CONSUELO LEGALISTA

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CONSUELO LEGALISTA

alimentemos_el_alma   La angustia de Job viene ahora de quienes debieran ser fuente de consuelo, los amigos. Le habían venido a visitar con ese propósito. Todos ellos son gente de poco discernimiento espiritual. Conocen la justicia de Dios, pero ignoran la gracia y la misericordia. A causa de esto fueron consuelo para Job en la primera semana, cuando estuvieron en silencio, pero espinas hincadas cuando comenzaron a hablar.\

       El problema surge de una incorrecta perspectiva sobre la causa de la aflicción. Amontonan contra él críticas, humillaciones y acusaciones. Es la dimensión propia del legalista que sólo ve problemas en el hermano y que tiene una limitada comprensión del Señor. Cree que Dios castiga por pecado y se olvida de que Él permite las pruebas. Así pensaban los discípulos cuando preguntaron a Jesús sobre el ciego de nacimiento: ¿Quién peco, este o sus padres para que naciese ciego? El legalista es sentencioso y condenatorio. El primero en hablar con Job fue Elifaz. Éste descansa en su propia experiencia. Es un hombre mayor que cree que lo sabe todo (15:10). En lugar de consolar predica. Considera que Job necesita un examen personal que le indique cual es la causa de la prueba. Le acusa de falta de fe y de impaciencia (4:5), aprovechando para decirle que está recibiendo lo que merece, porque Dios no es injusto para castigar al bueno, por tanto, si estaba en depresión y en prueba es porque no era justo como dice. El que acusa se considera un hombre espiritual con mucha experiencia (4:12-17); tuvo visiones (v. 13); aprendió que Dios no actúa incorrectamente (v. 17); por tanto la angustia vital era el resultado de una mala relación con Dios. Al que está en prueba se le recomienda que reconozca que es un castigo divino y que debe confesar su pecado para ser restaurado (5:27). Hay muchas veces, en la vida del que está sufriendo, consoladores sin entendimiento. ¡Dios nos libre de caer en el consuelo del legalista! Pero más aún: Dios nos libre de ser legalistas para otros juzgándolos sin piedad. Eso es un notable pecado.

       Tal vez estés en una situación semejante. Quiero dejarte una palabra de aliento. Deja de ver a los que te rodean y contempla a los victoriosos de la fe, todos zarandeados por el sufrimiento y las pruebas (He. 11:36-40). Mira sobre todo al Hijo de Dios. Ningún sufrimiento más injusto, humanamente hablando, que el suyo. El que “no conoció pecado” (2 Co. 5:21), está en la Cruz diciendo, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Pero también dijo: “… me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo” (Jn. 16:32). ¡Que bendita seguridad! Como fue con Él será también con nosotros. La dificultad y la angustia son permitidas para fortalecer nuestra fe (1 P. 1:6-7). Siempre la aflicción será por un tiempo limitado. La Biblia es el medio de consolación y esperanza (Ro. 15:4). La lectura y meditación de la Escritura producirá en nosotros paciencia y consuelo, porque en ella promete Dios que “a los enlutados levanta a seguridad” (5:11). Refugiémonos en ella y encomendemos nuestra causa al Señor. Abramos hoy la Biblia, volvamos a ella, lloremos sobre sus páginas y encontraremos en ella cuanto necesitamos.

Señor, dame la paz de tu consuelo, la calma de tu aliento y el gozo de tu gracia.

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UN AMIGO RECIBIDO CON AGRADO

UN AMIGO RECIBIDO CON AGRADO

la-verdad-para-hoy

10/12/2016

Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Hebreos 12:11

alimentemos_el_almaEl considerar una prueba como algo que causa gozo es algo que requiere disciplina, ya que el gozo no es la reacción humana natural ante las aflicciones. El cristiano tiene que hacer un compromiso consciente para afrontar cada prueba con una actitud gozosa. Pablo estaba preso en Roma cuando dijo a los filipenses: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!… he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (4:4, 11). Él había aprendido a estar contento y a regocijarse en medio de las pruebas. Eso no es algo que sucede por casualidad.

Cuando vea llegar una prueba, asuma una actitud de gozo que resulta de esperar lo que la obra perfeccionadora del Señor hará a través de la prueba. Debemos estar convencidos de que vamos a afrontar las pruebas con una actitud alegre. Es el gozo de quien considera un privilegio que se pruebe su fe porque sabe que la prueba lo acercará más al Salvador. Entonces una prueba será un amigo recibido con agrado.

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Lealtad dividida

12 Octubre 2016

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Lealtad dividida
por Charles R. Swindoll

1 Reyes 18:16-21

alimentemos_el_almaLa lealtad dividida es tan mala como la idolatría manifiesta. «¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones?», le pregunta Elías al pueblo de Israel. Lo más fácil de hacer cuando uno es superado numéricamente es permanecer en ese mediocre estado de falta de compromiso; y así es como vivía el pueblo de Israel, pero no Elías.

Él les dijo: «no pueden seguir por más tiempo en esta lealtad dividida.»

Las palabras más duras que fueron dadas a las siete iglesias mencionadas en el libro de Apocalipsis (Apocalipsis 2—3), son las dirigidas a la iglesia en Ladicea. La razón es clara. Estaban nadando entre dos aguas. Vivían en la neutralidad. «Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, porque eres tibio, y frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca» (Apocalipsis 3:15-16).

Aléjense de la cerca de la indecisión, le dijo Elías al pueblo de Israel. O están con Dios, o están contra Él.

Quizás usted ha conocido a Dios por muchos años, pero nunca ha estado verdaderamente consagrado a Él. Ahora es el momento de cambiar eso. Deje de ocultar su amor a Cristo y su compromiso con Él. ¡Cuénteselo a todo el mundo! Hable con discreción pero sin temor de su fe. Comience ahora mismo. Hay muchas maneras estratégicas como Dios puede utilizarle: en su negocio, su profesión, su escuela, su vecindario. ¿No está de acuerdo con el nada puro desvío cultural que está sucediendo a nuestro alrededor? ¡Dígalo! ¿Siente que hay una decadencia espiritual en su iglesia, y usted está sirviendo en una posición de liderazgo? ¡Enfréntela!

La neutralidad en la hora de la decisión es una maldición que invariablemente lleva a consecuencias trágicas. Nuestra herramienta más efectiva es la oración de fe. Hasta el último momento, cuando Baal había fallado y Dios estaba a punto de hacer su obra, el único instrumento que Elías utilizó fue la oración.

Nuestra herramienta más efectiva es la oración de fe.—Charles R. Swindoll

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

JESÚS NOS SORPRENDE

JESÚS NOS SORPRENDE

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Pablo Martini
Programa No. 2016-10-12

alimentemos_el_almaEra su obligada visita de cada semana al juez. Gozaba de cierta “libertad condicional”. Su antigua conducta desordenada y violenta estaba todavía presente en el recuerdo de aquella ciudad. Y, lo que es aún peor, también presente en el prontuario judicial de aquel ex convicto. La vida difícil del que tuvo que pagar una condena en la cárcel, su inserción en la sociedad y su rehabilitación linda casi con lo utópico.  Salía de la oficina del juez cuando Carlos Paredes observó una multitud que se agolpaba para ver al famoso artista que estaba a punto de pisar la alfombra. La entrega de los premios “Oscar” se realizaría esa misma noche. ¡Qué diferencia! De un lado de la calle la soledad, la humillación y la desgracia; del otro: el triunfo, los aplausos y la fama. Se acercó para ver si lograba acercarse al que era aplaudido por todos. Intentó abrirse paso entre fotógrafos y fans, pero nada. Con algunos saltos trepó al techo de una casa cercana, (para Carlos esto no era nada difícil) y de allí consiguió una vista privilegiada. El momento llegó, la limusina se estacionó, la puerta se abrió. Miles de flashes iluminaban la tarde. El tan ansiado visitante descendió del vehículo, dio algunos pasos y, antes de entrar al “Salón de la Fama”, se detuvo, alzó su mirada, la clavó en Carlos y con voz firme le dijo: “Luego de la función quiero tomar un café contigo, en tu casa”. Aquel despreciado de la sociedad, la escoria del barrio, el que vivía en soledad no lo podía creer, (Zaqueo tampoco).

Fue igual también conmigo y con millones más de vidas transformadas, que se dejaron sorprender por Jesús en su paso por sus vida. ¿Requisitos?… Ninguno, solo el genuino interés del alma que, cansada de ser devaluada, confía en Aquel que puso su vida en la cruz en rescate por muchos, por mí, por Zaqueo, por ti. ¿Te acercarás para verle? (Te aseguro que también te pedirá permiso para entrar en tu casa).

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Hace dos mil años Dios sorprendió al mundo con su visita, y hoy puede sorprenderte también a ti.

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Exhortación al arrepentimiento

Zacarías 1-4

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Exhortación al arrepentimiento

alimentemos_el_alma1 El octavo mes del año segundo de Darío, vino la palabra del Señor al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: El Señor se enojó mucho contra vuestros padres. Diles, pues: “Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Volveos a mí’ —declara el Señor de los ejércitos— ‘y yo me volveré a vosotros’ —dice elSeñor de los ejércitos. ‘No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo: “Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras.’” Pero no me escucharon ni me hicieron caso’ —declara el Señor. ‘Vuestros padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿viven para siempre? ‘Pero mis palabras y mis estatutos que yo ordené a mis siervos los profetas ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se arrepintieron y dijeron: “Como el Señor de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros.”’”

Visiones de los caballos, de los cuernos y de los artesanos

El día veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, el año segundo de Darío, vino la palabra del Señor al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: He aquí, de noche vi un hombre que iba montado en un caballorojo; él estaba entre los mirtos que había en la quebrada, y detrás de él, caballos rojos, castaños y blancos. Entonces dije: ¿Quiénes son éstos, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Te mostraré quienes son éstos. 10 Y el hombre que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que el Señorha enviado a recorrer la tierra. 11 Y ellos respondieron al ángel del Señor que estaba entre los mirtos y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está en paz[a] y tranquila.

12 Entonces respondió el ángel del Señor y dijo: Oh Señor de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales has estado indignado estos setenta años? 13 Y el Señorrespondió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, palabras consoladoras.14 Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Proclama, diciendo: “Así dice el Señorde los ejércitos: ‘Estoy celoso en gran manera por Jerusalén y por Sion, 15 y con gran enojo estoy yo enojado contra las naciones que están confiadas; porque cuando yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal.’ 16 “Por tanto, así dice el Señor: ‘Me volveré a Jerusalén con compasión; en ella será reedificada mi casa’ —declara el Señor de los ejércitos— ‘y el cordel será tendido sobre Jerusalén.’” 17 Proclama de nuevo, diciendo: “Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Otra vez rebosarán mis ciudades de bienes, otra vez el Señor consolará a Sion y de nuevo escogerá a Jerusalén.’”

18 [b]Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. 19 Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. 20 Entonces el Señor me mostró cuatro artesanos[c]. 21 Y dije: ¿Qué vienen a hacer éstos? Y él respondió, diciendo: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie ha podido levantar la cabeza; pero estos artesanos han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron sus cuernos contra la tierra de Judá para dispersarla.

Futura gloria de Jerusalén

2 [d]Entonces alcé los ojos y miré, y he aquí, vi un hombre con un cordel de medir en la mano. Y le dije: ¿Adónde vas? Y me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud. Y he aquí, cuando el ángel que hablaba conmigo salía, otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a ese joven, y dile: “Sin muros[e] será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganados dentro de ella. “Y yo seré para ella” —declara el Señor— “una muralla de fuego en derredor, y gloria seré en medio de ella.”

¡Ea, ea! Huid de la tierra del norte —declara el Señor— porque como a los cuatro vientos del cielo os dispersé yo —declara el Señor. ¡Ea, Sion, tú que moras con la hija de Babilonia, escápate! Porque así dice el Señor de los ejércitos, cuya[f]gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de su ojo: He aquí, alzaré mi mano contra ellas, y serán despojo para sus esclavos. Entonces sabréis que el Señor de los ejércitos me ha enviado. 10 Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sion; porque he aquí, vengo, y habitaré en medio de ti —declara el Señor. 11 Y se unirán muchas naciones alSeñor aquel día, y serán mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. 12 Y el Señor poseerá[g] a Judá, su porción en la tierra santa, y escogerá de nuevo a Jerusalén. 13 Calle toda carne delante del Señor, porque El se ha levantado de su santa morada.

Visión sobre el sumo sacerdote Josué

3 Entonces me mostró al sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del Señor; y Satanás[h] estaba a su derecha para acusarlo. Y el ángel del Señor[i]dijo a Satanás: El Señor te reprenda, Satanás. Repréndate el Señor que ha escogido a Jerusalén. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego? Y Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él[j]: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré[k] de ropas de gala. Después dijo[l]: Que le pongan un turbante limpio en la cabeza. Y le pusieron un turbante limpio en la cabeza y le vistieron con ropas de gala; y el ángel del Señor estaba allí[m].

Entonces el ángel del Señor amonestó a Josué, diciendo: Así dice el Señor de los ejércitos: “Si andas en mis caminos, y si guardas mis ordenanzas, también tú gobernarás mi casa; además tendrás a tu cargo mis atrios y te daré libre acceso[n]entre éstos que están aquí. “Escucha ahora, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan ante ti, que son hombres de presagio, pues he aquí, yo voy a traer a mi siervo, el Renuevo. “Porque he aquí la piedra que he puesto delante de Josué, sobre esta única piedra hay siete ojos. He aquí, yo grabaré una inscripción en ella” —declara el Señor de los ejércitos— “y quitaré la iniquidad de esta tierra en un solo día. 10 “Aquel día” —declara el Señor de los ejércitos— “convidaréis cada uno a su prójimo bajo su parra y bajo su higuera.”

Visión del candelabro y los olivos

4 Entonces el ángel que hablaba conmigo volvió, y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima; y junto a él hay dos olivos, uno a la derecha del depósito y el otro a la izquierda. Continué, y dije al ángel que hablaba conmigo[o]: ¿Qué es esto señor mío? Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y respondí: No, señor mío. Continuó él, y me dijo[p]: Esta es la palabra delSeñor a Zorobabel[q]: “No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu” —dice el Señor de los ejércitos. “¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, te convertirás en llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de ‘¡Gracia, gracia a ella!’” Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos la acabarán. Entonces sabréis[r] que el Señor de los ejércitos me ha enviado a vosotros.10 ¿Pues quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; estos son[s] los ojos del Señor que recorren toda la tierra.

11 Entonces hablé, y le dije: ¿Qué son estos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro? 12 Hablé por segunda vez, y le dije: ¿Qué son las dos ramas[t] de olivo que están junto a los dos tubos de oro, que vierten de sí el aceitedorado? 13 Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué son éstos? Y yo dije: No, señor mío. 14 Entonces él dijo: Estos son los dos ungidos[u] que están de pie junto al Señor de toda la tierra.

Notas al pie:

  1. Zacarías 1:11 Lit., sentada
  2. Zacarías 1:18 En el texto heb., cap. 2:1
  3. Zacarías 1:20 O, herreros
  4. Zacarías 2:1 En el texto heb., cap. 2:5
  5. Zacarías 2:4 Lit., Como aldeas sin muros o Como campo abierto
  6. Zacarías 2:8 Lit., tras la
  7. Zacarías 2:12 O, heredará
  8. Zacarías 3:1 I.e., el adversario
  9. Zacarías 3:2 Así en la versión siriaca; en el T.M., Y el Señor
  10. Zacarías 3:4 Lit., de él, diciendo
  11. Zacarías 3:4 Lit., para vestirte
  12. Zacarías 3:5 Así en la versión gr. (Sept.); en el T.M., Y dije
  13. Zacarías 3:5 Lit., de pie
  14. Zacarías 3:7 Lit., daré jornadas
  15. Zacarías 4:4 Lit., conmigo, diciendo
  16. Zacarías 4:6 Lit., me dijo, diciendo
  17. Zacarías 4:6 Lit., Zorobabel, diciendo
  18. Zacarías 4:9 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en el T.M., sabrás
  19. Zacarías 4:10 O, Pero se alegrarán…Zorobabel. Estos siete son
  20. Zacarías 4:12 O, racimos
  21. Zacarías 4:14 Lit., hijos de aceite nuevo
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