La verdadera descripción

Marzo 28

La verdadera descripción

Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. (1 Corintios 2:2)

Jesucristo evoca muchas imágenes en la mente de las personas. Algunas lo ven como un niñito en un pesebre: el Cristo de la Navidad. Otras lo imaginan de niño, tal vez viviendo en el hogar de un carpintero o confundiendo a los guías religiosos de Jerusalén. Muchas personas lo perciben como un compasivo y poderoso sanador que sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos. Aun otras lo presentan como el valeroso y apasionado predicador que enseña la Palabra de Dios a grandes multitudes. Y hay quienes lo ven como el hombre perfecto: un modelo de virtud, bondad, simpatía, interés, cuidado, ternura, perdón, sabiduría y comprensión.

Pero la imagen de Cristo que supera a todas las demás es la de Jesucristo en la cruz. Conocer a Cristo crucificado es conocerlo como el autor y consumador de su fe, la verdadera descripción de su persona y de su obra.

El sufrimiento de Cristo en la cruz es el punto central de la fe cristiana. Allí es donde se ve con más claridad su deidad, su humanidad, su obra y su sufrimiento.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

 

Dios pregunta

Jueves 28 Marzo

Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y el Señor dijo a Caín:… ¿Qué has hecho?

Génesis 4:8-10

¡Lo que ha hecho Dios!

Números 23:23

(Dios) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.

Colosenses 1:13

Dios pregunta

A veces nos creemos con derecho a hacer preguntas de reproche a Dios, como si discutiéramos con alguien de igual a igual. ¡Qué pretensión! Él es quien tiene derecho a pedirnos cuentas. A cada uno de nosotros Dios pregunta: “¿Qué has hecho?”.

¿Tengo buenas obras para ofrecer a Dios, o argumentos que hacer valer? ¿Qué valor puede tener esto delante de un Dios infinitamente grande y santo? Él nos da la respuesta: “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). Todo lo que soy, todo lo que soy capaz de hacer, lo descubro en los que crucificaron a Jesucristo. En efecto, en la cruz el hombre mostró su maldad más profunda y cometió su más grande crimen. Rechazó a Jesucristo, quien solo había hecho el bien, dejó de lado al enviado de Dios. Rechazó a Dios.

Pero la cruz también es el resumen de lo que Dios hizo. Ella proclama que él dio a su Hijo unigénito en sacrificio por todos los que lo han rechazado, para perdonar a cada uno de los que creen en él. Dios justifica y manifiesta su amor al culpable que se arrepiente. Sí, ante la cruz podemos clamar con gratitud: ¡“Lo que ha hecho Dios”!

A veces vemos algunas cruces ubicadas al borde de las carreteras. La mayoría son antiguas, pero aun hoy hablan a cada uno de nosotros. ¿Aceptaré el veredicto de la cruz de Cristo y reconoceré que soy culpable? ¿Recibiré su mensaje de esperanza, el cual afirma que Dios desea perdonarme?

Ezequiel 22 – Hechos 27:13-44 – Salmo 37:16-22 – Proverbios 12:13-14

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