LA GLORIA PASAJERA

LA GLORIA PASAJERA

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Pablo Martini
Programa No. 2016-07-07

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La antigua ciudad de Éfeso, era una de las más famosas a comienzos del primer siglo en todo el mundo. Su templo de Diana era una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Cuando el apóstol Pablo visitó Éfeso, la ciudad se enorgullecía. Pero estas glorias, hace mucho que se han desvanecido y sólo significan valor alguno para los arqueólogos. El templo de la diosa Diana de los efesios muestra hoy en día las secuelas de este dramático final que acompaña a todos aquellos que en otro tiempo fueron gloriosos. Todo lo que queda hoy del templo son fragmentos pequeños de una de sus columnas. Con respecto a este templo un antiguo escritor dijo: “He visto los jardines colgantes de Babilonia, el coloso de rodas, las inmensas pirámides, pero al ver el templo de Diana en Éfeso, todas las otras maravillas perdieron su esplendor.”  ¿Qué diría este escritor si viviera hoy y pudiera contemplar el templo de Éfeso? El apóstol Juan, en su primera carta capítulo 2:17 exclamó: “La gloria del mundo se pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.  Hoy somos impactados con los grandes imperios, los grandes avances tecnológicos, la conquista del espacio, la fusión de mega empresas que unifican capitales con cifras siderales, etc. Pero ¿algo de esto será eterno? ¿O seguirán el mismo dramático final de aquellos que en otros tiempos se jactaban ante la tierra y el cielo de ser prácticamente indestructibles? El emperador babilónico Nabucodonosor tuvo que aprender esta gran lección según nos narra el profeta Daniel en su libro capítulo 4:28-37. Al cabo de su dura disciplina por parte de Dios, este rey tuvo que confesar: “Todos los habitantes de la tierra son como nada, y Él hace según su voluntad en el ejército de los cielos, y en los habitantes de la tierra, y no hay nadie que detenga su mano y le pregunte: ¿Qué haces? Ahora, yo Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos, y Él puede humillar a los que andan con soberbia.”

PENSAMIENTO DEL DIA:

No te equivoques, lo único eterno es lo que cuenta en los registros del cielo.

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Salmos 130-132

Salmos 130-132

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Esperanza en que Jehová dará redención

Cántico gradual.

130:1  De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

Señor, oye mi voz;
Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.

JAH, si mirares a los pecados,
¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón,
Para que seas reverenciado.

Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.

Mi alma espera a Jehová
Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana.

Espere Israel a Jehová,
Porque en Jehová hay misericordia,
Y abundante redención con él;

Y él redimirá a Israel
De todos sus pecados.

Confiando en Dios como un niño

Cántico gradual; de David.

131:1 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;
    Ni anduve en grandezas,
    Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

En verdad que me he comportado y he acallado mi alma
Como un niño destetado de su madre;
Como un niño destetado está mi alma.

Espera, oh Israel, en Jehová,
Desde ahora y para siempre.

Plegaria por bendición sobre el santuario

Cántico gradual.

132:1 Acuérdate, oh Jehová, de David,
    Y de toda su aflicción;

De cómo juró a Jehová,
Y prometió al Fuerte de Jacob:

No entraré en la morada de mi casa,
Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento,

Hasta que halle lugar para Jehová,
Morada para el Fuerte de Jacob.

He aquí en Efrata lo oímos;
Lo hallamos en los campos del bosque.

Entraremos en su tabernáculo;
Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,
Tú y el arca de tu poder.

Tus sacerdotes se vistan de justicia,
Y se regocijen tus santos.

10 Por amor de David tu siervo
No vuelvas de tu ungido el rostro.

11 En verdad juró Jehová a David,
Y no se retractará de ello:
De tu descendencia pondré sobre tu trono.

12 Si tus hijos guardaren mi pacto,
Y mi testimonio que yo les enseñaré,
Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

13 Porque Jehová ha elegido a Sion;
La quiso por habitación para sí.

14 Este es para siempre el lugar de mi reposo;
Aquí habitaré, porque la he querido.

15 Bendeciré abundantemente su provisión;
A sus pobres saciaré de pan.

16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,
Y sus santos darán voces de júbilo.

17 Allí haré retoñar el poder de David;
He dispuesto lámpara a mi ungido.

18 A sus enemigos vestiré de confusión,
Mas sobre él florecerá su corona.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.