Un corazón agradecido

Enero 24

Un corazón agradecido

Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros. (Filipenses 1:3)

Un corazón agradecido es esencial para el verdadero servicio espiritual. Si está tratando de servir al Señor sin gratitud en su corazón por lo que ha hecho por usted, entonces está sirviendo en la carne con motivos incorrectos. Alguien que es agradecido comprende que Dios tiene una razón para todo lo que ocurre. Alguien que sirve de forma externa, legalista o ritual no hallará muchas cosas por las cuales estar agradecido en su vida porque no es agradecido por las cosas que Dios ya ha hecho por él.

¿Tiene usted un corazón agradecido? ¿Se siente entusiasmado con acción de gracias por lo que Dios ha hecho? Si es así, entonces no sentirá amargura ni resentimiento hacia Dios ni hacia nadie más.

Hay mucho de qué estar agradecido. A menudo Satanás nos tienta diciéndonos: “Mereces algo mejor que eso. No tienes por qué estar agradecido”. Pero cuando él lo haga, cerciórese de recordar por cuántas cosas tiene que estar agradecido.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, www.portavoz.com

 

En la balanza de Dios

Jueves 24 Enero

Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él (Dios).

Romanos 3:20

Creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos.

Hechos 15:11

En la balanza de Dios

Los archivos babilónicos mencionan al rey Belsasar, quien, en la antigüedad, creía dominar el mundo y se ufanaba de ello. Pero lo que ellos no cuentan es la manera como terminó un festín que él ofreció a sus allegados: el rey vio los dedos de una mano escribir en la pared un terrible veredicto respecto a él: ¡Dios lo había “pesado” en su balanza y lo había hallado demasiado liviano!

Belsasar debía saber, por la historia de su predecesor, que “el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres” (Daniel 5:21), sin embargo había cerrado su oído a las advertencias de Dios y había endurecido su conciencia. Vivía para su propia gloria personal, menospreciando lo que pertenecía a Dios. Al escuchar la sentencia divina, el rey palideció, pero aunque estaba aterrorizado y tembloroso, no quiso arrepentirse. Ya era demasiado tarde para él: murió la noche siguiente.

Amigo lector, ¿sabe usted que un día su vida también será pesada en la “balanza” de Dios? Entonces será inútil defenderse argumentando el bien que usted ha hecho. Toda su vida estará ante él. Todo estará escrito en los libros (Apocalipsis 20:12). Sobre la base de sus propios méritos, todo hombre será “hallado falto”. Toda discusión será inútil (Romanos 3:19). La Biblia es clara.

Sin embargo, hoy Dios hace proclamar una buena noticia: él ama a sus criaturas y les ofrece su perdón por medio de Jesucristo. Reconozca que usted no da el peso delante de él, que su única salida es aceptar la salvación gratuita que Dios le ofrece. Recíbala por la fe.

1 Samuel 19 – Mateo 15:21-39 – Salmo 16:7-11 – Proverbios 4:20-27

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