Negarse a ser seducido

Negarse a ser seducido

7/9/2018

Absteneos de toda especie de mal. (1 Tesalonicenses 5:22)

El aborrecimiento del mal lleva a la abstinencia de él. No se puede tener algún interés en el pecado y evitar caer en él. Negándose a ser seducido por la tentación, el justo sabe que “en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Sal. 1:2).

No se puede buscar la justicia y al mismo tiempo tolerar el mal. Por eso Pablo dio a Timoteo y a todos los creyentes este mensaje: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Ti. 2:22).

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Seis maneras en que Jesús combatió la depresión

JULIO, 09

Seis maneras en que Jesús combatió la depresión

Devocional por John Piper

Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. (Mateo 26:37)

Jesús tenía varias tácticas en su estratégica batalla contra el desánimo.

1. Escogió a algunos amigos cercanos para que estuvieran con él: «y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo» (Mateo 26:37).

2. Abrió su alma a ellos. Les dijo: «mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte» (v. 38).

3. Les pidió que intercedieran por él y lo acompañaran en la batalla: «quedaos aquí y velad conmigo» (v. 38).

4. Derramó el corazón ante su Padre en oración: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa» (v. 39).

5. Su alma descansó en la soberana sabiduría de Dios: «pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras» (v. 39).

6. Fijó su mirada en la gloriosa gracia venidera que le esperaba al otro lado de la cruz: «quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios» (Hebreos 12:2).

Cuando llega a nuestra vida algo que parece amenazar nuestro futuro, recordemos: las primeras ondas expansivas de la bomba no son pecado. El verdadero peligro es ceder ante ellas. Rendirse. No hacer guerra espiritual. Y la raíz de esa rendición es la incredulidad: fallamos en no luchar por fe en la gracia venidera. No abrazamos todo lo que Dios promete ser para nosotros en Jesús.

Jesús nos muestra otro camino. Este camino no es pasivo ni nos libra del dolor: seguirlo a él. Busquen a amigos espirituales en quien confíen. Ábranles a ellos su alma. Pídanles que velen y oren con ustedes. Derramen su alma delante del Padre. Descansen en la soberana sabiduría de Dios. Y fijen sus ojos en el gozo puesto delante de ustedes en las preciosas y magníficas promesas de Dios.


Devocional tomado del libro “Future Grace” (Gracia Venidera), páginas 307-308

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Josué 11 | Salmo 144 | Jeremías 5 | Mateo 19

9 JULIO

Josué 11 | Salmo 144 | Jeremías 5 | Mateo 19

Hoy reflexionaremos brevemente sobre una serie de elementos relativos a la depravación en la que cayeron los ciudadanos de Judá (Jeremías 5):

(1) Dios reta a Jeremías a encontrar un solo hombre justo por las calles de Jerusalén (5:1), anticipando la búsqueda de Diógenes en el mundo griego. Una única persona hubiese sido suficiente, según Dios, para impedir el juicio sobre la ciudad. No obstante, es otra forma de decir lo deteriorada que estaba la vida moral de la ciudad, la extensión de su pecado y cómo habían dañado la insinceridad y la corrosión moral a los niños de la ciudad.

(2) En un principio, Jeremías piensa que los resultados negativos de su búsqueda quizás podían achacarse a la mala situación de las clases más bajas. Por supuesto, incluso los pobres debían conocer y guardar la ley de Dios, pero es compasivo hacerles alguna concesión. Así pues, el profeta se dispone a examinar a los sofisticados, los privilegiados, los elocuentes, y encuentra la misma podredumbre moral que en otras partes (5:4–5). Los pecadores inteligentes utilizan esta cualidad para pecar; los sofisticados elaboran complejas razones para creer que el pecado no lo es; los pecadores de la alta sociedad caen en un pecado acorde a su posición. “Ellos quebrantaron el yugo y rompieron las ataduras” (5:5).

(3) La postura común hacia Dios es que está ausente o es ineficaz (5:12); hacia los profetas auténticos, que son como cotorras (5:13). Por tanto, Dios llevará a cabo un juicio catastrófico para demostrar su poder y hablará al pueblo con las palabras de un lenguaje extranjero (5:14–17). Aman demasiado servir a dioses extraños en su propia tierra; de aquí en adelante, servirán a extranjeros en una tierra que no es suya (5:19).

(4) En general, el pueblo ha aprendido poco del sabio y providencial cuidado de Dios (5:24). Del mismo modo, tampoco lo han hecho de la época en la que el Señor los ha castigado privándolos de la cosecha (5:25). Tanto si es bondadoso como firme, tanto si es pacientemente generoso como inmediatamente justo, lo ignoran y se rebelan contra él. ¿Qué debe hacer? Tarde o temprano, ha de responder a la violencia, el engaño y la corrupción en forma de castigo (5:26–29).

(5) Puede haber esperanza para el pueblo de Dios cuando sus líderes lo llamen a volver a ser fiel e íntegro, o cuando Dios examine y derroque a los que lo gobiernan erróneamente. Pero ¿qué encontramos aquí aquí? “Los profetas profieren mentiras, los sacerdotes gobiernan a su antojo, ¡y mi pueblo tan campante! [cp. 2 Timoteo 3:1–7]. Pero, ¿qué vais a hacer vosotros cuando todo haya terminado? (5:31).

¿Cuántos de estos elementos siguen en juego en la actualidad?

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 190). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Hijos, obedeced a vuestros padres

Lunes 9 Julio

Hijos, obedeced a vuestros padres… porque esto agrada al Señor.

Colosenses 3:20

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.

Efesios 6:1

Hijos, obedeced a vuestros padres

Tú que lees el título de este pequeño texto quizá levantes los hombros, diciendo: «Sí, sí, ya sabemos…». Sin embargo, es una orden de Dios quien añade: “porque esto agrada al Señor”, “porque esto es justo”, es decir, es la voluntad de Dios que sea así. Si Jesucristo es tu Salvador, esta es una manera sencilla de agradarle. Pero hay una condición: que las peticiones de los padres no sean opuestas a las enseñanzas de la Biblia.

Hay varias maneras de obedecer, por ejemplo, estás leyendo un libro y justo en el momento más emocionante tus padres te llaman a comer. ¿Dejarás el libro e irás inmediatamente, o más bien dirás: «Sí, ya voy», pero continúas tranquilamente tu lectura hasta que tus padres se enojen y vayas de mala gana? ¡Está claro que esta no es la obediencia que agrada al Señor!

Observemos en la Biblia el ejemplo de un adolescente de 17 años: José (Génesis 37). Su padre le pidió que fuese a ver cómo estaban sus hermanos, a pesar de que no lo amaban. José no solo obedeció sin protestar, sino que al no encontrar a sus hermanos en el lugar donde deberían estar, insistió en buscarlos hasta encontrarlos, siguiendo las indicaciones de un hombre (v. 12-20).

Esta obediencia tuvo como consecuencia que pasara por momentos difíciles, pero varias veces la Palabra afirma: “El Señor estaba con José” (Génesis 39:2-3, 23). Y, después de muchos años de prueba, Dios lo bendijo mucho más de lo que podía haber imaginado: se convirtió en el hombre más importante de Egipto después del Faraón.

Números 19 – Lucas 1:57-80 – Salmo 80:8-19 – Proverbios 19:3-4

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