Vivamos en la luz

Junio 5

Vivamos en la luz

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. (Mateo 5:14)

El apóstol Pablo observó al mundo pagano y llegó a la conclusión de que su manera egoísta e inútil de pensar lleva al entendimiento entenebrecido y a un corazón endurecido. Eso, a su vez, lleva a la insensibilidad al pecado y a la conducta sin pudor, que entonces lleva a la obscenidad desvergonzada. Y no es en realidad muy diferente en la actualidad.

Los creyentes ni siquiera hemos de tener el mínimo interés en alguna de las malvadas características de los incrédulos. Debemos ser una luz sobre un monte, separados del mal que nos rodea. Debemos ser diferentes. No puede esconderse una ciudad sobre un monte. Debemos levantarnos como sal y luz. Pero si somos corrompidos por el sistema, nos volvemos inservibles.

Nuestro bendito Señor Jesucristo nos compró a costa de su propia vida. Nos dio una nueva naturaleza que es santa, sin mancha y santificada para siempre. Solo nos pide que vivamos conforme a lo que nos ha dado abandonando nuestra vieja manera de vivir y adoptando la nueva.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros. Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

Tu Palabra me hace vivir

Miércoles 5 Junio

Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
Salmo 119:67
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
Salmo 119:103
Tu palabra es verdad.
Juan 17:17
Tu Palabra me hace vivir

El escritor ruso Dostoievski (1821-1881), condenado a morir fusilado por sus actividades revolucionarias, finalmente fue deportado a un campo de trabajo en Siberia. Al regresar del presidio, llevó consigo un Nuevo Testamento, y escribió: «Ahora todo está claro para mí: nadie es más hermoso, más profundo, más comprensivo y más perfecto que Cristo. No existe nadie mejor. Si alguien quisiera probarme que Jesucristo está fuera de la verdad, preferiría quedarme con Él y no con la verdad». Pero Jesucristo mismo dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6).

En su lecho de muerte, Dostoievski pidió el Nuevo Testamento que tanto había leído en Siberia. Mostró el pequeño libro desgastado a sus hijos y les dijo: «Nunca se separen de este libro y, sobre todo, jamás duden del amor y del perdón de Jesús».

Este testimonio dado al valor del Libro de Dios y al amor de Jesús por un hombre que pasó por muchas pruebas se une al testimonio de millones de creyentes, tanto de los que han tenido una existencia fácil como de los que han sacrificado su vida por no negar su fe.

El Nuevo Testamento es la segunda parte de la Biblia. Empieza con los 4 evangelios que describen la vida de Jesucristo, quien vino para liberarnos del pecado y abrirnos el camino que otorga la paz con Dios. Luego siguen los Hechos de los Apóstoles, 21 epístolas y el Apocalipsis.

El que cree en su Palabra recibe la vida eterna.

2 Reyes 6 – Romanos 11:25-36 – Salmo 68:7-14 – Proverbios 16:25-26
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)