La oveja perdida

Marzo 18

La oveja perdida

Habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. (Lucas 15:7)

Al principio de la parábola de la oveja perdida, Jesús pregunta: “¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?” (Lc. 15:4). Lo que Jesús quiso decir es que cualquier pastor buscaría una oveja perdida, ya que no se trata solamente del deber, sino también de afecto.

Después de encontrar a la oveja, el pastor en esa parábola fue a su casa e invitó a sus amigos y vecinos para celebrar con ellos. El gozo del pastor era tan grande que tenía que expresarlo.

El versículo de hoy es la conclusión de esa parábola y una esperanza para los cristianos de hoy. Así como el pastor se regocija por la oveja perdida, nuestro buen pastor se regocija por el pecador arrepentido, por haber encontrado a su oveja perdida.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia (8)

Lunes 18 Marzo

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Mateo 5:10

El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán.

Juan 15:20

Las bienaventuranzas

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia (8)

Estas palabras del Señor Jesús describen una situación que el creyente no elige pero a la que puede verse enfrentado: la persecución. Los que siguen al Señor no tienen los mismos objetivos que quienes viven para sí mismos. Sus valores, sus actitudes, sus hechos los distinguen de la corriente mayoritaria del mundo. Obediencia a la Palabra de Dios, humildad, justicia, simpatía por los intereses del prójimo, a menudo suscitan desprecio y animosidad.

¡No es suficiente sentirse incomprendido para afirmar que uno es perseguido por la justicia! Ser perseguido “por causa de la justicia” es sufrir por seguir a Cristo, porque uno toma Su “yugo” sobre sí, porque intenta amar con justicia y verdad como él lo hizo. Al mismo tiempo, es dejar de lado los intereses personales, tomar “su cruz” (Mateo 16:24). Es dar prioridad a los intereses de Dios antes que a mi vida.

Seguir a Jesús implica aceptar esta persecución y saber perdonar, incluso a nuestros detractores, como el Señor lo hizo. El discípulo de Jesús es invitado a regocijarse en todas las circunstancias, a ser feliz siguiendo y sirviendo a su Salvador, sin dejar que el resentimiento lo invada.

En algunos países la persecución es abierta y violenta. En otros es más sutil: puede haber burlas, desprecio, o ser puesto de lado. Pero cada uno es llamado a testificar del amor y la justicia de Dios de una u otra manera.

(continuará el próximo lunes)

Ezequiel 13 – Hechos 21:1-16 – Salmo 34:7-14 – Proverbios 11:25-26

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