EJERCITEMOS LA FE

EJERCITEMOS LA FE

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10/16/2016

Por fe andamos, no por vista.

2 Corintios 5:7

alimentemos_el_almaThomas Manton dijo que, mientras todo está en calma y hay comodidad, vivimos por los sentidos y no por la fe. Pero nunca se conoce el valor de un soldado en tiempos de paz. Siempre es un reto mantenerse debidamente concentrado a través de una prueba difícil. Aun con la promesa de lecciones aprendidas y recompensas comprendidas, la certeza de esos beneficios puede parecer más teórica que real. Pero podemos tener una confianza mucho mayor en la realidad de todas esas cosas si sencillamente recordamos las palabras del versículo de hoy.

Uno de los propósitos de Dios en las pruebas es darnos mayor fortaleza. Cuando se pasa por una prueba, se ejercitan los músculos espirituales (la fe) y se fortalecen para la próxima prueba. Eso quiere decir que podemos enfrentarnos a peores enemigos y resistir mayores obstáculos, llegando a ser así más útiles al Señor. Y cuánto más útil usted sea, tanto más cumplirá su voluntad en el poder de su Espíritu para su gloria.

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Cuando Él no está Dirigiendo

Cuando Él no está Dirigiendo

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por Charles R. Swindoll

alimentemos_el_almaLos días de los juegos de la infancia ya están en el distante pasado, y sin embargo las palabras del juego todavía resuenan en nuestros oídos: «¡Salgan, salgan, donde quiera que estén!» ¿Por qué el liderazgo en casa a veces parece como el juego de las escondidas? ¿Qué se puede hacer cuando un esposo no está dirigiendo?

La senda de sabiduría es seguir el plano del diseño original de Dios para el hogar. Las que siguen son cuatro pautas prácticas:

Propóngase hablar con Dios, no con otros. Como esposas, a menudo nos vemos tentadas a usar nuestras palabras para dar a conocer nuestros puntos. Un desencanto o una expectación no satisfecha nos lleva a lamentarnos en cuanto a «cómo deberían ser las cosas.» El dolor aumenta, atiborrando el corazón y no dejando espacio para la gracia o el perdón. Incluso anhelos no expresados hacen eco en nuestros pensamientos. Sin embargo las Escrituras nos dan dirección clara; palabras hirientes o acción decisiva no es la respuesta. Nehemías nos muestra un camino mejor. Él vertió sus deseos sólo ante el Señor por cuatro meses antes de pronunciar la primera palabra ante el rey en cuanto a su petición de reconstruir los muros de Jerusalén (Nehemías 1:1-2:4). Es nuestra comunión con el Señor, y no nuestras palabras, lo que determina una diferencia para atraer a los líderes de nuestras familias (1 Pedro 3:12).

Libérelo de la expectación. En la médula del corazón de todo esposo hay un deseo de satisfacer las expectaciones de su esposa. En la realidad, el pedestal en que lo colocamos es demasiado alto. Ningún hombre puede ser posiblemente el Gran Conversador, Ávido Abrazador, Papá Azucarado, Gigante Espiritual, y Hombre de Familia, todo envuelto en uno. Su relación personal respirará aire fresco de la gracia cuando se abandonan las expectaciones.

Espere la obra del Espíritu Santo. ¿Quién es aquí el Espíritu Santo, después de todo? Es posible que usted haya asumido un papel que Dios nunca propuso que tuviera. Es tarea de Dios convencer y guiar a la verdad (Juan 16:8-15). Dios hizo que el matrimonio sea un compañerismo de hombre y mujer, cada uno con sus propias brechas; que se necesitan el uno al otro. Recuerde que el amor “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios 13:7). ¿Qué cree usted que Dios puede hacer en el corazón de su esposo?

Dé paso a las acciones alentadoras. ¿Qué conducta consagrada ve usted en su esposo? ¿Es él atento? ¿Protector? ¿Le encanta la paz? Busque los momentos cuando usted ve a Cristo resplandeciendo en su esposo, y use sus palabras para elogiarlo. Su respaldo y estímulo en cuanto a la forma en que él ejemplifica a Cristo hará honor a Dios y también a su esposo.

La meta de Dios en el matrimonio es una propuesta asombrosa. Él concibe la manera de hacer que los dos sean uno. Él declaró que un matrimonio consagrado simboliza la relación de Cristo con su esposa, la iglesia (Efesios 5:32). El buscar el deseo de Dios para su familia incluye dejar a un lado su determinación de resolver las cosas; y su mejor medio de influencia es la oración.

Tomado de Kelly Arabie, “When He’s Not Leading,” Insights (febrero 2007): 2. Copyright © 2007 por Insight for Living.

 

FUNDAMENTOS PARA CREAR UNA FAMILIA DISTINTIVAMENTE CRISTIANA

FUNDAMENTOS PARA CREAR UNA FAMILIA DISTINTIVAMENTE CRISTIANA

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Glenn Colley

alimentemos_el_almaSEGÚN LA PALABRA DE DIOS, ni usted ni yo tenemos ingenio humano suficiente para crear un hogar exitoso. El Salmo 127:1, escrito siglos atrás, todavía es verdadero: “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”.

Aquí hay cinco cosas que el Señor puede usar para edificar una gran familia para usted.

1. Dos padres casados.

El matrimonio verdadero no ha sido destruido en los pocos años pasados, pero la cultura relacionada al matrimonio se ha desintegrado. El matrimonio verdadero siempre será honrado en la Escritura como una institución que permanece pura y fuerte. En la iglesia del Señor hay muchas madres y padressolteros que oran para que sus hijos crezcan y se casen con el fin que sus nietos sean criados en un ambiente saludable—con todos los beneficios emocionales y espirituales de tener a una madre y un padre presentes e involucrados. Los niños necesitan un padre que les instruya a ser hombres fuertes y santificados que sean honestos, que reconozcan sus errores y los corrijan, y que respeten los valores escriturales. Las niñas necesitan un padre que les afirme y conserve el honor en su carácter—un hombre que entienda que la belleza exterior siempre tendrá menos valor que la belleza interior (1 Pedro 3:1-4). No se puede negar que una madre o un padre cristiano soltero que sea devoto puede formar exitosamente en el camino cristiano a su hijo o hija, pero esto es mucho más difícil.

2. Dos padres casados que quieren seriamente un hogar cristiano.

Muchos padres dicen que quieren un hogar cristiano sólido, pero pocos están dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios para lograrlo. Esto significa ser fieles a la clase bíblica y la adoración. Significa controlar las elecciones de entretenimiento para excluir cualquier cosa que Cristo desaprobaría. Significa conservar los escrúpulos familiares en cuanto a la moralidad, la honestidad, la oración y el compromiso al Señor que definen completamente la identidad de la familia. Significa involucrar a la familia completa en proyectos espirituales familiares para atender a las viudas, los huérfanos, los enfermos y los abandonados. Significa crear una atmósfera en la cual se hable de Jesús sin vacilación durante el día. Significa exigir responsabilidad mutua (Efesios 5:21).

3. Dos padres casados que consideran la disciplina de los hijos como un esfuerzo mutuo.

Ignorar el comportamiento malo en nuestros hijos es una receta para crear adultos que rechazan controlarse y quienes tendrán vidas infelices e improductivas—vidas que un día serán una influencia perjudicial para nuestros nietos. Algunos padres prefieren posponer la corrección del mal comportamiento (los berrinches, la desobediencia, la falta de respeto a los adultos, la mentira, las malas actitudes, etc.) hasta que sus hijos sean adolescentes y los problemas lleguen a ser mayores—“ahorrar” la crianza seria para el futuro. Ellos lamentarán eso. El tiempo propicio para instruir a los niños es cuando ellos son jóvenes y tienen corazones moldeables (Proverbios 19:26; 29:15).

4. Dos padres casados con la determinación firme de mantener a Satanás fuera de su hogar.

El camino por el cual Satanás viaja hasta las salas y cuartos de nuestros hogares es los medios de comunicación. Sea completamente honesto y medite en lo mucho que los programas de televisión y las películas son contraproducentes para los padres que tratan de criar a sus hijos en el amor y servicio del Señor. Los padres deben evitar la actitud desinteresada en cuanto a la clase de entretenimiento familiar, imitando a los padres del mundo. Los aparatos conectados al internet pueden ser beneficiosos en la educación de sus hijos, pero con el toque de unas pocas teclas pueden desencadenar una gran ola de inmundicia que corrompe la mente. Las letras de muchas canciones populares tienen expresiones encubiertas que los padres casi no pueden entender, así que ellos terminan dándose por vencidos ante los valores morales bajos que contaminan los corazones de sus hijos. ¿Quiere desarrollar un hogar cristiano e inculcar valores saludables espirituales en sus hijos? Póngase sus lentes espirituales y observe nuevamente todas las prácticas familiares de entretenimiento. Luego quite radicalmente cualquier basura que encuentre.

5. Dos padres casados que tienen el plan de educar a sus hijos en la Palabra de Dios.

Comience esta noche a tener un tiempo de estudio bíblico con sus hijos. Anuncie que esto será todas las noches. Varíe lo que hace cada noche: estudios de versículos, juegos para aprender la Biblia, cantos, actuación de relatos bíblicos, escritura de notas de ánimo, escritura de cartas a misioneros, solución de problemas éticos, etc. Sea creativo, y haga de este evento familiar un hábito. El padre debería liderar este momento, pero si él no puede hacerlo o no lo hará, la madre debería hacerlo. Un día sus hijos harán lo mismo con sus nietos, y créame, usted se sentirá agradecido de haberlo hecho (Proverbios 22:6).

El amor de Dios por Israel

Malaquías 1-4

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El amor de Dios por Israel

alimentemos_el_almaProfecía[a] de la palabra del Señor a Israel por medio[b] de Malaquías[c].

Yo os he amado —dice el Señor—. Pero vosotros decís: ¿En qué nos has amado? ¿No era Esaú hermano de Jacob? —declara el Señor—. Sin embargo, yo amé a Jacob, y aborrecí a Esaú, e hice de sus montes desolación, y di su heredad a los chacales del desierto. Aunque Edom dice: Hemos sido destruidos, pero volveremos y edificaremos[d] las ruinas, el Señor de los ejércitos dice así: Ellos edificarán, pero yo destruiré. Y los llamarán territorio impío[e] y pueblo contra quien el Señor está indignado[f] para siempre. Vuestros ojos lo verán, y vosotros diréis: Sea engrandecido[g] el Señor más allá de la frontera[h] de Israel.

Reprensión a los sacerdotes

El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy señor, ¿dónde está mi temor? —dice el Señor de los ejércitos a vosotros sacerdotes que menospreciáis mi nombre—. Pero vosotros decís: “¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” Ofreciendo sobre mi altarpan inmundo. Y vosotros decís: “¿En qué te hemos deshonrado?” En que decís: “La mesa del Señor es despreciable.” Y cuando presentáis un animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Y cuando presentáis el cojo y el enfermo, ¿no es malo? ¿Por qué no lo ofreces[i] a tu gobernador? ¿Se agradaría de ti o te recibiría con benignidad? —dice el Señor de los ejércitos. Ahora pues, ¿no pediréis el favor[j]de Dios, para que se apiade de nosotros? Con tal ofrenda de vuestra parte[k], ¿os recibirá El con benignidad? —dice el Señor de los ejércitos. 10 ¡Oh, si hubieraentre[l] vosotros quien cerrara las puertas para que no encendierais mi altar en vano! No me complazco en vosotros —dice el Señor de los ejércitos— ni de vuestra mano aceptaré ofrenda[m]. 11 Porque desde la salida del sol hasta su puesta, mi nombre será grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrecerá incienso a mi nombre, y ofrenda pura de cereal; pues grande será mi nombre entre las naciones —dice el Señor de los ejércitos. 12 Pero vosotros lo profanáis, cuando decís: “La mesa del Señor es inmunda, y su fruto, su alimento despreciable.”13 También decís: “¡Ay, qué fastidio[n]!” Y con indiferencia lo despreciáis —dice elSeñor de los ejércitos— y traéis lo robado, o cojo, o enfermo; así traéis la ofrenda[o]. ¿Aceptaré eso de vuestra mano? —dice el Señor. 14 ¡Maldito sea el engañador que tiene un macho en su rebaño, y lo promete, pero sacrifica un animal dañado al Señor! Porque yo soy el Gran Rey —dice el Señor de los ejércitos— y mi nombre es temido[p] entre las naciones.

Y ahora, para vosotros, sacerdotes, es este mandamiento. Si no escucháis, y si no decidís de corazón dar honor a mi nombre —dice el Señor de los ejércitos— enviaré sobre vosotros maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y en verdad,ya las he maldecido, porque no lo habéis decidido de corazón. He aquí, yo reprenderé a vuestra descendencia[q], y os echaré estiércol[r] a la cara, el estiércol[s]de vuestras fiestas, y seréis llevados con[t] él. Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga[u] con Leví[v] —dice el Señor de los ejércitos. Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que mereverenciara[w]; y él me reverenció[x], y estaba lleno de temor ante mi nombre. La verdadera instrucción[y] estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la instrucción[z] de su boca, porque él es el mensajero del Señor de los ejércitos.Pero vosotros os habéis desviado del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley[aa], habéis corrompido[ab] el pacto de Leví —dice el Señor de los ejércitos.Por eso yo también os he hecho despreciables y viles ante[ac] todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos y hacéis acepción de personas en la ley[ad].

Abominaciones del pueblo

10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres? 11 Deslealmente ha obrado Judá, y una abominación se ha cometido en Israel y en Jerusalén; pues Judá ha profanado el santuario del Señor, que El ama[ae], y se ha casado con la hija de un dios extraño. 12 Que el Señorextermine de las tiendas de Jacob al hombre que hace esto (sea testigo o defensor[af]) aunque presente una ofrenda[ag] al Señor de los ejércitos. 13 Y esta otra[ah] cosa hacéis: cubrís el altar del Señor de lágrimas, llantos y gemidos, porque El ya no mira la ofrenda[ai] ni la acepta con agrado de vuestra mano. 14 Y vosotros decís: “¿Por qué?” Porque el Señor ha sido testigo entre tú y la mujer de tu juventud, contra la cual has obrado deslealmente, aunque ella es tu compañera y la mujer de tu pacto. 15 Pero ninguno que tenga un remanente del Espíritu lo ha hecho así[aj]. ¿Y qué hizo éste mientras buscaba una descendencia[ak] de parte de Dios? Prestad atención, pues, a vuestro espíritu; no seas[al] desleal con la mujer de tu juventud. 16 Porque yo detesto el divorcio[am] —dice el Señor, Dios de Israel— y al que cubre de iniquidad[an] su vestidura —dice el Señor de los ejércitos—. Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales.

17 Habéis cansado al Señor con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Todo el que hace mal es bueno a los ojos del Señor, y en ellos El se complace; o: ¿Dónde está el Dios de la justicia[ao]?

El día del juicio

3 He aquí, yo envío a mi mensajero[ap], y él preparará[aq] el camino delante de mí. Y vendrá de repente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el mensajero[ar] del pacto en quien vosotros os complacéis, he aquí, viene —dice elSeñor de los ejércitos. ¿Pero quién podrá soportar el día de su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. Y El se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas[as] en justicia al Señor.Entonces será grata al Señor la ofrenda[at] de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño y como en los años pasados. Y me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los que juran en falso y contra los que oprimen al jornalero en su salario, a la viuda y al huérfano, contra los que niegan el derecho del extranjero[au] y los que no me temen[av] —dice el Señor de los ejércitos. Porque yo, el[aw] Señor, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos[ax].

El pago de los diezmos

Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los habéis guardado. Volved a mí y yo volveré a vosotros —dice el Señor de los ejércitos. Pero decís: “¿Cómo hemos de volver?” ¿Robará[ay] el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: “¿En qué te hemos robado?” En los diezmos y en las ofrendas[az]. Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando[ba]. 10 Traed todo el diezmo al alfolí[bb], para que haya alimento[bc] en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señorde los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde[bd]. 11 Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril —dice el Señor de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis una tierra de delicias —dice el Señor de los ejércitos.

El justo y el injusto

13 Vuestras palabras han sido duras contra mí —dice el Señor—. Pero decís: “¿Qué hemos hablado contra ti?” 14 Habéis dicho: “En vano es servir a Dios. ¿Qué provecho hay en que guardemos sus ordenanzas y en que andemos de duelo delante del Señor de los ejércitos? 15 “Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios. No sólo prosperan los que hacen el mal, sino que también ponen a prueba a Dios y escapan impunes.”

16 Entonces los que temían[be] al Señor se hablaron unos a otros, y el Señor prestó atención y escuchó, y fue escrito delante de El un libro memorial para los que temen[bf] al Señor y para los que estiman[bg] su nombre. 17 Y ellos serán míos —dice el Señor de los ejércitos— el día en que yo prepare[bh] mi tesoro especial[bi], y los perdonaré[bj] como un hombre perdona al[bk] hijo que le sirve. 18 Entonces volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

El gran día del Señor

4 [bl]Porque he aquí, viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; y el día que va a venir les prenderá fuego —dice el Señor de los ejércitos— que no les dejará ni raíz ni rama. Mas para vosotros que teméis[bm] mi nombre, se levantará el sol de justicia con la saluden sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. Y hollaréis a los impíos, pues ellos serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies el día en que yo actúe —dice el Señor de los ejércitos.

Acordaos de la ley de mi siervo Moisés, de los estatutos y las ordenanzas que yo le ordené en Horeb para todo Israel. He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición[bn].

Notas al pie:

  1. Malaquías 1:1 O, Carga
  2. Malaquías 1:1 Lit., mano
  3. Malaquías 1:1 O, mi mensajero
  4. Malaquías 1:4 O, a edificar
  5. Malaquías 1:4 O, frontera de impiedad
  6. Malaquías 1:4 O, a quien el Señor ha maldecido
  7. Malaquías 1:5 O, Será grande
  8. Malaquías 1:5 O, del territorio
  9. Malaquías 1:8 Lit., Ofrécelo, por favor
  10. Malaquías 1:9 Lit., ablandad el rostro
  11. Malaquías 1:9 Lit., De vuestra mano ha sido esto
  12. Malaquías 1:10 Lit., también entre
  13. Malaquías 1:10 U, ofrenda de cereal
  14. Malaquías 1:13 Lit., He aquí, fatiga
  15. Malaquías 1:13 U, ofrenda de cereal
  16. Malaquías 1:14 O, reverenciado
  17. Malaquías 2:3 Lit., simiente
  18. Malaquías 2:3 O, vómito
  19. Malaquías 2:3 O, vómito
  20. Malaquías 2:3 Lit., a
  21. Malaquías 2:4 Lit., sea
  22. Malaquías 2:4 O, para que sea mi pacto con Leví
  23. Malaquías 2:5 O, temiera
  24. Malaquías 2:5 O, temió
  25. Malaquías 2:6 O, La ley de verdad
  26. Malaquías 2:7 O, ley
  27. Malaquías 2:8 O, instrucción
  28. Malaquías 2:8 O, violado
  29. Malaquías 2:9 Lit., a
  30. Malaquías 2:9 O, instrucción
  31. Malaquías 2:11 O, en que él ha amado
  32. Malaquías 2:12 Lit., el que despierte y responda
  33. Malaquías 2:12 U, ofrenda de cereal
  34. Malaquías 2:13 Lit., la segunda
  35. Malaquías 2:13 U, ofrenda de cereal
  36. Malaquías 2:15 O, ¿No hizo El uno, aunque tenía el remanente del Espíritu?
  37. Malaquías 2:15 O, ¿Y porqué uno? El buscaba una simiente
  38. Malaquías 2:15 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en el T.M., y él no sea
  39. Malaquías 2:16 Lit., Porque El detesta el repudio
  40. Malaquías 2:16 O, violencia
  41. Malaquías 2:17 O, del juicio
  42. Malaquías 3:1 O, ángel
  43. Malaquías 3:1 O, allanará
  44. Malaquías 3:1 O, ángel
  45. Malaquías 3:3 U, ofrendas de cereal
  46. Malaquías 3:4 U, ofrenda de cereal
  47. Malaquías 3:5 O, peregrino
  48. Malaquías 3:5 O, no me reverencian
  49. Malaquías 3:6 O, Yo soy el
  50. Malaquías 3:6 O, acabados
  51. Malaquías 3:8 O, Defraudará
  52. Malaquías 3:8 U, ofrendas alzadas
  53. Malaquías 3:9 O, defraudando
  54. Malaquías 3:10 Lit., a la casa del tesoro
  55. Malaquías 3:10 Lit., presa
  56. Malaquías 3:10 O, no haya suficiente lugar
  57. Malaquías 3:16 O, reverenciaban
  58. Malaquías 3:16 O, reverencian
  59. Malaquías 3:16 O, piensan en
  60. Malaquías 3:17 Lit., haga
  61. Malaquías 3:17 O, propiedad personal
  62. Malaquías 3:17 O, les tendré compasión
  63. Malaquías 3:17 O, se compadece del
  64. Malaquías 4:1 En el texto heb., cap. 3:19
  65. Malaquías 4:2 O, reverenciáis
  66. Malaquías 4:6 O, anatema
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