Practicando la hospitalidad. (Romanos 12:13)

La hospitalidad bíblica

7/19/2017

Practicando la hospitalidad. (Romanos 12:13)

Los verdaderos discípulos de Cristo no solo deben satisfacer las necesidades de los creyentes y los incrédulos con los que se encuentran, sino también buscar oportunidades de ayudar a quienes no conocen. Esa es la definición bíblica de hospitalidad. Hebreos 13:2 nos dice: “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.

Usted debe considerar cualquier oportunidad de brindar hospitalidad como un feliz privilegio, no como una carga (1 P. 4:9). Sin duda Gayo tenía esa actitud correcta en su hospitalidad con los maestros que pasaban por su ciudad, ya que el apóstol Juan lo elogió: “Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje” (3 Jn. 5-6).

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Sus tiempos son perfectos

JULIO, 19

Sus tiempos son perfectos

Devocional por John Piper

Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. (Hebreos 4:16)

Todo ministerio es en el futuro: en un momento, en un mes, en un año, o en una década. Tenemos tiempo de sobra para inquietarnos por nuestra ineptitud; pero cuando eso sucede, debemos recurrir a la oración.

La oración es la forma de fe que nos conecta hoy con la gracia que nos hará aptos para llevar a cabo el ministerio de mañana. El momento oportuno lo es todo.

¿Qué pasaría si la gracia llegara muy temprano o muy tarde? La traducción tradicional de Hebreos 4:16 esconde una promesa preciosa relacionada a esa pregunta. Necesitamos una traducción más literal para verla.

La redacción más tradicional dice algo así: «Así? que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento en que más la necesitemos». El griego original detrás de la frase «gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos», traducido literalmente sería: «gracia para la ayuda oportuna».

El punto es que la oración es la manera de hallar gracia venidera para la ayuda oportuna. Esta gracia siempre llega a tiempo desde el «trono de la gracia». La frase «trono de la gracia» significa que la gracia venidera proviene del Rey del Universo, quien determina los tiempos por su propia autoridad (Hechos 1:8).

Sus tiempos son perfectos, pero raramente coinciden con los nuestros: «Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó » (Salmos 90:4). A nivel mundial, él fija los tiempos para el auge y la caída de las naciones (Hechos 17:26). A nivel personal, Salmos 31:15 dice: «En tu mano están mis años».

Cuando nos preguntamos por el tiempo oportuno de la gracia venidera, debemos pensar en el «trono de la gracia». Nada puede estorbar el plan de Dios de enviarnos gracia en el momento en que es mejor para nosotros. La gracia venidera es siempre oportuna.


Devocional tomado del libro “Future Grace” (Gracia Venidera), página 295

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¿LADRILLOS O TELARAÑAS?

19 jul 2017

¿LADRILLOS O TELARAÑAS?

por Carlos Rey

Hace algunos años llegó a Los Ángeles, California, un acróbata que se dio a conocer en sus anuncios como «La mosca humana». El hombre le anunció al público que en determinada fecha escalaría uno de los edificios en la zona céntrica de Los Ángeles, ante todos los presentes.

Cuando llegó el momento esperado, las calles estaban llenas de personas que iban a ver si era verdad lo que se había anunciado. En efecto, con gran agilidad el acróbata comenzó a escalar la pared del edificio. Al subir ponía lentamente las manos y los pies en cada rendija o pedazo de piedra que sobresaliera aun lo más mínimo, como si fuera una mosca humana.

Poco antes de la cima llegó a un punto donde su mano, por más que la estiraba, no alcanzaba la siguiente rendija debido a que en la pared había un pedazo viejo de ladrillo. Le faltaban sólo unos centímetros para llegar a la meta, así que decidió dar un pequeño salto para agarrar con una mano ese pedazo que sobresalía. En efecto, dio el salto, se agarró del ladrillo, y cuando empezó a afianzarse en él con fuerza, resultó que lo que a él le parecía un ladrillo no era más que una telaraña cubierta con el polvo de la ciudad. Como era de esperarse, la telaraña cedió de inmediato, y el acróbata se desprendió desde lo alto, cayó en la calle y murió al instante.

Si bien a todos nos preocupa la seguridad física a tal grado que juzgamos como espectáculo el que alguien juegue con ella, debiera preocuparnos igualmente la seguridad espiritual. No hay nada más serio ni más importante en esta vida que la seguridad del alma, y sin embargo el hombre no sólo juega con el cuerpo sino también con el alma como si fuera una bola de billar. La impulsa de un lado a otro de la mesa de este mundo, de esta idea a aquella filosofía, de esta ideología a aquella religión, rebotando de una banda a otra, siempre con hambre, nunca satisfecho. De ese modo deja al azar lo que más debiera importarle: el destino eterno de su alma.

Una de las ideas más engañosas en la actualidad, que es como una telaraña que se proyecta como ladrillo, es aquella que dice que todos los caminos conducen al cielo. ¡Qué fácil sería escalar esa pared hasta llegar al cielo si así fuera! Si no importa lo que creemos, entonces Dios envió en vano a su Hijo Jesucristo al mundo para mostrarnos el camino al cielo, y Cristo murió en vano para salvarnos de nuestros pecados. Desengañémonos antes que sea demasiado tarde. En vez de aventurarnos, agarrándonos de telarañas, reconozcamos que el único camino que nos lleva al cielo es el que construyó Cristo con ladrillos seguros al morir en la cruz por nosotros.

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Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos….

19 DE JULIO

ESCRITURA:

Mateo 14:14: “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.”

TESORO BÍBLICO:

Es la llenura increíble y sobrenatural lo que despierta al mundo al ver el maravilloso poder de Dios. Jesús demostró, primero ante una multitud de cinco mil y luego ante otra de cuatro mil personas, que Él es el Dios que provee (Mateo 14: 14-21, 15:32-38). Cuando lo más sensato por hacer, según el parecer humano, era enviar a las multitudes a que buscara su propio alimento, Jesús recurrió al poder sobrenatural de Dios. Sintiendo compasión de éstas, confiadamente les dijo a sus discípulos que empezaran a alimentar a las muchedumbres. Jesús depositó su total y completa confianza en Jehová nuestro proveedor.

PUNTO DE ACCIÓN:

Lea en familia el relato de estos milagros en Mateo, después pídale a Dios que llene a su familia con una confianza total y completa en Jehová nuestro proveedor.

Este devocional procede de los mensajes del Dr. Adrián Rogers del Ministerio EL AMOR QUE VALEhttp://www.elamorquevale.org

Escúchenos gratuitamente en: http://www.oneplace.com/ministries/el-amor-que-vale/listen/broadcast-archives.html

Véanos en línea en http://www.lightsource.com/ministry/el-amor-que-vale/

Prohibida toda reproducción para la venta. Prohibida la producción o reproducción de los materiales de EL AMOR QUE VALE en video o audio.

Conociendo al Ungido de Dios

DÍA 3

Salmo 2
Conociendo al Ungido de Dios
Dosis: Fidelidad

“Yo proclamaré el decreto del SEÑOR: «Tú eres mi hijo», me ha dicho; «hoy mismo te he engendrado. Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!”. (Salmo 2:7–8) (NVI)

La persona que decide vivir independientemente de Dios, sin considerar sus valores y principios, terminará cosechando infelicidad y terribles consecuencias en su vida. Lo que sucede en el plano personal, puede suceder también en el plano nacional e internacional. El Salmo 1 apela y desafía a los individuos a ser fieles a Dios, a considerar sus leyes. Pero este Salmo 2 tiene además una perspectiva comunitaria y llama a las naciones a ser fieles a Dios. Se describe la inestabilidad de las naciones, los conflictos que surgen entre ellas, el dolor, la desesperanza, problemas socio políticos, cuando los pueblos piensan “cosas vanas” en una actitud de rebelión contra la revelación de Dios.
Ante la rebelión de las naciones y sus líderes, Dios responde con autoridad. Ninguna campaña contra Dios será prosperada, ningún esfuerzo humano para oponerse a la voluntad de Dios será efectivo. Sólo el Rey Ungido del Señor tiene el poder para liberar a las naciones. Este Rey, como hijo adoptivo de Dios, recibe poder para gobernar “hasta los confines de la tierra”. Haciendo un contraste así entre el Ungido, el Rey de reyes, y los monarcas humanos que son limitados. A diferencia de nuestros gobernantes este Rey es sabio y justo, Dios le ha dado el trono para ser el Rey de la humanidad.
¡Cuánto nos ayudaría como nación considerar al Rey de reyes y Señor de señores! En estos tiempos en que en nuestros parlamentos se discuten leyes en pro de la tolerancia que atentan contra los derechos humanos, en que se relativiza el bien y el mal, y la voz popular derriba con sus argumentos liberales los principios fundamentales de ética y moral. Dios sabe que es imposible que el hombre se gobierne a sí mismo por eso les pide: “Ustedes, los reyes, sean prudentes; déjense enseñar, gobernantes de la tierra.”.
Dios apela a un cambio de actitud en el corazón de los gobernantes, que lleguen a un reconocimiento del poder divino, a una actitud de sujeción, y dependencia: sólo si se dejan enseñar, podrán servir a sus naciones con rectitud y al SEÑOR con temor; rindiéndole alabanza.
¡Qué precioso y esperanzador es que este salmo culmine con una bienaventuranza para todos los pueblos que confían en el Señor! “¡Dichosos los que en él buscan refugio!”

Oración: Señor enséñame a orar por mi país, para que nuestros gobernantes consideren tu Señorío. Amén

De Vergara, P. A., de Vera, A. D., & Harris, K. O. (2012). Isha-Salmos: Una dosis diaria de fe para ti. (P. A. de Vergara, Ed.) (Primera Edición, p. 18). Lima, Perú: Ediciones Verbo Vivo.

Infidelidad, incredulidad, idolatría, desobediencia, ira.

19 JULIO

Jueces 2 | Hechos 6 | Jeremías 15 | Marcos 1

Una lectura de Jueces 1 y 2 nos muestra que, por lo visto, tras las victorias iniciales de los israelitas, el ritmo de la conquista varió considerablemente. En muchos casos, las tribus tenían la responsabilidad de controlar sus propios territorios. Sin embargo, con el paso del tiempo y a medida que los israelitas se fortalecían, parece haberse desarrollado una política silente de no exterminar a los cananeos ni echarlos de la tierra, sino subyugarlos o incluso esclavizarlos, hacer de ellos “buscadores de agua y cortadores de madera” y someterlos a trabajos forzados (1:28).

El resultado inevitable fue que permaneció una gran cantidad de paganismo en el territorio. Y dado que la naturaleza humana es como es, estos dioses falsos- como era de esperar- se convirtieron en una “trampa” para la comunidad del pacto (Jueces 2:3). Ellos rehusaron destruir los altares paganos y el ángel del Señor, enojado por ello, declaró, que si el pueblo no obedecía, él ya no les proveería la ayuda decisiva que les hubiera permitido completar la tarea (¡si hubieran estado dispuestos!). El pueblo gime por la oportunidad perdida, pero ya es muy tarde (2:1–4). Ciertamente, no es que nunca se les hubiera advertido.

Este es el trasfondo del resto del libro de Jueces. Algunos de sus temas principales se nos detallan en el capítulo 2, siendo gran parte del libro una ejemplificación de los pensamientos que aquí se presentan.

La idea central, rodeada de tragedia, es el fracaso cíclico de la comunidad del pacto y cómo Dios interviene una y otra vez para rescatarlos. Inicialmente, el pueblo permaneció fiel durante la vida de Josué y de los ancianos que le sobrevivieron (2:6). Pero, para esa época, había surgido una generación totalmente nueva – una que no había visto ningunos de los portentos que Dios había hecho, ni en el éxodo, ni durante los años del desierto, ni en el momento de entrar a la Tierra Prometida- y la fidelidad a Dios fue desapareciendo. Abundaba el sincretismo y el paganismo; el pueblo abandonó al Dios de sus padres y sirvieron a los baales, es decir, a los varios “señores” de los cananeos (2:10–12). El Señor respondió con ira: el pueblo fue sometido a saqueos, contratiempos y derrotas militares a manos de los malvados que les rodeaban. Cuando el pueblo clamó al Señor pidiendo ayuda, les levantó un juez – un líder regional y, a menudo, nacional – que libró al pueblo de la tiranía y les guió hacia la fidelidad al pacto. Y luego comenzó de nuevo el ciclo. Y otra vez. Y otra vez.

Aquí hay una lección seria. Aún después de épocas de avivamiento espectacular, de reforma o de renovación del pacto, el pueblo de Dios siempre está a sólo una o dos generaciones de la infidelidad, la incredulidad, la idolatría masiva, la desobediencia y la ira. Que Dios nos ayude.

Carson, D. A. (2013). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (R. Marshall, G. Muñoz, & L. Viegas, Trads.) (1a edición, Vol. I, p. 200). Barcelona: Publicaciones Andamio.

¿Por qué o para qué?

miércoles 19 julio

¿Por qué me pones por blanco tuyo…? ¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?

Job 7:20; 13: 24

Él no da cuenta de ninguna de sus razones.

Job 33:13

¿Por qué o para qué?

A menudo en la Biblia, y a veces también en nuestro lenguaje, el porqué es la expresión de la rebelión. Expresa un desacuerdo con lo que Dios dice, o una insatisfacción con respecto a lo que hace. La sorpresa, la decepción, la impaciencia pueden traducirse por esta pequeña palabra. Es como si uno pidiese cuentas a Dios o le dijese: No estoy de acuerdo. El creyente corre el peligro de actuar así cuando pasa por una prueba: ¿Por qué yo y no los demás? ¿Por qué de esta manera y no de otra?

Esto no significa que ante los problemas que surgen en la vida, el cristiano no pueda hacerse ninguna pregunta. ¡Gracias a Dios puede formular a su Señor un porqué lleno de confianza! Pero si es un porqué amargo e insolente, entonces es mejor decir: para qué. ¡No hagamos reproches a nuestro Dios con respecto a una prueba que nos sorprende y nos detiene! No, más bien tratemos de comprender con qué objetivo nos fue enviada: Señor, ¿qué quieres producir en mi vida mediante lo que acaba de sucederme? ¿Qué lección quieres enseñarme? ¿Es la paciencia, la humildad, la sumisión a tu voluntad? ¿Quieres que deje de fijarme en los recursos que puedo encontrar aquí o allí para que pueda apreciar el valor de los tuyos?

Cuando pasemos por una prueba, esforcémonos en formular, no el porqué de la insumisión, sino el para qué de la confianza en nuestro fiel Dios.

“Aunque afligido yo y necesitado, el Señor pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes” (Salmo 40:17).

1 Crónicas 1 – Lucas 7:1-23 – Salmo 85:8-13 – Proverbios 19:22-23

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