¡En la tierra paz!

Diciembre 25

a1

¡En la tierra paz!

Lectura bíblica: Lucas 2:8–14

¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad! Lucas 2:14

Es probable que hayas cantado cada uno de los siguientes cantos de Navidad, excepto que hemos agregado palabras para activar tu cerebro. A ver si puedes adivinar los títulos reales; el primero, por ejemplo es “Venid, pastorcillos”. Tacha las palabras que sobran.

1. Venid, muchachos y pastorcillos
2. Noche de guerra y de paz
3. Suenen dulces himnos y campanas
4. Se oye un son y ruido tremendo en alta esfera y en las nubes
5. Vé, dilo en las montañas si vives donde hay montañas
6. ¡Oh aldehuela de Belén y ciudad de Nazaret!
7. ¡Al mundo y a la luna, paz nació Jesús!
8. ¡Oh lindísimo, santísimo, felicísimo!
9. Suenen y toquen dulces himnos en la guitarra

Cuando los ángeles cantaron “En la tierra paz” su mensaje no fue una adivinanza. Trajeron la nueva de gran gozo: ¡Jesucristo es el Príncipe de Paz!
Jesús vino para traer paz a tu mundo. Quiere darte paz a ti. Y ninguna persona ni ninguna cosa te puede dar la paz que Jesús promete. Su paz comienza con la paz interior de confiar en él y dejar que su paz gobierne tu vida.

Al ir desarrollando la paz de Jesús, te conviertes en un pacificador como él. Cuando tu familia tiene desacuerdos, ¿eres tú un agente de paz o empeoras las cosas? Cuando tu hermanito empieza a molestarte, ¿tratas de calmarlo o lo molestas tanto como te molesta él a ti? Cuando tus amigos ofenden o critican —y tú eres la víctima— ¿buscas maneras de resolver la situación?

La paz que Jesús dio —que puedes disfrutar hoy— es de lo que se trata Navidad. Por eso, extiende la paz de Dios. Ese es un regalo de Navidad que Jesús apreciará.

PARA DIALOGAR
¿De qué manera compartirás hoy la paz de Jesús?

PARA ORAR
Señor Jesús, trajiste verdadera paz a nuestro mundo. Haz que nosotros también seamos pacificadores.

PARA HACER
Traza un plan para extender la paz de Dios a tu alrededor.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿Por qué celebramos Navidad el 25 de diciembre?

¿Por qué celebramos Navidad el 25 de diciembre?

Gracia a Vosotros :: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez.

¿Por qué celebramos Navidad el 25 de diciembre?
Escritura: Escrituras Seleccionadas
Código: QA68

a1El 25 de diciembre es el aniversario tradicional del nacimiento de Cristo, pero muchos académicos están inseguros de la verdadera fecha.

La decisión de celebrar la Navidad el 25 de diciembre fue hecha durante el siglo cuarto por los obispos de la iglesia en Roma. Ellos tenían sus razones específicas.

Habiéndose ya apartado de la adoración del único y verdadero Dios y creador de todo, muchas culturas en el Imperio de Roma habían caído en la adoración del sol. Reconociendo su dependencia en el curso anual del sol en los cielos, ellos hacían fiestas alrededor del solsticio invernal en diciembre, cuando los días eran más cortos. Como parte de sus festivales, ellos construían hogueras para darle fuerza al dios del sol y traerlo de nuevo a la vida. Cuando era aparente que los días eran más largos, se regocijaban.

Los líderes de la iglesia en Roma, decidieron celebrar el nacimiento de Cristo durante el solsticio invernal en un intento de convertir esta celebración popular pagana en algo cristiano. Por una parte, sus esfuerzos fallaron al tratar de convencer a la gente; y las fiestas paganas continuaron. Hoy nos encontramos con una mezcla extraña de elementos paganos y cristianos que caracterizan nuestra celebración moderna de la Navidad.

A pesar del trasfondo pagano de muchas tradiciones de diciembre, y de si Jesús nació realmente el 25 de diciembre o no, nuestro objetivo es fijar los ojos de todos los hombres al verdadero Creador y Cristo de la Navidad. La luz del mundo ha venido. Y la temporada y la celebración de la Navidad ofrece a la iglesia muchas oportunidades maravillosas para predicar las buenas nuevas – que los hombres pueden ser hechos justos y tener paz con Dios por medio de la fe en Su hijo, Jesucristo.

 

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Veamos lo que sabes

Diciembre 24

Veamos lo que sabes

Lectura bíblica: Lucas 2:1–7

Y dio a luz a su hijo primogénito. Lucas 2:7

a1

¿Conoces realmente la historia de la Navidad? Prueba tus conocimientos trazando un círculo alrededor de la respuesta correcta en cada una de las siguientes preguntas. Encontrarás las respuestas al pie de la página.

1. Los antepasados de José eran de
a\tab Belén
b\tab Nazaret
c\tab Buenos Aires
d\tab ninguno de los tres

2. Cierto o falso: María y José estaban casados cuando nació Jesús.

3. Un pesebre es un
a\tab establo para animales domésticos
b\tab un cajón de madera para almacenar heno
c\tab un comedero
d\tab un granero

4. ¿Quién les dijo primero a María y José que fueran a Belén?
a\tab Augusto César
b\tab un ángel en un sueño
c\tab un viejo amigo
d\tab un agente de viajes

5. ¿Quiénes vieron una “estrella en el oriente”?
a\tab los pastores
b\tab los reyes
c\tab las reinas
d\tab ninguno de los tres

6\tab Los magos encontraron a Jesús en
a. una caballeriza
b. un pesebre
c. un hotel
d. una casa

Lo más importante de la historia de la Navidad no es que domines sus pormenores. El centro de la Navidad es el nacimiento de Jesús. Piénsalo: El Dios que hizo el cielo y la Tierra —el Dios que te hizo a ti— vino al mundo en la forma de un bebé humano nacido a una pareja común. Dios, quien es espíritu, se hizo humano como lo eres tú.

Y Dios lo hizo todo porque te ama y quiere ser tu amigo. El regalo más grande que Dios te ha dado es él mismo, en la forma de su Hijo. El regalo más grande que le puedes dar es tú mismo para poder disfrutar de la amistad que Dios quiere tener contigo.

PARA DIALOGAR
¿Cómo te vas a dar a ti mismo a Dios en gratitud por todo lo que te ha dado él?

PARA ORAR
Señor, queremos darnos a ti. ¡Muéstranos cómo hacerlo!

PARA HACER
¡Dedica algo de tiempo hoy a Dios, adorando al que vino a tu mundo para conocerte!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Los billetes falsos

Diciembre 23

Los billetes falsos

Lectura bíblica: Mateo 6:22–24

No podéis servir a Dios y a las riquezas. Mateo 6:24

a1¿Has oído el cuento de Federico y Felipe, los dos bobalicones falsificadores de dinero? Estos bobos imprimieron un montón de dinero falso, y este dinero sí que era falso. En lugar de imprimir billetes de $1, $10 o $100, imprimieron billetes de $18.

—¿Cómo vamos a gastar nuestro dinero? —le preguntó Federico a Felipe—. Todo el mundo se va a dar cuenta de que nuestros billetes de $18 son falsos.
—Tengo una idea —dijo Felipe—. Llevemos el dinero a algún pueblito en el interior. Quizá alguno en un lugar así no se dé cuenta y nos cambia este dinero por dinero de verdad.

Fue así que Federico y Felipe tomaron una bolsa del dinero falso y emprendieron su viaje al interior, primero en una carretera de primera, luego un camino de campo, y por último un caminito de tierra. Después de varias horas se detuvieron en un negocio humilde y descuidado.

—Seguro que aquí nos cambian los billetes de $18 sin problemas —dijo Federico, y Felipe estuvo de acuerdo.
Entraron al negocio y se acercaron al anciano detrás del mostrador.
—¿Nos podría dar cambio? —preguntó Federico.
—Supongo que sí —contestó el anciano—. ¿Qué necesitan?
Felipe contestó:
—Cambio para un billete de $18.
—No hay problema —dijo el anciano, tomando el billete.
Federico le guiñó el ojo a Felipe. El plan parecía funcionar.
—¿Cómo quieren el cambio? ¿En dos billetes de $9 o en tres de $6?
Si el dinero es siempre lo principal en tu vida, tienes más problemas que Federico y Felipe.

El dinero es extraño. Cuanto más tienes, más quieres. Y Jesús lo dijo claramente: No puedes servir a Dios y el dinero. Cuando el dinero controla tu vida, quieres agarrarlo, guardártelo y gastártelo todo para ti. Cuando Dios controla tu vida, lo compartes con gusto.

Para el creyente, el dinero es una herramienta para ayudar al prójimo. Eso no significa que tienes que regalar todo lo que tienes. Significa simplemente que no dejas que tu anhelo de llenarte de cosas se descontrole.

Si lo único que andas pensando en este momento es la cantidad de regalos que vas a recibir para Navidad o el Día de Reyes, quizá estés sirviendo al señor equivocado, al dinero. ¡Deja que Dios te transforme el corazón al ir pensando en lo que puedes dar en esta época del año en que se dan tantas cosas!

PARA DIALOGAR
¿Qué pensamientos dominan tu mente en este momento: dar o recibir?

PARA ORAR
Padre, danos el tipo de corazón generoso que tienes tú, que fue tan generoso que enviaste a tu Hijo a la Tierra.

PARA HACER
Haz una pausa y piensa hoy en los regalos que estás dando para Navidad. ¿Necesitas conseguir algo más para regalar?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

El chico de la limonada

Diciembre 22

El chico de la limonada

Lectura bíblica: Mateo 6:19–21

No acumuléis para vosotros tesoros en la tierra… Acumulad para vosotros tesoros en el cielo. Mateo 6:19, 20

a1La historia de Emilio comienza con quioscos de limonada. No sólo un quiosco, sino toda una cadena de quioscos.

A Emilio le encantaba el ruidito de su alcancía cuenta monedas. Y un verano cuando el Sol estaba más sofocante que nunca y los vecinos de su pueblo sufrían muchísimo del calor, tuvo una idea. Una idea llena de centavitos. En la esquina de la calle principal de su querido pueblo, Emilio puso un quiosco para vender limonada. Como la gente estaba muerta de calor, vendió limonada a barrilazos. Porque su limonada era tan rica y el Sol estaba tan fuerte, podía venderla a un precio alto. Y así lo hizo.

Pero Emilio recién empezaba. Al poco tiempo puso quioscos en distintas calles. Empleó a otros chicos para que sirvieran la limonada mientras él la hacía, la llevaba a los quioscos y corría de vuelta a casa con las ganancias. Al poco tiempo era el rey de la limonada, sin rivales en el pueblo.

Emilio estaba ayudando a aplacar la sed de sus vecinos, pero no era eso lo que le interesaba. Lo único que le interesaba era el garaje lleno de cosas que se había comprado con su dinero. No que las disfrutara tanto. Lo único que le importaba a Emilio era tener más y más.

Tema para comentar: ¿Alguna vez eres como Emilio? ¿Alguna vez lo único que te importa es tener más y más?
Es normal querer tener cosas buenas. El secreto es querer las mejores cosas.

Es fácil pensar como Emilio, que las mejores cosas que puedes tener son cosas como discos compactos, ropas, autos, juegos de vídeo, equipo deportivo, equipo para la computadora y más. Pero, ¿te has detenido a pensar dónde estarán esas cosas dentro de un año? La ropa habrá pasado de moda, el equipo electrónico será obsoleto y los juegos de vídeo un aburrimiento total. Y en algunos años, todo se habrá convertido en polvo.

Si lo único que tienes para mostrar de tu trabajo son “cosas”, no tienes mucho que mostrar. Pero tienes la oportunidad de hacer una elección más sabia: invertir tu tiempo y tus esfuerzos en tesoros que duren más que un par de años.

Los tesoros que duran para siempre son las relaciones estrechas y cariñosas que tenemos con otros, el tipo de relaciones que dan como resultado que confíen en Cristo y se desarrollen como sus discípulos. Estos son tesoros que nunca perderán su valor ni pasarán de moda. ¡Y esa es una oportunidad de invertir que no puedes pasar por alto!

PARA DIALOGAR
¿De qué manera puedes invertir tu tiempo en tesoros que duren?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a invertir sabiamente nuestra vida en cosas que tienen valor eterno.

PARA HACER
¿Qué cambios necesitas hacer en el modo como inviertes tu tiempo? ¡Invierte hoy algo de tiempo y energía en un amigo!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Busca a quien Dios eligió para ti

Diciembre 21

Busca a quien Dios eligió para ti

Lectura bíblica: Hebreos 13:4

Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal. Hebreos 13:4

a1Jorge lloraba al ver alejarse el camión de mudanza y, detrás de éste, a Julia y su mamá en el auto. La mujer perfecta para Jorge acababa de desaparecer de su vida. La vida como había sido hasta ahora había terminado. Nunca volvería a querer a nadie. Momento difícil para un chico de ocho años.

Quizá nunca has pensado en tu propio matrimonio. Pero es probable que una que otra vez tu mamá y tu papá sí. Hasta puede ser que ya están orando pidiendo a Dios que un día te guíe hacia la esposa o el esposo apropiado para ti. ¡Qué espanto!

Quizá todavía estés pensando en el sexo opuesto como seres extraños. O quizá ya miras de reojo y te gusta un poco la chica o el chico que se sienta atrás tuyo en la escuela. Nunca sabes cuándo sucederá el momento mágico en que de pronto te das cuenta que los varones —o las chicas— son la invención más grandiosa de Dios.

Sea cual fuere la etapa en que estás, existe un principio que se aplica en todas las etapas: nunca se te ocurra noviar con alguien que no sería un cónyuge fantástico.

¿Qué queremos decir con “fantástico”? No necesariamente la chica despampanante que gana un concurso de belleza. Ni el muchacho musculoso considerado el mejor deportista en la escuela. Aquí van dos consejos para escoger lo mejor:

Primer consejo: Dios quiere que elijas alguien que amas. No te molestes por andar detrás de un chico o una chica porque a todos los demás les gusta. Encuentra alguien que coincide contigo. Luego limita tu elección a la persona con quien puedes compartir el amor descrito en 1 Corintios 13:4–8. Cuando te encuentras con alguno que te parece que te gusta, pon a prueba tu posible relación. Sí, es una prueba difícil. ¡Adelante, tacha de tu lista a todos que no pasan la prueba!

Segundo consejo: Dios quiere que elijas alguien que lo sigue a él como lo sigues tú. En 2 Corintios 6:14 dice: “No os unáis en yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿qué compañerismo tiene la rectitud con el desorden?”. El novio o novia —y cónyuge— nunca será uno que no sigue a Jesús con entusiasmo. ¡Así que no busques a nadie que no sea creyente!

Puedes cumplir ese principio ahora mismo decidiéndote hoy a buscar siempre la mejor opción que Dios tenga reservada para ti. Él tiene un plan maravilloso. No te conformes con nadie que no sea el (o la) mejor cuando te guste alguien, o te pongas de novio (o de novia) o te vayas a casar.

PARA DIALOGAR
¿Qué tal anda tu corazón? ¿Está decidido a buscar lo mejor que Dios tiene reservado para ti, ahora y en el futuro?

PARA ORAR
No es demasiado pronto para orar sobre tu matrimonio. Pídele hoy a Dios que te guíe hacia la persona apropiada, ¡pero no hasta dentro de muchos años!

PARA HACER
¿Te comprometes hoy a una cosa: hablar cándidamente con tus padres acerca de los tipos de chicos o chicas que te parece que podrías amar? Tu familia te puede ayudar a empezar a aprender cómo encontrar lo mejor que Dios tiene reservado para ti.

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Sin condiciones

Diciembre 20

Sin condiciones

Lectura bíblica: Juan 3:16–21

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16

a1—Puedes entrar a ver a tu papá —le dijo la enfermera a Ricardito. Cuando entró en el cuarto del hospital, se quedó mirando con los ojos muy abiertos a su papá acostado en la cama. Su papá estaba rodeado de tubos y monitores.

Parecía que papá estaba durmiendo, pero abrió los ojos cuando oyó entrar a su hijo.

—Hola, Ricardito —dijo sonriendo.

Trató de extenderle la mano, pero una aguja inyectada en la mano impedía que la moviera.

Ricardito tomó con cuidado la mano de su papá. Sabía que su papá no estaba enfermo; acababa de hacer algo increíble por su hermano Alberto, el tío de Ricardito. Cuando los riñones de su tío habían dejado de funcionar, su papá le dio uno de los suyos, dejando que los doctores lo sacaran de su cuerpo y se lo trasplantaran a Alberto. Su papá le había salvado la vida a su tío.

Algunos regalos son demasiado grandes y demasiado buenos como para poder corresponderlos… como el de un papá que dona un órgano a su hermano… un agente de policía que muere salvando a un niño… un Salvador que muere por los pecados del mundo.

Esos son regalos obsequiados sin condiciones. Pero mucho del supuesto amor que recibimos en la vida dista de ser así.

Muchos tipos de amor dicen: “Te amo si…” o Te amo porque…”. Dice: “Te amo si te portas bien” o “Te amo si actúas o te vistes de cierta manera” o “Te amo si desapareces y dejas de molestarme”. O dice: “Te amo porque eres tan hermosa” o “Te amo porque me haces reír”. Ese es un amor que nos tenemos que ganar siendo la persona que el otro quiere, haciendo lo que el otro quiere o teniendo lo que el otro quiere. Este tipo de amor si y porque es un amor condicional.

“Te quiero y punto” es el tipo de amor que todos buscamos. No impone condiciones. Sigue con nosotros si lo merecemos o no. Dice: “Te amo a pesar de como puedas ser en lo más profundo de tu ser. Te amo a pesar de todo lo que pueda cambiar en ti. Te amo no importa lo que puedas o no puedas hacer por mí”. El “amor y punto” se da sin esperar nada a cambio. El “amor y punto” es incondicional.

Ese era el tipo de amor que el papá de Ricardito tenía por su hermano. Y es el gran amor que Dios tiene por ti, el que lo motivó a dar a su Hijo, Jesús, para morir por tus pecados. No hay manera de que puedas ganarte este tipo de amor, y tampoco puedes perderlo. ¡El Señor te lo brinda sin condiciones!

PARA DIALOGAR
¿De qué maneras puedes amar a los que están a tu alrededor con un tipo de amor “Amor y punto”?

PARA ORAR
Agradece a Dios su amor incondicional y pídele que te llene de su amor hacia tu prójimo.

PARA HACER
¡Demuéstrale hoy a un amigo “amor y punto”!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

Amar el templo de Dios

Diciembre 19

Amar el templo de Dios

Lectura bíblica: 1 Corintios 6:19, 20

Glorificad a Dios en vuestro cuerpo. 1 Corintios 6:20

a1La mamá de Lalo se queda mirándolo con la boca abierta por lo que acaba de decir su hijito de cinco años.
—Querido, ¿sabes lo que significa esa palabra?

Lalo mueve negativamente la cabeza.

—Bueno, es el nombre de una parte del cuerpo de los varones —dice mamá—, pero no es un nombre bueno. Tú sabes el nombre que usa el doctor, ¿no es cierto? Sigamos usando ese nombre.

Dios tuvo una idea maravillosa cuando creó al ser humano. No nos hizo el alma para flotar en el aire. La acomodó en un cuerpo. Hizo algunas partes que son privadas. Y el cuerpo que nos dio merece todo nuestro respeto.

Efesios 5:29 dice: “Nadie aborreció jamás a su propio cuerpo; más bien, lo sustenta y lo cuida”. El problema es que algunos quieren a sus cuerpos de una manera equivocada. Quizá se privan de alimento o se hacen punzar distintas partes del cuerpo o se lo cortan. Otros abusan de las drogas, comen demasiado, nunca se levantan del sillón o se entregan a otros millones de placeres.

Dios tiene un plan mejor para tu cuerpo.

El apóstol Pablo tenía una pregunta importante para los creyentes en Corinto. “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Corintios 6:19). Si tu cuerpo es el templo de Dios, dijo Pablo, entonces debes usarlo para la gloria de Dios. Y es allí donde entra todo el respeto que se merece. Aquí van tres realidades para recordar sobre esto:

Tu cuerpo tiene que durar mucho tiempo. Siendo chico tienes oportunidad de cuidar tu cuerpo antes de que se te ponga fofo, o antes de que se te caigan los dientes. ¡Y de disfrutar de tu lindo cabello antes de quedarte calvo!

Tu cuerpo te pertenece a ti. Nadie tiene el derecho de dañar tu cuerpo. Nadie tiene ninguna razón para tocarte las partes cubiertas por tu traje de baño, con excepción del médico cuando te examina para asegurarse de que estás sano, o tus padres cuando te ayudan a bañarte.

Tu cuerpo pertenece a tu futuro esposo o esposa. Por supuesto que has notado la diferencia entre chicos y chicas. Dios te formó de esa manera, y te diseñó para que disfrutaras de estar cerca de tu cónyuge. Una manera increíblemente importante como puedes amar tu cuerpo es actuar de acuerdo con las reglas de Dios cuando se trata de relaciones entre chicos y chicas.

Dios hizo tu cuerpo para darte todo tipo de buenas sensaciones. Te hizo para que lo disfrutes en maneras que no te perjudiquen a ti ni perjudiquen a otros. Eso es amar tu cuerpo como Dios tuvo la intención que lo amaras. ¡Y es así como glorificas al Señor!

PARA DIALOGAR
¿Conoces a personas que maltratan su cuerpo, descuidándolo o dándole todos los antojos? ¿Qué les pasa a estas personas con el paso del tiempo?

PARA ORAR
Señor, gracias por darnos nuestro cuerpo. Es un maravilloso regalo tuyo.

PARA HACER
¿De qué manera quieres demostrar hoy tu amor por tu cuerpo?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

No te conformes con menos

Diciembre 18

a1

No te conformes con menos

Lectura bíblica: 1 Juan 4:7–12

El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 1 Juan 4:8

Pregúntale a amigos o parientes mayores si se acuerdan de una vieja canción que decía que la infatuación y el matrimonio iban juntos como un caballo con una carreta. Te dirán que es el amor —no alguna infatuación— y el matrimonio lo que van juntos. Pero en el diario vivir, muchos los confunden. Entonces, ¿cuál es la diferencia?
Infatuaciones son cuando las chicas se babean por los chicos. Es cuando los chicos le dan un puñete cariñoso a las chicas en el brazo. Quizá no confundirías esos sentimientos melosos con el verdadero amor. Pero fíjate en las enormes diferencias entre una infatuación y el verdadero amor.

Infatuación
Verdadero amor
Comienza y termina súbitamente
Sigue aumentando a medida que pasa el tiempo
Sigue superficial
Se profundiza
Altibajos emocionales
Un compromiso que se mantiene firme
Enamorado del amor
Enamorado de una persona
Rompe las relaciones cuando se irrita
No se da por vencido cuando aparece un problema
Se enfoca en lo físico
Se enfoca en el carácter
Toma
Da
Mis sentimientos
Las necesidades del otro
Centrado en sí mismo
Se autocontrola
Atracción física ante todo
Atención emocional y espiritual ante todo
Espera encontrar felicidad
Espera poner todo de su parte para lograr felicidad
Pregunta: “¿Qué tal me va?”
Pregunta: “¿Qué tal te va?”
Acepta si el otro reúne ciertas condiciones
Acepta incondicionalmente
Cree que la otra persona es perfecta
Ve los puntos fuertes y los débiles
Ignora los problemas
Encara los problemas para resolverlos
¡Cuántas diferencias! Las infatuaciones se esfuman. Pero el amor verdadero perdura. Aunque una amistad entre una chica y un chico no culmine en el matrimonio, el verdadero amor sigue amando.

Esas características del amor, ¿te hacen pensar en alguien? Debieran hacerlo, porque reflejan las características del amor de Dios por ti. Tú eres todos los días el objeto de ese amor generoso e incondicional. Y cuando comienzas a poner en práctica esas características en tus relaciones humanas, eres un reflejo del amor de Dios.

PARA DIALOGAR
Contesta en tus propias palabras: ¿Cuál es la diferencia entre una infatuación y el verdadero amor?

PARA ORAR
Señor, ayúdanos a expresar el verdadero amor a los que decimos querer.

PARA HACER
Es probable que hayas sido testigo de infatuaciones de chicos y chicas. Quizá te has sentido presionado a tener un “amorcito”. ¿Te parece que te conviene hablar con mamá o papá sobre eso?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

¿Qué tiene que ver el amor con eso?

Diciembre 17

¿Qué tiene que ver el amor con eso?

Lectura bíblica: 1 Corintios 13:1–13

El amor tiene paciencia y es bondadoso. 1 Corintios 13:4

a1Usamos la palabra “amor” para expresar muchas cosas diferentes. Decimos que nuestro perrito es un “amor”. Exclamamos que mamá es un “amor” por habernos comprado el disco compacto que queríamos. Hablamos de amor filial, de amor romántico, de amor matrimonial.
Observando los diferentes usos de la palabra amor podemos pensar que amor significa cualquier tipo de afecto hacia prácticamente cualquier cosa. Entonces, en realidad, ¿qué quiere decir la gente cuando afirma que ama a algo o alguien? ¿En qué consiste el verdadero amor?
Oír a los humanos hablar del verdadero amor puede resultar muy confuso. Pero una mirada a la Biblia nos muestra que Dios no tiene ningún problema en definir al amor verdadero.

Empecemos por decir lo que no es el amor.

El verdadero amor como lo define la Biblia no se trata sólo de sentimientos. No es meramente una fuerte emoción o atracción. No se basa en la vista, la hermosura física, el romance ni en un sentimiento cálido y agradable. Quizá te gusta resolver problemas matemáticos hasta quedar bizco. ¡Pero te conviene buscar otra palabra que no sea “amor” para describir la emoción que sientes por las matemáticas!

Porque el verdadero amor bíblico no se trata sólo de un sentimiento no significa que no te hará feliz, pues produce fuertes emociones. Pero nuestras emociones van y vienen como el viento, dependiendo de nuestro humor. El amor verdadero es algo más.

Si eso no es verdadero amor, veamos ahora lo que sí es el verdadero amor.

• Amor se deletrea D–A–R. Siempre está dando.
• El amor demuestra respeto mutuo.
• El amor no pone condiciones de aceptación.
• El amor es realista. No vive en un mundo de sueños.
• El amor se hace responsable del ser que ama.
• El amor se demuestra con un compromiso que perdura.
• El amor nunca deja de crecer.

Cuanto más comprendamos lo que la Palabra de Dios dice sobre el amor verdadero, más amor tendremos para compartir.

PARA DIALOGAR
¿Cómo se comparan tus actitudes y expectativas del amor con esta definición bíblica del amor?

PARA ORAR
Señor, enséñame a amar, a realmente amar de la manera como defines tú el amor.

PARA HACER
¡Tápate la boca —por lo menos hoy— cuando usas la palabra “amor” para significar algo que no es verdadero amor!

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.