Único Dios Verdadero.

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Único Dios Verdadero. (1ª parte)

William MacDonald

¿Cómo están amigos? Stephen Charnock, dice: La existencia de Dios es el fundamento de toda religión.

El hecho de la existencia de Dios significa que nosotros, como seres humanos, somos responsables. Si hay un Creador y Sustentador Supremo, las criaturas son responsables ante Él. Daniel Webster, el estadista americano, dijo que el pensamiento más profundo que tenía era el de su responsabilidad para con Dios.

Si la evolución fuese verdad, no habría normas morales para la sociedad. Si fuésemos el producto de una casualidad ciega, de una mezcla de moléculas al azar, nadie vería como algo malo las guerras, los crímenes, los robos, o cualquier otro comportamiento antisocial. Nadie sería responsable ante otra autoridad más alta.

El apóstol Pablo señala en Romanos 1 que todos saben que hay un Dios. Su existencia se revela en la creación; la creación demanda un Creador, como un diseño demanda un diseñador. También se revela en la conciencia; todos tenemos un conocimiento innato del bien y del mal. Las obras que la ley requiere están escritas en nuestro corazón.

Los paganos no quieren retener al Dios verdadero en su conocimiento. Saben que el creer en un Dios así pondría trabas a su estilo de vida, y por ello se vuelven a la idolatría. Se hacen imágenes de personas, aves, mamíferos y reptiles, y las adoran. Ya que cada imagen sucesiva representa un escalón más bajo en la escala de la creación, lo que ocurre es que se sienten cada vez menos responsables de vivir de una manera limpia. Si su Dios es una serpiente, no importa realmente cómo vivan. Esto aclara el estrecho lazo que hay entre la idolatría y la inmoralidad. Los ídolos hechos por seres humanos no hacen demandas morales a los adoradores.

Todos llegamos a ser como lo que adoramos. Ya sea que adoremos al dinero, la humanidad pecaminosa, los placeres carnales, las posesiones materiales o imágenes talladas, comenzamos a representarlas y nos hacemos como ellas. Por otro lado, cuanto más adoramos a Dios, más somos transformados a Su imagen (de lo cual nos habla 2 Co. 3:18).

La creencia determina el comportamiento. Y ahí está la importancia de tener una visión verdadera y correcta de Dios. Cuanto más altos sean nuestros pensamientos de Él, más exaltadas, santas y gloriosas serán nuestras vidas.

Algunos de los atributos de Dios son únicamente Suyos. Estos son intransferibles, esto es, que no pueden ser compartidos con nosotros. Por ejemplo, Dios es el único omnipotente, omnisciente y omnipresente. Nosotros no seremos nunca inmutables o infinitos. Aunque los creyentes vivirán para siempre, no son eternos, porque han tenido un comienzo. En la primera parte de este mensaje trataremos estos atributos únicos e intransferibles.

Pero Dios también comparte algunos de Sus atributos, y a éstos se les llaman atributos transferibles. Trataremos de ellos en la segunda parte del mensaje. Por supuesto, nunca podremos tener estas cualidades en sus formas perfectas. Las nuestras siempre serán reflejos débiles y pálidos de las Suyas. Pero nosotros podemos amar, ser santos y mostrar misericordia. Podemos ser justos y verdaderos, y mostrar gracia y piedad. Y ya que podemos, debemos hacerlo. Así es como somos imitadores de Dios (como nos exhorta Ef. 5:1).

El propósito de nuestro estudio, entonces, no es meramente saber acerca de los atributos de Dios, sino cultivar en nuestra vida cristiana diaria los que son compartidos o transferibles. Ahora tenemos que ponernos a estudiar los atributos de Dios. Normalmente definimos a Dios recitando Sus atributos. Por ejemplo: “Dios es Espíritu, infinito, eterno e inmutable en Su ser, sabiduría, poder, santidad, justicia, piedad y verdad”. Inevitablemente, esto nos lleva a adorarlo de una forma más sincera, a confiar en Él más completamente, a servirlo con más fidelidad, y a buscar el conformarnos más a Él en todos nuestros caminos.

Ahora, comencemos a estudiar los Atributos Únicos de Dios

En Éxodo 15:11, dice: ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?

Dios es: Un Dios Verdadero

En Deuteronomio 6:4, leemos: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”.

La Biblia enseña que hay un, y sólo un, Dios verdadero. Éste es el Dios que se reveló a Abraham y a sus descendientes. Pero, también era conocido desde el principio por aquéllos que se opusieron al politeísmo y la idolatría.

El concepto moderno acerca de esto es que la gente creía en muchos dioses, y que sólo gradualmente, debido al impacto de los profetas hebreos, llegaron a creer en el monoteísmo. La Biblia enseña todo lo contrario: desde el mismísimo comienzo Dios reveló que Él es uno –y el único Dios verdadero.

El versículo que encabeza este capítulo es el credo del judaísmo, el Shema (se pronuncia sh’MAH); quiere decir “oír” en hebreo, y es la primera palabra del credo.

Cuando decimos que Dios es uno, decimos que es un ser espiritual puro, que no está compuesto por partes como nosotros (espíritu, alma, y cuerpo). De todas maneras, al decir que Dios es uno, debe señalarse que en el hebreo hay dos palabras para describir unidad; una sugiere la unidad numérica absoluta, y la otra es un tanto parecida a nuestra palabra unidad. La segunda es la que se usa para Dios.

Los versículos del Antiguo Testamento que subrayan la unicidad y unidad de Dios incluyen las siguientes palabras, que encontramos en 1 R. 8:60, de la bendición del rey Salomón en la dedicación del templo: “A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro”. Y uno de los profetas menores, Zacarías, predice en el cap. 14, vs. 9, de su libro:
Y Jehová será rey
sobre toda la tierra.
En aquel día Jehová será uno,
y uno su nombre.

Dios es único. Él es uno – el único. Nadie debe compartir Su gloria; ni un arcángel, ni la Virgen María, ni ningún santo, profeta o apóstol.

El Nuevo Testamento continúa el monoteísmo absoluto del Antiguo Testamento, tal como lo indican los siguientes versículos.

Marcos 12:29 y 30 nos muestra que Cristo consideraba el Shema como el fundamento de la verdadera religión, al igual que Sus compatriotas judíos. Allí dice: “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.

Y En Juan 17:3, en la oración sumosacerdotal de nuestro Señor, Él menciona la unidad del único Dios verdadero en relación con el hecho de que Él envió a Su Hijo, y que la vida eterna consiste en conocer a Dios a través de Cristo. Esto se hace por fe, tal como lo enseña el resto de la Biblia. Por ejemplo, Gn. 15:6 y Ef. 2:8 y 9.

 

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Único Dios Verdadero (1ª parte)

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Pablo Martini
Programa No. 2016-07-19

Es interesante observar cómo las victorias pasadas propias o ajenas, motivan para nuevos desafíos así como un récord de derrota infunde temor a dar nuevos pasos. Hay quiénes adoptan una posición optimista ante cada nuevo proyecto, basándose en experiencias de triunfo que les estimulan a comenzar otra vez. Por supuesto que también han fallado, pero no miran esos capítulos oscuros de su pasado, sino que sacan a relucir proyectos alcanzados y, de esa materia prima, construyen su nuevo emprendimiento. Pero también están aquellos que solo recuerdan las metas que no alcanzaron, lo que no salió o salió mal, se acobardan y nunca más emprenden nada nuevo. Se quedan con lo que tienen y esconden su talento en la arena. No arriesgan pero tampoco ganan nada. Hace mucho tiempo, el pueblo escogido por Dios del antiguo testamento, Israel, estaba a las puertas del proyecto nacional más ambicioso de la historia hebrea, entrar en una tierra desconocida, conquistarla, habitarla y apropiarse. Dios ya había prometido desde hace tiempo que era de ellos, pero la realidad era que en ese momento estaba habitada por pueblos fuertes y razas gigantes. ¿Cómo lograr la meta? Moisés alienta a esta gente relatándoles las victorias de sus antepasados saliendo de Egipto y atravesando un gran desierto. Frases como: “Yo les he entregado esta tierra;  ¡adelante,  tomen posesión de ella!” pintan los capítulos 1-3 del libro de Deuteronomio, llenando el corazón de estos muchachos judíos que estaban listos para obedecer confiados en su Dios. ¡Y  lo hicieron! Entraron, la tomaron, expulsaron a sus habitantes y demostraron a todas las naciones que en Dios se puede hacer proezas. Quizás te parezca ciencia ficción o libreto de película, pero es real y es real también hoy, en la experiencia de todos aquellos que junto con el apóstol Pablo dicen: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. ¿Cuál es tu desafío hoy? Confía en Dios, reclama su poder, entrégale a Él toda ansiedad y prepárate para ver su brazo poderoso obrar.

PENSAMIENTO DEL DIA:

La victoria en la vida no consiste en alcanzar las metas que yo me propuse para Dios sino en alcanzar las metas que Él se propuso para mí.

Disponible en Internet en: http://www.labibliadice.org

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La Biblia Dice
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Telf. 00593-2-2475563
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Proverbios sobre la vida y la conducta

Proverbios 15-18

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15:1 La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor.

La lengua de los sabios adornará la sabiduría;
Mas la boca de los necios hablará sandeces.

Los ojos de Jehová están en todo lugar,
Mirando a los malos y a los buenos.

La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.

El necio menosprecia el consejo de su padre;
Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.

En la casa del justo hay gran provisión;
Pero turbación en las ganancias del impío.

La boca de los sabios esparce sabiduría;
No así el corazón de los necios.

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;
Mas la oración de los rectos es su gozo.

Abominación es a Jehová el camino del impío;
Mas él ama al que sigue justicia.

10 La reconvención es molesta al que deja el camino;
Y el que aborrece la corrección morirá.

11 El Seol y el Abadón están delante de Jehová;
!!Cuánto más los corazones de los hombres!

12 El escarnecedor no ama al que le reprende,
Ni se junta con los sabios.

13 El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

14 El corazón entendido busca la sabiduría;
Mas la boca de los necios se alimenta de necedades.

15 Todos los días del afligido son difíciles;
Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.

16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová,
Que el gran tesoro donde hay turbación.

17 Mejor es la comida de legumbres donde hay amor,
Que de buey engordado donde hay odio.

18 El hombre iracundo promueve contiendas;
Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.

19 El camino del perezoso es como seto de espinos;
Mas la vereda de los rectos, como una calzada.

20 El hijo sabio alegra al padre;
Mas el hombre necio menosprecia a su madre.

21 La necedad es alegría al falto de entendimiento;
Mas el hombre entendido endereza sus pasos.

22 Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;
Mas en la multitud de consejeros se afirman.

23 El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
Y la palabra a su tiempo, !!cuán buena es!

24 El camino de la vida es hacia arriba al entendido,
Para apartarse del Seol abajo.

25 Jehová asolará la casa de los soberbios;
Pero afirmará la heredad de la viuda.

26 Abominación son a Jehová los pensamientos del malo;
Mas las expresiones de los limpios son limpias.

27 Alborota su casa el codicioso;
Mas el que aborrece el soborno vivirá.

28 El corazón del justo piensa para responder;
Mas la boca de los impíos derrama malas cosas.

29 Jehová está lejos de los impíos;
Pero él oye la oración de los justos.

30 La luz de los ojos alegra el corazón,
Y la buena nueva conforta los huesos.

31 El oído que escucha las amonestaciones de la vida,
Entre los sabios morará.

32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma;
Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.

33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;
Y a la honra precede la humildad.

Proverbios sobre la vida y la conducta

16:1 Del hombre son las disposiciones del corazón;
    Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los espíritus.

Encomienda a Jehová tus obras,
Y tus pensamientos serán afirmados.

Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo,
Y aun al impío para el día malo.

Abominación es a Jehová todo altivo de corazón;
Ciertamente no quedará impune.

Con misericordia y verdad se corrige el pecado,
Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová,
Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.

Mejor es lo poco con justicia
Que la muchedumbre de frutos sin derecho.

El corazón del hombre piensa su camino;
Mas Jehová endereza sus pasos.

10 Oráculo hay en los labios del rey;
En juicio no prevaricará su boca.

11 Peso y balanzas justas son de Jehová;
Obra suya son todas las pesas de la bolsa.

12 Abominación es a los reyes hacer impiedad,
Porque con justicia será afirmado el trono.

13 Los labios justos son el contentamiento de los reyes,
Y éstos aman al que habla lo recto.

14 La ira del rey es mensajero de muerte;
Mas el hombre sabio la evitará.

15 En la alegría del rostro del rey está la vida,
Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.

16 Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado;
Y adquirir inteligencia vale más que la plata.

17 El camino de los rectos se aparta del mal;
Su vida guarda el que guarda su camino.

18 Antes del quebrantamiento es la soberbia,
Y antes de la caída la altivez de espíritu.

19 Mejor es humillar el espíritu con los humildes
Que repartir despojos con los soberbios.

20 El entendido en la palabra hallará el bien,
Y el que confía en Jehová es bienaventurado.

21 El sabio de corazón es llamado prudente,
Y la dulzura de labios aumenta el saber.

22 Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee;
Mas la erudición de los necios es necedad.

23 El corazón del sabio hace prudente su boca,
Y añade gracia a sus labios.

24 Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos.

25 Hay camino que parece derecho al hombre,
Pero su fin es camino de muerte.

26 El alma del que trabaja, trabaja para sí,
Porque su boca le estimula.

27 El hombre perverso cava en busca del mal,
Y en sus labios hay como llama de fuego.

28 El hombre perverso levanta contienda,
Y el chismoso aparta a los mejores amigos.

29 El hombre malo lisonjea a su prójimo,
Y le hace andar por camino no bueno.

30 Cierra sus ojos para pensar perversidades;
Mueve sus labios, efectúa el mal.

31 Corona de honra es la vejez
Que se halla en el camino de justicia.

32 Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

33 La suerte se echa en el regazo;
Mas de Jehová es la decisión de ella.

17:Mejor es un bocado seco, y en paz,
Que casa de contiendas llena de provisiones.

El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra,
Y con los hermanos compartirá la herencia.

El crisol para la plata, y la hornaza para el oro;
Pero Jehová prueba los corazones.

El malo está atento al labio inicuo;
Y el mentiroso escucha la lengua detractora.

El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor;
Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.

Corona de los viejos son los nietos,
Y la honra de los hijos, sus padres.

No conviene al necio la altilocuencia;
!!Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!

Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica;
Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.

El que cubre la falta busca amistad;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.

10 La reprensión aprovecha al entendido,
Más que cien azotes al necio.

11 El rebelde no busca sino el mal,
Y mensajero cruel será enviado contra él.

12 Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros,
Que con un fatuo en su necedad.

13 El que da mal por bien,
No se apartará el mal de su casa.

14 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.

15 El que justifica al impío, y el que condena al justo,
Ambos son igualmente abominación a Jehová.

16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento?

17 En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.

18 El hombre falto de entendimiento presta fianzas,
Y sale por fiador en presencia de su amigo.

19 El que ama la disputa, ama la transgresión;
Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.

20 El perverso de corazón nunca hallará el bien,
Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.

21 El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;
Y el padre del necio no se alegrará.

22 El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.

23 El impío toma soborno del seno
Para pervertir las sendas de la justicia.

24 En el rostro del entendido aparece la sabiduría;
Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.

25 El hijo necio es pesadumbre de su padre,
Y amargura a la que lo dio a luz.

26 Ciertamente no es bueno condenar al justo,
Ni herir a los nobles que hacen lo recto.

27 El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido.

28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
El que cierra sus labios es entendido.

18 Su deseo busca el que se desvía,
Y se entremete en todo negocio.

No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra.

Cuando viene el impío, viene también el menosprecio,
Y con el deshonrador la afrenta.

Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre;
Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.

Tener respeto a la persona del impío,
Para pervertir el derecho del justo, no es bueno.

Los labios del necio traen contienda;
Y su boca los azotes llama.

La boca del necio es quebrantamiento para sí,
Y sus labios son lazos para su alma.

Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas.

También el que es negligente en su trabajo
Es hermano del hombre disipador.

10 Torre fuerte es el nombre de Jehová;
A él correrá el justo, y será levantado.

11 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada,
Y como un muro alto en su imaginación.

12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre,
Y antes de la honra es el abatimiento.

13 Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio.

14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?

15 El corazón del entendido adquiere sabiduría;
Y el oído de los sabios busca la ciencia.

16 La dádiva del hombre le ensancha el camino
Y le lleva delante de los grandes.

17 Justo parece el primero que aboga por su causa;
Pero viene su adversario, y le descubre.

18 La suerte pone fin a los pleitos,
Y decide entre los poderosos.

19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;
Se saciará del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.

22 El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová.

23 El pobre habla con ruegos,
Mas el rico responde durezas.

24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.