Nuestro misericordioso Espíritu

Junio 17

Nuestro misericordioso Espíritu

No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. (Efesios 4:30)

El Espíritu Santo se entristece cuando los creyentes no cambian su antigua manera de vivir y adoptan la nueva. Siente dolor cuando los creyentes mienten y ocultan la verdad, cuando se enojan y son implacables, cuando roban y se niegan a compartir, y cuando dicen palabras obscenas y no tienen un espíritu misericordioso.

Cuando usted fue salvo, el Espíritu de Dios puso en usted un sello, que declara que usted es de Dios para siempre. Como Él ha sido tan misericordioso que le dio salvación eterna, lo selló para siempre, y ha guardado su salvación hasta el día de la redención, ¿cómo es posible que lo contriste? Él ha hecho tanto por usted que, como muestra de gratitud, no debe contristarlo.

Del libro La Verdad para Hoy de John MacArthur DERECHOS DE AUTOR © 2001 Utilizado con permiso de Editorial Portavoz, http://www.portavoz.com

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Porque solo Mamá no es suficiente

Porque solo Mamá no es suficiente

Marcos Peña

 

Marcos Peña fue llamado a salvación en algún momento de su adolescencia pues su madre lo expuso desde pequeño a la Palabra de Dios. Siendo un adolescente le predicó el evangelio a otros jóvenes que posteriormente fundaron Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en 1978. Desde los inicios de nuestra Iglesia fue uno de sus jóvenes líderes, pasando algunos años de estudios teológicos formales entre el 1979 y 1980 en el Instituto Bíblico Quisqueyano. Fue elegido como diácono en febrero de 1987 y en abril del 2001 comenzó a formar parte del cuerpo de pastores de IBSJ. Ha dado clases del Antiguo Testamento en el Instituto Bíblico Logos.

Actualmente es responsable del grupo de jóvenes, imparte clases de Escuela Dominical y predica. El pastor Marcos Peña está casado con Carmen Julia Linares y es padre de tres hijas: Ika Marcel, Jennifer y Susan.

Comprendí que Dios me amaba (2)

Lunes 17 Junio

Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo.

2 Corintios 5:17-18

Comprendí que Dios me amaba (2)

Continuemos con el testimonio de Yoneko, quien estaba inmóvil en una cama de hospital, completamente depresiva y discapacitada:

«Dios se sirvió de ese mensaje grabado para hablarme. Antes de que el orador terminara su alocución, lágrimas corrían por mis mejillas. Al finalizar, Akitoshi me preguntó: ¿Quieres orar, Yoneko?

¡Ayúdame, Dios!, supliqué. Al pronunciar estas palabras, mis pensamientos se precipitaron y me dije a mí misma que entregaría toda mi vida a ese Dios. ¡No importaba lo que ocurriera, mi futuro le pertenecía!

Me dormí inmediatamente después de que Akitoshi y su amigo se fueron, y desperté a las siete de la mañana del día siguiente. No podía creer que había dormido toda la noche. Hacía meses que no lo lograba. El cielo estaba despejado, y el sol de mayo acariciaba las flores que estaban abriéndose. ¡Qué magnífico día!, pensé. Esto me hizo sobresaltar. ¿Por qué estaba reaccionando de forma tan extraña? Desde mi accidente, ningún día me había parecido bello.

Tomé el Nuevo Testamento que Akitoshi me había dejado y leí algunas líneas al azar. Esta frase atrajo mi atención: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es”. Mi gozo era tan inmenso que casi grito de felicidad. Eso era exactamente lo que me había ocurrido».

Yoneko

“En aquel tiempo estabais sin Cristo… sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz” (Efesios 2:12-14).

2 Reyes 17:24-41 – Efesios 5 – Salmo 71:19-24 – Proverbios 17:15-16

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Palabras de edificación

Junio 16

Palabras de edificación

La que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

(Efesios 4:29)

Si permite que Cristo guarde sus labios, todo lo que diga ha de beneficiar a otras personas. Usted debe estimular y fortalecer espiritualmente a las demás personas. ¿Es eso lo que ocurre cuando habla con ellas? ¿Se van edificadas en Jesucristo? Madres, cuando están con sus hijos durante todo el día, ¿los edifican las palabras de usted? Padres, cuando saca a pasear a sus hijos, ¿sus conversaciones con ellos son edificantes y estimulantes?

El versículo de hoy también indica que debemos dar a los demás la “necesaria” edificación, lo que significa que nuestras palabras satisfagan la necesidad. Cuando yo era niño, cada vez que le decía a mi mamá “¿Sabes lo que hizo fulano?”, ella me respondía: “¿Es necesario saberlo?” A menudo lo que yo quería decir era interesante, pero sin duda no era necesario.

Por último, nuestras palabras deben “dar gracia a los oyentes”. ¿Bendicen sus palabras a quienes las oyen? ¿Hay gracia en lo que usted dice? Puede estar seguro de que, si permite que el Señor ponga guarda a su boca y deja que su Palabra more en usted, entonces sus palabras serán las palabras de gracia de Dios.

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Criando a Nuestros Hijos en la Disciplina e Instrucción Del Señor

Criando a Nuestros Hijos en la Disciplina e Instrucción Del Señor

Marcos Peña

 

Marcos Peña fue llamado a salvación en algún momento de su adolescencia pues su madre lo expuso desde pequeño a la Palabra de Dios. Siendo un adolescente le predicó el evangelio a otros jóvenes que posteriormente fundaron Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en 1978. Desde los inicios de nuestra Iglesia fue uno de sus jóvenes líderes, pasando algunos años de estudios teológicos formales entre el 1979 y 1980 en el Instituto Bíblico Quisqueyano. Fue elegido como diácono en febrero de 1987 y en abril del 2001 comenzó a formar parte del cuerpo de pastores de IBSJ. Ha dado clases del Antiguo Testamento en el Instituto Bíblico Logos.

Actualmente es responsable del grupo de jóvenes, imparte clases de Escuela Dominical y predica. El pastor Marcos Peña está casado con Carmen Julia Linares y es padre de tres hijas: Ika Marcel, Jennifer y Susan.

Comprendí que Jesús me amaba (1)

Domingo 16 Junio

El Señor se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.

Jeremías 31:3

A ti se acoge el desvalido; tú eres el amparo del huérfano.

Salmo 10:14

Comprendí que Jesús me amaba (1)

Yoneko era una niña feliz, pero siendo aún jovencita, su felicidad se vio truncada cuando su mamá falleció inesperadamente. Desesperada y sin poder soportar más su tristeza, decidió poner fin a sus días. Su intento de suicidio fracasó. Yoneko sobrevivió, pero quedó gravemente minusválida y depresiva.

En el hospital recibió las visitas regulares de un joven cristiano, Akitoshi, acompañado por un amigo. Yoneko los recibía amablemente, pero permanecía hostil al Evangelio. Un día Akitoshi tuvo la idea de llevarle la grabación de un mensaje que hablaba sobre el encuentro de Cristo con dos discípulos en el camino a Emaús (ver Lucas 24:13-32).

«Eran las nueve de la noche cuando ellos llegaron, cuenta Yoneko. Yo estaba sumergida en la depresión y solo pensaba en la muerte que pronto me traería la liberación, cuando de repente fui cautivada por las palabras del orador. Hablaba de Cristo. Jesús me amaba, a pesar de que había perdido mis dos piernas, un brazo y dos dedos. A él no le importaba que yo lo odiara. ¡Él había venido a la tierra para vivir, morir en la cruz y resucitar para atraerme hacia él! Así como se había acercado a esos dos hombres en el camino a Emaús y había caminado con ellos, ahora quería caminar conmigo. Comprendí que, a pesar de todo lo que había ocurrido, quería atraerme hacia él».

(mañana continuara)

2 Reyes 17:1-23 – Efesios 4:17-32 – Salmo 71:12-18 – Proverbios 17:13-14

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El lenguaje inútil

Junio 15

El lenguaje inútil

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca.

(Efesios 4:29)

Las frutas podridas huelen muy mal y son inservibles. No queremos estar cerca de ellas, y mucho menos comerlas. Lo mismo ocurre con el lenguaje corrompido. Sean chistes de color subido, palabras obscenas, cuentos sucios o lenguaje grosero, de ninguna manera debe caracterizar eso a un cristiano.

El Salmo 141:3 nos dice cómo eliminar tal lenguaje: “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios”. Si Jesucristo es el guarda de nuestros labios, Él será quien determine lo que sale por ellos.

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La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Sábado 15 Junio

La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Juan 1:17

La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Romanos 10:17

Siendo anticristiano, hallé a Jesús

Testimonio

«Hace algunos años hubiese sido impensable que yo escribiera algo sobre la fe cristiana que no fuesen calumnias. Pero hace dos años tuve un encuentro personal con Jesús, lo cual cambió radicalmente mi vida. Si hoy doy mi testimonio, ya no es para desacreditar el cristianismo, sino para animar a cada persona a seguir a Jesús el Salvador.

Mi familia era indiferente a la religión, sin embargo mi madre había insistido en que recibiéramos una educación católica. A mis 15 años de edad, atraído por la filosofía, consideraba el cristianismo como un sobreviviente de supersticiones medievales.

Hace año y medio unos amigos de mi madre me hablaron del Evangelio de una manera que me pareció torpe. Me propusieron orar por mí, lo cual permití por curiosidad y escepticismo a la vez. Sin embargo en esa oración sentí un poder de vida y de amor tal, que temiendo estallar en lágrimas delante de ellos, me fui. Más tarde asistí a reuniones de oración donde sentí muy fuerte la presencia de Dios.

Después de un largo y lento trabajo en mi corazón, me volví cristiano. Este es el testimonio de mi fe y de lo que he vivido. Así como el apóstol Pablo escribió en una de sus cartas: “Que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Corintios 2:5), mi fe no reposa sobre discursos persuasivos de sabiduría, sino sobre lo que Dios hizo en mi vida y en aquellos a quienes he visto transformados interiormente por su gracia».

Carlos

2 Reyes 16 – Efesios 4:1-16 – Salmo 71:7-11 – Proverbios 17:11-12

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El trabajo arduo

Junio 14

El trabajo arduo

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. (Efesios 4:28)

El robo es un problema común en nuestro mundo. El robo en los centros comerciales ha llegado a convertirse en un problema tan grande que un porcentaje del precio de los artículos cubre la cantidad perdida por los bienes robados. Sea un gran robo o robo de tonterías, el robar de la tienda, robar dinero de un rico o de un miembro de la familia, todo es robo.

Que el cristiano “trabaje”, se refiere a trabajo manual, de esfuerzo físico. El trabajo arduo es honorable. Los cristianos debemos esforzarnos en el trabajo para que tengamos lo suficiente para dar a los necesitados, no para que tengamos más de lo que necesitamos. El enfoque mundano de la riqueza es acumular lo que adquirimos. Pero el principio neotestamentario es trabajar duro para que podamos hacer el bien y dar a los necesitados.

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