Del decreto eterno de Dios

LOS ESTÁNDARES DE WESTMINSTER

y

La forma de gobierno de Westminster

La confesión de fe, catecismos menor y mayor y la forma de gobierno con citas bíblicas completas

Capítulo Tres

Del decreto eterno de Dios

III.1 Dios, desde toda la eternidad, por el sapientísimo y santísimo consejo de su propia voluntad, ordenó libre e inmutablemente todo lo que acontece; pero de tal manera que Él no es el autor del pecado,66 ni violenta la voluntad de las criaturas, ni quita la libertad o contingencia de las causas secundarias, sino que más bien las establece.

III.2 Aunque Dios sabe todo lo que podría o puede acontecer bajo todas las condiciones posibles; sin embargo, no ha decretado nada porque lo previó como futuro, o como aquello que acontecería bajo tales condiciones.69

III.3 Por el decreto de Dios, y para la manifestación de su gloria, algunos seres humanos y ángeles son predestinados y pre-ordenados para vida eterna, y otros pre-ordenados para muerte eterna.71

III.4 Estos ángeles y seres humanos así predestinados y preordenados, están particular e inmutablemente designados, y su número es tan cierto y definido, que no se puede aumentar ni disminuir.

III.5 A aquéllos de la humanidad que están predestinados para vida, Dios, según su eterno e inmutable propósito, y el consejo secreto y beneplácito de su voluntad, los ha escogido en Cristo para gloria eterna, antes que fueran puestos los fundamentos del mundo, por su pura y libre gracia y amor, sin la previsión de la fe o buenas obras, o la perseverancia en ninguna de ellas, o de cualquier otra cosa que haya en las criaturas, como condiciones o causas que le muevan a ello,74 y todo para la alabanza de la gloria de su gracia.

III.6 Puesto que Dios ha designado a los elegidos para gloria, así también, por el eterno y más libre propósito de su voluntad, ha ordenado todos los medios para ello. Por lo cual, los que son elegidos, estando caídos en Adán, son redimidos por Cristo,77 son eficazmente llamados a la fe en Cristo por su Espíritu que obra a su debido tiempo, son justificados, adoptados, santificados y por su poder son guardados para salvación por medio de la fe.79 No hay otros que sean redimidos por Cristo, eficazmente llamados, justificados, adoptados, santificados, y salvos, sino solamente los elegidos.

III.7 Al resto de la humanidad por su pecado, agradó a Dios pasarla por alto y destinarla a deshonra e ira, según el inescrutable consejo de su propia voluntad, por el cual extiende o retiene misericordia como a Él le place para la gloria de su poder soberano sobre las criaturas, para la alabanza de su gloriosa justicia.

III.8 La doctrina de este alto misterio de la predestinación debe tratarse con especial prudencia y cuidado, para que los seres humanos al prestar atención a la voluntad de Dios revelada en su Palabra, y al rendir obediencia a ella, por la certeza de su vocación eficaz, estén seguros de su elección eterna. Así que esta doctrina debe ser motivo de alabanza, reverencia y admiración a Dios,84 y de humildad, diligencia y abundante consuelo a todos los que sinceramente obedecen el Evangelio.

Alvarado, A. R. (Trad.). (2010). Los estándares de Westminster y la forma de gobierno de Westminster (pp. 12–16). Guadalupe, Costa Rica; San Juan, Puerto Rico: CLIR; Sola Scriptura.

El origen de nuestro consuelo

MARZO, 01

El origen de nuestro consuelo

Devocional por John Piper

Entonces ellos gritaron: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: ¿He de crucificar a vuestro Rey? Los principales sacerdotes respondieron: No tenemos más rey que el César.Así que entonces le entregó a ellos para que fuera crucificado. (Juan 19:15-16)

La autoridad que tenía Pilato para crucificarlo no atemorizaba a Jesús. ¿Por qué?

No porque Pilato estuviera mintiendo. Tampoco porque él no tuviera autoridad para crucificar a Jesús. Sí la tenía.

Por el contrario, esta autoridad no intimidaba a Jesús porque era derivada. Jesús le dijo: «Te fue dada de arriba». Eso significa que era verdaderamente autoritativa. No es menos, sino más.

¿Cómo puede no ser intimidante? Pilato no solamente tenía la autoridad para matar a Jesús; tenía la autoridad otorgada por Dios para matarlo.

Jesús no se sintió intimidado porque la autoridad de Pilato sobre Jesús estaba subordinada a la autoridad de Dios sobre Pilato. Jesús se consolaba en este momento no porque la voluntad de Pilato no tuviera poder, sino porque la voluntad de Pilato era guiada. No porque Jesús no estuviera en las manos del temor de Pilato, sino porque Pilato estaba en las manos del Padre de Jesús.

Eso significa que nuestro consuelo no viene de la falta de poder de nuestros enemigos, sino del reinado soberano de nuestro Padre sobre el poder de ellos.

Ese es el punto en Romanos 8:25-37. Tribulación y angustia y persecución y hambre y desnudez no pueden separarnos de Cristo porque «en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó» (Romanos 8:35-37).

Pilato (junto con todos los adversarios de Jesús —y los nuestros—) lo pensó para mal, pero Dios lo encaminó a bien (Génesis 50:20). Todos los enemigos de Jesús se juntaron con la autoridad que Dios les dio «para hacer cuanto la mano de Dios y su propósito habían predestinado que sucediera» (Hechos 4:28). Ellos pecaron, pero a través de su pecado Dios salvó.

Por lo tanto, no nos sintamos intimidados por nuestros adversarios, que solo pueden matar el cuerpo. No solamente porque eso es lo único que pueden hacernos (Lucas 12:4), sino también porque todo ocurre bajo la supervisión atenta de nuestro Padre.

¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos (Lucas 12:6-7).

Pilato tiene autoridad. Herodes tiene autoridad. Los soldados tienen autoridad. Satanás tiene autoridad. Sin embargo, ninguno es independiente. Toda la autoridad que ellos tienen es derivada. Toda ella está subordinada a la voluntad de Dios. No temamos. Somos preciosos ante los ojos de nuestro Padre soberano. Mucho más preciosos que los pajarillos no olvidados.


Devocional tomado del libro “Why Was Jesus Unintimidated by Pilate?”

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Éxodo 12:21–51 | Lucas 15 | Job 30 | 1 Corintios 16

1 MARZO

Éxodo 12:21–51 | Lucas 15 | Job 30 | 1 Corintios 16

En momentos dramáticos de su vida, Pablo es guiado por alguna revelación. Sin embargo, en ocasiones pasamos por alto que gran parte de su ministerio es una actividad de planificación, instrucción, juicios pastorales, incluso de incertidumbres, muy parecido a los nuestros.

En 1 Corintios 16, Pablo informa a los corintios acerca de sus planes de viaje (16:5–9). No quiere verlos inmediatamente, de camino a Macedonia, y visitarlos solo de paso. Su intención es ir primero a Macedonia y después “es posible” que pueda pasar un tiempo con los corintios, o incluso todo el invierno (cuando era muy peligroso viajar por el Mediterráneo). Pablo escribe: “Espero permanecer algún tiempo con vosotros, si el Señor así lo permite” (16:7). Antes de embarcarse en este viaje, sin embargo, la intención del apóstol es quedarse un poco más en Éfeso, “porque se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de que hay muchos en mi contra” (16:9). En otras palabras, sigue teniendo algún ministerio abierto en la gran ciudad. Parece claro que hay incertidumbre en los planes de Pablo, pero está tratando de planificar los siguientes meses de servicio de forma que la promoción del Evangelio y el pueblo de Dios se beneficien al máximo.

Los siguientes dos pequeños párrafos (16:10–12) indican que los movimientos de Timoteo y Apolos tampoco eran siempre totalmente predecibles, aunque en ambos casos Pablo suministra a los corintios información para cubrir ciertas eventualidades.

Además, el primer párrafo (16:1–4) nos muestra a Pablo dando instrucciones a los corintios para que planifiquen sus ofrendas. La “colecta” que el apóstol menciona es un proyecto para ayudar a los cristianos pobres de Judea. Sabe que, si los creyentes corintios comienzan a recoger el dinero cuando él llegue, darán muy poco. Una ofrenda fiel y regular, apartada “el primer día de la semana” (cuando los cristianos se reunían para la adoración, exhortación e instrucción colectivas), garantizaría una suma considerable. Por supuesto, en esa época no se podía transferir el dinero electrónicamente; alguien debía llevarlo en persona. Pablo quiere que los corintios escojan para esa tarea hombres que ellos mismos aprueben, y él les dará cartas de presentación para los líderes de Jerusalén. Puede que incluso les acompañe. Claramente, este procedimiento evitaría cualquier atisbo de incorrección económica por parte del apóstol. En este caso, también existen evidencias de una planificación meticulosa, piadosa y sabia. Pablo exhorta a los corintios a hacer lo mismo.

En la actualidad, hay una “espiritualidad” etérea que pretende esperar dirección explícita para cada decisión, que considera la frase “si Dios quiere” un pretexto santurrón. Esa no es la perspectiva de Pablo y no debe ser la nuestra.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 60). Barcelona: Publicaciones Andamio.

¡No me puedo forzar!

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.

1 Timoteo 1:15

Estas palabras son fieles y verdaderas.

Apocalipsis 21:5

¡No me puedo forzar!

«¡Tú tienes la suerte de creer, tú tienes la fe, yo no! No me puedo forzar, no es culpa mía». Con estas palabras Sonia puso punto final a una conversación que la molestaba.

¿La fe es un privilegio reservado a algunas personas, o es el fruto de un esfuerzo de imaginación? ¡No! La fe consiste en recibir el testimonio de Dios: él quiere darse a conocer a sus criaturas, a quienes ama. No se puede hablar de «forzar» cuando se trata de creer en Dios, quien nos creó a su imagen para que tengamos una verdadera relación con él.

Dios habla al hombre de diversas maneras y vela para que sus mensajes sean comprensibles.

–La creación, el primer mensaje de Dios, es universal. Este testimonio de “su eterno poder y deidad”, de su bondad, hace inexcusable y responsable a quien lo rechaza (Romanos 1:20). No se trata de forzarse, sino de inclinarse para adorar a nuestro maravilloso Dios.

–Dios también habla a los hombres a través de la Biblia. Este mensaje se dirige a la conciencia y al corazón de todos. Al que la lee con rectitud y sin prejuicios, Dios se le revela y hace que tenga “la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Para creer de esta manera no es necesario hacer ningún esfuerzo, sino tener una actitud honesta y sincera.

–Dios también nos habla de manera más personalizada: mediante los detalles de mi vida cotidiana, habla a mi conciencia, me interpela. Solo debo escucharlo…

Rechazar estos mensajes es decir que Dios miente (Juan 3:36). Recibamos el mensaje principal de Dios: nos ama y nos dio un Salvador.

Éxodo 13 – Hechos 10:1-24 – Salmo 28:1-5 – Proverbios 10:24-25