La Biblia Dice…

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David Logacho
2016-09-25

La primera consulta para el programa de hoy nos ha sido hecha por una amiga oyente de Santiago de Chile. Dice así: Tengo 13 años y recibí a Jesucristo como mi Salvador cuando tenía 8. Hace unos pocos días, me habló un joven creyente de la iglesia para decirme que ha estado orando al Señor para que yo sea su enamorada y para pedirme que yo también ore al Señor para buscar su dirección y después le dé una respuesta. Yo nunca he tenido ningún interés en ese joven, y además me parece que estoy muy niña como para entrar en una relación formal de enamoramiento con alguien. ¿Me pueden dar algún consejo?

Con mucho gusto amiga oyente. Antes de nada, permíteme señalar que el enamoramiento es la fase previa al matrimonio. Digo esto para rebatir la idea común en muchos jóvenes, tanto hombres como mujeres, quienes ven al enamoramiento como un pasatiempo, o como un hobby. Por eso es que existen jóvenes, tanto hombres como mujeres, que hoy están enamorados de alguien y mañana están enamorados de alguien diferente y así sucesivamente. El joven que ha hablado contigo parece ser un joven maduro, por cuanto ha estado orando por ti desde hace tiempo y por cuando te ha pedido que tú también ores para buscar la dirección del Señor para tu vida en relación con el enamoramiento. Tú dices que nunca has tenido ningún interés en ese joven. Bueno, eso no es problema, porque si la voluntad de Dios es que tú seas enamorada de él, Dios mismo pondrá en ti el interés que por ahora no tienes en él. Recuerda que el amor que debe existir entre los enamorados no es algo que nace sino algo que se tiene que aprender. Tú decides lo que amas y lo que no amas. Es cuestión de la voluntad y no de las emociones. Donde me parece que existe mayor dificultad es en tu corta edad. 13 años me parece muy temprano como para entrar a una relación seria de enamoramiento. Percibo que a ti también te parece que estás muy niña para enamorarte. La Biblia dice en Cantares 2:7 que no es prudente hacer despertar ni hacer velar al amor hasta que quiera. Parece que a ti todavía no te ha llegado el tiempo para hacer despertar al amor. Siendo así, yo te aconsejaría que con sinceridad busques la dirección del Señor en oración sobre este asunto. Lee mucho tu Biblia, ora mucho al Señor y si persiste ese pensamiento que todavía no es tiempo para hacer despertar al amor, lo prudente será hablar con aquel joven para decirle que simplemente no estás lista para comenzar una relación de enamoramiento. Mientras llegue el tiempo para hacer despertar al amor, espera confiada en la dirección del Señor. Mientras tanto, dedica tu tiempo por entero a tus estudios, a tu familia, a tu iglesia, a tus amigas y amigos. Si tú te mantienes fiel al Señor, él mismo se encargará de mostrarte cuando es la hora para comenzar una relación de enamoramiento y él mismo se encargará de traer a tu vida el joven a quien tú harás feliz y quien te hará a ti feliz. No olvides que la relación de enamoramiento debe ser con el total acuerdo de tus padres, de los padres de él y de los líderes de la iglesia. Si no tienes luz verde de todas estas personas, es mejor que no entres a una relación de enamoramiento. Espero que esta sugerencia te ayude a tomar una decisión correcta.

La segunda consulta de hoy nos ha sido hecha por una amiga oyente de Quito, Ecuador. Dice así: Según Mateo 17:24 tanto Pedro como Jesús, fueron requeridos a pagar las dos dracmas. ¿Por qué tenían que pagar esto?

Gracias por su consulta amiga oyente. Vamos a leer el pasaje que se encuentra en Mateo 17:24-27 donde dice: “Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderles, vé al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.” Jesús estaba en la casa y Pedro afuera. En eso, se acercaron a Pedro los que cobraban las dos dracmas. En cuanto a su valor, un dracma era lo que ganaba un jornalero por un día de trabajo. Es decir que Pedro y Jesús tenían que pagar el equivalente a dos días de trabajo. Pero ¿por qué es que Pedro y Jesús tenían que pagar estas dos dracmas? Bueno, este era un impuesto que tenían que pagar cada año los varones judíos mayores de veinte años y el dinero recaudado servía para el sostenimiento de la casa de Dios. El cobro de este impuesto se remonta al cumplimiento de la palabra de Dios en Éxodo 30:11-14 donde dice: “Habló también Jehová a Moisés, diciendo: Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado. Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová. Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová” Este es el impuesto que se estaba cobrando a Pedro y a Jesús. Medio siclo expresado en dinero del tiempo de Jesús era equivalente a dos dracmas. Jesús explicó a Pedro que los miembros de la familia real están exentos del pago de impuestos. Así, Jesús, el Hijo de Dios, no tenía la obligación de pagar para el sostenimiento de la casa de Dios. Sin embargo, para evitar ofensas, estaba dispuesto a pagar. Jesús no tenía el dinero para pagar, ni tampoco Pedro. Gran dilema para los que piensan que Jesús y sus seguidores eran ricos. Jesús por tanto mandó a Pedro a pescar. El primer pez que muerda el anzuelo tendría en su boca un estatero, moneda equivalente a cuatro dracmas, cantidad exacta para pagar el impuesto de Jesús y Pedro. Impresionante manifestación del poder de Jesús sobre la naturaleza y de la omnisciencia de Jesús. Imagine la escena. Jesús sabía que en el fondo del mar de Galilea, había una moneda. Ordenó a un pez que se coma la moneda, cosa que no es común que hagan los peces, y la guarde en su boca, luego que espere el anzuelo de Pedro y tan pronto lo vea lo muerda. El pez obedeció sin titubear y eso proveyó el dinero que necesitaban Jesús y Pedro para cumplir con sus deberes sociales.

La siguiente consulta nos hace un amigo oyente de Quito, Ecuador. Dice así: ¿Tiene algún significado el hecho que a Jesús le hayan puesto una corona de espinas antes de ser crucificado?

Ciertamente sí, amigo oyente y para apreciarlo en toda su dimensión es necesario remontarnos al primer libro de la Biblia, el libro de Génesis. En este libro, en el capítulo 3 se nos relata ese episodio fatídico cuando el hombre y la mujer caen en pecado y hunden a sus descendientes y a la naturaleza en general en las terribles consecuencias del pecado. Parte de la consecuencia del pecado del hombre lo tenemos en Génesis 3:17-19 donde dice: “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor del rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.” Como consecuencia del pecado del hombre, Dios maldijo la tierra y en lugar de producir de suyo toda planta y todo árbol, la tierra comenzó a producir de suyo espinos y cardos. Para que el hombre pueda extraer de la tierra su alimento necesitaría luchar contra la tendencia natural de la tierra de producir espinos y cardos. Los espinos y cardos que produce la tierra son el símbolo de una tierra maldita por el pecado. Pero qué interesante. Los soldados romanos tomaron lo que la tierra produce de sí, como resultado de la maldición, las espinas y con ello fabricaron una corona para colocar sobre la cabeza de Jesús. Sin ellos advertirlo, estaban simbolizando que el sacrificio de Cristo, servía no solo para la salvación eterna del pecador sino también para quitar de en medio la maldición que, como consecuencia del pecado, pesa sobre la tierra. El sacrificio de un Cristo llevando una corona tejida de espinas, es señal de que algún día, la tierra entera será liberada de la maldición del pecado. Eso se cumplirá en la consumación de los tiempos, cuando la maldición por el pecado sea totalmente eliminada en los cielos nuevos y la tierra nueva. Note lo que dice Apocalipsis 22:3 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estarán en ella, y sus siervos le servirán.” Como Usted podrá notar, en estos nuevos cielos y nueva tierra, no habrá más maldición. La obra perfecta de Cristo en la cruz, logró que se elimine la maldición que pesa sobre la tierra actual a causa del pecado. La corona tejida de espinas que fue puesta sobre la cabeza de Jesús antes de ser crucificado nos debe llevar a meditar en este hecho.

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Visión junto al Tigris

Daniel 10-12

9781586403546

Visión junto al Tigris

10 En el año tercero de Ciro, rey de Persia, un mensaje[a] fue revelado a Daniel, a quien llamaban Beltsasar. El mensaje[b] era verdadero y acerca de un gran conflicto[c]; él comprendió el mensaje[d] y tuvo entendimiento de la visión. En aquellos días, yo, Daniel, había estado en duelo durante tres semanas completas.No comí manjar delicado[e] ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas. Y el día veinticuatro del primer mes, estando yo junto a la orilla del gran río, es decir, el Tigris[f], alcé los ojos y miré, y he aquí, había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con un cinturón de oro puro de Ufaz. Su cuerpo era como de berilo[g], su rostro tenía[h] la apariencia de un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y pies como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. Y sólo yo, Daniel, vi la visión; los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse. Me quedé solo viendo esta gran visión; no me quedaron fuerzas, y mi rostro[i] se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna.Pero oí el sonido de sus palabras, y al oír el sonido de sus palabras, caí en un sueño profundo sobre mi rostro, con mi rostro en tierra.

10 Entonces, he aquí, una mano me tocó, y me hizo temblar sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo: Daniel, hombre muy estimado[j], entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie[k], porque ahora he sido enviado a ti. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando.12 Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso[l] por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia. 14 Y he venido para darte a conocer lo que sucederá a tu pueblo al final de los días, porque la visión es para días aún lejanos. 15 Cuando habló conmigo estas palabras, volví[m] mi rostro a tierra y enmudecí. 16 Y he aquí, uno semejante a un hombre[n] tocó mis labios; entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, a causa de la visión me ha invadido la angustia[o] y me he quedado sin fuerzas. 17 ¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor hablar con uno como mi señor? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me queda aliento.

18 Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció,19 y me dijo: No temas, hombre muy estimado[p]. La paz sea contigo[q]; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. 20 Entonces él dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora vuelvo para luchar contra el príncipe[r] de Persia, y cuando yo termine[s], he aquí, el príncipe[t] de Grecia[u] vendrá. 21 Sin embargo, te declararé lo que está inscrito en el libro de la verdad, pero no hay nadie que se mantenga firme a mi lado[v] contra estas fuerzas, sino Miguel, vuestro príncipe.

11 Y en el año primero de Darío el medo, yo mismo me levanté[w] para serle fortalecedor y protector.

Los reyes del norte y del sur

Y ahora te declararé la verdad: He aquí, se levantarán tres reyes más en[x] Persia, y un cuarto rey obtendrá muchas más riquezas que todos ellos. Cuando éste se haya hecho fuerte con sus riquezas, incitará a todo el imperio contra[y] el reino de Grecia[z]. Se levantará entonces un rey poderoso que gobernará con gran autoridad y hará lo que le plazca. Pero cuando se haya levantado, su reino será fragmentado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo, no a sus descendientes[aa], ni según el poder que ejerció, pues su reino será arrancado ydado a otros fuera de ellos.

Entonces el rey del sur se hará poderoso, y uno de sus príncipes se hará más poderoso que él y dominará; su dominio será un gran dominio. Y años después, harán alianza, y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer el pacto[ab]. Pero ella no retendrá su posición de poder[ac], ni él permanecerá con su poder[ad], sino que ella será entregada juntamente con los que la trajeron, con el que la engendró y con el que la sostenía en aquellos tiempos. Pero se levantará un vástago de sus raíces en su lugar, y vendrá contra el ejército y entrará en la fortaleza del rey del norte, y contenderá con[ae] ellos y prevalecerá. Aun sus dioses, sus imágenes fundidas y sus vasijas preciosas de plata y de oro los tomará y se los llevará a Egipto, y por algunos años él se mantendrá lejos del rey del norte. Y éste entrará en el reino del rey del sur, y luego se volverá a su tierra.

10 Pero sus hijos se movilizarán[af] y reunirán una multitud de grandes ejércitos, y uno de ellos seguirá avanzando e inundará y pasará adelante, para hacer guerra de nuevo[ag] hasta la misma fortaleza. 11 Y se enfurecerá el rey del sur, y saldrá y peleará contra el rey[ah] del norte. Y éste levantará una gran multitud, pero esamultitud será entregada en manos de aquél[ai]. 12 Cuando se haya llevado la multitud, su corazón se enaltecerá y hará caer a muchos millares, pero no prevalecerá. 13 El rey del norte volverá a levantar una multitud mayor que la primera, y al cabo de algunos años[aj] avanzará[ak] con un gran ejército y con mucho equipo.

14 En aquellos tiempos, muchos se levantarán contra el rey del sur; los violentos de tu pueblo también se levantarán para cumplir la visión, pero caerán[al]. 15 Vendrá el rey del norte, levantará un terraplén y tomará una ciudad bien fortificada; y las fuerzas del sur no podrán mantenerse, ni aun sus tropas más selectas[am], porque no habrá fuerzas para resistir. 16 Pero el que viene contra él hará lo que quiera, y nadie podrá resistirlo; y permanecerá por algún tiempo en la Tierra Hermosa[an], llevando[ao] la destrucción en su mano. 17 Y afirmará su rostro para venir con el poder de todo su reino, trayendo[ap] consigo oferta de paz[aq], lo cual llevará a cabo. También le dará una hija de las mujeres para destruirlo, pero ella no lerespaldará ni se pondrá a su lado[ar]. 18 Entonces volverá su rostro hacia las costas y tomará muchas de ellas. Pero un príncipe pondrá fin a su afrenta; además, hará recaer sobre él su afrenta. 19 Después volverá su rostro hacia las fortalezas de su tierra, pero tropezará y caerá, y no se le hallará más.

20 Y se levantará en su lugar otro que enviará un opresor[as] a través de la Joya[at]de su reino; pero a los pocos días será destruido, aunque no en ira ni en batalla.21 En su lugar se levantará un hombre despreciable, a quien no se le han otorgado los honores de la realeza. Vendrá cuando haya tranquilidad y se apoderará del reino con intrigas. 22 Las fuerzas abrumadoras serán barridas[au] ante él y destruidas, así como también el príncipe del pacto. 23 Y después que se haya hecho alianza con él, actuará con engaño, y subirá y ganará poder con poca gente. 24 En un tiempo de tranquilidad entrará en los lugares más ricos de la provincia[av], y logrará lo que nunca lograron sus padres, ni los padres de sus padres; repartirá entre ellos despojos, botín y riquezas, y contra las fortalezas urdirá sus intrigas, pero sólo por un tiempo. 25 Incitará su fuerza y su corazón contra el rey del sur con un gran ejército; y el rey del sur movilizará para la guerra un ejército muy grande y muy poderoso, pero no podrá resistir, porque urdirán intrigas contra él. 26 Y los que comen de sus manjares lo destruirán[aw]; su ejército será barrido y[ax] muchos caerán muertos. 27 En cuanto a los dos reyes, en sus corazones maquinarán el mal, y en la misma mesa se hablarán mentiras; pero esto no tendrá éxito, porque el fin aún ha de venir en el tiempo señalado. 28 Entonces volverá a su tierra con grandes riquezas, pero pondrá su corazón contra el pacto santo; actuará contra éste, y volverá a su tierra.

29 En el tiempo señalado volverá y entrará en el sur, pero esta última vez no resultará como la primera[ay]. 30 Porque vendrán contra él naves de Quitim[az], y se desanimará; volverá y se enfurecerá contra el pacto santo y actuará contra él; volverá, pues, y favorecerá a los que abandonen el pacto santo. 31 Y de su parte se levantarán tropas, profanarán el santuario-fortaleza, abolirán el sacrificioperpetuo y establecerán la abominación de la desolación[ba]. 32 Con halagos hará apostatar[bb] a los que obran inicuamente hacia el pacto, mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará. 33 Y los entendidos entre el[bc]pueblo instruirán a muchos; sin embargo, durante muchos días caerán a espada y a fuego, en cautiverio y despojo. 34 Cuando caigan, recibirán poca ayuda, y muchos se unirán a ellos hipócritamente. 35 También algunos de los entendidos[bd]caerán, a fin de ser refinados, purificados y emblanquecidos hasta el tiempo del fin; porque aún está por venir el tiempo señalado. 36 El rey hará lo que le plazca, se enaltecerá y se engrandecerá sobre todo dios, y contra el Dios de los diosesdirá cosas horrendas[be]; él prosperará hasta que se haya acabado la indignación, porque lo que está decretado se cumplirá. 37 No le importarán los dioses[bf] de sus padres ni el favorito[bg] de las mujeres, tampoco le importará ningún otro dios, porque él se ensalzará sobre todos ellos. 38 En su lugar honrará al dios de las fortalezas, un dios a quien sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, piedras preciosas y cosas de gran valor. 39 Y actuará contra la más fuerte de las fortalezas con la ayuda de un dios extranjero; a los que le reconozcan[bh] colmará de honores, los hará gobernar sobre muchos y repartirá la tierra por un precio.

40 Y al tiempo del fin, el rey del sur se enfrentará con él, y el rey del norte lo atacará con carros, jinetes y con numerosas naves; entrará en sus tierras, lasinvadirá[bi] y pasará. 41 También entrará a la Tierra Hermosa, y muchos paísescaerán; mas éstos serán librados de su mano: Edom, Moab y lo más selecto de los hijos de Amón. 42 Y extenderá su mano contra otros países, y la tierra de Egipto no escapará. 43 Se apoderará de[bj] los tesoros ocultos de oro y plata y de todas las cosas preciosas de Egipto. Libios y etíopes seguirán sus pasos. 44 Pero rumores del oriente y del norte lo turbarán, y saldrá con gran furor para destruir y aniquilar[bk] a muchos. 45 Y plantará las tiendas de su pabellón entre los mares y el monte glorioso y santo; pero llegará a su fin y no habrá quien lo ayude.

El tiempo del fin

12 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre[bl] los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existen las naciones hasta entonces; y en ese tiempo tu pueblo será librado, todos los que se encuentren inscritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno. Los entendidos[bm] brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás. Pero tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.

Entonces yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos estaban de pie, uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. Y uno de ellos dijo al hombre vestido de linoque estaba sobre las aguas del río: ¿Para[bn] cuándo será el fin de estasmaravillas? Y oí al hombre vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, que levantando su mano derecha y su mano izquierda al cielo, juró por aquel que vive para siempre, que será por un tiempo[bo], tiempos[bp] y la mitad de un tiempo[bq]; y cuando se termine la destrucción del poder[br] del pueblo santo, se cumplirán todas estas cosas. Yo oí, pero no pude entender. Entonces dije: Señor mío, ¿cuál será el resultado[bs] de estas cosas? Y él respondió: Anda, Daniel, porque estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10 Muchos serán purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos[bt]comprenderán. 11 Y desde el tiempo en que el sacrificio perpetuo sea abolido y puesta la abominación de la desolación[bu], habrá mil doscientos noventa días.12 Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.13 Mas tú, sigue hasta el fin[bv]; descansarás y te levantarás para recibir tu heredad[bw] al fin de los días.

Notas al pie:

  1. Daniel 10:1 Lit., la palabra
  2. Daniel 10:1 Lit., la palabra
  3. Daniel 10:1 O, guerra
  4. Daniel 10:1 Lit., la palabra
  5. Daniel 10:3 Lit., pan apetecible
  6. Daniel 10:4 Heb., Hiddekel
  7. Daniel 10:6 O, serpentina amarilla
  8. Daniel 10:6 Lit., como
  9. Daniel 10:8 Lit., mi esplendor
  10. Daniel 10:11 Lit., deseado
  11. Daniel 10:11 Lit., de pie donde estás
  12. Daniel 10:13 Lit., se puso de pie frente a mí
  13. Daniel 10:15 Lit., puse
  14. Daniel 10:16 Lit., como una semejanza de hijos de hombre
  15. Daniel 10:16 Lit., me han sobrevenido mis dolores
  16. Daniel 10:19 Lit., deseado
  17. Daniel 10:19 Lit., para ti
  18. Daniel 10:20 I.e., ángel satánico
  19. Daniel 10:20 O, salga
  20. Daniel 10:20 I.e., ángel satánico
  21. Daniel 10:20 Heb., Yavan
  22. Daniel 10:21 Lit., se muestre fuerte conmigo
  23. Daniel 11:1 Lit., el ponerme de pie era
  24. Daniel 11:2 Lit., por
  25. Daniel 11:2 O, todos incitaron
  26. Daniel 11:2 Heb., Yavan
  27. Daniel 11:4 Lit., su posteridad
  28. Daniel 11:6 O, un acuerdo equitativo
  29. Daniel 11:6 Lit., el poder de su brazo
  30. Daniel 11:6 Lit., brazo
  31. Daniel 11:7 Lit., y actuará contra
  32. Daniel 11:10 O, harán guerra
  33. Daniel 11:10 O, para que vuelva y haga guerra
  34. Daniel 11:11 Lit., con él, con el rey
  35. Daniel 11:11 Lit., en su mano
  36. Daniel 11:13 Lit., al cabo de los tiempos, de años
  37. Daniel 11:13 O, seguirá viniendo
  38. Daniel 11:14 Lit., tropezarán, y así en el resto del cap.
  39. Daniel 11:15 Lit., el pueblo de sus escogidos
  40. Daniel 11:16 I.e., Palestina
  41. Daniel 11:16 Lit., y
  42. Daniel 11:17 Lit., y
  43. Daniel 11:17 Lit., cosas equitativas
  44. Daniel 11:17 Lit., estará por él
  45. Daniel 11:20 O, exactor de tributo
  46. Daniel 11:20 Lit., adorno; i.e., probablemente Jerusalén y su templo
  47. Daniel 11:22 O, inundadas
  48. Daniel 11:24 Lit., En la tranquilidad y en los lugares más ricos…entrará
  49. Daniel 11:26 Lit., quebrarán
  50. Daniel 11:26 O, inundará, pero
  51. Daniel 11:29 Lit., no sucederá como la primera y como la última
  52. Daniel 11:30 I.e., Chipre
  53. Daniel 11:31 Lit., que causa desolación o que causa horror
  54. Daniel 11:32 O, corromperá
  55. Daniel 11:33 O, instructores del
  56. Daniel 11:35 O, instructores
  57. Daniel 11:36 Lit., extraordinarias
  58. Daniel 11:37 O, el Dios
  59. Daniel 11:37 O, el deseo
  60. Daniel 11:39 Lit., al que reconozca
  61. Daniel 11:40 O, inundará
  62. Daniel 11:43 Lit., Gobernará en
  63. Daniel 11:44 Lit., dedicar a la destrucción
  64. Daniel 12:1 Lit., está de pie junto a
  65. Daniel 12:3 O, instructores
  66. Daniel 12:6 Lit., Hasta
  67. Daniel 12:7 I.e., año(s)
  68. Daniel 12:7 I.e., año(s)
  69. Daniel 12:7 I.e., año(s)
  70. Daniel 12:7 Lit., de la mano
  71. Daniel 12:8 O, final
  72. Daniel 12:10 O, instructores
  73. Daniel 12:11 U, horrible abominación
  74. Daniel 12:13 I.e., fin de tu vida
  75. Daniel 12:13 O, parte

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