Evite el engaño

Evite el engaño

8/24/2018

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? (Mateo 7:22)

Una buena manera de evitar el engaño espiritual de sí mismo es sencillamente conocer y esquivar las trampas religiosas en las que se puede caer. En primer lugar, hay excesiva preocupación con las simples actividades religiosas.

El enfoque externo sobre la asistencia a los cultos y a los estudios bíblicos, el escuchar sermones, el cantar himnos y otras buenas actividades como esas pueden en realidad apartarlo del conocimiento del Dios a quien piensa que está sirviendo.

En segundo lugar, hay una dependencia superficial de las actividades religiosas y las ceremonias pasadas. El hecho de que usted fuera bautizado cuando era niño, de que asistiera a la escuela dominical o a la escuela bíblica de vacaciones, o que se uniera a una iglesia no significa necesariamente que ahora esté justificado ante Dios.

En tercer lugar, hay un conocimiento religioso de por sí. Usted puede comprometerse con una determinada denominación y sus tradiciones, o tener un gran interés académico en la teología. Pero todo eso es inútil si no está interesado también en ser más semejante a Cristo y más obediente a su Palabra.

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El mensaje de la creación

AGOSTO, 24

El mensaje de la creación

Devocional por John Piper

Profesando ser sabios, se volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. (Romanos 1:22-23)

Sería una ridiculez y una gran tragedia que un hombre amara más el anillo de bodas que a su novia. Pero este pasaje dice que eso ha sucedido.

Los seres humanos se enamoraron del eco de la excelencia de Dios en la creación y perdieron la capacidad de oír el incomparable grito original de amor.

El mensaje de la creación es el siguiente:

Hay un gran Dios de gloria y poder y generosidad detrás de todo este asombroso universo; ustedes le pertenecen a él; él es paciente sosteniendo su vida rebelde; vuélvanse a él, depositen su esperanza en él y deléitense en él, no en la obra de sus manos.

El día transmite las «palabras» de aquel mensaje a todos los que escucharán en el día, expresándose por medio del deslumbrante sol radiante y el cielo azul y las nubes y todas las incontables formas y colores de todas las cosas visibles. La noche revela la «sabiduría» del mismo mensaje para todos aquellos que escucharán en la noche, expresándose a través de increíbles vacíos en la oscuridad y lunas de verano y estrellas sin número y sonidos extraños y brizas frescas y auroras boreales (Salmos 19:1-2).

El día y la noche proclaman lo mismo: ¡Dios es glorioso! ¡Dios es glorioso! ¡Dios es glorioso!


Devocional tomado del libro “Los Deleites de Dios”, páginas 85-86

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1 Samuel 16 | Romanos 14 | Lamentaciones 1 | Salmo 32

24 AGOSTO

1 Samuel 16 | Romanos 14 | Lamentaciones 1 | Salmo 32

Antes de comentar Lamentaciones 1, haremos algunas observaciones acerca del libro como un todo.

(1) En hebreo, la primera palabra del libro significa “Ay, cuán [desolada de encuentra la ciudad]” y es el título en la Biblia hebrea. Más adelante, los escritores hebreos se referían al libro utilizando esta palabra u otra que significa “lamentaciones”.

(2) Las primeras traducciones griegas y latinas de este pequeño libro lo atribuyen al profeta Jeremías. Es muy posible que así sea, pero, estrictamente hablando, la obra es anónima.

(3) Lamentaciones se compone de cinco poemas, cinco endechas, cada uno de los cuales ocupa un capítulo. Los primeros cuatro son acrósticos: es decir, las veintidós consonantes del alfabeto hebreo introducen respectivamente cada una de las veintidós estrofas de cada poema (aunque existen pequeñas irregularidades en los capítulos 2; 3 y 4). En los tres primeros poemas, cada estrofa consta normalmente de tres líneas con cierto tipo de paralelismo (excepto 1:7 y 2:19, que tienen cuatro líneas). En el tercer poema, cada línea de cada estrofa comienza con la misma consonante hebrea que introduce esa endecha. El cuarto poema sólo tiene dos líneas por estrofa. El quinto, aunque sigue siendo poético, no es un acróstico. Se compone de veintidós líneas que se asemejan a algunos salmos de lamento colectivo (p. ej., Salmos 44, 80).

(4) No existe una línea de pensamiento definida dentro de cada capítulo o del libro en conjunto. Ciertos temas siguen apareciendo, por supuesto, pero en general el libro es impresionista, lleno de imágenes poderosas que refuerzan una serie de verdades candentes.

Si Job trataba acerca de las calamidades que cayeron sobre un hombre justo y, por tanto, del problema del sufrimiento inocente, Lamentaciones habla del desastre sufrido por una nación culpable. Los que siembran vientos recogen tempestades. Estos poemas vindican a Dios mientras describen, de forma honesta y poderosa, el sufrimiento de la nación. El Señor controla la historia, los seres humanos no. Nadie puede burlarse del Todopoderoso. La justicia prevalecerá definitivamente en ella, porque Dios es justo.

Dos desafíos finales: (a) leamos este primer capítulo e identifiquemos cada una de las imágenes que el escritor menciona, preguntándonos qué aportan al capítulo y cómo están relacionadas con otros pasajes bíblicos (si es que lo están). Por ejemplo, el versículo 10 recuerda que únicamente el sumo sacerdote podía entrar en el lugar santo, y ahora los paganos no solo lo han hecho, sino que han destruido el templo. Teológicamente hablando, este acontecimiento está vinculado al hecho de que la gloria de Dios abandonó el templo (cp. Ezequiel 8–11), demostrando, entre otras cosas, que la presencia de Dios es mucho más importante que el edificio; (b) ¿Qué hay de piadoso en 1:21–22?

Carson, D. A. (2014). Por amor a Dios: Devocional para apasionarnos por la Palabra. (L. Viegas, Trad.) (1a edición, Vol. II, p. 236). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Hacer silencio para escuchar la voz de Dios

Viernes 24 Agosto

Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Apocalipsis 3:20

Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

Santiago 1:21

Hacer silencio para escuchar la voz de Dios

Lectura propuesta: 1 Reyes 19

Elías, profeta del Antiguo Testamento, huyó de la reina Jezabel, quien quería matarlo, y se fue al monte Horeb. Allí una voz lo invitó a salir de la cueva en la que se había refugiado y a estar en la presencia de Dios. Entonces Elías asistió a fenómenos naturales impresionantes. Pero Dios no estaba en el viento, ni en el terremoto, ni en el fuego. Luego Elías escuchó un silbo apacible y delicado (1 Reyes 19:12). Mediante esta voz Dios se reveló a su siervo desanimado.

Por lo tanto no son los acontecimientos externos ni las circunstancias de la vida los que nos revelan mejor a Dios, sino lo que él nos dice. No nos habla con una voz como la nuestra, sino mediante una convicción interior nacida del impacto que tiene la Palabra de Dios en nuestra conciencia y nuestro corazón. La tranquilidad es imprescindible para escuchar esta voz divina. Al igual que un niño se calla para escuchar lo que le dice su padre o su maestro, nosotros también nos callamos para escuchar el mensaje de Dios, porque deseamos comprender su profundidad. El silencio interior deja que la Palabra de Dios se arraigue y lleve fruto en nuestra vida (Santiago 1:21).

Jesús no nos obliga a escucharlo, no fuerza nuestra puerta. Pero es fundamental que estemos atentos a su voz. “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

Jeremías 27 – 1 Corintios 2 – Salmo 99:1-5 – Proverbios 22:1-2©

Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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