La gracia del Rey

Enero 15

La gracia del Rey

Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. (Romanos 3:24)

Todo creyente recibe la gracia de Dios como resultado de responder a las buenas nuevas. Y las buenas nuevas son que la salvación es por gracia.

El apóstol Pablo dijo: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Ef. 2:8-9). La gracia de Dios que trae salvación ha aparecido para todas las personas. Se ofrece totalmente independiente de cualquier cosa que pudiéramos haber hecho para recibir el favor de Dios. Es el favor inmerecido de Dios, que en su misericordia y su clemencia nos da la salvación como un regalo. Lo único que tenemos que hacer es sencillamente responder creyendo en su Hijo.

Entramos en el reino de Dios solo por la gracia de Dios. No hay lugar para la propia alabanza ni la proeza humana. Recuerde darle gracias a Dios por concederle una salvación tan misericordiosa.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com 

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La salvación

Martes 15 Enero

En ningún otro (Jesús) hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Hechos 4:12

La salvación

Dios es el Dios Salvador. Él quiere y tiene el poder de liberarnos eternamente, de darnos una salvación perfecta.

– La salvación de nuestra alma. Todo hombre que se arrepiente de sus pecados, que se vuelve hacia Dios y cree en la obra redentora del Señor Jesús, es salvo del juicio venidero y recibe la vida eterna. Sabe que sus pecados son perdonados, que Dios lo ha recibido, porque otro fue condenado en su lugar. “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).

– La salvación en la vida de fe diaria. Amados y salvados por Dios, los creyentes están expuestos a muchos peligros en el mundo. Pero el Señor Jesús los protege de la maldad de los hombres, los libra de las tentaciones y los guarda del mal. “Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Hebreos 7:25).

– La salvación para el futuro eterno. Cuando Jesucristo vuelva para llevar consigo a los que han creído en él, los sacará para siempre de las obligaciones terrenales, los liberará de la debilidad y de los sufrimientos de su cuerpo actual. “Esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses 3:20-21).

¡Trátese, pues, del pasado, del presente o del futuro, Jesucristo es el Salvador perfecto del que cree en él!

1 Samuel 12 – Mateo 10:26-42 – Salmo 9:15-20 – Proverbios 3:16-18

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