Ilustración de la salvación

Ilustración de la salvación

4/28/2018

Esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. (1 Pedro 3:20)

Génesis 6:9 hasta 8:22 cuenta cómo Noé y su familia fueron librados del diluvio. Fueron los únicos que creyeron la advertencia de Dios de la venidera catástrofe mundial. Como resultado, toda la humanidad se ahogó en el juicio, menos ellos.

Noé predicó la justicia de Dios durante los ciento veinte años que le llevó construir el arca. Como tenía el tamaño de un moderno trasatlántico (Gn. 6:15), de seguro que llamaba la atención. Pero debe de haber sido desalentador construir el arca y predicar su significado durante más de un siglo, pero lograr que le creyera solo su familia inmediata.

El tremendo esfuerzo de Noé se invirtió en construir un barco que luego usó durante un año, pero aquellas ocho personas estuvieron a salvo del juicio de Dios cuando llegó. El arca les sirvió de refugio del juicio universal de Dios. ¡Qué ilustración tan gráfica de la salvación!

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El gran intercambio

ABRIL, 28

El gran intercambio

Devocional por John Piper

Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela. (Romanos 1:16-17)

Necesitamos justificación para ser aceptables delante de Dios. Pero no la tenemos. Lo que tenemos es pecado.

Dios tiene lo que necesitamos y no merecemos —justicia—. Nosotros tenemos lo que Dios aborrece y rechaza —pecado—. ¿Cuál es la respuesta de Dios ante esta situación?

Su respuesta es Jesucristo, el Hijo de Dios que murió en nuestro lugar. Dios carga en Cristo todos nuestros pecados y el castigo por nuestras transgresiones recae en él. En la obediencia de Cristo hasta la muerte, Dios satisface y revindica su justicia y nos la concede (atribuye). Nuestro pecado recae en Cristo y su justicia en nosotros.

No podríamos hacer más énfasis en el hecho de que Cristo es la respuesta de Dios. Todo se lo debemos a Cristo.

Nunca podremos amar a Cristo excesivamente. No podremos pensar en él en demasía, ni agradecerle exageradamente, ni depender de él con exceso. Toda nuestra justificación, toda nuestra justicia, está en Cristo.

Este es el evangelio: las buenas nuevas de que nuestros pecados recayeron en Cristo y sobre nosotros su justicia; y que este gran intercambio se lleva a cabo en nosotros no por obras sino por fe solamente.

He aquí las buenas nuevas que quitan la carga de nuestras espaldas, nos dan gozo y nos hacen fuertes.Todos los derechos reservados ©2017 Soldados de Jesucristo y DesiringGod.org

Números 5 | Salmo 39 | Cantar de los Cantares 3 | Hebreos 3

28 ABRIL

Números 5 | Salmo 39 | Cantar de los Cantares 3 | Hebreos 3

Si el final de Cantares 2 nos muestra a la amada y a su amante expresando fervientemente su devoción mutua y la exclusividad de su amor, Cantares 3 comienza con la mujer buscando frenéticamente a su amado. Muchos comentaristas han sugerido que este capítulo, y quizás la parte que comprende del 3 al 6, es la secuencia de un sueño. Puede que sea así, pues la amada dice: “Por las noches, sobre mi lecho, busco al amor de mi vida” (3:1, cursivas añadidas). En la primera sección (3:1–5), la amada busca a su amante, dando por hecho que, sólo porque ella lo conoce, todo el mundo también debería hacerlo, incluyendo los que ejercían funciones de policía nocturna (“los centinelas”). Lo encuentra y lo lleva al dormitorio de su madre (3:4), simbolizando la consumación oficial.

La coherencia de la siguiente sección (3:6–11) es discutida. La mejor opción es que “eso” en 3:6 (pronombre hebreo femenino) se refiere a la mujer. La llevan de su boda en el campo a la corte en el carruaje de Salomón, un vehículo lujoso y diseñado gloriosamente. El propio Salomón está presente y las “mujeres de Sion” miran y se maravillan mientras la pareja se dirige a su nuevo hogar. Esto conduce después al extravagante lenguaje del amante en el capítulo 4.

Sea o no la secuencia de un sueño (me inclino a pensar que lo es), queda muy claro que el lenguaje del amor es el de la alabanza y la invitación mutua. Cualquier cosa menos lo reprimirá. Si el lenguaje de la alabanza y la invitación actúan solo desde una parte, por ejemplo, esta se cansará con el tiempo o hará que quien habla se sienta servil o quizás desesperado. Si es de alabanza, pero no de invitación, nunca alimentará la intimidad; una buena relación, pero no buen sexo; si es al contrario, degenerará en mutua gratificación, pero no en edificación; buen sexo sin una buena relación.

Muchos de los que estamos casados y reflexionamos en el lenguaje del Cantar de los Cantares nos sentimos un poco avergonzados por su desenfreno sensual. Eso puede decir más acerca de quiénes somos que de lo que Dios quiere que seamos. Como cualquier otra cosa que Dios hizo buena, el matrimonio, el sexo y la intimidad pueden trivializarse, tratarse de forma sensacionalista y vejarse. Sin embargo, Dios lo hizo bueno. Los creyentes están obligados, tanto como su naturaleza transformada pueda a este lado de los nuevos cielos y nueva tierra, a exhibir la bondad de Dios en cada área a la que nos llame. Los casados debemos desarrollar deliberadamente el lenguaje de la alabanza e invitación mutuas.

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 118). Barcelona: Publicaciones Andamio.

De la perseverancia de los santos

LOS ESTÁNDARES DE WESTMINSTER

y

La forma de gobierno de Westminster

La confesión de fe, catecismos menor y mayor y la forma de gobierno con citas bíblicas completas

Capítulo Diecisiete

De la perseverancia de los santos

XVII.1 Los que han sido aceptados por Dios en su Hijo Amado, eficazmente llamados y santificados por su Espíritu, no pueden caer total ni finalmente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en ella hasta el final y serán salvos eternamente.

XVII.2 Esta perseverancia de los santos no depende de su propio libre albedrío, sino de la inmutabilidad del decreto de elección, que fluye del amor gratuito e inmutable de Dios el Padre; de la eficacia del mérito e intercesión de Cristo Jesús,336 de la permanencia del Espíritu y de la simiente de Dios dentro de ellos; y de la naturaleza del Pacto de Gracia.338 De todo esto, surge también la certeza e infalibilidad de la perseverancia.

XVII.3 Sin embargo, puede ser que los santos caigan en pecados graves, mediante las tentaciones de Satanás y del mundo, el predominio de la corrupción que aún queda en ellos, y el olvido de los medios de su preservación; y que por un tiempo continúen en sus graves pecados:341 por lo cual incurren en el desagrado de Dios y contristan su Santo Espíritu,343 llegan a ser, en alguna medida, privados de sus gracias y privilegios, sus corazones pueden endurecerse y sus conciencias pueden herirse,346 pueden herir y escandalizar a otros y traer juicios temporales sobre ellos mismos.348

Alvarado, A. R. (Trad.). (2010). Los estándares de Westminster y la forma de gobierno de Westminster (pp. 61–63). Guadalupe, Costa Rica; San Juan, Puerto Rico: CLIR; Sola Scriptura.

Amigo, préstame tres panes

Sábado 28 Abril

http://labuenasemilla.net/20180428

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Lucas 11:9-10

Amigo, préstame tres panes

Algunas parábolas (9): Lucas 11:1-13

Resumen: Un hombre llega de viaje a casa de un amigo. Este no tiene nada que ofrecerle, pero va a casa de otro amigo a medianoche y le pide que le preste tres panes. Aunque la puerta de su casa esté cerrada y su familia en cama, este amigo, a pesar del hecho de ser molestado tan tarde, se levanta y le da “todo lo que necesite”.

Significado: Esta petición valiente hecha en plena noche, cuando todo el mundo dormía, ilustra lo que es una verdadera oración, una oración que corresponde a una real necesidad. Es una petición que se dirige con confianza a Dios, conocido como el que da. Así, el Señor puede decirnos: “pedid, y se os dará”.

Aplicación: ¿Cómo oramos al Señor? ¿De forma convencional, repitiendo siempre las mismas palabras? ¡No! Seamos verdaderos, precisos, concretos. Oremos también por las necesidades de los demás, como ese hombre que necesitaba pan para su amigo.

¿Estamos listos a responder a las necesidades materiales o espirituales de aquellos que se acercan a nosotros pidiéndonos ayuda? No los rechacemos; más bien escuchémoslos con amor.

Si no podemos darles una ayuda material, oremos con ellos a nuestro Dios. Pidámosle esos “tres panes” diciéndole simplemente lo que nos hace falta, sin temor a molestarlo. Dios responde con amor a sus hijos, y nunca los engaña. Siempre nos da “buenas dádivas”.

(continuará el próximo sábado)

Isaías 41 – Marcos 4:1-20 – Salmo 49:16-20 – Proverbios 14:19-20

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