¿QUIÉN ES SU PRÓJIMO?

¿QUIÉN ES SU PRÓJIMO?

9/30/2016

la-verdad-para-hoy

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Romanos 13:9

Cuando Pablo dice que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, quiere decir que debemos tener el mismo cuidado e interés por los demás que el que tenemos por nosotros mismos. Pablo dijo lo mismo de esta manera: “No mi­rando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual ­también por lo de los otros” (Fil. 2:4). Usted debe interesarse en la comodidad, la felicidad, la paz y la alegría de los demás tanto como se interesa en la de usted.

¿De quién es la cara que usted lava por la mañana? ¿De quién es el cabello que usted peina? ¿De quién es la ropa que compra? ¿De las comodidades de quién se preocupa usted? Usted está interesado en su con­ser­vación y en su comodidad, y debe interesarse en los demás de la misma manera. Présteles tanta atención como se presta a sí mismo. Eso es amar a su prójimo como a usted mismo.

¿Quién es su prójimo? Cualquiera que se cruce en su camino. Aunque sea difícil amar a todo el mundo, usted tiene una nueva capacidad en usted para hacer eso (Ro. 5:5).

Disponible en Internet en: http://www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2012 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros (http://www.gracia.org/acercaDeGAV.aspx?page=derechos).

Asociaciones increíbles

30 Septiembre 2016

vpv-logo_0

Asociaciones increíbles
por Charles R. Swindoll

1 Reyes 17:10-16

Elías estaba en una situación que, desde toda perspectiva humana, era imposible. Pero la buena noticia es que él vio más allá de la dificultad. Manejó el problema con fe, no con temor.

Elías había decidido que no se iba a dejar vencer por esta melancolía inicial. La viuda tenía puestos sus ojos en las imposibilidades; un puñado de harina, una minúscula cantidad de aceite, unos pocos leños. Elías se preparó para trabajar y se concentró en las posibilidades.

¿Por qué pudo hacerlo? Porque en él estaba aflorando un nuevo hombre de Dios. Había estado en Querit. Había visto la prueba de la fidelidad de Dios. Había sobrevivido al arroyo seco. Había obedecido a Dios y, sin ninguna vacilación, se había ido a Sarepta.

Usted no puede hablar de lo que no tiene experiencia. Usted no puede animar a alguien a creer lo imposible si antes no ha creído lo imposible. Usted no puede encender la lámpara de la esperanza de otra persona si su propia antorcha de fe no está ardiendo.

Cuando Elías vio el recipiente de harina y la botella de aceite casi vacíos, dijo, casi con un encogimiento de hombros: «Eso no es problema para Dios. Entra y prepara esas tortas. Y prepara también algunas para ti y para tu hijo.» Luego le dijo porqué. Escuche estas confiadas palabras de fe: «La harina de la tinaja no se acabará, y el aceite de la botella no faltará hasta el día en que el SEÑOR de lluvia sobre la superficie de la tierra.»

¡Qué gran promesa! La mujer debió haber mirado a Elías, a este cansado y polvoriento extranjero, asombrada y perpleja, mientras escuchaba esas palabras que ella jamás había oído antes.

¿Alguna vez ha estado usted en presencia de una persona de fe? ¿Se ha rosado alguna vez con hombres o mujeres de Dios que no tienen la palabra «imposible» en su vocabulario? Si no ha sido así, encuentre algunas personas así, porque las necesita en su vida. ¡Esta clase de asociaciones increíbles son las que Dios utiliza para desarrollar nuestra fe!

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

– See more at: https://visionparavivir.org/devocional#sthash.OfxlSMA7.dpuf

ZONA DE GRACIA

ZONA DE GRACIA

images

Pablo Martini
Programa No. 2016-09-30

En las áreas protegidas de la Franja de Gaza, refugiados palestinos buscan tregua en grandes hangares dispuestos por convenio entre árabes e israelíes y bajo la tutela de las NN.UU. Es una zona “segura”, donde el conflicto bélico que acosa medio oriente desde hace medio siglo no tiene tanto impacto. Aterrados, los padres y sus hijos, aferrados a sus madres, observan con horror los aviones y los misiles que surcan el cielo, tanto desde una frontera como la otra. Supuestamente, estas armas de destrucción masiva no deben caer sobre esta franja. Pero la realidad es otra. Cada día civiles inocentes mueren o son mutilados justamente en el lugar donde deberían estar a salvo. Son promesas incumplidas. Es una zona donde la ambición y el orgullo ¿santo? pueden más que la tregua y el perdón. El hombre busca, desde siempre, “zonas seguras”. En la generación prediluviana tuvieron su refugio en la gran arca. Lot fue puesto a salvo en Sinar de la condenación que acabó con Sodoma. Cuando las plagas azotaban a la soberbia egipcia, le campamento de los hebreos estuvo a salvo. En la invasión a Canaán, los espías estuvieron a salvo en casa de Rahab, la ramera. Ya instalados en su tierra Jehová dispuso una ciudad de refugio para que todo aquel pecador desprevenido esté a salvo hasta tanto se aclare su delito. A David, Dios los escondió en una cueva, a Elías en el Monte Carmelo, a Jeremías en una cisterna y a Daniel en un foso con leones. Fueron “Zonas de Gracia”. Lugares donde, aunque ruga la tormenta fuera, adentro estás a salvo.

En medio de este mundo agitado, con oleadas de delincuencia, inmoralidad, atentados terroristas y vicios destructivos ¿no anhela tu alma un lugar seguro, estar a salvo, una zona de descanso?… Dios ofrece este sitio en Cristo. Es una zona donde, a pesar que habrá tanto buenos como malos momentos, cosas planeadas y cosas aparentemente descontroladas, momentos felices y de los otros, los tristes y con lágrimas, siempre el protagonista de ese lugar será la Gracias de Dios y su amor. Puedes entrar, aún hay lugar, la puerta sigue abierta. No te quedes afuera. Es peligroso… Muy inseguro.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Toda propuesta de seguridad momentánea a parte de Cristo es solamente otro paso que te acerca más a la condenación eterna.

Disponible en Internet en: http://www.labibliadice.org

Contenido publicado con autorización de:
La Biblia Dice
Av.Galo Plaza Lasso N63-183 y de los Cedros
Telf. 00593-2-2475563
Quito-Ecuador

La plaga de langostas

Joel 1-3

9781586403546

La plaga de langostas

Palabra del Señor que vino a Joel, hijo de Petuel.

Oíd esto, ancianos,
y prestad oído, habitantes todos de la tierra.
¿Ha acontecido cosa semejante[a] en vuestros días,
o en los días de vuestros padres?
Contadlo a vuestros hijos,
y vuestros hijos a sus hijos,
y sus hijos a la siguiente generación.

Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta;
lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón;
y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón.
Despertad, borrachos, y llorad,
y gemid todos los que bebéis vino,
a causa del vino dulce
que os es quitado de la boca.
Porque una nación ha subido contra mi tierra,
poderosa e innumerable;
sus dientes son dientes de león,
y tiene colmillos de leona.
Ha hecho de mi vid una desolación,
y astillas[b] de mi higuera.
Del todo las ha descortezado y derribado;
sus sarmientos se han vuelto blancos.

Laméntate como virgen ceñida de cilicio
por el esposo de su juventud.
Han sido cortadas la ofrenda de cereal y la libación
de la casa del Señor.
Están de duelo los sacerdotes,
los ministros del Señor.
10 El campo está asolado,
la tierra está de duelo,
porque el grano está arruinado,
el mosto se seca,
y el aceite virgen se pierde.
11 Avergonzaos, labradores,
gemid, viñadores[c],
por el trigo y la cebada,
porque la cosecha del campo se ha perdido.
12 La vid se seca,
y se marchita la higuera;
también el granado, la palmera y el manzano[d],
todos los árboles del campo se secan.
Ciertamente se seca la alegría
de los hijos de los hombres.

13 Ceñíos de cilicio,
y lamentaos, sacerdotes;
gemid, ministros del altar.
Venid, pasad la noche ceñidos de cilicio,
ministros de mi Dios,
porque sin ofrenda de cereal y sin libación
ha quedado la casa de vuestro Dios.
14 Promulgad[e] ayuno,
convocad asamblea;
congregad a los ancianos
y a todos los habitantes de la tierra
en la casa del Señor vuestro Dios,
y clamad al Señor.
15 ¡Ay de ese día!
Porque está cerca el día del Señor,
y vendrá como destrucción del Todopoderoso[f].
16 ¿No ha sido suprimido el alimento de delante de nuestros ojos,
y la alegría y el regocijo de la casa de nuestro Dios?
17 Las semillas[g] se han secado bajo los[h] terrones;
los almacenes han sido asolados,
los graneros derribados
porque se secó el grano.
18 ¡Cómo muge el ganado!
Andan vagando los hatos de vacas
porque no hay pasto[i] para ellas;
hasta los rebaños de ovejas sufren[j].
19 A ti clamo, oh Señor,
porque el fuego ha devorado los pastos del desierto,
y la llama ha consumido todos los árboles del campo.
20 Aun las bestias del campo braman[k] por ti,
porque se han secado los arroyos de agua,
y el fuego ha devorado los pastos del desierto.

El día terrible del Señor

2 Tocad trompeta en Sion,
y sonad alarma en mi santo monte.
Tiemblen todos los habitantes de la tierra,
porque viene el día del Señor,
porque está cercano;
día de tinieblas y lobreguez,
día nublado y de densa oscuridad.
Como la aurora sobre los montes, se extiende
un pueblo grande y poderoso;
nunca ha habido nada semejante a él,
ni tampoco lo habrá después
por años de muchas generaciones.
Delante de él consume el fuego,
y detrás de él abrasa la llama.
Como el huerto del Edén es la tierra delante de él;
y detrás de él, un desierto desolado,
y de él nada escapa.
Como aspecto de caballos es su aspecto,
y como corceles de guerra, así corren.
Como estrépito[l] de carros
saltan sobre las cumbres de los montes,
como el crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca,
como pueblo poderoso dispuesto para la batalla.
Ante él tiemblan los pueblos,
palidecen[m] todos los rostros.
Como valientes corren,
como soldados escalan la muralla;
cada uno marcha por su camino,
y no se desvían de sus sendas.
No se aprietan uno contra otro,
cada cual marcha por su calzada;
y cuando irrumpen[n] por las defensas[o],
no rompen las filas.
Se lanzan sobre la ciudad,
corren por la muralla,
suben a las casas,
entran por las ventanas como ladrones.
10 Ante ellos[p] tiembla la tierra,
se estremecen los cielos,
el sol y la luna se oscurecen,
y las estrellas pierden su resplandor.
11 El Señor da su voz delante de su ejército,
porque es inmenso su campamento,
porque poderoso es el que ejecuta su palabra.
Grande y terrible es en verdad el día del Señor,
¿y quién podrá soportarlo?

Invitación al arrepentimiento

12 Aun ahora —declara el Señor
volved a mí de todo corazón,
con ayuno, llanto y lamento.
13 Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos;
volved ahora al Señor vuestro Dios,
porque El es compasivo y clemente,
lento para la ira, abundante en misericordia,
y se arrepiente de infligir el mal.
14 ¿Quién sabe si volverá y se apiadará,
y dejará tras sí bendición,
es decir, ofrenda de cereal y libación
para el Señor vuestro Dios?
15 Tocad trompeta en Sion,
promulgad ayuno, convocad asamblea,
16 reunid al pueblo, santificad la asamblea,
congregad a los ancianos,
reunid a los pequeños y a los niños de pecho.
Salga el novio de su aposento
y la novia de su alcoba.
17 Entre el pórtico y el altar,
lloren los sacerdotes, ministros del Señor,
y digan: Perdona, oh Señor, a tu pueblo,
y no entregues tu heredad al oprobio,
a la burla entre las naciones.
¿Por qué han de decir entre los pueblos:
“Dónde está su Dios”?

Misericordia del Señor

18 Entonces el Señor se llenará[q] de celo por su tierra,
y tendrá[r] piedad de su pueblo.
19 El Señor responderá, y dirá[s] a su pueblo:
He aquí, yo os enviaré grano, mosto y aceite,
y os saciaréis de ello,
y nunca más os entregaré al oprobio entre las naciones.
20 Al ejército del norte lo alejaré de vosotros
y lo echaré a una tierra árida y desolada,
su vanguardia hacia el mar oriental,
y su retaguardia hacia el mar occidental.
Y ascenderá su hedor y subirá su fetidez,
porque ha hecho terribles[t] cosas.

21 No temas, oh tierra, regocíjate y alégrate,
porque el Señor ha hecho grandes cosas.
22 No temáis, bestias del campo,
porque los pastos del desierto han reverdecido,
porque el árbol ha dado su fruto,
la higuera y la vid han producido en abundancia[u].
23 Hijos de Sion, regocijaos
y alegraos en el Señor vuestro Dios;
porque El os ha dado la lluvia temprana[v] para vuestra vindicación[w],
y ha hecho descender para vosotros la lluvia,
la lluvia temprana[x] y la tardía[y] como en el principio.
24 Y las eras se llenarán de grano,
y las tinajas[z] rebosarán de mosto y de aceite virgen.
25 Entonces os compensaré por los años
que ha comido la langosta,
el pulgón, el saltón y la oruga,
mi gran ejército, que envié contra vosotros.
26 Tendréis mucho que comer y os saciaréis,
y alabaréis el nombre del Señor vuestro Dios,
que ha obrado maravillosamente con vosotros;
y nunca jamás será avergonzado mi pueblo.
27 Y sabréis que en medio de Israel estoy yo,
y que yo soy el Señor vuestro Dios
y no hay otro;
nunca jamás será avergonzado mi pueblo.

Derramamiento del Espíritu de Dios

28 [aa]Y sucederá que después de esto,
derramaré mi Espíritu sobre toda carne;
y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán,
vuestros ancianos soñarán sueños,
vuestros jóvenes verán visiones.
29 Y aun sobre los siervos y las siervas
derramaré mi Espíritu en esos días.
30 Y haré prodigios en el cielo y en la tierra:
sangre, fuego y columnas de humo.
31 El sol se convertirá en tinieblas,
y la luna en sangre,
antes que venga el día del Señor, grande y terrible.
32 Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor
será salvo[ab];
porque en el monte Sion y en Jerusalén
habrá salvación[ac],
como ha dicho el Señor,
y entre los sobrevivientes estarán los que el Señor llame.

Juicio de las naciones

3 [ad]Porque he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo,
cuando yo restaure el bienestar[ae] de Judá y Jerusalén,
reuniré a todas las naciones,
y las haré bajar al valle de Josafat[af].
Y allí entraré en juicio con ellas
a favor de mi pueblo y mi heredad, Israel,
a quien ellas esparcieron entre las naciones,
y repartieron mi tierra.
También echaron suertes sobre mi pueblo,
cambiaron[ag] un niño por una ramera,
y vendieron una niña por vino para poder beber.

Además, ¿qué tenéis que ver conmigo, Tiro, Sidón y todas las regiones de Filistea? ¿Os queréis vengar de mí? Si de esta manera os vengáis de mí, bien pronto haré volver vuestra venganza sobre vuestra cabeza. Por cuanto habéis tomado mi plata y mi oro, y os habéis llevado mis valiosos[ah] tesoros a vuestros templos, y habéis vendido los hijos de Judá y Jerusalén a los griegos[ai] para alejarlos de su territorio, he aquí, yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y devolveré vuestra venganza sobre vuestra cabeza. También venderé vuestros hijos y vuestras hijas a[aj] los hijos de Judá, y ellos los venderán a los sabeos, a una nación lejana —porque el Señor lo ha dicho.

Proclamad esto entre las naciones:
Preparaos para[ak] la guerra, despertad a los valientes;
acérquense, suban todos los soldados.
10 Forjad espadas de vuestras rejas de arado
y lanzas de vuestras podaderas;
diga el débil: Fuerte soy.
11 Apresuraos y venid, naciones todas de alrededor,
y reuníos allí.
Haz descender, oh Señor, a tus valientes.
12 Despiértense y suban las naciones
al valle de Josafat[al],
porque allí me sentaré a juzgar
a todas las naciones de alrededor.
13 Meted la hoz, que la mies está madura;
venid, pisad, que el lagar está lleno;
las tinajas[am] rebosan, porque grande es su maldad.
14 Multitudes, multitudes en el valle de la decisión[an].
Porque cerca está el día del Señor en el valle de la decisión[ao].
15 El sol y la luna se oscurecen,
y las estrellas pierden su resplandor.
16 El Señor ruge desde Sion
y desde Jerusalén da su voz,
y tiemblan los cielos y la tierra.
Pero el Señor es refugio para su pueblo
y fortaleza para los hijos de Israel.
17 Entonces sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios,
que habito en Sion, mi santo monte.
Y Jerusalén será santa,
y los extranjeros no pasarán más por ella.

Restauración de Judá

18 Y sucederá que en aquel día
los montes destilarán vino dulce,
las colinas manarán leche,
y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas;
brotará un manantial de la casa del Señor
y regará el valle de Sitim[ap].
19 Egipto será una desolación,
y Edom será un desierto desolado,
por la violencia hecha a[aq] los hijos de Judá,
en cuya tierra han derramado sangre inocente.
20 Pero Judá será habitada para siempre,
y Jerusalén por todas las generaciones.
21 Y yo vengaré su sangre, que aún no he vengado,
pues el Señor habita en Sion.

Notas al pie:

  1. Joel 1:2 Lit., esto
  2. Joel 1:7 O, tocón
  3. Joel 1:11 O, Los labradores se avergüenzan, los viñadores se lamentan
  4. Joel 1:12 O, albaricoque
  5. Joel 1:14 Lit., Consagrad
  6. Joel 1:15 Heb., Shaddai
  7. Joel 1:17 O, Los higos secos
  8. Joel 1:17 Lit., sus
  9. Joel 1:18 O, pastor
  10. Joel 1:18 Lit., soportan castigo
  11. Joel 1:20 Lit., anhelan
  12. Joel 2:5 Lit., ruido
  13. Joel 2:6 O, cambian de color
  14. Joel 2:8 Lit., caen
  15. Joel 2:8 Lit., contra el arma arrojadiza, probablemente, jabalina
  16. Joel 2:10 Lit., él
  17. Joel 2:18 O, se llenó
  18. Joel 2:18 O, tuvo
  19. Joel 2:19 O, respondió y dijo
  20. Joel 2:20 Lit., grandes
  21. Joel 2:22 Lit., su riqueza
  22. Joel 2:23 I.e., de otoño
  23. Joel 2:23 O posiblemente, El os ha dado maestro para justicia
  24. Joel 2:23 I.e., de otoño
  25. Joel 2:23 I.e., de primavera
  26. Joel 2:24 O, lagares
  27. Joel 2:28 En el texto heb., cap. 3:1
  28. Joel 2:32 O, librado
  29. Joel 2:32 O, liberación
  30. Joel 3:1 En el texto heb., cap. 4:1
  31. Joel 3:1 O, haga volver a los cautivos
  32. Joel 3:2 I.e., el Señor juzga
  33. Joel 3:3 Lit., dieron
  34. Joel 3:5 Lit., mejores
  35. Joel 3:6 Lit., hijos de Javán
  36. Joel 3:8 Lit., en mano de
  37. Joel 3:9 Lit., Consagrad
  38. Joel 3:12 I.e., el Señor juzga
  39. Joel 3:13 O, lagares
  40. Joel 3:14 I.e., la sentencia de Dios
  41. Joel 3:14 I.e., la sentencia de Dios
  42. Joel 3:18 O, de las acacias
  43. Joel 3:19 Lit., violencia de

La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

ÁMENME A MÍ Y AMEN A LOS DEMÁS

ÁMENME A MÍ Y AMEN A LOS DEMÁS

la-verdad-para-hoy

9/29/2016

De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Mateo 22:40

Jesús dijo que los Diez Mandamientos pudie-ran resumirse en dos mandatos: ámenme a mí y amen a los demás. Tal vez usted se pregunte cómo puede poner en práctica todos los mandamientos de la Biblia. La respuesta es muy sencilla: “Ame a Dios, ame a las personas y haga lo que quiera”.

Cuando usted ama a Dios con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas, y ama a su prójimo como a usted mismo, puede hacer lo que usted quiera porque será la persona que Dios quiere que sea. Gracias a su amor, usted no matará a nadie, no corromperá a nadie, no robará nada ni codiciará lo que tenga otra persona. El Espíritu cultivará en su corazón un amor que impide cualquier deseo de hacer lo malo.

Disponible en Internet en: http://www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2012 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros (http://www.gracia.org/acercaDeGAV.aspx?page=derechos).

Prueba severa

29 Septiembre 2016

Prueba severa
por Charles R. Swindoll

1 Reyes 17:8-9

Tal como hicimos antes, veamos primero el significado de este lugar donde se le ordenó al profeta que fuera. Sarepta proviene de un verbo hebreo que significa «mezclar, fundir.» Curiosamente, la forma sustantiva significa «prueba severa.» El lugar pudo haber sido llamado así porque habría alguna planta para fundir en algún sitio cercano; pero no podemos asegurarlo. Sin embargo, cualquiera que sea el origen del nombre, Sarepta sería una «prueba severa» para Elías, un lugar designado por Dios para refinar más el profeta, y para que marcara una gran diferencia en el resto de su vida.

Fue casi como si el Señor le estuviera diciendo a su siervo: «Primero te llevé a Querit para alejarte de las luces brillantes y de la plataforma pública, donde pudiera bajarte los humos y reducirte a un hombre que confiara en mí, pese a todo. Fue allí que comencé a renovarte interiormente por medio de las disciplinas de la soledad, el silencio y el anonimato. Pero ahora llegó el momento de hacer un trabajo aún más profundo. Ahora, Elías, aumentaré el fuego del horno y te fundiré para convertirte exactamente en la clase de hombre que yo necesito para que cumpla el propósito que tengo en mente.»

Si usted camina con el Señor bastante tiempo, descubrirá que sus pruebas vendrán muchas veces una después de la otra. O quizás sería mucho más exacto decir una tras otra, tras otra, tras otra. Por lo general, sus pruebas preparatorias no se limitan a una o dos, sino que se multiplican. Tan pronto como usted sale de una prueba severa pensando: «Bien, salí de esta,» cae en otra, donde la llama es todavía más caliente.

Las pruebas severas crean un carácter como el de Cristo. Esto es precisamente lo que el himnólogo tenía en mente cuando escribió ¡Cuán firme cimiento! Leemos en su tercera estrofa:

La llama no puede dañarte jamás,
si en medio del fuego te ordena pasar;
el oro de tu alma más puro será,
pues solo la escoria se ha de quemar.

Eso es lo que hace una prueba severa. Eso es lo que hace un horno de fundición. Saca toda la escoria a la superficie para que pueda ser retirada, dejando así una mayor pureza.

Las pruebas severas crean un carácter como el de Cristo. —Charles R. Swindoll

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

– See more at: https://visionparavivir.org/devocional#sthash.GyLG3FTO.dpuf

VERDADERA CREDENCIAL

VERDADERA CREDENCIAL

images

Pablo Martini
Programa No. 2016-09-29

Nuestras obras nos definen tanto como nosotros definimos nuestras obras. Esta es una verdad cíclica que, en la mayoría de los casos se reconoce tarde, para bien o para mal. En palabras más populares de un reconocido refrán: “Cría fama y échate a dormir”. Es que es imposible convencer a las personas que somos otra cosa diferente a lo que ellos ven hacer en nosotros, porque somos lo que hacemos y hacemos lo que somos. Es lamentable ver en nuestros días cómo muchos “borran con el codo lo que escriben con la mano”, lo que hacen habla tan fuerte que no deja escuchar lo que dicen. Una cosa en la iglesia, otra en el hogar. Se da muchas veces la misma escena que se dio en el relato del Génesis, cuando Jacob engañó a su padre Isaac, ¿te acuerdas? El padre confundido le dijo: “A la verdad, la voz es la voz de Jacob, pero las manos las manos de Esaú”. En las escrituras Jacob representa lo espiritual, mientras que Esaú lo carnal, y ¿no es cierto que muchas veces nuestra creencia y prédica hablan con la voz de lo espiritual, pero lo que hacen nuestras manos está manchado de carnalidad y mundanalidad?
Nuestra actividad diaria, aquellas cosas que mayoritariamente consumen nuestro tiempo y energías, denuncian nuestras prioridades. Los hábitos, las cosas que practicas a diario, aquellas experiencias que marcan tu estilo de vida; moldean tu conducta, definen tu carácter y forjan tu destino final. Así que vamos siendo lo que estamos haciendo. Es imperceptible, es sutil, es un proceso lento pero efectivo, que en el mejor de los casos traerá como consecuencia una persona madura emocionalmente y con una vida sana. De lo contrario, la imagen que Dios tuvo en mente al crearte, se irá desdibujando gradualmente a medida que te entregas a un estilo de vida sensual, con hábitos nocivos que, aunque a ti te parezca que los tienes controlados, a la larga te darás cuenta que ellos te controlan a ti y será demasiado tarde.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

La clase de obras que hago demuestra la clase de obrero que soy.

Disponible en Internet en: http://www.labibliadice.org

Contenido publicado con autorización de:
La Biblia Dice
Av.Galo Plaza Lasso N63-183 y de los Cedros
Telf. 00593-2-2475563
Quito-Ecuador

El amor de Dios por su pueblo

Oseas 11-14

9781586403546

El amor de Dios por su pueblo

11 Cuando Israel era niño, yo lo amé,
y de Egipto llamé a mi hijo.
Cuanto más los llamaban los profetas,
tanto más se alejaban de ellos[a];
seguían sacrificando a los Baales
y quemando incienso a los ídolos.
Sin embargo yo enseñé a andar a Efraín,
yo lo llevé en mis[b] brazos;
pero ellos no comprendieron que yo los sanaba.
Con cuerdas humanas los conduje[c], con lazos de amor,
y fui para ellos como quien alza el yugo de sobre sus quijadas[d];
me incliné y les di de comer.

No volverán[e] a la tierra de Egipto,
sino que Asiria será su rey,
porque rehusaron volver a mí.
La espada girará contra sus ciudades,
destruirá sus cerrojos
y los consumirá por causa de sus intrigas.
Pues mi pueblo se mantiene infiel contra mí;
aunque ellos[f] lo llaman para que se vuelva al Altísimo[g],
ninguno le exalta.

¿Cómo podré abandonarte, Efraín?
¿Cómo podré entregarte, Israel?
¿Cómo podré yo hacerte[h] como a Adma?
¿Cómo podré tratarte como a Zeboim?
Mi corazón se conmueve dentro de mí,
se enciende toda mi compasión[i].
No ejecutaré el furor de mi ira;
no volveré a destruir a Efraín.
Porque yo soy Dios y no hombre, el Santo en medio de ti,
y no vendré con furor[j].
10 En pos del Señor caminarán,
El rugirá como un león;
ciertamente El rugirá,
y sus hijos vendrán temblando desde el occidente.
11 De Egipto vendrán temblando como aves,
y de la tierra de Asiria como palomas,
y yo los estableceré en sus casas —declara el Señor.

12 [k]Efraín me rodea de mentiras,
y de engaño la casa de Israel;
Judá todavía anda lejos de Dios,
y del Santo, que es fiel.

Efraín reprendido

12 [l]Efraín se alimenta de viento,
y persigue sin cesar al solano.
Multiplica la mentira y la violencia;
hacen además pacto con Asiria,
y el aceite es llevado a Egipto.
El Señor tiene también contienda con Judá,
y castigará a Jacob conforme a sus caminos;
conforme a sus obras le pagará.
En el vientre tomó a su hermano por el calcañar,
y en su madurez luchó con Dios.
Sí, luchó con el ángel y prevaleció,
lloró y le pidió su ayuda;
en Betel le encontró,
y allí El habló con nosotros,
sí, el Señor, Dios de los ejércitos,
el Señor es su nombre[m].
Y tú, vuelve a tu Dios,
practica la misericordia[n] y la justicia[o],
y espera siempre en[p] tu Dios.
A un mercader[q], en cuyas manos hay balanzas falsas,
le gusta oprimir.
Y Efraín ha dicho: Ciertamente me he enriquecido,
he adquirido[r] riquezas para mí;
en todos mis trabajos no hallarán en mí
iniquidad alguna que sea pecado.
Pero yo he sido el Señor tu Dios desde la tierra de Egipto;
de nuevo te haré habitar en tiendas,
como en los días de la fiesta señalada.
10 También he hablado a los profetas
y multipliqué las visiones[s];
y por medio[t] de los profetas hablé en parábolas[u].
11 ¿Hay iniquidad en Galaad?
Ciertamente son indignos.
En Gilgal sacrifican toros,
sí, sus altares son como montones de piedra
en los surcos del campo.

12 Mas Jacob huyó a la tierra[v] de Aram,
e Israel sirvió por una mujer,
y por una mujer cuidó rebaños.
13 Por un profeta el Señor hizo subir a Israel de Egipto,
y por un profeta fue guardado.
14 Efraín le ha irritado amargamente;
por eso su Señor dejará sobre él su culpa de sangre,
y le devolverá su oprobio.

La idolatría de Efraín condenada

13 Cuando Efraín hablaba, reinaba el temor[w];
se había exaltado a sí mismo en Israel,
pero por causa de Baal pecó[x] y murió.
Y ahora continúan pecando:
se hacen imágenes fundidas,
ídolos, con su plata, conforme a su pericia[y],
todo ello obra de artífices.
De ellos dicen: Que los hombres que sacrifican[z], besen los becerros.
Por tanto, serán como niebla de la mañana,
y como rocío que pronto desaparece[aa],
como paja aventada de la era,
y como humo de chimenea[ab].

Mas yo he sido el Señor tu Dios
desde la tierra de Egipto;
no reconocerás a otro dios fuera de mí,
pues no hay más salvador que yo.
Yo te cuidé[ac] en el desierto,
en tierra muy seca.
Cuando comían sus pastos, se saciaron,
y al estar saciados, se ensoberbeció su corazón;
por tanto, se olvidaron de mí.
Seré, pues, para ellos como león;
como leopardo junto al camino acecharé[ad].
Como osa privada de sus cachorros, me enfrentaré a ellos
y les desgarraré el pecho[ae],
y allí los devoraré como leona,
como los desgarraría una bestia salvaje.

Tu destrucción vendrá, oh Israel,
porque estás contra mí, contra tu ayuda[af].
10 ¿Dónde está ahora tu rey
para que te salve en todas tus ciudades,
y tus jueces de quienes me decías:
Dame rey y príncipes?
11 Te di rey en mi ira,
y te lo quité en mi furor.

12 Atada está la iniquidad de Efraín,
guardado su pecado.
13 Dolores de parto vienen sobre él;
no es un hijo sensato,
porque no es hora de que se demore en la apertura del vientre[ag].
14 ¿Los libraré del poder[ah] del Seol[ai]?
¿Los redimiré de la muerte?
¿Dónde están, oh muerte, tus espinas[aj]?
¿Dónde está, oh Seol, tu aguijón[ak]?
La compasión estará oculta a mi vista.

15 Aunque él florezca entre los juncos[al],
vendrá el solano,
viento del Señor que sube del desierto,
y su fuente se secará
y su manantial se agotará;
despojará su tesoro de todos los objetos preciosos.
16 [am]Samaria será considerada culpable,
porque se rebeló contra su Dios.
Caerán a espada;
serán estrellados sus niños,
y abiertos los vientres de sus mujeres encinta.

Conversión y perdón de Israel

14 [an]Vuelve, oh Israel, al Señor tu Dios,
pues has tropezado a causa de[ao] tu iniquidad.
Tomad con vosotros palabras[ap], y volveos al Señor.
Decidle: Quita toda iniquidad,
y acéptanos bondadosamente[aq],
para que podamos presentar el fruto de nuestros labios[ar].
Asiria no nos salvará,
no montaremos a caballo,
y nunca más diremos: “Dios nuestro[as]
a la obra de nuestras manos,
pues en ti el huérfano halla misericordia.

Yo sanaré su apostasía,
los amaré generosamente,
pues mi ira se ha apartado de ellos.
Seré como rocío para Israel;
florecerá como lirio,
y extenderá sus raíces como los cedros del Líbano.
Brotarán[at] sus renuevos,
y será su esplendor[au] como el del olivo,
y su fragancia como la de los cedros del Líbano.
Los que moran a su sombra,
cultivarán de nuevo el trigo[av]
y florecerán como la vid.
Su fama será como la del vino del Líbano.

Efraín, ¿qué tengo yo que ver ya con los ídolos?
Yo respondo y te[aw] cuido.
Yo soy como un frondoso ciprés;
de mí procede tu fruto.

Quien es sabio, que entienda estas cosas;
quien es prudente, que las comprenda.
Porque rectos son los caminos del Señor,
y los justos andarán por ellos;
pero los transgresores tropezarán en ellos.

Notas al pie:

  1. Oseas 11:2 La versión gr. (Sept.) dice: yo los llamaba…se alejaban de mí
  2. Oseas 11:3 Así en algunas versiones antiguas; en heb., El los llevó en sus
  3. Oseas 11:4 O, atraje
  4. Oseas 11:4 O, alza al niño contra sus mejillas
  5. Oseas 11:5 Lit., No volverá
  6. Oseas 11:7 I.e., los profetas de Dios
  7. Oseas 11:7 Lit., hacia lo alto
  8. Oseas 11:8 Lit., darte
  9. Oseas 11:8 Lit., a una mis compasiones
  10. Oseas 11:9 Otra posible lectura es: y no entraré en la ciudad
  11. Oseas 11:12 En el texto heb., cap. 12:1
  12. Oseas 12:1 En el texto heb., cap. 12:2
  13. Oseas 12:5 Lit., memorial
  14. Oseas 12:6 O, lealtad
  15. Oseas 12:6 O, el derecho
  16. Oseas 12:6 Lit., a
  17. Oseas 12:7 O, cananeo
  18. Oseas 12:8 Lit., hallado
  19. Oseas 12:10 Lit., la visión
  20. Oseas 12:10 Lit., mano
  21. Oseas 12:10 Lit., usé comparaciones
  22. Oseas 12:12 Lit., al campo
  23. Oseas 13:1 O, hablaba con temor
  24. Oseas 13:1 O, se hizo culpable
  25. Oseas 13:2 Lit., entendimiento
  26. Oseas 13:2 Lit., sacrificadores de (o, entre) la humanidad
  27. Oseas 13:3 Lit., se va temprano
  28. Oseas 13:3 Lit., ventana
  29. Oseas 13:5 O, conocí
  30. Oseas 13:7 O, vigilaré
  31. Oseas 13:8 Lit., lo que encierra su corazón
  32. Oseas 13:9 O, porque en mí está tu ayuda
  33. Oseas 13:13 Lit., porque es el tiempo en que no debiera detener el rompimiento de los hijos
  34. Oseas 13:14 Lit., de la mano
  35. Oseas 13:14 I.e., región de los muertos
  36. Oseas 13:14 O, plagas
  37. Oseas 13:14 O, destrucción
  38. Oseas 13:15 Otra posible lectura es: hermanos
  39. Oseas 13:16 En el texto heb., cap. 14:1
  40. Oseas 14:1 En el texto heb., cap. 14:2
  41. Oseas 14:1 O, en
  42. Oseas 14:2 I.e., palabras de arrepentimiento
  43. Oseas 14:2 O, acepta lo que es bueno
  44. Oseas 14:2 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., nuestros labios como toros
  45. Oseas 14:3 O, Dioses nuestros
  46. Oseas 14:6 Lit., Irán
  47. Oseas 14:6 O, gloria
  48. Oseas 14:7 O, volverán, cultivarán el trigo
  49. Oseas 14:8 Lit., lo

La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

OBEDECER POR AMOR

OBEDECER POR AMOR

la-verdad-para-hoy

9/28/2016

El propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio.

1 Timoteo 1:5

El guardar un mandamiento debe surgir de un corazón amoroso. Es posible obedecer la ley por temor y tener miedo del castigo de Dios. Pero cuando se hace eso, en realidad no se obedece la ley de manera absoluta porque el temor no es el motivo bíblico de la obediencia. El temor puede hacer que usted se abstenga de hacer algo malo y su efecto puede ser bueno, pero su resultado es incompleto.

Algunos guardan la ley por interés egoísta. Creen que si llevan una vida moral, Dios los recompensará. Pero ese no es un motivo puro para la obediencia; es egoísta. Aunque pudiera abstenerse de hacer lo malo y hacer exteriormente cosas buenas, no tendrá usted una obediencia que resulta de una actitud de amor. El verdadero propósito de la ley es cultivar el amor de corazón. Así es que se cumple la ley.

Disponible en Internet en: http://www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2012 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros (http://www.gracia.org/acercaDeGAV.aspx?page=derechos).

Carrera de obstáculos

28 Septiembre 2016

vpv-logo_0

Carrera de obstáculos
por Charles R. Swindoll

1 Reyes 17:5-7

Una experiencia que es parte de todo campamento de entrenamiento es la agotadora, penosa y a veces intimidante carrera de obstáculos. No es divertida ni fácil, pero su exigente disciplina prepara al recluta para cualquier situación que enfrentara en el futuro, particularmente bajo fuego enemigo. En la vida espiritual, antes de que podamos sacarle provecho verdaderamente a la «vida escondida» que Dios utiliza para prepararnos para cualquier situación que Él tenga para nosotros en el futuro, tenemos que vencer por lo menos cuatro grandes obstáculos. Pienso en ellos como cuatro membranas de la carne: orgullo, temor, resentimiento y hábitos arraigados. El conquistar estas capas de resistencia nos preparará para el futuro y nos fortalecerá para el combate con el adversario.

En un sentido muy real, Dios ha creado un campamento de entrenamiento para Sus hijos, pero esto no dura ocho o diez semanas. Tampoco es un seminario de fin de semana que podemos tomar, o un taller de un día al cual podemos asistir. El curso de capacitación de Dios se realiza periódicamente a través de toda la vida cristiana. Allí, en el centro mismo de los obstáculos, del dolor y de la soledad, llegamos a darnos cuenta de cuán vivo está Dios en nuestras vidas, de Su realidad y Su control. Él nos invadirá, nos reducirá, nos doblegará y nos humillará, para que podamos convertirnos en las personas que Él quiere que seamos.

No importa cuántos años hayamos andado con el Señor, tenemos todavía, a veces, que pasar por nuestro propio Getsemaní. Esto sucede cada vez que Él nos envía al arroyo para vivir la vida escondida. Ocurre cada vez que Él nos desorienta cuando nos desplaza; cada vez que Él quita todos los apoyos; cada vez que Él nos quita las comodidades; cada vez que Él nos quita la mayoría de los «derechos» que una vez disfrutamos. Y Él hace todo esto para poder convertirnos en la persona que no podríamos ser en otras circunstancias. Él sabe muy bien lo que hace.

Elías fue a Querit como el enérgico vocero de Dios, un profeta. Salió de Querit siendo un hombre de Dios más espiritual. Todo esto sucedió porque fue puesto junto a un arroyo que se secó. Estuvo solo, pero no olvidado. Fue probado, pero no abandonado.

El curso de capacitación de Dios se realiza a través de toda la vida cristiana. —Charles R. Swindoll

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

– See more at: https://visionparavivir.org/devocional#sthash.rz3SNNe4.dpuf