Nacido Bajo La Ley

HeartCry Missionaty Society

Nacido Bajo La Ley

Por: Thomas Boston

“Nuestro Redentor fue nacido bajo la ley, aunque Él sea el Señor de todos, y el Legislador para con Sus criaturas racionales. El hombre rebelde se ha sacudido el yugo de su obediencia, y por lo tanto Cristo puso su cuello bajo éste. Él se sometió a si mismo a la ley ceremonial, padeciendo el doloroso proceso de la circuncisión al octavo día después de su nacimiento, como se había ordenado; a la ley civil, al pago de tributos, etc.; y a la ley moral obedeciendo los preceptos concernientes a ella, y sufriendo la sanción penal de ésta, la cual fue añadida en caso que el hombre transgrediera, en cuyo lugar Él se puso a Sí mismo.

1. Él se sometió a la parte preceptiva de la ley como un pacto de obras, el cual el hombre había roto: y Él lo cumplió, de manera que Él estuvo sujeto incluso a José, Su supuesto padre, y a María Su madre, según la carne (Lucas 2:51), más aún, a todos los diferentes aspectos de la misma, en cumplimiento de toda justicia (Mateo 3:15). Por esto Su obediencia a la ley fue magnificada y hecha honorable, y consiguió su total cumplimiento con respecto a la obediencia activa, la cual nunca podría haber sido obtenida por los hombres, aunque todas las piezas de obediencia de ellos hubieran sido acumuladas en una sola suma.   

2. Él se sometió a la amenazante o penal sanción de la ley.  Aunque no hubo engaño en Su boca, y Él no debía nada a la ley. Como siendo el gran legislador, sin embargo, como el representante de los pecadores, la ley Le tomo por el cuello, diciendo: “Págame lo que debes”.  La amenaza fue promulgada, y Él respondió a cada ápice, llevando esa muerte en Su alma y cuerpo, la cual había lanzado su  amenaza a causa del pecado. Y así Él tomó la deuda de los pecadores elegidos, y la pagó hasta el último centavo. Oh maravillosa condescendencia en el Señor y Legislador,  rendir obediencia a Su propia ley, que fue hecha para criaturas, en todas sus demandas, los más rigurosos no exceptuados! Oh bendito Representante, quien ha pagado toda la deuda de los hombres en ruina.
(Obras, Volumen 1, p.492-493)

PAUL WASHER

Paul David Washer ministró como misionero en Perú 10 años, tiempo durante el cual fundó la Sociedad Misionera HeartCry para apoyar plantadores de iglesias peruanos. Paul ahora sirve como director de misiones de HeartCry (heartcrymissionary.com), la cual Dios ha bendecido para poder apoyar a misioneros en más de cuarenta naciones al rededor del globo. Él y su esposa Charo tienen cuatro hijos: Ian, Evan, Rowan, y Bronwyn.


Cristo Vino Para Llevar A Cabo La Voluntad De Dios

HeartCry Missionaty Society

Cristo Vino Para Llevar A Cabo La Voluntad De Dios

Escritura: Salmo 40:6-7, Hebreos 10:5

Thomas Boston

“Cristo aceptó el oficio de Redentor y se comprometió a hacer que Su alma fuera una ofrenda por el pecado. Él, con gozo, asumió esta obra en aquella transacción eterna que hubo entre el Padre y Él. Él estaba feliz de tomar el lugar del elegido, y someterse a los terribles golpes de la justicia vengadora. El Salmista describe a Cristo como alguien que está ofrendándose a Sí mismo como fianza (garantía) en lugar de los hombres: “Sacrificio y ofrenda no te agrada…” “…Entonces dije: He aquí, vengo…” (Salmo 40:6-7). Él voluntariamente aceptó todas las condiciones que eran requeridas para lograr nuestra redención. Él estaba feliz de tomar un cuerpo para de esta forma ser capaz de sufrir. La deuda no podía ser pagada, ni tampoco cumplir los artículos del pacto, sino era en la naturaleza humana. Por tanto, Él debía tener una naturaleza capaz y preparada para sufrimientos. Por esto es que se dice, “Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo” (Hebreos 10:5). Le correspondía a Él tener un cuerpo capaz de sufrir aquello que estaba representando éstos sacrificios legales con los cuales Dios no se complacía. Entonces Él tomó este cuerpo de carne, rodeado de todas las dolencias de nuestra naturaleza caída, con la excepción solamente del pecado. Él tuvo la condescendencia de echar a un lado las túnicas de Su gloria, para convertirse en alguien sin reputación, para tomar forma de siervo, y hacerse similar a los hombres” (Traducido de Works, Vol.1, p.310).

“El Padre dispuso y diseño que Su propio Hijo, el Verbo eterno, debía, con el propósito de hacer misericordia a la perdida raza humana, tomar la naturaleza de ellos, y convertirse en hombre. Él vio que los sacrificios y ofrendas no solucionarían el caso; la deuda era más grande que lo que sería el pago a ese costo; la redención de las almas solamente podía lograrse por medio de una persona de infinita dignidad: por esta razón, habiendo dispuesto que el amado atributo de misericordia debía ilustrarse en el caso de la humanidad perdida, Él quiso que la raza humana estuviera unida en el tiempo a la naturaleza divina, en la persona de Su Hijo. He aquí entonces que, el Hijo, como Verbo eterno, la segunda persona de la gloriosa Trinidad, sin tener otra relación cercana con el hombre que Su condición de Señor y soberano Creador, inmediatamente estuvo de acuerdo: “‘Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo… Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:5). El Verbo eterno accedió a ser hecho carne, para que toda carne no pereciera: Él accedió a convertirse en hombre, llevar en Él mismo una unión personal con la naturaleza humana, a saber, un cuerpo verdadero y un alma razonable, de acuerdo con el designio eterno de Su Padre. Esto fue un ejemplo de asombrosa condescendencia. El `más alto monarca del planeta consentir en dejar a un lado sus túnicas de majestad para vestirse con harapos y convertirse en mendigo, aun así no se compararía con lo que sucedió aquí. Tampoco el consentimiento del más alto ángel en convertirse en gusano, no es comparable con el hecho de que el eterno Hijo de Dios, igual al Padre, accediera a convertirse en hombre: pues la distancia entre la naturaleza divina y la humana es infinita; mientras la distancia entre la naturaleza angelical y la naturaleza de los gusanos de la tierra es finita” (Obras, Vol.8, p. 409)

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1676-1732

Thomas Boston (1676-1732) fue un líder de la iglesia escocesa. Nació en Duns, Berwickshire. Fue educado en Edimburgo y obtuvo la licencia del presbiterio de Chirnside en 1697. En 1699 se convirtió en ministro de la pequeña parroquia de Simprin. En 1704, mientras visitaba a un miembro de su rebaño, encontró un libro traído a Escocia por un soldado de la Commonwealth. Era el famoso libro Marrow of Modern Divinity (la médula de la teología moderna), de Edward Fisher, un compendio de las opiniones de los principales teólogos de la Reforma sobre la doctrina de la gracia y la oferta del Evangelio, que desencadenó la Marrow Controversy (controversia de la médula).