientras que al mismo tiempo sentenciamos a hombre esta semana a seis meses en la cárcel por matar a un colibrí, lo cual nos demuestra que aún no entendemos que el hombre es hecho a imagen de Dios, muy diferente de cualquier animal.

Estaba leyendo un artículo esta semana en la revista Reader’s Digest acerca de los derechos de los animales. Una de las personas que es citada en el artículo estaba exaltando la igualdad de todas las cosas creadas con esta afirmación: “una rata es un cerdo y un perro es un niño.” El artículo procedía a decir que hay personas que están reclamando que la matanza de seis millones de pollos para ser rostizados es el equivalente moderno de la masacre de Hitler de los judíos.

¿Qué tipo de valores va a tener nuestra cultura? A mí también se me dijo hace un par de semanas atrás que hay más personas en las escuelas de leyes en los Estados Unidos que en el resto de los programas de posgrado combinados. Es impensable pensar en lo que viene en el futuro en una sociedad que va a irse a demandar entre sí hasta la muerte en juicios, sin un estándar moral mediante el cual va a determinar lo que es correcto.

¿Vamos a sentenciar a la gente a la cárcel por matar a las aves y después, dejarlos estar libres cuando matan a niños? ¿Adónde va nuestra cultura? ¿Qué tipo de sistema de valores, qué tipo de moralidad, qué tipos de estándar estamos estableciendo para proveer sombra para la próxima generación? ¿Estamos plantando algo o los estamos dejando totalmente expuestos?

Bueno, las Escrituras son ciertamente claras cuando hablan de nuestra responsabilidad hacia nuestros hijos. Dios ha establecido los estándares y cualquier madre sabe que los hijos deben ser una bendición. Y normalmente, lo son cuando llegan. Hay algunas madres que no los quieren en absoluto y, por lo tanto, los abortan. Hay algunas madres que inclusive, habiéndolos dado a luz, no los quieren. Y por ello, los desechan en un contenedor para la basura o los regalan.

Y después, están la mayoría de las madres, que al principio los quieren y después de unos cuantos años, no están seguras de que todavía los quieren. Los hijos, supuestamente deben ser una bendición. Los hijos deben ser un gozo. Los hijos deben ser una bendición del Señor para llenar de gracia nuestras vidas de satisfacción y significado y felicidad y plenitud. Son dados para nuestro gozo y, sin embargo, terminan rompiendo el corazón, y rompiendo el corazón y rompiendo el corazón. Al ser dejados expuestos a este mundo y cuando no se les provee la sombra apropiada para protegerlos, ellos, de hecho, rompen su corazón.

Pero regresemos a la perspectiva básica de Dios. Génesis, capítulo 4, cuando regresamos al principio en el que Dios dio hijos, cuando leemos en Génesis 4, versículo 1: “el hombre,” este es Adán, “tuvo relaciones con su esposa Eva y ella concibió y dio a luz a Caín. Y ella dijo:

“he tenido a un hombre niño,” literalmente, con el Señor. En otras palabras, el Señor fue la fuente de este niño. El Señor me dio un niño.

En el versículo 25: “Adán volvió a conocer a su mujer y dio a luz a un hijo y lo llamó Set, porque Dios me ha dado otro descendiente.” Ella vio a sus hijos como regalos de Dios. Capítulo 17 de Génesis, versículo 20: “Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.” Inclusive a Ismael, Dios dice, lo bendeciré. ¿Cómo lo vas a bendecir? Al darle hijos. Doce príncipes le daré. Esa es una gran bendición.

Génesis, capítulo 29. En Génesis 29, versículo 31: “Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste.” Ella pensó que cuando ella le había dado su primer hijo a su marido, él la amaría. Ella descubrió que solo el hijo de ella la amaba. Para cuando ella tuvo el segundo hijo, ella tuvo el segundo hijo y sabía que el segundo hijo iba a llenar de nuevo el vacío de amor que ella no tenía por parte de su marido. El punto es este: que Dios le dio sus hijos para que ella pudiera disfrutar del amor de ellos. Los hijos son una bendición. Los hijos son una fuente de amor.

Raquel estaba sintiendo su esterilidad en el capítulo 30, versículo 1 y ella le dijo a Jacob: “dame hijos o moriré.” Versículo 2: “Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?” El punto es que sólo Dios puede dar hijos. Dios los da para gozo. Dios los da para bendición. Dios los da para llenar nuestras vidas. Versículo 6: “Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo.” De nuevo, un regalo de Dios.

Versículo 17: “Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido.” Versículo 19: “Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob. Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote.” Los hijos deben traer bondad, gozo, bendición, promesa, esperanza, satisfacción, significado para la vida. En el capítulo 33, versículo 5, y aquí Esaú se reúne con Jacob y Jacob le dice que aquellos que estaban con él eran los hijos que Dios en su gracia le había dado a tu siervo. Regalos de Dios dados en gracia para ser una bendición.

En Rut, ese libro maravilloso, en el versículo 13 del capítulo 4, escuche esto: “Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová.” Los hijos deben ser una bendición. Siempre ha sido así. Dios los da para nuestro aliento. Dios los da para nuestro gozo.

Proverbios 23:24: “el padre de los justos se regocijará grandemente y el que engendra a un hijo sabio estará gozoso en él.” Ese es el propósito de Dios. Los hijos son para hacernos felices. “Se sabio, hijo mío,” dice Proverbios 27:11, “y llena de gozo mi corazón.” Un hijo sabio, de hecho, llena de gozo el corazón del padre. Proverbios 29:3 dice: “un hombre que ama la sabiduría trae gozo a su padre.” Y así continúa.

Ahora, ¿cómo es con el propósito de Dios de que los hijos deben traernos gozo y felicidad, contentamiento, satisfacción y amor, en lugar de eso, se vuelven algo que rompe nuestro corazón? Los matrimonios y las familias en nuestra época tienden a ser zonas de guerra, áreas de desastre. Los hogares no son refugios. No hay paz, ni gozo, ni contentamiento, sino que más bien, conflicto, intimidación, aislamiento. En la generación de gente que está siendo criada en la actualidad, sin protección, en lugar de estar bajo algún tipo de sombra por algún tipo de estándar de vida apropiado y ordenado por Dios. Para hacer eso práctico, permítame tan sólo hablarle un poco de algo antes de que entremos a nuestro texto.

El departamento de policía de Houston publicó un pequeño folleto apropiadamente llamado Cómo Arruinar a Sus Hijos. Obviamente de manera sarcástica, dice, y garantizado para que sea un 99% infalible. Esto es lo que el departamento de policía de Houston experimentó al enfrentar con la delincuencia y los criminales y los ha llevado a concluir esto. Aquí está cómo arruinar a sus hijos.

Número uno, comience en la infancia a darle a su hijo todo lo que quiere. Número dos, cuando comienza decir malas palabras, ríase de él. Número tres, nunca le de ningún tipo de preparación espiritual hasta que tenga 21 años de edad, después, déjelo decidir por sí mismo. Número cuatro, evite usar la palabra “malo,” podría desarrollar sentimientos de culpabilidad. Cinco, recoja usted todo lo que él deja tirado en el piso para que experimente el evadir toda responsabilidad por todo lo que hace y culpar a los demás. Y sigue y sigue. Inclusive la cultura ve que un hijo sin disciplina e instrucción es un desastre potencial.

Otro libro escrito por un médico también adopta un enfoque más bien sarcástico a esto y sugiere cómo crear o cómo producir a un hijo trágico. Primero, aquí están 10 pasos fáciles para hacer que su bebé saludable, normal se convierta en un adicto a las drogas o un alcohólico. Aquí están. Diez pasos. Uno, consiéntalo. Dele todo lo que él quiere si usted puede pagarlo. Dos, cuando él haga algo que está mal, usted puede amenazarlo, pero nunca disciplinarlo. Tres, promueva su dependencia total de usted para que las drogas y el alcohol puedan reemplazarlo a usted cuando él sea mayor. Cuatro, protéjalo de su marido y de todos esos maestros malos que amenazan con disciplinarlo de vez en cuando y demándelos, si usted quiere. Cinco, tome todas sus decisiones debido a que usted es mucho mayor y mucho más sabio que él. Y él podría cometer errores y aprender de ellos si usted no lo hace. Seis, critique a su padre abiertamente para que su hijo pueda perder el respeto a sí mismo y la confianza. Siete, siempre sáquelo de los problemas para que usted le caiga bien a él. Además, él podría dañar la reputación de usted si él termina con antecedentes penales. Nunca deje que él sufra las consecuencias por su propia conducta.

Quiero detenerme aquí para decir que para mí este es uno de los asuntos más importantes en la crianza de los hijos. Los hijos deben sufrir las consecuencias de su mala conducta, de lo contrario nunca alterará la conducta de ellos. Número ocho, siempre entre y resuélvale los problemas para que él pueda depender de usted y corra usted cuando las cosas se ponen difíciles. Después, cuando él sea mayor y todavía no haya aprendido a cómo resolver sus propios problemas, él puede continuar huyendo de ellos mediante las drogas o el alcohol. Nueve, simplemente, para estar tranquila, asegúrese de dominar a su marido y llévelo a que él beba también. Diez, tome usted misma muchas medicinas que el doctor le ha recetado a usted para que el tomar medicinas que no son con receta no sean un gran paso serio para él. Así es como usted hace que su bebé saludable normal termine siendo un adicto a las drogas o alcohólico.

Él añade: “aquí está cómo hacer que su hijo normal termine siendo un homosexual. Uno, comience usando los diez pasos fáciles seguidos por la madre del alcohólico. Pero esto no será suficiente. Además, muestre su amor a su hijo al protegerlo con mucho cuidado. No le deje jugar fútbol americano o béisbol con los otros niños. Él podría lastimarse. No lo deje trabajar afuera, él podría enfermarse de neumonía con un mal clima. Tres, asegúrese de que pase mucho tiempo con usted y muy poco tiempo con su padre o con cualquier otro hombre adulto. Después, él sugiere: aquí está cómo hacer que su hijo normal termine siendo un criminal sociópata.

Uno, comience con los mismos diez pasos fáciles que la madre del alcohólico usa con las siguientes excepciones y adicciones. Nunca discipline a su hijo. El castigo físico es algo del pasado. De hecho, la disciplina ahora es considerada inmoral. Por cierto, es contra la ley en Suecia, la cual tiene la tasa de suicidio más elevada entre los adolescentes en el mundo. Deje que su hijo se exprese a sí mismo como él quiera. Él aprenderá a partir de su ejemplo a cómo conducirse, él no necesita disciplina alguna. No guíe su vida, deje que él guíe a la de usted. Deje que él lo manipule a usted. Deje que él lo haga sentirse a usted culpable si él no hace lo que quiere. Y no implemente las reglas de la casa, si es que hay alguna, de esa manera, él podría escoger qué leyes de la sociedad él romperá cuando sea mayor y él no temerá a las consecuencias debido a que él no sufrió nunca ninguna consecuencia. No lo moleste con hacer cosas en la casa. No lo moleste con ayudar a limpiar o a recoger la casa. Hágale todo. Por ejemplo, hágale su cama, límpiele todo para que entonces, él pueda ser irresponsable cuando él sea mayor. Y siempre culpe a otros cuando sus responsabilidades no se hacen. Asegúrese de ceder cuando él hacer un berrinche. Él podría pegarle a usted si es usted no cede. Nunca lo confronte cuando él está enojado. También ayudará si usted escoge creer sus mentiras y quizás usted quiera mentir un poco. Particularmente en sus impuestos. Critique a otros de manera abierta y de manera rutinaria para que él entonces se dé cuenta de que él es mejor que el resto de la gente. Dele mucho dinero y no lo fuerce a hacer algo para ganárselo. Él podría terminar con la idea de que él tendrá que trabajar más tarde para vivir si usted lo hace trabajar para tener dinero. Si él hace algo que vale la pena en la casa, asegúrese de pagarle ricamente por cada buena obra, no sea que él termine pensando que un sentimiento de responsabilidad es su propia recompensa.

Y después, el doctor dice: aquí están los plazos para hacer que su hija normal termina siendo una hija histérica. Use los mismos diez pasos fáciles que la madre del alcohólico usó, punto por punto, pero también añada esto: consiéntala, déjela hacer siempre lo que quiere, especialmente si ella llora o se enoja. Cásese con un marido inmaduro y nunca satisfaga usted sus necesidades físicas, sus necesidades de calidez y afecto. Y él se va a acercar demasiado, de hecho, a su hija, en lugar de acercarse a usted. Miéntase mucho a usted misma para que ella pueda aprender a usar la técnica de la negación también. Siempre alábela cómo se ve, nunca por su virtud. Coloque un espejo en toda pared para que ella pueda admirarse a sí misma de manera continua. Esta es una de las reglas más importantes para producir la histeria.

Y cuando ella huya, y probablemente ella va a hacer esto de manera frecuente, asegúrese de salir corriendo siempre tras de ella y discúlpese por no dejarla hacer lo que ella quiere siempre desde el principio. Cuando ella pretenda estar triste y ella finja suicidarse, al tragarse un par de docenas de aspirinas o píldoras para dormir, asegúrese de salvarla de manera dramática y mostrarle lo culpable que usted se siente por no dejarla hacer lo que ella quiere desde el principio. Aliéntela a ser una estrella de película. Ya para este punto, ella es tan dramática que la actuación sería bastante natural para ella. Divórciese y vuélvase a casar dos o tres veces para que ella pueda aprender lo que usted ya conoce: que todos los hombres no sirven para nada, pero, de cualquier manera, usted podría vivir con uno.

Usted podría seguir más allá de eso. Instrucciones para saber cómo criar a un esquizofrénico adulto: No muestre afecto. Tenga un padre débil o una madre débil. ¿Cómo desarrollar a un hijo obsesivo, rígido y tímido? Sea crítico, dominante, legalista, orgulloso. ¿Cómo desarrollar a un hijo que tiende a meterse en accidentes? Peleen entre ustedes y el hijo terminará castigándose a sí mismo en la forma de accidentes. ¿Cómo tener a un hijo obeso? Dele mucha comida y déjelo en casa solo. ¿Cómo tener a un hijo anoréxico? Igual, nada más que incluya que no respete a su marido. ¿Cómo tener a un hijo hipercinético? Nunca discipline y tenga un padre ausente. Y sigue así. Algunos estudios inclusive han indicado que los niños que mojan la cama, de alguna manera son más frecuentes en los hogares de mujeres.

El punto es este: Dios nos ha dado hijos y a menos de que obedezcamos el estándar de Dios, vamos a producir un desastre. Ahora, algunas veces, realmente, no es la culpa de la madre. Algunos maridos son débiles y no sabios. Algunos maridos están ausentes. Algunos maridos se han ido en su totalidad, pero a menos de que usted obedezca el estándar que Dios ha establecido, ese hijo que Dios le ha dado a usted para que sea un gozo y una bendición y un consuelo y consolación a lo largo de su vida, va a terminar rompiendo su corazón.

Ahora, necesitamos regresar a nuestro texto para descubrir cómo criar bien, correctamente a ese hijo. Hemos visto cómo hacerlo mal. ¿Cómo lo hacemos bien? Permítame leerle los primeros tres versículos: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”

Ahora, lo primero que dice y únicamente voy a mencionar esto brevemente, es que los hijos son llamados a obedecer y honrar. Obedecer es el acto y la honra es la actitud. Entonces, lo que queremos de los hijos es obediencia y honor. Necesitan aprender a manera de actitud a honrar a sus padres y en términos de acción, a obedecer a sus padres. De manera natural, no saben esto. ¿Entiende usted eso?

La Comisión de crimen de Minnesota reconoce esto cuando escribe, y cito: “todo bebé comienza la vida como un salvaje pequeño…” Y después, dijeron esto: “él es completamente egoísta y está centrado en sí mismo.” Él quiere lo que quiere cuando lo quiere, su mamila, la atención de su madre, los juguetes del otro niño, el reloj de su tío. Usted le niega estas cosas una vez y él se enoja, se llena de ira y agresividad, la cual sería homicida si él no fuera tan indefenso. Él está sucio, no tiene moralidad, no conoce nada y no tiene ninguna capacidad desarrollada.” Se oye como un vago. “Esto significa que todos los niños,” dice la Comisión de Minnesota, “todos los niños, no sólo ciertos niños, todos los niños nacen como delincuentes. Si se les permite continuar en su mundo egoísta de la infancia, y se les da la libertad y no se refrenan sus satisfacciones impulsivas para satisfacer todo deseo, todo niño va a terminar siendo un criminal, un ladrón, un homicida y un violador.” Fin de la cita.

Y entonces, si usted va a tener que prevenir eso, va a tener que trabajar un poco. Los niños se desarrollan en cuatro áreas, como se indica en Lucas 2:52: «Jesús creció en sabiduría, estatura, favor con Dios y los hombres.” ¿Verdad? Sabiduría, eso es mentalmente. Estatura, eso es físicamente. Favor con Dios, eso es espiritualmente. Y hombres, eso es socialmente. Mental, física, espiritual y socialmente se desarrollan los niños. Cuando llegan al mundo, no están desarrollados. Se les tiene que enseñar a obedecer porque esto es justo. Y Dios dio este mandato y colocó ahí una promesa con él de vida larga, si tienen ellos la actitud correcta. Honra significa el espíritu de obediencia. Obediencia significa el acto de obediencia. Deben honrar a sus padres, lo cual significa que tienen tal respeto hacia ellos que quieren hacer lo que es correcto y después, van a hacer lo correcto. Pero no van a hacer eso automáticamente. Deben ser entrenados para hacer eso.

La clave, claro, es el Señor Jesucristo y la vida llena del Espíritu inclusive para un hijo. Los hijos necesitan estar bajo el control del Espíritu Santo, pero sus padres necesitan enseñarles eso. Tenemos una tarea enorme frente a nosotros. Y si usted no les enseña a sus hijos a honrarlo a usted y a obedecerlo a usted, entonces sus hijos van a romper el corazón de usted. Esto es absolutamente esencial.

Regrese conmigo a Proverbios por un momento. Y permítame darle tan sólo un pequeño repaso de lo que dice en el libro de Proverbios, únicamente unos cuantos versículos clave. Proverbios… Usted no necesita buscarlos si usted simplemente quiere escuchar. Proverbios 3:11 y 12: “hijo mío, no rechaces la disciplina de Jehová o menosprecies Su reprensión, porque Jehová, a quien ama, disciplina, así como el padre al hijo a quien quiere.” Cualquier padre que realmente ama a su hijo y se deleita en él, lo va a disciplinar, lo va a reprender, lo va a corregir.

Proverbios, capítulo 10, versículo 13, aquí está el medio, el versículo 13 dice en la última parte del versículo: “pero una vara es para la espalda del que carece de entendimiento.” Ahora, en esta cultura moderna, diríamos “¡no!”, una computadora es para el que carece de entendimiento o una enciclopedia es para aquel que… No, una vara es para aquel que carece entendimiento. Y lo que él quiere decir aquí no es que no tienen información, sino que no la aplican. Si usted tiene a un hijo que demuestra una falta de sabiduría al vivir, saque una vara y úsela en la espalda de él o de ella. Eso es lo que dice la Biblia.

Capítulo 19, versículo 18 – y esto es tan práctico – versículo 18 del capítulo 19: “disciplina a tu hijo entre tanto que hay esperanza.” Porque va a llegar a un punto en el que no hay esperanza. Usted ya no lo puede hacer. Su hijo crece demasiado y usted trata de darle con una vara y él se la va a romper en la cabeza a usted. Y observe el versículo 18: “disciplina a tu hijo en tanto que hay esperanza y no desee la muerte de él.” Si usted no disciplina a un hijo mientras que hay esperanza, usted está deseando la muerte de él.

¿Qué quieres decir con eso? Uno, él va a terminar siendo un adicto a las drogas y va a morir de una sobredosis. Dos, va a terminar siendo alcohólico y quizás, a la edad de 19 años, va a terminar chocando con su auto en un árbol o en algún muro en algún lugar y se va a matar. Va a terminar siendo un homosexual a los 25 años de edad va a morir de sida. Él va a terminar siendo un criminal y va a terminar muriendo. No. Usted disciplina mientras que hay esperanza. La alternativa es desear la muerte de él.

Capítulo 22 de Proverbios, versículo 15: “la necedad está ligada al corazón del muchacho,” eso es correcto. “La necedad está ligada al corazón del muchacho, más la vara de la disciplina lo alejara de él.” Como puede ver, de nuevo, el castigo corporal es la consecuencia de la desobediencia, lo cual modifica la conducta. La consecuencia dolorosa inmediata altera la conducta. Proverbios 23:13 y 14: “no retengas la disciplina del niño, aunque lo disciplines con la vara, no morirá.” Él le va a decir a usted que se está muriendo, pero no se está muriendo. No morirá. Lo disciplinarás con la vara y librarás su alma del Seol. Usted no sólo ahora está hablando de salvar su vida, está hablando de salvar su alma, la persona entera, cuando usted usa esa vara.

Proverbios 29:17, me encanta esto, “corrige a tu hijo,” y a tu hija, ciertamente se implica aquí, “corrige a tu hijo e hija y Él te dará consuelo.” Él también deleitará tu alma. Permítame decirle algo. Oigo toda esta discusión de cómo criar a sus hijos y toda esta inteligencia de cómo hacer que tus hijos te amen y cómo pueden terminar deleitando tu alma. Y pueden darle a usted mil maneras psicológicas. Permítame hacerlo simple: la Biblia simplemente dice que, si usted lo corrige, en otras palabras, si usted lo corrige con una vara y lo disciplina a él o a ella y los hace vivir una vida obediente, van a deleitar el alma de usted.

No es tan difícil, no es tan complejo. Establezca un estándar, viva a la luz de ese estándar y corrija a la luz de ese estándar. Ahí está. Y Él le va a consolar a usted. En su edad mayor, él lo va a apoyar a usted, lo va a amar a usted, lo va a llamar bienaventurado y le va a deleitar su alma. Si usted no hace eso, Proverbios le dice lo que sucederá. Y no voy a buscar todos los versículos, simplemente, le voy a dar la lista.

Proverbios dice que, si usted no hace esto, que, si usted no disciplina a su hijo y cría a su hijo de manera apropiada, él va a ser tristeza para su madre, rebelde para su padre. Una tristeza para su padre, un desastre para su padre, una desgracia para sus padres, una humillación para sus padres. Va a usar a sus padres y después, vea el capítulo 29, versículo 15: “la vara y la reprensión dan sabiduría, pero el hijo que hace lo que quiere, trae vergüenza a su madre.” Él lo va a avergonzará a usted. Él va a ser pena para usted.

Si usted quiere un hijo que es una tristeza y un rebelde y una tristeza y un desastre y una desgracia y una humillación y que va a usarlo a usted y una vergüenza, entonces, no haga nada. Pero si usted disciplina a ese hijo, establece un estándar, vive a la luz de ese estándar, disciplina a la luz de ese estándar. Sus hijos van a amarlo a usted, se van a deleitar en usted y van a consolar su corazón.

Ahora, regresemos a Efesios y veamos los puntos específicos de lo que el apóstol Pablo dice. Tenemos un regalo tremendo por parte de Dios en nuestros hijos. Son para traernos gozo inmenso. Deben traernos deleite, bendición, felicidad, satisfacción, consuelo, gozo. Y estamos viendo una sociedad en donde los hijos para la mayoría de las personas son un dolor, un desastre. Rompen los corazones de sus padres con su bebida, con sus drogas, con su promiscuidad sexual, con su conducta criminal moderada o extrema, con su falta de valores, con su falta de honra y respeto hacia sus padres. Avergüenzan a sus padres. Son un terror para sus padres en algunos casos. Ellos manipulan y monopolizan el hogar. Esa no es la intención de Dios.

¿Cómo es que usted va a tomar a ese salvaje pequeño, tan hermoso o hermosa que es y garantizar que éste va hacer un gozo para usted? Aquí está el principio afirmado en el versículo 4, de manera negativa, “no provoquéis a ira a vuestros hijos, de manera positiva, “sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.” Ahí está. No es tan complicado. Usted no tiene que ser un psicólogo infantil para descifrarlo o entenderlo. Usted no tiene que ir a mil seminarios y comprar todos los libros que están ahí en la librería. No es tan difícil.

Usted dice: “bueno, ese fue un tiempo y lugar diferente.” No. En el día de Pablo, tuvieron una situación muy, muy difícil que estaban enfrentando en esa cultura terriblemente pagana. Por ejemplo, en el mundo romano, existía lo que se llamaba patria potestas, la cual es una frase en latín que significa el poder del padre. Y en esa sociedad, el padre tenía poder total, poder absoluto sobre su familia entera. Sin ningún respeto ni consulta en ninguna corte de la ley, él podía vender a cualquier miembro de su familia para que fuera esclavo. Él podía hacerlos trabajar en los campos en cadenas. Él podía tomar la ley en sus propias manos. Él podía castigarlos. Él podía aplicar la pena de muerte en sus propios hijos mientras que él viviera.

Aún si él tenía 60 años de edad y sus hijos tenían 40 años de edad, no había límite de edad en la patria potestas. El padre tenía el derecho y el poder sobre todos los hijos que tenía, inclusive el poder sobre la vida y la muerte. Se nos dice que cuando un niño nacía, era colocado a los pies del padre. Y si el padre se inclinaba y levantaba al niño, significaba que él reconocía al niño y quería quedárselo. Si él se daba la vuelta y se iba caminando, el niño era desechado.

Los hijos que eran desechados, y esto era muy común en tiempos antiguos, eran arrojados en montones de basura, eran dejados en la calle o dejados en el foro en Roma y después, eran recogidos por gente que los criaba para que fueran esclavos y prostitutas, para el negocio de la prostitución y la esclavitud en Roma. Para mostrarle esto, hay una carta que ha sido descubierta del año 1 a. C de un hombre llamado el Hilarión su esposo Aris. Aris. Esto es lo que esa carta dice traducida, Hilarión a su esposa Aris, “saludos cálidos”. Señoras, cuando ustedes reciben esa carta, están en problemas serios. ¿Saludos cálidos? Después, él escribe: “debes saber que inclusive ahora todavía estamos en Alejandría. No te preocupes si cuando el resto regresa, me quedo en Alejandría. Te ruego y te imploro que cuides del hijo pequeño; y tan pronto como recibamos el sueldo, te lo enviaré a ti. Si tiene buena suerte, y tienes al niño, si es un niño, déjalo vivir. Si es niña, deséchala.” Hijos, no deseados eran comunes, comúnmente dejados en las calles de la ciudad.

Séneca escribió, y cito: “matamos a un buey salvaje, estrangulamos a un perro loco, le metemos el cuchillo al rebaño más enfermo y a los niños que nacen débiles y deformados, los ahogamos.” Su mundo no era muy diferente del nuestro. Nada más que nosotros tenemos la tecnología médica para hacerlo antes de que nazcan. Mismo proceso.

Entonces, Pablo le estaba hablando a un mundo en el que los niños eran abusados severamente y no eran deseados. Y en nuestro mundo, también son abusados severamente y asesinados, inclusive los que nacen con mucha frecuencia, no son deseados. Permítame decirle algo: el abuso más grande de un hijo no es físico, el abuso más grande en contra de un hijo es dejar solo a ese hijo. Ese es el abuso más grande porque ese niño no puede desarrollarse físicamente, espiritualmente, socialmente, mentalmente por sí mismo. Será el salvaje que es de por vida.

Usted se deshace de su hijo cuando usted no pasar tiempo con su hijo, cuando usted no cría a su hijo en la disciplina e instrucción del Señor, usted se deshace de ese hijo. Y eso es común en nuestro día. Inclusive los hijos que nacen son desechados por todos lados. La mamá quiere ir allí, quiere ir allá y quiere ir aquí y quiere ir allá. El niño le estorba a la mamá y deja al niño con esta persona que lo cuida, deja al niño con este vecino y deja al niño con la abuela, “simplemente, no te metas en mi vida”. Ese es un niño que ha sido desechado. Criar a un hijo es una responsabilidad de tiempo completo. Así es como las madres en el pasado plantaron los árboles cuya sombra disfrutamos.

Observe el versículo 4, la palabra padres ahí es patera. Normalmente, es usada para la cabeza masculina de la familia. Pero algunas veces, es usada acerca de padres. Así es como es traducida, por ejemplo, en Hebreos 11:23, en donde habla de los padres de Moisés. Incluye, claro, la idea del padre como la cabeza, pero también la ayuda de la madre. Y realmente deberíamos traducirla de esta manera aquí, el versículo 1 dice: “hijos, obedeced a vuestros padres,” e implícito en el versículo 4, “y vosotros padres, hagan esto con sus hijos”.

Entonces, le estaba hablando a los padres y a las madres; y les está dando la responsabilidad juntos. ¿Se acuerda de lo que le dije en 1 Tesalonicenses, de cómo Pablo tomó la metáfora de la madre y después, la metáfora del padre al hablar de su relación con los tesalonicenses, habló de cómo la madre es la persona tierna, gentil, amorosa que cuida y el padre da la exhortación, el aliento, los mandatos? Él establece el estándar. Ése es el trabajo que llevan a cabo juntos. Proverbios 4:3 trae al padre y a la madre juntos en la instrucción de los hijos. Ambos tienen que estar involucrados en ese desarrollo mental, físico, social y espiritual.

Para tratar de darle un enfoque práctico a eso, unos cuantos años atrás, dos sociólogos en la Universidad de Harvard, llamados Glick identificaron los factores cruciales para predecir la delincuencia futura de los niños en edades de los cinco a los seis años. Y después, en su estudio, rastrearon eso por varios años y descubrieron que tenían un 90% de precisión. Ellos podían tomar a un niño de cinco años de edad, de seis años de edad y los factores en la vida del niño y con una precisión del 90%, predecir la delincuencia futura. Futura. Ya no usamos la palabra delincuencia. La conducta antisocial futura; la conducta antisocial futura. Y después, regresaron y presentaron cuatro factores necesarios para prevenir que hubiera niños delincuentes antisociales, disfuncionales.

Aquí están los cuatro. Estos son sociólogos de Harvard. Uno, la disciplina del padre debe ser firme, debe ser justa y debe ser coherente. En donde usted tiene un padre disciplinando firmemente, de manera justa y coherente o consistente, usted trabaja en contra del desastre futuro.

En segundo lugar, la supervisión de la madre. Eso es lo que dijeron. La supervisión de la madre. La madre sabe en dónde están en todo momento. Y sabe lo que están haciendo en todo momento y ella está involucrada en sus vidas a nivel personal, supervisándolos continuamente. En la presencia de ella, los controla. E inclusive cuando ellos están fuera de la presencia de ellas, ellas saben dónde está y lo que están haciendo. Y ellos saben que ya sabe.

El tercer factor, dijeron ellos, para garantizar que se evite el tener a un hijo disfuncional futuro, es el afecto demostrado del padre y de la madre. El afecto demostrado entre el padre y la madre. En donde el padre y la madre se aman el uno al otro y demuestran ese afecto frente a los hijos, hay una respuesta saludable. Se sienten seguros. Sienten que hay un control amoroso del mundo de ellos. También se sienten bien acerca del matrimonio para ellos mismos.

Y el cuarto, muy simple, la unidad de la familia, el tiempo que pasan juntos.

Ahora, ¿es eso muy complicado? ¿Se necesitó que sociólogos de Harvard descubrieran eso, descubrieran que el padre está a cargo de la disciplina, que la madre está ahí para supervisar, que los dos están ahí para amarse el uno al otro y que la familia debe estar junta y eso garantiza que usted no va a criar a un delincuente? ¿Qué tan difícil es eso? Eso es lo que la Biblia dice. Eso es lo que la Biblia dice. El marido es la cabeza de la familia. La madre, obviamente cuida de sus hijos y deben amarse el uno al otro. El marido amando a la esposa, la esposa amando al marido. Y deben hacer cosas juntos como familia. Eso es tan básico. Pero eso es lo que da lugar a hijos saludables.

El médico Paul Meier dijo que la clave para tener relaciones entre padres e hijos correctas puede resumirse en estas cinco cosas. Uno, amor, los padres amándose entre sí y a sus hijos. Dos, disciplina; estableciendo un estándar y haciendo que la gente viva a la luz de ese estándar o que pague las consecuencias. Tres, consistencia. La consistencia es muy, muy importante. Cuando usted está tratando con un hijo, no es importante que usted sea perfecto. Nadie espera eso. Es importante que usted sea consistente. Ambos padres necesitan marchar al mismo paso, usar las mismas reglas, implementar de manera consistente esas reglas para que un hijo no se salga con la suya en una ocasión y después, sea castigado por lo mismo en otra ocasión. Necesita ser consistente.

Usted tiene amor, disciplina, consistencia. Lo cuarto es el ejemplo. El ejemplo. En las familias saludables, los padres nunca esperan que los hijos vivan al nivel de un estándar que ellos mismos no guardan. Eso es lo que devasta a las familias de los pastores. Porque esta tan intensificado. Si un hombre está en el púlpito predicando, predicando, predicando todo el tiempo, se va a casa y vive de otra manera delante de sus hijos, eso es simplemente devastador. La hipocresía de esto es devastadora. Cancelan todo. Eso es verdad en la vida en particular de un cristiano.

Y lo quinto, dijo el doctor, amor, disciplina, consistencia, ejemplo; lo quinto que hace que un hijo este saludables que un hombre sea la cabeza del hogar. Dios nunca diseñó que hubiera un hogar sin un hombre. ¿Por qué cree usted que en el Antiguo Testamento si un hombre moría, esa mujer nunca debía quedarse sola? ¿Qué debía hacer? Ella tenía que casarse de manera inmediata con el siguiente pariente del marido. ¿Por qué? ¿Por causa de ella? Primordialmente, no por causa de ella. Claro que en parte por causa de ella. Pero para que hubiera un padre en el hogar.

La mayoría de los neuróticos, tanto niños como adultos, crecen en hogares en donde no hubo padre o el padre estuvo ausente o fue débil y la madre era dominante. Y de nuevo, lo digo, algunas veces, usted no puede evitar eso y tenemos un ministerio de apoyo para ayudar a esas madres que literalmente, han quedado solas por tener un marido infiel. Es algo trágico.

Entonces, ambos padres están involucrados. Ambos padres. Ahora, ¿qué es lo que hacen? De manera negativa no provocan a sus hijos ira. Eso es lo negativo. Usted entonces pregunta qué significa eso. No hacerlos enojar. Bueno, sí, pero significa más que eso. La palabra provoquéis es usada únicamente dos veces, tiene la idea de irritarlos. Tiene la idea de hacernos estar intensamente enojados por dentro, exasperarlos, amargarlos, desanimarlos de tal manera que se frustran, se enojan. Tenemos a muchas personas así. ¡Oh! Tenemos a muchas personas enojadas, muchas personas hostiles. ¿Leyó usted la semana pasada acerca del hombre que estaba manejando ahí por la autopista de la costa, un hombre se acercó a él y simplemente, le metió una bala en su cerebro? Esa es una persona muy enojada. Esa es una persona joven llena de enojo, hostilidad, amargura. ¿Cómo hace usted eso? ¿Cómo provoca usted a sus hijos a ese tipo de ira?

Permítame darle algunas maneras para que las pueda evitar. Una, al sobreprotegerlos. Si usted realmente quiere frustrar a su hijo, no confíe en ellos, llénelos de límites, no les dé suficiente oportunidad para desarrollar su propia independencia para que puedan describir descubrir quiénes son. Si usted realmente quiere frustrarlos, no deje que ellos tomen riesgos algunos y usted creará un estado de ánimo de enojo. Especialmente, cuando se comparan a sí mismos con lo que se les permite hacer a otros hijos.

Necesitan ser ellos mismos. Son personas. Necesitan a expresarse a sí mismos poco a poco. Poco a poco. Necesitan aprender a enfrentar la vida por sí mismos. Deles margen para hacer eso, déjelos hacer eso. Aprenderán y aprenderán de la mejor manera que aprenden, al chocar con la pared de vez en cuando. Pero si usted los sobreprotege, usted los va a provocar a ira. Y un hijo que es provocado a ira es un hijo enojado. Y un hijo enojado no va a tener una relación amorosa con sus padres.

En segundo lugar, otra manera de provocar a sus hijos a ira es mediante el favoritismo. Favorezca a un hijo por encima del otro. Eso es muy frustrante. Nunca compare a sus hijos. ¿Quiere ver la tragedia de eso? Lea de nuevo la historia de Jacob y Esaú. No compare a sus hijos el uno con el otro. Cada uno es único, cada uno es un regalo de Dios, cada uno debe ser amado y amado porque son especiales.

Otra manera de provocar a ira a sus hijos es al imponerles el mérito. Empújelos en el área del mérito. Simplemente, sigue empujando y empujando hasta que nunca tengan un sentido de haber alcanzado nada. Nunca nada es suficiente. Si sacan Cs, usted demanda Bs. Si sacan Bs, usted demanda As. Si sacan As, usted demanda que todas sean A y no lo pueden satisfacer a usted. Algunos padres, literalmente aplastan a sus hijos con la presión -escuela, deportes, mérito académico, música, lo que sea. El niño se vuelve muy, muy amargo.

Me acuerdo de una niña joven y estaba visitándola en la clínica psiquiátrica de UCLA. Ella eventualmente se suicidó. Una niña hermosa, pero ella nunca pudo alcanzar el promedio que sus padres la empujaron a alcanzar y finalmente, se suicidó. Y esa fue su manera de decir “estoy tan enojada con ustedes por el dolor que han causado en mi vida, porque nunca puedo tener éxito. Nunca puedo tener un sentido de haber alcanzado algo y voy a hacer que les duela el resto de su vida. Y entonces, se suicidó y, de hecho, dijo “ahora, vivan con eso.” Ella correspondió con el dolor.

Otra manera en la que usted puede provocar airar a su hijo es al darle demasiada libertad. Deles todo lo que ellos quieren y, ¿sabe una cosa? Si ellos no tienen ahora la siguiente cosa que quieren, se enojan. ¿Ha notado eso? ¿Ha notado en Navidad, cuando reciben más de lo que pueden recibir de manera posible, que cuando otro niño escoge otra cosa de una docena, ellos se enojan? Eso simplemente va a seguir hasta la edad adulta. La libertad excesiva, la satisfacción excesiva, lleva al enojo. Cuando no tienen lo que ellos quieren y cuando ellos crecen, y están en un ambiente en donde trabajan y alguien más les paga y ya no es mamá ni papa, y usted tiene que ganarse lo que tiene y ellos no tienen lo que quieren, se enojan tanto y lastiman para obtenerlo. Inclusive, van a matar para obtenerlo. Van a robar para obtenerlo.

Otra manera de producir un hijo enojado, amargado, es mediante el desánimo. Simplemente, recuérdele todo el tiempo que nunca van a alcanzar nada. Simplemente, recuérdeles todo el tiempo que nos sirven para nada, que son inútiles, que son un estorbo. No les dé ninguna recompensa, no los apruebe para nada, no hagas cosas amables para ellos, no los honre. Va a destruir la iniciativa de ellos. Va a destruir su incentivo, va a destruir su motivación.

Otra manera de provocar a sus hijos a ira es hacerlos sentir como si fueran un estorbo en la vida de usted. No se sacrifique por ellos, déjelos todo el tiempo. Hágalos preparar sus propias comidas, hágalos limpiar su propia habitación, hágalos comprar sus propias cosas. Hágalos conseguir su propio transporte. No los lleve a lugares porque usted no puede ser molestado. No deje que ellos se metan en su vida porque usted tiene que hacer sus cosas. Hágalos que se conviertan en sus esclavos en la casa y que hagan todo el trabajo de usted. No se sacrifique usted por ellos y ellos van a enojarse y amargarse en contra de usted.

Otra manera de provocar a sus hijos a ira es no permitirles crecer, al no dejarlos cometer errores. Al no dejarlos equivocarse. Alguna vez, ¿ha estado en alguna mesa en donde un niño tiró la leche y usted pensó que los padres acababan de ver el holocausto? Simplemente, una reacción excesiva increíble. O cuando un pequeño niño presenta una idea torpe y usted dice “hombre, eso es torpe”. Ahora, espere un momento. Déjeles compartir algo de sus ideas ridículas y no los condene. No espere perfección. Simplemente, progreso.

Usted también puede provocar a ira a sus hijos al descuidarlos. Al descuidarlos. La historia de Absalón probablemente es la historia del descuido. Una de las historias más tristes que conozco. Me acuerdo de un pastor, un amigo mío que era pastor de jóvenes, escuchó a este niño pequeño ahí en el patio de atrás con su amigo que era su vecino. El amigo vecino dijo: “voy al parque con mi papá.” Y ese pequeño niño hijo del pastor de jóvenes le dijo a su amigo: “oh, mi papá no tiene tiempo para ir al parque conmigo, él está demasiado ocupado con los hijos de otras personas.” Simplemente, lo despedazó. Cambió la manera en la que pensaba.

Yo le digo a la gente todo el tiempo, usted sabe, “tengo un trato con mis dos hijos”. Mis dos hijos crecieron a lo largo de la escuela jugando béisbol y el trato simple que hice con ellos fue: yo voy a sus juegos y ustedes vienen a mis sermones. Y así es, yo voy a ser parte de su vida, ustedes van a ser parte de mi vida. No es tan complicado.

No los descuide. Yo creo que es el pecado más grande en la actualidad. Simplemente, descuide a sus hijos. Simplemente, los deja solos. Ese es un hijo que ha sido desechado. Involúcrese en las vidas de ellos.

Otra manera en la que usted puede provocarlos a ira es mediante palabras amargas y crueldad física. La crueldad física debería ser obvia. Pero las palabras amargas, quizás no sean tan obvias. Su lengua es mucho más fibrosa que la de un niño. Y usted puede usar su lengua haciendo que se vean ridículos, con sarcasmo. Y usted puede destrozarlos con su lengua debido a su vocabulario superior. Así como usted puede golpearlos debido a su fuerza superior. ¿Se da usted cuenta de que les decimos cosas a nuestros hijos que no le diríamos a otro ser humano sobre la faz de la tierra fuera de nuestras esposas o nuestros cónyuges? Nunca diríamos las cosas que les decimos a nuestros hijos. Probablemente, ni siquiera les diríamos esas cosas a nuestro cónyuge. Eso no debe ser. Eso no debe ser. Una esposa que se rehúsa a someterse a su marido en amor como a Cristo, destruirá el principio entero de la autoridad y la sumisión en la vida del hijo. Un marido que se rehúsa a amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia, destruirá el principio de autoridad y sumisión en la vida del hijo. La familia simplemente necesita hacer lo que Dios dice que debe hacer. El marido ama a la esposa. La esposa se somete al marido en amor, ellos se aman y ellos crían a los hijos en las cosas de Cristo. No los provocan a ira. Y al final, el niño es la bendición, el gozo, el consuelo, la consolación que Dios quiso que fuera.

Otra cosa simple. Usted necesita poner un ejemplo y vivirlo. Alguien escribió: “si un niño vive con crítica, él aprende a condenar. Si un niño vive con hostilidad, él aprende a pelear. Si un niño vive con ridículo, él aprende a ser penoso. Si un niño aprende a vivir con vergüenza, él aprende a sentirse culpable. Si un niño vive con tolerancia, él aprende a ser paciente. Si un niño vive con aliento, él aprende la confianza. Si un niño vive con reconocimiento, él aprende a valorar. Si un niño vive con justicia, él aprende lo que es la justicia. Si un niño vive con seguridad, él aprende a tener fe. Si un niño vive con aprobación, él aprende a estar cómodo consigo mismo. Si un niño vive con aceptación y amistad, él aprende a encontrar amor en el mundo.”

No debemos provocar a nuestros hijos a ira, amargura, al desánimo. ¿Qué es lo que debemos hacer? Vayamos a lo positivo. “Sino criadlos, criadlos en la disciplina y amonestación o instrucción del Señor.” Eso es muy simple, no es cierto? La disciplina e instrucción del Señor asume las Escrituras. La ley del Señor, Deuteronomio 6, medita en ella todo el tiempo. Enséñasela a tus hijos.

Esta idea de disciplina es una palabra interesante. La palabra disciplina, paideia, significa criar a un niño e implica entrenamiento. Y el entrenamiento es un concepto interesante. Permítame ver si puedo darle una definición. Entrenamiento o preparación significa reglas y normas implementadas mediante recompensas y castigos. Eso es preparación. Reglas y normas implementadas mediante recompensas y castigos. Eso es lo que usted tiene que hacer con un niño. Usted dice “aquí está el estándar, lo establecimos, los seguimos al poner un ejemplo, te hacemos responsable a guardarlo. Si cumples con el estándar, te recompensamos. Si lo violas, te castigamos.” Así de simple. Muy simple.

La disciplina entonces es entrenamiento mediante reglas y normas implementadas por recompensas y castigos. Y tenemos que hacer eso. Decimos: “aquí está el estándar de Dios de la conducta correcta. Lo viviremos, mamá y papá, ése es el ejemplo, y vamos a hacerte responsable porque tu lo vivas y vamos a recompensarte cuando lo sigas y vamos a castigarte cuando no lo sigas.”

Pero, ¿qué hay acerca de la palabra instrucción? Esa es obvia. Eso significa simplemente enseñanza con advertencia en mente. La palabra es amonestación. Instrucción verbal con miras al juicio. Te advertimos, eso es enseñanza con dientes en ella. Si tú sigues haciendo eso, va a haber una consecuencia.

Susana Wesley, la madre de diecisiete niños incluyendo tanto a Juan como a Carlos Wesley, escribió en una ocasión: “el padre que estudia para someter la voluntad en su hijo, trabaja junto con Dios en la renovación y la salvación de un alma. El padre que permite que el hijo haga lo que quiere, hace el trabajo del diablo. Hace que la religión sea impráctica, que la salvación sea inalcanzable y hace todo eso en él para ahogar el alma y el cuerpo de su hijo para siempre,” fin de la cita.

Ahora, Dios perdona nuestros errores. Cometemos errores con nuestros hijos, pero si el formato está bien tenemos un estándar, vivimos bajo ese estándar, nos hacemos responsables a ese estándar y todo esto en un ambiente en donde la mamá y el papá se aman el uno al otro y los aman a ustedes, contribuimos a producir hijos piadosos.

Una madre podría mirar hacia atrás en su vida y decir: “si yo pudiera volverlo a hacer, ¿cómo lo cambiaría?” Quizás algunos de ustedes pueden identificarse con esta madre que dijo “yo amaría a mi marido más enfrente de mis hijos, yo me reiría de mis errores y mis gozos más con mis hijos. Yo escucharía más. Inclusive, al más pequeño de mis hijos. Yo sería más honesta acerca de mis propias debilidades, nunca pretendiendo la perfección, admitiendo que estaba equivocada. Yo oraría de manera diferente por mi familia, en lugar de enfocarme en ellos, me enfocaría en mí. Yo haría más cosas junto con mis hijos. Yo alentaría más. Yo reconocería más. Yo pondría más atención a las cosas pequeñas, acciones y palabras de gratitud. Yo compartiría a Dios de manera más íntima usando toda cosa ordinaria de todos los días y yo me movería hacia Dios.”

En este día de las madres en el año 1990, cuando todavía tenemos un poco de sombra de los árboles del pasado, sería bueno si los padres de nuevo se comprometieran con plantar algo como esto para el futuro. Inclinémonos juntos en oración.

Padre nuestro, Te damos gracias otra vez en esta mañana porque Tu Palabra viene a nosotros de una manera tan penetrante. Sabemos que no podemos ser todo lo que deberíamos ser fuera de la gracia de Dios, mediante Cristo y en el Espíritu Santo, podemos ser suficientes para la tarea de criar a los hijos que Tú nos has dado. Perdónanos por nuestros fracasos, perdónanos por los momentos en los que lastimamos a nuestros hijos, a nuestro cónyuge.

Y Señor, Te damos gracias por la gracia que cubre nuestros fracasos y errores. Oramos también por esos queridos amigos que existen en nuestras familias, en donde un padre no es un cristiano o en donde un padre está ausente. La lucha es tan difícil. Oramos, oh Dios, porque Tú seas para ellos el padre que la familia necesita. La madre que esa familia necesita.

Y oramos, Padre, porque Tú nos hagas invertir nuestras vidas en nuestros hijos para que sean el deleite, la bendición, el gozo, la fuente de amor, consuelo a lo largo de nuestra vida para cumplir con el diseño que Tú tienes al habérnoslos dado. Para que podamos conocer el gozo pleno de tener hijos piadosos, sabiendo plenamente que, si los instruimos en el camino por el que deben ir, no se alejaran de él. Y que aquellos por quienes hemos cuidado en su infancia en amor, cuidarán de nosotros en los últimos años de nuestras vidas. Que los vínculos de nuestra familia sean tan fuertes que disfrutemos todos lo mejor que Tú has diseñado para el matrimonio y la familia en todo su gozo. Y Te daremos gracias por esa posibilidad en Cristo. Amén.

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