Salvando la prueba de los manuscritos

Autor: LEE STROBEL

Salvando la prueba de los manuscritos

a1Además, la riqueza de fuentes de manuscritos para el Nuevo Testamento nos infunde la confianza de que estos escritos nos fueron transmitidos de manera muy precisa a través de la historia. Los arqueólogos han recuperado más de cinco mil manuscritos griegos antiguos del Nuevo Testamento, con fragmentos que se remontan al segundo siglo. Si incluimos los manuscritos de la Vulgata Latina y algunos otros, obtenemos un total de veinticuatro mil manuscritos existentes. Fuera del Nuevo Testamento, la evidencia de manuscritos para cualquier otra obra clásica es La Ilíada de Homero, de la que hay menos de 650 manuscritos escritos unos mil años después de los originales.

«En ningún otro caso el intervalo de tiempo entre la composición del libro y la fecha de los primeros manuscritos es tan breve como en el caso del Nuevo Testamento», dijo Sir Frederic Kenyon, ex director del Museo Británico y autor de The Paleography oi Greek Papyri [La paleografía de los papiros griegos]. «El último fundamento de cualquier duda que pudiera haber de que las Escrituras nos llegaron sustancialmente tal como se escribieron ha sido derribado.

Dada la importancia fundacional del Nuevo Testamento, analizar si era digno de confianza me insumió gran parte de los dos años que dediqué a investigar el cristianismo cuando era un escéptico. Para determinar si los Evangelios eran dignos de confianza, los sometí a ocho pruebas que podrían enfrentar en un proceso judicial: la prueba de la intención, la prueba de la disposición de medios, la prueba del perfil, la prueba de la coherencia, la prueba circunstancial, la prueba del encubrimiento, la prueba de corroboración y la prueba aportada por el testimonio en contrario.

Mi veredicto fue que la fiabilidad esencial de éstos estaba fuera de toda duda.

¿QUIÉN CREO A DIOS? Edición en español publicada por Editorial Vida – 2007 Miami, Florida

© 2003 por Ravi Zacharias y Norman Geisler

Las etapas del dolor

Octubre 15

Las etapas del dolor

Lectura bíblica: Romanos 8:26–30

Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito. Romanos 8:28

a1Un mes después del fallecimiento del papá de Amalia, sus amigas que habían sido tan comprensivas al principio, ahora parecían indiferentes. Amalia todavía se sentía terriblemente triste cuando empezaron a decirle cosas como: “Ya es hora de que se te pase” y “Tienes que pensar en otras cosas” y hasta: “¡Olvídate ya!”. Amalia se preguntaba qué le pasaba que no podía librarse del dolor.

Lo que nadie le explicó a Amalia fue que cuando sucede una tragedia que a uno le toca de cerca es imposible librarse del sentimiento poderoso que llamamos el dolor de una pérdida. De hecho, hay un proceso de dolor por el que pasa la mayoría. El dolor puede durar semanas o meses, pero el que sufre pasa por cinco etapas concretas. Conocer estas etapas te puede ayudar a ti o a algún amigo a comprender la gama de emociones que uno siente cuando sufre una tragedia:

Con frecuencia, la primera reacción al dolor es negación. No puedes creer que algo tan terrible haya pasado. Una de las maneras como tu mente trata de manejar el dolor es pensar: No puede ser. Esto no me está sucediendo.

La segunda etapa del dolor es resentimiento. Te empiezas preguntar: ¿Por qué sucedió esto? Cuando no encuentras una respuesta satisfactoria, es posible que sientas resentimiento hacia las personas que te parecen las responsables, resentimiento a la persona que falleció y te dejó solo, y hasta resentimiento contigo mismo, creyendo que en parte eres responsable.

La tercera etapa del dolor es querer hacer un trato. Quieres alivio de esta horrible situación. Entonces, le prometes a Dios hacer cualquier cosa con tal de que arregle tu situación y haga desaparecer el dolor.

Otra etapa es la depresión. Te das cuenta de que la tragedia es irreparable. Te sientes abrumado por la tristeza, y quizá el temor, la ansiedad o la soledad.
La etapa final del dolor es la aceptación. A medida que pasa el tiempo, empiezas a aceptar la realidad de tu pérdida y comienzas a “seguir adelante”.

Es normal —y saludable— pasar por las cinco etapas del dolor cuando sufres por algo triste sucedido en tu vida. Algunas de esas etapas pueden ir y venir, ir y volver a venir. No creas que las poderosas emociones que sientes no son normales. Y a su tiempo, tu dolor cederá dando lugar a sentimientos mejores, la certidumbre de que Dios te ama y sigue en control de tu mundo.

PARA DIALOGAR
¿Para qué saber todas esas etapas del sufrimiento? ¿Podrías aprovechar este conocimiento para ayudar a algún amigo que sufre?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a comprender las emociones que sentimos cuando sufrimos un terrible dolor. Ayúdanos a saber cómo ayudar a los amigos que sufren.

PARA HACER
Quizá no necesites hoy esta información. Pero guarda estas cinco etapas del dolor en tu memoria, porque tarde o temprano tú o algún amigo tendrán que pasar por esta poderosa emoción que es el dolor.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.