Defensa de la fe

Abril 15

Defensa de la fe

Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. (1 Pedro 3:15)

Cuando la sociedad ataca, hay que estar preparado para hacer una defensa. El término griego para “defensa” a menudo se refería a una defensa formal en un juzgado. Pero Pablo también empleó la palabra para describir su capacidad de responder a cualquiera que le preguntara; no solo un juez, un magistrado o un gobernador (Fil. 1:16-17). Además, la inclusión de la palabra siempre en el versículo de hoy indica que hay que estar preparado para responder en todas las situaciones y no solo en la esfera jurídica.

Sea en el ámbito oficial o de manera informal a cualquiera que pregunte, usted tiene que estar preparado para dar una respuesta acerca de “la esperanza que hay en vosotros” (1 P. 3:15), es decir, dar una descripción de su fe cristiana. Debe estar preparado para dar una explicación racional de su salvación.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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Calle del tiempo perdido

Lunes 15 Abril

Le he dado tiempo para que se arrepienta.

Apocalipsis 2:21

Es el tiempo de buscar al Señor.

Oseas 10:12

Calle del tiempo perdido

¡Qué nombre extraño para esta calle de un pequeño pueblo de Francia! Me hace pensar en el dicho popular: «El tiempo perdido no se recupera jamás». Sin embargo, a menudo malgasto mi tiempo, el tiempo precioso que Dios me concede, un tiempo para todo (Eclesiastés 3:1-8).

Malgastar su tiempo o, al contrario, administrarlo bien, he aquí el meollo del asunto. Tengo la responsabilidad de utilizar mi tiempo de manera útil. Pero, a los ojos de Dios ¿qué es útil? Moisés sentía la necesidad de pedir esta sabiduría: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12).

Frente a Moisés, el Faraón “endureció su corazón”, se empecinó en retener al pueblo hebreo, esclavo en Egipto, a pesar de todas las advertencias de Dios (Éxodo 7-11). Arruinó su país, porque se opuso a Dios. Siglos más tarde otro Faraón, Necao, siguió el mismo camino, y Dios dijo de él: el “Faraón rey de Egipto es destruido; dejó pasar el tiempo señalado” (Jeremías 46:17).

¿Cómo voy, pues, a utilizar la porción de horas y días que Dios me ha confiado? Verdaderamente necesito sabiduría para administrar bien mi tiempo, “porque los días son malos” (Efesios 5:16). “Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos” (Salmo 31:14-15), el tiempo de mi trabajo como mis horas libres.

Mi deber es poner a disposición de mi Salvador cada uno de mis días. Los momentos de oración, como los de mi vida profesional, familiar, etc., serán para él. Ninguno será tiempo perdido.

Ezequiel 38 – 1 Pedro 1:13-25 – Salmo 44:9-16 – Proverbios 13:18-19

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