ESPERANZA DEL CIELO

ESPERANZA DEL CIELO

la-verdad-para-hoy

10/15/2016

Gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos.

Romanos 8:23-24

alimentemos_el_almaLas pruebas en la vida de un creyente aumentan su esperanza del cielo. Así como las pruebas crean un creciente desinterés por el mundo efímero, también crean un mayor deseo, por ejemplo, de reunirse con un ser querido que se ha ido para estar con el Señor. Si los seres más queridos de su vida han ido a la presencia de nuestro Salvador, y si usted ha invertido su tiempo y su dinero en las cosas eternas, entonces no tendrá muchas ataduras con este mundo transitorio.

Más allá de esta vida de sufrimiento hay un futuro glorioso para el creyente que nos hace desear aun más el cumplimiento de la salvación. De modo que las pruebas nos dan un mayor aprecio de lo que es eterno; nos ayudan a anhelar la ciudad eterna del cielo.

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Hombres Pasivos, Mujeres Salvajes

Hombres Pasivos, Mujeres Salvajes

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por Charles R. Swindoll

alimentemos_el_almaHombres pasivos, mujeres salvajes. Esas palabras no son originalmente mías. Son de un psiquiatra que vive en el condado Marin, del estado de California, y de nombre Pierre Mornell, que escribió un libro con este título. El asunto que más le preocupa al doctor Mornell se halla en matrimonios de creyentes tanto como en los de no creyentes.

Es el problema de un esposo que es “inactivo, inarticulado, aletargado, y retraído en casa. En su relación con su esposa es pasivo; y su la enloquece.” No que él sea necesariamente incompetente y aburrido. En el trabajo tal vez tenga gran éxito y es muy articulado. Y ella no es necesariamente rebelde o súper activa. Tal vez sea una buena madre, talentosa y sus amigas la respetan muy bien.

En casa, sin embargo, el esposo dice, de una docena de maneras diferentes: “Estoy cansado; simplemente déjame tranquilo.” Ella le pide algo, y él lo ignora. Ella alza la voz; él se retrae más. Ella añade presión, él se sumerge en un silencio hosco. Al final él se aleja; ella “pierde los estribos.”

Hay numerosas razones, a menudo complejas, detrás de tales impases, pero sobresalen un par de factores de extrema importancia.

En primer lugar, los hombres y las mujeres son diferentes, y esas diferencias ni disminuyen ni desaparecen cuando se casan. (¡He descubierto que más bien aumentan su impulso!). Es de gran ayuda tratar de ponerse en los zapatos del cónyuge (aunque es extremadamente difícil hacerlo), y darse cuenta de las necesidades y puntos de vista del otro. Si no se hace eso, se acaba enfurruñado en el sofá.

En segundo lugar, el compañerismo armonioso es resultado de trabajo arduo; eso nunca “simplemente sucede.” No sé de nada que ayude más a este proceso que la comunicación profunda, sincera y regular. Lea de nuevo esas últimas cuatro palabras, por favor. Esto no es simplemente hablar; sino también escuchar. Y no es simplemente escuchar, sino también oír. Y no simplemente oír, sino también responder, con calma y bondad.

El “arduo trabajo” también incluye dar tanto como recibir, modelar lo que uno espera, perdonar con igual presteza que confrontar, poner en el matrimonio más que lo que jamás se espera sacar de él. Sí, más. En breve, quiere decir ser no egoísta.

Pocas cosas son mejores para romper el síndrome de pasivo y desenfrenado que tomarse un par de días juntos como pareja; sin los hijos, sin el maletín de trabajo, sin una agenda.

Esto irá gran distancia para mantenerlo a usted fuera del sofá del psiquiatra; o, de paso, de su propio sofá.

En una escala de 1 a 10, ¿cuán bien se comunican usted y su cónyuge?

Tomado de Charles R. Swindoll, Day by Day with Charles Swindoll (Nashville: W Publishing Group, 2000). Copyright © 2000 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

LO HARÁ DE TODOS MODOS

LO HARÁ DE TODOS MODOS

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Pablo Martini
Programa No. 2016-10-15

10350414_516436341790096_3737687015717083030_n-e1414331566657Erróneamente pensamos que todo proyecto, servicio o actividad dentro del obrar de Dios, depende de nuestra intervención y nuestras capacidades. Llegamos al punto de pretender someter a Dios a nuestro plan reduciéndolo al papel de “colaborador” cuando en realidad es a la inversa. “Somos colaboradores de Dios”, dijo San Pablo en su magistral carta enviada a los corintios. Dije: “pretendemos someter a Dios” porque esto es una completa utopía. ¿Piensas que el Creador del universo, quien ordenó y puso en órbita los planetas y las constelaciones y llenó los océanos, necesita de tu ayuda para realizar sus propósitos?… ¡Por favor! Él bendecirá a quienes quiera bendecir, y tú y yo somos invitados a participar en ese proyecto como observadores de la administración de Su Gracia. En esa invitación (que también es por gracia) somos bendecidos igualmente nosotros. Somos educados, transformados y moldeados en el servicio a Su Causa. Aquellos que estamos dedicados a la Causa divina, después de varios años de servirle, hemos llegado a la conclusión que el verdadero propósito que Dios tenía con nuestras vidas al incluirnos en Sus Proyectos no era tanto ayudar en ese proyecto como ayudarnos a nuestro desarrollo. Con el paso del tiempo descubrimos que el proyecto ¡éramos nosotros!

Jonás, el profeta, fue llamado a ser parte de un mega plan de parte de su Dios. Predicar un mensaje de arrepentimiento a una ciudad pagana que sería convertida de corazón por dicho mensaje. Él se rehusó y huyó en sentido contrario, embarcándose en la nave de la desobediencia. El mismo Dios que lo llamó, envió una gran tormenta y la nave se hundía. Deprimido, enojado y rebelde, este profeta prefirió ser lanzado al mar para acabar con su vida antes que cambiar de actitud. Los marineros así lo hicieron y la tormenta se calmó. ¿Conclusión?… Toda la tripulación alabó a Dios, se convirtió, hizo un sacrificio y votos a Jehová. ¿Lo puedes ver? Dios estaba tan decidido a salvar sus vidas como a salvar sus almas, y lo haría con Jonás o sin él. De ahora en adelante, cuando digas: “Aviva tu obra en medio de los tiempos” mira para adentro, tal vez el que está siendo avivado eres tú.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Él bendecirá a quienes quiera bendecir, y tú y yo somos invitados a participar en ese proyecto.

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Liberación de Jerusalén

Zacarías 12-14

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Liberación de Jerusalén

Profecía[a] de la palabra del Señor acerca de Israel.

12  Señor que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, declara: He aquí, yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor, y cuando haya asedio contra Jerusalén, también lo habrá contra Judá. Y sucederá aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten serán severamente desgarrados. Y contra ella se congregarán todas las naciones de la tierra. Aquel día —declara el Señor— heriré a todo caballo de espanto, y a su jinete, de locura. Pero sobre la casa de Judá abriré mis ojos, mientras hiero de ceguera a todo caballo de los pueblos. Entonces los jefes de familias de Judá dirán en su corazón: “Gran apoyo para nosotros[b] son los habitantes de Jerusalén por el Señor de los ejércitos, su Dios.” Aquel día haré de los jefes de familias de Judá como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor, y Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en Jerusalén. El Señor salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. Aquel día el Señordefenderá a los habitantes de Jerusalén, y el débil[c] entre ellos aquel día será como David, y la casa de David será como Dios, como el ángel del Señor delante de ellos. Y sucederá aquel día que me dispondré a[d] destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén.

Lamento por el traspasado

10 Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu[e] de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. 11 Aquel día habrá gran lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad-rimón en la llanura[f] de Meguido[g]. 12 Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; 13 la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los simeítas por su lado, y sus mujeres por su lado;14 todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.

Purificación de Israel

13 Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza.

Y sucederá aquel día —declara el Señor de los ejércitos— que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados; también yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu inmundo. Y sucederá que si alguno profetiza todavía, su padre y su madre que lo engendraron le dirán: “No vivirás porque has hablado falsamente en el nombre del Señor”; y su padre y su madre que lo engendraron lo traspasarán mientras profetiza. También sucederá aquel día que los profetas se avergonzarán cada uno de su visión cuando profetice, y no se vestirán el manto de pelo para engañar, sino que cada uno dirá: “No soy profeta, soy labrador de la tierra, porque un hombre me vendió como esclavo en[h]mi juventud.” Y alguien le dirá: “¿Qué son esas heridas en tu cuerpo[i]?” Y él responderá: “Son aquéllas con que fui herido en casa de mis amigos[j].”

Despierta, espada, contra mi pastor,
y contra el hombre compañero mío
—declara el Señor de los ejércitos.
Hiere al pastor y se dispersarán las ovejas,
y volveré mi mano contra los pequeños.
Y sucederá en toda la tierra
—declara el Señor
que dos partes serán cortadas en ella, y perecerán;
pero la tercera quedará en ella.
Y meteré la tercera parte en el fuego,
los refinaré como se refina la plata,
y los probaré como se prueba el oro.
Invocará él mi nombre,
y yo le responderé;
diré: “El es mi pueblo”,
y él dirá: “El Señor es mi Dios.”

Reino universal de Dios

14 He aquí, viene el día del Señor cuando serán repartidos tus despojos en medio de ti. Y yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres; la mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.Entonces saldrá el Señor y peleará contra aquellas naciones, como cuando El peleó[k] el día de la batalla. Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis tal como huisteis a causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Y vendrá el Señormi Dios, y todos los santos con El[l]. Y sucederá que en aquel día no habrá luz; las luminarias se oscurecerán[m]. Será un día único, conocido sólo del Señor, ni día ni noche; y sucederá que a la hora de la tarde habrá luz. En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén, una mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, será lo mismo en verano que en invierno.

Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre. 10 Toda la tierra se volverá como una llanura desde Geba hasta Rimón, al sur de Jerusalén; pero ésta se levantará y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. 11 Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará en seguridad.

12 Esta será la plaga con que el Señor herirá a todos los pueblos que han hecho guerra contra Jerusalén: se pudrirá su carne estando ellos aún de pie, y se pudrirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca. 13 Y sucederá aquel día que habrá entre ellos un gran pánico del Señor; y cada uno agarrará la mano de su prójimo, y levantará su mano contra la mano de su prójimo. 14 También Judá peleará en Jerusalén; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia.15 Como aquella plaga así será la plaga del caballo, del mulo, del camello, del asno y de todos los animales que haya en aquellos campamentos.

16 Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos[n]. 17 Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos. 18 Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no habrá lluvia; será la plaga con la cual el Señor herirá a las nacionesque no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos. 19 Este será el castigo[o] de Egipto y el castigo[p] de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos. 20 En aquel día estará grabado en los cascabeles de los caballos:Santidad[q] al Señor. Y serán las ollas en la casa del Señor como los tazones delante del altar. 21 Y toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al Señorde los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader[r] en la casa del Señor de los ejércitos en aquel día.

Notas al pie:

  1. Zacarías 12:1 O, Carga
  2. Zacarías 12:5 Lit., Mi fortaleza
  3. Zacarías 12:8 O, el que tropieza
  4. Zacarías 12:9 Lit., procuraré
  5. Zacarías 12:10 O, un espíritu
  6. Zacarías 12:11 O, el valle
  7. Zacarías 12:11 En heb., Meguiddón
  8. Zacarías 13:5 Lit., hizo que fuera comprado en; otra posible lectura es: porque la tierra es mi ocupación desde
  9. Zacarías 13:6 Lit., entre tus manos
  10. Zacarías 13:6 O, de los que me aman
  11. Zacarías 14:3 Lit., como el día de su pelea
  12. Zacarías 14:5 Así en muchos mss. y versiones antiguas; en el T.M., contigo
  13. Zacarías 14:6 Lit., los gloriosos se congelarán
  14. Zacarías 14:16 O, de las Enramadas, o, de las Tiendas, y así en los vers. 18 y 19
  15. Zacarías 14:19 Lit., pecado
  16. Zacarías 14:19 Lit., pecado
  17. Zacarías 14:20 O, Consagrado
  18. Zacarías 14:21 Lit., cananeo
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