INVIERTE TU DINERO

INVIERTE TU DINERO

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Pablo Martini
Programa No. 2016-07-10

A inicios de 1999, Ecuador sufrió unos de los niveles más altos de inflación de su estructura económica, hasta que, al cabo de algunos meses, su moneda: el sucre devaluó optando por dolarizar el país sin antes congelar los fondos de los ahorristas y declarar en quiebra algunos de sus bancos más fuertes. El mismo proceso se dio en Argentina, aunque sin llegar a la dolarización en los años 80 y 2004, devaluando varias veces su moneda debilitada y reteniendo los ahorros en cuentas bancarias. Este síndrome de hiperinflación y posterior devaluación su ha tornado una cultura en la mayoría de los países latinos y ha creado en sus habitantes un efecto de pánico ante la menor sospecha de futuras devaluaciones. ¿Qué haría usted si hoy se enterara que se aproxima otra devaluación de la moneda de su país y que su dinero pronto perderá valor? Obviamente que lo cambiaría por una moneda estable, que no sufra el deterioro que nuestras economías corruptas le imprime y se aseguraría sus bienes para el futuro, ¿verdad? Bueno, eso es lo que haría un sabio administrador de sus ganancias, y es eso lo que justamente Jesús se encargó de sugerir a los que le escuchaban aquel día: “No acumulen para sí tesoros en la tierra,  donde la polilla y el óxido destruyen,  y donde los ladrones se meten a robar. Más bien,  acumulen para sí tesoros en el cielo,  donde ni la polilla ni el óxido carcomen,  ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro,  allí estará también tu corazón.” Mateo 6:19-21. Si comprendiste el mensaje, la idea es que si inviertes tus posesiones en cosas eternas (conocer a Dios, compartir el evangelio a otros, ayudar al necesitado) estarás cambiando tus bienes en la moneda del cielo, moneda más fuerte que el euro, o el dólar y Dios te promete que, cuando pases de este mundo a su presencia, seguirás teniendo esas mismas riquezas transformadas en almas salvadas y coronas ganadas.

PENSAMIENTO DEL DIA:

Cambia tu moneda terrestre por moneda celeste, que es la mejor inversión.

Disponible en Internet en: http://www.labibliadice.org

Contenido publicado con autorización de:
La Biblia Dice
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Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

Salmos 136-138

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Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

136:1 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
    Porque para siempre es su misericordia.

Alabad al Dios de los dioses,
Porque para siempre es su misericordia.

Alabad al Señor de los señores,
Porque para siempre es su misericordia.

Al único que hace grandes maravillas,
Porque para siempre es su misericordia.

Al que hizo los cielos con entendimiento,
Porque para siempre es su misericordia.

Al que extendió la tierra sobre las aguas,
Porque para siempre es su misericordia.

Al que hizo las grandes lumbreras,
Porque para siempre es su misericordia.

El sol para que señorease en el día,
Porque para siempre es su misericordia.

La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche,
Porque para siempre es su misericordia.

10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos,
Porque para siempre es su misericordia.

11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos,
Porque para siempre es su misericordia.

12 Con mano fuerte, y brazo extendido,
Porque para siempre es su misericordia.

13 Al que dividió el Mar Rojo en partes,
Porque para siempre es su misericordia;

14 E hizo pasar a Israel por en medio de él,
Porque para siempre es su misericordia;

15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo,
Porque para siempre es su misericordia.

16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto,
Porque para siempre es su misericordia.

17 Al que hirió a grandes reyes,
Porque para siempre es su misericordia;

18 Y mató a reyes poderosos,
Porque para siempre es su misericordia;

19 A Sehón rey amorreo,
Porque para siempre es su misericordia;

20 Y a Og rey de Basán,
Porque para siempre es su misericordia;

21 Y dio la tierra de ellos en heredad,
Porque para siempre es su misericordia;

22 En heredad a Israel su siervo,
Porque para siempre es su misericordia.

23 El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros,
Porque para siempre es su misericordia;

24 Y nos rescató de nuestros enemigos,
Porque para siempre es su misericordia.

25 El que da alimento a todo ser viviente,
Porque para siempre es su misericordia.

26 Alabad al Dios de los cielos,
Porque para siempre es su misericordia.

Lamento de los cautivos en Babilonia

137:1 Junto a los ríos de Babilonia,
    Allí nos sentábamos, y aun llorábamos,
    Acordándonos de Sion.

Sobre los sauces en medio de ella
Colgamos nuestras arpas.

Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.

¿Cómo cantaremos cántico de Jehová
En tierra de extraños?

Si me olvidare de ti, oh Jerusalén,
Pierda mi diestra su destreza.

Mi lengua se pegue a mi paladar,
Si de ti no me acordare;
Si no enalteciere a Jerusalén
Como preferente asunto de mi alegría.

Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén,
Cuando decían: Arrasadla, arrasadla
Hasta los cimientos.

Hija de Babilonia la desolada,
Bienaventurado el que te diere el pago
De lo que tú nos hiciste.

Dichoso el que tomare y estrellare tus niños
Contra la peña.

Acción de gracias por el favor de Jehová

Salmo de David.

138:1 Te alabaré con todo mi corazón;
    Delante de los dioses te cantaré salmos.

Me postraré hacia tu santo templo,
Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;
Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.

El día que clamé, me respondiste;
Me fortaleciste con vigor en mi alma.

Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,
Porque han oído los dichos de tu boca.

Y cantarán de los caminos de Jehová,
Porque la gloria de Jehová es grande.

Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Mas al altivo mira de lejos.

Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,
Y me salvará tu diestra.

Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.