¿CÓMO PUDO DIOS CREAR ALGO DE LA NADA?

Autor: Norman Geisler

¿CÓMO PUDO DIOS CREAR ALGO DE LA NADA?

a1Si Dios y absolutamente nada más existía antes de la creación del mundo, el universo llegó a existir a partir de la nada. Pero, ¿acaso no es absurdo decir que algo se originó de la nada? Es absurdo decir que la nada puede ser causa de algo, porque la nada no existe y no tiene poder para hacer nada. No obstante, no es absurdo decir que alguien (por ejemplo, Dios) hizo que el universo existiera a partir de la no existencia. La nada no puede crear algo, pero alguien, que solo es Dios, puede crear algo a partir de la nada.

De hecho, si el universo tuvo un principio (como demostramos anteriormente), entonces hubo un tiempo en que el universo no existía y luego existió, después de que Dios lo creara. Esto es lo que significa la creación «de la nada (en latín, ex nihilo). No significa que Dios tomara un «puñado de nada» e hiciera algo, como si la «nada» fuera algo a partir de lo que se pudiera hacer el mundo. Lo único que había era Dios y nada más. Dios hizo que existiera algo que hasta ese momento no había existido.

Dicho de otra manera, la creación «de la nada» simplemente significa que Dios no creó algo a partir de algo que ya existía junto con él, como sostienen ciertas formas de dualismo que suponen la existencia de dos entidades esenciales eternas. Esto sería propiamente dicho creación ex materia: la creación a partir de un material preexistente ajeno a Dios. Era la posición sostenida por el filósofo griego Platón.

Tampoco creó Dios el mundo a partir de sí mismo (ex Deo). Es decir, no tomó una parte de su ser para dar origen al mundo a partir de eso. En realidad, el Dios cristiano ortodoxo no tiene partes. Él es un todo íntegro que es absolutamente Uno. Por lo tanto, no había manera de que Dios pudiera tomar una parte de sí para hacer el mundo. Dios es Infinito y el mundo es finito. No se puede producir un infinito a partir de ninguna cantidad de partes finitas, ya que sea cual fuera la cantidad de partes o piezas que se tuvieran, siempre cabría la posibilidad de agregar una más. Pero tampoco puede haber más de un infinito. Por lo tanto, ninguna cantidad de partes podrían igualar un infinito. Por lo tanto, Dios no podría haber creado al mundo de una parte de sí (por ejemplo, ex materia).

El mundo provino de Dios pero no es de Dios. Él fue su causa pero no su sustancia. Dio origen a la existencia del mundo, por él, pero no está hecho con partes de él, no es de él en ese sentido. Sin embargo, si el mundo no fue creado a partir de Dios (ex Deo) ni a partir de ninguna otra cosa (ex materia) co,existente con él, el mundo debió haber sido creado de la nada (ex nihilo). No hay otra alternativa. Dios creó una cosa que antes de que la creara no existía, ni en él ni en ninguna otra parte.

El único lugar en que el mundo «existía» antes de que Dios lo creara era como una idea en su mente. Así como un pintor puede tener en mente una idea de su obra antes de pintarla, Dios tenía una idea del mundo antes de crearlo. En este sentido, el mundo preexistió en la mente de Dios como una idea que todavía no tenía existencia.

¿QUIÉN CREO A DIOS? Edición en español publicada por Editorial Vida – 2007 Miami, Florida

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Libre de soledad

Septiembre 20

Libre de soledad

Lectura bíblica: Colosenses 3:12–15

Vestíos de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Colosenses 3:12

a1Cuando Ignacio pasó de la primaria a la secundaria, los amigos de la primaria se desparramaron por distintas escuelas. Rara vez los veía y su única esperanza de verlos era después de la escuela, pero aun así, ya no se sentía cerca de ellos porque tenían cada vez menos en común. Se sentía cada vez más distanciado de ellos y no encontraba nuevos amigos. Ignacio empezó a sentir que su soledad era una condena a cadena perpetua.

Aun si nunca tuviste que cambiar de escuela, quizá has estado en alguna situación fea en que te sentiste como Ignacio. Pensaste: Nunca tendré amigos de verdad. O pensaste: Supongo que no merezco que nadie me quiera.

No tienes por qué quedarte atrapado en tu soledad. Aunque te sientes condenado a cadena perpetua, puedes librarte de tu “condena” y vivir en un mundo de buenos amigos.

Tema para comentar: ¿En qué ocasiones te has sentido solo? ¿Qué hiciste para resolver tu situación?

La próxima vez que estés atrapado en un cárcel sin amigos, sigue estas sugerencias:

Examínate honestamente. Examina honestamente tu vida. ¿Estás haciendo algo que causa que los demás se alejen de ti?

Consigue ayuda. No tienes que anotarte para tomar lecciones sobre cómo ser encantadora o cómo ser irresistible, pero eso no quiere decir que no te puedas apoyar en alguien para que te muestre el camino. Ignacio se encontró con que su hermano mayor podía darle algunos consejos que lo ayudaron a mejorar como amigo. Y su apoyo lo ayudó a saber que no estaba enfrentando solo su problema.

Sé realista. Tratar de adaptarte al grupo de chicos populares por lo general te hace sentir peor. ¡Determina si estás buscando un amigo o que te crean “alguien”!
Sé amistoso. La cuestión no es tanto conseguir amigos como ser amigo. Ignacio decidió concentrarse en ser afectuoso con los demás en lugar de tratar de convencer a todos para que fueran afectuosos con él.

Ignacio encontró nuevos amigos cuando empezó a acercarse a otros que habían sido marginados. Resultó ser que estos chicos que había considerado fracasados habían sido tan injustamente marginados como él. Sus nuevas amistades no surgieron de la noche a la mañana. Pero fueron posible porque Ignacio tomó pasos pequeños y planeados hacia la formación de nuevas amistades.

PARA DIALOGAR
¿Qué tal te va con tus amistades? ¿Cómo puedes obtener amigos por ser un amigo?

PARA ORAR
Señor Jesús, ayúdanos a ser la clase de amigos que has sido tú con nosotros.

PARA HACER
A la mayoría le gustaría tener más amigos. ¿Qué te gustaría hacer hoy para ser un mejor amigo para alguien?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿POR QUÉ EL MUNDO NO PODRÍA HABER EXISTIDO DESDE SIEMPRE?

Autor: Norman Geisler

¿POR QUÉ EL MUNDO NO PODRÍA HABER EXISTIDO DESDE SIEMPRE?

a1Los cristianos, naturalmente, creen que debe haber un Dios porque el mundo tuvo un principio. Y todo lo que tenga un origen requiere de alguien que le haya dado origen. La pregunta que corresponde responder, entonces, es cómo sabemos que el mundo tuvo un principio. Tal vez siempre existió.

El famoso agnóstico, Bertrand Russell, presentó el dilema en los siguientes términos. Existen dos posibilidades: el mundo tuvo un principio o no lo tuvo. Si no lo tuvo, no necesita una causa (Dios). Si lo tuvo, podemos preguntar: «¿Cuál es la causa de Dios?». Pero si Dios tuvo una causa, no es Dios. En cualquiera de los casos, no podemos concluir que haya una primera causa sin causa (Dios).

La dificultad de este difícil dilema es que implica también plantearse una pregunta que no tiene sentido: ¿Quién creó a Dios? Expresado de otro modo, supone erróneamente que «todo obedece a una causa» cuando en realidad no afirma más que «todo lo que tenga un principio obedece a una causa», que es muy distinto. Por supuesto, todo lo que tuvo un principio tuvo a alguien que le dio origen. La nada no puede crear algo. Como cantaba Julie Andrews: «No puede salir nada de la nada. Sería imposible». Dios, por lo tanto, no obedece a ninguna causa porque no tuvo principio.

Si este es el caso, bastará demostrar que el universo tuvo un principio y probar que obedece a una causa (por ejemplo, a Dios). Hay dos argumentos contundentes que permiten probar que el universo tuvo un principio. Uno proviene de la ciencia: la segunda ley de la Termodinámica. El segundo proviene de la filosofía, y consiste en la imposibilidad de un número infinito de momentos. Según la segunda ley de la Termodinámica, la energía utilizable del universo se está agotando. Ahora bien, si el universo está agotándose, no puede ser eterno. De lo contrario, ya se habría agotado completamente. Si la cantidad de energía fuera ilimitada no se podría agotar, pero una cantidad limitada de energía puede agotarse. Por lo tanto, el universo debió tener un principio. Pongamos una ilustración. Cualquier vehículo cuenta con una cantidad limitada de energía (combustible). Por eso es necesario cargar el tanque cada tanto tiempo, más seguido que lo que desearíamos. Si contáramos con un enorme e ilimitado tanque de combustible, ya no tendríamos que cargar nunca más. El que tengamos que cargar el tanque cada tanto tiempo demuestra que tuvo que haber sido llenado una primera vez. O, para usar otro ejemplo: un viejo reloj que poco a poco se queda sin movimiento, y al que debemos darle cuerda para que siga andando, no se detendría si no se le hubiera dado cuerda en un principio. En resumidas cuentas, el universo tuvo un principio. Y todo lo que haya tenido principio, requiere de alguien que le haya dado origen. Por lo tanto, el universo tuvo alguien que le dio origen: Dios.

Algunos han especulado con que el universo se retroalimenta o recupera automáticamente. Pero esta posición no es más que mera especulación sin ninguna evidencia empírica que la sustente. De hecho, es contraria a la segunda ley de Termodinámica por cuanto aun si el universo pudiera recuperar su estado inicial, como un balón que rebota, gradualmente perdería fuerza. No hay sencillamente ninguna observación que pruebe que el universo se retroalimenta automáticamente. Incluso los astrónomos agnósticos, como Robert Jastrow, han señalado: «Una vez que el hidrógeno de la estrella se ha consumido y convertido en elementos más pesados, nunca puede ser restaurado a su estado original». Por lo tanto, «minuto a minuto, y año tras año, a medida que las estrellas consumen el hidrógeno, las reservas de este elemento disminuyen»2.

Si la cantidad total de energía permanece constante pero la cantidad utilizable en el universo disminuye, nunca hubo una cantidad infinita, porque una cantidad así nunca disminuiría. Esto implica que el universo no podría haber existido eternamente en el pasado. Debió tener un principio. O, para expresarlo de otra manera, según la segunda ley de Termodinámica, dado que aumenta el desorden en el universo, este no puede ser eterno. De lo contrario, el desorden ya sería completo, lo cual no es el caso. Por lo tanto, debió haber tenido un principio; uno extremadamente ordenado.

Un segundo argumento para probar que el universo tuvo un principio, y por lo tanto que hay alguien que le dio origen, lo aporta la filosofía. Plantea que no podría haber existido un número infinito de momentos antes de hoy; de lo contrario, hoy nunca hubiera llegado a ser (cuando efectivamente lo es). Esto se debe a que, por definición, el infinito no se puede atravesar: no tiene fin (ni principio). Pero como los momentos anteriores a hoy han sido atravesados, porque así hemos llegado al día de hoy, debe concluirse que solo puede haber existido un número finito (limitado) de momentos anteriores a hoy. O sea, el tiempo tuvo un principio. Pero si el universo de tiempo y espacio tuvo un principio, su existencia debió obedecer a una causa. Esta causa de todo lo que existe se llama Dios. ¡Dios existe!

Incluso el gran escéptico, David Hume, aceptaba las dos premisas de esta argumentación a favor de Dios. Es más, nunca negó que la existencia de las cosas se debiera a una causa. Escribió: «Nunca afirmé una proposición tan absurda como que algo pudiera surgir sin una causa que le diera origen»3. También dijo que era absurdo creer que había un número infinito de momentos: «El mundo temporal tuvo un principio. Un número infinito de partes de tiempo real, que se suceden y agotan unas tras otras, es una contradicción tan evidente que ningún hombre, cabría uno pensar, cuyo juicio no está corrompido, en vez de ser mejor debido a la ciencia, podría admitir»4. Ahora bien, si ambas premisas son verdaderas, debemos concluir que debió haber un Creador del universo temporal y espacial que llamamos cosmos. Por lo tanto, Dios existe.

¿QUIÉN CREO A DIOS? Edición en español publicada por Editorial Vida – 2007 Miami, Florida

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Superamigo

Septiembre 19

Superamigo

Lectura bíblica: Proverbios 18:24

Hay amigos que uno tiene para su propio mal, pero hay un amigo que es más fiel que un hermano. Proverbios 18:24

a1Marisa se siente rechazada. Ella y Victoria fueron mejores amigas todo el verano. Se hicieron muy amigas en un campamento. Después, pasaban la noche a veces en la casa de una y otras veces en la casa de la otra. En la Escuela Bíblica de Vacaciones eran inseparables.
Pero cuando se acabó el verano, su amistad se fue a pique. En la escuela, la iglesia, el club o de paseo con otras chicas, Victoria trataba a Marisa como si no la conociera.

No todos los amigos se portan mal como Victoria. Si alguna vez te ha pasado lo que le pasó a Marisa, sabes lo maravilloso que es tener un amigo del que puedes depender. Por más maravillosas que sean algunas amistades humanas, contamos con una amistad tan absoluta que sobrepasa y sobrevive a todas las demás. Es nuestra amistad con Jesucristo quien ha prometido estar con nosotros para siempre (ver Mateo 28:20).
Tema para comentar: ¿Cómo es que Jesús es el amigo perfecto? ¿En qué sentido es distinta la amistad que él ofrece a cualquier amistad con un amigo cristiano o un familiar?

Fíjate en estas verdades acerca de tu amigo perfecto:

Jesús es un amigo de tiempo completo. Siempre está a tu disposición. No te trata de una manera cuando están solos y de otra manera cuando están con otros.
Jesús es un amigo incondicional. Siempre te perdona cuando le fallas. Se aferra a ti no importa lo que pase en tu vida.
Jesús es un amigo de quien puedes depender. No tienes que temer que se burle de ti, que te abandone o que cuente tus secretos. Y sus promesas son aún más seguras que el hecho de que el sol saldrá mañana.
Jesús es un amigo profundo. Nunca es superficial ni trivial. Quiere una relación contigo que te cambie la vida. Te trata con amor y respeto cuando le abres tu corazón.

¡Demuestra un amor intenso y personal por ti!

Cuando Jesús caminó en la tierra, no era rígido ni orgulloso. La gente común no se cohibía cuando se acercaba. No tienes que hacerte el superespiritual para que te dé su atención. Sé con él tal cual eres, y él será contigo tal cual es.

En Jesús tienes un gran amigo incondicional y fiel. Cultiva tu amistad con él todos los días, y tendrás la clase de amor que dura para siempre.

PARA DIALOGAR
¿Has hecho de Jesús tu mejor amigo? ¿De qué manera notas que eso afecta tu diario vivir?

PARA ORAR
Señor Jesús, haz que nuestra amistad contigo sea la mejor y más importante amistad de todas.

PARA HACER
¿Sucede alguna vez que tu amistad con otras personas te quita tiempo para tu amistad con Jesús? ¿Te gustaría dedicarle algo de tiempo hoy?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿Con quién andas?

Septiembre 18

¿Con quién andas?

Lectura bíblica: Proverbios 4:10–16

No entres en el sendero de los impíos, ni pongas tu pie en el camino de los malos. Evítalo; no pases por él. Proverbios 4:14, 15

a1—Un grupo de chicas estábamos pasando la noche en la casa de una amiga —explica Amanda—. Yo conozco a la mayoría de las chicas, pero había dos que no conocía bien. Ya era tarde cuando a una de esas chicas se le ocurrió ir y “decorarle” el frente de la casa con papel higiénico a otra chica que nadie quiere. No muchas se atrevieron a hacerlo. Pero cuatro sí lo hicieron.

—Bueno, resulta que dos meses después pasábamos otra vez la noche juntas. Esta vez hacer eso de “decorar” con papel higiénico no sonaba tan mal. Y las próximas veces, todas estaban diciendo cosas como: “Sí, a mí tampoco me gusta para nada esa chica. Hagámoslo”.
Amanda sigue reflexionando sobre la experiencia.
—Después de un tiempo empiezas a ceder ante la presión. Si muchas de tus amigas hablan de hacer algo malo, tu conciencia parece tomarse una siesta, y se hace difícil seguir pensando que está mal lo que piensan hacer. Al poco tiempo dices: “Seguro que sí. ¿Por qué no?” y entonces lo haces.
Amanda tiene una percepción aguda, y demuestra por qué tenemos que cuidarnos con quien andamos. No es ninguna novedad que las malas compañías te pueden arrastrar a una conducta incorrecta que te puede distanciar de tus padres y tus amigos cristianos. Cuando vamos en dirección contraria a lo bueno, sentimos una dolorosa soledad.

Tema para comentar: ¿Qué puedes hacer cuando estás atrapado en esa clase de situación repleta de presiones? ¿Qué decisiones puedes tomar que prevengan esa situación?
La presión de tus amigos puede, por supuesto, impulsarte en la dirección correcta. Puede ser una gran ayuda para vivir como Dios quiere. Como lo expresó cierto muchacho: “Sé que mis amigos tienen una gran influencia sobre quién soy y en mi escala de valores. Los amigos cristianos pueden brindar verdadero aliento cuando estoy luchando por hacer lo bueno”. Si quieres la clase apropiada de presión de tus amigos, tienes que tener los amigos apropiados.

Esas palabras de Proverbios que leíste contienen dos consejos provechosos. Primero, te advierten claramente contra el peligro de caer en malas compañías. A veces tienes que apartarte corriendo de la gente inapropiada, por más divertidos que parezcan. Segundo, te ofrecen aliento sobre el valor de estar en buena compañía. Tienes que buscar amigos que piensan como tú. Sea tu meta buscar la amistad de los que comparten tu convicción de lo que es bueno y de lo que es malo.
Te guste o no, tiendes a parecerte a la gente con la cual andas. Así que aférrate a la sabiduría de Dios. ¡Haz que tus amigos más cercanos sean el tipo de personas que quieres ser tú!

PARA DIALOGAR
¿De qué manera están influyendo tus amigos tu formación? ¿A quién te puedes acercar que te pueda impulsar en la dirección correcta?

PARA ORAR
Señor, danos sabiduría al escoger nuestros amigos. Queremos que sean amigos que nos ayuden a seguirte a ti.

PARA HACER
Sé hoy un gran amigo. Estimula a alguien a tomar una decisión correcta.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Hablar a fondo

Septiembre 17

Hablar a fondo

Lectura bíblica: Efesios 4:25–29

a1Ninguna palabra obscena salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen. Efesios 4:29
A Ricardo le gustaba el club de chicos de la iglesia que se reunía una noche por semana. Participaba como loco en los juegos, memorizaba fielmente los versículos bíblicos y prestaba mucha atención durante las lecciones bíblicas.
Pero cuando el líder del grupo anunció que formarían grupos pequeños por unos minutos cada semana para un momento que él llamaba “Habla y Escucha”, Ricardo dijo: “¡Jamás!”. No disimuló su desagrado.
—Las chicas parlotean —argumentó—. Los muchachos no.
A lo mejor te crees que puedes tener amistades de verdad sin hablar de temas serios. De ser así, puedes hacerte amigo de una pared. Los amigos necesitan tiempo para conversar si quieren estrechar su relación. Cuando más se compenetran en la vida del otro —hablando de sus sentimientos, sus cosas favoritas y sus temores— se profundiza más su amistad.
Escucha estas tres maneras de hablar, profundizando poco a poco la amistad:

Nivel 1: Conversación superficial. Tu conversación comienza y termina con: “Qué tal chico, ¿cómo te va?”. “Muy bien, ¿y tú?”. Nunca vas más allá del “Qué tal”.

Nivel 2: Conversación sobre hechos concretos. Intercambian información sobre intereses compartidos: puntajes de sus equipos deportivos favoritos, modas, cursos escolares, conjuntos musicales, actividades en la escuela, etc.

Nivel 3: Conversación sobre opiniones. Llevas las novedades, los hechos concretos, al próximo nivel compartiendo tus pensamientos e ideas sobre ellos. Si están hablando de puntajes, comentas cuál fue tu jugada favorita. Si hablan de música, comentas lo que te gusta de la letra de un canto. Te estás acercando más a temas personales, pero básicamente todavía te estás cuidando.

Aquí es donde profundizas más. ¿Alguna vez alcanzas estos niveles?

Nivel 4: Conversación que incluye los sentimientos. Compartes lo que sientes acerca de hechos concretos. “¡Cuando sucedió eso, me dio mucho miedo!”. “Esta ha sido la semana más solitaria de mi vida”. “Desde que Jorge dijo esa mentira de mí, he estado muy triste”. Comienzas a ver lo que está pasando adentro del otro.

Nivel 5: Conversación a fondo. Charlan sobre sus sentimientos más profundos. Eres totalmente transparente en todo lo que respecta a tu vida.

Todos necesitamos amigos en quienes podemos confiar tan completamente que podemos ser absolutamente transparentes en cuanto a nosotros mismos. Es la única manera de profundizar, ¡seas chica o chico!

PARA DIALOGAR
¿Hasta qué punto cuentas a tus amigos tus sentimientos más profundos? ¿De qué manera podrías mejorar en este sentido?

PARA ORAR
Padre, danos amigos con quienes podemos compartir nuestros pensamientos y sentimientos más profundos.

PARA HACER
¿A qué nivel hablan como familia? Tómense hoy el tiempo para hablar profundamente.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿Qué significa vestir modestamente?

¿Qué significa vestir modestamente?

a1Al describir el modo de vestir apropiado para las mujeres en la iglesia, el apóstol Pablo exhorta a vestirse «de ropa decorosa» con «pudor y modestia,» luego pasa a contrastar el vestido inmodesto con las buenas obras que son apropiadas para aquellas mujeres que profesan ser adoradores verdaderas de Dios (1ª Timoteo 2:9-10). La modestia en la forma de vestir no es sólo para la iglesia; debe ser el estándar para todos los cristianos en todo momento. La clave para entender lo que constituye la modestia en el vestido es examinar las actitudes y las intenciones del corazón. Aquellos cuyos corazones están inclinados hacia Dios harán todo lo posible para vestir modestamente, decentemente y apropiadamente. Aquellos cuyos corazones están inclinados hacia uno mismo vestirán de una forma diseñada para llamar la atención a sí mismos con poca o ninguna consideración por las consecuencias para ellos mismos u otras personas.

Una mujer piadosa se esfuerza por hacer todo con una perspectiva divina. Ella sabe que Dios quiere que su pueblo esté preocupado por su gloria, y el estado espiritual de sus hermanos y hermanas en Jesucristo. Si una mujer profesa ser cristiana y sin embargo se viste de una manera que indebidamente trae atención a su cuerpo, ella es un testigo pobre de aquel que compró su alma al morir por ella en la cruz. Ella olvida que su cuerpo ha sido redimido por Jesucristo y ahora es el templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 6:19-20). Le dice al mundo que ella ve su propia valor como puramente física y que su atractivo para los demás depende de cuánto de su cuerpo se revela a ellos. Además, por vestirse de manera inmodesta, exponiendo su cuerpo a los hombres, ella incentiva a sus hermanos en Jesucristo a pecar, algo condenado por Dios (Mateo 5:27-29). Proverbios 7:10 menciona a una mujer «…Con atavío de ramera y astuta de corazón.» Aquí vemos la descripción de una mujer cuyo corazón se muestra por su forma de vestir.

La Escritura dice que una mujer debe vestirse modestamente, pero ¿qué significa eso exactamente en la sociedad moderna? ¿Una mujer tiene que cubrirse de la cabeza a los pies? Hay sectas y religiones en el mundo que exigen esto de la mujer. Pero, ¿es esto el significado bíblico de la modestia? Una vez más, tenemos que volver a la cuestión de las actitudes del corazón. Si el corazón de una mujer se inclina hacia la santidad, ella llevará ropa que no es provocativa ni reveladora en público, ropa que no refleja negativamente sobre su testimonio personal como hija de Dios. Incluso cuando todos los demás se visten inmodestamente, ella resiste la tentación de unirse con la multitud. Ella sabe que estos tipos de ropa están diseñados para llamar la atención sobre su cuerpo y provocar a los hombres a la lujuria, pero es lo suficientemente sabia para saber que ese tipo de atención sólo le abarata. La idea de provocar a los hombres a pecar contra Dios debido a su vestido es aborrecible a ella porque ella busca amar y honrar a Dios y quiere que otros hagan lo mismo. La modestia en el vestido revela una modestia y piedad del corazón, actitudes que deben ser el deseo de todas las mujeres que viven para agradar y honrar a Dios.

http://www.gotquestions.org/Espanol/vestirse-modestamente.html

 

Amistades desparejas

Septiembre 16

Amistades desparejas

Lectura bíblica: Romanos 15:1–4

Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para el bien, con miras a la edificación. Romanos 15:2

a1Mucho antes de que Rafael tuviera edad para ir a la escuela, sus padres ya sabían que tenía problemas de aprendizaje. Ya en la escuela, sus maestros se han desvivido por mantenerlo a la par del resto de su clase. Pero, entre todas las personas que más lo han ayudado, el que le ha ofrecido más aliento es Tomás, un compañero de clase.
Al principio Rafael no se animaba a confiar en Tomás. Sabía por experiencia lo que era tener amigos que prometen ayudar pero después se olvidan. O que dejan de ayudar cuando otros chicos les hacen burla por andar con “el tonto”.
A veces, nuestros amigos distan de ser perfectos. Es probable que ya hayas descubierto a algunos que no eran los amigos auténticos que creías.
Tenemos que mantenernos en guardia en contra de por lo menos cuatro clases de amigos que, más que seguro, nos decepcionarán o frustrarán.

• Amigos de medio tiempo. Tito es muy amigo de César cuando están solos. Pero Tito ignora a César —o lo rechaza— cuando están en grupo. Algunos amigos de medio tiempo son lo contrario: muy amistosos cuando están en grupo, un hielo cuando están solos.
• Amigos condicionales. Para Irene, la amistad es como una carnada, te hace ver que es tu amiga para que hagas lo que ella quiere. Es tu amiga mientras te tragues el anzuelo y hagas lo que ella quiere. En cuanto no te prestas a hacerlo, la amistad desaparece.
• Amigos imprudentes. Sonia cuenta secretos, chismosea y no cumple sus promesas. Es difícil tener una amistad con ella porque nunca sabes qué está pensando de ti.
• Amigos superficiales. Aun cuando sus amigos necesitan una ayuda en serio, Simón sale con un chiste. Está bien conversar y compartir actividades con él, pero es dudoso que puedas esperar de él mucho más.

Quizá tengas en este mismo momento algún amigo de uno de estos tipos. Así que comenta el asunto: ¿Tienes amigos y conocidos a quienes les quedan bien las descripciones anteriores? ¿Has terminado desalentado, lastimado o solo?
Es imposible evitar completamente a los amigos que distan de ser perfectos. No obstante, lo que nos toca a nosotros es ser amigos tan auténticos y transparentes como podamos.

PARA DIALOGAR
Describe cómo es un amigo auténtico. ¿Por qué son los amigos así tan escasos y especiales?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a ser amigos auténticos de las personas a nuestro alrededor.

PARA HACER
¿Muestras alguna señal de ser un amigo de medio tiempo, condicional, imprudente o superficial? ¿Qué característica tuya como amigo quieres mejorar o cambiar?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

“No sirvo para nada”

Septiembre 15

“No sirvo para nada”

Lectura bíblica: 1 Juan 2:1–6

Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1

a1“No sirvo para nada. No puedo ayudar a nadie”, se lamentó Miguel para sus adentros. Unas horas después de haber finalizado la dramatización navideña en la iglesia, estaba ayudando a empacar los disfraces. Le parecía que ofrecerse para ayudar era algo bueno. Pero el hermano García no pensaba lo mismo.

—No puedes simplemente hacer un bollo con los trajes —dijo de mal modo el hermano García—. Hay que doblarlos bien.

Desanimado, Miguel dejó los trajes, se fue a otra pila de objetos y empezó a organizarlos. Pero pronto había mezclado las auras de los ángeles con las pañoletas de los pastores. Y cuando Miguel tomó una figura de cerámica y la quebró, el hermano García perdió la paciencia.

—Miguel Díaz, ¡qué lío estás haciendo! Me parece que te conviene llamar a tu papá para que te venga a buscar.

Miguel se puso a llorar en cuanto se subió al auto. Le dijo a su papá:

—Cuando trato de ayudar, lo único que hago es un lío. Sé que se supone que tengo que amar a otros como me amo a mí mismo, pero no veo en mí nada digno de amar.

La buena voluntad de Miguel terminó en un lío. ¿Te ha sucedido alguna vez algo así? Por lo general, tarde o temprano nos pasa a todos. Y nos hace sentir inútiles.

Pero el reflejo de ti que ves en los ojos de los demás no siempre es acertado. Seguro, lo que otros piensan de ti importa. Pero lo que importa mucho más es que obtengas el concepto que Dios tiene de ti. Cuando te ves a través del Dios que te ama, ¡entonces te das cuenta de que no tienes por qué sentirte inútil!
La ruta más directa a amarte a ti mismo es empaparte de las verdades bíblicas acerca de quién verdaderamente eres en Cristo. Por ejemplo:

• Eres amado por Dios y vales la muerte de su Hijo (ver 1 Juan 4:10).
• Eres hijo de Dios (ver Juan 1:12; Romanos 8:14, 15).
• Eres amigo de Cristo (ver Juan 15:15).
• Tienes el Espíritu de Dios que vive en ti (ver 1 Corintios 3:16; 6:19).
• Eres nuevo en Cristo (ver 2 Corintios 5:17).
• Eres justificado en Cristo (ver Efesios 4:24).
• Estás en la luz, no en la oscuridad (ver 1 Tesalonicenses 5:5).
• Eres una obra de Dios (ver Efesios 2:10).

Cuanto más absorbas estas verdades acerca de quién eres en Cristo, más capacitado estarás para amarte como te ama Dios aunque tus esfuerzos disten de ser perfectos. ¡Aun cuando haces líos, estas verdades son ciertas!

PARA DIALOGAR
¿Qué opinas de todas esas verdades bíblicas acerca de tu identidad en Cristo?

PARA ORAR
Señor, gracias porque sigues creyendo en nosotros aun cuando fallamos.

PARA HACER
¿Hay algo en que te has dado por vencido? ¡Vuelve a hacer la prueba!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Ni demasiado ni poco

Septiembre 14

Ni demasiado ni poco

Lectura bíblica: 1 Corintios 12:14–27

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros suyos individualmente. 1 Corintios 12:27

a1Supón que llegas con tu familia, un viernes a la noche, a un restaurante que tiene todo lo que puedas comer por un precio fijo. ¿Cómo te sentirías después de que te serviste? Vota lo que más se parecería a ti.

(a) Vuelvo a casa empachado porque me comí todo lo que había a la vista, y después hasta aspiré hondo para llevarme el olorcito a comida.
(b) Vuelvo a casa con hambre porque me serví unas cucharaditas chiquitas, aun de mis platos favoritos. Me da miedo servirme más por temor a que después no alcance la comida para todos.
(c) Vuelvo a casa satisfecho, y queda bastante comida para todos los demás que comerán después.
¿Sabes que tienes las mismas tres opciones cuando de demostrar amor se trata? Piénsalo:

(a) Puedes amarte tanto que no te queda nada de amor para nadie más en el mundo.
(b) Puedes privarte de amor por ti mismo hasta marchitarte.
(c) Puedes aprender a amar apropiadamente a tu prójimo como te amas a ti mismo.

En 1 Corintios 12 Pablo dijo que, como cristianos, tenemos algo aún más vital que el alimento para compartir unos con otros. Explicó que el Espíritu Santo puso dentro de cada uno de nosotros dones para servir a otros. No sólo eso, sino que también nos capacita a cada uno con los dones exactos que quiere que tengamos. Nos ha hecho como un cuerpo, cada persona es una parte del cuerpo. Ya sea que tengamos las habilidades de un ojo, un oído o un pie, nuestra meta es apreciar, desarrollar y poner en práctica las habilidades que Dios nos dio para bien del resto del cuerpo, o sea la iglesia.

¿Te das cuenta de que ese tipo de amor propio no es egoísta? Si te amas demasiado, te guardarás tu don para ti exclusivamente. Si te amas demasiado poco, no creerás que puedes ser de ayuda a nadie. Pero cuando te amas a ti mismo correctamente, ¡tienes una opinión lo suficientemente buena de ti mismo como para poner en práctica esa serie de dones únicos para bien de otros!

PARA DIALOGAR
¿Te parece que te amas demasiado —o demasiado poco— o en la medida justa? El hecho de amarte a ti mismo, ¿de qué manera te ayuda a amar a otros?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a amarnos a nosotros mismos en la medida justa, ¡a fin de poder usar nuestros dones para bien de otros!

PARA HACER
Respétate a ti mismo: ¡Usa tus dones para tener hoy un impacto sobre la vida de alguien!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.