LA SABIDURIA DE DIOS

Octubre 17

LA SABIDURIA DE DIOS

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios.

Santiago 1:5

Cuando se le esté probando, debe reconocer que necesita fortaleza, y tiene que buscar un mayor recurso para resistir en medio de la prueba: Dios mismo. La búsqueda de la sabiduría es la búsqueda suprema del hombre. A quienes conocen y aman al Señor, Él provee de esa sabiduría.

Esa sabiduría no es especulación filosófica, sino los absolutos de la voluntad de Dios; la sabiduría divina que es pura y pacífica (Santiago 3:17). La sabiduría divina da por resultado la debida conducta en todos los asuntos de la vida. Cuando algunos cristianos tienen problemas, su primera reacción es acudir de inmediato a algún otro recurso humano. Aunque Dios puede obrar por medio de otros creyentes, su reacción inicial ante las pruebas debe ser pedirle a Dios directamente la sabiduría que le permitirá a usted sentir gozo y ser obediente en la búsqueda y el cumplimiento de la voluntad de Dios.

El versículo de hoy es una orden de orar. Es tan obligatoria como la orden de Pablo de “orad sin cesar” (1 Tesa. 5:17). Las pruebas tienen el propósito de que seamos más dependientes de Dios al hacernos comprender que no tenemos suficientes recursos humanos.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com

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Una puerta abierta

Una puerta abierta

Iglesia Unida de Vigo

Samuel Pérez Millos

Es pastor en la Iglesia Evangélica Unida de la ciudad de Vigo, España, desde el 26 de septiembre de 1981.
-Cursó los estudios de Licenciatura en Teología, en el Instituto Bíblico Evangélico, graduándose el 10 de junio de 1975.
-Master en Cristología y Espiritualidad Trinitaria.
-Autor de más de 45 libros de teología, comentarios bíblicos y vida cristiana.
-Actualmente está produciendo el Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento, obra en veinte volúmenes, (ver apartado Literatura).
-Colaborador en programas de Radio y Televisión, tanto en España como en Hispanoamérica.
-En el Ministerio Exterior es conferenciante en distintos países de Europa, Hispanoamérica, Estados Unidos y Australia.
-Profesor en el Instituto Bíblico “Escrituras” (AA.HH.), profesor en la Escuela Evangélica de Teología (Fieide), profesor en la Facultad Internacional de Teología (IBSTE) de Barcelona.

https://unidavigo.es/

1 Reyes 20 | 1 Tesalonicenses 3 | Daniel 2 | Salmo 106

17 OCTUBRE

1 Reyes 20 | 1 Tesalonicenses 3 | Daniel 2 | Salmo 106

El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2) podría ocupar provechosamente muchas de nuestras páginas. No sólo proporciona un profundo conocimiento sobre Daniel y su época, sino también de la nuestra.

(1) El pagano imperio babilonio contaba con su equipo de astrólogos y otros adivinadores. Como la gente concienzuda de todas las generaciones, Nabucodonosor tenía sus sospechas con respecto a su competencia y los puso a prueba de una forma dura. Los relatos anecdóticos de percepciones “mágicas” no resistirían este nivel de análisis.

(2) El valiente planteamiento que Daniel hizo al rey no reclama nada para sí y atribuye todo a Dios que conoce nuestros pensamientos y nuestros sueños. Se requería valor. Este es el paso siguiente en el desarrollo de su carácter. El valiente e inamovible anciano en el que Daniel se convirtió (Daniel 6) se formó a partir de un joven que obedeció a Dios incluso en lo que comía, y que era tan sincero que no se apropió crédito alguno para sí, donde no le pertenecía. Se comprometió en fidelidad, humildad, valor e integridad. Tuvo pocos sucesores en altos puestos.

(3) Sin duda, los psiquiatras contemporáneos especularían en cuanto a que el coloso del sueño de Nabucodonosor delata una profunda inseguridad personal. La ambición megalómana por gobernar el mundo puede sugerir dudas secretas en cuanto a si uno tiene los pies de barro. Cualquiera que sea su significado, Dios utiliza la visión para desvelar algo más profundo: el futuro de los imperios que estaban por llegar.

La mayoría de los liberales han argumentado que los cuatro metales —oro, plata, bronce y hierro— representan, respectivamente, a Babilonia, Media, Persia y Grecia. Tras la muerte de Alejando Magno, el imperio griego se desintegró en cuatro territorios que se peleaban entre sí, de ahí los pies de barro. Ciertamente, los últimos capítulos de esta profecía centran no poca atención sobre ese periodo y describen el amanecer del reino mesiánico que le sucedería. No obstante, esta opinión está vinculada a la teoría de que al menos los últimos capítulos de Daniel se escribieron de forma pseudónima en el siglo II a.C. La mayoría de los evangélicos encuentran pocas pruebas que apoyen esta postura. Además, señalan que nunca hubo realmente un imperio medopersa; el elemento medo no fue mucho más que un equipo de transición. Basándonos en esta opinión, los cuatro imperios son Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma, y, durante este último, el reino mesiánico propina el poderoso golpe que hace caer definitivamente al coloso. Esto parece ser lo que Jesús afirmó (Mateo 24:15).

(4) Esta visión nos recuerda que, en este mundo roto y ambiguo, el pueblo de Dios nutre una esperanza sobre lo que Dios hará al final. En el camino cristiano nada tiene sentido sin ella; pocas cosas en nuestra cultura poseen significado sin una visión compartida hacia la que dirigirse, una visión que trasciende la realización personal y el egocentrismo.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 290). Barcelona: Publicaciones Andamio.

NECIOS INTELIGENTES

NECIOS INTELIGENTES

 Charles R. Swindoll

17 de octubre, 2018

Proverbios 1

Revisemos nuevamente el concepto que los sabios utilizan sobre el necio. El idioma español define a un necio como alguien que toma malas decisiones. En la cultura hebrea, sin embargo, el término «necio» es algo más grave. Hemos considerado tres diferentes clases de oposición interna a la dirección divina, una oposición que el idioma hebreo describe utilizando al menos cuatro términos, cada uno de esos términos cuantifica el nivel de necedad de una persona y cada uno de ellos refleja una mayor oposición que el anterior.

Peli: una persona que no discierne, que no puede o no está dispuesta a distinguir entre la verdad y la falsedad.

Kasal: una persona que no tiene conocimiento o experiencia práctica; torpe mentalmente.

Nabal: una persona que de manera voluntaria se ha cerrado a la sabiduría y es problemática con los demás y con ella misma.

Letz: una persona que de manera voluntaria y sin deseo de corregirse se rebela contra Dios.

Puede notar que la culpabilidad moral aumenta con la capacidad intelectual. En otras palabras, aquellos que poseen menos inteligencia no son tan culpables de su oposición. Para los hebreos, el mayor necio de todos era el que se oponía teniendo una mayor capacidad mental. Salomón y los hombres sabios de Israel no median la sabiduría y la necedad en términos de coeficiente intelectual; para ellos, la prudencia se mide en términos de obediencia hacia Dios.

Reflexión: Dedique unos momentos a hacer un examen honesto. ¿Con qué clase de oposición tiene más dificultad? ¿Ve esta misma clase de oposición en otros a su alrededor? ¿Cómo puede contrarrestar estas tendencias? ¿De qué forma puede involucrar a personas sabias para que le ayuden a deshacerse de esa oposición interna a la dirección de Dios?

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

No matarás.

Miércoles 17 Octubre

No matarás.

Éxodo 20:13

Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte.

Proverbios 24:11

Sexto mandamiento: No matarás

La Biblia nos enseña que Dios es el autor de la vida. Esto significa que no es posible «tocar» la vida de un hombre sin atentar, al mismo tiempo, contra este mandamiento de Dios. Él pedirá cuentas de todos los asesinatos cometidos en la tierra.

Sin hablar de los asesinatos y homicidios de todo tipo, el aborto, la eutanasia y el suicidio son realidades cotidianas. A menudo estos actos son la expresión de la desesperación; no obstante, son un atentado a la vida que Dios nos dio.

El cristiano no puede imponer a los demás lo que él comprendió de la revelación de su Dios, sin embargo debe testificar de lo que es la voluntad de Dios para todo hombre. Podrá manifestar su amor cristiano al que tiene la tentación de cometer un acto de desesperación, y hablarle de Jesús, “nuestra esperanza” (1 Timoteo 1:1).

En el sermón del monte Jesús puso plenamente a la luz la fuerza de este mandamiento: no se limita al acto de matar, sino que también condena el enojo, los insultos, las injurias, e incluso el desprecio, que a menudo es tan destructor. La vida del prójimo es como una frontera que está prohibido traspasar. Y cuando nos enojamos, insultamos, injuriamos u odiamos a nuestro prójimo, ya lo estamos haciendo. ¡Estamos tocando su vida!

Respetar este sexto mandamiento también es ayudar a los que tienen que llevar una carga muy pesada, cumpliendo con lo que está a nuestro alcance. El cristiano es feliz anunciando el Evangelio que libera, que da la paz y la vida eterna a todo el que cree en el Señor Jesucristo.

(continuará el próximo miércoles)

Deuteronomio 11 – Juan 7:1-31 – Salmo 118:10-14 – Proverbios 25:16-17

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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