Diez resultados de la resurrección

MARZO, 27

Diez resultados de la resurrección

Devocional por John Piper

Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados. (1 Corintios 15:17)

He aquí diez cosas extraordinarias que tenemos gracias a la resurrección de Jesús:

1) Un salvador que no puede volver a morir nunca más: «…sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir» (Romanos 6:9).

2) Arrepentimiento: «El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros habíais matado colgándole en una cruz. A éste Dios exaltó a su diestra como Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento a Israel» (Hechos 5:30-31).

3) Un nuevo nacimiento: «…según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos» (1 Pedro 1:3).

4) Perdón de pecados: «Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados» (1 Corintios 15:17).

5) El Espíritu Santo: «A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís» (Hechos 2:32-33).

6) Ninguna condenación para los escogidos: «¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios» (Romanos 8:34).

7) Una relación personal con Jesús y su protección: «He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20).

8) Pruebas de juicio venidero: «Él [Dios] ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres al resucitarle de entre los muertos» (Hechos 17:31).

9) Salvación de la ira venidera de Dios: «…y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de entre los muertos, es decir, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera» (1 Tesalonicenses 1:10Romanos 5:10).

10) Nuestra propia resurrección de entre los muertos: «…sabiendo que aquel que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. (2 Corintios 4:14Romanos 6:48:111 Corintios 6:1415:20).


Devocional tomado del articulo “What We Owe the Resurrection of Jesus”

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¿Es necesario hablar del sufrimiento? (1)

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Salmo 42:3

Tú… Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre; líbrame, porque tu misericordia es buena. Porque yo estoy afligido y necesitado, y mi corazón está herido dentro de mí.

Salmo 109:21-22

¿Es necesario hablar del sufrimiento? (1)

¿Cómo hablar del sufrimiento, si no es dejándolo hablar por sí mismo? ¿Cómo expresarlo cuando es tan intenso que nos deja sin palabras? Algunos piensan que los cristianos son expertos en discursos sobre el sufrimiento, que muy a menudo tienen palabras preformuladas para explicarlo.

La Biblia no trata de definir el sufrimiento de forma abstracta, sino que habla de personas que sufren, y sobre todo de Cristo, quien llevó “nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores” (Isaías 53:4). Dios no disminuyó ningún sufrimiento a Su Hijo, al “varón de dolores”. Crucificado, Jesús oró por sus verdugos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

Pero en la Biblia Dios no duda en presentarnos al hombre en su lucha contra el sufrimiento, a través de la vida de todos, hombres, mujeres, jóvenes o viejos. También muestra lo que lo produce: violencia, traición, desprecio, odio, soledad, enfermedades, heridas morales cuando el alma vacila al borde del vacío.

Así, la Biblia evoca este dolor que llama, gime y pregunta: “¿Dónde está… Dios?”, y que trata de escuchar, perdidamente, una respuesta divina. Todo un libro de la Biblia nos presenta la prueba de Job. Del corazón de ese creyente surgió un grito de sufrimiento, sufrimiento que lo llevó al límite de la rebelión. Entonces Dios se reveló a Job como nunca antes había podido hacerlo.

(mañana continuará)

Éxodo 39 – Hechos 27:1-12 – Salmo 37:8-15 – Proverbios 12:11-12