NO HA DE CULPARSE A DIOS

NO HA DE CULPARSE A DIOS

la-verdad-para-hoy

10/25/2016

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.
(SANTIAGO 1:13)

alimentemos_el_almaAunque algunos creen en el antiguo concepto de que Dios es responsable de nuestra tentación y de nuestro pecado, Santiago prohíbe tal concepto en el versículo de hoy.
Santiago advierte contra el justificar nuestro pecado y culpar a Dios en medio de nuestra lucha contra la tentación. Cuando esté luchando con la tentación y casi a punto de rendirse, no se justifique diciendo que Dios lo está tentando.


Suponiendo que nadie acuse a Dios de hacer que él peque, Santiago quiere decir que no debemos ni siquiera pensar en Dios como la causa de nuestros pecados. La mayoría de las personas no llegan tan lejos como para ver a Dios como el tentador directo, pero sí creen que Dios es indirectamente el culpable por haber permitido la situación y la posibilidad del fracaso. Pero Dios no es el causante directo de la tentación, ni es siquiera su causa remota. Nunca se considere una víctima de la providencia de Dios.

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Dos solemnes recordatorios

25 Octubre 2016

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Dos solemnes recordatorios
por Charles R. Swindoll

1 Reyes 21:1-29

alimentemos_el_almaDespués de dejar constancia de estas terribles profecías, dichas por el Señor a través de Elías, el escritor de 1 Reyes hace este comentario en cuanto a las vidas de Acab y Jezabel: “No hubo realmente nadie, como Acab, que se vendiera para hacer lo malo ante el SEÑOR, pues su mujer Jezabel lo incitaba” (1 Reyes 21:25). ¡Qué pareja! Estaban asociados para las peores iniquidades, hasta que Dios finalmente les dijo: “¡basta!”.

Aquí encontraremos dos serios y solemnes recordatorios que debemos considerar:

En primer lugar, que la paciencia de Dios tiene un límite. Nadie sabe hasta cuando. Los molinos de la justicia de Dios muelen despacio, pero muelen muy bien. El Señor, por su gran paciencia y misericordia, espera que nosotros escuchemos su voz y le obedezcamos. La gente oye el Evangelio de la salvación y no responde. Pero Dios espera. Algunos dicen conocerlo, pero viven de una manera que dice todo lo contrario. Dios sigue esperando.

La paciencia de Dios a veces nos frustra, particularmente cuando el mal persiste y Él no interviene para detenerlo. En momentos así nos resulta fácil convencernos de que el mal pasa todo el tiempo desapercibido.

Usted y yo no sabemos en qué punto llega Dios a su divino límite, y dice: “¡Basta! ¡Es suficiente! ¡No voy a seguir tolerando esto!” Pero yo sé por este pasaje y otros de la Biblia, por lo que hizo con Sodoma y Gomorra, con Herodes Agripa, y con Acab y Jezabel, que la paciencia de Dios puede finalmente agotarse, y de hecho se agota. No se engañe creyendo que su paciencia es eterna.

En segundo lugar, Dios cumple su palabra. Nadie la detiene. Jamás olvide lo que leyó en esta parte. Acab y Jezabel eran muy poderosos, muy intimidantes, muy impíos. Pensaban que ellos lo controlaban todo, que eran invencibles. Pero cuando Dios intervino, fue su fin. No pudieron detener el castigo divino.

Si usted es un hijo de Dios, Él no le echará de su familia. Pero si se niega tercamente a obedecerlo, andando en sus propios caminos, su disciplina será muy dura para con usted. Él le ama demasiado como para no tener en cuenta sus acciones.

Dios es bueno y justo. Y cuando su justicia finalmente decide actuar, no hay forma de escapar de ella. Si usted piensa lo contrario, está lamentablemente fuera de la realidad.

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

SEMILLA DE REBELDÍA

SEMILLA DE REBELDÍA

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alimentemos_el_almaTenemos todos en nuestro interior cierta semilla de rebeldía que, no por ser pequeña, debe ser tenida en poca estima. De hecho, cada vez que se dan las condiciones ideales para que brote, (como sucede con toda semilla) emerge de las profundidades de nuestras miserias y contamina todo, echando raíces en cada rincón de nuestro subterráneo corazón. Es esa manifestación de la carne que se opone al espíritu en esta lucha despiadada  que lleva ya más de seis mil años de historia. Cada vez que queremos comprometernos a sujetar esas pasiones al señorío de Cristo aparecen objeciones y vacilaciones propias de nuestra carnal naturaleza. “Te seguiré, PERO déjame primero que vaya y entierre a mi padre”. “Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad y predica. PERO Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis”. “La iglesia del Señor crecía y se fortalecía. PERO, Ananías y Safira que tenían una heredad…” ¿Notaste la palabra que se repite?… Y esta misma secuencia se presenta en las vidas de millones de “cristianos” que profesan un cristianismo sin cruz. (Perdón la redundancia) ¡Es una incongruencia! Si no mantenemos esa semilla de rebeldía, de cuestionamiento y de condicionada obediencia, en sujeción por el obrar del Espíritu de Dios, literalmente tropezaremos con la cruz de Cristo y con el Cristo de la cruz. Y la única manera de no tropezar con ella es llevándola a nuestras espaldas, como Él lo hizo. Cada vez que la apoyes en el suelo correrás el riesgo de tropezar con ella.

Tenemos multitud de “peros” que han formado parte de nuestro naufragio espiritual y, a pesar de ello, nos mantenemos en esta obstinada posición esperando vencer a Dios. Jonás tuvo que sufrir horrores hasta ceder, sólo para llegar al mismo punto de antes, porque Dios no negocia contigo, tenlo por cierto: “Y vino POR SEGUNDA VEZ palabra de Jehová a Jonás diciendo: Levántate y ve a Tarsis, aquella gran ciudad y predica”.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Cada vez que te quites la cruz de las espaldas para apoyarla en el suelo tropezarás con ella.

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Jesús es tentado

Mateo 4-6

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Jesús es tentado

alimentemos_el_alma4 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces[a] tuvo hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan[b]. Pero El respondiendo, dijo: Escrito está: “No solo de pan vivira el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”Entonces el diablo le llevó* a la ciudad santa, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo*: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está:

“A sus angeles te encomendara”,
y:
En las manos te llevaran,
no sea que tu pie tropiece en piedra.”

Jesús le dijo: También está escrito: “No tentaras[c] al Señor tu Dios.” Otra vez el diablo le llevó* a un monte muy alto, y le mostró* todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote me adoras.10 Entonces Jesús le dijo*: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: “Al Señor tu Dios adoraras, y solo a El serviras[d].” 11 El diablo entonces le dejó*; y he aquí, ángeles vinieron y le servían.

Jesús va a Galilea

12 Cuando El oyó que Juan había sido encarcelado[e], se retiró a Galilea; 13 y saliendo de Nazaret, fue y se estableció en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; 14 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:

15 ¡Tierra de Zabulon y tierra de Neftali,
camino del mar[f], al otro lado del Jordan, Galilea de los gentiles[g]!
16 El pueblo asentado en tinieblas vio una gran luz,
y a los que vivian[h] en region y sombra de muerte,
una luz les resplandecio[i].

17 Desde entonces Jesús comenzó a predicar[j] y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Llamamiento de los primeros discípulos

18 Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. 19 Y les dijo*: Seguidme[k], y yo os haré pescadores de hombres. 20 Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron. 21 Y pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo[l], hijo de Zebedeo, y Juan[m] su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó. 22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

La fama de Jesús se extiende

23 Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24 Y se extendió su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos[n] y paralíticos; y El los sanaba. 25 Y le siguieron grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.

El Sermón del monte

Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:

Las bienaventuranzas

Bienaventurados[o] los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.

Bienaventurados los humildes[p], pues ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.

Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.

10 Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados seréis[q] cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. 12 Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.

13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.

14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud[r], sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Jesús cumple la ley y los profetas

17 No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. 18 Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña[s] ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla. 19 Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros[t], será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde[u] y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Enseñanza de Jesús sobre el odio

21 Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No mataras” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable[v] ante la corte.” 22 Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano[w] será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Raca[x]” a su hermano, será culpable delante de la corte suprema[y]; y cualquiera que diga: “Idiota”, será reo del infierno[z] de fuego. 23 Por tanto, si estás presentando tu ofrenda[aa] en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda[ab] allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda[ac]. 25 Reconcíliate pronto con tu adversario mientras vas[ad] con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil[ae], y seas echado en la cárcel. 26 En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo[af].

Enseñanza de Jesús sobre el adulterio

27 Habéis oído que se dijo: “No cometeras adulterio.” 28 Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.29 Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar[ag], arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno[ah]. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno[ai]. 31 También se dijo: “Cualquiera que repudie a su mujer, que le de carta de divorcio.” 32 Pero yo os digo que todo el que se divorcia de[aj] su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada[ak], comete adulterio.

Enseñanza de Jesús sobre el juramento falso

33 También habéis oído que se dijo a los antepasados: “No juraras falsamente[al], sino que cumpliras tus juramentos[am] al Señor.” 34 Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por[an] Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello. 37 Antes bien, sea vuestro hablar[ao]: “Sí, sí” o “No, no”; y lo que es más de esto, procede del mal[ap].

Enseñanza de Jesús sobre la venganza

38 Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.” 39 Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. 40 Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica[aq], déjale también la capa[ar]. 41 Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda.

El amor verdadero y su recompensa

43 Habéis oído que se dijo: “Amaras a tu projimo y odiarás a tu enemigo.” 44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 45 para que seáis[as] hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos[at]? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? 48 Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

La verdadera observancia de la religión

6 Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Las ofrendas

Por eso, cuando des limosna[au], no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna[av] sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará[aw].

La oración

Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres[ax]. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis.

El Padre nuestro

Vosotros, pues, orad de esta manera:

“Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
10 “Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo.
11 “Danos hoy el pan nuestro de cada día[ay].
12 “Y perdónanos nuestras deudas[az], como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
13 “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal[ba]. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.[bb]

14 Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. 15 Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.

El ayuno

16 Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran[bc] sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. 17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18 para no hacer ver[bd] a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

El verdadero tesoro

19 No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran[be] y roban; 20 sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban;21 porque donde esté tu[bf] tesoro, allí estará también tu[bg] corazón. 22 La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano[bh], todo tu cuerpo estará lleno de luz. 23 Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad! 24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas[bi].25 Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora[bj] al curso de su vida[bk]?28 Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; 29 pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. 30 Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 31 Por tanto, no os preocupéis, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?” 32 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. 33 Pero buscad[bl] primero su[bm] reino[bn] y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas[bo]. 34 Por tanto, no os preocupéis por el día demañana; porque el día de mañana se cuidará[bp] de sí mismo. Bástele a cada[bq] día sus propios problemas.

Notas al pie:

  1. Mateo 4:2 Lit., más tarde, o, después
  2. Mateo 4:3 Lit., panes
  3. Mateo 4:7 O, No pondrás a prueba
  4. Mateo 4:10 O, rendirás culto
  5. Mateo 4:12 Lit., había sido entregado
  6. Mateo 4:15 O, rumbo al mar
  7. Mateo 4:15 O, de las naciones
  8. Mateo 4:16 Lit., sentados
  9. Mateo 4:16 Lit., amaneció
  10. Mateo 4:17 O, proclamar
  11. Mateo 4:19 Lit., Venid en pos de mí
  12. Mateo 4:21 O, Santiago
  13. Mateo 4:21 Gr., Ioannes; heb., Johanan
  14. Mateo 4:24 Lit., lunáticos
  15. Mateo 5:3 O, Felices
  16. Mateo 5:5 O, mansos
  17. Mateo 5:11 Lit., sois
  18. Mateo 5:15 Medida de capacidad de 8.75 litros
  19. Mateo 5:18 Lit., una iota
  20. Mateo 5:19 Lit., los hombres
  21. Mateo 5:19 Lit., haga
  22. Mateo 5:21 O, responsable
  23. Mateo 5:22 Algunos mss. agregan: sin causa
  24. Mateo 5:22 I.e., insensato, o, inútil (en arameo)
  25. Mateo 5:22 Lit., del Sanedrín
  26. Mateo 5:22 Gr., guéenna
  27. Mateo 5:23 O, donativo
  28. Mateo 5:24 O, donativo
  29. Mateo 5:24 O, donativo
  30. Mateo 5:25 Lit., estás
  31. Mateo 5:25 O, sirviente
  32. Mateo 5:26 Lit., cuadrante (equivalente a dos blancas); i.e., 1/64 de un denario
  33. Mateo 5:29 Lit., te escandaliza o te hace tropezar, y así en el vers. 30
  34. Mateo 5:29 Gr., guéenna
  35. Mateo 5:30 Gr., guéenna
  36. Mateo 5:32 O, repudia
  37. Mateo 5:32 O, repudiada
  38. Mateo 5:33 O, No quebrantarás tus votos
  39. Mateo 5:33 Lit., tus votos
  40. Mateo 5:35 O, hacia
  41. Mateo 5:37 O, vuestra palabra
  42. Mateo 5:37 O, del maligno
  43. Mateo 5:40 I.e., ropa interior
  44. Mateo 5:40 I.e., vestido exterior
  45. Mateo 5:45 O, mostréis que sois
  46. Mateo 5:46 O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos
  47. Mateo 6:2 O, hagas una obra de caridad
  48. Mateo 6:4 U, obra de caridad
  49. Mateo 6:4 Algunos mss. posteriores agregan: en público, y así en los vers. 6 y 18
  50. Mateo 6:5 Lit., para ser evidentes a los hombres
  51. Mateo 6:11 O, para el día venidero
  52. Mateo 6:12 I.e., deudas morales, o, pecados
  53. Mateo 6:13 O, del malo
  54. Mateo 6:13 Las palabras: Porque tuyo…Amén no aparecen en los mss. más antiguos
  55. Mateo 6:16 O, hacen que no se puedan reconocer
  56. Mateo 6:18 Lit., no aparecer
  57. Mateo 6:19 Lit., horadan, y así en el vers. 20
  58. Mateo 6:21 Algunos mss. dicen: vuestro
  59. Mateo 6:21 Algunos mss. dicen: vuestro
  60. Mateo 6:22 O, claro
  61. Mateo 6:24 Gr., mamonás
  62. Mateo 6:27 Lit., un codo
  63. Mateo 6:27 Lit., a su estatura
  64. Mateo 6:33 O, buscad continuamente
  65. Mateo 6:33 Lit., el
  66. Mateo 6:33 Algunos mss. dicen: el reino de Dios
  67. Mateo 6:33 O, proporcionadas
  68. Mateo 6:34 O, se preocupará
  69. Mateo 6:34 Lit., al

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