¿Está usted dispuesto?

¿Está usted dispuesto?

3/14/2017

Heme aquí, envíame a mí. (Isaías 6:8)

Dios quiere un corazón dispuesto en el momento y en el lugar señalados que oiga sus órdenes. También quiere un corazón lleno de la verdadera adoración. Todo el afecto y el pensamiento del creyente deben ponerse en Cristo. Todas sus metas se dirigen a Él. Él es suyo en definitiva.

¿Está dispuesto usted? ¿Es un adorador? ¿Es su propósito en la vida concentrarse en la persona de Cristo? El tener esa actitud significa estar controlado por el Espíritu Santo, que es el único que puede hacer que usted llame a Jesús Señor (1 Co. 12:3). Todos sus bienes, todo su tiempo, toda su energía, todo su talento y todos sus dones deben estar controlados por Él.

Eso también significa estar concentrado en la Palabra porque es en la Palabra donde se ve a Cristo. Se mira su gloria en la Palabra. Así como Cristo vino al mundo para dar su vida a fin de atraer a las personas hacia sí mismo, usted debe hacer lo mismo.

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El triunfo es seguro

MARZO, 14

El triunfo es seguro

Devocional por John Piper

Por eso te glorificará un pueblo fuerte,
ciudades de crueles naciones te reverenciarán.
(Isaías 25:3)

Isaías ve venir el día cuando todas las naciones —representativas de todos los grupos de personas— ya no estarán en desacuerdo con Yahweh, el Dios de Israel y su Mesías, de quien sabemos que es Jesús.

Ya no adorarán a Bel, ni a Nabu, ni a Moloch, ni a Alá, ni a Buda, ni a programas sociales utópicos, ni a las posibilidades de crecimiento capitalista, ni a los ancestros, ni a los espíritus animistas. Por el contrario, vendrán en fe al banquete en la montaña de Dios.

Y estará el velo de la aflicción quitado y la muerte será devorada y la culpa del pueblo de Dios será anulada y las lágrimas desaparecerán para siempre.

Ese es el marco para entender la visión del versículo 3: «Por eso te glorificará un pueblo fuerte,
ciudades de crueles naciones te reverenciarán». En otras palabras, Dios es más fuerte que el «pueblo fuerte» y es tan poderoso y misericordioso que al final él hará que ciudades crueles lo reverencien.

Es así que la imagen que Isaías nos da es una en la que todas las naciones se vuelven a Dios en adoración, un gran banquete para todas las gentes, la eliminación de todo sufrimiento y dolor y culpa de las naciones que se han convertido en su pueblo, y la exterminación de la muerte para siempre.

Este triunfo es seguro porque Dios lo está haciendo. Por lo tanto, podemos tener la certeza de que así será.

No hay una sola vida dedicada a la causa de la evangelización del mundo que haya sido en vano. Ninguna oración, ni dólar, ni sermón, ni carta de aliento enviada, ni pequeña luz brillando en lugar oscuro —nada hecho en honor a la causa del advenimiento del reino es en vano—.

El triunfo es seguro.

http://solidjoys.sdejesucristo.org/

Segunda Temporada – Programa 64 – «La geopolítica y la soberanía de Dios»

«La geopolítica y la soberanía de Dios»

Segunda Temporada – Programa 64

Eduardo Saladin – Sugel Michelén – Salvador Gomez – Daniel Elías Robles

 

ENTENDIENDO LOS TIEMPOS

Surge en el 2013 como programa de radio bajo la cobertura de la emisora cristiana Radio Eternidad en la estación 990am. Las temáticas de nuestro programa son diversas y contemporáneas con las necesidades que se presentan  hoy en día en la sociedad. Todo tema es llevado a la luz de la Palabra de Dios que es la única mediadora entre los hombres y la única verdad que puede hacerle libre. Tratamos diferentes temas con el propósito de entender el presente bajo una cosmovisión bíblica y actuar en base a esta. Con nuestro productor Andrés Figueroa y el equipo de Gracia TV, quienes semanalmente transmiten este programa en un formato para Radio y TV.

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Los aguijones de Dios

14 Marzo 2017

Los aguijones de Dios
por Charles R. Swindoll

Hechos 9:5-9

Aparentemente, “dar coces contra el aguijón” era una expresión común tanto en la literatura griega como en la latina. Era una imagen rural que surgió de la práctica que tenían los labriegos de pinchar a sus bueyes en el campo. Aunque para nosotros no es familiar la frase, todo el mundo conocía en ese entonces su significado.

Los aguijones estaban hechos típicamente de pedazos livianos de madera, romos en un extremo y afilados en el otro. Los labriegos usaban la punta afilada para hacer que un buey testarudo se moviera. A veces, el animal pateaba al aguijón, pero cuanto más lo pateaba, más posibilidades había de que el aguijón hiriera la carne de su pierna, causándole mayor dolor.

La conversión de Saulo pudiera parecernos a nosotros como un encuentro repentino con Cristo. Pero basado en la expresión del Señor en cuanto a dar coces al aguijón, creo que Él ya había estado trabajando con Saulo durante años para moverlo y acicatearlo.

Creo que las palabras y la obra de Jesús inquietaban al celoso fariseo. Es muy posible que Saulo hubiera escuchado la enseñanza y la predicación de Jesús en los lugares públicos. Por tener una edad parecida, habrían sido contemporáneos en una ciudad que Saulo conocía bien y que Jesús visitaba con frecuencia.

Imaginemos a Saulo (el nombre Pablo significa “pequeño”, lo que sugiere que es posible que su estatura fuera menor a la del promedio) estirándose de puntillas para ver a Jesús, y al mismo tiempo preguntándose de mala gana cómo era posible que este falso profeta estuviera ganando cada vez más popularidad. ¡Qué tontería! ¡Ese hombre tenía que ser de Satanás! A los fariseos les encantaba pensar eso. No obstante, el ministerio de Jesús seguía estando en la mente de Saulo. Cuando más lo aguijoneaba, más resistía Saulo al llamado por parte de Dios.

Una vez que usted se haya encontrado seriamente con Jesús, como sucedió con Saulo, no hay manera de escapar de Él. Sus palabras y Sus obras le seguirán hasta lo más profundo de su conciencia. Por esto es que anímo a las personas que están multiplicando sus esfuerzos para resistir los testimonios de los Evangelios a estudiar la vida de Cristo, a examinar cuidadosamente sus cautivantes palabras. La mayoría de las personas que lo hagan con sinceridad, no podrán dejar a Jesús sin al menos haber re-evaluado su propia vida.

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2017 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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Positivamente Negativo

Positivamente Negativo

Tomamos para alegrarnos — y fuimos miserables.
Tomamos socialmente — y llegamos a argumentar.
Tomamos por sofisticados — y llegamos a ser odiados.
Tomamos por amistad — y llegamos a ser enemigos.
Tomamos para dormir — y nos levantamos cansados.
Tomamos para fortaleza — y nos sentimos débiles.
Tomamos para calmarnos — y terminamos temblando.
Tomamos para perder el miedo — y llegamos a espantarnos.
Tomamos para sentirnos gozosos — y terminamos en depresión.
Tomamos con “intensiones medicinales” — y adquirimos enfermedad.
Tomamos para hacer la conversación más amena — y las palabras salieron incoherentes.
Tomamos para olvidarnos de nuestros problemas — y se multiplicaron los mismos.
Tomamos para gozar la vida — e invitamos a la muerte.

Él es la “luz verdadera”

Él es la “luz verdadera

14 MARZO

Éxodo 25 | Juan 4 | Proverbios 1 | 2 Corintios 13

Éxodo 25 y Juan 4 están estrechamente vinculados canónicamente.

El primero comienza las instrucciones para la construcción del tabernáculo y sus accesorios (Ex. 25–30). El tabernáculo es el precursor del templo, el cual fue construido en tiempos de Salomón. Repetidamente en estos capítulos Dios dice: “Procura que todo esto sea una réplica exacta de lo que se te mostró en el monte” (25:40) o “Erige el santuario ciñéndote al modelo que se te mostró en el monte” (26:30), y otros pasajes semejantes. La Epístola a los Hebreos recoge esta misma idea. Los diseños del tabernáculo y del templo no son arbitrarios; reflejan realidades celestiales. “Asegúrate de hacerlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña” (Hebreos 8:5).

En Juan 4, encontramos a Jesús conversando con una mujer samaritana. Los samaritanos creían que el lugar apropiado para el culto a Dios no era Jerusalén, donde estaba el templo, sino el Monte Gerezim y Ebal, puesto que estos dos sitios eran los últimos estipulados para dicho culto al entrar el pueblo en la Tierra Prometida (Deut 11:29; Josué 8:33). No aceptaban como Escritura aquellos textos que trataban de la monarquía. La mujer quiere saber qué piensa Jesús: ¿Cuál es el lugar donde se le debería rendir culto a Dios: estas montañas, cerca de donde están, o Jerusalén? (Juan 4:20).

Jesús insiste en que amanece el tiempo cuando a Dios se le rendirá culto ni en un sitio ni en otro (4:21). Esto no quiere decir que Jesús dé igual validez a las reivindicaciones de los samaritanos que a las de los judíos. Más bien, todo lo contrario. Se pone de lado de los judíos en este debate concreto, puesto que son ellos los que siguen toda la gran extensión de las Escrituras de la antigua alianza, que incluyen la transición desde el tabernáculo hasta el templo en Jerusalén (4:22). “Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren” (4:23).

Esto significa que (1), con la llegada de Cristo Jesús y el amanecer de la nueva alianza, el culto apropiado ya no estará ligado a ningún lugar geográfico concreto. Implícitamente, señala la obsolescencia del templo. El culto será tan extendido, geográficamente, como lo es el mismo Espíritu, como Dios mismo, el cual es espíritu (4:23). (2) El culto no será solamente en “espíritu”, sino también en “verdad”. En este contexto, no quiere decir que el culto deba ser sincero (“verdad” en este sentido); más bien, debe ser conforme a aquello que es últimamente la verdad, la misma manifestación de la verdad, Jesucristo mismo. Él es la “luz verdadera” (1:9), el verdadero templo (2:19–22), el verdadero pan del cielo (6:25 ss.), y mucho más. Los verdaderos adoradores le adoran en espíritu y en verdad.

Carson, D. A. (2013). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (R. Marshall, G. Muñoz, & L. Viegas, Trads.) (1a edición, Vol. I, p. 73). Barcelona: Publicaciones Andamio.

¿Dónde está vuestra fe?

¿Dónde está vuestra fe?

Despertando él (Jesús), reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. Y les dijo (a los discípulos): ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es este, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen? – Lucas 8:24-25

Algunas preguntas de la Biblia

A menudo Jesús estaba muy ocupado. A veces, incluso su familia no podía acercarse a él debido a la multitud que lo rodeaba para escucharlo. Un día, después de haber enseñado, se durmió en una barca mientras cruzaba el lago de Genesaret. De repente se levantó un fuerte viento, y los discípulos lo despertaron: “¡Maestro, Maestro, que perecemos!”. Jesús se levantó, se dirigió al viento y a las olas con autoridad, y se hizo gran bonanza. Luego dijo a sus discípulos: “¿Dónde está vuestra fe?”.

¿Ya me he hecho esta pregunta alguna vez? Cuando todo parece ir mal, cuando llega el fracaso o la enfermedad, ¿dónde está mi fe? Estoy desanimado, dudo, tengo remordimientos, pero hasta hacía poco tenía paz…

Fijémonos en el orden de las cosas. Solo después de haber apaciguado las olas, Jesús preguntó: “¿Dónde está vuestra fe?”. Sin tardar socorrió a sus discípulos, y luego los hizo reflexionar. ¿Pensaban que su Maestro era indiferente, o que no podía ayudarlos? Mientras estuviese con ellos en la barca, no corrían ningún peligro, ¡incluso si tardaba en responder!

Así es como el Señor actúa con nosotros. Primero responde a la oración, incluso si esta es imprecisa y casi fuera de lugar. Él responde, y solo después pregunta: “¿Dónde está vuestra fe?”. Cuando ya estoy tranquilo, puedo reflexionar sobre lo que sucedió y aprender una lección de ello. Sí, estuve preocupado ¡pero el Señor fue fiel!

Ezequiel 9 – Hechos 19:1-22 – Salmo 33:1-9 – Proverbios 11:17-18

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