Hipócritas en la iglesia

Hipócritas en la iglesia

¿Por qué maldijo Jesús a la higuera en Marcos 11? Jesús, entre otras cosas, era un profeta. Una de las formas más gráficas de comunicación profética en el Antiguo Testamento era enseñar por medio de objetos. El profeta tomaba algo de la naturaleza o de la vida cotidiana, como lo hizo Amós con una plomada de albañil para comunicar la verdad de Dios. Aquí Jesús encontró un objeto que ilustraba el pecado de la hipocresía. Tenía la apariencia de fertilidad, pero en realidad era estéril. A lo largo de su ministerio terrenal, Jesús denunció fuertemente el pecado de la hipocresía. Esa era su crítica básica a los fariseos de su tiempo (Lucas 12:1).

En varias ocasiones Jesús reprendió a los líderes religiosos por demostrar espiritualidad y rectitud a pesar de su falta visible de fruto.

Eso debería ser una lección para nosotros. Un ministerio evangelístico encontró durante muchos años que una de las diez principales objeciones al cristianismo es la suposición de que la iglesia está llena de hipócritas. La gente veía las vidas de los miembros de la iglesia a lo largo de la semana y dijeron que se alejaron del cristianismo porque creían que los cristianos no vivían lo que profesaban.

Es cierto que la iglesia está llena de pecadores. De hecho, no conozco de ninguna otra organización en el mundo que requiera que una persona sea un pecador para unirse a ella. Sin embargo, mientras que todos los hipócritas son pecadores, no todos los pecadores son hipócritas. La hipocresía es solo uno de muchos pecados. Es injusto que nuestros críticos digan: “Fulanito es un cristiano, y lo vimos pecando durante la semana; por lo tanto, es un hipócrita”. Eso no es necesariamente así. Si yo afirmo no hacer algo pecaminoso y luego usted me ve hacerlo, soy culpable de hipocresía. Pero si usted me ve hacer algo pecaminoso que nunca dije que no hago, soy un pecador pero no soy un hipócrita. Tenemos que establecer esa clara distinción.

Sin embargo, habiendo dicho eso en defensa de los cristianos que por su naturaleza caída continúan pecando incluso después de abrazar al Salvador, todavía exhorto a que todos tengamos cuidado de evitar el pecado de la hipocresía. Pablo habló de esto cuando dijo: “El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de ustedes” (Ro. 2:24).

Los incrédulos nos ven predicando sin ponerlo en práctica, y eso no debería ser así entre nosotros.

Publicado originalmente en Ligonier. Traducido por la Coalición por el Evangelio.

R.C. Sproul

R.C. Sproul

El Dr. R.C. Sproul fue el fundador de Ligonier Ministries, co-pastor del Saint Andrew’s Chapel en Sanford, Florida, y el primer presidente del Reformation Bible College. Fue el autor de más de cien libros, incluyendo La Santidad de Dios.

https://www.ligonier.es/

Inmensidad

Miércoles 2 Enero

Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas.

Isaías 40:26

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Juan 1:1, 3

Inmensidad

A simple vista uno puede contar alrededor de tres mil estrellas, y estas solo representan una ínfima parte de la Vía Láctea, la galaxia a la cual pertenece la tierra. Los telescopios permiten ver otros cuerpos celestes más allá de nuestra galaxia. Se estima que existen cien mil millones de galaxias, y cada una cuenta con unos cien mil millones de estrellas. Estas cifras astronómicas sobrepasan nuestra comprensión y nos dan una idea del infinito poder de Aquel que creó todo el universo.

Pero, ¿cuáles eran los motivos y el objetivo del Creador todopoderoso? El amor de Dios dio origen a toda esta creación: Dios quería formar una familia de criaturas capaces de comunicarse con él. Así Dios creó al hombre y lo puso en el huerto del Edén.

Pero desde el comienzo de la humanidad, nuestra desobediencia rompió las felices relaciones del hombre con Dios. Entonces Dios mostró nuevamente su amor enviando a Jesucristo a la tierra para que todos los que lo aceptan como Salvador hagan parte de una nueva creación. “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). La Biblia nos dice que Dios nos amó desde antes de la fundación del mundo.

El pequeño número de estrellas que podemos percibir, entre los millones de millones que existen, nos da una idea de la débil percepción que tenemos del poder y del amor de Dios. ¿Cómo medir cuánto nos ama?

Rut 2 – Mateo 2 – Salmo 2:1-6 – Proverbios 1:7-9

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