Sea imitador de Dios

Junio 21

Sea imitador de Dios

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. (Efesios 5:1)

El imitar a Dios pudiera ser fácil de analizar, pero es difícil de hacer. No puede hacerlo con su propia fuerza. Pero Jesús nos dio en el Sermón del Monte el punto de partida para imitar a Dios. Tenemos que llorar por nuestro pecado con un espíritu quebrantado y contrito. Cuando estemos abrumados por nuestro carácter pecaminoso, tendremos hambre y sed de justicia. Así que hay una paradoja: “Debemos ser como Dios, pero tenemos que reconocer que no podemos ser como Él por nuestro propio esfuerzo”.

Una vez que estemos conscientes de la paradoja, entonces sabemos que debe de haber algún otro poder para hacer posible el imitar a Dios. El apóstol Pablo pedía a Dios que nos fortaleciera “con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Ef. 3:16). El Espíritu Santo da la fortaleza para que seamos “llenos de toda la plenitud de Dios” (v. 19). Podemos ser como Dios (desde el punto de vista de su carácter), pero no podemos lograrlo por nuestra cuenta. Esa es la obra del Espíritu.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros. Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

 

Revolución sexual- Día 1 (1era. Parte)

Revolución sexual

Por Su Causa

Sin base bíblica ni científica

MIGUEL NÚÑEZ

https://youtu.be/1nAS_7a1P1M

 

Miguel Núñez

​Miguel Núñez es miembro del concilio de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias Por Su Causa, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico. Puede encontrarlo en Twitter.

El árbol caído

Viernes 21 Junio

(Jesús dijo:) Aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis.

Mateo 10:30-31

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios.

Isaías 41:10

El árbol caído

Cerca de la casa de una pareja de creyentes ancianos se levantaba un gran árbol, plantado hacía mucho tiempo. Lamentablemente su tronco era hueco y los ancianos temían que se cayera en caso de que ocurriera una tempestad. El árbol estaba cerca de la vía, de las redes eléctricas, de algunas viviendas y alambrados. No había forma de derribarlo sin provocar destrozos. Los ancianos no sabían qué hacer.

Cierta noche se oyó un ruido estruendoso… y el árbol apareció tendido en el único lugar donde su caída no provocó ningún daño. ¡Qué alivio para estas dos personas preocupadas! Había terminado todo riesgo. La mano de Dios había dirigido todo para bien.

Dios se ocupa de todo lo que nos concierne, incluso de los pequeños detalles de nuestra vida. Él cuenta hasta los cabellos de nuestra cabeza. ¡Cuánta bondad hacia aquellos que confían en él!

Nada se le escapa: está al corriente de todo lo que hago (Salmo 139:3). Su poder es ilimitado: “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti” (Job 42:2).

No dudemos en contarle todas nuestras preocupaciones. Él oye y responde con sabiduría.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7).

2 Reyes 21 – 1 Timoteo 3 – Salmo 73:10-20 – Proverbios 17:23-24

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
ediciones-biblicas.ch – labuena@semilla.ch