Ni yo te condeno

Miércoles 1 Marzo
Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:11-12

Ni yo te condeno

Leer Juan 8:1-11

Jesús estaba en el templo de Jerusalén y enseñaba a la multitud. Los escribas y los fariseos le llevaron una mujer sorprendida en adulterio, la pusieron en medio y dijeron a Jesús: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?”.

Jesús no respondió nada, sino que se agachó y empezó a escribir en el suelo. Esta posición de humildad caracterizó su vida entre los hombres. Los acusadores insistieron. Entonces Jesús se levantó y dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Luego se agachó nuevamente y continuó escribiendo. ¡Los acusadores fueron confrontados con sus propias conciencias! Habían interrogado a Jesús, y ahora ellos mismos eran interpelados. Querían la ley para esta mujer, y esta misma ley valía también para ellos. Entonces se retiraron uno a uno… reducidos al silencio. ¡Ellos, que señalaban con el dedo el pecado de la mujer, debieron reconocer su verdadero estado moral!

Jesús quedó solo con la mujer. El pasaje precisa que ella permanecía ahí en medio. Fue la única que no huyó y escuchó lo que Jesús dijo aún: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. En Jesús estaba “la verdad”, que manifiesta el pecado del hombre, y “la gracia” que lo quita delante de Dios y libera al culpable. Esta mujer pudo ser liberada de su pecado porque escuchó y creyó lo que Jesús le dijo. Cada uno de nosotros puede recibir esta palabra de Jesús y experimentar la fuerza y todo el bien que ella hace, si la acepta plenamente.

2 Samuel 21 – Hechos 10:1-24 – Salmo 28:1-5 – Proverbios 10:24-25

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Dios está por mí

Lunes 27 Febrero
Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Romanos 8:31-32

Dios está por mí

Como Dios es amor, me ama tal como soy, y se ocupa de mí con ternura y fidelidad.

Como es soberano, su amor y su bondad hacia mí se ejercen continuamente, siempre y en todo lugar.

Como Dios es sabio, sabe mejor que yo lo que necesito.

Como Dios es luz, ilumina los lugares sombríos de mi vida para ponerlos en armonía con lo que él es.

Como Dios es omnisciente (lo sabe todo), sabe en dónde estoy con respecto a él. Conoce mis necesidades interiores, mis preocupaciones, mis tristezas, mucho antes de que yo las sienta.

Como es omnipotente (todopoderoso), me protege en toda situación. Puede liberarme de las tentaciones, vengan de donde vengan, y darme la victoria.

Como Dios es omnipresente (está en todo lugar a la vez), está justo donde yo estoy en este momento, para decirme: «Ánimo, aquí estoy, comprendo las heridas que la vida te inflige… ¡Yo puedo darte la calma, la paz y el gozo! ¡Sí, estoy muy cerca de ti, a tu lado!».

Como Dios es misericordioso, da sin exigir nada a cambio, pero se goza al verme apreciar las bendiciones que me brinda.

“Fíate del Señor de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas”.
Proverbios 3:5-6
2 Samuel 19:24-43 – Hechos 9:1-22 – Salmo 27:5-8 – Proverbios 10:20-21

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3 PRINCIPIOS PARA HONRAR A TUS PADRES A MEDIDA QUE VAN ENVEJECIENDO

3 PRINCIPIOS PARA HONRAR A TUS PADRES A MEDIDA QUE VAN ENVEJECIENDO

Por Jim Newheiser Elyze Fitzpatrick

HONRAR A TUS PADRES
Aunque los hijos adultos están libres del control paterno, siguen teniendo la responsabilidad de honrar a sus padres (Éx 20:12). Los hijos adultos honran a sus padres cuando buscan su consejo respecto a decisiones importantes. También muestran amor y respeto invirtiendo en la relación por medio de visitas frecuentes y llamadas telefónicas. Muchas familias jóvenes honran a padres que viven lejos usando sus recursos limitados y sus días de vacaciones para ir a visitarlos. Esto puede producir recuerdos que duran toda la vida y lazos más fuertes con nuestros hijos y nietos. A medida que los hijos adultos ganan una perspectiva más madura de la edad adulta, entienden y valoran cada vez más todo el esfuerzo de sus padres, y eso suele llevarlos a un mayor agradecimiento.

HONRA A TUS PADRES ASEGURÁNDOTE DE QUE SUS NECESIDADES ESTÉN CUBIERTAS
Aunque muchos de nosotros anhelamos disfrutar esa etapa del nido vacío en la que se supone tendríamos menos responsabilidades, por lo general estos son los años en que nuestros padres ancianos comienzan a necesitar más de nuestra ayuda. Jesús mismo enseñó que tenemos la obligación de honrar a nuestros padres, lo que incluye asegurarnos de que sus necesidades materiales estén cubiertas. Él condenó fuertemente a los fariseos por usar el servicio a Dios como una excusa para evitar su deber (Mt 15:3-6). Jesús incluso cumplió esta parte de la ley mientras moría en la cruz, asegurándose de que alguien cuidara de Su madre porque Él ya no podría hacerlo en Su humanidad. Él la encomendó dulcemente al cuidado de Su amado amigo, el apóstol Juan, quien la llevó a su casa (Jn 19:26-27).

El apóstol Pablo manda a los hijos y nietos a proveer para las necesidades económicas de sus madres y abuelas viudas antes de pedirle ayuda a la iglesia (1Ti 5:4). De hecho, él condena como peores que incrédulos a los que no cumplen esta obligación básica para con la familia (1Ti 5:8).

Desgraciadamente nuestra cultura poscristiana se está apartando rápidamente de los valores bíblicos. La responsabilidad de cuidar de los ancianos se ha transferido de la familia al estado. La mayoría de los hijos adultos simplemente suponen que es tarea del gobierno proveer para sus padres ancianos. Pero incluso cuando sus necesidades físicas están siendo cubiertas por una institución, muchas de estas personas mayores se sienten solas. Sus hijos están demasiado ocupados con sus propias familias y carreras como para tener mucho tiempo para el abuelo o la abuela. Suponen que ya que las necesidades físicas de sus padres están cubiertas no necesitan que los visiten.

Mientras más se hunda nuestra sociedad en el ensimismamiento, más sufrirán las personas mayores. Esa generación que aprendió a abortar bebés no deseados porque eran un estorbo en su estilo de vida está comenzando a lidiar con sus parientes mayores, a quienes también consideran un estorbo.1 El porcentaje de gente de edad avanzada en nuestra población aumentará notablemente a medida que los baby boomers (todos los que nacieron durante la explosión de natalidad que hubo tras la Segunda Guerra Mundial) alcancen la edad de jubilación. Habrá menos trabajadores pagando impuestos para financiar la Seguridad Social, el seguro médico del estado y otros programas para los ancianos. El incremento en los costos médicos podría aumentar la presión social y política para deshacerse de los ancianos, ya sea por medio de la eutanasia o negándoles la atención médica. Los políticos ya están hablando sobre la necesidad de racionar la atención médica y se cuestionan si vale la pena desperdiciar recursos limitados en personas no productivas que de cualquier manera ya no van a vivir mucho tiempo.

LOS CRISTIANOS TIENEN LA OPORTUNIDAD DE SER LUZ EN EL MUNDO
Así como los primeros cristianos demostraron el valor que le daban a la vida, así como su amor por sus semejantes al cuidar a bebés no deseados que habían sido abandonados para morir,3 nosotros tenemos la oportunidad de manifestar la luz de Cristo por la manera en que cuidamos a los miembros ancianos de nuestra familia. Muchas familias cristianas han aceptado a una abuela viuda o a un abuelo inválido en sus casas para que puedan pasar sus últimos días rodeados de los que los aman y cuidan de ellos. Otros, cuyos padres todavía son algo independientes, pasan mucho tiempo ayudando a mamá y papá con varias tareas del hogar. Tal amor refleja el amor sacrificial de Jesús, quien sacrificó tiempo, comodidad, privacidad y dinero por amor a los demás. Hacerse cargo de un padre anciano puede ser extremadamente estresante, sobre todo cuando tienes que lidiar con sus enfermedades físicas y mentales. Pero podemos mostrarles ese amor porque hemos sido muy amados (1Jn 4:19).

ACEPTANDO LAS LIMITACIONES
Cuando una madre anciana o necesitada se muda con sus hijos, tendrá que recordar que su hijo o su yerno es ahora la cabeza de la casa. Quizá ha tenido que vivir por su cuenta durante muchos años, pero ahora tendrá que vivir bajo la autoridad de otro. No importa cuánto pueda amar a esa persona, le será difícil aceptar este cambio en la relación.

Uno de los mayores retos para las personas mayores es aceptar las nuevas limitaciones. Para ellas es muy difícil admitir que ya no pueden vivir solas y que ya no deben manejar ni administrar sus propias finanzas. También se encuentran en una posición donde deben considerar con humildad las necesidades e intereses de los miembros de su familia (Mt 7:12), aceptando y no resistiéndose a las limitaciones que se les impongan. Si tienen que lidiar con las penosas señales de una demencia precoz, también van a llegar a frustrarse cuando se den cuenta de que ya no pueden pensar tan claramente como solían hacerlo. Llegará un punto en el que tendrán que confiar en seres queridos que están en su sano juicio para que tomen por ellos las decisiones difíciles.

La manera de tratar con estas pérdidas es aceptando que Dios es soberano y que nos ha quitado algo que Él mismo nos había dado (Job 1:21).

La buena noticia para el creyente es que estos sufrimientos son temporales. Nuestra bendita esperanza es que un día nuestras enfermedades ya no existirán más; nuestros cuerpos serán resucitados en la semejanza de Su glorioso cuerpo cuando Él regrese (Fil 3:20-21). Esta dulce promesa por sí sola es lo suficientemente poderosa como para sostener a los creyentes mientras atraviesan el valle de sombra de muerte —incluso una muerte lenta como la que resulta de padecer demencia o alzhéimer.

A veces los hijos con padres ancianos vienen a nosotros pidiendo consejo sobre cómo manejar la renuencia de sus padres a recibir ayuda o aceptar las limitaciones. Cuando los padres viven solos los hijos temen por su seguridad, y quizá por la seguridad de los demás (en el caso de padres ancianos que ya no deberían manejar un carro). En este tipo de situaciones, los hijos también tienen que reconocer su propio poder limitado. Por lo general no pueden obligar a sus padres a que actúen con prudencia, y podrían dañar la relación si lo intentan. A menos que el padre sea un gran peligro para sí mismo o para los demás, puede ser que tengas que esperar pacientemente y confiar en que el Señor cuide de ellos.

Otro posible factor que pudiera complicar las cosas son los conflictos entre los hermanos. La hija que vive cerca de los padres o que se los lleva a su casa puede sentir que está soportando una carga muy grande mientras los demás se quedan muy cómodos. Los que viven más lejos pudieran sospechar que el hijo que está más involucrado en las vidas de los padres está sacando ventaja de su posición adquiriendo los bienes paternos y las herencias. Es muy importante que los hermanos se comuniquen francamente sobre estos temas y lo hagan de acuerdo a los principios bíblicos de suponer lo mejor (1Co 13:7), pasar por alto las faltas (1P 4:8) y considerar los intereses de los demás por encima de los propios (Fil 2:3-4).

Una vida fiel en medio de estos retos puede parecer que está más allá de tu alcance. Tratar de equilibrar la responsabilidad de cuidar a tus padres ancianos con el resto de tus responsabilidades (cónyuge, hijos que vivan en tu casa e hijos que se han ido de la casa) seguramente va a ser abrumador. Permítenos recomendarte que busques el consejo bíblico de tu pastor o de un consejero bíblico que te pueda ayudar a clasificar tus variadas responsabilidades y priorizarlas.

Este artículo 3 principios para honrar a tus padres a medida que van envejeciendo fue adaptado de una porción del libro Nunca dejas de ser padre, publicado por Poiema Publicaciones. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

Páginas 171 a la 176

Sé un padre digno de honra

Por:Tim Challies

Durante varias semanas, he estado examinando el quinto mandamiento y, en particular, cómo deben obedecerlo los hijos adultos. «Honra a tu padre y a tu madre, como te ha mandado el Señor tu Dios, para que tus días se alarguen y te vaya bien en la tierra que el Señor tu Dios te da». Mientras que cumplir este mandamiento es relativamente sencillo para el niño pequeño que está bajo la autoridad de sus padres, es mucho más difícil saber lo que implica para los hijos adultos. A lo largo de esta serie, hemos empezado a conocer algunas formas en las que esa honra puede presentarse. Hemos visto que todos los hijos tienen una deuda de honra con sus padres que se prolonga más allá de la infancia. Todos los hijos de todas las edades deben honrar a sus padres. Hemos explorado esto desde muchos ángulos y ahora, al concluir, quiero explorarlo desde uno más.

Los hijos no tienen toda la responsabilidad en el cumplimiento del quinto mandamiento. Si los hijos deben extender la honra a sus padres, los padres deben facilitárselos viviendo vidas honorables. Debemos repetir lo que hemos dicho antes: Los hijos no deben esperar a que sus padres demuestren ser honorables antes de extender la honra, ya que la honra de los padres se deriva de su posición, no de su comportamiento. Sin embargo, sigue siendo responsabilidad de los padres llevar una vida digna y respetable. Y esto es lo que quiero considerar hoy: ¿Cómo podemos nosotros, que somos padres, vivir una vida digna de honra? ¿Cómo podemos facilitar que nuestros hijos nos honren ahora y en el futuro?

La gloria de los hijos

Comenzaremos con un proverbio apropiado. Proverbios 17:6 nos dice: «Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres». Es la segunda parte de este proverbio la que me interesa de forma particular. ¿Qué significa que «la gloria de los hijos son sus padres»? Aunque debemos reconocer un contexto singular en el Antiguo Testamento, podemos estar de acuerdo con Eric Lane, cuando dice: «Para los hijos su mayor bendición era tener unos padres de los que pudieran sentirse orgullosos: respetados en la comunidad, prósperos en los negocios y minuciosos en su educación». Es una bendición para los hijos tener padres honorables y es correcto que se sientan orgullosos de sus padres y, por supuesto, también de sus madres.

En la explicación e interpretación que John Kitchen hace del proverbio, destaca la importancia de que los padres vivan con honor: «Los hijos se sienten orgullosos de tener un padre honorable. Es cierto que el mandamiento exige que los hijos honren a su padre y a su madre (Éx. 20:12), pero también corresponde al padre dar a sus hijos motivos para hacerlo. ¿Qué mayor incentivo terrenal podría haber para vivir honorablemente como hombre, que el hecho de que tus hijos se sientan orgullosos de ti y anhelen modelar tu carácter?». Los padres son el orgullo de los hijos cuando viven honorablemente.

Viviendo honorablemente

¿Cómo viven los padres honorablemente? ¿Cómo aconsejarías a un amigo que te dice: «Quiero vivir una vida digna de honor. ¿Qué hago?». Hay cientos de posibilidades, cientos de maneras de responder a estas preguntas. Podríamos crear una lista de cualidades que deberían caracterizar al padre cristiano: El amor, la bondad, la paciencia y la mansedumbre. Podríamos generar una lista de deberes que los padres deben cumplir: Pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, orar por ellos, leerles la Palabra de Dios. Podríamos elaborar una lista de características y comportamientos que debemos evitar: No exasperar a nuestros hijos, no tratarlos injustamente, no dejar de criarlos en la disciplina e instrucción del Señor. Las posibilidades son infinitas.

Yo pretendo mantenerlo simple y proponer tres áreas de énfasis.

En primer lugar, haz de tu propia piedad tu principal preocupación. Como padres, tenemos la tendencia a esperar más de nuestros hijos de lo que esperamos de nosotros mismos. Tenemos grandes expectativas para ellos, pero sólo expectativas modestas para nosotros mismos. Una vida honorable ante los demás comienza con una vida honorable ante Dios. Cuando buscamos a Dios, anhelamos ser lo que Él quiere que seamos, vestirnos con todas las características nobles asociadas con la piedad y desechar todas las características desagradables asociadas con la impiedad. Vamos a querer comportarnos como Dios quiere que nos comportemos, dejar de lado todas las acciones que no son propias de un cristiano y resaltar todas aquellas acciones que son dignas de un cristiano. De este modo, modelaremos un carácter y un comportamiento maduros, desplegando y mostrando amor a nuestros hijos, incluso cuando nos exasperen o nos lleven al borde de la desesperación. Viviremos con la conciencia tranquila ante Dios, los hombres y nuestros propios hijos.

En segundo lugar, identifica e imita modelos dignos. Especialmente dentro de la iglesia local, busca personas que hayan sido modelos de crianza exitosa. Dios nos ha puesto en las comunidades de la iglesia local para que podamos tener ayuda a través de todos los desafíos y dificultades de la vida. Dios nos rodea de otros creyentes para que podamos tener modelos que imitar. Identifica deliberadamente a las personas cuyos hijos los aman y honran, cuyos hijos se deleitan en estar con ellos. Aprende a imitar a esas personas. Pregunta a los padres: «¿Qué hiciste para que tus hijos te respeten ahora? ¿Cómo los criaron? ¿Qué les han enseñado?». Pregunta a los hijos: «¿Qué hicieron tus padres para que los honres? ¿Qué amas de ellos? ¿Por qué te gusta pasar tiempo con ellos?». Es mucho lo que podemos aprender mediante la curiosidad y la imitación.

En tercer lugar, encomienda a tus hijos a la gracia de Dios. Aprendan a ser piadosos y a imitar modelos dignos y luego encomienden a sus hijos a la gracia de Dios. Es tu responsabilidad vivir una vida digna de honra y es tu responsabilidad enseñar a tus hijos la importancia del honor. Pero en última instancia, la honra debe ser extendida por los hijos, no exigida por los padres. La responsabilidad recae en tus hijos. Puede que se muestren duros de corazón, que no estén dispuestos a identificar el amor y la gracia que les has mostrado, que no estén dispuestos a perdonar tus defectos, que no estén dispuestos a hacer caso al mandato de Dios. Pero tú, al menos, habrás vivido una vida de honor. Tú, al menos, habrás cumplido con el deber que Dios te ha dado.

Pueden haber momentos para apelar a tus hijos cuando actúan de forma deshonrosa o, si son cristianos, incluso para apelar a tu iglesia. Los líderes de la iglesia deben tomar en serio la responsabilidad de cada miembro de obedecer el quinto mandamiento. Sin embargo, al final tus hijos harán su propio camino en la vida. Ellos elegirán honrar a Dios al honrarte a ti o elegirán deshonrar a Dios al deshonrarte a ti. Incluso si eligen mal, tú puedes consolarte sabiendo que aunque tus hijos te abandonen, Dios no lo hará. Padres, hagan que sea fácil para sus hijos honrarlos. Hagan que sea un placer para ellos sentirse orgullosos de ustedes. Vivan de tal manera que sus hijos puedan decir: «la gloria de los hijos son sus padres».

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo Blog ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por mas de 6000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

Antes de la catástrofe

Martes 29 Noviembre

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?

Hebreos 2:3

(Jesús dijo:) La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.

Juan 14:27

Antes de la catástrofe

Un aviso humorístico advierte a los vecinos de una central nuclear sobre el peligro al cual están expuestos. El dibujo representa un cartel con este título: “En caso de alerta atómica”; debajo del cartel hay un pequeño armario de cristal, un martillo para romper el vidrio, y en el armario… una Biblia.

A este dibujo le falta un comentario: Demasiado tarde. La Biblia no es el libro para más tarde, ni una clase de manual para sobrevivir después de una gran catástrofe; es el libro que necesitamos leer hoy. Su mensaje es para ahora. Es un mensaje de amor, de verdad; es un mensaje urgente, porque la muerte puede venir en cualquier momento; hoy es necesario, sin más espera, prepararse para encontrar a Dios. ¡Cuántas personas son negligentes y dejan esta decisión para más tarde! El “más tarde” puede convertirse en un “demasiado tarde”.

No espere la jubilación, ni la cuarta edad. ¿La alcanzará usted? Y si la alcanza, ¿tendrá suficiente lucidez mental para poner en orden con Dios el tema de la suerte eterna de su alma?

¿Cómo se presentará usted delante de Dios? ¿En paz, porque Jesús le ha dado su paz, o cargado con el peso de todos sus pecados? Hoy es el día de salvación; hoy debe confesarle sus pecados, aceptar su gracia y recibir la vida eterna: esa es la “salvación tan grande”. Es ofrecida a todos los que creen que Jesús hizo la paz por medio de su sacrificio en la cruz.

Él no solo le dará la certeza de una felicidad futura y eterna, sino que desde ahora le permitirá disfrutar una paz y un gozo que el mundo no puede darle.

Josué 18 – Colosenses 2 – Salmo 135:8-14 – Proverbios 28:23-24

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EL FIN DE LA FAMILIA

John MacArthur es el pastor-maestro de Grace Community Church en Sun Valley, California, así como también autor, orador, rector emérito de The Master’s University and Seminary y profesor destacado del ministerio de medios de comunicación de Grace to You.

En el año 1969, después de graduarse en el Talbot Theological Seminary, John llegó a Grace Community Church. El énfasis de su ministerio en el púlpito es el estudio diligente y la exposición versículo a versículo de la Biblia, con especial atención dedicada al antecedente histórico y gramatical detrás de cada pasaje. Bajo el liderazgo de John, los dos servicios matutinos de adoración de Grace Community Church colman el auditorio cuya capacidad es de 3500 personas. Varios miles de miembros participan cada semana en docenas de grupos de hermandad y programas de entrenamiento, la mayoría de ellos conducidos por líderes laicos; y cada uno de ellos, dedicado a equipar a los miembros para el ministerio a nivel local, nacional e internacional.

En el año 1985, John fue nombrado presidente de The Master’s College (anteriormente, Los Angeles Baptist College, y ahora, The Master’s University), una Universidad cristiana de cuatro años, acreditada en humanidades, en Santa Clarita, California. En el año 1986, John fundó The Master’s Seminary, una escuela de posgrado dedicada a la formación de hombres para que desempeñen roles pastorales y trabajo misionero a tiempo completo.

John también es el Presidente y profesor destacado de Grace to You. Fundada en el año 1969, Grace to You es la organización sin fines de lucro responsable de desarrollar, producir y distribuir los libros de John, los recursos de audio y los programas de Grace to You de radio y televisión. El programa de radio de “Grace to You” se emite más de 1000 veces diariamente a lo largo del mundo de habla inglesa, alcanzando a los centros de mayor población con la verdad bíblica. También se transmite casi 1000 veces al día en español, llegando a 23 países a lo largo de Europa y Latinoamérica. El programa de televisión de “Grace to You” se transmite semanalmente en DirecTV en los Estados Unidos y está disponible de manera gratuita por medio de Internet en todo el mundo. Todos los 3000 sermones de John, que abarcan más de cuatro décadas de ministerio, están disponibles de manera gratuita en ese sitio web.

Desde que completó su primer libro que fue un éxito en ventas, El Evangelio según Jesucristo, en el año 1988, John ha escrito cerca de 400 libros y guías de estudio, incluyendo Fuego Extraño, Avergonzados del Evangelio, El Asesinato de Jesús, El Hijo Pródigo, Doce Hombres Inconcebibles, Verdad en Guerra, El Jesús que no Puedes Ignorar, Esclavo, Una Vida Perfecta y la serie de Comentarios MacArthur del Nuevo Testamento. Los títulos de John han sido traducidos a más de dos docenas de idiomas. La Biblia de estudio MacArthur, el recurso que es la piedra angular de su ministerio, está disponible en el idioma inglés (NKJ, NAS y ESV), español, ruso, alemán, francés, portugués, italiano, árabe y chino.

En el año 2015, completó la serie Comentarios MacArthur del Nuevo Testamento. En sus 23 volúmenes, John lo lleva detalle por detalle, versículo a versículo, a lo largo de todo el Nuevo Testamento.

John y su esposa, Patricia, viven en el sur de California y tienen cuatro hijos casados: Matt, Marcy, Mark y Melinda. Ellos también disfrutan de la alegre compañía de sus 15 nietos.

Quiero morir (2) – Elías

Sábado 8 Octubre
Elías… deseando morirse, dijo… oh Señor, quítame la vida… los hijos de Israel han dejado tu pacto… y solo yo he quedado… Le dijo el Señor… Yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal.
1 Reyes 19:2, 4, 14-15, 18
Quiero morir (2) – Elías
Leer 1 Reyes 19
Elías, el profeta de Dios, acababa de enfrentarse a centenares de falsos profetas, demostrando de manera espectacular que Dios era el único y verdadero Dios (1 Reyes 18). Entonces Jezabel, la reina idólatra, lo amenazó de muerte, y Elías huyó para salvar su vida. Caminó durante un día y luego se sentó debajo de un enebro. Pensando que estaba solo en medio de un pueblo desobediente a Dios, se desanimó. Decepcionado de los otros y de sí mismo, dijo: “Basta ya… quítame la vida”. Pero Dios tenía otro plan para su siervo. ¡Elías no moriría miserablemente debajo de ese arbusto! ¡Un carro y caballos de fuego lo llevarían pronto al cielo sin que pasara por la muerte! (2 Reyes 2:11).

Un ángel lo despertó y lo alimentó hasta que llegó a Horeb, “el monte de Dios”. Allí Dios le habló con una voz “apacible” y delicada que le llegó directamente al corazón. Y supo que estaba muy lejos de ser el único fiel.

La experiencia de Elías también puede ser la de un cristiano. Después de una victoria espiritual ganada con la ayuda de Dios, la fe se relaja. Y bajo la presión de las circunstancias, en lugar de contar con el Señor, uno se ensimisma. Se cree el único… Escuchemos entonces atentamente la voz llena de gracia del Señor. Entendamos que no estamos solos en el combate (1 Pedro 5:9). Y recordemos que el Señor puede venir de un momento a otro para llevarnos con él al cielo, sin que pasemos por la muerte, como lo hizo con Elías (1 Tesalonicenses 4:17).

(continuará el próximo sábado)
Deuteronomio 3 – Juan 3:1-21 – Salmo 113 – Proverbios 24:28-29

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¿Sabe a dónde va?

Domingo 2 Octubre
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
¿Sabe a dónde va?
¿Cómo saber si voy en la dirección correcta? En el mar o en el desierto, desde hace siglos los hombres han aprendido a orientarse gracias al sol y a las estrellas. Hoy los sistemas de navegación por satélite les permiten saber exactamente dónde están y qué dirección seguir para llegar a su meta. Incluso sin GPS, es posible preguntar a un transeúnte que pueda orientarnos. Pero hay momentos en que todas estas soluciones son ineficaces. A veces las nubes ocultan las estrellas, mi GPS no tiene señal… y en ciertos casos no hay ninguna persona que pueda darme una indicación segura. ¿Cómo puedo estar seguro de no equivocarme? En un país desconocido necesito estar acompañado por un guía fiable.

Es extraño que la mayoría de nuestros contemporáneos no se pregunten más a menudo: ¿Adónde va mi vida? ¿En qué dirección voy? Continúan su camino siguiendo ejemplos, modelos e ideologías inspiradas por los medios de comunicación, o simplemente por rutina. Cada uno tiene sus actividades, sus amistades, pero en definitiva, ¿a dónde va? ¿Por qué, o por quién somos guiados?

Jesús se presenta como el Camino hacia el cielo, hacia Dios el Padre. Yo he creído en él y he constatado que él dirige con seguridad a los que miran hacia él. Jesús es el Guía invisible y poderoso. Más que esto, él es el Camino mismo, vivo, seguro. Apartarse de él es perderse para finalmente caer. Usted también, escúchelo decirle: “Sígueme tú” (Juan 21:22).

“Tiemblan… y toda su ciencia es inútil. Entonces claman al Señor en su angustia, y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas… así los guía al puerto que deseaban” (Salmo 107:27-30).

Amós 5 – Tito 3 – Salmo 109:6-19 – Proverbios 24:15-16

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Ideología de género: Tergiversación y verdad

Ideología de género: Tergiversación y verdad
CATHERINE SCHERALDI

Hasta hace unas décadas, las palabras sexo y género podían usarse de manera indistinta sin ningún problema. Hoy, sin embargo, las cosas son muy distintas. Mientras que el sexo se define como las características biológicas que hacen de un individuo varón o hembra, el género como tal (masculino o femenino) se denomina una construcción social y no biológica.

Según nuestra sociedad, la biología no tiene nada que ver con la identidad de género. Pero las cosas no son así tan sencillas.

La ciencia
Para entender cómo se determina el sexo de una persona, es importante regresar a la genética y la embriología. En el núcleo de cada célula hay genes con diferentes combinaciones de ADN (ácido desoxirribonucleico), las unidades hereditarias que determinan no solamente las características físicas de la persona, sino también el funcionamiento de cada órgano.

Las diferentes combinaciones en el ADN determinan las características de los seres humanos: el color de pelo, el tono de piel, o cualquier otra característica que marca la individualidad de cada persona. En los humanos, hay 23 pares de cromosomas (46 en total); 22 pares se conocen como autosomas y aparecen iguales en el sexo masculino y femenino. Además existe un último par, con los que llamamos “cromosomas sexuales”. Aquí existe una diferencia: las personas femeninas tienen dos cromosomas X (XX) y las personas masculinas tienen un cromosoma X y otro Y (XY).

El sexo es determinado por el tipo de gen que el feto reciba de sus padres. El hijo o hija recibe un cromosoma sexual de cada progenitor. La madre siempre donará un cromosoma X y el padre en ocasiones dona un cromosoma X y otras veces dona un cromosoma Y.

Aunque el sexo es determinado en el momento de la concepción, en el estado fetal el desarrollo de ambos sexos es idéntico hasta la sexta semana. Si el feto es masculino, entrará en juego una proteína conocida como proteína SRY, la cual se produce a partir de un gen en el cromosoma Y. Esta proteína ocasiona la formación de los órganos masculinos. Si la proteína SRY está ausente, se desarrollarán los órganos femeninos. Así, la composición genética (lo que llamamos el genotipo) es lo que determina cómo el individuo luce y funciona (lo que llamamos el fenotipo).

La caída
Cuando una persona dice sentirse más como el sexo opuesto al que su fenotipo demuestra, entonces se habla de disforia de género. Esa persona profesa sentimientos como si estuviera en el cuerpo del sexo equivocado, condición que ha sido denominada como transexualidad. El término disforia de género también se utiliza para hablar de personas que sienten que su género no es exclusivo (masculino o femenino) sino que dice ser “bigénero” e identificarse con ambos. También existen aquellos que se denominan “agénero”, porque sienten una ausencia de género o porque se consideran de un tercer género totalmente separado de los otros dos.

El pensamiento popular ahora es que lo que determina el género en el individuo no es su genética, sino lo que cada persona “siente”.

Dot Brauer, psicóloga clínica y directora del Centro de LGBTQA en la universidad de Vermont, define la identificación del género como “lo que se siente bien para la persona”. Ella dice que “en su generación toda la información fue dada desde una perspectiva limitada y con lenguaje limitado impartido en la clase de salud y aquello que fue aprobado por la junta de educación”, sugiriendo que ellos tenían una mente estrecha. Se dice que el género existe en una gama, afirmando que hay muchas diferentes expresiones entre los dos géneros. Lisa Fields, de WebMD, escribe que ser transgénero “se trata de lo que una persona siente en su interior”. El Dr. Michael L. Hendricks, un psicólogo clínico en Washington que trabaja con pacientes durante su transición (personas cambiando de lo que su biología ha determinado hacia lo que sienten), dice que no hay un patrón, sino que varía con cada paciente. Ahora es claro por qué Facebook tiene 71 diferentes géneros para que elijas en tu perfil.

La cosmovisión ha cambiado, y por lo tanto ha cambiado el lenguaje. Ya no es “género biológico”, como siempre se ha dicho, sino “género asignado”. Con esto se quiere señalar que el género fue asignado al nacer por el personal médico, sin saber si realmente ese será el género con el cual el niño o niña decidiría identificarse.

Como hemos visto, la biología, la embriología, y la genética demuestran que solamente hay dos sexos. Esta noción de que el género es independiente del sexo biológico es precisamente denominada una ideología porque no está basada en la ciencia. Aunque la disforia de género todavía es considerada como una anormalidad en la psiquiatría, eso parece estar por cambiar.

En el siglo XVIII, el mundo pasó por la revolución científica, donde la verdad se buscaba a través del método científico. Para que algo fuera aceptado como verdad tenía que ser probado a través de la experimentación y la corroboración de los resultados iniciales. Esto es efectivo cuando la información es medible, pero en otras áreas es impreciso.

Una de las áreas donde el método científico no tiene valor es precisamente en el área de las emociones. Muchas afirmaciones en el ámbito filosófico, moral, y psicológico fueron aceptadas como postulados científicos cuando en realidad el método científico no puede ser aplicado a ninguna de ellas.

A medida que la sociedad cambió, el hombre se volvió más egocéntrico e individualista, llegando a pensar que lo que establece la verdad para cada individuo es su propia opinión. En el mejor de los casos, el hombre de hoy piensa que si él no tiene la razón, la mayoría sí la tendrá. Esto es el fruto del corazón engañoso del hombre que lo lleva a creer que él siempre tiene la razón (Proverbios 21:2).

En nuestros días, la mayoría ha llegado a pensar que la autorealización es lo que trae la felicidad; esto es tierra fértil para la aceptación de algo como la ideología de género. Si la felicidad es un derecho y la verdad es relativa, entonces la tolerancia a cualquier ideología será el resultado natural, con el consecuente rechazo de cualquier verdad absoluta.

El evangelio
Es importante entender que con la caída del hombre en Génesis 3, todos los aspectos del ser humano fueron afectados. Esto incluye el desarrollo físico, la facultad mental, las emociones, y la dimensión espiritual. Dios nos creó para que hubiera armonía en todos los aspectos; sin embargo, con la entrada del pecado, esta armonía se perdió.

Los sentimientos y emociones de cada persona son reales y pueden ser bastante fuertes, aunque no necesariamente correspondan a la verdad de su biología. A pesar de esto, si permitimos que la verdad sea definida por los sentimientos y el individualismo, en vez de por aquello que corresponde a la realidad, entonces terminaremos en la posición que estamos hoy, donde nadie conoce lo que es verdad.

Si las personas con disforia de género son estimuladas a abrazar lo que es una patología, lo única que logramos con esto es empeorar su disfuncionalidad. Un 32-50% de las personas transgénero cometen un intento de suicidio aun en lugares como Suiza, donde esta ideología es aceptada. El cristiano siempre debe desear lo mejor para la otra persona. Para estas personas eso implicaría ayudarles a abrazar el diseño del creador. Esto seria amarles verdaderamente.

Con la caída del hombre todos los aspectos del ser humano fueron afectados. Esto incluye el desarrollo físico, la facultad mental, las emociones, y la dimensión espiritual.

Desde el surgimiento del deseo de Adán de ser como Dios y su subsiguiente caída, la cosmovisión secular tiene como su meta desplazar el control desde Dios hacia el hombre; quiere esconder la imagen de Dios, impuesta en Su diseño. El hombre desea ser su propio dios, para tener el derecho de decidir lo que quiere hacer y cómo hacerlo.

Sin embargo, 1 Crónicas 29:11-12 nos recuerda que solamente Dios está en control y Job 42:2 nos enseña que no hay nada que puede frustrar Sus planes. Los hombres están “entenebrecidos en su entendimiento” (Efesios 4:18) y su corazón es “engañoso” (Jeremías 17:9). Esto explica el porqué personas inteligentes y educadas no ven lo obvio y hasta ignoran las leyes de Dios que ellos mismos han descubierto a través de la ciencia para creer una mentira (Juan 3:19).

Dios ha hecho dos sexos que muestran la imagen de Dios, hombre y mujer, cada uno con características y virtudes diferentes. Y cuando ellos se unen en armonía, complementándose el uno al otro, la gloria y sabiduría de Dios es desplegada a través de las relaciones de forma única. La majestad y sabiduría del Señor es evidente en toda la creación del mundo, pero lo que mejor debe demostrar su gloria sobre todo lo demás es la corona de su creación: el hombre y la mujer. Ellos fueron los únicos que fueron creados a Su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27).

Cuando borramos las diferencias entre los sexos, distorsionamos la imagen de Dios y, por lo tanto, la escondemos. Satanás puede mantener el mundo ciego (2 Corintios 4:4) llevándolo todo el tiempo a cambiar la verdad por la mentira (Romanos 1:25). Esto produce lo que Pablo dijo a Timoteo, “Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (2 Timoteo 3:13). Con todo, el próximo versículo nos recuerda lo que debemos hacer: “Sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido”.

Dios ha hecho dos sexos que muestran la imagen de Dios, cada uno con características y virtudes diferentes. Y cuando ellos se unen en armonía, la gloria y sabiduría de Dios es desplegada.

Nosotros somos embajadores de Cristo para predicar el evangelio, y vivir Su diseño es otra forma de expresar que creemos Su verdad. Así glorificamos su nombre y afirmamos que existe un único y verdadero Dios, creador de todo lo visible e invisible. De esta manera el mundo queda sin excusas (Romanos 1:20).


​Catherine Scheraldi de Núñez es la esposa del pastor Miguel Núñez, y es doctora en medicina, con especialidad en endocrinología. Está encargada del ministerio de mujeres Ezer de la Iglesia Bautista Internacional. Conduce el programa Mujer para la gloria de Dios, en Radio Eternidad. Puedes seguirla en Twitter.