“Y le daré la estrella de la mañana.” Apocalipsis 2:28.

13 de Mayo
“Y le daré la estrella de la mañana.” Apocalipsis 2:28.

a1Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, ¡qué bendición es ver en Jesús a “la estrella de la mañana”! Recuerdo cuando leímos en los periódicos la ociosa historia de que la estrella de Belén había aparecido de nuevo. Al investigar descubrimos que era únicamente “la estrella de la mañana”; pero, después de todo, no se había cometido un grave error.

Es mejor ver a Jesús como el sol; pero cuando no podemos hacerlo, lo segundo mejor es verlo como la estrella que profetiza el día, y muestra que la luz eterna está cerca a la mano. Si yo no soy hoy todo lo que deseo ser, sin embargo, veo a Jesús, y eso me asegura que un día seré como Él. Ver a Jesús por fe, es la garantía de contemplarlo en Su gloria y de ser transformado en Su imagen. Si no tengo en esta hora toda la luz y el gozo que podría desear, sé que los tendré, pues tan ciertamente como veo la estrella de la mañana, veré el día. La estrella de la mañana nunca está lejos del sol.

Vamos, alma mía, ¿te ha dado el Señor la estrella de la mañana? ¿Sostienes firmemente esa verdad, esa gracia, esa esperanza y ese amor que el Señor te ha dado? Entonces, en esto, tienes el amanecer de la gloria venidera. Quien te hace vencer al mal y perseverar en justicia, te ha dado en ello la estrella de la mañana.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Quien cuida la higuera comerá su fruto, y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.” Proverbios 27:18

12 de Mayo
“Quien cuida la higuera comerá su fruto, y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.” Proverbios 27:18

a1El que vela por la higuera, recibe higos a cambio de sus preocupaciones, y el que mira por los intereses de un buen señor, recibe honor como recompensa. Verdaderamente el Señor Jesús es el mejor de todos los señores, y es un honor que se le permita a alguien hacer el más nimio acto por Su causa. Servir a ciertos señores es como velar por manzanos silvestres y comer manzanas amargas como salario; pero servir a mi Señor Jesús es cuidar una higuera que produce los más dulces higos. Su servicio es en sí mismo un deleite, la continuación de ese servicio es una promoción, y el éxito en ese servicio es la bendición aquí abajo, y la recompensa por ese servicio es la gloria arriba.

Nuestros más grandes honores serán recogidos en aquel tiempo cuando los higos estén maduros, en el mundo venidero. Los ángeles que son ahora nuestros servidores nos llevarán a casa cuando nuestro día de trabajo hubiere concluido. El cielo donde está Jesús, será nuestra honorable mansión, la eterna bienaventuranza será nuestra honorable porción, y el propio Señor será nuestro honorable compañero. ¿Quién podría imaginar el pleno significado de esta promesa: “el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra”?

Señor, ayúdame a mirar por los intereses de mi Maestro. Haz que deje toda idea de honor para la hora cuando Tú mismo me honrarás. ¡Que Tu Santo Espíritu me convierta en un obrero y un servidor humilde y paciente!

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Gad, ejército lo acometerá; mas él acometerá al fin.” Génesis 49:19.

11 de Mayo
“Gad, ejército lo acometerá; mas él acometerá al fin.” Génesis 49:19.

a1Algunos de nosotros hemos sido como la tribu de Gad. Por un tiempo nuestros adversarios fueron demasiado numerosos para nosotros, y vinieron en contra nuestra como una tropa. Sí, y por un tiempo nos acometieron y mostraron gran exultación por causa de su victoria temporal. Con eso únicamente demostraron que la primera parte de la herencia familiar es nuestra realmente, pues el pueblo de Cristo, como Dan, será acometido por una tropa. Ser acometido es muy doloroso, y habríamos desesperado, si no hubiésemos creído por fe, en la segunda parte de la bendición de nuestro padre, “él acometerá al fin.” “Bien está lo que bien acaba”, dijo el poeta del mundo; y dijo la verdad. Una guerra ha de ser juzgada, no por los primeros éxitos o reveses, sino por lo que ocurre “al fin”. El Señor dará la victoria a la verdad y a la justicia “al fin”; y, como dice el señor Bunyan, eso quiere decir para siempre, pues nada puede sobrevenir después del fin.

Lo que necesitamos es una paciente perseverancia en hacer el bien, y una tranquila confianza en nuestro glorioso Capitán. Cristo, nuestro Señor Jesús, quiere enseñarnos Su arte santa de poner nuestros rostros como un pedernal para completar nuestra obra o para atravesar nuestro sufrimiento hasta que podamos decir: “consumado es.” Aleluya. ¡Victoria! ¡Victoria! Nosotros creemos en la promesa. “Él acometerá al fin.”

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“De manera que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Hebreos 13:6.

10 de Mayo
“De manera que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Hebreos 13:6.

a1Debido a que el Señor nunca nos dejará ni nos abandonará, hemos de estar muy contentos con las cosas que tenemos. Puesto que el Señor es nuestro, no nos podemos quedar sin ningún amigo, sin ningún tesoro y sin ninguna morada. Esta seguridad debe hacernos sentir que somos muy independientes de los hombres. Contando con tal amparo, no nos sentimos tentados a amedrentarnos delante de nuestros semejantes, ni a pedirles permiso para considerar a nuestras vidas como nuestras propias vidas; por el contrario, lo que decimos, lo decimos valerosamente, y desafiamos la contradicción.

El que teme a Dios no tiene nada más que temer. Hemos de vivir en tal temor del Dios vivo, que todas las amenazas que pudieran ser usadas por el más altivo perseguidor no deberían tener más efecto en nosotros que el silbido del viento. El hombre en estos días no puede hacer tanto en contra nuestra como lo que podía hacer cuando el apóstol escribió el versículo que encabeza esta reflexión. El potro de tormento y la hoguera están fuera de moda. El Gigante llamado el Papa no puede quemar a los peregrinos ahora. Si los seguidores de falsos maestros intentan la cruel burla y el escarnio, no nos sorprendemos por ello, pues los hombres de este mundo no pueden amar a la simiente celestial. ¿Qué pasa entonces? Debemos soportar el escarnio del mundo. El escarnio no quiebra ningún hueso. Con la ayuda de Dios, seamos valerosos, y cuando el mundo se enfurezca, que lo haga, pero no debemos tenerle miedo.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.” Salmo 33:21.

9 de Mayo.
“Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.” Salmo 33:21.

a1La raíz de la fe produce la flor del gozo del corazón. Tal vez al principio no nos regocijemos, pero llega a su debido tiempo. Confiamos en el Señor cuando estamos tristes, y en su debido momento, Él responde de tal manera a nuestra confianza que nuestra fe se logra cumplidamente y nosotros nos regocijamos en el Señor. La duda engendra zozobra, pero la confianza significa gozo a la larga.

La seguridad expresada por el Salmista en este versículo, es realmente una promesa entregada en las manos de la santa confianza. Oh que recibamos gracia para apropiarnos de ella. No obstante que no nos regocijemos en este momento, lo haremos, tan ciertamente como que el Dios de David es nuestro Dios.

Debemos meditar en el santo nombre del Señor, para que podamos confiar más en Él y para que podamos regocijarnos más prestamente. Él es en carácter santo, justo, verdadero, misericordioso, fiel e inmutable. ¿Acaso no hemos de confiar en un Dios así? Él es omnisciente, todopoderoso y omnipresente; ¿no podemos confiar en Él alegremente? Sí, eso haremos de inmediato, y lo haremos sin reservas. Jehovájireh proveerá, Jehová-salom enviará la paz, Jehová-tsidkenujustificará, Jehová-sama estará por siempre cerca, y en Jehová-nisi venceremos a cualquier enemigo. Quienes conocen Tu nombre confiarán en Ti; y quienes confíen en Ti se regocijarán en Ti, oh Señor.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

8 de Mayo
“Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.” Mateo 20:7.

a1Sí, hay trabajo para cuerpos envejecidos en la viña de Cristo. Es la hora undécima, y, sin embargo, Él nos permitirá trabajar. ¡Qué grandiosa gracia es esta! ¡Ciertamente toda persona anciana debería apresurarse a aceptar esta invitación! Cuando los hombres tienen una edad avanzada nadie los quiere como trabajadores; van de taller en taller, y los patronos miran sus cabellos grises y menean su cabeza. ¡Pero Jesús contrata a la gente vieja, y les da también buenos salarios! Esto es verdadera misericordia. Señor, ayuda a los de edad avanzada a alistarse en Tu servicio sin demora ni siquiera de una hora.

¿Pero pagará salarios el Señor a viejos individuos cansados? No lo dudes. Él dice que te dará lo que sea justo si trabajas en Su viña. Él en verdad te dará gracia aquí y gloria en el más allá. Él concederá alivio presente y descanso futuro; la fuerza que necesites en tu día, y una visión de gloria cuando la noche de la muerte llegue. Todas estas cosas dará el Señor muy libremente tanto al convertido de edad avanzada como al que entra a Su servicio en su juventud.

He de decir esto a algún anciano o anciana que no sean salvos, y pedirle al Señor que bendiga mis palabras, por el Señor Jesús. ¿Dónde puedo encontrar a ese tipo de personas? Estaré buscándolas atentamente, para decirles amablemente las nuevas.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres.” Deuteronomio 13:17.

7 de Mayo
“Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres.” Deuteronomio 13:17.

a1Israel debía sojuzgar a las ciudades idólatras, y debía destruir todo el despojo de todo lo que había sido contaminado por la idolatría, como un anatema que debía se uemado con fuego. Ahora, el pecado, cualquiera que sea, debe ser tratado por los cristianos de la misma forma. No debemos permitir que permanezca ni un solo hábito pernicioso. Ahora es guerra a muerte con los pecados de todo tipo y tamaño, ya sean del cuerpo, de la mente o del espíritu. No consideramos que esta renuncia del mal merezca misericordia, sino que la vemos como un fruto de la gracia de Dios, que de ninguna manera nos perderíamos.

Cuando Dios nos conduce a ser inmisericordes con nuestros pecados, entonces Él tiene gran misericordia de nosotros. Cuando estamos airados con el mal, Dios no está más airado con nosotros. Cuando multiplicamos nuestros esfuerzos en contra de la iniquidad, el Señor multiplica nuestras bendiciones. El camino de la paz, del crecimiento, de la seguridad y del gozo en Cristo Jesús, será encontrado cuando sigamos estas palabras: “No se pegará a tu mano nada del anatema.” Señor, purifícame en este día. Compasión, prosperidad, crecimiento y gozo serán otorgados en verdad a quienes repudian el pecado con solemne determinación.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

 

“No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; porque ciertamente hay fin, y tu esperanza no será cortada.” Proverbios 23:17, 18.

6 de Mayo
“No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; porque ciertamente hay fin, y tu esperanza no será cortada.” Proverbios 23:17, 18.

a1Cuando vemos prosperar a los malvados, somos propensos a envidiarlos. Cuando oímos el ruido de su júbilo, y nuestro propio espíritu está decaído, casi llegamos a pensar que ellos se llevan la mejor parte. Esto es insensato y pecaminoso. Si los conociésemos mejor, y especialmente si recordáramos su fin, les tendríamos lástima.
El remedio para la envidia radica en una vida bajo un constante sentido de la presencia divina, adorando a Dios y teniendo comunión con Él a lo largo de todo el día, independientemente de cuán largo parezca el día. La verdadera religión levanta al alma a una región más elevada, donde el juicio se torna más claro y los deseos son más elevados. Entre más porción de cielo haya en nuestras vidas, menos porción de la tierra ambicionaremos.

El temor de Dios echa fuera la envidia de los hombres.

El golpe mortal para la envidia es una calmada consideración del futuro. La riqueza y la gloria de los impíos son un vano espectáculo. Esa apariencia pomposa destella durante una hora, y luego se extingue. ¿En qué estará mejor el próspero pecador por su prosperidad cuando le sobrevenga el juicio? En cuanto al hombre piadoso, su fin es paz y bienaventuranza y nadie podría robarle su gozo; por tanto, el hombre piadoso ha de renunciar a la envidia, y ha de llenarse dulce contentamiento.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Jehová hará volver a tus cautivos.” Deuteronomio 30:3

5 de Mayo
“Jehová hará volver a tus cautivos.” Deuteronomio 30:3

a1El propio pueblo de Dios puede venderse a la cautividad por el pecado. Este es un fruto muy amargo de una raíz sumamente amarga. ¡Cuán terrible es la servidumbre cuando el hijo de Dios es vendido al pecado, es encadenado por Satanás, es privado de su libertad, desposeído de su poder en la oración y de su deleite en el Señor! Debemos vigilar para no caer en tal cautividad; pero si esto ya nos ha sucedido, de ninguna manera hemos de desesperar.

Pero no podemos ser mantenidos en esclavitud por siempre. El Señor Jesucristo ha pagado un precio demasiado alto por nuestra redención para dejarnos en mano del enemigo. El camino a la libertad es “Vuelve a Jehová tu Dios.” Allí donde encontramos la salvación al principio, la encontraremos otra vez. Confesando el pecado al pie de la cruz de Cristo, encontraremos perdón y liberación. Además, el Señor quiere que obedezcamos Su voz de acuerdo a todo lo que nos ha mandado, y debemos hacer esto con todo nuestro corazón, y con toda nuestra alma, y entonces nuestra cautividad terminará.

Con frecuencia, la depresión de espíritu y un gran abatimiento del alma son quitados tan pronto abandonamos nuestros ídolos y nos inclinamos en obediencia delante del Dios vivo. No necesitamos ser cautivos. Podemos retornar a la ciudadanía de Sion, y podemos hacerlo rápidamente. ¡Señor, haz volver a Tus cautivos!

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.

“Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.” Miqueas 7:8.

4 de Mayo
“Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.” Miqueas 7:8.

a1Esto podría expresar los sentimientos de un hombre o de una mujer sojuzgados y oprimidos. Nuestro enemigo podría apagar nuestra lámpara por un tiempo. Pero hay una esperanza segura para nosotros en el Señor, y si estamos confiando el Él, y manteniendo firmes nuestra integridad, nuestra temporada de abatimiento y tinieblas pronto pasará. Los insultos del enemigo son sólo momentáneos. El Señor pronto convertirá su risa en lamentación, y nuestros suspiros en cánticos.

Aunque el gran enemigo de las almas triunfe sobre nosotros por algún tiempo, como ha triunfado sobre hombres mejores que nosotros, cobremos ánimo, pues lo venceremos antes de que pase mucho tiempo. Nos levantaremos de nuestra caída, pues nuestro Dios no ha caído, y Él nos levantará. No permaneceremos en las tinieblas, aunque por un tiempo nos sentemos en medio de ellas, pues nuestro Señor es la fuente de la luz, y pronto nos proporcionará un día gozoso. No debemos desesperar, y ni siquiera dudar. Una vuelta de la rueda y entonces la parte más baja estará en la parte más alta. Ay de aquellos que se ríen ahora, pues lamentarán y llorarán cuando su jactancia sea convertida en menosprecio eterno. Pero bienaventurados son todos los santos que lloran, porque ellos serán divinamente consolados.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.