Una esperanza viva

Una esperanza viva

3/8/2017

Su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva. (1 Pedro 1:3)

Cuando Dios lo salvó y lo transformó a usted, le dio “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible” (1 P. 1:4). Como resultado, los cristianos pueden vivir con la esperanza de esa herencia eterna.

¿Por qué es importante esa esperanza? Los incrédulos no confían en Él, de modo que no pueden esperar en Él. Pero como creyente usted ha visto que Dios ha sido fiel en el pasado y en el presente, y que le da la esperanza de que será fiel en el futuro. Y eso le da gloria.

Digámoslo de una manera sencilla: Dios es glorificado cuando usted confía en Él. Dios es glorificado cuando usted cree en Él. Y Él es glorificado cuando usted espera en su promesa futura. El Dios que le ha dado tan gran salvación es digno de su esperanza.

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Abre las ventanas de tu corazón

MARZO, 08

Abre las ventanas de tu corazón

Devocional por John Piper

He puesto sobre él mi Espíritu… No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare. (Isaías 42:1-3)

Probablemente, las palabras más alentadoras que haya oído en semanas vengan de una profecía en Isaías 42:1-3 sobre cómo usará Jesús su poder espiritual.

¿Nos sentimos como una «caña cascada», o como uno de esos enormes y pesados lirios de Pascua, cuyo tallo ha sido aplastado de manera que la flor cae al suelo y no recibe vida? ¿Alguna vez sintieron que su fe es solo una pequeña chispa en lugar de una llama, como ese puntito rojo que queda en la mecha después de que se soplan las velas de cumpleaños?

¡Ánimo! El Espíritu de Cristo es el Espíritu de aliento: él no cortará nuestra flor, él no apagará nuestra chispa.

«El Espíritu del Señor esta sobre mí… para anunciar el evangelio a los pobres» (Lucas 4:18). «Se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas» (Malaquías 4:2). Él es «manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mateo 11:29). «Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor» (Salmos 27:14).

Podrá ser triste para nosotros tener solo una chispa en lugar de una llama de fuego. Pero ¡prestemos atención! y alentémonos: sí, hay una gran diferencia entre una chispa y un fuego, ¡pero hay una diferencia infinita entre una chispa y ninguna chispa! Una semilla de mostaza (de fe) está infinitamente más cerca de ser una montaña que lo está de no ser una semilla.

Abramos la ventana de las promesas de Dios y dejemos que el Espíritu sople en cada una de las habitaciones de nuestro corazón. El viento santo de Dios no romperá o extinguirá. Él levantará nuestra cabeza y soplará la chispa para que se convierta en llama. Él es el Espíritu de aliento.

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Segunda Temporada – Programa 63 – «La corrupción sin castigo»

«La corrupción sin castigo»

Segunda Temporada – Programa 63

Eduardo Saladin – Sugel Michelén – Salvador Gomez – Tony Flaquer

 

ENTENDIENDO LOS TIEMPOS

Surge en el 2013 como programa de radio bajo la cobertura de la emisora cristiana Radio Eternidad en la estación 990am. Las temáticas de nuestro programa son diversas y contemporáneas con las necesidades que se presentan  hoy en día en la sociedad. Todo tema es llevado a la luz de la Palabra de Dios que es la única mediadora entre los hombres y la única verdad que puede hacerle libre. Tratamos diferentes temas con el propósito de entender el presente bajo una cosmovisión bíblica y actuar en base a esta. Con nuestro productor Andrés Figueroa y el equipo de Gracia TV, quienes semanalmente transmiten este programa en un formato para Radio y TV.

http://www.entendiendolostiempos.org/

Comienzo brutal

8 Marzo 2017

Comienzo brutal
por Charles R. Swindoll

Hechos 3:29-32

Hechos 8:1-3

Esto es algo que no debemos olvidar cuando estudiamos la vida de un hombre al que llamaban Pablo. También debemos prepararnos para algunas sorpresas. El primer retrato escrito de Pablo (a quien conocemos primero como Saulo de Tarso) es brutal y sangriento. Si un pintor lo retratara en un óleo, ninguno de nosotros quisiera tener ese cuadro en nuestra sala, porque el hombre se parece más a un terrorista que a un devoto seguidor del judaísmo.
Para horror nuestro, la sangre del primer mártir salpica la ropa de Saulo mientras está de pie consintiendo, como cómplice en el terrible asesinato.

Toda nuestra vida hemos adoptado por naturaleza una imagen mental cristianizada del apóstol Pablo. Después de todo, él es quien nos dio las dos epístolas a los Corintios. Escribió Romanos, la Carta Magna de la vida cristiana. También escribió la liberadora carta a los Gálatas exhortando tanto a ellos como a nosotros a vivir en la libertad que da la gracia de Dios. Asimismo escribió las cartas carcelarias y las pastorales, tan llenas de sabiduría, tan importantes por su riqueza. Basado en todo eso, usted pensaría que este hombre amó al Señor desde su nacimiento. ¡Qué va!

Pablo detestaba el nombre de Jesús. Tanto así, que se convirtió en un agresor declarado y violento, persiguiendo y asesinando a cristianos por lealtad al Dios del cielo. Aunque pueda parecer espantoso, no debemos olvidar nunca el infierno de donde vino, puesto que cuanto más entendamos su tenebroso pasado, más comprenderemos su profundo agradecimiento por la gracia.

El primer retrato de la vida de Pablo que aparece en las Sagradas Escrituras no es el de un pequeño bebé amorosamente sostenido en los brazos de su madre. Tampoco es el de un muchacho judío saltando y retozando con sus compañeros por las estrechas calles de Tarso. El retrato no es tampoco el de un joven e inteligente estudiante de la ley sentado fielmente a los pies de Gamaliel.

Esas imágenes solo nos harían pensar erróneamente que tuvo un pasado como de cuento de hadas. Más bien, lo conocemos por primera vez simplemente como “un joven que se llamaba Saulo” que fue partidario del terrible asesinato de Esteban, y que estando de pie “consentía en su muerte” (Hechos 7:58; 8:1).

Ese es el Pablo que necesitamos ver para apreciar en verdad las gloriosas verdades de las epístolas del Nuevo Testamento que escribió. No es de extrañar que después llegara a ser conocido como el “Apóstol de la gracia».

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2017 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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En defensa contra la corrupción moral

Coalición por el Evangelio

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 En defensa contra la corrupción moral

Tony Flaquer

Recuerdo hace dos años hablar con varios pastores en la República Dominicana sobre la revolución moral ocurriendo en nuestras naciones, cambiándolas de una forma que ya no están tan fácilmente abiertas a principios cristianos, y van más y más abrazando perspectivas seculares sobre la familia, la sexualidad, y la moralidad.

Este patrón cultural continúa, y recientemente se ha visto aún más en las declaraciones de la embajada de Estados Unidos para apoyar la agenda gay en la República Dominicana. En respuesta a estas declaraciones, varias organizaciones cristianas han intervenido para defender el desarrollo social de su nación.

Esta semana tuve la oportunidad de corresponder con Tony Flaquer, presidente del Grupo Acción Cristiana RD, sobre su próximo evento, el papel del cristiano en la política, y la importancia de defender contra la corrupción moral de una sociedad.


Gracias por acompañarnos en Coalición. Este evento se titula “El gobierno, los líderes, y el rol de la iglesia en la esfera política”. ¿Por qué realizar este evento en este tiempo?

El mundo está experimentando una revolución moral, la cual está siendo promovida a través de las agencias de los centros de poder global, y mediante legislaciones que están siendo incorporadas en muchas naciones. Élites compuestas por minorías urbanas neopaganas están diseminando su cosmovisión para convertirla en un ordenamiento ético mundial. La herejía antropológica se ha tornado en el debate de estos tiempos, torciendo la verdad revelada por Dios sobre lo que es la masculinidad y feminidad bíblica, el matrimonio, la sexualidad, la autoridad paterna, y el derecho a disponer de la vida del no nato, etc.Las iglesias han sido arrastradas a un debate en la esfera política; la libertad de expresión de las iglesias para manifestar la voz de Dios a las naciones en donde se han implantado estas legislaciones está siendo coartada. El resultado ha sido una persecución abierta a la iglesia de Cristo. Los valores judeocristianos, que permearon nuestras leyes en occidente, están siendo desguazados para traer un enfoque amoral, individualista y hedonista al orden social.

La iglesia tiene que dar respuesta a estos retos de una manera bíblica, para no caer en dos extremos errados. Por un lado, el de dejar su rol primario de pastorear las almas de sus miembros, siendo columna y baluarte de la verdad, edificando a los santos para la obra del ministerio, y llevando el evangelio por todo lugar. Por otro lado, no ser una iglesia aislacionista fuera del debate de este tiempo. Esto último ha llevado a la iglesia a sufrir las consecuencias de ser golpeada por esta ola muy tarde, porque no se preparó para esta lucha, ni estuvo presente en los foros en donde se discutían estas cosas.

¿Hay lugar en la política para un cristiano?

Cristo es el Señor de todas las esferas de la vida, y la esfera política no es una excepción. El creyente está llamado a ser luz del mundo y sal de la tierra, y debe llevar la verdad y la justicia a todo lugar. No todos los creyentes deben involucrarse directamente en la política: esta requiere un llamado y dones que no todos poseen. Pero algunos serán llamados a este servicio.

No existe ningún texto bíblico que impida que un creyente con estos dones y vocación entre en la arena política, más bien Dios nos ha dejado ejemplos de hombres que hicieron un gran bien a su generación desde estas esferas. Daniel, Josías, Ezequías, William Wilberforce, y otros son ejemplos de lo que decimos. La diferencia en los creyentes llamados a la política debe ser, que su motivación allí sea la de servir con integridad a Cristo y a la patria. Lamentablemente algunos políticos llamados cristianos van a la política detrás de gloria, dinero y poder. Cuando esto ocurre es un vituperio al nombre del Señor, pero esto no debe disuadir a aquellos que con limpia conciencia van a glorificar a Dios desde allí.

Los pastores sin embargo no deben estar metido a políticos como ocurre en muchos lugares; su llamado es a pastorear la grey de Dios y a preparar a los santos para la obra del ministerio. Esto no impide que en momentos críticos de la nación, líderes y pastores se involucren en luchar por temas como la defensa de la vida, y en contra del matrimonio homosexual, lo cual aunque son temas políticos, porque afectan las políticas de una nación, no son necesariamente partidarios, es decir en abierto proselitismo de un partido especifico, lo cual debe ser evitado, porque puede ser divisivo en las iglesias.

¿Por qué es importante para los cristianos defender contra la corrupción moral de una sociedad?

La Gran Comisión del cristianismo no es moralizar un pueblo, sino predicar el evangelio para la salvación de las almas. Nosotros no creemos que la moral salve a nadie.

No obstante el grado de corrupción moral de una sociedad es un termómetro de cuán alejada está de Dios y de Sus leyes. Esto tiene un efecto en el buen desempeño de un gobierno, y en su desarrollo económico y social. Así se mostró en la Reforma protestante, en donde las legislaciones y constituciones políticas que resultaron de este movimiento ayudaron al desarrollo de esas naciones. En contraste a lo anterior, otras naciones que no adoptaron esta ética quedaron rezagadas económica y socialmente.

El grado de moral de una sociedad afecta el buen desenvolvimiento de la obra de la Iglesia en el mundo. Mientras más tinieblas hay, más oposición habrá al evangelio. Pablo nos exhorta a orar en I Timoteo 2:1-3 para que podamos vivir quieta y reposadamente, y esto es el resultado de una sociedad en donde impera la justicia. Sin un orden moral no es posible la justicia, y sin esta los pueblos van hacia la anarquía. En sociedades donde impera el mal y gobiernos corruptos, es difícil predicar el evangelio y propagar el mismo.

Las leyes de una nación son la expresión de su moral. La otra cara de la moneda es que las leyes se convierten en su moral. Si permitimos leyes que erradiquen la moral judeo cristiana que forjó la civilización occidental, y peor, sin el consenso de las mayorías, la nación terminará adoptando esas leyes como su código ético para todos. El resultado de esto será más tinieblas y más injusticia.

Finalmente, la moral no es posible sin el referente de un absoluto, y a la larga esto tiene que llevar a un pueblo a buscar ese absoluto en Dios, el soberano. Sin los absolutos de un Dios legislador a quien hay que dar cuentas, la ética entra en un relativismo absurdo como el que vemos hoy en día.

En Romanos 13, Pablo dice que los gobiernos están para castigar lo malo e incentivar lo bueno. Obviamente esta ética implícita en Romanos 13 viene de Dios, quien instituyó los gobiernos. El estándar ético de este código de castigo y premio era para aplicarse no solo a los creyentes sino a todos, aunque su origen era la ley divina.

¿Cómo pueden nuestros lectores participar en este conversación? ¿Qué pueden hacer para recibir más información e involucrarse en este tema?

El panel del día 14 de marzo del 2016 a las 6:00 PM AST titulado “Los gobiernos, los líderes y el rol de la Iglesia en la esfera política”, será transmitido por internet en vivo por Radio Eternidad. Pueden verlo en este enlace. Habrá abierto un cuarto de conversación (chat room) para los que deseen hacer preguntas a los panelistas.

Si quieres saber más del movimiento “Grupo Acción Cristiana RD “que auspicia este seminario, y conocer de su Misión, Visión y Manifiesto, puedes buscar información en nuestra página.

Muchas gracias por su tiempo, hermano.

Steven Morales

Steven sirve como el director de operaciones de Coalición por el Evangelio. Él vive en Guatemala con su esposa, Gabriela. Actualmente está realizando una Maestría en Divinidad en línea en el Southern Baptist Theological Seminary y es uno de los pastores de Iglesia Reforma. Puedes encontrarlo en Twitter.

“Las palabras de institución”

“Las palabras de institución”

8 MARZO

Éxodo 19 | Lucas 22 | Job 37 | 2 Corintios 7

Las descripciones que encontramos en el Nuevo Testamento de “las palabras de institución” – es decir, las palabras mediante las cuales se instituye la Cena del Señor como mandato del Señor varían bastante, pero los aspectos que tienen en común nos llaman la atención. Lucas 22:7–20 nos permite reflexionar sobre ciertos elementos de una de estas descripciones.

Según todos los tres evangelios sinópticos, Jesús dijo a sus discípulos que preparasen una cena para la Pascua; Lucas enfatiza este hecho (22:1, 7–8, 11, 15). Jesús quiere que sus propias palabras y acciones se comprendan a la luz de aquella fiesta original de la Pascua. Era una celebración no sólo de la liberación de los esclavos israelitas, sino de la manera como esta liberación se logró: de acuerdo con el plan de Dios, el ángel de la muerte “pasó de largo” cuando veía la sangre del sacrificio pintada en las puertas, mientras todas las demás casas egipcias perdieron a sus primogénitos. Además, este éxodo milagroso preparó la escena para la inauguración de la alianza en Sinaí. Por lo tanto, cuando Jesús toma el pan en esta última comida de la Pascua y dice: “Este pan es mi cuerpo, entregado por vosotros” (22:19), y cuando toma la copa y dice: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros” (22:20), uno percibe algo más que un simple eco del rito de la antigua alianza. A este lado de la cruz, no podemos por menos que llegar a la conclusión de que Jesús ve su propia muerte, el derramamiento de su propia sangre, como el sacrificio provisto por Dios para satisfacer la ira de Dios contra el pecado; a sí mismo, como el Cordero de la Pascua, el Cordero de Dios por excelencia, y su muerte, como el medio que establece una alianza con el pueblo de Dios al liberarle de una esclavitud aún más oscura y más profunda.

Alguien ha dicho que las cuatro palabras más discutidas en la historia de la Iglesia cristiana son “Esto es mi cuerpo”. Sin entrar en la lista de todo lo que se pudiese decir con respecto a esta cláusula, al menos podemos estar de acuerdo en que una de las funciones del rito, puesto que es lo que Cristo mismo dice explícitamente mientras lo instituye, es conmemorativa: “Haced esto en memoria de mí” (22:19). Resulta chocante que esto sea necesario, igual que también lo es que el rito conmemorativo de la Pascua fuese necesario. No obstante, la historia nos demuestra con qué rapidez el pueblo de Dios pierde de vista lo importante y se desliza hacia asuntos periféricos, acabando por ignorar o incluso negar su centro. Mediante este rito sencillo, Jesús advierte a sus discípulos que tienen que regresar a su muerte, a su sangre derramada, a su cuerpo roto, una y otra vez.

También es un rito que mira hacia el futuro, hacia el reino consumado, cuando la Pascua y la Cena del Señor se culminarán (22:16, 18). Comemos y bebemos según él lo ha mandado, “hasta que él venga” (1 Corintios 11:26), cuando la conmemoración y la proclamación serán absorbidas en el gozo de su presencia real.

Carson, D. A. (2013). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (R. Marshall, G. Muñoz, & L. Viegas, Trads.) (1a edición, Vol. I, p. 67). Barcelona: Publicaciones Andamio.

El silencio de Dios

El silencio de Dios

Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios. – Jeremías 7:23

En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende. – Job 33:14

Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. – Hebreos 3:15

El escritor ruso Dostoïevski escribió: «El infierno es el lugar en donde Dios no habla más». Efectivamente, un día Dios guardará silencio, después de haberse dirigido al hombre mediante las obras de la creación, el mensaje de los profetas y el testimonio que su Hijo dio al venir a este mundo.

Todavía hoy habla claramente por medio de su Palabra, la Biblia, muy extendida; mediante las innumerables cruces que vemos aquí y allá, que recuerdan el sacrificio de su Hijo; así como a través del testimonio dado por millones de hombres y mujeres que conocen a Jesucristo como su Salvador. Aún hoy, la Palabra de Dios nos dice: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Dios habló una vez, dos veces… y a menudo varias veces a nuestra vida. Continúa haciéndolo, pero si rehusamos escucharlo como Salvador, estaremos obligados a escucharlo una última vez como el Juez supremo, antes de ir al lugar de tormentos eternos.

En este día de gracia, Dios todavía se dirige a cada uno de nosotros. Escuchemos su voz, recibamos el Evangelio; no esperemos que este llamado divino cese para siempre.

Dostoïevski también escribió: «El hombre está triste porque no sabe que puede ser feliz». ¡Realmente es así! Hoy, la felicidad está al alcance de su mano. Es preciso escuchar a Jesús quien, como en otro tiempo, nos dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Ezequiel 3 – Hechos 15:1-35 – Salmo 31:9-13 – Proverbios 11:5-6

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