Motivados por la venida de Cristo

Motivados por la venida de Cristo

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5/29/2016

De donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. (Filipenses 3:20)

a1Esperar la venida de Cristo es el mayor recurso de motivación espiritual, responsabilidad y seguridad. Eso da una gran motivación en la búsqueda de Cristo porque usted deseará estar preparado cuando Él venga. Deseará haber sido fiel en su servicio. Usted puede hallar motivación con la esperanza de que un día Cristo lo recompense y usted oiga: “Bien, buen siervo y fiel… Entra en el gozo de tu señor” (Mt. 25:23).

La venida de Cristo da responsabilidad porque es cuando “cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Ro. 14:12).

 Y su venida lo hará sentirse seguro, sabiendo que Jesús dijo: “Esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero” (Jn. 6:39).

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Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados

Salmos 10-12

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Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados

a110:1 ¿Por qué estás lejos, oh Jehová,
    Y te escondes en el tiempo de la tribulación?

Con arrogancia el malo persigue al pobre;
Será atrapado en los artificios que ha ideado.

Porque el malo se jacta del deseo de su alma,
Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia.

Dice en su corazón: No seré movido jamás;
Nunca me alcanzará el infortunio.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.

Se sienta en acecho cerca de las aldeas;
En escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;

Acecha en oculto, como el león desde su cueva;
Acecha para arrebatar al pobre;
Arrebata al pobre trayéndolo a su red.

10 Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados.

11 Dice en su corazón: Dios ha olvidado;
Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.

12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te olvides de los pobres.

13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.

14 Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano;
A ti se acoge el desvalido;
Tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.

16 Jehová es Rey eternamente y para siempre;
De su tierra han perecido las naciones.

17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová;
Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,

18 Para juzgar al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.

El refugio del justo

Al músico principal. Salmo de David.

11:1 En Jehová he confiado;
    ¿Cómo decís a mi alma,
    Que escape al monte cual ave?

Porque he aquí, los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.

Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?

Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.

Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.

Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.

Oración pidiendo ayuda contra los malos

Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.

12:1 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;
    Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

Habla mentira cada uno con su prójimo;
Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.

Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,
Y la lengua que habla jactanciosamente;

A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová;
Pondré en salvo al que por ello suspira.

Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.

Tú, Jehová, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre.

Cercando andan los malos,
Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.