LA PREVENCIÓN DEL DESEO

LA PREVENCIÓN DEL DESEO

la-verdad-para-hoy

10/29/2016

Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

2 CORINTIOS 10:4-5

alimentemos_el_almaHay muchas cosas en nuestra corrompida sociedad que tratan de captar nuestra atención: el cine, la televisión, los libros, la música, la ropa, los anuncios, y ahora el Internet; todo está diseñado para captar las emociones. Por ejemplo, los expertos en publicidad saben que comprar es en definitiva una decisión emocional. Pocas personas conocen el funcionamiento mecánico del automóvil que se anuncia y ni se interesan en eso; pero les impresiona si se parece a un auto de carrera, si hay una linda muchacha detrás del volante, o si hay otras carnadas emotivas incluidas en el anuncio.
Tenemos que cuidar nuestra mente, nuestras emociones y nuestra voluntad. Tenemos que buscar la voluntad de Dios meditando en su Palabra y permitiendo que
su voluntad sea la nuestra. Una mente indefensa, no controlada y obstinada va a llenarse de malos deseos que resultarán en malas acciones. Debemos controlar cómo reaccionan nuestras emociones y nuestra mente ante el anzuelo tentador con el que se encuentran.

Disponible en Internet en: http://www.gracia.org
DERECHOS DE AUTOR © 2012 Gracia a Vosotros
Usted podrá reproducir este contenido de Gracia a Vosotros sin fines comerciales de acuerdo con la política de Derechos de Autor de Gracia a Vosotros (http://www.gracia.org/acercaDeGAV.aspx?page=derechos).

Buenas Noticias: ¡No Todo es Acerca de Usted!

Buenas Noticias: ¡No Todo es Acerca de Usted!

vpv-logo_0

Charles R. Swindoll

alimentemos_el_almaLe tengo buenas noticias: el propósito de Dios no es asegurarse de que usted esté contento. Por mucho que le cueste creer esto, es el momento de hacerlo.

La vida no está diseñada para que usted se sienta cómodo y contento, triunfador y libre de dolor. Sino para que usted llegue a ser la persona que Dios le ha llamado a ser. Muy rara vez oímos este mensaje en el cristianismo de hoy impulsado por el consumidor. Otra razón más para decirle de nuevo: ¡la vida no es acerca de usted! Entonces. . . ¿acerca de qué es?

Es acerca de Dios.

¿Cómo puedo decirlo con tanta certeza? Por la respuesta de Pablo en 2 Corintios 12:9-10:

Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

¡Eso es! Mientras Pablo trataba de cumplir con la Gran Comisión en Europa, él se enfrentó a innumerables pruebas. No obstante, Pablo entendió acerca de qué es la vida. . . y con ello avanzó el resto de sus días. Nosotros debemos hacer lo mismo.

Cuando usted y yo nos jactamos de nuestros puntos fuertes, nosotros recibimos el crédito, y continuamos avanzando con nuestro propio esfuerzo. Este es una mala idea. Pero cuando nos jactamos en lo que Dios está haciendo en nuestra debilidad, incapacidad e ineptitud, Cristo sale al frente donde Él debe estar. Su fuerza viene a nuestro rescate. Él recibe el honor. Todo es acerca de Él.

Las mismas cosas que tememos y de las que huimos en nuestras vidas son precisamente las que le dieron contentamiento a Pablo. No lo pase por alto al leer su lista:

• Estoy contento cuando pierdo.

• Estoy contento cuando soy débil.

• Estoy contento cuando me insultan.

• Estoy contento cuando me difaman.

• Estoy contento en la angustia.

• Estoy contento en las persecuciones.

• Estoy contento con las dificultades y presiones que son tan apretadas que ni siquiera puedo dar la vuelta.

¿Estos son contextos de contentamiento? ¡Parece imposible! Pablo nos dice cómo él lo hizo: “Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte” (v. 10). Léalo de nuevo. El saber eso llevó al apóstol, que ardía con los ardientes oráculos del cielo, a sus rodillas. Pablo entendió que todo no era acerca de él. Era acerca de Dios. ¡Qué manera de vivir su vida! Contento en todo, sabiendo que la fuerza divina viene cuando la debilidad humana es evidente.

Notablemente, nunca leemos que Pablo le dijo a su guardia romano, cuando estaba encarcelado: “Quiero que me hagas un favor. La próxima vez que estés con alguno de los ayudantes del emperador, háblale para que me saque de esta pocilga. Yo no debería estar aquí, para empezar. He estado aquí por un año, siete meses, cuatro días, cinco horas y nueve minutos, ¡y ya es suficiente!” La actitud de Pablo de una humildad desinteresada le impedía llevar un registro meticuloso de los males que le habían hecho en Roma, o en cualquier otra parte. Él estaba en la cárcel por asignación divina. Pablo entendió que Dios había preparado su situación de antemano, y el apóstol de buen agrado se sometió a esa situación. ¿Cómo pudo hacerlo? Todo era acerca de Dios.

¿Mis palabras le encuentran en un lugar donde no quisiera estar? Si desea aprender el secreto de Pablo acerca de estar contento genuinamente, el lugar perfecto para comenzar es el desarrollar una actitud de humildad desinteresada. Empiece con su familia o amigos. Modélela ante sus empleados o clientes. Usted casi ni va a creer el impacto que ese tipo de actitud mental desinteresada ejercerá sobre otros, y sobre sí mismo.

Permítame decirle que este tipo de humildad no significa andar como un buen ejemplo del libro de Lamentaciones. Por el contrario, Pablo exhorta a los creyentes a tener una actitud de aceptación gozosa. Así es, gozosa. Pablo no escatimó palabras en cuanto a cómo los creyentes deben relacionarse unos con otros:

Hagan todo sin quejarse y sin discutir, para que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta. (Filipenses 2:14-15, NTV)

Pablo buscó tener una actitud de aceptación gozosa, libre de disputas quisquillosas y controversias, pleitos y lloriqueos. Él abogó por una alegría auténtica. Le insto a vivir de esta manera. . . los resultados le sorprenderán.

Después de todo, no es acerca de usted. Es acerca de Dios.


chuck_swindollConocido sencillamente como “Chuck” en la comunidad cristiana en todo el mundo, el pastor, maestro y escritor Charles R. Swindoll ha dedicado más de cuatro décadas a
la comunicación clara de la Palabra de Dios.  Junto con una devoción abrumadora por ver la gracia de Dios transformando vidas, el pastor Chuck modela a la vez el gozo contagioso que brota al seguir al Señor Jesucristo de todo corazón.
 Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos. http://www.visionparavivir.org

SUPERACIÓN PERSONAL

SUPERACIÓN PERSONAL

images

Pablo Martini
Programa No. 2016-10-29

alimentemos_el_almaEl principio de la superación personal no es un nuevo concepto en valores, o en la sección “recursos humanos” de una empresa al estilo moderno. Dios puso en nuestro ser ese valor, ese sentido de auto superación y de progreso personal, solo que recomienda hacerlo pacientemente y “en sus fuerzas”, nunca separados de Él. El estancamiento, el conformismo y un estilo de vida cómodo nunca estuvieron presentes en el plan de Dios al diseñar tu vida. Pablo lo expone muy bien en el capítulo 3 de su carta a los Filipenses. Es que la senda de aquel que camina en justicia es como la luz del alba que va aumentando hasta llegar a un momento de plena luz cuando el día ya es perfecto. Vivimos en una sociedad donde, al mismo tiempo que se propone la escalada social a cualquier costo en una lucha cruel y despiadada por la competencia, también se nos seduce a un estilo de vida “ligth”, al facilismo y la comodidad. El concepto del sacrificio ya no figura en nuestros jóvenes que pretenden tener todo al alcance de sus manos con un solo “click”.  Hasta que no estés dispuesto a perder de vista el horizonte nunca descubrirás nuevas costas. El apóstol Pablo fue un adelantado del primer siglo de la iglesia cristiana, él dijo: “En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye”.

Como puedes apreciar el concepto de sobreedificar domina la mente de este gran hombre. Glorias pasadas, así como errores cometidos, momentos gratos en el banco de tu memoria así como los otros, los traumáticos y dolorosos. El recuerdo de amigos y de traidores, tu primera novia, así como la compañera de toda tu vida, son el sustrato donde deben enraizarse nuevos logros, con fuerzas renovadas y metas más sublimes. No te estanques, (si no quieres oler a podrido).

PENSAMIENTO DEL DÍA:

A menos que hagas algo más allá de lo que ya has alcanzado nunca podrás crecer.

Disponible en Internet en: http://www.labibliadice.org

Contenido publicado con autorización de:
La Biblia Dice
Av.Galo Plaza Lasso N63-183 y de los Cedros
Telf. 00593-2-2475563
Quito-Ecuador

Introducción

Lucas 1-3

9781586403546

Introducción

alimentemos_el_alma1 Por cuanto muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas[a], tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron[b] testigos oculares y ministros de la palabra[c], también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado[d] todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas[e].

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón[f] que se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada[g].

Pero aconteció que mientras Zacarías[h] ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden indicado a su grupo, conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora de la ofrenda de incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de[i] él.13 Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás[j] Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. 15 Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. 16 Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios. 17 E irá delante de El en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto.

18 Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada[k]. 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en[l] la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. 20 Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo. 22 Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo. 23 Y[m] cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.

24 Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó[n] por cinco meses, diciendo: 25 Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignómirarme para quitar mi afrenta entre los hombres.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada[o] con un hombre que se llamaba José, de los descendientes[p] de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida[q]! El Señor está[r] contigo; bendita eres tú entre las mujeres[s]. 29 Pero ella se turbó mucho por estas[t] palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste. 30 Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por[u] nombre Jesús. 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen[v]? 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá[w] será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. 37 Porque ninguna cosa[x] será imposible para[y] Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En esos[z] días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Por qué me ha acontecido esto a mí[aa], que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó que tendrá[ab] cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor. 46 Entonces María dijo:

Mi alma engrandece al Señor,
47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
48 Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva;
pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.
49 Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso;
y santo es su nombre.
50 Y de generacion en generacion[ac] es su misericordia
para los que le temen.
51 Ha hecho proezas[ad] con su brazo;
ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
52 Ha quitado a los poderosos de sus tronos;
y ha exaltado a los humildes;
53 a los hambrientos ha colmado de bienes
y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
54 Ha ayudado a Israel, su siervo,
para recuerdo de su[ae] misericordia
55 tal como dijo a nuestros padres,
a Abraham y a su descendencia[af] para siempre.

56 Y María se quedó con Elisabet[ag] como tres meses, y después regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran[ah]misericordia hacia ella; y se regocijaban con ella. 59 Y[ai] al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre.60 Pero la[aj] madre respondió, y dijo: No, sino que se llamará Juan. 61 Y le dijeron: No hay nadie en tu familia[ak] que tenga ese nombre. 62 Entonces preguntaban por[al] señas al padre, cómo lo quería llamar. 63 Y él pidió una tablilla y escribió lo siguiente[am]: Su nombre es Juan. Y todos se maravillaron. 64 Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios.65 Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor; y todas estas cosas se comentaban en toda la región montañosa de Judea. 66 Y todos los que las oían lasguardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:

68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
69 y nos ha levantado un cuerno de salvación
en la casa de David su siervo,
70 tal como lo anunció[an] por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos,
71 salvación[ao] de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos aborrecen;
72 para mostrar misericordia a nuestros padres,
y para recordar su santo pacto,
73 el juramento que hizo[ap] a nuestro padre Abraham:
74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temor
75 en santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.
76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo;
porque irás delante del Señor para preparar sus caminos;
77 para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
por[aq] el perdón de sus pecados,
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pies en el camino de paz.

80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.

Nacimiento de Jesús

2 Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado[ar]. Este fue el primer censo que se levantó[as] cuando Cirenio era gobernador de Siria. Y todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Los pastores y los ángeles

En la misma región había pastores que estaban en el campo[at], cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. 10 Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; 11 porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo[au] el Señor. 12 Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 13 Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:

14 Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace[av].

15 Y aconteció que cuando los ángeles se fueron[aw] al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber. 16 Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. 17 Y cuando lo vieron, dieron a saber lo[ax] que se les había dicho acerca de este Niño. 18 Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. 19 Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. 20 Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.

21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que El fuera concebido en el seno materno.

Jesús presentado en el templo

22 Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la Ley del Señor: Todo varon que abra la matriz[ay] sera llamado santo para el Señor),24 y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en la Ley del Señor: un par de tortolas o dos pichones. 25 Y[az] había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo[ba] del Señor. 27 Movido por[bb] el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por El[bc]el rito de la ley, 28 él tomó al Niño[bd] en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:

29 Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya
en paz, conforme a tu palabra;
30 porque han visto mis ojos tu salvación
31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32 luz de[be] revelacion a los gentiles,
y gloria de tu pueblo Israel.

33 Y los padres del niño[bf] estaban asombrados de las cosas que de El se decían.34 Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento[bg] de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción 35 (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 36 Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada[bh], y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio[bi], 37 y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones. 38 Y llegando ella en ese preciso momento[bj], daba gracias a Dios, y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Crecimiento de Jesús

39 Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.

El niño Jesús discute con los maestros

41 Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua. 42 Y cuando cumplió doce años, subieron allá conforme a la costumbre de la fiesta; 43 y al regresar ellos, después de haber pasado todos los días de la fiesta, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres, 44 y suponiendo que iba en la caravana, anduvieron camino de un día, y comenzaron a buscarle entre los familiares y conocidos. 45 Al no hallarle, volvieron a Jerusalén buscándole. 46 Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Y todos los que le oían estaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas. 48 Cuando sus padres le vieron, se quedaron maravillados; y su madrele dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando[bk] llenos de angustia. 49 Entonces El les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa[bl] de mi Padre? 50 Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho. 51 Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madreatesoraba todas estas cosas[bm] en su corazón. 52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura[bn] y en gracia para con Dios y los hombres.

Predicación de Juan el Bautista

3 En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilatogobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados; como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías:

Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
haced derechas sus sendas.
Todo valle[bo] sera rellenado,
y todo monte y collado rebajado[bp];
lo torcido se hara recto,
y las sendas asperas se volverán caminos llanos;
y toda carne[bq] vera la salvacion de Dios.”

Por eso, decía a las multitudes que acudían para que él las bautizara: ¡Camada de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá? Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no comencéis a deciros a vosotros mismos: “Tenemos a Abraham por padre”, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras. Y también el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.10 Y las multitudes le preguntaban, diciendo: ¿Qué, pues, haremos?11 Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 12 Vinieron también unos recaudadores de impuestos[br] para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13 Entonces él les respondió: No exijáis[bs] más de lo que se os ha ordenado. 14 También algunos soldados le preguntaban, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y él les dijo: A nadie extorsionéis, ni a nadie acuséis falsamente, y contentaos con vuestro salario.

15 Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se preguntaban[bt] en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo[bu], 16 Juan respondió, diciendo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El os bautizará con[bv] el Espíritu Santo y fuego. 17 El bieldo está en su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero; pero quemará la paja en fuego inextinguible.

18 Y[bw] también con muchas otras exhortaciones Juan anunciaba las buenas nuevas al pueblo. 19 Pero Herodes el tetrarca, siendo reprendido por él por causa de Herodías, mujer de su hermano, y por todas las maldades que Herodes había hecho, 20 añadió además a todas ellas, ésta: que encerró a Juan en la cárcel.

Bautismo de Jesús

21 Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado: y mientras El oraba, el cielo se abrió, 22 y el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.

Genealogía de Jesús

23 Y cuando comenzó su ministerio, Jesús mismo tenía unos treinta años, siendo, como se suponía[bx], hijo de José, quien era hijo de Elí, 24 y Elí, de Matat; Matat, de Leví; Leví, de Melqui; Melqui, de Jana; Jana, de José; 25 José, de Matatías; Matatías, de Amós; Amós, de Nahúm; Nahúm, de Esli; Esli, de Nagai; 26 Nagai, de Maat; Maat, de Matatías; Matatías, de Semei; Semei, de José; José, de Judá;27 Judá, de Joana; Joana, de Resa; Resa, de Zorobabel; Zorobabel, de Salatiel; Salatiel, de Neri; 28 Neri, de Melqui; Melqui, de Adi; Adi, de Cosam; Cosam, de Elmodam; Elmodam, de Er; 29 Er, de Josué[by]; Josué, de Eliezer; Eliezer, de Jorim; Jorim, de Matat; Matat, de Leví; 30 Leví, de Simeón; Simeón, de Judá; Judá, de José; José, de Jonán; Jonán, de Eliaquim; 31 Eliaquim, de Melea; Melea, de Mainán; Mainán, de Matata; Matata, de Natán; Natán, de David; 32 David, de Isaí; Isaí, de Obed; Obed, de Booz; Booz, de Salmón[bz]; Salmón, de Naasón;33 Naasón, de Aminadab; Aminadab, de Admín; Admín, de Aram[ca]; Aram, de Esrom; Esrom, de Fares; Fares, de Judá; 34 Judá, de Jacob; Jacob, de Isaac; Isaac, de Abraham; Abraham, de Taré; Taré, de Nacor; 35 Nacor, de Serug; Serug, de Ragau; Ragau, de Peleg; Peleg, de Heber; Heber, de Sala; 36 Sala, de Cainán; Cainán, de Arfaxad; Arfaxad, de Sem; Sem, de Noé; Noé, de Lamec; 37 Lamec, de Matusalén; Matusalén, de Enoc; Enoc, de Jared; Jared, de Mahalaleel; Mahalaleel, de Cainán; 38 Cainán, de Enós; Enós, de Set; Set, de Adán; y Adán, de Dios.

Notas al pie:

  1. Lucas 1:1 O, sobre las cuales hay plena convicción
  2. Lucas 1:2 Lit., llegaron a ser
  3. Lucas 1:2 I.e., el evangelio
  4. Lucas 1:3 O, seguido
  5. Lucas 1:4 O, instruido oralmente
  6. Lucas 1:5 I.e., de descendencia sacerdotal
  7. Lucas 1:7 Lit., avanzados en sus días
  8. Lucas 1:8 Lit., él
  9. Lucas 1:12 Lit., cayó sobre
  10. Lucas 1:13 Lit., llamarás su nombre
  11. Lucas 1:18 Lit., avanzada en sus días
  12. Lucas 1:19 Lit., estoy junto a
  13. Lucas 1:23 Lit., Y sucedió que
  14. Lucas 1:24 Lit., estuvo escondida
  15. Lucas 1:27 O, comprometida para casarse
  16. Lucas 1:27 Lit., de la casa
  17. Lucas 1:28 O, ricamente bendecida
  18. Lucas 1:28 O, sea
  19. Lucas 1:28 Algunos mss. antiguos no incluyen: bendita…mujeres
  20. Lucas 1:29 Lit., las
  21. Lucas 1:31 Lit., y llamarás su
  22. Lucas 1:34 Lit., no conozco hombre
  23. Lucas 1:35 Lit., lo santo engendrado
  24. Lucas 1:37 Lit., palabra
  25. Lucas 1:37 O, con
  26. Lucas 1:39 Lit., estos
  27. Lucas 1:43 Lit., ¿Y de dónde esto a mí
  28. Lucas 1:45 O, porque habrá un
  29. Lucas 1:50 Lit., a generaciones y generaciones
  30. Lucas 1:51 Lit., proeza
  31. Lucas 1:54 Lit., con el fin de recordar
  32. Lucas 1:55 Lit., simiente
  33. Lucas 1:56 Lit., ella
  34. Lucas 1:58 Lit., engrandecido su
  35. Lucas 1:59 Lit., Y sucedió que
  36. Lucas 1:60 Lit., su
  37. Lucas 1:61 O, entre tus parientes
  38. Lucas 1:62 Lit., hacían
  39. Lucas 1:63 Lit., diciendo
  40. Lucas 1:70 Lit., habló
  41. Lucas 1:71 O, liberación
  42. Lucas 1:73 Lit., que juró
  43. Lucas 1:77 O, que consiste en
  44. Lucas 2:1 I.e., el Imperio Romano
  45. Lucas 2:2 O, Esto tuvo lugar como primer censo
  46. Lucas 2:8 Lit., a campo raso
  47. Lucas 2:11 I.e., el Mesías
  48. Lucas 2:14 Lit., hombres de su agrado, o, posiblemente, de buena voluntad
  49. Lucas 2:15 Lit., se fueron de ellos
  50. Lucas 2:17 Lit., acerca de la palabra
  51. Lucas 2:23 I.e., primogénito
  52. Lucas 2:25 Lit., Y he aquí
  53. Lucas 2:26 I.e., al Mesías
  54. Lucas 2:27 Lit., Y en
  55. Lucas 2:27 Lit., hacer por El según
  56. Lucas 2:28 Lit., le tomó
  57. Lucas 2:32 O, para
  58. Lucas 2:33 Lit., su padre y madre
  59. Lucas 2:34 O, la resurrección
  60. Lucas 2:36 Lit., avanzada en muchos días
  61. Lucas 2:36 Lit., de su virginidad
  62. Lucas 2:38 Lit., a esa hora
  63. Lucas 2:48 Lit., te buscamos
  64. Lucas 2:49 O, los negocios; lit., las cosas
  65. Lucas 2:51 Lit., las palabras
  66. Lucas 2:52 O, edad
  67. Lucas 3:5 O, barranco
  68. Lucas 3:5 O, allanado
  69. Lucas 3:6 O, persona
  70. Lucas 3:12 O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos
  71. Lucas 3:13 O, no colectéis
  72. Lucas 3:15 O, pensaban
  73. Lucas 3:15 I.e., el Mesías
  74. Lucas 3:16 O, en, o, por
  75. Lucas 3:18 Lit., Por tanto
  76. Lucas 3:23 Lit., como se pensaba
  77. Lucas 3:29 En el texto gr., Jesús
  78. Lucas 3:32 En el texto gr., Sala
  79. Lucas 3:33 En el texto gr., Arní
La Biblia de las Américas (LBLA)Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation