DESEO DE OBEDECER

DESEO DE OBEDECER

9/18/2017

Aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados.

Romanos 6:17

Si yo fuera a definir la vida cristiana con una palabra, escogería la palabra obediencia. La obediencia, el poder, la bendición y el gozo son elementos esenciales de la vida cristiana. Sin la obediencia, no habrá poder, bendición ni gozo en nuestra vida.

Una distinción fundamental entre un cristiano verdadero y alguien que simplemente dice que es cristiano es un sincero deseo de obedecer a Dios. Para el cristiano, obediencia es una palabra agradable, prometedora y alentadora. Debe ser una expresión agradable del más profundo deseo de su corazón. Si está dispuesto a obedecer a Dios, y su deseo de hacerlo es resultado del amor y no del temor, ese es un buen indicio de que usted es un verdadero hijo de Dios.

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La única libertad verdadera

SEPTIEMBRE, 18

La única libertad verdadera

Devocional por John Piper

Entonces Jesús le decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Juan 8:31-32)

¿Qué es la verdadera libertad? ¿Somos libres?

  1. Si no tenemos el deseo de hacer algo, no somos totalmente libres para hacerlo. Quizás logremos reunir la fuerza de voluntad para hacer lo que no queremos hacer, pero nadie llama a eso libertad total. No es así como queremos vivir, con restricciones y presiones que en realidad no deseamos.
  2. Si tenemos el deseo de hacer algo, pero no tenemos la capacidad de hacerlo, no somos libres para hacerlo.
  3. Si tenemos el deseo de hacer algo y la capacidad de llevarlo a cabo, pero no la oportunidad de hacerlo, entonces no somos libres para concretarlo.
  4. Si tenemos el deseo de hacer algo y la capacidad de llevarlo a cabo y la oportunidad de concretarlo, pero esto nos lleva en última instancia a la ruina, entonces no somos totalmente libres —no verdaderamente libres—.

Para ser totalmente libres, necesitamos tener el deseo, la capacidad y la oportunidad de hacer aquello que nos hará felices para siempre. Sin remordimientos. Y solo Jesús, el Hijo de Dios, que murió y resucitó por nosotros, puede hacerlo posible.

Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.


Devocional tomado del sermón “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”

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Y me siguen

18 de septiembre

«Y me siguen».

Juan 10:27

Debiéramos seguir a nuestro Señor resueltamente como las ovejas siguen a su pastor, pues él tiene el derecho de guiarnos adonde le plazca. No somos nuestros, sino comprados por precio. Reconozcamos, pues, los derechos de la sangre redentora. El soldado sigue a su capitán; el siervo obedece a su Señor. Con mayor razón, entonces, debemos nosotros seguir a nuestro Redentor, de quien somos posesión adquirida. No somos fieles a nuestra profesión de cristianos si objetamos a las órdenes de nuestro Jefe y Caudillo. Nuestro deber es la sumisión; nuestra insensatez, la cavilación. A menudo puede nuestro Señor decirnos aquello que le dijo a Pedro: «¿Qué a ti? Sígueme tú». Adondequiera que el Señor nos guíe, él va delante de nosotros. Aunque no sepamos adónde estamos yendo, sabemos con quién vamos. ¿Quién teme, contando con tal amigo, los peligros del camino? El viaje puede ser largo, pero los eternos brazos de Dios nos llevarán hasta el final. La presencia de Jesús es garantía de eterna salvación, pues, porque él vive, nosotros también viviremos. Debemos seguir a Cristo con sencillez y fe, ya que las sendas por las que él nos guía terminan todas ellas en la gloria y la inmortalidad. Es cierto que esas sendas pueden no ser llanas, sino pedregosas, pero nos conducen a la «ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios» (He. 11:10). «Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad para aquellos que guardan su pacto y sus testimonios» (Sal. 25:10, LBLA). Pongamos plena confianza en nuestro Jefe, porque sabemos que ya sea que venga la prosperidad o la adversidad, la enfermedad o la salud, la popularidad o el desprecio, su propósito se cumplirá, y ese propósito será para todo heredero de la gracia un bien puro y sin mezcla. Hallaremos placentero el subir con Cristo por la cara desértica del collado y, cuando la lluvia y la nieve caigan sobre nuestro rostro, el precioso amor de Jesús nos hará mucho más felices que los que se sientan cerca del hogar y calientan sus manos al calor del fuego de este mundo. Seguiremos a nuestro Amado hasta la cumbre de Amana, hasta las guaridas de los leones y hasta los montes de los leopardos. Precioso Jesús, atráenos y correremos en pos de ti.

Spurgeon, C. H. (2012). Lecturas vespertinas: Lecturas diarias para el culto familiar. (S. D. Daglio, Trad.) (4a edición, p. 272). Moral de Calatrava, Ciudad Real: Editorial Peregrino.

¡Qué cosa tan sinuosa es el pecado!

18 SEPTIEMBRE

2 Samuel 14 | 2 Corintios 7 | Ezequiel 21 | Salmo 68

¡Qué cosa tan sinuosa es el pecado! Sus motivaciones y maquinaciones son distorsionadas y perversas.

En cierto sentido, el relato de 2 Samuel 14 es bastante directo. En otro, está lleno de ironías que nos hacen pensar.

David adopta el peor de todos los caminos a seguir. Al principio, sencillamente no puede perdonar a Absalón, porque eso, en efecto, sería como admitir que él mismo debió haber actuado rotundamente en contra de Amnón. Por otro lado, David no logra desterrar a Absalón de manera decisiva, así que, en secreto, guarda luto por él. Después de la trama de Joab con la “mujer astuta” (14:2), se decide a traer de vuelta a Absalón. No obstante, aun aquí se muestra indeciso. Si va a permitirle a Absalón que regrese al país y a la capital, ¿por qué le impide ver a David, excluyéndolo así de reuniones familiares y eventos semejantes? Al final del capítulo, hay una reconciliación. Pero, ¿a qué costo? Los problemas no se han resuelto; más bien se han escondido debajo de la alfombra. Por otro lado, si David está decidido a perdonar a su hijo, ¿por qué lo margina durante varios años? ¿Hasta qué punto este trato de parte de su propio padre fomenta la rebelión que se describe en el siguiente capítulo?

Es bastante irónico que el hombre que, mediante esta “mujer astuta”, convence a David de aceptar el regreso de Absalón, es justamente el hombre que David debió haber castigado años antes (ver meditación de 9 de septiembre). Si David hubiera ajustado las cuentas a Joab, ¿dónde estaría ahora? Probablemente, no manipulando a los consejeros y abogados del rey.

A simple vista, Absalón está dispuesto a tomar medidas extraordinarias para lograr una audiencia con Joab para ser restaurado y hallar en gracia ante el rey. Quemar el campo de cebada de otro hombre es un paso bastante notorio (14:29–32). No obstante, a pesar de toda su sincera pasión por ser readmitido en la corte y presencia del rey, Absalón pronto intentará usurpar el trono (capítulo 15). Esa es la suprema ironía. Después de tanto esfuerzo, a Absalón finalmente se le permite entrar en la presencia de David: “el cual se presentó ante el rey y, postrándose rostro en tierra, le hizo una reverencia. A su vez, el rey recibió a Absalón con un beso” (14:33). Había logrado lo que quería. Entonces, ¿qué clase de resentimiento y hambre de poder provoca la cruel insurrección del próximo capítulo?

La gente que ha seguido la historia hasta aquí, no sólo percibirá todas las causas próximas de la rebelión, las conexiones comprensibles entre la serie de fracasos personales que provocaron la terrible conclusión. También recordarán que Dios mismo había predicho, como castigo judicial a David por el asunto de Betsabé y Urías, que traería calamidad sobre él a través de alguno de su propia casa.

Carson, D. A. (2013). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (R. Marshall, G. Muñoz, & L. Viegas, Trads.) (1a edición, Vol. I, p. 261). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Refugiándose en Dios

18 Septiembre 2017

Refugiándose en Dios
por Charles R. Swindoll

Salmos 91

En el Salmo 91, el compositor reconoce que Dios es un refugio cuando las fuerzas del mal lo atacan. Analice a su enemigo y calcule cuales son sus oportunidades de sobrevivir (al igual que las nuestras) en una batalla. (Le aviso con anticipación que nosotros llevamos el cien por ciento de ventaja para ganar).

Actitud en contra de la maldad (vv. 5-10)

Casi toda la canción fue escrita utilizando la segunda persona singular. Fue compuesta como si fuera hecha especialmente para una persona. Se puede decir que es cierto porque esa canción fue compuesta para usted. Comenzando en el versículo 5, el compositor realiza una serie de predicciones sobre usted donde asume que usted confía en el Señor y que le buscará para que le proteja del enemigo. Éstas son las predicciones:

No tendrá temor (vv. 5-6). Observe los términos descriptivos que representan las prácticas del enemigo: espanto… flecha… peste… destrucción. Todo esto describe los ataques satánicos y demoniacos en contra de nosotros. Note también que estos ataques ocurren en cualquier momento del día o de la noche. Nuestro enemigo hará todo lo posible por causarnos miedo. La intimidación es uno de los dardos más efectivos del engaño.

No obstante el salmista le asegura que no debe tener miedo porque la fidelidad de Dios le cubrirá como una cobija caliente en el invierno. Aunque el enemigo incesantemente lance sus flechas contra usted, usted está rodeado y protegido por la coraza de la fortaleza de Dios. El salmista lo representa a usted en un lugar protegido fuera del alcance de las flechas. Usted observa tranquilo como miles de misiles caen patéticamente al suelo y no le hacen nada.

Su fe prevalecerá, mientras que otros caen (vv. 7-10). Leo esos tres versículos y veo la fe hilvanando cada una de esas palabras. Dios nos pide que nos afirmemos en su palabra, sus promesas y su fortaleza. Lea Efesios 6:10-11 y 16 y verá que el «escudo de la fe» puede desviar cualquier cosa que el maligno lance en su camino. Recuerde, la fe demanda un objeto. Existen al menos cuatro principios bíblicos específicos que los cristianos debemos recordar cuando Satanás y sus demonios nos atacan.

1. La cruz. Busque los versículos que muestran la derrota de Satanás en el calvario y léalos en voz alta (Colosenses 2:13-15, Hebreos 2:14-15 y 1 Juan 3:8).

2. La sangre. Mientras considera y afirma la derrota de Satanás en la cruz, recuerde aquellos pasajes específicos que hablan de la sangre del Señor Jesucristo. (Romanos 5:8-9 y Apocalipsis 12:10-11).

3. El nombre. Mientras busca liberación y fortaleza en medio de la batalla, afirme verbalmente que el Señor Jesucristo es su refugio y su Dios soberano. (Proverbios 18:10 y Filipenses 2 9-10).

4. La Palabra de Dios. Manténgase firme en la Palabra escrita de Dios. Tal como lo hizo Jesús cuando el diablo lo tentó para que cediera a su engaño. (Mateo 4:4, 7, 10, y Efesios 6, 11, 17).

Si usted utiliza esto como una guía práctica y por fe se apodera de cada uno de estos aspectos, usted descubrirá que puede vivir más allá del afán del ataque del enemigo.

Afirmando el alma
Ahora que sabe que alguien ya predijo que usted vencerá en la batalla contra los poderes de la oscuridad, ¿cómo se siente? Eso sí, hay una condición: usted debe llenar su mente de la Verdad para poder refutar los engaños de Satanás. En mi caso, yo me aprendo versículos de la Biblia de memoria así como una gran cantidad de himnos. ¿Qué haría usted?

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright
© 2017 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

Una sorprendente venganza

Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen.

Mateo 5:44

Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos.

1 Pedro 2:15

Cristo… cuando le maldecían, no respondía con maldición.

1 Pedro 2:21-23

Una sorprendente venganza

En una isla del océano Pacífico, un indígena se había convertido al Señor y había tomado el nombre bíblico de Sofonías. Un día, mientras hablaba de su Salvador a un habitante pagano del pueblo, este, muy arraigado a las creencias ancestrales de su tribu, se puso furioso, tomó un recipiente de barro y golpeó a Sofonías en la cabeza con tanta fuerza que el recipiente estalló en pedazos. Sin decir palabra, Sofonías se fue y se metió en su cabaña.

Allí, colgada en la pared, estaba la maza que sabía emplear con mucha destreza. Furioso, Sofonías estaba a punto de ceder al deseo de vengarse. Pero en ese momento su mirada cayó sobre su Nuevo Testamento. Lo abrió y leyó las palabras que el Señor Jesús pronunció en la montaña: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos… Amad a vuestros enemigos” (Mateo 5:10, 44). Deseaba poner en práctica estas palabras y oró al Señor para que le diese la fuerza necesaria para conseguirlo. Pronto comprendió cómo debía actuar en esa situación: llevó un nuevo recipiente de barro a su agresor. El hombre quedó tan impresionado por este tipo de venganza que le regaló unas preciosas barbas de ballena.

Y cuando comprendió por qué Sofonías había reaccionado de esa manera, aceptó con mucho gusto que le leyese algunos pasajes de la Biblia, ese libro que contiene enseñanzas tan sorprendentes.

2 Crónicas 33 – 2 Corintios 7 – Salmo 106:13-18 – Proverbios 23:19-21

Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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